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Constantino Mpodozis Servicio Nacional de Geologla y Minerla, Avenida Santa Maria 0104, Santiago
Richard Allmendinger Department 01 Geological Sciences, Corne" Universily, IIhaca, NewYork 14853-1504, U.S.A.
RESUMEN
La región de Sierra Fraga-Puquios en los Andes del norte de Chile (27°S) guarda un completo registro de las sucesivas
etapas de deformación que afectaron al orógeno andino durante el Mesozoico y Cenozoico. Un evento de deformación
extensional ocurrido entre el Aptiano y Cenomaniano (?) generó un sistema estructural cuyo estilo es similar al de los
complejos de núcleo metamórfico ('core complexes') del oeste de Norteamérica. La extensión produjo la denudación
tectónica del basamento (granitoides, riolitas y rocas metamórficas), sobre el cual se dispuso una sucesión de cuatro
alóctonos extensionales (Permo-Carbonífero, Triásico, Jurásico, Cretácico) que, aunque guardan un orden estratigráfico
relativo, están separados por fallas normales subhorizontales que colocan estratos más jóvenes por encima de otros más
viejos omitiendo varios kilómetros de sección. La deformación estuvo acompañada de rotación de bloques en estilo dominó,
pliegues en vaina ('sheath folds'), 'boudinage' y formación de un caos extensional (Caos de Puquios). Indicadores
cinemáticos señalan dos fases sucesivas de extensión en dirección noroeste-sureste y suroeste-noreste. La extensión
ocurrió en dominio frágil, tanto en los alóctonos extensionales como en el núcleo de basamento, debido, probablemente,
a la ausencia de una raíz cortical en el momento de la deformación. La deformación habría ocurrido durante el episodio global
de rápida expansión oceánica de fines del Cretácico Inferior-comienzos del Cretácico Superior, que fue acompañado por
un violento incremento de la actividad volcánica a lo largo del margen andino. Durante este episodio la corteza continental,
termalmente debilitada, del arco y/o trasarco andino colapsó para dar origen, entre otras, a la cuenca marginal abortada
de Chile central.
ABSTRACT
Large scale Cretaceous extensional tectonics in the Andes of northern Chile (Puquios-5ierra
Fraga, 27°5). Extensional structures are commonly inferred, but seldom observed or described in the Andean Orogen.
In the Andes of Northem Chile, the Sierra Fraga-Puquios region (27°S) exposes a complete record of superposed
delormation which affected Ihis part of Ihe orogen during the Mesozoic and Cenozoico A major extensional event, which
probably occurred between Ihe Aptian and Cenomanian (?), generated a suite of structures remarkably similar to those
observed in Ihe metamorphic core complexes 01 westem North America. Four allocthons, involving Paleozoic and Mesozoic
strata are bounded by low-angle normal faults which place younger rocks over older, omitting as much as several kilometers
of stratigraphic section. In one area, an extensional ccchaos» (Puquios chaos) is composed of domino and boudined blOGks
of Neocomian limestone floating in a matrix of ductile, cataclastically deformed volcanics. Domino orientation, boudin
asymmetry, sheath folds and minor shear sense indicators identify two senses of movement on the detachements. The first
and less important was top to the northwest and the second event was top to the northeast. The upper Paleozoic basement
core of the extensional terrane differs from the metamorphic core complexes in that it is not highly metamorphosed orductily
deformed. We attribute this difference to the lack of a prior crustal thickening event in the Andes and to the position 01 Sierra
Fraga-Puquios at Ihe margin of the central Chile aborted marginal basin. II is inlerred that the extensional events occurred
during a global episode 01 rapid spreading which was accompanied, along Ihe Andean margin, by a substantial in crease in
magmatism.
Revista Geológica de Chile, Vol. 19, No. 2. p.167-197, 14 Figs. Diciembre 1992.
168 EXTENSiÓN CRETÁCICA A GRAN ESCALA EN EL NORTE DE CHILE (PUaUIOS-SIERRA FRAGA, 27"S) •••
INTRODUCCION
En años recientes, estudios estructurales han una paleogeografía similar a la que presenta actual-
demostrado la importancia de la deformación mente el Pacífico occidental (Chotin, 1981). La refe-
extensional a gran escala en áreas continentales . rencia a estas cuencas extensionales de trasarco es
(Wernicke, 1981; Wernicke y Burchfiel, 1982; Lister de ocurrencia común en la literatura dedicada a los
y Davis,1989). En el oeste de los Estados Unidos, la Andes (Dalziel, 1981; Bourgois et al., 1987; Vicente,
deformación extensional en el Basin and Range ha 1990; Mpodozis y Ramos, 1990). Ramos (1989)
sido relacionada con el colapso extensional terciario sugirió un modelo de cizalla simple tipo Wernicke
de la Cordillera después de la orogénesis larámica (1985), asociado a un despegue a escala cortical
(Coney y Harms, 1984; Coney, 1987). Extensión para explicar la extensión intraarco que caracteriza
ligada, principalmente, al colapso topográfico de al Cretácico Inferior de Chile Central. Sin embargo,
orógenos compresionales ha sido descrita, también, hasta la fecha, no se había descrito ningún tipo de
para el Terciario en los Alpes, el Adriático y los estructura asociada a la formación de las cuencas
Himalayas (Chanell, 1986; Royden y Burchfiel, 1987; extensionales mesozoicas.
