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Escenarios Des Colonizadores Marcelo Sarzuri Lima Coord PDF
Escenarios Des Colonizadores Marcelo Sarzuri Lima Coord PDF
Marcelo Sarzuri-Lima
Claudia Chávez
Sol Chávez
Luis Claros Terán
Erika Loritz
Raúl Prada
Luis Vargas Mallea
(des)colonizadores
Autores
Marcelo Sarzuri-Lima
Claudia Chávez
Sol Chávez
Luis Claros Terán
Erika Loritz
Raúl Prada
Luis Vargas Mallea
© IIICAB/2012
Edición
Instituto Internacional de Integración Convenio Andrés Bello
Dr. David Mora
Director Ejecutivo y Asesor Académico
Corrección
Silvya De Alarcón/IIICAB
Diseño y Diagramación
Javier Quispe y Marcelo Sarzuri-Lima / IIICAB
DL: 4-1-1720-12
ISBN: 978-99954-817-7-3
Su reproducción con fines educativos requiere citar fuente, el nombre del autor y al III-CAB.
Índice
Presentación...............................................................................................................7
Escenarios (des)colonizadores
Marcelo Sarzuri-Lima................................................................................................11
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descolonizador, abierto entre los años 2000 y 2003 e impulsado por la
insurgencia de los pueblos indígenas. Los trabajos de Raúl Prada y Luis
Vargas nos permiten mostrar el componente histórico del cual es producto
el “proceso de transformación” que estamos viviendo; no desde la linealidad
histórica que la modernidad capitalista suele utilizar para explicar el presente;
sino desde una historicidad que muestra cómo el pasado, como rescoldo,
enciende y destella en el presente; desde una historicidad que devuelve a
los individuos comunes su potencial de transformación política y social, la
misma que la historia oficial suele olvidar.
Los siguientes dos trabajos, realizados por Erika Loritz y Sol Chavez,
tienen en común abordar el tema económico. Ambos trabajos parten de una
crítica al desarrollismo de la modernidad capitalista y hacen énfasis en la
necesidad del pluralismo económico. Lo interesante de ambos trabajos radica
en las conclusiones que se plantean: la primera, centrada en la propuesta de
Franz Hinkelammert, muestra la necesidad de generar una “economía para la
vida”; y la segunda, desde una posición marxista (influenciada por el trabajo
de Bolívar Echevarría), muestra que debemos construir una modernidad no
colonial y una concepción de desarrollo descolonizado donde la propuesta
de un socialismo comunitario podría ser una respuesta a este gran desafío.
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cabeza de Felipe Quispe “El Mallku”; más allá de mostrar cuál de las dos
publicaciones se acerca a “la verdad” y es más objetiva (que según el autor
sería un búsqueda sin sentido), concluye que la insurgencia debe ser vista
como un “acontecimiento [que] se rebela no sólo contra el orden institucional,
sino también contra el orden cognitivo”. Este libro cierra con el trabajo Vivir
de fantasías, una mirada postcolonial a la migración. Más que ser un trabajo de
cierre y que plantee conclusiones es un análisis sobre una temática que en el
país no logra salir de un positivismo acrítico. La necesidad de generar nuevas
miradas sobre la migración internacional se centra en que los migrantes
son los explotados del nuevo milenio y que la investigación sociológica no
ha logrado mostrar algunos elementos que creemos son importantes para
explicar estos movimientos poblacionales.
Estamos conscientes que son muchos más los elementos que se deben
abordar al momento de hablar de la (des)colonización. Sin dar elementos y
fórmulas acabadas sobre el “deber ser” de las cosas, esta publicación se ha
constituido en una oportunidad para reflexionar sobre el camino andado y el
que queremos andar y que invita a la misma acción en el lector. Más que un
reto se convierte en una obligación, en un tiempo en el que nadie sabe qué
hacer, pero que nos invita a actuar de inmediato.
Marcelo Sarzuri-Lima
Investigador IIICAB
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Escenarios (des)colonizadores
Escenarios (des)
colonizadores
Marcelo Sarzuri-Lima
Introducción
No podríamos sumergirnos en la problemática de la
descolonización sin mostrar una serie de elementos
que permitan entender sus implicaciones;
las siguientes páginas exponen los diferentes
márgenes, espacios, escenarios y fenómenos de la
colonización, teniendo como preocupación plantear
la lucha por generar prácticas descolonizadoras sin
caer en un culturalismo funcional al capitalismo y
la modernidad instrumental.
Marcelo Sarzuri-Lima
Tiene formación en
sociología y estadística,
Hablar sobre la colonización es sumergirse en un
desde 2010 es investigador mundo de innumerables dimensiones. Se apodera
del Área de Interculturalidad de todos los espacios donde existen relaciones
y descolonización en el
IIICAB. Es autor de Educar
humanas para jerarquizarlas de acuerdo a un
al Otro. Los dilemas de modo de ver el mundo: el colonialismo jerarquiza
la educación intercultural la deshumanización de occidente, encasilla a
en los países CAB (2011)
todos dentro de los pequeños espacios de una
y colabora regularmente
con ensayos y artículos en modernidad basada en una razón instrumental.
distintas publicaciones sobre Por ello, se hace pertinente mostrar los escenarios
temas en interculturalidad, donde se desarrollan sus efectos, mostrando sus
descolonización, educación,
cultura y política. especificidades y tecnologías de dominación,
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Marcelo Sarzuri-Lima
1 Esta problemática es ampliamente abordada en el libro Educar al otro. Los dilemas de la educación
intercultural en los países CAB (Sarzuri-Lima, 2011a).
2 El grupo Modernidad/colonialidad surge como un programa de investigación que tiene como
fuentes de pensamiento la Teología de Liberación, los debates sobre la filosofía y la ciencia
social latinoamericana autónoma, la teoría de dependencia, los debates latinoamericanos sobre la
modernidad y postmodernidad, y los aportes del grupo latinoamericano de estudios subalternos.
Su reflexión gira en torno a la realidad cultural y política de Latinoamérica, haciendo énfasis
en el conocimiento subalterrnizado de los grupos explotados y oprimidos. En pocas palabras,
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Escenarios (des)colonizadores
la colonialidad del poder3. Creemos que, si bien existen estos tres principales
escenarios donde se mueve la colonización, ella sostiene su estructura sobre
el tema del poder. La cuestión del poder en las sociedades latinoamericanas
no puede ser un elemento extrahistórico, no podemos entenderla como el
simple acuerdo de individuos que delegan poder a una autoridad o el control
de uno de los ámbitos de existencia social por un grupo de personas “capaces
de guiar” a la población, como es la creencia de la modernidad.
Las determinaciones entre elementos heterogéneos no son ni pueden
ser unilineales ni unidireccionales, la imposición de un grupo sobre otro es una
historia de dominación y resistencia: “es siempre una historia de necesidades,
pero igualmente de intenciones, de deseos, de conocimiento o ignorancias,
de opciones y preferencias, de decisiones certeras o erróneas, de victorias y
derrotas” (Quijano, 2007: 99). Debemos comprender la idea de la colonización
desde la imposición de una lógica deshumanizada del mundo y, por ello, desde
una lógica por el control del poder que sin duda implica luchas, prácticas y
estrategias de resistencia, pero también subalternización y exclusión.
Los sistemas de dominación no funcionan como una maquina o
sistema mecánico de relaciones sociales, su articulación es discontinua,
inconsistente, conflictiva y no sólo recíproca, existen espacios de resistencia
pero también de sumisión. Estos elementos resignifican la idea de totalidad
en la sociedad, no se puede pensar a los Estados-nación latinoamericanos
como “masas” homogéneas y con fuertes articulaciones y determinaciones
únicas de funcionamiento. Dentro de esta perspectiva se dan procesos de
clasificación social. Grosfoguel menciona que las categorías que dan sentido
a la modernidad y sus instituciones se han construido sobre tres ejes: 1)
entre capital y trabajo; 2) entre europeos y no europeos; y 3) entre hombres y
mujeres, donde sin duda los hombres blancos hegemonizaron estos tres ejes
(Grosfoguel, 2008: 168).
Pero no debemos caer en la ingenuidad de creer que dentro de esta forma de
relación social no existen relaciones entre las personas, y que de alguna forma
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Marcelo Sarzuri-Lima
4 Un análisis amplio sobre la problemática del Estado es presentada en el artículo Pensar una ética
para la emancipación (Sarzuri-Lima y Viaña, 2010).
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5 “La etnofagia expresa entonces el proceso global mediante el cual la cultura de la dominación
busca engullir o devorar a las múltiples culturas populares, principalmente en virtud de la fuerza de
gravitación que los patrones “nacionales” ejercen sobre las comunidades étnicas” (Díaz Polanco,
en: Viaña, 2009: 102).
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6 Para Silvia Rivera, la idea importante para entender el colonialismo es entender la relación
interpersonal basada en la idea de que el otro no es gente: la otra persona como no-gente. Pero esta
relación es recíproca, para el indígena el español no es gente, al igual que el español consideraba
a los indígenas animales y carentes de alma: “la visión de lo indio como diferente está llena de
prejuicios, sobre todo vinculados a la disquisición de si los indios tenían alma o no. Esa polémica
es justamente en torno a la condición humana o no de los indios. La condición humana quiere
decir, en este caso, cómo ven los indios a los españoles, la condición humana era la condición
de sajra o ñanka o de todos los seres liminales de lo maligno, el mundo sobrenatural. No son
animales, son seres malignos que tienen algo de humanos pero que eso sirve para engañar a los
humanos…” (Rivera, 2006: 9).
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Marcelo Sarzuri-Lima
7 Era al interior de la Central Obrera Boliviana que los dirigentes mineros (todos ellos poseedores de
capital étnico) “ninguneaban” a los dirigentes campesinos e indígenas y, cuando tenían reuniones,
mandaban a los dirigentes indígenas a comprar cigarrillos mientras los “verdaderos dirigentes”
discutían sobre los problemas de la COB. Genaro Flores (fundador de la Confederación Sindical
Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia): “… tiene una anécdota esclarecedora. Cuando
logró en los años setenta entrar a la Central Obrera Boliviana (COB), don Juan Lechín lo había
enviado a comprar cigarrillos, y él le había respondido: ‘Sí compañero Lechín, se lo voy a comprar
cigarrillos, pero primero me lustra usted mis zapatos’” (Rivera, 2006: 12).
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8 Por ejemplo, que algunos comerciantes de origen aymara hayan logrado un éxito económico en
el mercado capitalista y mantengan ciertas expresiones, prácticas o rituales culturales, muestra la
tolerancia del racismo de la modernidad capitalista, lo que indudablemente es síntoma del carácter
universal del capitalismo y la modernidad.
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los individuos se hallan inscritos y del tipo de autoridad y (con ella) orden
hegemónico a la que están sujetos (Regalsky, 2003: 172).
Es por esta razón que existe una constante y esquizofrénica carrera de los
grupos subalternizados por el “blanqueamiento”. En este país, la única forma
de ser considerado ciudadano o persona es dejar de ser indio, dejar de mirarse
con los propios ojos y mirarse con los ojos del patrón (la constante autonegación
del individuo); pero muchos fracasan en su intento (la frustración como
elemento cotidiano) porque las diferenciaciones sociales, sustentadas
en la jerarquización racial o étnica, tienen delimitaciones simbólicas que
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aumentan la diferenciación social. Pero, más allá del éxito en la carrera por el
blanqueamiento9, estos procesos generan nuevos polos de exclusión, generan
nuevos grupos sociales en la cadena de dominación (Rivera, 2010).
