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Seguimos avanzando.

Tomemos ahora otro período histórico, la Segunda


República, es decir, la época después que se diera la Restauración.
.- Presenta un informe que incluya de manera cronológica los aspectos
más significativos de la educación dominicana durante la Segunda
República (1865-1924)
Toma en cuenta los tópicos especificados en el contenido del tema VI
- Contextualización histórica de la Segunda República
- Avances educativos en la Segunda República
- Reformas Educativas durante la Primera Intervención
Estadounidense 1916-1924

La Segunda República de la República Dominicana empezó con la restauración del


país en 1865 y culminó con la intervención estadounidense en 1916.2
En el periodo de la Segunda República sigue la pugna política, ahora entre el último
gobierno restaurado por Antonio Pimentel, quien se negaba a gobernar desde Santo
Domingo, como lo mandaba el congreso, y José María Cabral quien tuvo que
comandar desde Santo Domingo, respondiendo a la no diputación de Pimentel.
Cabral logró quedarse con el poder y remodeló la constitución.
En el gobierno de Cabral, los partidos de colores se hicieron dueños del escenario
político siendo estos: Rojo y Azul, siendo el rojo al mando de Buenaventura Báez, y
el partido más poderoso quien gobernó por seis años.
Luego durante los años siguientes hubo una sucesión de gobiernos hasta 1887,
cuando comienza la dictadura de Lilís que duró hasta 1899.
Hay momentos en la historia de los pueblos en que un objetivo es tan importante
que la sociedad se organiza. Eso ocurrió con la guerra restauradora para el pueblo
dominicano. Con la salida de las tropas españolas en 1865, se período de nuestra
historia conocido como la Segunda Republica. El resurgimiento de la figura política
de Báez marcó la conformación del partido baecista o Rojo, cuyo sello sería su
declarado anexionismo. La herencia liberal y lista, que salió fortalecida de la
Restauración, conformo el bando opositor: el partido Azul.
Consecuencias económicas
La guerra restauradora significó la ruina total de nuestra economía. Se produjo un
estado de miseria general que se prolongaría por varios años. Los campesinos habían
dejado sus tierras para ir a luchar y, por lo tanto, la producción a nivel general se
había reducido al mero autoconsumo. La producción ganadera, que ya se encontraba
en descenso antes de la guerra, se vio mermada considerablemente debido a que el
ganado fue utilizado, masivamente, tanto como alimento como para el transporte de
las tropas.
En el Cibao, región que los españoles no pudieron dominar, fue la única del país
donde se mantuvo la producción. El tabaco fue uno de los pocos productos que
continuaron exportándose.
La guerra contribuyó a acentuar el debilitamiento político y económico de los
sectores hateros y cortadores de maderas. Esto impulsó el ascenso de las pequeñas
burguesías que ganaron preponderancia llenando el vacío político que se produjo una
vez finalizada la Guerra de Restauración. Las pequeñas burguesías nacionalistas
entrarían en lucha contra los sectores conservadores tradicionales.

Consecuencias políticas
Una de las principales consecuencias de la guerra restauradora fue el estado de
fragmentación política en el que sumió al país. La guerra de guerrillas incentivó el
surgimiento de liderazgos aislados unos de otros, acentuados por la falta de
comunicación entre las diferentes regiones y la amplitud político-social del
movimiento que envolvió a todo el pueblo dominicano. Además, se produjo una
indiscriminada conce¬sión de rangos militares que dejó al país plagado de generales.

Una vez finalizada la guerra, el consenso alcanzado en relación al rechazo a la anexión


quedó roto y las viejas diferencias salieron a flote. Los sucesivos golpes de estado
contra José Antonio Salcedo y Gaspar Polanco son muestras tempranas del
surgimiento de las desavenencias entre los restauradores.

Caudillismo y regionalismo político


Como la guerra restauradora provocó la fragmentación política que permitió la
multiplicación de los caudillos regionales, éstos empezaron, en una primera etapa, a
luchar entre sí por el control de sus regiones. Más adelante, lucharían los de una
región contra otra por el control del país. Las luchas fueron monopolizadas por el
Cibao y el Sur. La inexistencia de carreteras hacía que ambas regiones permanecieran
incomunicadas entre sí y que tuvieran una gran autonomía política y económica.
Ambas regiones tenían grandes diferencias en sus actividades económicas.

El Sur había sido, fundamentalmente, el asentamiento del hato ganadero.


El Cibao se caracterizaría por tener una producción agrícola más diversificada. El
Cibao tenía su estructura económica basada en la pequeña producción agrícola
dirigida hacia el mercado, destacándose la producción de tabaco.

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