Selverstone, 1988). Trabajos de levantamiento geológico regional
Durante el Cenozoico superior, en ciertos lugares efectuados a fines de los años 70 en la región de
del Altiplano-Puna de los Andes Centrales se desa- Sierra Fraga~Puquios, al este de Copiapó (Fig. 1)
rrollaron sistemas de fallas normales que han sido habían indicado la presencia de grandes fallas
relacionadas con incipiente colapso topográfico del subhorizontales afectando a secuencias mesozoicas
orógeno (Dalmayrac y Molnar, 1981; Sébrier et al., (Davidson et al., 1976; Mpodozis y Davidson, 1979;
1988; Allmendinger et al., 1989). Sin embargo, con Sepúlveda y Naranjo, 1982) que fueron interpreta-
excepción del posible complejo de núcleo das como cabalgamientos. Un nuevo análisis de esa
metamórfico de Cordillera Darwin, en Tierra del región ha permitido reinterpretar esas estructuras
Fuego, que se habría originado en el Cretácico como parte de un sistema de deformación extensional
Superior por colapso extensional después de la cretácica de gran magnitud. La zona de Sierra Fraga-
deformación asociada al cierre de la «cuenca margi- Puquios se caracteriza por presentar estructuras
nal,. de Magallanes (Dalziel y Brown, 1987; 1989), no tales como fallas normales de ángulo muy bajo,
se habían descrito, en los Andes, sistemas estructu- bloques en dominó, pliegues en vaina ('sheath folds'),
rales dominados por extensión de gran magnitud un caos tectónico, similar al Caos Amargosa descrito
comparables a las documentadas en otros sistemas en Death ValJey, California, por Hunt y Mabey (1966),
orogénicos. 'megaboudins' extensionales, y otras estructuras
Estructuras extensionales asociadas a grandes que pueden estar asociadas a desplazamientos ho-
despegues ('détachements') pueden también produ- rizontales de gran magnitud, del orden de decenas
cirse en zonas de márgenes continentales activas o de kilómetros.
arcos intraoceánicos cuyas zonas de trasarco evolu- El propósito del presente trabajo es analizar la
cionan a cuencas marginales (Karig, 1971, 1974; geometría estructural de las estructuras extensionales
Handy, 1990). Durante el Mesozoico (Jurásico- de la región de Sierra Fraga-Puquios dentro del
Cretácico Inferior), previo a la apertura del Atlántico, contexto geológico del norte de Chile y discutir su
la subducción andina generó no sólo un arco significado para la evolución tectónica mesozoica de
magmático ensiálico, sino que una serie de cuencas los Andes.
extensionales de intra- o trasarco, caracterizando
Los Andes centrales y meridionales se caracteri- estuvo acompañada por la acreción de diversos
zan por una evolución paleozoica colisional donde la terrenos exóticos (Ramos et al., 1986 ). Al amalga-
subducción de corteza oceánica del Protopacífico marsefinalmente Gondwana dentro de Pangeaen el
C. Mpodozls y R. AI/mendinger 169
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Batolitos jurásico""rutácicos Complejos volcánicos del Falla (indiferenciada)
Oligoceno·Mioceno
FIG. 1. Mapa geológico simplificado de la región de Copiapó. Basado en el Mapa Geológico de Chile (Servicio Nacional
de Geología y Minería, 1982).
170 EXTENSiÓN CRETÁCICA A GRAN ESCALA EN EL NORTE DE CHILE (PUQUIOS- SIERRA FRAGA , 27"S) •• •
Permo-Triásico (Veevers, 1989) cesó la subducción coinciden con límites paleogeográficos o bordes de
en gran parte del borde pacífico sudamericano. Esto terrenos paleozoicos.
fue acompañado de fusión cortical, extensióny 'rifting', En el Cretácico Superior se produjo una profunda
prevaleciendo estas condiciones hasta el Triásico- reorganización paleogeográfica debido al cierre de
Jurásico Inferior (Charrier,1979; Kay et al., 1989; las cuencas de trasarco a lo largo del margen andino,
Jaillard et al., 1990). desde el Perú hasta Tierra del Fuego. Este cambio
La subducción recomenzó en el margen andino desde un régimen de «tipo Marianas D hacia un
en el Jurásico Inferior a Medio, en forma sincrónica régimen de subducción tipo «chileno» (Uyeda y
con el inicio de la ruptura y dispersión de Pangea- Kanamori , 1979; Uyeda, 1982), sin cuencas
Gondwana (Dalziel et al., 1987). Durante el Jurásico extensionales en la zona de trasarco, se correlaciona
Superior, la subducción parece haber estado nueva- con la ruptura del Atlántico sur e inicio de la deriva
mente activa a lo largo de gran parte de los Andes activa hacia el oeste de la placa sudamericana
centrales . Entre el Jurásico-Cretácico Inferior, estu- (Dalziel, 1981 ; Mpodozis y Ramos, 1990; Cobbing et
vo acompañada por extensión que se manifiesta en al., 1991). Si bien en el transcurso del Terciario va-
una compleja serie de cuencas de trasarco que rios episodios de reorganización en el régimen de
presentan grandes variaciones longitudinales tanto convergencia de placas coinciden con eventos de
en el tipo de relleno como en grado de extensión. En deformación en los Andes,las cuencas sedimentarias
el norte del Chile (21 0-2]oS, Segmento Ade Mpodozis que se desarrollan en la zona de trasarco correspon-
y Ramos, 1990) se formó una cuenca ensiálica, en den a cuencas de antepaís relacionadas, en la ma-
parte heredada de una de las cuencas de 'rift'triásicas yoría de los casos, a la flexura elástica de la litósfera
(cuenca de Tarapacá) que en el transcurso del en el frente del orógeno andino en progresivo proce-
Jurásico-Cretácico Inferior recibió el relleno de varios so de alzamiento por engrosamiento tectónico com-
miles de metros de calizas y sedimentos marinos presiona!. La migración hacia el este de los arcos
terrígenos (Coira et al., 1982; Boric et al., 1990). En magmáticos en el transcurso del Terciario en el norte
Chile Central (Segmento B, 2]O-33°S), si bien la y centro de Chile ha sido relacionada por diversos
evolución inicial del sistema es similar, el Cretácico autores con un proceso de erosión tectónica del
Inferior registra un violento pulso de volcanismo que margen (Rutland, 1970; Ziegler et al., 1981 ; Stern,
se manifiesta en la acumulación de hasta 10 km de 1991) que explicaría, además, la ausencia de aso-
lavas andesítico- basálticas, asociadas a sedimen- ciaciones sedimentarias de antearco o prismas de
tos marinos y continentales en la antigua zona de acreción.