9 Por ejemplo, las Reformas Borbónicas introdujeron una legislación precisa para el blanqueamiento:
para cambiar de color el súbdito debía demostrar su ascenso económico, pero en la actualidad
el éxito económico sólo es una pre-condición para blanquearse: “En cada generación mestiza
parece renovarse el desafío del éxito económico y/o político, como pre-condición para romper
las barreras de segregación cultural que, paradójicamente, han logrado renovarse por las vías más
diversas a lo largo de sucesivas fases o ciclos históricos hasta el presente” (Rivera, 2010: 80).
10 Sin lugar a dudas, el trabajo de Silvia Rivera y su planteamiento de un mestizaje colonial andino
muestran de manera contundente esta problemática en el país: “La superposición de criterios de
estratificación de casta con los de clase llegó a tener tal peso “constitutivo” que aún hoy continúa
estructurando las relaciones y percepciones entre los distintos grupos de la sociedad boliviana. En
el sentido común contemporáneo de la sociedad persiste, por ejemplo, la asociación entre indio y
“clase campesina”; entre cholo y “clase trabajadora”, y entre criollo o “blanco” y “clase señorial o
burguesa”, con las implícitas valoraciones diferenciales que tales categorías asignan a los distintos
tipos de trabajo o no-trabajo” (Rivera, 2000: 68).
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Escenarios (des)colonizadores
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11 De la misma forma se entiende la exigencia de algunos pueblos indígenas para recibir educación
en castellano, Regalsky menciona que uno de los argumentos a favor de la escuela en castellano en
las comunidades indígenas es que los niños que aprenden el castellano podrían ayudar a sus padres
a descifrar la escritura de textos legales y, entender los documentos escritos que se precisa para
demostrar derechos sobre la tierra, o el segundo argumento más utilizado, el de que los indígenas
necesitan saber leer y escribir el castellano para no ser engañados por los comerciantes del pueblo
(Regalsky, 2007: 163). En ambos casos, la castellanización funciona como mecanismo de defensa
de la comunidad indígena ante la explotación y dominación del Estado-nación y el mercado
capitalista.
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discriminaba a los individuos y a los grupos sociales según su
mayor o menor proximidad con los polos fundamentales del
mundo colonial. (Rivera, 2010: 76)
Estas superposiciones se mantienen vigentes en la actualidad, dentro de
la condición colonial las formas de clasificación modernas se permean de las
diferenciaciones coloniales. En Bolivia la educación ha sido vista como una
forma para ascender socialmente por los grupos subalternos (principalmente
mestizos) y ello implicaba blanquearse, perder sus identidades culturales,
costumbres y creencias, y pretender que de esa forma podrían acceder a ser
ciudadanos plenos del Estado-nación boliviano12.
Uno de los pre-supuestos filosóficos con los que se constituyó los Estados
modernos fue la creencia de que la naturaleza humana “todavía” no era
tal, que lo humano sólo existía como una potencia, es decir, como algo a
desarrollar; un potencial inacabado y que difícilmente podía desarrollarse por
sí solo, solamente podía alcanzar su plenitud con la ayuda de la razón, pero
lo más importante, ayudado por quienes portan la razón. Se concebía una
sociedad jerarquizada, la igualdad política de los ciudadanos sucumbía ante
un grupo de “iluminados” capacitados para dirigir a las masas ignorantes
incapaces de construir su propia historia.
Similar creencia es la que contiene la educación en los modernos
Estados-nación: la noción dominante de educación presupone que unos
cuantos son los que saben y que éstos son los encargados de “guiar” a las
mayorías ignorantes al conocimiento. Inherentemente, la educación implica
desigualdad pero, más allá de una supuesta práctica democratizadora del
conocimiento, la educación busca que las mayorías internalicen valores:
“internalización” por parte de los individuos de la legitimidad de la posición
que les fue atribuida en la jerarquía social. Los individuos deben internalizar
el horizonte de expectativas de su grupo social, valores “adecuados” y
“correctos” de conducta: la educación cumple el rol reproductivo del capital.
István Mészáros (2008) muestra que este tipo de abordaje es completamente
elitista, mantiene privilegios de los de “arriba” y “consensua” para que
12 Debemos realizar una diferenciación básica entre aquella educación impartida por el Estado para
poblaciones urbanas y rurales; desde el Código de la Educación Boliviana de 1955 se ha demarcado
esta diferencia y se ha naturalizado con la Reforma Educativa de 1994 (que planteaba el bilingüismo
de una sola vía), pero es diferente el rol de la escuela y la educación al interior de las comunidades
indígenas que han logrado apropiarse de ciertas prácticas e instituciones de la modernidad para
de esa forma poder mantener su cohesión interna y aquella educación como instrumento para el
blanqueamiento cultural. Este fenómeno principalmente se da en la población de estratos bajos en
centros urbanos. Para una análisis sobre este punto, ver: Los caminos de la educación comunitaria:
de la articulación señorial a la lucha jurisdiccional (Sarzuri-Lima, 2011b).
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6. El resurgir de lo indígena
Debemos ser conscientes de por qué el indianismo y el discurso de
lo originario han salido a flote en estos últimos años: no porque ellos
simplemente sean una variante a un modelo hegemónico, sino porque su
vitalidad se funda en su contraposición, en su interpelación y crítica a
la modernidad y al capitalismo. No se trata de una revalorización por
la simple revalorización, sino de cómo ella -los conocimientos locales-
nos permitiría superar la inhumanidad del sistema-mundo capitalista.
Por ello, la reivindicación inicial de la otredad es en principio cultural,
es una reivindicación étnica y por tanto su principal eje es una crítica de
la modernidad (que niega la diferencia o excluye al otro). Más allá de los
delirios por mostrar que la lucha de los pueblos indígenas es milenarista,
sectarista, culturalista o de retorno a un pasado pre-moderno, debemos
entender lo que García Linera plantea:
Detrás de cada discurso étnico o detractor, hay que develar a
la elite económica o política o cultural que busca preservarse
ante renovados asedios de otras fracciones sociales, o bien, la
búsqueda de ascenso de una vanguardia o conglomerado social
representativo de un bloque social anterior relegado, oprimido
o marginado, y que ahora, mediante la construcción discursiva
y práctica de esta nueva identidad, busca o subvertir el viejo
orden o bien presionarlo para lograr una mejor ubicación en él. El
discurso “étnico” es pues el refrendamiento contemporaneizado
de una guerra de poderes económicos, políticos, territoriales,
culturales e imaginativos entre varias facciones y clases sociales.
(García Linera, 1996: 11)
Si las relaciones coloniales se han encargado de inscribir en nuestros
cuerpos mecanismos de dominación, se han encargado de construir sujetos
colonizados, de internalizar y “encantar” esas relaciones donde ya no es
necesaria la violencia, entonces debemos desmontar ello y entender que “la
lucha contra la explotación capitalista no puede desentenderse de la lucha
contra la herencia colonial” (Prada, 2006: 131).
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Escenarios (des)colonizadores
13 Un ejemplo interesante de las diversas formas en que se puede interpretar los relumbramientos
de los recuerdos en los momentos de peligro se puede ver en los diversos análisis realizados
al libro que recoge el testimonio de Rigoberta Menchú (Me llamo Rigoberta Menchú, y así me
nació la conciencia, 1983); por ejemplo, el antropólogo norteamericano David Stoll (1999)
termina afirmando que muchos de los pasajes del libro de Menchú son cuestionables por carecer
de veracidad histórica, para Stoll muchos de los pasajes son “una invención literaria” (Stoll, 1999:
4), ante esto Beverly (2004; 2010) responde que la importancia del testimonio de Menchú no pasa
por saber qué es lo que “realmente” pasó sino quién tiene la autoridad de narrar y sobre qué base:
“Aun suponiendo que Stoll tenga razón, su posición equivale a decir que el subalterno puede, por
supuesto, hablar (para recordar la famosa pregunta de Spivak), pero sólo a través de nosotros, de
nuestra autoridad disciplinaria y supuesta ‘objetividad’ o neutralidad académica, cualidades que
Stoll reconoce para sí mismo” (Beverly, 2010: 36).
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constituyen un presente vivo; el creer que sólo los ganadores hacen la historia
o que somos resultado de las decisiones de caudillos y líderes carismáticos
puede llevarnos a valoraciones erróneas de lo contemporáneo y a una
autoabsolución de ser sujetos capaces de hacer historia. Es una reapropiación
de signos y significados: en este proceso -metonímico y de catacresis- los
significantes pueden perder la riqueza de sus significados, pueden acercarse
o distanciarse de su origen cultural porque es imposible una rememoración
a “imagen y semejanza”, pero su riqueza está en la producción de una nueva
estructura de sentido, donde el pasado se convierte en un recurso, en una
“apuesta” antes que en una certeza.
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Escenarios (des)colonizadores
originario, que quiere decir del lugar, la raigambre, se conecta en
el centro del sistema-mundo a la imaginaria pureza aristocrática
de la nobleza europea, en tanto que en la periferia reivindica
lo alternativo y alternativo a la modernidad, vale decir, a la
monoculturalidad de la llamada civilización occidental. (Prada,
2006: 132)
el señor como el siervo, en una relación colonial, son seres envilecidos. Más
aún, los que “prostituyen” una sociedad (o sea las elites señoriales) por estar
en ellos arraigado el hábito de hacerse “atender al pensamiento” por mujeres,
jóvenes e indios, son seres que se autoengañan en mayor medida porque
viven su “señorialismo” desde su arcaísmo colonial.
Bibliografía
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Escenarios (des)colonizadores
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Qué se entiende por colonialismo, descolonización y colonialidad?
¿Qué se entiende
por colonialismo,
descolonización y
colonialidad?
Raúl Prada
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Raúl Prada
sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial y las consecuencias
irradiantes de las revoluciones orientales, la rusa (1917) y la china (1949),
cuando se construye un discurso descolonizador articulado al discurso
antiimperialista. Uno de los artífices de esta construcción es indudablemente
el intelectual crítico martinico Franz Fanon (1925-1961). Diremos que la teoría
sobre el colonialismo está íntimamente ligada al discurso descolonizador;
podríamos decir que es la voluntad descolonizadora la que ilumina la
problemática del colonialismo y la colonialidad, lo que permite ver de
manera más estructurada las formas de dominación colonial, su subsistencia
y perdurabilidad, dando lugar a la colonialidad en las sociedades llamadas
poscoloniales, es decir, a la herencia colonial en los países independizados.
Sin embargo, a pesar de esta constatación de que el discurso descolonizador
se da con bastante posterioridad al hecho colonial, no podemos de ninguna
manera desentendernos de expresiones y discursos anticoloniales que
aparecieron con anterioridad, primero durante el siglo XVIII y después
durante el XIX en el continente americano, atravesado por las guerras
anticoloniales y por las guerras de independencia. Durante estos dos siglos
se extiende la crisis de los dominios coloniales extraterritoriales británico,
español y portugués. Se trata de discursos anticoloniales heterogéneos y
diferenciados.
Durante el siglo XVIII en los Andes se desata una guerra anticolonial
indígena que cuestiona las mediaciones coloniales de los caciques y el
dominio de las autoridades coloniales, configurándose un proyecto político
cultural de reconstitución que adquiere distintas tonalidades en los distintos
periodos y contextos del conflicto. Durante el siglo XIX se conforma un
nacionalismo criollo articulado al discurso liberal, vinculando los conflictos
locales y regionales a un ideario republicano o patriótico. Se puede decir que
el ámbito de esta formación discursiva política tiene dos umbrales, uno que
corresponde a la guerra anticolonial norteamericana (1775-1783) y otro que
corresponde a la revolución independentista de los esclavos africanos en la
isla La Española (1795), inspirada en la revolución francesa, revolución que
emite la Declaración de los Derechos del Hombre. Pero también se puede
decir que el ámbito de esta formación discursiva política anticolonial se abre
a horizontes que no terminan de desplazarse.
