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FACULTAD DE CIENCIAS AMBIENTALES

Carrera de Ingeniería Ambiental


“Año del Buen Servicio al Ciudadano”

Metodologías de estimación de la evaluación de riesgos


en Sudamérica

2017
INTRODUCCION.

Las pérdidas asociadas a desastres naturales derivados de eventos geológicos


y climáticos han crecido sustancialmente a lo largo de las últimas décadas y
con ello también las pérdidas de vidas humanas y económicas, debidas no
solamente a la acción de los fenómenos naturales sino que además a las
formas y tipos de obras construidas.

Para formular y estimar los requerimientos financieros de la estrategia de


recuperación y reconstrucción, es indispensable contar con información
cuantitativa acerca de los efectos e impactos del desastre y estimaciones del
costo económico que estos representan. La descripción global del impacto y
la cuantificación y valoración de los daños, las pérdidas y los costos
adicionales que ocasionan los desastres permiten saber cuáles son los recursos
indispensables para restablecer la funcionalidad de las actividades
económicas y sociales y realizar las inversiones necesarias para fortalecer la
resistencia de las infraestructuras físicas, económicas y sociales ante la
amenaza de nuevos eventos, con el propósito de reducir la vulnerabilidad a
largo plazo

Los desastres dependen, en su ocurrencia, no solo de la naturaleza y sus


manifestaciones catastróficas, sino también a la forma en que el hombre ha
ocupado el territorio a través de decisiones tales como la instalación de
infraestructura sin considerar las amenazas existentes y las vulnerabilidades que
se desarrollan.

Se ha constatado que el impacto sectorial de un desastre difiere según el tipo


de amenaza que lo originó, su intensidad y las características de la subregión
afectada. Esto se revela al contrastar las distribuciones relativas de daños y
pérdidas entre los sectores sociales, productivos y de infraestructura.
METODOLOGIA DE COMISION ECONOMICA PARA AMERICA LATINA Y EL
CARIBE (CEPAL)

Esta metodología se basa en medir lo siguiente:

1. Los daños ocasionados por el desastre.


a. Trata de estimar los daños ocasionados por sector, o por la
localidad que tuvo el evento, sugiriendo realizar una división
político-territorial del país o zona afectada, para que la
estimación de daños proporcione la información más relevante
para la toma de decisiones.
Explica que la valorización del daño se dará de acuerdo a la
definición de pérdidas porcentuales de los productos o servicios
en un año

2. Las pérdidas ocasionadas


a. Bienes que se dejan de producir y servicios que se dejan de
prestar durante un lapso que se inicia tan pronto ocurre el
desastre y se prolonga hasta que se alcanza la recuperación y la
reconstrucción total. Ejemplos de estas son la reducción en el
volumen de las cosechas futuras a consecuencia del
anegamiento de tierras agrícolas o de sequías prolongadas, la
disminución de la producción industrial por los daños en las
plantas o por la falta de materia prima o insumos, como el agua
y la electricidad, y los menores ingresos de las empresas de
servicios públicos por la interrupción o reducción de estos
servicios. Hay que diferenciar dos situaciones que en términos del
restablecimiento de los flujos tienen connotaciones distintas:
mientras que en algunos casos, los bienes y servicios no se
producen debido a que la destrucción de activos lo impide, en
otros, el desastre solo retrasa el proceso productivo. En la
estimación del impacto económico de la ola invernal 2010-2011
en Colombia, por ejemplo, se registraron pérdidas en la actividad
de explotación de minas y canteras asociadas al descenso de la
producción de las minas de carbón en los departamentos de la
Guajira y Cesar22. El desastre retrasó la extracción, pero no
destruyó las reservas de carbón que había en las minas a cielo
abierto. Esta pérdida solo es aparente, ya que lo que ocurre es
3. Los costos adicionales
a. Las necesidades financieras para la recuperación son los costos
de diversas políticas de oferta y demanda que, conjuntamente
con la reconstrucción, hacen que la economía vuelva a la
normalidad. Entre las políticas de oferta se destacan los montos
requeridos para restaurar la provisión de los servicios básicos
(salud, educación, vivienda temporal, transporte, agua y
saneamiento, electricidad) y el acceso de la población a dichos
servicios. El desastre puede implicar el aumento del costo de
funcionamiento de estos sectores por encima del costo normal
(esto es, sin que haya ocurrido el desastre) durante el período en
que se reconstruye la infraestructura y se repone el equipamiento
dañado por el desastre, cuando, por ejemplo, se recurre a
facilidades de carácter temporal para brindar ciertos servicios.
Estos montos constituyen una fracción de los costos adicionales.
También se destacan los montos requeridos para la provisión de
insumos y capital de trabajo para restaurar los niveles de
producción (en los sectores productivos de agricultura,
ganadería, pesca, industria y comercio). Estos montos constituyen
una fracción de las pérdidas. Entre las políticas de demanda se
destaca el monto de los fondos requeridos para la
implementación de programas temporales, como los de
alimentos por trabajo o dinero por trabajo, que tienen como
finalidad proveer un ingreso mínimo a la población que ha
perdido ingresos o incluso el empleo. Estos montos constituyen
una fracción de las pérdidas.