trasarco jurásica (Áberg et al., 1984; Levi y Aguirre, Durante el Mioceno superior se produjo una
1981). Entre los 33°-41 oS, la zona de trasarco mues- disminución del ángulo de inclinación de la zona de
tra nuevamente el desarrollo de una cuenca pura- Benioff en una zona que coincide con el antiguo
mente sedimentaria (Segmento C, Cuenca del Segmento B del Mesozoico. Esta zona se caracteri-
Neuquén) que registra dos episodios marinos en el za, en la actualidad, por una inclinación subhorizontal
Jurásico Inferior-Medio y Cretácico Inferior (Gulisano de la placa subductada, ausencia de actividad vol-
et al., 1984a, b). Variaciones en la naturaleza e cánica, y extensión del frente de deformación andino
historia de las cuencas de trasarco parecen haber hasta 700 km de la fosa de Chile-Perú (Jordan et al.,
sido controladas por la naturaleza de su basamento 1983; Kay et al., 1987; Isacks,1988) .
ya que los límites entre algunos de los segmentos
La región de Copiapó se sitúa en la vertiente to mesozoico B de los Andes chilenos (Jordan et al.,
occidental de la Cordillera de los Andes, entre los 1983; Mpodozis y Ramos, 1990). En esta región los
26°-28°S, en la región de transición entre la actual cordones montañosos de la costa se conectan a
zona con subducción inclinada del norte de Chile con través de la zona central de la región de Atacama con
la zona de subducción subhorizontal del centro de la llamada Precordillera de Copiapó donde el relieve
Chile y Argentina, y en el extremo norte del segmen- aumenta progresivamente hasta alturas superiores
c. Mpodozls y R. Allmendinger 173
a los 4.000 m en el extremo sur del Altiplano de los formados durante el Terciario, antes del Mioceno
Andes centrales (Fig.1) medio. Los 'horsts' de basamento incluyen intrusivos
La zona costera está formada por un batolito carboníferos y secuencias sedimentarias del
compuesto, jurásico-cretácico que representa, pro- Devónico-Carbonífero, cubiertas en discordancia por
bablemente, las raíces del arco magmático andino ignimbritas riolíticas e intruidas por granitoides
mesozoico, y que intruye a un basamento formado pérmicos. La cobertura mesozoica incluye sedimen-
por asociaciones de prisma de acreción del Paleo- tos continentales de 'rift' triásicos, junto a calizas,
zoico Superior ('Mélange' de Chañaral) e intrusivos lavas andesítico-basálticas y secuencias continen-
pérmicos (Mercado, 1978; Berg y Bauman, 1985; tales rojas, acumuladas en ambiente de arco y/o
Bell,1987; Naranjo y Puig, 1984). La Falla de Atacama trasarco durante el Jurásico, Cretácico Inferior y
es una zora de discontinuidad estructural activa Terciario Inferior (Segerstrom, 1968; Zentilli, 1974;
desde el Ju'ásico Superior que atraviesa el batolito Mercado, 1982; Sepúlveda y Naranjo, 1982; Bell,
a lo largo de su eje (Scheuber y Adriessen , 1990; 1985). El Altiplano es un elevado 'plateau' a más de
Brown (en prensa). Al este del batolito, en la zona 3.500 m de altura; está limitado al oeste por una
central de la región de Atacama aflora una gruesa cadena volcánica del Oligoceno-Mioceno Inferior.
cubierta de rocas volcánicas cretácicas y calizas Esta incluye grandes estratovolcanes como el
neocomianas a las cuales se superponen, en discor- Copiapó (6.400 m) o Doña Inés (5.070 m), cuya
dancia, lavas e ignimbritas, asociadas a intrusivos y actividad cesó en el Mioceno superior, al desplazar-
calderas de Paleoceno-Eoceno (Segerstrom, 1968; se 70 km hacia el este el frente volcánico activo de los
Mortimer, 1973; Zentilli, 1974; Rivera y Mpodozis, Andes debido a la disminución en el ángulo de
1991). Un sistema de fallas de rumbo, activas duran- subducción (González- Ferrán et al., 1985; Sillitoe et
te el Terciario (Sistema de fallas La Ternera; Fig.1), al., 1991; Davidson y Mpodozis, 1991). Entre ambas
la limita por el este. cadenas volcánicas se sitúan elevados bloques de
La Precordillera de Copiapó se caracteriza por la basamento (Cordillera Claudio Gay; Kubabeck y
presencia de estrechos 'horsts' de basamento, Zeil, 1971) Y se desarrollan las grandes cuencas
orientados en dirección NNE, limitados por fallas cerradas de los salares Pedernales y Maricunga.
inversas de alto ángulo (Godoy y Davidson, 1976)
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FIG. 3. Sección tectonoestratigáfica indicando las relaciones entre la estratigrafía de Sierra Fraga-Puquios, eventos de
deformación regional y régimen de placas en el margen activo sudamericano.
