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¿Ha pasado por situaciones donde piensa que algo grave está pasando con usted y tiene miedo de
morir, o perder el control?
¿Durante estos episodios siente palpitaciones, taquicardia u otros síntomas que le hacen pensar que
algo malo le va a pasar, como por ejemplo tener un infarto cardiaco?
¿Siente que respira con dificultad o que no le alcanza el aire de tal manera que piensa que se puede
ahogar o asfixiar?
¿En muchas ocasiones estas sensaciones vienen de la nada, cuando menos las espera?
Si esta descripción aplica para usted, entonces usted sufre de Trastorno de Pánico.
Si además estos síntomas interfieren con su vida normal o han provocado que deje de hacer cosas por
temor a presentar estos episodios, entonces también tiene agorafobia. La agorafobia se refiere a la
ansiedad o la evitación de situaciones donde los ataques de pánico u otros síntomas físicos pueden
ocurrir.
Sin embargo, los ataques de pánico no se presentan solamente en el Trastorno de Pánico, y otros
trastornos emocionales también pueden presentarlos, entre los más frecuentes estan:
Usted ya ha tenido una valoración y se ha establecido un diagnóstico, por lo que usted ya sabe a que
trastorno emocional pertenecen los ataques de pánico que presenta, más aún, si usted está leyendo
está información, es porque estos ataques de pánico se deben al Trastorno de Pánico.
Los ataques de pánico, son episodios concretos de temor que pueden suceder tanto estando usted
completamente relajado como cuando se encuentra ansioso. Se elevan rápidamente y luego decrecen
dentro de los siguientes 10 a 30 minutos, usted puede continuar sintiendo alguno de los síntomas y
sentirse ansioso(a) bastante tiempo después de los ataques de pánico, esto se llama ansiedad residual.
Más aún, otro ataque de pánico puede volverse a presentar en este periodo.
Para algunas personas, los ataques de pánico continúan ocurriendo de manera inesperada y para otros
eventualmente llegan a estar ligados a situaciones específicas.
Los ataques de pánico pueden acompañarse de conductas de evitación, vacilación o de la sensación
de muchos nervios en las situaciones en las cuales los ataques de pánico u otros síntomas físicos
pueden ocurrir (Agorafobia).
Típicamente estas son situaciones donde piensa que no será capaz de escapar o encontrar ayuda. Un
ejemplo común es un centro comercial lleno de gente, donde puede ser difícil encontrar la salida y
dificultad para pasar a través de toda la gente si uno tuviera que irse repentinamente debido a un ataque
de pánico.
Una lista de situaciones típicas que la persona llega a evitar (situaciones agorafóbicas) es proporcionada
a continuación:
En la mayoría de los casos, la Agorafobia se desarrolla posterior a los ataques de pánico, resultando,
como lo mencionamos anteriormente en Trastorno de Pánico más Agorafobia. Sin embargo, como
también mencionamos, algunas personas nunca desarrollan Agorafobia, por lo tanto su diagnóstico es
únicamente Trastorno de Pánico.
PROBLEMAS MÉDICOS
Ciertos problemas médicos pueden causar ataques de pánico. Estos problemas médicos incluyen:
1. Hipertiroidismo o (sobre actividad de la glándula tiroides)
2. Hiperparatiroidismo
3. El Feocromocitoma (un tumor muy raro de la glándula suprarrenal)
4. Problemas vestibulares (del oído)
5. Epilepsias
6. Arritmias cardiacas
7. Taquicardia supraventricular
8. Prolapso de la válvula mitral (aleteo del corazón)
9. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
10. Intoxicación por cafeína (10 o más tazas de café al día)
11. Hipoglucemia (azúcar baja en sangre)
12. Asma
13. Alergias
14. Síndrome del colon irritable
15. Intoxicación por cocaína, anfetaminas (como la benzedrina, la cual a veces es prescrita para el
asma o perder peso), mariguana
16. Abstinencia al alcohol o a los barbitúricos
Es posible tener uno de estos problemas médicos así como también Trastorno de Pánico. Por ejemplo,
el azúcar baja en sangre puede causar debilidad y sacudidas y llevar a un ataque de pánico, pero
corrigiendo los niveles de azúcar a través de la dieta no necesariamente detiene los ataques de pánico.