En toda esta historia de la problemática colonial no puede confundirse
las distintas formaciones discursivas y estructuras de pensamiento, no
son las mismas interpretaciones. Las expresiones comunitarias nativas,
ligadas a las estructuras del ayllu, son distintas a las invenciones políticas
de los criollos andinos, usando un título de Marie Danielle Démelas (2003).
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Qué se entiende por colonialismo, descolonización y colonialidad?
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Raúl Prada
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Raúl Prada
Fueron los estudiosos de la obra de Karl Marx los que terminaron por
introducir estos tópicos, frecuentemente en la formación académica, teórica e
investigativa. Ahora bien, retomando la crítica de Gayatri Chakravorty Spivak,
podemos decir que, de todas maneras, Marx no dejó de ser un hombre de su
tiempo y no dejó de pertenecer a la episteme naciente de la modernidad, se
notan condicionamientos epistemológicos de la economía política inglesa, y
por lo tanto también de concepciones liberales sobre el capitalismo. También es
notoria la perspectiva en un horizonte eurocéntrico en expansión3. No se puede
esperar que en aquel tiempo se desarrollase una tesis descolonizadora sobre el
capitalismo, estas tesis vendrán después, los portadores serán intelectuales que
emergen de la experiencia dramática del colonialismo.
El colonialismo moderno, del siglo XVI en adelante, corresponde a la
expansión violenta del capitalismo como acciones sucesivas de conquista,
ocupación de territorios, sometimiento de poblaciones, extracción
desmesurada de recursos naturales, explotación, sometimiento y esclavización
de las poblaciones nativas y africanas. Por esto mismo el colonialismo está
asociado con la expansión universalizadora de la modernidad, aunque
ésta, al implantarse en territorios periféricos del sistema-mundo, sufra
adecuaciones heterogéneas, lo que significa que el colonialismo no es
solamente la dominación de las potencias europeas, ni tampoco solamente
la dominación del capitalismo a escala mundial, sino la dominación de la
civilización occidental de acuerdo a los códigos de la modernidad.
Por lo tanto, la lucha contra el colonialismo implica esta comprensión
múltiple y compleja, y también integral, del fenómeno colonial, lo que a su
vez implica el combate en múltiples niveles contra las formas y engranajes de
dominación colonial. Particularmente interesa la lucha contra la dominación
civilizatoria, eurocéntrica y moderna, lucha múltiple que implica abrirse a
los diferentes proyectos civilizatorios inhibidos con las conquistas y los ciclos
coloniales. En el continente Abya Yala, llamado (por los europeos) América,
implica la interpretación de su presente y su futuro alternativo a partir de su
pasado contenido, bajo la interpretación de las cosmovisiones indígenas. Esta
lucha anticolonial, descolonizadora, es también una lucha antiimperialista y
contra el capitalismo.
La descolonización significa revertir la cristalización en los huesos
de la violencia colonial contra las estructuras, instituciones y formas de
la dominación colonial4. Significa alternativamente la deconstrucción, el
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Qué se entiende por colonialismo, descolonización y colonialidad?
Bibliografía
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Spivak, G. C. (2010). Crítica de la razón poscolonial. Hacia una historia del presente
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La descolonización como producto de la apertura
La descolonización como
producto de la apertura
en la construcción
de nuevos marcos
interpretativos de la
realidad
Luis Vargas Mallea
Introducción
El presente ensayo tiene la finalidad de indagar
Luis Vargas Mallea acerca de las condiciones históricas que hacen
Paceño, educador popular,
licenciado en Ciencias
posible la modificación del habitus como marco de
de la Educación por la interpretación de la realidad. Comprenderemos
Universidad Mayor de esta modificación como un desplazamiento en las
San Andrés, donde ha sido
referencias sociales que sirven para actuar y pensar
docente de Antropología de
la Educación. Trabaja en y, por tanto, pueden interpretarse también como un
el Centro de Promoción de mecanismo de descolonización. La primera parte
Técnicas de Arte y Cultura del ensayo argumenta precisamente esta relación,
en investigación educativa
y formación política con partiendo de los condicionamientos históricos que
organizaciones juveniles. enmarcan o limitan las concepciones y prácticas
49
Luis Vargas Mallea
descolonizadoras de los movimientos insurgentes vinculados con los pueblos
originarios.
De hecho, una vez que el Estado colonial logra “reducir” a los indígenas
a un espacio dividido e inconexo en términos políticos como es la tierra de
la comunidad, las luchas insurgentes se concretizan en la defensa de ese
espacio local, más que en la reconstitución del todo (el Tawantinsuyu). Tal
vez la rebelión de Katari haya sido el punto de torsión histórica que explica
esta situación, puesto que simboliza la última guerra por la recuperación del
todo y, al mismo tiempo, la fundamentación más importante de la autonomía
comunitaria.
Por otro lado, hay que tomar en cuenta que estos ciclos históricos se nos
presentan de manera uniforme, sin cesuras, debido a que los habitus fueron
refuncionalizados con relativa facilidad al estar articulados a estructuras que
se mantuvieron y sobre las que se montaron otras relativamente nuevas en sus
formas -la mayoría discursivas- pero, sobre todo, atávicas en sus contenidos de
fondo: distancia material y simbólica entre indios y blancos. Esas estructuras
y, por tanto, los habitus que les corresponden, no atravesaron nunca por un
proceso de transformación radical (nunca hubo una revolución).
Por ejemplo, el salto que llevó a las clases populares francesas a “matar” a
su rey produjo una ruptura en su habitus y en las estructuras sociales. Además,
53
Luis Vargas Mallea
67
Luis Vargas Mallea
Conclusiones
Después de los intentos de reconstitución del Incario hasta 1780, las
movilizaciones insurgentes de los pueblos indígenas tendrán como objetivo
casi exclusivo la defensa de la tierra comunal y la ampliación y reconocimiento
de derechos (ciudadanización). Los procesos de recolonización o colonialismo
interno, entonces, se fueron enmarcando en las condiciones que creó la
independencia nacional y la constitución del Estado-nación.
70
La descolonización como producto de la apertura
72
El proceso de descolonización y los medios de comunicación en Bolivia
El proceso de
descolonización y los
medios de comunicación
en Bolivia
Claudia Chávez León
En este contexto, el rol que cumplen los medios de difusión masiva (privados y
estatales) es importante porque son creadores de visiones de mundo y sentidos
políticos, e incluso se los ha caracterizado como mediadores entre sociedad y
Estado. Nuestra sociedad siempre fue plurinacional, pero el Estado no, ni los
medios. Entonces, quizá se pueda señalar que descolonizar, en los medios, es
reconocer el carácter plurinacional y conformar una forma de comunicación
que esté inserta en procesos de participación popular en la construcción
de los mensajes. En este marco, este trabajo pretende reflexionar sobre los
problemas que plantea la diversidad cultural no sólo para el desarrollo de la
democracia, sino para la democratización de los medios de difusión masiva.
Se trata de problematizar una noción de democracia homogénea, dominante
y universalista. Este es un tema relevante sobre todo en Bolivia, que es una
sociedad caracterizada por sus condiciones de abigarramiento.
Me parece importante iniciar esta reflexión estableciendo en primer
término qué se entiende por universalismo de la democracia. Al respecto, retomo
las reflexiones que Étienne Balibar realiza al proponer la consideración de
tres universales: “lo universal como realidad, lo universal como ficción y lo
universal como idealidad” (Balibar, 2005: 155), de los cuales retomaré los dos
primeros para desarrollar este trabajo.
Lo universal como realidad hace referencia a “la idea de una
interdependencia efectiva entre los elementos o unidades a partir de las cuales
podemos configurar aquello que llamamos mundo” (Ibíd.: 156), es decir, es la
universalidad que históricamente se configuró a través de diversos procesos,
incluidos los de dominio y conquista, que unificaron “todas la zonas (parties)
del mundo” (Balibar, 2005: 156). Como tal, este universalismo no es nuevo,
más bien “ya quedó a nuestras espaldas” (Ibíd.: 157). Extendiendo estas
reflexiones a la noción de democracia, podemos decir que una idea y una
práctica determinadas de la misma (la democracia como mecanismo electoral
y como existencia de varios partidos), fruto de historias y necesidades
específicas, se presentaron como universales y, en tanto tales, se extendieron
e impusieron, mediante vías pacíficas o violentas, como legítimas en el resto
del mundo.
Lo universal como ficción nos remite a un desarrollo teórico de Hegel,
en el que se trata de resolver la contradicción existente entre universalidad e
individualidad a través de la constitución de una “ideología total” (Balibar,
2005: 166), es decir, de una ideología que “sea capaz de incluir gran cantidad
de identidades y de pertenencias distintas” (Balibar, 2005: 166). Según Balibar,
“las identidades totales son fundamentalmente pluralistas, indisociables de
un reconocimiento, y aún más de una instauración del individuo en tanto
74
El proceso de descolonización y los medios de comunicación en Bolivia
1. Descolonización y medios
Como señalamos anteriormente, este trabajo tiene como objetivo reflexionar
acerca de la importancia de los medios de comunicación en un eventual
desarrollo de un proceso de descolonización en Bolivia. Para esto, tomamos
en cuenta algunos conceptos desarrollados por Ranahit Guha (2002) y Gyan
Prakash (2007). Los instrumentos conceptuales que estos pensadores pueden
ofrecernos para el tema de esta monografía son varios, pero los que nos
interesa desarrollar son los de subalternidad y estatismo, y ver la manera en
que pueden utilizarse para pensar el papel de los medios que, a pesar de su
significación, no encuentran eco en dichos actores, como ser los medios de
prensa escritos, radiales y televisivos.
... las élites, por otra parte, pueden definirse precisamente por
su control de texto y habla (…) Son las que gozan de un acceso
preferencial y activo al discurso público en general y al de los medios
de comunicación en particular (…) gracias al discurso de los
78
El proceso de descolonización y los medios de comunicación en Bolivia
medios de comunicación son también los grupos que potencialmente
ejercen una mayor influencia sobre la opinión pública, los modelos y
las ideologías. (Van Dijk, 1995: 234-235)
79
Claudia Chávez León
... a nivel local y en la realidad práctica el rol de los medios de
comunicación es menos positivo; con frecuencia se ha documentado
que algunos medios de comunicación exacerban por lo menos
el etnicismo y el racismo, del mismo modo que lo hacen las élites
políticas y sociales que los controlan o a los que tienen un acceso
preferente. (Van Dijk, 1995: 227)
80
El proceso de descolonización y los medios de comunicación en Bolivia
1 La confiabilidad que la ciudadanía les otorga es bastante baja, apenas un 4,4%, a gran distancia de
la iglesia católica, que tiene el 35, 2% (Torrico, 2005: 179).
82
El proceso de descolonización y los medios de comunicación en Bolivia
83
Claudia Chávez León
84
El proceso de descolonización y los medios de comunicación en Bolivia
5 Según Fabiola Escárzaga, la autonegación étnica es una de las manifestaciones del racismo
imperante. Ver Escárzaga (2009).