C. Mpodozls y R. Allmendinger 175
esquistos de actinolita, con metamorfismo que no formada por riolitas cuarcíferas y rocas piroclásticas
sobrepasa la facies baja de esquistos verdes. Apare- ácidas que autores previos describieron bajo el
cen tectónica mente 'bajo' (falla normal inclinada al nombre local de Formación Pantanoso (Sepúlveda
oeste) el núcleo de intrusivos paleozoicos de Sierra y Naranjo, 1982; Mercado, 1982). Estas también
Fraga (Figs. 2, 3) formado por granitos rosados, afloran al sur de Quebrada Paipote donde aparece
leucocráticos, de grano grueso y, en menor propor- formando parte de grandes lentes tectónicos dentro
ción, tonalitas y granodioritas de anfíbola y biotita, del sistema de falfas de La Ternera (Fig. 2).
atravesados por enjambres de diques básicos. La A excepción de las rocas metamórficas, desco-
alteración que presentan los granitoides no ha permi- nocidas en otros sectores de la región de Copiapó,
tido efectuar dataciones K-Ar, aunque en los Andes los granitos leucocráticos y riolitas de núcleo de
de la región de Atacama, en rocas similares, se han basamento de Sierra Fraga son similares a las que
obtenido edades K-Ar y Rb/Sr en el intervalo constituyen el basamento de gran parte de los
Carbonífero-Pérmico (Farrar et al., 1970; Zentilli, Andes del norte de Chile y se asocian, pobremente,
1974; Brook et al., 1986). Al este de Sierra Fraga, al evento magmático ácido gondwánico de fines del
sobre los granitoides se apoya una serie volcánica Paleozoico (Kay et al., 1989).
de niveles de carbón y abundantes restos vegetales y Naranjo, 1982). La serie jurásica de Sierra Fraga
atribuidos al Triásico Superior (Brüggen, 1950; ha sido interpretada como una asociación volcano-
Segestrom, 1968; Sepúlveda y Naranjo, 1982); d- un sedimentaria acumulada en la zona de trasarco,
nivel superior volcánico de espesor y composición después del inicio de la subducción andina en el
variable, al suroeste de Sierra Fraga, formado por Jurásico Inferior (Davidson et al., 1976; Sepúlveda
400 m de brechas piroclásticas y tobas ácidas, y Naranjo, 1982).
mientras que al este de la falla La Ternera no so-
brepasa los 100 m de lavas andesítico-basálticas. La ALOCTONO IV (CRET ACICO)
Formación La Ternera se considera representativa
del relleno da las cuencas de 'rift' desarrolladas en el Aflora al sur de Sierra Fraga, en la zona de
Triásico Superior en gran parte de Chile y Argentina Puquios y Quebrada Paipote y se apoya directa-
(Charrier, 1979; Ramos y Kay, 1991). mente sobre areniscas y conglomerados triásicos
(nivel 3). El alóctono cretácico de Puquios incluye:
ALOCTONO 111 (JURASICO) a- un nivel basal de 250 m de lavas andesíticas y
andesítico basálticas; b- 200 m de calizas bioclásti-
Constituye la unidad tectónica superior de Sierra cas y oolíticas portadoras de amonites del
Fraga (Fig.2, 3, 5) Y está formado por: a- 200 m de Valanginiano superior-Barremiano (Mpodozis y
calizas que alternan con lavas andesíticas Davidson, 1979; Naranjo y Sepúlveda, 1982); c- 50
amigdaloides y brechas andesíticas con lentes cal- m de areniscas volcánicas, rojas; d- más de 1.000 m
cáreos; b- 300 m de calizas y areniscas con fauna de de lavas andesíticas, macizas (Fig. 3).
amonites bajocianos (Davidson et al., 1976; Se- Las lavas superiores del alóctono cretácico
púlveda y Naranjo, 1982); c- 400 m de areniscas ro- gradan al oeste de Puquios, sin solución de conti-
jas finamente estratificadas que, en el sector suroes- nuidad, hacia los potentes niveles volcánicos y
te de Sierra Fraga, engranan con gruesos niveles de sedimentarios continentales cretácicos de la For-
brechas volcanoclásticas y lavas andesíticas; d- mación Cerrillos que ocupan gran parte de la zona
más de 2.000 m de lavas andesíticas y basálticas central de la región de Copiapó (Segerstrom, 1968;
macizas que forman la cumbre de Sierra Fraga. Al Zentilli, 1974; Naranjo y Sepúlveda, 1982; Figs.1, 2).
este de la falla la Ternera (Fig. 2), la secuencia Las calizas neocomianas de Puquios representan,
jurásica se apoya concordantemente sobre las lavas probablemente, una transgresión marina ocurrida
superiores de la Formación La Ternera; faltan los durante un período de reducida actividad magmática
niveles inferiores con intercalaciones volcánicas y el en el Neocomiano y antes del generalizado evento
nivel 2, calcáreo, incluye fósiles del Sinemuriano a volcánico cretácico representado por la Formación
Bajociano ( Mpodozis y Davidson, 1979; Sepúlveda Cerrillos.
FIG. 4. La falla basal del Alóctono 1, al este de Sierra de Fraga: calizas subverticalesdel Carbonífero-Pérmico (a), apoyadas
tectónicamente sobre granitos leucocráticos del núcleo de basamento, atravesados por diques máficos (b). El
despegue basal (f) inclina 20° W. Vista hacia el sur.