En otras palabras, estos tipos de problemas médicos pueden ser una complicación que existe a lo largo
del Trastorno de Pánico, y removiéndolos no siempre se corrige el Trastorno de Pánico.
Sin embargo, estos problemas médicos son diferentes del Trastorno de Pánico. En el Trastorno de
Pánico, los ataques de pánico no son causados por problemas médicos (se recomienda para quienes
están sufriendo de ataques de pánico realizarse un examen médico para decidir si los ataques de pánico
son causados por un problema médico o si son parte del Trastorno por Ataques de Pánico).
Los ataques de pánico no son el resultado directo de una enfermedad médica o del uso de una
sustancia.
FRECUENCIA
El Trastorno de Pánico y la Agorafobia es muy común. Los estudios a larga escala más recientes en la
población adulta muestran que del 3 - 4 % de los individuos experimentarán Trastorno de Pánico y/o
Agorafobia en algún momento de sus vidas.
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Los síntomas físicos
Incluye las palpitaciones, la taquicardia, opresión en el pecho, dificultad para respirar, mareos,
inestabilidad, sudoración, temblores, tensión muscular, dolores de cabeza, sensación de
atragantamiento, fatiga, inquietud, trastornos visuales, sensación de presión en la cabeza, molestias
gástricas y muchos otros. Los síntomas físicos pueden ser agudos, durando un corto periodo de tiempo
(como en los ataques de pánico), o pueden ser prolongados, durando horas o días (como en la ansiedad
generalizada). También los síntomas físicos pueden cambiar de un ataque de pánico a otro. En una
ocasión usted puede notar fuertes síntomas de dificultad para respirar, mientras que en otro puede notar
palpitaciones o taquicardia.
Recuerde que los ataques de pánico son la catastrofización de los síntomas físicos (creer que los
síntomas físicos son peligrosos) por lo que es importante tener un entendimiento adecuado de los
síntomas físicos de los ataques de pánico. Esta información le ayudará a darse cuenta que los síntomas
físicos de los ataques de pánico no son peligrosos.
El sistema nervioso simpático es el sistema de pelea-huida, libera energía y prepara al cuerpo para la
acción (pelea-huida). El sistema nervioso parasimpático es el sistema de restauración, el cual retorna a
nuestro cuerpo a su estado de normalidad. La activación del sistema nervioso simpático se cree que
causa la mayoría de los síntomas del ataque de pánico a través de la liberación de dos químicos:
adrenalina y noradrenalina desde las glándulas suprarrenales.
El sistema nervioso simpático responde inmediatamente, tan pronto como se percibe el peligro (piense
en la activación que experimenta cuando piensa que otro carro está cerca de golpear al suyo). Esto
explica porque los síntomas de los ataques de pánico pueden ocurrir casi instantáneamente, en
segundos.
1. Los mensajeros químicos adrenalina y noradrenalina son destruidos por otros químicos del
cuerpo.
2. El sistema parasimpático (el cual generalmente tiene efectos opuestos al sistema simpático), se
activa y restaura un sentimiento de tranquilidad.
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La adrenalina y la noradrenalina toman algún tiempo para ser completamente destruidas. Aún después
de que su sistema simpático ha dejado de responder, es probable que usted se sienta ansioso por algún
tiempo debido a que los químicos están aún circulando en su organismo. Esto es perfectamente natural
e inofensivo.
Cada efecto físico de la respuesta pelea-huida está intentando prepararlo para pelear o huir, esto es,
para protegerlo. El sistema pelea-huida afecta nuestro corazón, circulación, respiración, sudoración,
pupilas, músculos y sistema digestivo, así como también otras partes de nuestro organismo.
Efectos cardiovasculares.
La actividad del sistema nervioso simpático incrementa la frecuencia cardiaca e intensifica los latidos.
Esto es vital para prepararse para la acción (pelear o huir) debido a que esto aumenta rápidamente el
flujo sanguíneo, mejorando la disponibilidad del oxígeno a los tejidos y removiendo los desperdicios
producidos por nuestro organismo. Los tejidos musculares necesitan oxígeno como una fuente de
energía para pelear o huir. Esta es la razón porque la taquicardia o las palpitaciones son experimentadas
durante los periodos de alta ansiedad o pánico.
