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Universidad Nacional de San Martín -Escuela de Humanidades

Maestría en Estudios Latinoamericanos (CEL)


Segundo Semestre 2017

«Culturas» e «identidades» en América Latina


Diferencialidades, itinerarios, constelaciones y debates
Docente: Marcelo González

Fundamentación
El cruce de tres nociones a las que las Ciencias Sociales han sometido a operaciones de
complejización, crítica y multiplicidad de abordajes, no puede sino resultar densamente
intrincado. Tal es el caso del tríptico que este seminario busca estudiar. En efecto, a la
complejidad de la noción América Latina, analizada en otros seminarios e instancias de las
maestrías, se añaden los variados itinerarios históricos y lo densos escrutinios críticos
desplegados en torno a las categorías cultura e identidad.

“Los conceptos de cultura e identidad se encuentran hace tiempo en el centro de los debates
teóricos de la antropología y las ciencias sociales (…)
La historia de la antropología puede comprenderse como intentos sucesivos, casi
siempre fascinantes, de construir conceptos, nativos y teóricos, que nos permitan avanzar en la
comprensión de otros puntos de vista distintos de los nuestros, en trabajar la diferencia, en
entender y explicar y la diversidad. ¿Acaso diferencia y diversidad sean meras ficciones?
¿Pueden reducirse a efectos discursivos, a inventos arbitrarios y efímeros? ¿Todas las
diferencias culturales son reductibles a efectos ilusorios de las identidades construidas?
Para intentar responder a estas cuestiones desde la antropología, creo, necesitamos
distinguir dos nociones que lamentablemente aparecen sobrepuestas y entremezcladas de
maneras confusas en el debate actual de las ciencias sociales y los estudios culturales. Me refiero
a las nociones de cultura e identidad.
Una distinción conceptual clara y precisa entre «cultura» e «identidad» resulta
imprescindible para el análisis antropológico de los procesos sociales. El concepto
antropológico de «identidad» históricamente se constituyó y enriqueció a partir de estudios
sobre relaciones interétnicas, fronteras étnicas y etnicidad. Proponemos aquí que un concepto
de cultura con fuerte linajes se renueve incorporando aportes decisivos de las teorías sobre la
nación. Cultura y nación, en tanto nociones teóricas, comparten por su alto grado de
complejidad no sólo la característica de ser históricas, sino las de ser unidades heterogéneas y
conflictivas (…)
Cultura e identidad son términos necesarios para comprender los mundos
contemporáneos. Sin embargo, han sido invitados a hacer su trabajo interpretativo de maneras
tan disímiles, en sentidos tan contradictorios, que actualmente es difícil saber qué se pretende
decir con estos términos. Una parte de esa confusión se deriva en que han sido sobrepuestos,
mencionados a veces como sinónimos intercambiables, lo cual dificulta quizás enunciar uno de
los interrogantes clave de cualquier proceso social y simbólico: ¿Cuáles son y por dónde se
desplazan las fronteras de la cultura y las fronteras de la identidad? ¿Cuándo coinciden, cuándo
se solapan, cuándo se encastran?”1

1 Alejandro GRIMSON, “Cultura e identidad: dos nociones distintas”, Social Identities vol. 16, nº 1 (2010) 63-79.
66.63. 64.
1
“Cultura es uno de los términos con más acepciones en las ciencias sociales y las humanidades:
puede designar los procesos de significación, o bien el excedente de sentido, pero también
puede remitir a estilos de vida e incluso a la antigua idea-políticamente visible hasta hoy- de
«alta cultura».”2

“Cultura es una de las dos o tres palabras más complicadas de la lengua inglesa. En parte, esto
se debe a su intrincado desarrollo histórico en varios idiomas europeos, pero principalmente a
que hoy ha llegado a usarse para conceptos importantes en varias disciplinas intelectuales
diferentes y varios sistemas de pensamiento distintos e incompatibles.”3