85
Claudia Chávez León
mucho a que estemos los jóvenes con hambre de política, estamos
al tanto de qué va a pasar.6
El papel que desempeñó Radio Wayna Tambo, junto con otros medios, en
la movilización de 2003, cuando los integrantes de la emisora transmitieron
(en la medida de sus posibilidades) los acontecimientos en la ciudad de El
Alto, ha marcado profundamente el posicionamiento político de Wayna
Tambo, que asumió un compromiso con el proceso de cambio que vive el
país. El periodista y abogado Andrés Gómez afirma que durante la Guerra
del Gas la gran prensa, defensora del sistema político-económico vigente,
fue derrotada por los sectores “asistémicos” y por un grupo de medios de
comunicación microempresariales y populares:
Todos estos medios comparten en común la concepción
del periodismo como un método de interpretación y de
transformación social, antes que de mero reflector de la
realidad, aunque, según otras visiones, son medios altamente
ideologizados en la construcción de la información. En estas
mismas circunstancias, recuperaron fuerza comunicacional
estaciones de radio públicas, populares o alternativas como
Erbol, Pachamama, Huayna Tambo, Qhana y San Gabriel.
(Gómez Vela, 2006: 189)
6 Entrevista realizada por Marxa Chávez a Abraham Bohorquez, integrante del grupo de Hip Hop
“Ukamau y ké”, conductor del programa “El Rincón Callejero” y operador de Radio Wayna
Tambo, fallecido en mayo de 2009 en un accidente de tránsito.
86
El proceso de descolonización y los medios de comunicación en Bolivia
un equilibrio entre las dos cosas, porque hace un tiempo atrás
los jóvenes no querían saber del aymara, del poncho, del lluch’u
y hoy está cambiando totalmente el panorama, hemos apostado
a hacer unas bases de Hip Hop con música autóctona de las
comunidades originarias. (Entrevista a Abraham Bohorquez)
Las personas encargadas de conducir los programas no necesariamente
deben poseer títulos académicos, de hecho sólo recientemente la presencia
del Colectivo Indymedia7, que cuenta con una presencia mayoritaria de
universitarios de la UMSA, y del Colectivo Samka Sawuri8, ha dado cierta
prestancia académica a la emisora. Sin embargo, esto no es un hecho
trascendente, ya que estos colectivos fueron aceptados no por su cualificación
escolar, sino porque contaban con los contactos que la emisora necesitaba
para fortalecer su área informativa y de género.
No deja de ser interesante esa especie de unión mutualista que existe entre
Wayna Tambo y otros colectivos, pues ambos sobreviven en base al trabajo
voluntario y a la entrega ad honorem de sus integrantes, que recurren a las
donaciones para adquirir el equipo indispensable, y que más allá de eso
están librados a las circunstancias que los golpean o que en ocasiones están
a su favor. Lo mismo podemos decir de artistas paceños que han hallado en
Wayna Tambo un cobijo que no brinda ninguna emisora de la ciudad de La
Paz. Esta radio parece haberse convertido en un eje de confluencia de sectores
que se hallan marginados y que, en su unión, tratan de reforzarse unos a
otros para no caer, y es posiblemente un nuevo tipo de alianza que estaría
señalando el camino para la conformación de redes informales que hagan
frente a las cadenas informativas más poderosas del país.
En este contexto, podemos decir que tener su propio periódico, su propio
teatro, su propia universidad y también su propia radio, son las señales del
surgimiento de un nuevo público que demanda instituciones y organismos
que llenen las necesidades culturales de una población que está pensándose
independientemente de La Paz. Entre los variados públicos existentes se halla
el de los jóvenes, y entre ellos el de un cada vez más creciente grupo de quienes
gustan simultáneamente del rock, los boleros, las cuecas y la literatura.
7 Indymedia es una red internacional de noticias que pretende presentarse como una alternativa
al predominio de redes como CNN. Bolivia se une después de 2003 a través de un grupo de
jóvenes voluntarios que tiene como objetivo el dar cabida a los movimientos sociales y los sectores
populares en la radiodifusión nacional.
8
Samka Sawuri (Tejiendo Sueños) es una agrupación de mujeres que dirige el programa “El Juego
de las Manzanas”.
87
Claudia Chávez León
Bibliografía
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Van Dijk, T. A. (1995). Racismo y análisis crítico de los medios. Barcelona: Paidós.
89
Descolonizando la economía: hacia la construcción de una economía plural
Descolonizando la
economía: hacia la
construcción de una
economía plural
Erika Loritz
Introducción
El presente trabajo se plantea debatir las
potencialidades y obstáculos que encuentra
el contexto actual boliviano para transitar un
cambio de modelo de desarrollo a partir de la
consolidación de una economía plural. En esta
tarea, se analiza los aspectos jurídicos, políticos
Erika Loritz y culturales que posibilitan este proceso de
Economista de nacionalidad
argentina, reside en La Paz descolonización de la economía. El cambio es
(Bolivia) acompañando el analizado como un cambio civilizatorio desde una
proceso político boliviano. perspectiva de transformación paulatina más que
Crítica del desarrollismo
extractivista su trabajo se a partir de una revolución. Ante la evidencia de la
centra en construir una coexistencia en el territorio nacional de diferentes
economía para la vida. organizaciones económicas y de matrices culturales
que las sustentan, la apuesta por una economía
plural se entiende como el fortalecimiento de estas
economías diversas. En este aspecto, se analiza el
rol del Estado y la sociedad en la consolidación de
una economía plural.
91
Erika Loritz
1. La economía plural como conquista social
La Asamblea Constituyente y la consecuente promulgación de la Constitución
Política del Estado (CPE) significaron un paso fundamental en el camino
hacia una descolonización y refundación del Estado y la sociedad en Bolivia.
Las potencialidades que este nuevo texto constitucional tiene son muchas
y, diversos son los análisis que se hicieron al respecto. Básicamente, la CPE
constitucionaliza realidades sociales, políticas, culturales, económicas y
jurídicas otras, con una matriz civilizatoria otra, diferente y preexistente a la
occidental moderna. Estas realidades siempre estuvieron presentes en el país
pero habían sido sistemáticamente marginadas o negadas por el colonialismo
imperante en estos 500 años.
Concentrándonos en el aspecto económico, la CPE define nuevas maneras
de entender y desarrollar la economía nacional. Según la CPE, “Bolivia
se constituye en un Estado de derecho Plurinacional Comunitario, con
pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico” (Art. 1), “El
modelo económico es plural y está constituido por la organización económica
comunitaria, estatal, privada y social cooperativa” (Art. 307). En este sentido,
vemos que la CPE visibiliza la diversidad económica existente en el país.
Como lo señala el Vicepresidente:
La economía boliviana es una diversidad compleja de actividades
económicas modernas, premodernas, no modernas, mercantiles,
semimercantiles y comunitarias. En este complicado sistema de
actividades está el 70% de la fuerza laboral urbana y por lo menos
el 90% de la fuerza laboral rural... (García Linera, 2009: 10)
Siguiendo con la CPE, el artículo 312 sentencia que “Todas las formas de
organización económica gozarán de igualdad jurídica ante la ley.” La igualdad
jurídica de las diferentes formas económicas del país es una conquista social
(entre tantas otras) que se abre gracias al ciclo de luchas iniciado en 2000 y
que se consolida en la Asamblea Constituyente, la elección de Evo Morales
como presidente y la promulgación de la CPE. Estamos hablando de poner
en evidencia una realidad básica de la sociedad boliviana: la mayoría de la
gente basa su economía en un conjunto de actividades que no se pueden
definir como relaciones modernas capitalistas ni bajo la lógica del mercado
en sentido estricto.
Históricamente, el Estado boliviano impuso un modelo económico
copiado de patrones y modelos occidentales. Los modelos económicos
exportados crearon un país pobre e injusto, negando sistemáticamente la
matriz cultural indígena que desarrolló y desarrolla otro tipo de economía
92
Descolonizando la economía: hacia la construcción de una economía plural
desde hace muchos siglos en todo el territorio. Es así que se priorizó los índices
de ganancia, el crecimiento económico, el progreso, el rédito individual, más
que los principios de reciprocidad, armonía con la naturaleza, la alimentación
diaria, el Vivir Bien de toda la población.
En este momento político en que el mito del progreso moderno se
cuestiona, Raúl Prada (2010a) resalta la potencialidad de la CPE como una
herramienta que fortalece otras maneras de entender y practicar la economía,
otras racionalidades y valores económicos:
La constitucionalización de la economía plural se abre al
reconocimiento de la pluralidad de formas de organizaciones
económicas... con lo que se rompe la pretensión insostenible de
una absoluta omnipresencia lineal del desarrollo y la revolución
industrial, quebrando también la pretensión universal de
la modernidad, abriéndose más bien a una heterogeneidad
civilizatoria y cultural.... proponiendo composiciones y
combinaciones singulares entre revolución tecnológica,
recuperación de tecnologías tradicionales, reconstitución de la
economía comunitaria, desenvolvimiento de emprendimientos
sociales… (Prada, 2010a)
93
Erika Loritz
capitalismo y a la modernidad, que integra utopías y proyectos
sociales en armonía con la naturaleza y la comunidad,
articulando formas de consumo, de comportamiento y de
conductas no degradantes, asumiendo formas de espiritualidad
que responden a una relación ética con la vida... (Prada, 2010b)
Bolivia tiene una población originaria mayoritaria como pocos otros países
en el mundo. Es a partir de este sustrato indígena-comunitario aún presente
en Bolivia que se puede dar una respuesta a la crisis del sistema capitalista
actual. El proceso requiere que la sociedad boliviana en su conjunto (indígenas
y no indígenas) desaprenda ciertas lógicas que no le son propias y fortalezca
otras olvidadas, negadas. Este proceso de desaprender y volver a aprender es
entendido como descolonización. Para poder poner en práctica un proceso de
cambio, es necesario andar el camino de una profunda descolonización del
ser, del pensar y del actuar.
94
Descolonizando la economía: hacia la construcción de una economía plural
95
Erika Loritz
97
Erika Loritz
1 Acuerdo de los Pueblos, Tiquipaya, abril 2010: “Frente a un modelo civilizatorio capitalista y
patriarcal que pone en el centro la ganancia privada por encima de cualquier cosa, impulsamos
una civilización naciente en la que el centro sea la vida en todas sus formas. La crisis climática
es el fruto de la civilización de la ganancia y de la depredación de la naturaleza. Sus verdaderas
y profundas soluciones están en promover la civilización de la vida y no en el mercado. Muchos
gobiernos siguen pensando que sólo se puede detener la crisis climática si hay ganancias con
ello, en consecuencia, promueven “soluciones de mercado”, que son sólo negocios para tratar de
solucionar lo que han provocado con sus mismos negocios depredadores. Nosotros, como parte
del pueblo que aspiramos a movilizar, no tenemos negocios que hacer con el clima, buscamos
cambiar el sistema como única forma de superar la crisis climática y seguir viviendo bajo el cobijo
de nuestra Pacha Mama, durante las próximas generaciones.”
104
Descolonizando la economía: hacia la construcción de una economía plural
En otros casos, hay varias razones para evitar cierto tipo de proyectos
extractivistas, ya que el saldo negativo a nivel económico, humano y
ambiental es mayor que los beneficios. La deforestación de zonas vírgenes
de la Amazonía para la producción de monocultivos de coca o soja es un
negocio a pérdida en todo sentido. Lo que el país y el mundo pierden con la
deforestación de las selvas vírgenes no se puede contrarrestar para nada con
las ganancias que generan los cultivos. En el cálculo, las ganancias se reducen
considerablemente si incorporamos el daño socioambiental que se produce a
largo plazo. A través de la historia se pudo comprobar que muchos proyectos
extractivistas no aportaron demasiado al crecimiento del país, ya que
perpetuaron la tradicional matriz extractivista dependiente, comprometieron
demasiados recursos naturales, desestructuraron las comunidades originarias
y no aportaron al desarrollo local. En estos casos, el dilema desarrollo versus
conservación se torna un falso dilema.