FIG. 5. Lavas andesíticas del Jurásico Superiorde Sierra Fraga (a) inclinadas al noreste, en contacto por falla normal de
bajo ángulo (Despegue de Fraga DF), sobre cuarcitas triásicas del Alóctono 11 (b), inclinadas 25° al noroeste.
Ladera oriental de Cerro Fraga. Vista al noroeste.
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FIG. 6. Perfiles geológicos esquemáticos (ubicación en Fig. 2).
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FIG.7. Datos estructurales para los diversos alóctonos exlensionales de Sierra Fraga-Puquios. En a-d, los cfrculos
grandes representan la actitud local de planos de falla . Puntos: orientación de estrías de falla (flechas indican
sentido de movimiento). Abiertos: estrras del periodo antiguo de extensión. Cerrados: fase de extensión joven. En
f, cuadrados: polos a superficies de estratificación invertidas (hemisferio superior); puntos: polos a capas con
estratificación normal (hemisferio inferior).
C. Mpodazls y R. Allmendlnger 181
FIG. 8. Caos de Puquios. aftoramientos al surde Quebrada Paipote. Lavas andesíticas(JKvl). afectadas por deformación
cataclástica dúctil. englobando a grandes bloques de calizas neocomianas. En el centro. las capas claras con
estratificación inclinada corresponden a un lente calcáreo rotado son al deslizarse hacia el noreste sobre una falla
normal lístrica durante la etapa tardía de extensión. El anticlinal superior. de geometria cónica. corresponde a un
pliegue en vaina producido durante el mismo episodio de deformación extensionaJ. Vista al sureste.
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FIG. 10. El frente del Alóctono IV al sur de Quebrada Paipote. En primer plano, lavas andesíticas y calizas neocomianas de la
'klippe' de Puquios (a), apoyadas a través del despegue de Puquios (falla normal subhorizontal - DP) sobre cuarcitas
triásicas del Alóctono 11 (b). En segundo plano, el frente principal del Alóctono IV (c), afectado porun sistema de antidinal-
sindinal. Vista hacia el sur desde Sierra Fraga.
FIG. 11 . Detalle del paranticlinal-sinclinal en el frente del Alóctono IV, al surde Puquios. El sistema compresivo, con vergenciaal
oeste, fue formado durante un evento de deformación en el Cretácico Superior. Con posterioridad, en el Paleoceno, una
falla normal de alto ángulo produjo el descenso hacia al este del anticlinal oriental. Vista al sur desde la 'klippe' de Puquios.
(a: lavas, JKv1; b: calizas neocomianas, Kc; DP: Despegue de Puquios).
c. Mpodozis y R. AI/mendinger 183
La magnitud del desplazamiento experimentado por rocas volcánicas más jóvenes de la Formación
por los alóctonos extensionales es difícil de cuantifi- Cerrillos. El hecho de que no se pueda calzar la
car debido a la presencia de estructuras super- estratigrafía de los alóctonos con la de sus
puestas. Además, considerando que los Alóctonos 1, infrayacentes indica desplazamientos de orden
11 y IVfueron, probablemente, rotados, sus zonas de kilométrico. La presencia de pliegues en vaina en el
ruptura pueden encontrarse, siguiendo la inclinación Caos de Puquios y, probablemente, en el Alóctono I
de las capas, hacia abajo y al suroeste de Puquios,en implica niveles de cizalla elevados compatibles con
una zona actualmente cubierta, casi por completo, desplazamientos de hasta decenas de kilómetros.
Las fallas extensionales afectan no sólo hasta las acumulación, más al este, del gran volumen de lavas
calizas neocomianas sino que también a las areniscas andesíticas, rocas piroclásticas y sedimentos de la
rojas y lavas andesíticas de los niveles superiores Formación Cerrillos (Segerstrom, 1968) cuyos aflo-
del alóctono IV. Al oeste de Sierra Fraga, en la zona ramientos ocupan gran parte de zona central de la
de Inca de Oro, calizas neocomianas afectadas por región de Atacama (Fig. 1).
fallas normales de bajo ángulo están intruidas por Una falla normal de alto ángulo corta oblicuamen-
tonalitas y pórfidos datados entre 82 y 67 Ma (Cerro te el par sinclinal-anticlinal en el frente del alóctono
Santa Juana, K-Ar; Moreno, 1992) lo cual indicaría cretácico de Puquios, haciendo descender hacia el
una edad a lo menos pre-santoniana para la defor- este tanto el anticlinal oriental como la 'klippe' de
mación extensional. De igual modo, al norte de Puquios (Figs.1 O, 11). Al sur de Puquios esta falla se
Puquios, el Caos de Puquios está cubierto en discor- prolonga hasta empalmar con una de las fallas que
dancia angular por lavas y brechas piroclásticas de forman el borde de la caldera paleocena de Cerro
la Formación Venado (Sepúlveda y Naranjo, 1982; Puquios (Fig. 2). Representan, probablemente, una
ver Fig. 2) atribuida al Terciario inferior e intruida por segunda fase de extensión regional, terciaria (Fig. 3)
granodioritas datadas (K-Ar) en 60 Ma (Cerro que acompañó al volcanismo paleoceno en la región
Cachiyuyo; Zentilli, 1974). Al sur de Puquios, el de Copiapó (Rivera y Mpodozis, 1991).
