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Editorial editado que fue publicado en el diario "El Heraldo" de mayor circulación en la ciudad de Ambato - Ecuador - Sudamérica acerca de la carrera de Medicina y el camino a ser médico.
Editorial editado que fue publicado en el diario "El Heraldo" de mayor circulación en la ciudad de Ambato - Ecuador - Sudamérica acerca de la carrera de Medicina y el camino a ser médico.
Editorial editado que fue publicado en el diario "El Heraldo" de mayor circulación en la ciudad de Ambato - Ecuador - Sudamérica acerca de la carrera de Medicina y el camino a ser médico.
MEDICO ACUPUNTURISTA Doctor en Medicina y Cirugía en la Universidad Central del Ecuador Especialización de dos años de postgrado en la República de China en ACUPUNTURA Y MOXIBUSTIÓN
Ser un instrumento de Dios
¿No te estresa llevar toda tu vida estudiando y sentir no saber todavía suficiente por lo extenso de la ciencia que escogiste estudiar? Escuela, Colegio, y luego 6 duros años de pregrado dónde descubres por experiencia propia que tu puntaje en los exámenes de medicina no se correlaciona con tu desempeño académico, respondiendo siempre a las invitaciones de tus amigos con un "No puedo, tengo que estudiar", teniendo perpetuamente tanto que estudiar que nunca te alcanza el tiempo y eso que has dormido solo dos o tres horas en la madrugada, sintiendo que cuanto más estudias más parece que no sabes casi nada, sintiendo que todos tus compañeros de colegio están estudiando carreras más fáciles que la tuya, aunque te dicen que "ya eres casi médico" esa no es tu percepción porque sabes que aún te queda mucho camino por recorrer ya que aún quedan muchos años por delante de sacrificios e injusticias por ver, eso sí, con ojos cada vez más cansados. Cuestionándote día a día a qué edad terminarás casándote y/o teniendo hijos, creyendo que podrías terminar cualquier carrera (a excepción de Medicina), en menos años de los que oficialmente duran, planteándote varias veces la posibilidad de cambiarte a estudiar algo más corto y menos difícil. Estás casi seguro de que el 80% de tus compañeros hombres se casarán con una enfermera o una compañera, y el 80% de tus compañeras mujeres simple y sencillamente no se casarán. Luego el Internado Rotativo, llegas al hospital, es el momento en el que te das de bruces con la vida real, de los libros a la práctica, te das cuenta de la irónica falta de enseñanza de valores, lejos quedan tu inocencia e ideales de tu juventud. Después de 10 arduos, tenaces y sacrificados semestres tus jefes te ridiculizan y te hacen sentir que no sabes nada. Los pacientes pasan a ser números, habitaciones, cargado de arriba abajo con tu laptop pareces empleado informático, confinado día y noche haciendo de todo, todos se creen superiores jerárquicos a ti y hasta las enfermeras te tratan mal, sin tiempo ni para ir al comedor y si puedes ir, descubres que no puedes comer con tus compañeros sin acabar hablando de temas médicos, largas noches y madrugadas tomando más café que agua, mientras otros sufren por amor, tu sufres por “medicina”. Sigues con el sacrificado año de Salud Rural, el año de precarización laboral de lugares inhóspitos en un medio de carencias económicas, sin los materiales básicos y lejos de la familia. Marchas interminables y fatigosas en sol, lluvia con escases de agua y alimentos. Continuas con el espinoso estudio para el concurso a Médico Residente y si lo consigues, tendrás unos años de turnos extenuantes y trabajo a presión. Vendrán seguidamente largos días y noches para el soñado concurso para el Postgrado, escoger la especialidad que si logras ganar serán de entre cuatro a cinco años de turnos de claro a claro, estudios, trabajos académicos, exposiciones y demás. Hasta aquí ya superaste tus treinta años de edad. ¿Que tu Navidad, tu año nuevo, tu día de la Madre, y más fechas familiares, signifique estar de turno o que tu fin de semana sea tan corto que no alcanzaste a estudiar ni terminar con los trabajos de la semana? ¿Que tu meta sea cada vez más compleja y que tengas que esforzarte días y noches enteras para mantenerte actualizado? Que tengas que renunciar a pasar con tu familia, con tus hijos, con tus amigos y tener que decir; “Estoy de turno, quizá mañana, o el fin de semana, no lo sé...” ¿No te entristece luchar y a veces hasta llorar de impotencia por los obstáculos y la gente negativa que encuentras en tu camino que no avanzan ni te dejan avanzar? Que parece que no podrás lograr lo que te propones y que día a día tu principal trabajo sea salvar obstáculos. Que perdiste más de lo que has ganado desde que entraste a esta carrera (una vida personal, familia, amigos, diversión…etc.). Las Frases: “me voy a ir, “esto no es lo mío”, ¡son parte del lenguaje cotidiano que escuchas a tu alrededor! sin embargo continuas adelante ¿Qué tal cuando después de terminar un trabajo todavía tienes carga asistencial y académica de los otros y todos te exigen como si estuvieras fresco? ¿Será que la recompensa a todo lo sufrido al final valga la pena? Es entonces cuando te preguntas ¿en verdad vale la pena tanto sacrificio?... Alguien respondió con palabras que nunca olvidaré: “Has sido encomendado por Dios para salvar la vida de muchas personas, para hacer más fácil la de otras cuantas, y para sanar heridas de miles. Te ha sido difícil llegar hasta aquí, pero créeme que lo volverías a hacer si fuese necesario porque ésta es tu vida.” ¡Y es cierto, no hay mayor satisfacción que devolverle la salud y la sonrisa a un ser humano, eso desvanece todo cansancio, toda frustración y da fuerza para seguir en esta lucha de seguir avanzando! ¡Nunca te des por vencido!! ¡Escogiste la profesión indicada !!...ser médico no es jugar a ser Dios... es el privilegio de ser un instrumento de Dios. Él sabe escoger a sus siervos y te escogió a ti, solo quiere hacerte más fuerte, y por eso permite que tengas que sortear tantos obstáculos pero que Él mismo te ha ayudado a vencerlos. Siempre piensa en hacer lo que amas ya que esa intención te hará sentir felicidad porque el que hace con el alma lo que ama estará irremediable y benditamente catapultado al éxito. Las cosas que te harán sentir serenidad y satisfacción son, no tanto, el haber obtenido algo sino el sentir que lo mereces… ahora, o en el momento oportuno que Dios determine. Muhammad Ali dijo: “Odié cada minuto de entrenamiento, pero dije, no te rindas. Sufre ahora y vive el resto de tu vida como un campeón”. Dedicado a ti estudiante o médico humanista que no sesgas tu sapiencia por ambiciosos intereses económicos y que, con abnegación, pasión y entrega, día a día te esfuerzas por dar lo mejor de ti, renunciando a soberbias y engreimientos que tus conocimientos pueden hacer de tu labor una vil explotación hacia tu prójimo.