También hay un cambio en el flujo sanguíneo, básicamente, la sangre es tomada de los lugares donde
no es necesaria y es dirigida hacia los lugares donde se necesita más. Por ejemplo, la sangre es tomada
de la piel, manos y pies, como resultado de esto la piel luce pálida y se siente fría, especialmente
alrededor de las manos y pies, generando una sensación de debilidad, puede sentirse frío aun cuando
el día sea caluroso. En su lugar, la sangre se dirige a los músculos largos como los muslos, el corazón
y los bíceps, los cuales necesitan más oxígeno para pelear o huir. Estos grandes músculos son los más
importantes para esta tarea.
Algunas veces, las personas reportan sentir calor en lugar de frío. Las sensaciones de calor son más
probables que ocurran durante un episodio abrupto de pánico, tan pronto como el sistema nervioso
simpático es activado y antes de que la sangre sea re-dirigida. Las oleadas de frío se presentan cuando
la sangre ya fue re-dirigida desde la piel al corazón y los músculos y es más probable que ocurra cuando
la ansiedad inicia lentamente o cuando dura mucho tiempo.
Efectos respiratorios
Otro efecto de la activación del sistema nervioso simpático es sobre la respiración que llega a ser más
rápida y profunda debido a que el organismo necesita más oxígeno para ser capaz de pelear o huir.
Algunas veces la respiración puede llegar a desequilibrarse y aunque no causa daño si causa síntomas
desagradables como sensación de falta de aire, sentimiento de ahogo o asfixia y dolor o presión en el
pecho. También la sangre que nutre al cerebro puede decrecer, mientras esto sucede produce efectos
desagradables como mareos, visión borrosa, confusión, sentimientos de irrealidad (o sentir como si
estuviera en un estado de sueño) y oleadas de calor. Estos síntomas pueden ser desagradables pero
no son peligrosos y no son un signo de que algo serio anda mal con usted.
Los ataques de pánico nocturnos son experimentados por casi la mitad de las personas que sufren de
Trastorno por Ataques de Pánico. ¿Cómo los ataques de pánico nocturnos son desencadenados por las
sensaciones físicas?
1. Es normal tener cambios en los ritmos físicos durante el sueño. Por ejemplo, el ritmo cardíaco y
respiratorio aumenta y disminuye en diferentes ocasiones a lo largo del sueño.
Piense en la madre de un recién nacido que se despierta en respuesta al más leve sonido de su bebe
mientas duerme en medio de otros sonidos más fuertes. Así, si los cambios físicos son significativos (en
otras palabras, si son atemorizantes), es entendible que los cambios físicos que normalmente ocurren
a través del sueño podrían causar que alguien se despierte durante el sueño con un ataque de pánico,
de la misma manera que los ataques de pánico ocurren durante el día.
Los pensamientos
Son creencias o cosas que nos decimos a nosotros mismos o imágenes de muerte inminente o de que
algo terrible va a pasar. Nosotros nos referimos a esto como pensamientos o imágenes catastróficas.
La mayoría de los pensamientos durante un ataque de pánico son acerca de catástrofes inminentes:
desmayarse, morir, tener un ataque cardiaco, un tumor cerebral, perder el control, volverse loco o hacer
el ridículo. Son pensamientos acerca de situaciones inmediatas: “Me va a dar un infarto cardiaco (en
éste momento)” “Me voy a desmayar”, “Me voy a volver loco(a)”.
La mayoría de nosotros no podemos aceptar no tener una explicación a un síntoma. Cuando una
explicación no puede ser encontrada hacia afuera se busca hacia dentro. En otras palabras, “Si no hay
nada externo que explique mi sensación de pánico y ansiedad, entonces algo debe estar mal conmigo”.
Luego el cerebro crea una explicación, tales como: “Debo estar muriendo”, “Debo estar perdiendo el
control”, o “Voy a volverme loco”. Como hemos visto, nada puede estar más alejado de la verdad, dado
que el propósito de la respuesta pelea-huida es para protegernos y no para dañarnos.
Siempre que pensemos que estamos en peligro, nuestro cuerpo reaccionará a esta percepción
desarrollando una respuesta de lucha o huida con los consiguientes síntomas físicos ya mencionados.