106
Descolonizando la economía: hacia la construcción de una economía plural
territorio. Aproximadamente, 20.000 especies de plantas y más
de 2.600 especies de vertebrados residen en un país que incluye
desiertos, bosques húmedos tropicales, valles secos y húmedos,
bosques caducifolios, sabanas, lagos y ríos.
Asimismo, en el territorio nacional habitan 34 pueblos e idiomas,
con cultura y conocimientos sobre el manejo y convivencia en
equilibrio con sus ecosistemas, que les proveen el soporte de
vida, alimentos, materiales para la construcción de sus vivienda,
tejidos y medicinas. (PND, 2007)
En este sentido, es necesario que la sociedad y sus gobernantes entiendan
que la riqueza del país no está meramente en sus minerales y su gas. El
hecho de que tradicionalmente los gobiernos planteen la explotación de los
recursos no renovables como la única opción para salir de la pobreza (y que
nunca lo logren) no significa que la sociedad no pueda plantear alternativas
económicas más creativas y sustentables. A través de la revalorización de las
prácticas ancestrales combinadas con los nuevos descubrimientos científicos
se puede dar respuestas para generar opciones a la depredación ambiental y
a la pérdida de la identidad cultural.
Como sabemos, toda actividad humana genera contaminación. Sin
embargo, existen algunas actividades que son más dañinas que otras.
El plan económico del gobierno prioriza como sectores estratégicos la
extracción, industrialización y comercialización de los recursos de la minería
e hidrocarburos. Estos sectores estratégicos son altamente perjudiciales para
el medio ambiente, en especial la minería. La minería es la causante de los
problemas más graves de contaminación de aguas, suelos y aire en el país (río
Pilcomayo, río Beni, Cuenca del Poopó). La empresa minera San Cristóbal
arriesga secar todos los bofedales y lagunas altoandinas (Lagunas de Colores,
Nor Lipez), base de la subsistencia de centenares de familias.
Los habitantes cercanos a minas en Oruro y Potosí tienen una esperanza
de vida mucho menor que en otras zonas del país. El lago menor del Titicaca
está siendo sistemáticamente contaminado por las aguas residuales de la
minería en Viacha y de las fábricas de El Alto, matando todo tipo de vida en la
zona de Bahía de Cohana. Seguidamente, las exploraciones de hidrocarburos
en zonas protegidas (Parque nacional Madidi, TCO, Mosetén) ponen en
riesgo una biodiversidad única en el mundo. Además están los proyectos de
construir megarepresas y corredores bioceánicos poniendo en riesgo extensos
ecosistemas de la Amazonía.
Como contraparte de este argumento vemos que, con la nacionalización
de los hidrocarburos, el gobierno está aplicando planes sociales para erradicar
107
Erika Loritz
la pobreza extrema del país: bonos Juancito Pinto, Dignidad, Juana Azurduy,
pensiones, seguros médicos, etc. Asimismo avanzan las obras de servicios
básicos. En este sentido, se hace evidente que el dinero recaudado se utiliza
para el bien común. El gobierno avanza con sus proyectos extractivistas para
así aumentar las reservas nacionales y realizar obras y ampliar la cobertura
social. Por primera vez en la historia de Bolivia las rentas fiscales, el IDH, está
sirviendo para mejorar la calidad de vida de la gran mayoría de la población.
Sin embargo, es importante que este proceso de redistribución de la riqueza
no se haga en detrimento del medio ambiente y de los pueblos originarios.
En este sentido, es importante poder conciliar los derechos de la población en
general con los derechos de la Madre Tierra y de los pueblos indígenas.
Ante las evidentes contradicciones entre el discurso “pachamámico” y las
políticas desarrollistas del gobierno, se plantean grandes desafíos venideros.
La apuesta por dejar de depender de los hidrocarburos y la minería y frenar
todas las explotaciones en el corto plazo no es una solución viable por varias
razones. Sin embargo, el Estado no puede “hacer oídos sordos” al clamor
de su pueblo y de su tierra que le exige que se construya nuevos patrones
de desarrollo. La apuesta actual debe ser por comenzar de una buena vez
a transitar hacia otras formas de desarrollo más sustentables, regionales, en
armonía con la naturaleza y con los pueblos que habitan el territorio nacional.
En este sentido, apostar en serio por la consolidación de una economía plural
implica ya una paulatina transición hacia nuevas formas de desarrollo.
Para lograr esta transición es necesario convocar a toda la sociedad para
buscar respuestas. Estas respuestas están relacionadas con alternativas de
desarrollo local sustentable en base al manejo sostenible de los suelos, bosques,
aguas, biodiversidad, atractivos turísticos, etc. A partir de estas alternativas
que surgen de las mismas organizaciones económicas del país, el Estado
recoge las más viables y les da apoyo económico y técnico. Con la puesta
en marcha de estos proyectos locales paralelos a la explotación tradicional
de materias primas se va logrando la diversificación de la economía. Si
estos proyectos logran ser exitosos y se reproducen por todo el territorio, es
posible que de aquí a un tiempo se vaya logrando el abandono de la matriz
productiva extractivista-industrialista minera-hidrocarburífera.
En este esfuerzo, el gobierno no está solo. Apelando a la participación
ciudadana, al debate público sobre un nuevo modelo de desarrollo, al rescate
y despliegue de prácticas ancestrales respetuosas del medio ambiente, al
desarrollo de tecnologías limpias y, por sobre todo, apelando a la creatividad
y voluntad de cambio, se podría ir construyendo este horizonte civilizatorio
comunitario más plural, sustentable e inclusivo.
108
Descolonizando la economía: hacia la construcción de una economía plural
A modo de conclusión
En el tema de modelos de desarrollo abundan las críticas y no así las
propuestas. La construcción de una economía plural implica un esfuerzo de
toda la sociedad, las respuestas no son evidentes ni existen recetas mágicas.
Para un país pobre, con demandas sociales básicas no atendidas y con poca
independencia económica, no es fácil comenzar a transitar hacia el cambio.
Pero, como lo analizábamos anteriormente, Bolivia tiene ciertas ventajas para
poder plantearse esta transformación. La existencia de otra matriz cultural
diferente a la moderna, la coexistencia de sistemas económicos diversos
en el territorio, la poca penetración del capital industrial concentrado son
elementos positivos en este aspecto.
aceptar que ciertos grados de incertidumbre son necesarios para permitir una
transformación. La incertidumbre no debería ser vista como una fatalidad
que surge sólo en momentos de crisis, sino también como un elemento de
apertura al cambio. Además de ciertos lineamientos básicos comprendidos en
la CPE, el modelo económico debería estar básicamente atento a lo que pasa
en el día a día de los/las bolivianos/as y aportar soluciones prácticas para
mejorar la calidad de vida de la población.
Es el momento de debatir cómo logramos “Vivir Bien” sin necesidad de
expandir las lógicas capitalistas, cómo logramos desarrollarnos sin dañar
la naturaleza, cómo incorporamos la matriz civilizatoria indígena en las
políticas públicas, cómo construimos una economía plural bajo un modelo
de desarrollo alternativo al capitalismo, un modelo sustentable, ecológico,
intercultural, comunitario, plurinacional, inclusivo. Hablamos de un cambio
civilizatorio, de la descolonización del Estado y la economía, y esto implica
construir un Estado verdaderamente plurinacional, fortaleciendo otras
lógicas societales no modernas.
Ante esta tarea histórica, es necesario reavivar el espíritu constituyente en
la sociedad. La meta es ahora poner en práctica, en leyes, en políticas públicas,
los principios fundamentales de la CPE. La Asamblea Constituyente se
concentró en debatir los principios básicos del nuevo Estado Plurinacional, es
importante ahora volver a lanzar un gran debate nacional para discutir formas
concretas de viabilizar este nuevo Estado, y este debate debe propiciarse
en diferentes ámbitos: movimientos sociales, juntas vecinales, colegios,
universidades, pueblos indígenas, municipios, medios de comunicación, etc.
La tarea de comenzar a transitar hacia un nuevo modelo de desarrollo
implica mayor voluntad política para realizarlo, e implica también mayor
compromiso de toda la sociedad en querer recorrer este camino. Este
compromiso debe traducirse en un cambio del sistema de necesidades, en
una descolonización del consumo. Este cambio implica también mayor
inversión en el desarrollo sustentable, en la agricultura orgánica, las fuentes
limpias de energía, de desarrollo, etc., Bolivia requiere un nuevo paradigma
de desarrollo y para ello es necesario contar con el esfuerzo consensuado de
todos los actores sociales.
Es importante que los pueblos indígenas, las ONGs, los movimientos
sociales, los líderes campesinos, promuevan proyectos económicos sustentables
y que el Estado les dé apoyo. Es necesario promover la investigación y
movilizar a la gente en búsqueda de respuestas, de alternativas al desarrollo
depredador imperante. Para ello, es necesario fomentar un verdadero debate
114
Descolonizando la economía: hacia la construcción de una economía plural
Bibliografía
García Linera, A. (2010). “Del Estado aparente al Estado integral”. En:
Discursos y Ponencias. La Paz: Vicepresidencia del Estado Plurinacional de
Bolivia.
Hinkelammert, F. (2005). Hacia una economía para la vida. Costa Rica: DEI.
115
Erika Loritz
Documentos:
116
Reflexiones críticas en torno a la polémica entre economía y descolonización
Reflexiones críticas
en torno a la polémica
entre economía y
descolonización
Sol Chávez León
Introducción
Los temas de descolonización e interculturalidad
representan, sin duda, un amplio cuestionamiento
y crítica hacia todo aquel esquema que puede
ser condensado como el “sistema-mundo europeo/
Sol Chávez León
Es Economista (UMSA) y
euro-norteamericano capitalista/patriarcal, moderno y
maestrante en Desarrollo colonial” (Grosfoguel, 2006: 17).
Rural y Sostenible (CIDES
- UMSA) Colabora regular- Al tratarse de una temática que abarca tantos y
mente en el Semanario La diversos ámbitos, el presente trabajo se concentrará
Época
en abordar este tema en un sentido esencialmente
económico, es decir, a partir de la problemática
que implica pensar la descolonización e
interculturalidad como un proyecto alternativo al
sistema del capital, cuestión que necesariamente
nos lleva a plantearnos y preguntarnos en qué
medida es posible liberarse de las múltiples formas
117
Sol Chávez León
Así pues:
... el capitalismo global de la actualidad opera una lógica
multicultural que incorpora la diferencia mientras que la
neutraliza y la vacía de su significado efectivo. En éste sentido el
reconocimiento y el respeto a la diversidad cultural se convierte
en un componente central del capitalismo global... (Žižek, en
Viaña, 2009: 18)
122
Reflexiones críticas en torno a la polémica entre economía y descolonización
América Latina no fue una excepción, pues era de consenso general de que
se trataba de una región dependiente, importadora de tecnología y de bienes
de capital, con altas desigualdades de ingreso y que no había logrado dotarse
de un sector secundario. Así, puede verse que desde fines del siglo XIX y
sobre todo en el siglo XX gran parte de la historia económica latinoamericana
se movió alrededor de este paradigma de desarrollo, desde intentos de
industrialización hasta intentos de inserción dentro de la globalización.
126
Reflexiones críticas en torno a la polémica entre economía y descolonización
En este sentido, resulta por demás interesante revisar ésta visión por
cuanto representa una conexión factible entre el concepto sobre lo “comunal
o comunitario” y una noción del socialismo, que rompen en gran medida
con aquella visión eurocentrada y unilineal de la historia derivada de una
de las versiones del marxismo, y que retoman más bien los razonamientos
desarrollados por Marx en los Grundrisse, así como su metodología del
estudio de formas de producción no capitalistas que dan paso a una nueva
interpretación y entendimiento de los mecanismos de las formas comunitarias,
es decir, de los sistemas de producción comunales basados en una organización
de tipo familiar y colectiva, como parte de una posible apertura hacia
una trayectoria comunitaria no capitalista, toda vez que la vigencia de las
relaciones comunitarias pueden significar “una nueva fuerza revolucionaria
para trascender el sistema del capital” (García Linera, 1989: 21).