“En el centro mismo del pensamiento y la práctica modernos, aparece un concepto que es
frecuentemente utilizado en las descripciones, «cultura», que en sí mismo, en virtud de su
variación y la complicación, comprende no sólo sus objetos, sino también las contradicciones a
través de las cuales se ha desarrollado. El concepto funde y confunde a la vez las tendencias y
experiencias radicalmente diferentes presentes en formación. Por tanto, resulta imposible llevar
a cabo un análisis cultural serio sin tratar de tomar conciencia del propio concepto, una
conciencia; un conciencia que debe ser histórica. Esta vacilación ante lo que parece ser la
riqueza de la teoría desarrollada y la plenitud de la práctica lograda adolece de la incomodidad, e
incluso de la ineptitud, de cualquier duda radical. Literalmente, es un momento de crisis: una
conmoción de la experiencia, una ruptura del sentido de la historia, que nos obligan a
retroceder desde una posición que parecía positiva y útil: todas las inserciones inmediatas a una
tesis crucial, todos los accesos a una actividad inmediata. Sin embargo, no se puede bloquear el
avance. Cuando los conceptos básicos-los conceptos, como se dice habitualmente, de los cuales
partimos- dejan repentinamente de ser conceptos para convertirse en problemas-no problemas
analíticos, sino movimientos históricos que todavía no han sido resueltos-, no tiene sentido
prestar oídos a sus sonoras invitaciones o a sus resonantes estruendos. Si podemos hacerlo,
debemos limitarnos a recuperar la esencia en la que se han originado sus formas.”4

“Hace décadas que quienes estudian la cultura experimentan el vértigo de las imprecisiones. Ya
en 1952 dos antropólogos, Alfred Kroeber y Clyde K. Klukholn, recolectaron en un libro
célebre casi 300 maneras de definirla. Melvin J. Lasky, que evidentemente desconocía esa obra,
publicó en The Republic of Letters, en 2001, un avance de un libro en preparación para el cual dice
haber recogido en diarios alemanes, ingleses y estadounidenses, 57 usos distintos del término
cultura. La revista Commentaire tradujo ese artículo en el verano de 2003 añadiendo que la
banalización del término es semejante en francés, al punto de haber dotado de esa palabra a «un
ministerio».”5

“Los debates en torno del concepto de cultura han suscitado varias de las más intensas,
fecundas e influyentes discusiones de las últimas décadas en antropología. Los ribetes irónicos
de la coyuntura en la que esta polémica hiciera eclosión han sido señalados más de una vez:
precisamente en el momento en que un concepto de cultura configurado a la sombra de varios
de los big names de la antropología norteamericana (…) termina de aglutinar una tradición
antropológica nacional que al mismo tiempo consolida su hegemonía sobre el mundo
noratlántico, una generación de académicos en ascenso formados en esa misma tradición

2 Alejandro GRIMSON, Los límites de la cultura. Críticas de las teorías de la identidad, Buenos Aires, Siglo XXI, 2011,
43.
3 Raymond WILLIAMS, Palabras clave Un vocabulario de la cultura y la sociedad, Buenos Aires, Nueva Visión, 2003, 87.
4
Raymond WILLIAMS, Marxismo y literatura, Barcelona, Península, 20002, 21.
5 Néstor GARCÍA CANCLINI, Diferentes, desiguales y desconectados. Mapas de la interculturalidad, Barcelona, Gedisa,

2004, 29.

2
comenzarán a denunciar los excesos (y los defectos) tanto epistemológicos como ético-
políticos de lo que comenzará a denominarse el “concepto clásico de cultura.”6

“La situación del concepto de cultura es, como mínimo, paradojal. Las ciencias sociales lo han
aceptado como una contribución cabal de la antropología, casi en el mismo momento en que
un debate de esta última disciplina pone a la idea de cultura ante a las opciones del descarte o la
depuración radical de sus usos y supuestos.”7

“Resulta notorio que se multiplican las discursividades sobre la cultura, las culturas y las
identidades en ámbitos donde ya existían, y que proliferan allí donde no eran habituales. Cada
vez más actividades y más situaciones se convierten en culturales-o para decirlo más
estrictamente-son pensadas como culturales, se las culturaliza. Se habla de cultura del trabajo,
cultura del shopping, cultura de la corrupción, entre muchas otras. A la vez, las tecnologías
informáticas y la digitalización de procesos y formatos facilitan la producción y difusión de
objetos, de textos, de sonidos, de imágenes fijas y en movimiento; materiales intelectuales,
artísticos, recreativos, informativos, cuya condición fundamental es la de ser contenidos
culturales, contenidos simbólicos, lo que habitualmente se entiende como producción cultural..
En el mundo globalizado la cultura funciona como una lenguaje que no sólo permite
comunicar (se) diferencias y semejanzas, sino que parece ser el medio obligatorio, fuera del cual
no habría entendimientos posibles. La culturización, la adopción de la clave culturalista, implica
que, para existir, todo tiene que traducirse a un idioma cultural, que permita situarlo en un
mapa común y comprender de qué se trata. Más que el idioma inglés, la cultura es la lengua
franca de este siglo.”8