Por otro lado, los pensamientos en la ansiedad son sobre cosas malas que podrían pasar en el futuro
como perder el trabajo, o pensar que algo grave le va a pasar a un ser querido.
Las conductas
Son cosas que hacemos, como caminar de un lado a otro, escapar o evitar lugares donde la ansiedad
y el pánico pueden ocurrir. Un ejemplo de escapar es abandonar un centro comercial tan pronto como
siente que un ataque de pánico o la ansiedad se están desarrollando. Un ejemplo de evitación es no
entrar a un lugar debido a la preocupación de tener un ataque de pánico una vez adentro. Otras
conductas incluyen buscar las puertas de salida o las formas de escapar de la situación, apoyarse en
objetos que lo hacen sentir mejor (estos son llamados objetos de seguridad), o buscar ayuda (como un
hospital).
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Las conductas en los ataques de pánico tienen que ver con escapar o buscar ayuda.
CICLO DE LA AGORAFOBIA
Si usted está ansioso(a) acerca de sus síntomas físicos, es probable que este especialmente vigilante
de estos síntomas cuando entra en una situación de cual no sea fácil escapar o en la cual la ayuda no
esté disponible. Por ejemplo, usted puede estar particularmente atento(a) a los mareos cuando maneja
en camino desconocido. Si usted llega a estar temeroso del síntoma en esa situación es entendible que
puede sentir pánico o que intente buscar la salida. Sin embargo, escapar de la situación, le puede hacer
sentir más ansiedad la próxima vez que intente entrar a la situación y eso hacer menos probable que
entre en esa situación en el futuro. Esto es, el miedo ha sido reforzado debido a que no aprendió que
era seguro el continuar con la situación, a pesar de los síntomas físicos.
Volverse loco(a)
Muchas personas creen que los síntomas físicos y el pánico (temor o miedo) significan que se van a
volver locos(as). Más frecuentemente se refieren a un trastorno mental severo como es la Esquizofrenia.
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Hablemos sobre la Esquizofrenia para saber lo que es. La Esquizofrenia es un trastorno mayor
caracterizado por síntomas severos como.
Perder el control
Algunas personas creen que van a “perder el control” cuando tienen un ataque de pánico. Usualmente
creen que se pondrán totalmente paralizados y no serán capaces de moverse o que no sabrán lo que
están haciendo y correrán sin ningún sentido, hiriendo personas, gritando obscenidades y en general
avergonzándose a sí mismos. O pueden no saber que esperar pero pueden experimentar un sentimiento
sobrecogedor de estar fuera de control.
Aunque los ataques de pánico pueden hacer que usted se sienta confuso e irreal, usted está todavía
posibilitado para pensar y funcionar. De hecho, usted probablemente esté más habilitado para pensar
más rápidamente, y físicamente más fuerte y sus reflejos son más rápidos. Los mismo pasa cuando las
personas están en emergencias reales, piense en madres y padres que hacen cosas asombrosas (como
levantar objetos extremadamente pesados) y enfrentan sus propios e intensos temores para salvar a
sus hijos.
Algunas veces, la fuerte urgencia de escapar es mal entendida como perder el control. Por ejemplo, una
paciente de nuestra clínica estaba manejando hacia una entrevista de trabajo cuando presentó un
ataque de pánico, cambió de dirección y se dirigió a la oficina de su esposo. Ella pensó que esto era
una pérdida de control. Era lo contrario, ella estaba en completo control ya que estaba haciendo lo
necesario para lograr seguridad. Dados sus temores (ella pensó que se iba a morir), buscar a su esposo
era algo natural para lograr ayuda. La mayoría de las personas harían lo mismo si creyeran que están
teniendo algo que los puede matar. Así, la conducta fue controlada. El problema era una creencia
distorsionada de que se estaba muriendo.
Colapso nervioso
Muchas personas creen que sus nervios pueden llegar a estar exhaustos y que pueden colapsar. Sin
embargo esto es para nada probable. Como dijimos anteriormente, el pánico está basado en la actividad
del Sistema Nervioso Simpático el cual es contrarrestado por el Sistema Nervioso Parasimpático. El
Sistema Nervioso Parasimpático es, en un sentido, un salvavidas que nos protege contra la posibilidad
de que el Sistema Nervioso Simpático puede llegar a “agotarse”. Los nervios no son como alambres
eléctricos, y la ansiedad no puede agotarlos, dañarlos o consumirlos. Aunque la ansiedad continua
puede hacerlo más sensible a los eventos negativos.
