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Guía para la elaboración

de propuestas de
investigación cuantitativa
Elaborado por: Alejandro Granda Sandoval
Ejemplo de propuesta de investigación

Evolución del valor de las unidades agropecuarias desde una perspectiva


de género

1.1 Motivación y justificación

De acuerdo con Cenagro 2012, si bien se observa un incremento importante en


el número de unidades agropecuarias (496 mil respecto a CENAGRO 1994),
tan sólo el 31% de las mismas son lideradas por mujeres.

A diferencia de los varones y las mujeres de zonas urbanas, las mujeres de


zonas rurales que son jefes de hogar tienen pocas posibilidades de generar
ingresos no-agrícolas a través de la migración u otras fuentes debido a
barreras socioeconómicas (Ames, 2014). Del mismo modo, de acuerdo con
Sen (1989), la percepción que tanto mujeres como hombres tienen sobre las
diferencias en sus oportunidades es influye de manera importante en la
adquisición de habilidades.

En ese sentido, el aumento en el valor económico de sus unidades


agropecuarias representa más allá de un potencial aumento en el bienestar
monetario, un importante elemento para el desarrollo de capacidades debido a
que permite a la mujer pasar de una agricultura de subsistencia a una en la
cual la producción sea de mayor valor y mejor articulada a los mercados (World
Bank, 2009).

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Comentario: Es importante que el investigador plasme en la motivación y
justificación parte del conocimiento generado al pasar de la idea inicial al
planteamiento del problema. Esto es, si el investigador plantea un problema
desde lo general hasta lo particular, debe quedar claro si el problema
general que encuentra es la desigualdad de género y no las características
de las unidades agropecuarias. Si bien ello puede encontrarse de manera
tácita en la primer parte del documento, debe ser algo explícito desde el
inicio de la propuesta.

Por ejemplo, incluir gráficos sobre las brechas de ingreso laboral entre
hombres y mujeres, por sectores (primario, secundario y terciario),
mostrando luego las brechas existentes dentro del sector primario en el que
efectivamente se desempeñan las actividades agropecuarias. Estos gráficos
o menciones pueden ser completadas con información de brechas entre
hogares liderados por hombres versus los liderados por mujeres.

El estudio de brechas de género no sólo permite evidenciar disparidades entre


hombres y mujeres, sino que permite discriminar entre parte de la brecha
explicada por una desigual dotación de recursos, un la explicada por factores
de discriminación. Las brechas de género consisten en conocer el acceso
diferenciado de las mujeres y hombres a los beneficios del desarrollo en
diferentes dimensiones, tales como, educación, salud, empleo, ingresos
(Manuela Ramos, 2011).

De acuerdo a ello se plantean preguntas como: ¿Cuáles son las brechas en el


valor monetario de las unidades agropecuarias dirigidas por hombres versus
aquellas dirigidas por mujeres? ¿Cuál ha sido la reciente evolución de las
mismas?, ¿La mayor parte de las brechas se explican por desigualdad en las
dotaciones o son efectos de la discriminación por sexo?

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Por lo anterior, el objetivo general de la presente propuesta de investigación es
estimar las diferencias de género en el valor económico de las unidades
agropecuarias en el Perú; así como, estimar si tales diferencias se han
incrementado en el tiempo entre 1994 y 2012 y analizar los principales
determinantes, esto último permitirá formular lineamientos de política para
reducir la brechas de género en la agricultura peruana.

Comentario: En el párrafo anterior se presenta el objetivo general del


documento. Este objetivo general debe responder a las dos preguntas que se
indicador en su momento en la guía:

a) ¿Qué se plantea desarrollar el documento?


b) ¿Para qué se plantea esta actividad el investigador?

En relación, es clara la respuesta a la primera pregunta, el investigador


plantea estudiar los factores que determinan la brecha de sexo en el valor
monetario de las unidades agropecuarias.

La segunda pregunta es también respondida pues el autor piensa estudiar las


brechas para formular lineamiento de política que permitan reducir las
disparidades en las actividades agropecuarias del Perú.

Sin embargo, no es clara la justificación de la importancia de generar aportes


a los lineamientos de política en materia de género. Esta justificación permitirá
entender la importancia de discriminar brechas rurales por dotaciones
desiguales de brechas más estructurales.

En parte, dichos aportes se encuentran en el siguiente párrafo pero el


mensaje más que reforzar un objetivo general, se plantea como un intento de
aterrizar los aportes del documento a elementos de política.