despegue basal del Alóctono IV está sellado, en Una de las estructuras más importantes en la
discordancia, por ignimbritas riolíticas (Caldera de región es el sistema de fallas La Ternera, que, como
Cerro Puquios; Fig. 2) productos de un evento volcá- ya se indicó, constituye el límite oriental de los
nico explosivo del Paleoceno datado entre 53 y 58 alóctonos extensionales, el cual corta las ignimbritas
Ma (Farrar et al., 1970; McNutt et al., 1975; Rivera y y lavas paleocenas de la caldera de Cerro Puquios
Mpodozis, 1991). (Fig. 2). En el extremo noreste del área (Quebrada
Antes que fueran cubiertas por rocas de la For- Cortadera-Sierra Agua Amarga), el despegue de
mación Venado y las tobas asociadas a la caldera de Fraga y la FHH convergen con o están truncadas por
Cerro Puquios, las calizas neocomianas de Puquios, el sistema de fallas La Ternera. Inmediatamente al
y, más al oeste, las rocas volcanoclásticas de la norte de quebrada Paipote, un levantamiento
Formación Cerrillos, fueron afectadas por deforma- compresional ('pop-up') en una zona de curvatura
ción compresiva. Al sur de Puquios (Quebrada El hacia el este y diversos indicadores cinemáticos,
Sauce) este evento cretácico se manifiesta en dos sugieren desplazamiento sinistral. Al sur de Quebra-
escamas con vergencia al oeste que ponen en con- da Paipote, ramas anostomosadas que limitan lentes
tacto a calizas neocomianas sobre las lavas superio- de centenares de metros de largo formados por
res del Alóctono IV (Fig. 2) Y también, probablemen- riolitas de la Formación Pantanoso, forman un duplex
te, en el par anticlinal-sinclinal que repliega el frente de rumbo (Woodcock y Fisher, 1986) asociado al
del Alóctono IV (Figs.1 0,11). Estas consideraciones sistema de fallas. La Falla La Ternera constituye
permiten sugerir que el evento principal de deforma- parte del segmento más austral del sistema de fallas
ción extensional tuvo lugar entre el Aptiano y el de Domeyko (Maksaev, 1990) que se desarrolla a lo
Cenomaniano. Este evento sería sincrónico con la largo de más de 800 km hacia el norte hasta la zona
C. Mpodozis y R. Alfmendinger 185
Para comprender el significado de las estructu- Cretácico Superior, tanto en el ámbito oceánico del
ras extensionales de Sierra Fraga-Puquios dentro Pacífico, donde se registró un período de expansión
de la evolución andina es necesario explorar la oceánica ultrarrápida, como en el margen continen-
condiciones tectónicas generales que imperaban tal sudamericano, donde la extensión fue acompa-
durante el lapso cretácico inferior-comienzos del ñada de un paroxismo ('flare-up') volcánico.
Los datos disponibles concernientes a la dinámi- gencia entre las placas Farallón y sudamericana
ca de placas y velocidades de convergencia durante habría disminuido a sólo 5-7 cm/año (Pilger, 1984;
el Cretácico son escasos. De acuerdo a Larson y Pardo Casas y Molnar, 1987; Gordon y Jurdy, 1986)
Pitman (1972), la velocidad de convergencia de las al mismo tiempo que se hizo casi paralela al margen.
placas Phoenix (Aluk) y sudamericana durante el Según Larson (1991 a), el pulso de expansión
Neocomiano habría sido baja (2,5 cm/año), para oceánica rápida del'Cretácico Medio' se debería a la
aumentar violentamente durante el Aptiano-Albiano, formación de una «superpluma» generada alrededor
hasta 14-18 cm/año. Según Larson (1991a, 1991b) de los 125 Ma en la interfase entre el manto y el
este episodio de rápida expansión oceánica es parte núcleo del planeta, que habría subido por convección
de un evento global ocurrido entre los 120 y 80 Ma, a través del manto para hacer erupción bajo la
durante el cual la velocidad de generación de corteza cuenca cretácica del Pacífico. Como consecuencia
oceánica aumentó entre 50%-75% (Fig.12). El pulso de este evento se registran, en la zona magnética
de rápida expansión oceánica se inició en la cuenca quieta del Cretácico, un incremento generalizado del
del Pacífico a los 120 Ma, para alcanzar su máximo nivel del mar, aumento global de la temperatura
desarrollo entre los 120 y 100 Ma. Entre los 100 Y 80 (Larson, 1991 b) y, en el margen activo sudamericano,
Ma la velocidad de generación de corteza oceánica un notable incremento de la actividad magmática
disminuyó significativamente. Alrededor de la ano- (Soler, 1991).
malía magnética 32 (70 Ma) la velocidad de conver-
En forma sincrónica con el pulso de rápida gene- volúmenes de rocas volcánicas hicieron erupción
ración de corteza oceánica en el Pacífico, grandes entre el Aptiano y el Cenomaniano(?) en los Andes
186 ExrENSIÓN CRETÁCICA A GRAN ESCALA EN EL NORTE DE CHILE (PUaUIOS,SIERRA FRAGA, 2rS) ...
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INVERSA
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FIG. 12. Producción global de corteza oceánica en función del tiempo geológico durante el Cretácico y Terciario y escala
de anomalías magnéticas. Notar el evento de rápida producción de corteza y rápida expansión oceánica
registrado entre los 125 y 80 Ma (según Larson, 1991b).
del Perú y Chile durante un intenso episodio gazamiento, la extensión no alcanzó a evolucionar
magmático asociado a deformación extensional y hasta la ruptura de la corteza continental. Verdade-
'rifting' (Atherthon y Webb, 1989; Mpodozis y Ramos, ras cuencas cretácicas con piso oceánico han sido
1990; Soler, 1991). Este fenómeno es especialmen- descritas sólo en Colombia y en los Andes Australes
te notable en Perú y Chile central, donde se formaron (Dalziel, 1981; Bourgois et al., 1987, Fig. 13).