Ataques cardiacos
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Muchas personas interpretan los síntomas del pánico como signos de un ataque cardiaco. Los síntomas
en la enfermedad cardiaca están directamente relacionados con el esfuerzo. Esto es, mientras más
esfuerzo físico hagas, los síntomas empeoran, mientras menos esfuerzo físico, los síntomas mejoran.
Los síntomas usualmente desaparecen con el descanso. Esto es muy diferente de los síntomas del
ataque de pánico, los cuales frecuentemente ocurren cuando está descansando y parecen tener vida
propia. Ciertamente, los síntomas de los ataques de pánico pueden intensificarse durante el ejercicio.
Sin embargo, esto es diferente respecto a los síntomas de un ataque cardiaco debido a que los síntomas
de los ataques de pánico ocurren igualmente cuando se encuentra descansando. De lo más importante
es el hecho que la enfermedad cardiaca casi siempre producirá cambios eléctricos en el corazón los
cuales pueden ser detectados por un electrocardiograma. En los ataques de pánico, el único cambio,
que muestra un electrocardiograma es un incremente en la frecuencia cardiaca. Eso en sí mismo, no es
para nada peligroso, al menos que esto alcance frecuencias extremadamente altas, como 200 latidos
por minuto por periodos prolongados, lo cual excede la frecuencia que ocurre en un ataque de pánico.
Una frecuencia típica durante un ataque de pánico es alrededor de 120 - 130 latidos por minuto,
dependiendo de su edad y condición física. El rango usual de su corazón en condiciones normales es
de 60 – 85 latidos por minuto. Así, si usted tiene un electrocardiograma normal y el doctor le ha dicho
que su corazón se encuentra bien, usted puede asumir con confianza que su condición cardiaca no es
la razón de sus ataques de pánico y que los ataques de pánico no llevan a una enfermedad cardiaca.
Desmayos
El temor de desmayarse es común en las personas con Trastorno por Ataques de Pánico, pero de hecho
desmayarse es demasiado raro. El temor de desmayarse está usualmente basado sobre la creencia
errónea de que los síntomas como los mareos y el aturdimiento significan que uno va a desmayarse. De
hecho, el estado de pánico es incompatible con desmayarse. La tensión física (activación del Sistema
Nervioso Simpático) de los ataques de pánico es lo contrario de lo que sucede durante el desmayo. El
desmayo es más probable que le pase a las personas que tiene presión arterial baja o quienes
responden al estrés con reducción importante en la presión sanguínea.
Otros mitos
Otro mito común o creencia distorsionada acerca de los ataques de pánico incluye la idea de tener una
embolia cerebral, un ataque epiléptico o la muerte por asfixia o ahogo.
Otra vez, mientras la evitación disminuye la ansiedad y el pánico a corto plazo, esto contribuye a la
ansiedad y al trastorno por ataques de pánico a largo plazo.
La distracción
Muchas personas intentan lidiar con los ataques de pánico distrayéndose. Hay una gran cantidad de
métodos usados para esto, por ejemplo, si siente que se está poniendo ansioso o está teniendo un
ataque de pánico, usted:
1. Pone música fuerte
2. Lleva algo para leer
3. Se pellizca
4. Se da un ligazo en la muñeca
5. Coloca toallas frías o húmedas en su cara
6. Le pide a alguien que éste cerca de usted hablar sobre algo, cualquier cosa
7. Se mantiene tan ocupado como sea posible
8. Mantiene la televisión prendida cuando se va a dormir
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9. Se imagina a usted mismo en otro lugar
10. Juega juegos de contar
Es probable que estos tipos de distracciones lo hayan ayudado a enfrentar los ataques de pánico en el
pasado y pueden ayudarlo en el futuro, sin embargo, pueden llegar a ser una muleta. Por ejemplo, si
usted llega a olvidar su material de lectura o su liga, usted puede tener que ir a su casa para conseguirlo.