Conclusiones
El enfoque de la “colonialidad del poder”, cuya revisión realizamos en la
primera parte del presente trabajo, representa, junto al debate postcolonial
y los estudios subalternos, una de las más importantes críticas hacia los
paradigmas de la economía política. En éste marco, la principal crítica a los
paradigmas marxistas de la economía se dirigen básicamente al esquema
clásico de la relación “estructura y superestructura”, el cual, de acuerdo a
ésta visión, al privilegiar las relaciones económicas sobre las otras relaciones
sociales, conduce a un determinismo económico, cuando en realidad la
cuestión económica sólo sería un aspecto más dentro de todas las formas
de dominación del “sistema mundial europeo/moderno, colonial/capitalista,
patriarcal”.
De este modo, de lo que se trataría más bien es de luchar contra el “patrón
de poder colonial” que afecta todas las dimensiones de la existencia social
incluyendo la económica, y que constituye además la “matriz de poder”
(Grosfoguel, 2006: 26) del actual sistema-mundo.
Si bien parte de esta visión es acertada en cuanto a que la supresión de
los aspectos económico-capitalistas no eliminarían, de ningún modo, en
forma automática las demás relaciones de jerarquía y formas de dominación
como las cuestiones raciales, étnicas, sexuales, lingüísticas, epistémicas,
etc., por otro lado debemos considerar que las relaciones económicas del
capital, sobretodo la referente a la lógica de la acumulación capitalista, no
puede ser considerada como las demás relaciones sociales, quizá no en el
sentido de si ésta posee mayor importancia, sino más bien en el sentido de
que no es posible negar el hecho histórico de que el desarrollo capitalista
no sólo se constituyó a través de aspectos culturales como lo racial y lo
étnico, por ejemplo, como componentes fundamentales de la división
internacional del trabajo, sino que éstos aspectos fueron constitutivos de la
acumulación capitalista precisamente porque fueron funcionales a su lógica
de valorización.
Es decir, el capital se sirve de todas éstas otras relaciones de poder para
constituirse a sí mismo ya sea a través de componentes raciales, étnicos, o
de género, de tal modo que tanto los procesos de subsunción real como los
procesos de subsunción formal, mencionados anteriormente, no hacen otra
cosa más que verificar éste hecho. Por ello, puede considerarse que a pesar
de las distintas críticas al carácter instrumental del capitalismo como poder
económico, el mismo no ha podido ser aún rebatido a profundidad sino tan
solo de forma superficial.
128
Reflexiones críticas en torno a la polémica entre economía y descolonización
129
Sol Chávez León
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131
La narrativización como domesticación de la insurgencia
La narrativización como
domesticación de la
insurgencia
Luis Claros Terán
Introducción
Lo que nos propusimos hacer en el presente ensayo
fue analizar las formas concretas en que un mismo
fenómeno de insurgencia es descrito e interpretado.
De hecho, partimos de la idea de que toda
descripción es en sí una interpretación, y no como
se suele pensar, que la interpretación se realiza en
Luis Claros Terán base a una descripción. Lo que analizamos fueron
Licenciado en Filosofía
y en Economía (UMSA). las descripciones-interpretaciones de los sucesos
Magíster en Filosofía de septiembre de 2000, protagonizados por la
y Ciencia Política
Confederación Sindical Única de Trabajadores
(CIDES). Autor del libro
Colonialidad y violencias Campesinos de Bolivia (CSUTCB), que entonces
cognitivas, y de varios tenía como Secretario Ejecutivo a Felipe Quispe,
ensayos en publicaciones conocido como Mallku.
colectivas y revistas
especializadas. Docente de
pregrado y postgrado en
El principal repertorio de movilización de dicha
el área de epistemología, insurgencia fue el bloqueo de carreteras, el cual se
filosofía política, extendió a lo largo del mes de septiembre y produjo
debates postcoloniales,
interculturalidad y filosofía
una situación de desabastecimiento en la ciudad
del lenguaje. de La Paz. El impacto de esta forma de presión
133
Luis Claros Terán
1 Este compromiso era explicitado en la solapa de todas sus publicaciones con la editorial Muela del
Diablo.
134
La narrativización como domesticación de la insurgencia
135
Luis Claros Terán
Ranajit Guha, uno de los fundadores de este grupo de estudio, muestra cómo
la historiografía de las rebeliones campesinas tiende -en sus construcciones
narrativas- a disolver aquello que debía explicar, es decir, tiende a presentar
el acto de la insurgencia campesina como guiada o determinada por algo
exterior a la misma, operando de esta forma una especie de vaciamiento de
la densidad de los motivos de los subalternos (Guha, 2007: 44), produciendo
una suerte de borramiento de los mismos aún cuando lo que se desee sea
verlos claramente.
4 La creencia de que en el mundo habitan significados y que los hombres sólo deben descubrirlos
ha sido duramente criticada a lo largo del siglo XX, desde Martin Heidegger hasta Richard Rorty.
Para un repaso de esta crítica ver: Claros y Ríos, (2009); y Claros y Viaña, (2009).
136
La narrativización como domesticación de la insurgencia
falencia del Estado a ser superada por el mismo Estado. El horizonte estatal
es omnipresente.
Este tipo de discurso encuadra perfectamente en lo que Guha denominó
estatismo, definido como aquella ideología para la cual la vida del Estado
es central para la historia (Guha, 2002: 17). En el estatismo los valores
dominantes del Estado determinan el criterio de lo que es histórico. En el
caso que analizamos, la insurgencia se vuelve algo digno de ser abordado en
la medida en que afecta al devenir estatal y su inteligibilidad depende de los
valores del Estado, por ello, cuando la insurgencia no puede ser subordinada
a los valores estatales, es calificada de irracional, y ese sería precisamente el
caso de los bloqueos de septiembre, por eso: “En lo que concierne a Quispe,
sus acciones… son de tal forma radicales, opuestas tan extremadamente a lo
que conforma un Estado contemporáneo inscrito en el mundo con criterios
normales integradores…” (Pulso, 2000: 7). En este tipo de discursos la
racionalidad es la razón de Estado.
En el subtítulo de otro de los artículos se presenta de manera sencilla la
cadena que conduce de la racionalidad a la irracionalidad; dicho subtítulo es:
“Dialogar, bloquear o morir” (Orduna, 2000b: 14). En este artículo se señala
que lo que complica la salida del conflicto es la justificación de las muertes por
parte del gobierno. La muerte en el conflicto representa el momento más alto
de la violencia, y por tanto significa el punto en que la irracionalidad domina
la escena. El acercamiento al momento de la irracionalidad consiste en el
alejamiento del diálogo, de la solución del conflicto, que para este enfoque
no es otra cosa que la eliminación de las supuestas causas de la insurgencia.
El alejamiento del diálogo esta mediado por la persistencia de los
bloqueos (de una de las formas de la acción insurgente), por tanto, es dicha
persistencia la que nos arroja a la irracionalidad signada por la muerte. Esto es
concordante con la caracterización que se hace de la organización protagonista
de la movilización campesina: “una CSUTCB sedienta de sangre” (Orduna,
2000c: 14). La persistencia de la insurgencia se presenta como la causante de
muertes violentas y conduce al dolor y al descontrol, por ello se dice que el
temor de muchos dirigentes es que “de tanto jalar, se desquicie el resorte
de la espontaneidad, el cabildeo y el asambleísmo desquiciando cualquier
posibilidad de control” (Orduna, 2000b: 14). La insurgencia, cuando sigue
su curso, asume la figura del desquiciamiento, o sea, de una patología. El
resultado es que este discurso patologiza la insurgencia.
La patologización de la insurgencia se ve claramente cuando se asocia la
peligrosidad de la inestabilidad psicológica a la “constante y poco advertida
140
La narrativización como domesticación de la insurgencia
141
Luis Claros Terán
Aquí vemos cómo las tan criticadas ideas de que el devenir de la edad
moderna es el paso de la oscuridad medieval a la luz moderna, del error
a la verdad, del sueño a la vigilia, están vigentes en expresiones como “el
despertar de su verdadera identidad”. El curso que puede y debe seguir
la insurgencia para ser verdadera está ya predestinado por la narrativa de
la emancipación; en este sentido, la insurgencia no hace más que seguir
un curso necesario. Por ello, este tipo de discurso pasa rápidamente de
lo que sería una descripción a recomendaciones sobre el deber ser de la
insurgencia. Este paso se puede apreciar, por ejemplo, cuando se hace la
siguiente afirmación:
144
La narrativización como domesticación de la insurgencia
Si bien los aymaras lograron con sus bloqueos y su cantidad
disolver prácticamente todos los centros del poder estatal…
perfilaron sus reivindicaciones más hacia la construcción de un
“poder indígena” que hacia una convocatoria que incluyera a
los demás sectores en conflicto. En cierta medida esto expresa
simultáneamente la fuerza y debilidad de la movilización
indígena-campesina del occidente que… no encuentra, de
momento, mecanismos para tender puentes y tejer vínculos con
otros sectores del país. (García y Gutierrez, 2000: 6)
Unos meses después se vuelven a manifestar estas ideas pero con mayor
énfasis:
La unidad, hoy, es un desafío. Es algo a construirse… el
abandono y desconocimiento que se produjo entre los distintos
contingentes en lucha fueron sin duda limitaciones del
movimiento que, esta vez, es necesario enmendar… Por tanto,
de lo que se trata es de crear un movimiento, una identidad,
una acción y una mirada también a nivel general, “nacional”,
pues esa es la medida geopolítica de la dominación que se debe
vencer. (Así es, 2000b: 6)
145
Luis Claros Terán
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147
Luis Claros Terán
Pulso (2000). “¿Qué quiere el Mallku?” (Nota editorial). En: Pulso. Año 2. Nº 64.
148
Vivir de fantasías, una mirada postcolonial a la migración
149
Marcelo Sarzuri-Lima
150
Vivir de fantasías, una mirada postcolonial a la migración
250.000, cifra menor a la estimada por otras instituciones, pero que está en
el rango de datos presentados por el INE español en 2008, que estimaba en
242.496 los bolivianos emigrantes. Los datos presentados pueden ser relativos
y variar en gran medida, y se puede afirmar con certeza que en temas de
movilidad humana no puede existir el “dato exacto”, pero estos elementos
nos ayudan a plantear la existencia de un fenómeno migratorio “bastante
intempestivo y caudaloso” (Quispe, 2009: 124) que es necesario re-plantear
más allá del nombre que se le quiera dar1.
1 Por ejemplo, Alfonso Hinojosa (2009) nombra al proceso migratorio de bolivianos a España,
principalmente el generado de 2002 a 2007, como éxodo; por su lado, Juvenal Quispe (2009) lo
denomina estampida boliviana hacia España. En el presente trabajo se hará uso indistintamente de
los dos conceptos mencionados, puesto que ambos se refieren al mismo proceso y mencionan las
mismas características, aunque ambos proponen diferentes causas.