Asimismo también evalúa al sector social.

a. Poblaciones afectadas. Una de las primeras tareas de la misión de


estimación de efectos e impactos es definir el área geográfica
afectada por el desastre. Para realizarla se sugiere que los especialistas
sectoriales que integran el grupo actúen en estrecha cooperación con
las autoridades oficiales, porque el proceso de delimitación del área
afectada debe ser uno solo y se tiene que llevar a cabo al comienzo,
antes de iniciar el proceso de estimación. De este modo, la
determinación de la población afectada por el desastre, que se basa
en la identificación del territorio impactado, servirá como información
básica para todos los sectores. La población es el sujeto en el que
confluyen todos los efectos tangibles e intangibles de un desastre. Su
correcta apreciación es esencial para el análisis general del evento y
para la estimación de los daños en diversos sectores sociales, como
educación, salud y vivienda. Dicho trabajo aporta un criterio
independiente de comparación para poder evaluar la consistencia y
coherencia del resto de las estimaciones y, sobre todo, constituye el
punto de partida para orientar los esfuerzos nacionales e
internacionales destinados a superar la emergencia y fijar las prioridades
de los planes y programas de rehabilitación y reconstrucción.

b. Educación. Debe determinarse el número de instalaciones educativas


afectadas en cada categoría de las antes descritas, esto es, urbanas y
rurales, de propiedad pública o privada, y nivel de educación. Dicha
información puede provenir de las instituciones mencionadas que ya
pudieran haber realizado esta tarea. Se sugiere acudir a diferentes
instancias debido a que las fuentes para cada nivel educativo pueden
variar. Para estimar los daños de las edificaciones, valorados a su costo
de reposición con características similares a las del diseño original, se
requiere información sobre la extensión de la superficie destruida o
dañada, la antigüedad del inmueble y el valor del metro cuadrado de
construcción para cada tipo dado de edificación. Al abordar la
estimación de los daños se puede utilizar una escala que parte de cero,
cuando el perjuicio es nulo, y llega a cuatro, cuando la destrucción es
total. Con el fin de expresarlos en valores se debe determinar el costo
promedio de un metro cuadrado de construcción previamente vigente
para cada tipo de edificación en la zona afectada antes de que
ocurriera el desastre; ese valor podría no ser igual en las zonas rurales
que en las urbanas. En este sentido es importante que el precio del
metro cuadrado de construcción que se utilice no sea un promedio
nacional ni un promedio histórico local.