También, a largo plazo, estas estrategias no son muy útiles ya que solo mantienen el trastorno sin
resolverlo.
Objetos de seguridad
Los objetos o personas de seguridad son objetos o personas específicas que hacen que uno se sienta
seguro. Si estos objetos o personas no están cerca, usted probablemente se sentiría más ansioso. La
realidad de estos objetos de seguridad es que no te “salvan” de nada ya que no hay nada que salvar.
Objetos de este tipo son enlistados a continuación:
Los ejemplos incluyen a otras personas, comida, frascos de medicamentos llenos o vacíos.
Objetos de seguridad:
1. Personas
2. Comida o bebida
3. Frascos de medicamentos llenos o vacíos
4. Sales aromáticas
5. Bolsas de papel
6. Símbolos religiosos
7. Linternas
8. Dinero
9. Cámaras
10. Bolsas o carteras/monederos
11. Material de lectura
12. Cigarros
13. Mascotas
14. Teléfonos portátiles
Como con las distracciones, estos objetos llegan a convertirse en una muleta y pueden contribuir a la
ansiedad y al trastorno por ataques de pánico a largo plazo.
Alcohol
Es quizá la forma más peligrosa de enfrentar los ataques de pánico. Ahora sabemos que muchos
hombres (más que mujeres) toman para enfrentar una situación donde puedan tener un ataque de
pánico. Usar alcohol para enfrentar su ansiedad y sus ataques de pánico es extremadamente peligroso.
El alcohol funciona por un rato y es probable que llegue a ser dependiente y requiera más y más de él.
Conforme tome más y más, las propiedades para reducir la ansiedad van siendo cada vez menores. Por
el contrario la ansiedad tiende a incrementarse. Si usted toma para controlar su ansiedad, haga un
esfuerzo para detenerlo lo más pronto posible y pregunte a su médico o terapeuta por ayuda.
Factores biológicos
Los neuroquímicos que pueden influir en los ataques de pánico incluyen la noradrenalina y la serotonina.
Algunas evidencias recientes usando procedimientos de exploración cerebral como la Tomografía por
Emisión de Positrones (PET) y la Imagen por Resonancia Magnética Funcional (FMRI) han mostrado
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que ciertas partes del cerebro parecen estar particularmente activas en los pacientes ansiosos. Sin
embargo, no está del todo claro si estos hallazgos son el efecto o la causa de la ansiedad.
Por otra parte, ciertos factores biológicos que pueden ser heredados o transmitidos a través de los genes
pueden llevar a unas personas a ser más propensas al trastorno por ataques de pánico. Muchos creen
que lo que se hereda son partes híper sensibles del sistema nervioso lo que lleva a una tendencia para
experimentar ansiedad y pánico. Los factores biológicos (cualesquiera que sean) probablemente ayuden
a explicar porque el Trastorno por Ataques de Pánico tiende a presentarse en las familias. En otras
palabras, si algún miembro de la familia tiene Trastorno por Ataques de Pánico, luego es más probable
que otra persona de la misma familia lo tenga que alguien de la población general.
Factores psicológicos
Los factores psicológicos son también importantes. Las personas que experimentan ataques de pánico
tienden a tener ciertas creencias que los llevan a estar especialmente temerosos de los síntomas físicos
tales como las palpitaciones, la dificultad para respirar, mareos y otros. Esta creencias son que los
síntomas físicos son peligrosos mental, física o socialmente. Ejemplos de tales creencias incluyen
pensamientos como que las palpitaciones podría significar tener una enfermedad del corazón, que los
mareos podrían significar que puede desmayarse, que el gruñido estomacal significa que va a perder el
control de su intestino, las emociones fuertes significan que esta fuera de control o la sensación de
irrealidad que va a perder el control o volverse loco(a).
La fuente de estas creencias pueden ser las experiencias personales con la salud y la enfermedad. Por
ejemplo, los padres que son sobreprotectores acerca de la salud física del niño pueden contribuir a una
sobre preocupación acerca del bienestar físico en el niño que gradualmente desarrolla creencias que
los síntomas físicos son peligrosos. O la pérdida repentina o inesperada de un familiar cercano por
problemas físicos, tales como un ataque cardiaco o un derrame cerebral, puede incrementar la
probabilidad de que alguien crea que sus propios síntomas físicos son peligrosos. Otro ejemplo es
observar a otro familiar sufrir una prolongada o seria enfermedad.