2 El Espacio Schengen (ES) surge de un acuerdo firmado en 1985 entre Alemania, Bélgica, Francia,
Luxemburgo y los Países Bajos. Los principales objetivos del Espacio Schengen son: eliminar
progresivamente los controles en las fronteras comunes (supresión de fronteras) entre estos
países, la seguridad, la inmigración y la libre circulación de personas. Entra en vigencia en 1995
y en la actualidad los países miembros son: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovenia,
España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Lituania,
Luxemburgo, Malta, Noruega, Polonia, Portugal, República Checa, República Eslovaca, Suecia y
Suiza. Si bien se acuerda la supresión de fronteras al interior del espacio Schengen, se despliega
un fuerte control de fronteras externas y, según los movimientos migratorios o cuestiones de
seguridad, hace una distinción entre países extra-comunitarios a los que se les exige visado, y los
que pueden ingresar libremente. Países como Ecuador, Perú y Bolivia se encuentran en la lista
de países a los que se les exige visa. Si un ciudadano extracomunitario desea ingresar al ES debe
solicitar una visa (por turismo, trabajo o estudios) y, si es aceptada, debe contar, además de con el
pasaporte vigente, con un pasaje de ida y vuelta y con una disponibilidad de 63,3 euros por persona
y día, con un mínimo de 570 euros o su equivalente legal en moneda extranjera. En caso de ser
una visa de turismo podrá permanecer en los países que conforman el área Schengen por 3 meses,
una vez finalizado ese período debe salir del ES y sólo puede regresar después de permanecer un
de mínimo tres meses fuera del mismo. (Ministerio del Interior de España. 2010. Disponible en:
http://www.mir.es/SGACAVT/extranje/extschengen/origen.html).
151
Marcelo Sarzuri-Lima
152
Vivir de fantasías, una mirada postcolonial a la migración
En un país como Bolivia, donde casi cuatro de cada diez personas viven
con menos de un dólar al día, es ilusorio pensar que todos los bolivianos
tienen la posibilidad de emigrar a España; un proyecto migratorio de la
naturaleza presentada requiere una fuerte inversión monetaria o -en caso
de no contar con dinero en efectivo– la capacidad de acceder a un crédito
bancario o de terceros, lo cual implica la tenencia de una propiedad y el
acceso a un préstamo mediante una hipoteca.
5 Es necesario dejar claro que la visa del ES sólo posibilita acceder a un permiso de ingreso a la UE,
ya sea en calidad de: turista, trabajador o estudiante; de ninguna manera posibilita o garantiza el
acceso a un permiso de residencia y/o trabajo en España (que posee una normativa específica al
respecto). En todo caso, la mencionada política de la UE funciona como un candado o traba más
en la movilidad poblacional y, como se puede apreciar en los procesos migratorios de Ecuador,
Perú y Bolivia, existe una relación entre la implementación de la política de exigencia de visado
a ciudadanos extra-comunitarios y el cese del proceso migratorio, mostrando la efectividad de la
mencionada política.
154
Vivir de fantasías, una mirada postcolonial a la migración
6 El sur entendido como una metáfora del sufrimiento humano causado por la modernidad capitalista
(Ver: Boaventura de Sousa Santos, 2008)
7 Alfonso Hinojosa et. al. muestra cómo los campesinos tarijeños que emigraron a Argentina
gozan de una gran admiración en sus comunidades de origen, muchos de ellos son nombrados
padrinos y pasantes de fiestas religiosas, porque “Las fiestas son los momentos en los cuales uno es
reconocido por la comunidad, es la ‘puesta en escena’ del migrante, son momentos de ‘mostrarse’
en términos de regreso triunfal [...] (Hinojosa, et. al. 2000: 84).
156
Vivir de fantasías, una mirada postcolonial a la migración
Sobre estos puntos tendríamos que preguntarnos por qué los bolivianos
no volvieron cuando España ingresó en una crisis económica en 2008, crisis
de la cual hasta ahora no puede salir y muchos compatriotas en la “madrastra
patria” perdieron sus empleos, o por qué programas implantados por la
Organización Mundial para las Migraciones (OIM) o el gobierno español9 no
tienen impacto alguno10; escudriñando en el imaginario migratorio podríamos
encontrar algunas respuestas, tal vez existe un “molde de emigrante”
construido en los “espacios transnacionales” que los mismos migrantes en
España tienen que cumplir (volver exitosos económicamente), tal vez los
que se van no pueden mostrarse ante sus semejantes como perdedores y
es el principal limitante que les impide volver, porque, queramos o no, el
prestigio y el capital social es sobrevalorado y a veces enceguece en nuestras
sociedades.
8 Entiendo fracaso en el proyecto migratorio como el retorno al lugar de origen sin alcanzar los
propósitos que originaron la partida, siendo el principal un regreso sin acumulación de capital o la
deportación.
9 Hago referencia a los programas donde se ofrece a los migrantes volver a sus países de origen
voluntariamente con todos los gastos pagados y la cancelación de una especie de indemnización
(cerca de 5.000 euros).
10 Es por eso que ante la no voluntariedad del retorno de los migrantes ahora se piensa en criminalizar
la migración denominada ilegal (Italia), o se piense en una deportación masiva de migrantes
no deseados (Directiva de retorno, España), de esos migrantes que la economía sumergida y
su mercado laboral (empleos precarios sin control estatal) no pueden explotar, porque son el
excedente laboral que es necesario eliminar.
157
Marcelo Sarzuri-Lima
11 Bautista menciona que: “La vida del capital depende de su movilidad, pero también de la
capacidad de desarrollo y expansión del mercado. [...] necesito producir un sistema monetario
capaz de este tipo de movilidad, pero a su vez capaz de sobreponerse al permanente riesgo de las
crisis económicas” (2007: 125-126).
12 Aragonés et. al. (2009) llaman a este nuevo modelo de acumulación trabajo-exportador.
158
Vivir de fantasías, una mirada postcolonial a la migración
159
Marcelo Sarzuri-Lima
Una salida común del capitalismo contra los obreros y sus luchas es la
represión; la tecnología servía y sirve frecuentemente a esta causa, el modelo
fordista fue -en su momento- un canalizador del uso represivo de la tecnología15,
pero existía la necesidad ya no sólo de modificar los procesos productivos
inmediatos, sino de “cambiar la composición misma del proletario de modo tal
de poder integrar, dominar y aprovechar sus nuevas prácticas y sus nuevas
formas” (Hardt y Negri, 2002: 237). Por otro lado, la nuevas generaciones
-jóvenes- no estaban dispuestas a entrar al régimen disciplinario del trabajo,
lo que antes se mostraba como un sueño -trabajo estable, especializado, de
ocho horas al día y cincuenta semanas anuales durante toda la vida- ahora era
una pesadilla de la cual se debía escapar.
Sería un error afirmar que las crisis del capitalismo sólo se deben a una
caída en la tasa de ganancia y a la necesidad de ampliar la producción
y el mercado; las crisis por lo general y en gran medida se deben a la no-
capacidad de mantener sistemas de dominación y control sobre el trabajo
160
Vivir de fantasías, una mirada postcolonial a la migración
había perdido-; la lucha contra el trabajo era con aquel trabajo alienado o
intercambiable, era contra el trabajo abstracto del capital:
El trabajo abstracto es el trabajo visto en abstracción de sus
características particulares, es el trabajo que es equivalente a
cualquier otro, una equivalencia que se establece a través del
intercambio. (…) El trabajo abstracto es el trabajo desprovisto
de particularidad, desprovisto de significado. El trabajo
abstracto produce la sociedad del capital, una sociedad donde
lo único que importa es la acumulación del trabajo abstracto, la
búsqueda constante de la ganancia. (Holloway, 2009: 57)
Pero el supuesto equilibrio entre el trabajo y el capital -que sólo era eso,
un supuesto- se estaba rompiendo, las nuevas luchas de los obreros no se
daban por mejores salarios o el control de la producción, sino contra el trabajo
mismo, ese trabajo repetitivo, alienante y aburrido, la lucha era contra el
trabajo que negaba la creatividad. Entonces, si se quería cambiar la situación a
la que había llegado el fordismo y el keynesianismo, “las únicas configuraciones
capaces de prosperar en el nuevo mundo serían aquellas que se adaptaran a
la nueva composición inmaterial, cooperativa, comunicativa y afectiva de la
fuerza laboral y pudieran gobernarla” (Hardt y Negri, 2002: 244). Para dar
lugar a este fenómeno debería darse un cambio total al interior de la fábrica,
lo que implicaba un cambio en el patrón de dominación del capital.
Retomar el control de la fábrica pasaba por quitar poder de negociación
a los sindicatos, sobrepasar su estructura y debilitarla; en sí era necesario
desorganizar su organización para -curiosamente- ordenar y controlar. John
Holloway (2009) realiza un interesante análisis sobre la transición económica
en Gran Bretaña usando como ejemplo el caso de la fábrica de automóviles
British Leyland, ejemplo que nos permitirá entender una de las formas
empleadas por el capital para reestructurar patrones de dominación y cómo
ella influyo en los nuevos flujos migratorios.
La British Leyland fue (porque en 1998 cambió al nombre de MG-Rover
Group para luego incorporarse a la empresa china SAIC motors) entre 1960 y
1980 una de las más grandes fábricas de automóviles en Gran Bretaña, llegando
a tener cerca de un centenar de plantas alrededor del mundo. La organización
del trabajo y de producción respondían al modelo T de Ford: grandes fábricas,
cadena de montaje, trabajo repetitivo, altos salarios, fuertes sindicatos, era el
modelo perfecto de la fábrica de postguerra; pero, a mediados de los 60, el
control vertical del trabajo explotó en el descontento de los obreros, los cuales,
confiados en su capacidad de decisión al interior de la fábrica, mostraban sus
frustraciones por medio de ausentismos, sabotajes y huelgas.
162
Vivir de fantasías, una mirada postcolonial a la migración
No se trataba de una situación revolucionaria. No se planteaba,
en la British Leyland ni en ninguna otra parte de Gran
Bretaña un asalto revolucionario contra el capital. Pero sería
completamente erróneo sacar de ahí la conclusión de que el
capital no estaba amenazado. Se estaba minando la estructura
de control que era la base del desarrollo capitalista en el periodo
de posguerra. (Holloway, 2009: 14-15)
Era necesario -y así lo veían los directivos- atacar las normas establecidas
de relaciones laborales y sólo una cosa se podía afirmar: que de ambos
bandos (obreros y capitalistas) la estabilidad del fordismo estaba bajo ataque.
Como mencionamos anteriormente, ya no bastaba sólo con introducir nueva
tecnología, se necesitaba que los trabajadores trabajen más, pero había que
convencerlos de ello.
En 1974 el gobierno británico nacionalizó la empresa y desde un principio
se buscó atacar la estructura sindical de participación, la cual se basaba en
la representación sindical por medio de delegados obreros; la aplicación de
la embestida de los directivos de la empresa fue simple y sencilla: se creó la
apariencia de “democracia participativa” que, acompañada de una serie de
cierre de plantas, la no negociación sobre aumentos de salarios y el aumento
del desempleo restaron representatividad a los delegados obreros y su
capacidad de negociación colectiva. Los obreros quedaban en directa relación
y negociación con la directiva, bajo el manto de una supuesta democracia se
quebró la estructura organizacional del sindicato, y esta debilitación ponía a los
sindicatos en una posición desventajosa en su relación con el capital; entonces
era el momento de atacar la mayor traba al control del trabajo: la mutualidad.