1.2 Marco Teórico o Conceptual

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Entre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, se ha planteado la promoción de
la igualdad entre los sexos y el empoderamiento de la mujer. Generalmente, las
mujeres más que los varones, juegan un rol fundamental en asegurar el
bienestar de las familias (Hoddinot and Haddad 1995; Quisumbing and

Comentario: Es importante evitar incluir citas de poca utilidad en el estudio,


como es el caso de: “las mujeres más que los varones, juegan un rol
fundamental en asegurar el bienestar de las familias (Hoddinot and Haddad
1995; Quisumbing and Maluccio 2000)”. Es importante recordar que el
documento no evalúa la importancia de reducir las disparidades en el valor
monetario de unidades agropecuarias en función de la mejora en el bienestar
de los individuos que forman parte de unidades agropecuarias dirigidos por
mujeres.

Maluccio 2000).

De acuerdo con el Plan Nacional de Igualdad de Género, el Estado debe


contribuir a valorar el aporte de las mujeres en el manejo sostenible de los
recursos naturales. Entre las metas trazadas en dicho documento se encuentra
el incremento de la participación de las mujeres en los comités de regantes y
las juntas de administración de los sistemas de riego, así como el incremento
de la propiedad de la tierra por parte de las mujeres, incremento del acceso a la
información, capacitación y asistencia técnica. Pese a ello, es escasa la
evidencia que permitan visibilizar las desigualdades en el ámbito rural entre
hombres y mujeres (CIES, 2012).

Desde una mirada al sector agropecuario, Alfaro y Guerrero (2013), analizan


las brechas de ingresos en el ámbito rural, empleado metodologías de
descomposiciones y empleando la información de la Encuesta Nacional de
Hogares para los años 2004 y 2011. Los autores encuentran un incremento en
la brecha de sexos en hogares en los que se desarrollan actividades
agropecuarias. De acuerdo a la evidencia encontrada, para el año 2011 las

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mujeres obtenían 42% menos ingresos respecto de los varones, a pesar que la
brecha en el año 2004 era de 38%.

Por su parte, Ames (2014) evalúa la dinámica en las estrategias de vida de las
mujeres rurales jóvenes en el Perú a través de un estudio de caso. La autora
encuentra que, a pesar del positivo incremento en los niveles de escolaridad de
las mujeres rurales, este resultado no necesariamente ha tenido un correlato en
mayores oportunidades o cambios de roles asignados en las tareas rurales.
Las expectativas futuras de las mujeres en el ámbito rural se concentran en la
migración, dado que no existen incentivos para que ellas quieran permanecer
en el ámbito rural. En el estudio de caso, ninguna de las entrevistadas
manifestó querer ser agricultora o dedicarse a actividades agropecuarias.

Comentario: Si bien es importante incorporar marcos teóricos mixtos, es


importante que los mismos se encuentren conectados. En este caso, algunos
elementos claves son: las brechas de tenencia, características de las mujeres
rurales, roles de la mujer en unidades agropecuarias. Estas conexiones
reflejan en gran medida la etapa de descripción y delimitación del problema de
investigación.

1.3 Metodología

Con el propósito de estimar las brechas de género en el valor económico de las


unidades agropecuarias en el Perú; así como estimar cambios y la relevancia
empírica de sus determinantes se empleará información proveniente del III y IV
Censo Nacional Agropecuario (Cenagro) de 1994 y 2012 de Instituto Nacional
de Estadística e Informática. Una de las ventajas principales de emplear esta
fuente de datos, respecto de fuentes alternativas como la Encuesta Nacional de
Hogares, es que Cenagro incorpora información sobre el acceso y uso de los
recursos naturales así como la tenencia de diversos activos productivos y
crédito agropecuario.

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Al utilizar datos de los censos agropecuarios existen ventajas pero también
desventajas; respecto de las primeras, se reducen los problemas de inferencia
estadística que son propios de las encuestas de hogares, por lo cual al utilizar
datos censales, es posible realizar un análisis heterogéneo más preciso. Sin
embargo, la principal desventaja, se concentra en la calidad de la información,
generalmente, las encuestas de hogares capturan mayor información sobre las
características de los hogares; mientras que, los censos capturan mucho
menor información dada su magnitud operativa.