El seminario se propone trabajar esta complejidad desde cuatro opciones:


 Focalizar en los modos en que determinados autores, enfoques y campos temáticos
trabajan la diferencialidad latinoamericana desde la dupla culturas/identidades.
 Buscar desentrañar los itinerarios interpretativos y las constelaciones categoriales que autores y
autoras ponen en juego para investigar tales cuestiones.
 Ensayar un acercamiento a la cuestión de las condiciones y modalidades de
movilización de lo latinoamericano como componente de repertorios identitarios.
 Ofrecer un panorama amplio de temas y cuestiones, asumiendo el riesgo de la falta de
profundización.

Objetivos y organización
El seminario se propone tres objetivos básicos:
 Que quienes participen puedan tomar contacto y/o ahondar en un conjunto de
categorías, temáticas y debates para el análisis cultural latinoamericano.
 Que quienes participen puedan potenciar los saberes disciplinarios de proveniencia y
los desarrollos investigativos en curso.

6 Gabriel NOEL, “De los códigos a los repertorios: Algunos atavismos persistentes acerca de la cultura y una
propuesta de reformulación”, Revista Latinoamericana de Metodología de las Ciencias Sociales, Vol. 3, Núm. 2 (2013).
7 Alejandro GRIMSON-Pablo SEMÁN, “La cuestión «cultura»: Presentación”, Etnografías Contemporáneas 1 (2005)

11-22, 11.
8 Rubens BAYARDO, “Anegados en la cultura. «Be creative!»”, en: Luis Alberto QUEVEDO (comp), La cultura

argentina hoy: tendencias, Buenos Aires, Siglo XXI/OSDE, 2015, 255-285, 256-257.

3
 Que quienes participen puedan contar con un espacio de intercambio y producción de
conocimientos en el marco temático del curso.

El seminario está estructurado en diez (10) sesiones. Mientras que la primera y la última
tendrán un carácter introductorio y recapitulativo respectivamente, las ocho restantes abordan
temáticas y problemáticas específicas pero íntimamente conectadas con las demás.

Evaluación
La aprobación del seminario implica tres instancias. Ante todo, la asistencia al 75% de
los encuentros. Además, la lectura de la bibliografía correspondiente y la participación en los
intercambios durante las sesiones. Finalmente, un trabajo conclusivo que puede asumir algunas
de las tres modalidades siguientes:
a) Clase expositiva: Se trata de una disertación oral de 45’ –con base en una guía escrita– de
una investigación en torno a algunos de los temas del seminario, entramados con los trabajos
que se vienen desarrollando para las tesis u otros itinerarios de investigación.

b) Una monografía final de entre 10 y 12 carillas, abordando temas tratados en el seminario y


acordada con el docente.

c) Un trabajo realizado entre dos personas donde se asuman enfoques de dos disciplinas
distintas, en orden a mostrar la fecundidad del enfoque interdisciplinario.

Cronograma de trabajo.

Sesión 0 Presentación del seminario: opciones, objetivos, organización, evaluación


Sesión 1 El “mestizaje” como núcleo interpretativo de la diferencialidad latinoamericana.
Desarrollos y críticas.
Sesión 2 Los procesos de hibridación en América Latina. Campo temático, desarrollos y
críticas.
Sesión 3 Interculturalidad. Marco de conjunto y análisis de procesos.
Sesión 4 Las “fronteras” como ámbito para la investigación cultural latinoamericana
Sesión 5 Las culturas populares en América Latina
Sesión 6 Los debates en torno a la «post»/ «de» colonialidad en América Latina
Sesión 7 La activación de lo latinoamericano en diversos repertorios identitarios. Abordajes y
exploraciones.
Sesión 8 El “regreso” indígena y afroamericano
Sesión final Recapitulación del recorrido, agenda y trabajos finales.