En 1979, bajo el pretexto de implementar un “Plan de recuperación”, se
propuso eliminar una serie de prestaciones a los sindicatos (entre ellos el
sistema de mutualidad) y aplicar el despido masivo de trabajadores y, los
obreros (desorganizados y con delegados sin apoyo de los miembros de los
sindicatos) cedieron ante la amenaza, lo contrario significaba el cierre total
de la empresa (donde todos los obreros perderían su fuente de trabajo); su
respuesta era predecible, porque existe una permanente inseguridad entre
los trabajadores en un modelo capitalista, alguien que no posee propiedades
y sólo entra al mercado ofreciendo su fuerza de trabajo debe venderse a un
nivel aceptable para sobrevivir:
La palabra clave de la reforma de las normas de trabajo es
flexibilidad. Flexibilidad significa esencialmente la remoción de
barreras al derecho de la empresa de decir a los trabajadores qué
hacer, dónde hacerlo y a qué ritmo. (Holloway, 2009: 24)
163
Marcelo Sarzuri-Lima
La transición de una producción just in case a una de just in time tiene que
ver con saber lidiar con la escasez de los recursos y con no depender de la
importación de materias primas, y en mayor medida con el surgimiento de
164
Vivir de fantasías, una mirada postcolonial a la migración
una producción de alta calidad y competitividad pero que hace uso de formas
de trabajo no garantizado, donde la flexibilidad de oficios y capacidades
implica también la del puesto de trabajo: “poblaciones laborales completas,
que habían gozado de cierta estabilidad y cierta fuerza contractual, se hallaron
sumergidas en situaciones de empleo cada vez más precarias”(Hardt y Negri,
2002: 263).
16 Fernández Díaz (2010) llega a conclusiones muy sesgadas sobre el tema, como considerar es el
pertenecer a una economía sumergida es un escape, una fuga de las normas y que es indistinto
meter a la misma bolsa a un albañil que no cotiza al servicio social (pero que tampoco se beneficia
de él) y no emite factura que un traficante de drogas en un intento de criminalizar todo trabajo no
declarado pero que debe ser separado de las actividades de las empresas –que según su opinión
realizan actividades de manera “oficial”-, olvidando la importancia de la subcontratación en
el movimiento económico de éstas: “En efecto, cuando hablamos de economía sumergida nos
podemos referir indistintamente al deseo de escapar de los impuestos y de las cotizaciones
sociales, a la voluntad de autonomía, al trabajo negro, al tráfico de drogas, a la prostitución y,
obviamente, a la corrupción y otras prácticas delictivas.” (Fernández Díaz, 2010: 82)
169
Marcelo Sarzuri-Lima
17 Este asistencialismo español es diferente al Estado de bienestar de países con antiguos procesos
de migración (Gran Bretaña, Alemania o Francia), en los cuales los migrantes –segmentados de
alguna forma, pero que– se veían beneficiados de muchas prestaciones sociales. En todo caso en
España los sistemas asistenciales son bajos y sólo terminan consolidando la segmentación que se
genera en el mercado de trabajo.
18 Los fuertes e intensos flujos migratorios con destino a España encontraron al país receptor sin
una política adecuada sobre el tema y como los demás países con flujos migratorios recientes
(principalmente los países de sur europeo) se adhirió a las políticas del Espacio Schengen, la
misma que asocia migración con seguridad; dando lugar a una la Ley de Extranjería que en gran
medida es una política policiaca porque define niveles de inclusión y exclusión tanto social como
económica, lo que se miden por los permisos administrativos que concede el Estado Español,
los cuales dependen del tiempo de residencia en España y la posesión, por parte del migrante,
de un contrato de trabajo generando una dependencia del migrante a un empleador: “...la propia
normativa establece un círculo vicioso entre los permisos de residencia y el de trabajo, ya que, por
un lado, es muy difícil obtener residencia si no se dispone de un contrato de trabajo que garantice
los ingresos y, por el otro, un inmigrante sin permiso de residencia –léase ilegal- difícilmente va
a recibir una oferta de trabajo en el mercado formal.” (Solé y Parella. 2001: 19), elementos que
sustentan la afirmación de la marginación y exclusión desde los aparatos legislativos.
19 El juego inclusión/exclusión de la política migratoria española llega al punto de crear niveles
al interior de los excluidos –migrantes- según el país de procedencia, generando migrantes de
primera, segundo y tercera categoría, las mismas que son delimitadas por los requerimientos y
permisos que se necesitan tanto para ingresar al país (visado), residir y trabajar mostrando una
discriminación institucional que según el tipo de permiso al que se acceda los migrantes se
encuentran en condiciones de mayor inestabilidad empujándolos a trabajar en espacios fuera del
nivel de aceptación de la fuerza laboral autóctona, espacios que pertenecen a una economía que no
se encuentra normada por el Estado, y que son aceptadas por los migrantes porque es lo único en
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lo que pueden trabajar -en un inicio- y porque el contacto con la regulación estatal también puede
significar la expulsión del país.
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del amo, pero ocultando su condición de siervo20– porque “La verdad que
oprimir es pertenecer al que se oprime y también que mientras más personal
sea la vinculación el siervo impregna más con su servidumbre al amo. El
siervo es la enfermedad del amo y no su libertad; es su droga.” (Zavaleta
Mercado, 2008: 103).Ambos se autoengañan en la posición negativa de su
ser, se justifican uno al otro y justifican la relación social que tejen que se
encubre una relación capitalista y colonial que se construye a partir de una
diferenciación y segmentación del mercado de trabajo.Por ejemplo, la mayor
participación de las mujeres españolas en el mercado laboral dependió en
gran medida en la incorporación de las mujeres migrantes en las actividades
reproductivas (servicios domésticos y cuidado de personas), ocupaciones
que las mujeres españolas consideran degradantes y de baja categoría, y la
diferenciación del tipo de ciudadanía que poseen el ciudadano autóctono,
el europeo de un país comunitario, el europeo de un país no comunitario, el
latinoamericano (dentro de este grupo es diferente el trato a un argentino y a
un boliviano), el asiático, el africano y el musulmán.
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A parte de las barreras legales que dan paso a una etnoestratificación del
mercado laboral, el mismo desarrollo de la economía española ha creado nichos
laborales con demanda de trabajadores de distinta cualificación, de la misma
forma el proceso de especialización de la economía española ha generado
un modelo económico casi insostenible pues posiciona de muy mala forma
a España en las tres formas de competencia económica a nivel internacional:
22 Según la Ley de extranjería española 8/2000 existen tres tipos de residencia: : el Inicial (de 3
meses a 2 años); el Ordinario (máximo de 5 años), que se concede cuando el solicitante acredite
la permanencia legal y continuada durante permanece legal y continuada durante más de dos
años; y el Especial (máximo 10 años), que se otorga cuando el solicitante acredita permanencia
legal y continuad durante más de 2 años y reúne alguna de las circunstancias que se especifica
evidenciando especial arraigo en España (Alonso, 1995).
23 La estructura legal de los permisos de trabajo es la siguiente:
Permisos de trabajo por cuenta ajena:
Permiso “A”: duración máxima de 9 meses. Para realizar actividades de temporada o estacionales.
No renovable.
Permiso “B”: duración máxima 1 año. Para trabajar en una profesión, actividad y ámbito geográfico
determinado. Renovable.
Permiso “C”: 5 años de duración. Para trabajar en cualquier actividad y ámbito geográfico.
Renovable.
Permisos de trabajo por cuenta propia:
Permiso “D”: duración máxima 1 año. Puede otorgarse para una actividad determinada.
Permiso “E”: 5 años de duración. Sin limitaciones geográficas. Renovable
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Vivir de fantasías, una mirada postcolonial a la migración
24 Las que fluctúan entre 22,8% en 1995 y 9,1% en 2005, llegando a su punto más bajo en 2006
(8,3%) (Pajares, 2007: 20) y que se disparan en situación de crisis lo que para 2010 significa 4
millones de parados (Recio, 2010: 213)
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25 Cerca al 48% de los inmigrantes residen en casas bajo alquiler, el 33% son propietarios de sus
viviendas pero dentro este grupo sólo 32% son completamente propietarios el resto continua
pagando la hipoteca, un 14% vive en viviendas cedidas y cerca al 3% residen como intern@s en
las viviendas donde trabajan (Quispe, 2009: 70)
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moderno plena inocencia con respecto al acto victimario.
Por último, el sufrimiento del conquistado (colonizado,
subdesarrollado) será interpretado como el sacrificio o el costo
necesario de la modernización. (Dussel, 2008: 65-66)
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Vivir de fantasías, una mirada postcolonial a la migración
Zavaleta Mercado está dejando claro que dentro una acción social va existir
una relación del individuo con diferentes espacios: un espacio histórico,
un espacio subjetivo y un espacio objetivo, siendo éste último donde se
concretiza la historia, de allí viene esa frase incomprensible pero que ayuda
a mostrar la mutua interrelación entre lo histórico (similar al concepto de
lo práctico inerte en Sartre), la objetividad de la acción social y su contenido
subjetivo: el hombre hace su historia y ¿cómo lo hace? Repitiéndola. La acción
de emigrar no se restringe al pequeño espacio de las causalidades objetivas
(crisis económica, desempleo, deudas, etc.), tiene mucho que ver con la
imagen que tenemos sobre el lugar de destino, España no es un país más de
Latinoamérica, se la ve como una puerta a la modernidad capitalista y ello es
una construcción imaginaria de la realidad.
origen de alguna forma son aparentes, porque adquirieron esa forma desde el espacio fantasioso
de la narración sobre la migración.
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Pero ¿por qué tiene tanta influencia la imagen de un migrante? ¿Por qué
las acciones de un emigrante tienen tanta eficacia para influenciar el accionar
de los que se quedan? Las investigaciones sobre migración en Bolivia
(principalmente Hinojosa 2009 y De la Torre 2004) mencionan un elemento
que a consideración mía es sumamente importante: La oralidad.
Nuestras prácticas comunicacionales, derivadas de la tradición
de culturas ancestrales eminentemente orales en su elección de
modos y medios de comunicación, dirigen a nuestros paisanos
migrantes a buscar la oportunidad de hablar y, sobre todo, oír,
antes que escribir o leer noticias de los suyos. (De la Torre,
2004: 116)
La comunicación entre los que se van y los que se quedan es vital para
mantener las redes migratorias, ¿cuál es una de las primeras preocupaciones
del migrante en España? Después de asegurar la situación de hospedaje y
alimentación, el migrante obtendrá un móvil (celular), instrumento que
ayudará al momento de conseguir un empleo y porque existe una necesidad
de comunicación con el lugar de origen (garantiza el envío de remesas y es
la única forma de afrontar el duelo migratorio porque mantiene el nexo con la
familia).
28 Guaygua hace notar la diferencia del envío de remesas entre Mujeres y hombres; las mujeres envían
dinero a los lugares de origen de forma regular y los montos enviados no varían, mantienen una
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cierta estabilidad a lo largo de su estadía en España, en cambio las remesas enviadas por hombres
con el pasar del tiempo se vuelven irregulares y los montos de dinero suelen ir disminuyendo.
(Guaygua, et al., 2010)
29 Cuando los migrantes transmiten en su red migratoria lo que Román (2009) considera la “realidad
suprema” esa realidad de la vida cotidiana donde los migrantes en España se enfrentan con los
problemas laborales, de remuneración económica y de vivienda, su comunidad comunicativa suele
recepcionar las historias de esa no como advertencias o peligros del proyecto migratorio sino como
un acto egoísta del emigrante.
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Bibliografía
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de Justicia e Interior.
Aragonés, A.; Salgado, U. y Ríos, E. (2008). “Nuevo patrón migratorio en la
economía global: el caso de Estado Unidos”. En: Migraciones contemporáneas.
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General de los bolivianos en España. Un análisis cualitativo para obtener el perfil del
colectivo boliviano con relación a las características del proceso migratorio. Versión
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Baganha, M. y Reyneri, E. (2001). “La inmigración en los países del sur de
Europa y su inserción en la economía informal”. En: Solé, C. (coord.). El
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Este libro se terminó de imprimir en
julio de 2012
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