Comentario: En este punto es importante que el investigador indique


potenciales riesgos al emplear datos adicionales de un período tan distante
(casi 20 años). En particularidad, la comparabilidad de las preguntas debe ser
analizada y comentada brevemente.

Respecto de la variable dependiente, en la literatura se han planteado


indicadores para aproximar el valor de las unidades productivas, tales como: la
proporción de tierra cultivada respecto del total de tierra (Mendelsohn et al.,
2007), número de hectáreas cultivadas y número de unidades pecuarias
acumuladas como proxy del valor económico de unidades agrícolas en
contextos de mercados imperfectos y ausencia de precios de mercado de
activos agropecuarios (García et al., 2005). En la presente propuesta, el valor
económico de las unidades agropecuarias será aproximado a través de los
siguientes indicadores: ratio tierra sembrada respecto de la tierra disponible;
número de cultivos (diversificación agrícola); acumulación de ganado; ratio
superficie sembrada destinada a la venta respecto de superficie sembrada
total.

Respecto de los determinantes de las brechas de género, se incluirán los


siguientes:

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 Acceso y uso de los recursos naturales: participación en los comités de
regantes, cuanta con sistema de riego tecnificado, cuenta con derecho al
uso del agua mediante licencia, permiso o autorización; uso de abonos
orgánicos, uso de semillas certificadas; participación en asociaciones de
productores, tamaño de tierra disponible para propósitos productivos,
tenencia de la tierra propia con título.
 Acceso a la información, capacitación y asistencia técnica: cuenta con
teléfono celular; uso de medios de comunicación para obtener
información agropecuaria; los últimos 12 meses ha recibido
capacitación, asistencia técnica o asesoría empresarial;
 Acceso a activos productivos: cuenta con arado; cuenta con fumigadora;
cuenta con almacenes; cuenta con galpones; cuenta con mallas y cercos
ganaderos; cuenta con mano de obra eventual remunerada.
 Acceso a crédito: los últimos 21 meses ha obtenido crédito agropecuario
 Nivel educativo: nivel educativo alcanzado
 Características sociales y demográficas: número de miembros del hogar;
número de hijos; número de hijos menores de 5 años; lengua materna;
el hogar es beneficiario de programas sociales (Juntos, Cuna Más,
Pensión 65); acceso a servicios de saneamiento.
 Fuentes de ingresos: realiza otras actividades económicas no-
agropecuarias
 Características geográficas: lejanía en horas de viaje respecto de la
capital distrital; altitud de la capital distrital; región; incidencia de la
pobreza distrital; densidad poblacional.

Comentario: Efectivamente, existen un conjunto de variables omitidas (por


ejemplo, habilidades cognitivas y no cognitivas) que se correlacionan a las
variables de uso de ciertas dotaciones, así como del nivel de escolaridad. El
investigador debe indicar la manera en que espera asegurar que mostrará
resultados consistentes al estimar el modelo con MCO. En todo caso, puede
brindar alguna suposición sobre la inclinación del sesgo, esto es, ¿de ser
relevantes las habilidades, de acuerdo con la literatura internacional, el sesgo
sería menor o mayor?, esto mantendrá el interés sobre las implicancias en
materia política del resultado.
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La metodología de descomposiciones ha sido desarrollada en la literatura por
Oaxaca (1973), Blinder (1973), la cual ha sido utilizada ampliamente para
analizar la desigualdad de ingresos en mercados laborales en distintos casos
de estudio, usualmente se ha descompuesto las diferencias de ingresos
basadas en modelos de regresión de una manera contrafactual, es decir, como
cambia la distribución de una variable que corresponde a un grupo si tomara
los valores predictivos de otro grupo, este último haría las veces de un
contrafactual (Jann 2008). Para los fines de este estudio, la metodología de
descomposición, permitiría analizar los factores que explican las brechas de
género en el valor económico de las unidades agropecuarias. Para ello, se han
definido dos grupos de comparación: unidades agropecuarias con productor
varón y unidades con productora mujer.

