Está en la página 1de 1

15 pedidos de un hijo a su padre...

1. No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o hermana. Si me hacés


quedar mejor que los demás, alguien va a sufrir; y si me hacés lucir peor que los demás,
seré yo quien sufra.

2. No me des sin medida, todo lo que te pida. A veces pido para saber hasta cuánto es
razonable tomar.

3. No me grites. Te respeto menos cuando lo hacés, y me enseñás a gritar a mí también, y


yo no quiero perder el respeto por ninguno de los dos.

4. No estés siempre dando órdenes. Si en vez de órdenes, a veces me pidieras las cosas, yo
lo haría más rápido y con más gusto.

5. Cumplí las promesas que hagas, buenas o malas. Si me prometés un premio, dámelo; si
es una penitencia sostenela.

6. No digas mentiras delante de mío, ni me pidas que las diga por vos, ni siquiera para
sacarte de un apuro. Me hace sentir mal y perder la fe en lo que decís.

7. No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer; decidite y mantené tu
decisión, porque si no viviré siempre pendiente del próximo cambio de idea.

8. Dejame valerme por mí mismo. Si lo hacés todo por mí, nunca podré aprender. Por si lo
olvidaste sólo se aprende de los errores.

9. Cuando estés equivocado en algo, admitilo crecerá la opinión que yo tengo de vos y de
paso me enseñás a admitir también mis equivocaciones.

10. No me exijas que te diga "porqué lo hice" cuando hago algo que no está bien. A veces ni
yo mismo lo sé.

11. Enseñame a amar y a darme la oportunidad de conocer a los otros. No importa si la vida
me lo va a enseñar de todos modos; porque de nada vale si veo que vos no amas ni vivís en
contacto con el prójimo.

12. No me digas que haga una cosa si vos no la hacés. Yo aprendo siempre de lo que hacés;
pero me cuesta hacer lo que decís sin coherencia con tu propio actuar.

13. No me digas: "No tengo tiempo para tonterías" cuando te cuente un problema mío. O
"Eso no tiene importancia”. Tratá de comprenderme y ayudarme.

14. Si tanto te interesa que yo sea feliz, por favor, mostramelo con tu vida. Es tan lindo
verte feliz... es tan triste verte preocupado por mi felicidad... a veces siento culpa de
sentirme bien yo, viendote mal a vos...

15. Y sobre todo si es cierto que me querés, decímelo de vez en cuando. A mí me gusta
oírtelo decir, aunque vos no creas que sea necesario y aunque yo nunca te lo diga, porque
por supuesto yo te amo con todo mi corazón.

También podría gustarte