efímeras cuencas volcánicas extensionales, here-
dadas en parte de las cuencas de trasarco del La cuenca marginal de Casma-Huarmey que
Jurásico. Aunque Atherthon y Webb (1989) indica- se extiende a lo largo de gran parte de la región
ron que, por lo menos la parte norte de la cuenca costera del Perú se formó en el Aptiano después de
peruana (Huarmey), pudo haber evolucionado hacia un período de relativa quietud magmática neocomiana
una cuenca marginal s.str. con un piso oceánico de (Cobbbing, 1985; Soler y Bonhome, 1990; Soler,
naturaleza ofiolítica, diversos autores las han clasi- 1991). Alcanzó su máximo desarrollo en el Albiano
ficado y descrito como cuencas marginales aborta- con la acumulación, en ambiente submarino, del
das (Levi y Aguirre, 1981; Atherthon et al, 1983; Aberg Grupo Casma (Myers, 1974; Jaillard,1987) formado
et al., 1984; Solery Bonhomme, 1990; Aguirre, 1991). por hasta 9.000 m de andesitas y andesitas basálti-
El carácter de abortadas hace referencia al hecho de cas con estructura en almohadilla, dacitas y rocas
que, si bien ellas registran un importante adel- volcanoclásticas (tobas submarin as, hialoclastitas)
C. Mpodozls y R. AI/mandlnger 187
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120 Mo
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FIG. 13. Reconstrucción de placas en el sureste del Pacífico a los 120 Ma, basado en Duncan y Hardgraves (1984) y
Scotese et al. (1988). El margen activo sudamericano se caracterizaba por una serie de cuencas extensionales
de tras- (o intra-) arco. En Colombia, la ruptura de la corteza continental y la separación del arco Baudó habrra dado
origen, en el Cretácico Inferior-comienzos del Cretácico Superior, a una cuenca marginal con corteza oceánica
(Bourgois et al., 1987). La Cuenca Marginal de Magallanes ha sido también interpretada como el producto de
extensión trasarco (Dalziel, 1981), aunque otros autores (Alabastery Sto rey , 1990) la asocian al'rifting' ligado a
la ruptura de Gondwana. Las cuencas cretácicas Casma-Huarmey y de Chile central pertenecerían al tipo de
'cuencas~marginales abortadas' edificadas sobre corteza continental adelgazada. La cuencas de trasarco de
Tarapacá y Neuquén corresponden a cuencas ensiálicas con relleno principalmente sedimentario. Flechas llenas
indican desplazamiento relativo de las placas en un sistema de referencia basado en los puntos calientes ('hot-
spots'). Dependiendo de la velocidad de expansión en la Dorsal Phoenix-Farallon, la placa Phoenix puede haberse
desplazado hacia el NNE (expansión lenta) o al sur este (expansión rápida, Duncan y Hargraves, 1984).
188 EXTENSiÓN CRETÁCICA A GRAN ESCALA EN EL NORTE DE CHILE (PUQUIOs-5IERRA FRAGA, 27°5) •••
corresponden a afloramientos pequeños y dispersos Cerrillos. Dentro de este contexto, las fallas
y de reducido espesor. Dentro de este contexto, la extensionales pueden corresponder a estructuras
región de Fraga-Puquios se ubicaba, probablemen- post neocomianas asociadas a la apertura de la
te, en el margen oriental del dominio subsidente cuenca probablemente entre el Aptiano y el
(cuenca marginal), donde se acumuló la Formación Cenomaniano.
Las estructuras de Sierra Fraga-Puquios (fallas tes posiciones de los CNM y la zona de Sierra Fraga-
normales de bajo ángulo, rotación de bloques, caos Puquios al interior de sus respectivos orégenos,
extensionales y otras) son similares a las que acom- durante la deformación extensional. Los CNM se
pañan los complejos de núcleo metamórfico (CNM) habrían formado después de una fase de
del occidente de Norteamérica (Crittenden et al., engrosamiento cortical relacionada a acortamiento
1980; Armstrong, 1982). En los CNM fallas normales tectónico (Coney y Harms, 1984; Coney, 1987). La
de bajo ángulo separan una placa superior, afectada extensión fue acompañada por alzamiento
por deformación extensional frágil, de un núcleo de (sinextensional) de rocas ubicadas originalmente en
rocas plutónicas y metamórficas afectadas por de- niveles medios de la corteza al producirse el colapso
formación dúctil y metamorfismo sinextensional que terciario del orógeno (Armstrong, 1982; Lister y
puede alcanzar hasta la facies de anfibolita. Plie- Davis, 1989; Block y Royden, 1990; Malavielle y
gues en vaina extensionales, como los del Caos de Taboada, 1991).