c. Salud. Los acervos del sector salud incluyen edificaciones con todo su
mobiliario, equipos específicos, vehículos para el transporte asistido de
pacientes, así como también inventarios de medicinas, vacunas e
insumos médicos. Una vez estimados los daños es importante que se
determine qué porcentaje de estos haberes implicará realizar
importaciones. Los daños de la infraestructura física se pueden
presentar en los elementos estructurales (vigas, columnas, losas, muros
portantes, cimentaciones y otros), en los no estructurales, como los
arquitectónicos (tabiquería, puertas, ventanas, techos no estructurales,
pisos, paredes internas y externas, cercos perimetrales y otros), y en las
líneas vitales (sistemas de agua, electricidad, gas, oxígeno,
telecomunicaciones). Estos efectos pueden manifestarse en el
momento mismo del evento, como en el caso de los terremotos, o
después del evento, como en el de los deslizamientos luego de lluvias
torrenciales ocurridas días antes. En el caso de eventos de gestación
lenta o de duración prolongada, como el fenómeno de El Niño o el de
La Niña, los daños pueden ocurrir en un lapso extendido de tiempo.
Para los fines de estimar los daños a la infraestructura física, las
edificaciones de los proveedores de salud se clasificarán según las
siguientes categorías:
i) Edificaciones destruidas que no tienen posibilidades
de reparación y, por lo tanto, deben ser
reconstruidas, previa demolición y remoción de
escombros.
ii) Edificaciones con daños mayores, pero con
posibilidades de reparación.
iii) Edificaciones con daños menores. Para estimar el
valor de los daños causados a la infraestructura física

d. Epidemias. Las epidemias ejercen un efecto directo sobre la salud y la


vida de la población y, potencialmente, podrían ocasionar pérdidas en
sectores productivos y de servicios, como industria, empleo, comercio,
turismo, transporte y educación. El país afectado debe incurrir en costos
adicionales para responder a la emergencia, diagnosticar y atender a
los enfermos, lo cual implica mayores esfuerzos para países de bajos
ingresos.

El impacto de las emergencias y epidemias sanitarias afecta en forma


directa al sector salud, ocasionando en poco tiempo un incremento
acelerado de la demanda de atención en los servicios ambulatorios y
de hospitalización; al mismo tiempo estas situaciones provocan
restricción de equipos y suministros por el exceso de la demanda que
generan. Ante esta situación, el sector salud tiene que implementar
acciones para reducir la aparición de nuevos casos, disminuir el número
de casos graves y fatales y controlar la exposición de la población no
afectada. Estas acciones incluyen intervenciones de salud pública, de
atención de emergencia y de ampliación de la oferta de servicios de
salud. El resultado fundamental es el incremento temporal de los costos
adicionales del sector.

e. Vivienda. La estimación de los daños en el sector vivienda busca


establecer los efectos sobre el acervo de:
i) viviendas, sean estas casas, departamentos, chozas,
viviendas provisorias, colectivas o individuales
ii) mobiliario y equipamiento de las unidades habitacionales.

La primera información de daños se puede obtener de informes


emitidos por las autoridades competentes, es decir, todas aquellas que
tengan información y experiencia en el sector: oficinas de emergencia
y manejo de desastres; organismos gubernamentales o municipales
vinculados al sector (ministerios de vivienda, municipalidades,
alcaldías); organismos y asociaciones profesionales y gremiales
relacionadas; empresas de ingeniería y arquitectura; expertos
nacionales (o internacionales que pudieran estar en el país). Los datos
obtenidos deben ser corroborados mediante visitas en terreno. En caso
de no existir tales informes o si estos se estimaran insuficientes, se
deberá visitar las regiones, departamentos o provincias más afectados
por el desastre, pero antes de iniciar la programación de los viajes será
preciso identificar las fuentes convencionales oficiales y privadas de
información local que efectivamente puedan aportar datos, cifras y
otros elementos de juicio que contribuyan a la elaboración de una
apropiada estimación valorativa.
f. Cultura y bienes culturales. Entre los posibles efectos de un desastre se
encuentra también la destrucción total o parcial del acervo del sector
de la cultura y los bienes culturales y, como consecuencia, la
interrupción de los servicios que prestan. La estimación de los daños y
pérdidas en el ámbito de la cultura, el entretenimiento y los bienes
culturales reviste gran importancia por el papel relevante que
desempeñan estos factores en el desarrollo social y económico de las
regiones y los países. Son a la vez fuentes de generación de ingreso,
empleo directo e indirecto, y medios para mejorar la calidad de vida de
las personas, lo que se revierte en crecimiento espiritual e intelectual y
enriquecimiento del capital humano. Asimismo, los bienes culturales son
depositarios de la memoria histórica y artística de las sociedades
humanas.

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