Metodología de microdescomposiciones

Sea es el vector de indicadores del valor económico del “i” productor(a)


agropecaurio(a) y “t” es igual a 1994 o 2012. En primer término, se definen las
brechas como ̅ ̅ . La metodología de descomposiciones
Oaxaca - Blinder permite cuantificar las diferencias entre las medias de las
brechas educativas entre dos grupos: [ ] [ ].
Donde [ ] denota el valor esperado de la brecha por grupos de comparación.
La forma funcional de la diferencia puede plantearse como:
[ ] [ ]

[ ] [ ] . Donde, es un
vector de factores que determinarían la brecha de género. es un vector de
parámetros incluyendo un intercepto y es el término de error. Para
cuantificar la importancia relativa de cada factor en como determinante de
las brechas de género, se plantea la siguiente función:

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{ [ ] [ ]} [ ] { [ ]

[ ]} (1)

La expresión anterior es denominada three-fold decomposition (Jann 2008), a


través de la cual se descomponen las diferencias en las brechas de género
entre varones y mujeres en tres partes o componentes:

(2)

El primer componente del lado derecho de la ecuación (2) es , que es igual a:


{ [ ] [ ]} , el cual cuantifica la proporción de la diferencia
entre la brecha entre varones y mujeres atribuible a las características de
ambos grupos o endowments effects. El segundo componente , que es igual
a: [ ] , cuantifica la contribución a las diferencias en los
parámetros estimados. Finalmente, el tercer componente
{ [ ]} , cuantifica la interacción simultánea de las
características y los parámetros entre varones y mujeres.

De acuerdo con Oaxaca (1973), el componente cuantifica el cambio esperado


en la media de la brecha de varones si dicho grupo tomara las características
observables de las mujeres, dejando todo lo demás constante. De similar
modo, para el componente , las diferencias en los coeficientes son
ponderadas para varones, por lo que el componente cuantifica el cambio
esperado en la media de la brecha educativa de varones si tomara los
parámetros del otro grupo. En la ecuación (2), tanto ̂ como ̂ son
estimaciones de y por Mínimos Cuadrados Ordinarios (MCO) y se usan

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las medias de las características de ambos grupos como estimaciones de
[ ]y [ ], respectivamente

Comentario: El investigador debe repasar los potenciales problemas


descritos con anterioridad. Además del potencial problema de variable omitida,
existe un problema de sesgo de selección debido a que las mujeres que
dirigen unidades agropecuarias pueden ser aquellas con niveles de formación
o habilidades mayores. De acuerdo con las recomendaciones de la guía, el
investigador debería incorporar una estimación empleando el método de

1.4 Bibliografía
Alfaro, D. y E. Guerrero. 2013. “Brechas de género en el ingreso: Una
mirada más allá de la media en el sector agropecuario”. Consorcio de
Investigación Económica y Social, Lima.

Ames, P. 2014. “Cambios en las estrategias de vida y en la demografía de


las jóvenes mujeres rurales”. En: “Perú el problema agrario en debate SEPIA
XV”. Diez, A., E. Ráez y R. Fort Editores. Lima.

Blinder, A. S. 1973. “Wage Discrimination: Reduced Form and Structural


Estimates”. The Journal of Human Resources 8: 436-455.

Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES). 2009. “La


investigación económica y social en el Perú”. Diversos autores. Diagnóstico y
Propuesta 53, Lima.

García, M. and M. Viladrich. 2005. “The economic relevance of climate


variables in agricultura: A Ricardian approach”. Working Paper, Department of
Economics, Universidad Pública de Navarra, Spain.

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Hoddinott, J. and L. Haddad. 1995. “Does Female Income Share Influence
Household Expenditures? Evidence from Cote d’Ivore”. Oxford Bulletin of
Economics and Statistics, 57(1), pp: 77-96.

Jann, B. 2008. “A Stata implementation of the Blinder-Oaxaca


decomposition”. ETH Zurich Sociology Working Paper Nº 5.

Manuela Ramos. 2011. “Guía de herramientas para la incorporación del


enfoque de género en el desarrollo rural sostenible”. Documento de Trabajo,
Lima.

Mendelsohn R., and N. Seo. 2007. “Changing farm types and irrigation as
an adaptation to climate change in Latin America agriculture”. World Bank
Policy Research Working Papers 4161. The World Bank.

Oaxaca, R. 1973. “Male-Female Wage Differentials in Urban Labor


Markets”. International Economic Review 14: 693-709.

Quisumbing, A. and J. Maluccio. 2000. “Intrahousehold Allocation and


Gender Relations: New Empirical Evidence form four Developing Countries”.
Discussion Paper Nro 4, International Food Policy Research Institute,
Washington D.C.

World Bank. 2009. “Gender in Agriculture Sourcebook”. Washington D.C.

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