4
Sugerencias bibliográficas para un abordaje general a la cuestión “cultura” e
“identidad”
 WAGNER, Roy, The invention of culture, Chicago/London, The University of Chicago Press, 1981.
 HARRIS, Marvin, El desarrollo de la teoría antropológica. Historia de las teorías de la cultura, México DF,
Siglo XXI 19962.
 WRIGHT, Susan, “La politización de la cultura”, Anthropology Today 14/1 (1998). Traducción de
Florencia Enghel.
 WILLIAMS, Raymond, Marxismo y literatura, Barcelona, Península, 20002.
 KUPER, Adam, Cultura: La versión de los antropólogos, Barcelona, Paidós, 2001.
 CUCHE, Denys, La noción de cultura en las ciencias sociales, Nueva Visión, Buenos Aires 2002.
 GIUDICE, George, El recurso de la cultura. Usos de la cultura en la Era Global, Barcelona, Gedisa, 2002.
 HALL, Stuart-Paul DU GAY (comps), Cuestiones de identidad cultural, Buenos Aires/Madrid,
Amorrortu, 2003.
 GRIMSON, Alejandro-Pablo SEMÁN, “Presentación: la cuestión «cultura»”, Etnografías
contemporáneas nº 1 (2005) 11-22.
 ABU-LUGHOD, Lila, “La interpretación de la(s) cultura(s) después de la televisión”, Etnografías
contemporáneas nº 1 (2005) 57-90.
 FLORES, Ivonne, “Identidad cultural y sentimiento de pertenencia a un espacio social: una
discusión teórica”, La Palabra y el Hombre nº 136 (2005) 41-48.
 GIMÉNEZ, Gilberto, Teoría y análisis de la cultura, México, ICOCUL, 2005.
 COSTA, Xavier, Sociología del conocimiento y de la cultura. Tradiciones en la teoría social, Valencia, Tirant Lo
Blanch, 2006.
 BRIONES, Claudia, “Teorías performativas de la identidad y performatividad de las teorías”,
Tabula Rasa (Bogotá) nº 6 (2007) 55-83.
 GIMÉNEZ, Gilberto, Estudios sobre la cultura y las identidades sociales, México, Consejo Nacional para
la Cultura y las Artes/Instituto Coahuilense de Cultura, 2007.
 GÜELL, Pedro, “¿Qué se dice cuando se dice cultura? Notas sobre el nombre de un problema”,
Revista de Sociología (Facultad de Ciencias Sociales-Universidad de Chile) nº 22 (2008) 37-64.
 SZURMUK, Mónica-Robert MCKEE IRWIN (coord), Diccionario de estudios culturales
latinoamericanos, México DF, Instituto Mora/Siglo XXI, 2009.
 GRIMSON, Alejandro, “Cultura e identidad: dos nociones distintas”, Social Identities vol. 16, nº 1
(2010) 63-79.
 MERCADO MALDONADO, Asael, “El proceso de construcción de la identidad colectiva”,
Convergencia. Revista de Ciencias Sociales (UAEM) nº 53 (2010) 229-251.
 GRIMSON, Alejandro, Los límites de la cultura. Crítica de las teorías de la identidad, Buenos Aires, Siglo
XXI, 2011.
 MARCÚS, Juliana, “Apuntes sobre el concepto de identidad”, Intersticios. Revista sociológica de
pensamiento crítico, vol. 5/1 (2011) 107-114.
 BAYARDO, Rubens, “Anegados en la cultura. «Be creative!»”, en: QUEVEDO, Luis Alberto
(comp), La cultura argentina hoy: tendencias, Buenos Aires, Siglo XXI/OSDE, 2015, 255-285.
 ARANCIBIA ALMENDRAS, Maribel, “La «identidad», como una construcción cultural para la
sociología”, Sincretismos Sociológicos. Nuevos Imaginarios, Año 1 nº 2 (2015) 1-16.
 RIVERO, Patricia Jimena-Virginia Soledad MARTÍNEZ, “Cultura e identidad. Discusiones
teóricas-epistemológicas para la comprensión de la contemporaneidad”, Revista de Antropología
Experimental nº 16 (2016) 109-121.

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