Puquios se han descrito en el CNM de las Raft River En el caso de Sierra Fraga-Puquios, en cambio,
Mountains en Utah (Malaiville, 1987). En los CNM la extensión no se relaciona a colapso post orogéni-
los despegues en la base de los alóctonos aparecen co sino que, probablemente, a un rápido debilita-
inclinados hacia afuera del núcleo de basamento, miento termal de la zona de intra- o trasarco al
debido, probablemente, a un abombamiento del formarse la efímera cuenca marginal abortada
núcleo durante la extensión (Spencer, 1985; Miller et cretácica de Chile Central. Como la corteza debe
al., 1983).Varios autores (Wernicke et al., 1987; Gans haber sido relativamente delgada (no existen evi-
et al.; 1989; Armstrong y Ward,1991) han llamado la dencias mayores de deformación compresional
atención acerca de la ubicación de los CNM de los mesozoica precretácica en este sector de los Andes
Estados Unidos occidentales, dentro de áreas afec- chilenos) no se dieron condiciones favorables para
tadas por magmatismo terciario y han destacado la exhumar niveles corticales profundos. La deforma-
importancia del debilitamiento térmico de la corteza ción extensional de Sierra de Fraga-Puquios sería,
en producir zonas favorables al colapso extensional por lo tanto, un fenómeno ligado directamente al
(Kuznir y Park, 1987). violento pulso magmático de fines del Cretácico
Tal como en los CNM, la zona de Sierra Fraga- Inferior-comienzos del Cretácico Superior registra-
Puquios se ubicaba al momento de ocurrir la defor- do en diversos sectores del margen sudamericano
mación extensional, en una zona de flujo calórico durante el período de expansión oceánica rápida
alto, en este caso, las cercanías del eje volcánico ocurrido en el Pacífico entre los 125 y 90 Ma
cretácico. Sin embargo, a pesar de las similitudes, ('Superplume evení'; Larson y Pitman, 1972; Larson,
también existen importantes diferencias. La princi- 1991 a). Una rápida expansión oceánica en las dor-
pal es que en la zona de Sierra Fraga-Puquios, la sales Farallon-Pacífico o Phoenix-Pacífico (Duncan
deformación tuvo lugar por completo en ambiente y Hargraves, 1984) puede haber resultado en un
frágil tanto en el núcleo parautóctono de basamento aumento de la generación de magmas en el margen,
como en los alóctonos extensionales. Esta discre- incremento en la convección secundaria inducida en
pancia se puede entender al considerar las diferen- la cuña astenosférica baio el borde sudamericano
190 EXT ENSiÓN CRETÁCICA A GRAN ESCALA EN EL NORTE DE CHILE (PUQUIOS-SIERRA FFAGA, 27"S) ...
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FIG. 14. Perfil cortical a través de la actual Zona Volcánica Central de la isla norte de Nueva Zelandia, mostrando una
configuración que puede ser considerada como un modelo para la 'cuenca marginal abortada de Chile central'
(New Zealand Department of Scientific and Industrial Research, 1987).
(Toksoz y Bird, 1977; Hsui y Toksoz, 1981), exten- norte de Nueva Zelandia (Fig. 14). La mayoría de los
sión en la zona de arco o trasarco, debilitamiento elementos (salvo el prisma de acreción) supuestos
termal de la corteza y, finalmente, colapso extensional para el Cretácico Inferior-comienzos del Cretácico
durante la formación de las cuencas 'marginales' de Superior de Chile central (corteza adelgazada, alto
Perú y Chile central. La paleogeografía de ese flujo calórico, volcanismo en un 'graben' volcano-
período presentaba, probablemente, grandes simi- tectónico, fallas normales lístricas en los bordes de
litudes con la actual zona volcánica central de la isla la depresión y otros), e incluso la escala, parecen
C. Mpodozis r R. Allmendinger 191
CONCLUSIONES
La zona de Sierra Fraga-Puquios registra en gran diversos segmentos del margen andino durante el
detalle una secuencia de eventos de deformación Cretácico Inferior-comienzos del Cretácico Supe-
acaecidos entre el Cretácico y el presente, entre los rior, la zona de Sierra Fraga-Puquios representa un
que se incluyen dos episodios de extensión (noroes- área donde las estructuras asociadas a este período
te-sureste; suroeste-noreste) ocurridos, probable- de extensión cretácico pueden, efectivamente, ser
mente, en el lapso de fines del Cretácico Inferior- observadas en terreno.
comienzos del Cretácico Superior y que dieron ori- La deformación extensional cretácica ocurrió en
gen a una serie de unidades alóctonas extensionales. forma sincrónica con el gran episodio volcánico
Las estructuras extensionales de Sierra Fraga- asociado a la apertura de la efímera cuenca margi-
Puquios poseen una geometría estructural en cierto nal abortada de Chile central. La extensión y
sentido similar a la que acompaña a los complejos de volcanismo parecen estar relacionados con un evento
núcleo metamórfico del oeste de los Estados Unidos. de rápida expansión oceánica tuvo lugar, a escala
Si bien diversos autores, apoyándose en criterios global, entre el Aptiano y el Cenomaniano durante el
indirectos (geoquímica, metamorfismo, distribución y evento de Superpluma descrito por Larson (1 991 a,
espesor de facies volcánicas) habían indicado la b).
existencia de un régimen tectónico extensional en
AGRADECIMIENTOS
La probable naturaleza extensional de las estruc- Francisco Hervé y Jorge Skarmeta que ayudaron a
turas preservadas en la zona de Puquios fueron darforma a las ideas presentadas en este trabajo, así
señaladas por primera vez a uno de los autores (CM) como a Carlos Arévalo y Paula Cornejo que nos
por el Dr. Raymond Price durante una excursíón acompañaron en algunas de las campañas de terre-
efectuada a la Precordillera de Copiapó en 1988 en no. Este trabajo contó con el apoyo financiero del
el curso del V Congreso Geológico Chileno. Agrade- Fondo Nacional de Ciencias (FONDECYT, proyecto 605/
cemos la cooperación, discusiones y comentarios de 90), la Comisión Fullbright y el Servicio Nacional de
los Dres. Víctor Ramos, Suzanne Kay, TeresaJordan, Geología y Minería.
John Davidson, Estanislao Godoy, Pierre Soler,
C. Mpodozls y R. Allmendinger 193
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