Lo más probable es que la vulnerabilidad al pánico este basada en una compleja interacción entre
factores psicológicos y biológicos.
El estrés
A la mayoría de las personas, su primer ataque de pánico le ocurre mientras se encuentran bajo mucho
estrés. El estrés no solo se presenta en eventos como perder el trabajo sino también en eventos como
puede ser cambiarse de casa, tener un bebe o casarse.
Durante los periodos de estrés, todos estamos más tensos y aún pequeñas cosas pueden ser difíciles
de manejar. El estrés puede incrementar los niveles de tensión física y puede disminuir su seguridad en
su habilidad para enfrentar las cosas de la vida. Adicionalmente, el tener que lidiar con muchos
estresores de la vida puede causarnos pensar que el mundo es un lugar amenazante o peligroso. Por
todas estas razones, una situación que normalmente es manejable llega a ser mucho más estresante
cuando esta ocurre en el contexto de otros estresores.
Tener estrés no necesariamente implica que una persona va a presentar ataques de pánico. Pero sí se
sabe que las personas con trastorno por ataques de pánico manejan una cantidad considerable de
estrés. Parece que los eventos estresantes incrementan la probabilidad de los ataques de pánico en
personas que son vulnerables o susceptibles al pánico. Estas vulnerabilidades incluyen los factores
biológicos y psicológicos ya mencionados. Además, el estrés raramente es la razón de que los ataques
de pánico persistan. Por ejemplo, aunque los ataques de pánico pueden empezar durante un periodo
de muchos problemas maritales, es probable que continúen después de que los problemas maritales se
hayan solucionado.
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El tratamiento de elección para los ataques de pánico es la Terapia Cognitivo Conductual. Existe una
gran cantidad de investigación que avala sus resultados contra otros modelos de terapia que no se han
mostrado efectivos. La Terapia Cognitivo Conductual ha ayudado a resolver este trastorno a más de
cien mil personas alrededor del mundo y esta cantidad sigue aumentando con cada paciente tratado.
Aprenderá a estar menos temeroso de los síntomas físicos y se dará cuenta que no son peligrosos.
Aprenderá a enfrentar sus síntomas físicos cuando estos ocurren en situaciones de agorafobia. Todo lo
que aprenderá en este tratamiento debe ser puesto en práctica una y otra vez hasta que lleguen a ser
parte de su manera natural de responder.
Uno de los factores que más predice el resultado es la cantidad de práctica que realize. El tiempo
que le dedique a su terapia redundará en los resultados que obtenga.
No es ni la severidad, ni la evitación, ni el tiempo que lleve con el trastorno o la edad que tenga lo que
predice el éxito, sino la práctica que haga. Si realmente no tiene la motivación, es mejor esperar.
Finalmente, aún si su temor y ansiedad disminuyen rápidamente conforme avanza la terapia, le
recomendamos terminar su tratamiento. Observará mayor efectividad a la larga si completa la terapia,
de la misma manera que es mejor completar un tratamiento con antibióticos aun cuando los síntomas
de la infección hayan desaparecido.
Medicamentos
Los medicamentos son otra alternativa para controlar los ataques de pánico. Para algunas personas
los medicamentos pueden ser muy efectivos, para otros sólo moderadamente o levemente efectivos o
no serlo en absoluto. Para otros los medicamentos son efectivos inicialmente pero luego sufren recaídas
cuando son suspendidos.
Afortunadamente, los medicamentos pueden ser exitosamente combinados con Terapia Cognitivo
Conductual. Recordando siempre que el tratamiento de elección es la Terapia Cognitivo Conductual.
Cuando se combina la Terapia Cognitivo Conductual con medicamentos siempre es con la idea de que
el paciente solo use los medicamentos por un corto tiempo. Adicionalmente la Terapia Cognitivo
Conductual es útil para personas que desean suspender sus medicamentos. Para aquellos que tienen
éste interés esto se puede llevar a cabo bajo vigilancia médica. Definitivamente no es recomendable
suspender el medicamento por decisión propia.
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