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F a c u lta d d e E c o n o m ía , U n iv e r s id a d N a c io n a l A u tó n o m a d e M é x ic o (U N A M )

EL IN T E R C A M B IO D E SIG U A L DE E M M A N U E L CO M O U N A T E O R ÍA DEL SU B D E SA R R O L L O
A u t h o r ( s ) : R ic h a r d L. B e r n a l
S o u r c e : I n v e s t i g a c i ó n E c o n ó m i c a , V o l. 4 4 , N o . 1 7 3 ( j u l i o - s e p t i e m b r e 1 9 8 5 ), p p . 9 9 - 1 2 7
P u b l i s h e d b y : F a c u lta d d e E c o n o m ía , U n i v e r s i d a d N a c io n a l A u t ó n o m a d e M é x ic o (U N A M )
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Investigación Económica 173, julio-septiembre de 1985, pp. 99-127

EL INTERCAMBIO DESIGUAL DE EMMANUEL


COMO UNA TEORÍA DEL SUBDESARROLLO *

R ic h a r d L. Bernal **

Desde la publicación de El intercambio desigual de Emmanuel, en fran­


cés en 1969,1 y en inglés en 1972, ha existido un debate considerable
sobre el concepto y las implicaciones del intercambio. Hoy ningún tra­
tado sobre economía política marxista, sobre desarrollo económico, o
sobre comercio y desarrollo, puede considerarse como completo sin una
discusión sobre intercambio desigual. Aún más, el concepto ha sido
utilizado ampliamente para explicar el subdesarrollo, por ejemplo, en
la Asamblea General de las Naciones Unidas.2
Emmanuel sostiene que la causa de la existencia de desarrollo y sub­
desarrollo es la transferencia de valor involucrada en el comercio inter­
nacional. Hay una transferencia de valor de los países subdesarro­
llados a los desarrollados, la cual es suficientemente grande como para
causar desarrollo en los países que la reciben y subdesarrollo en aque-
# Traducción de Femando Calzada y Roberto iLuján. Una primera versión de este texto
fue presentada en abril de 1979 en la Conferencia Anual de la Union for medical Poli-
tical Economics en Nueva York. Se publicó en Social and Economic S tu dies, edición espe­
cial en honor de sir Arthur Lewis.
♦♦Departam ento de Economía de la Universidad de las Indias Occidentales. Mona,
Jamaica.
1 E l Intercambio desigual de Emmanuel se publicó por primera vez en francés como
VExchange inegal (París, Maspero, 1969).
2 “El primer objetivo fundamental de nuestra lucha consiste en reducir y finalmente eli­
minar el intercambio desigual que prevalece ahora y que hace del comercio internacional
un útil vehículo para continuar el pillaje de nuestra riqueza. Hoy día el producto de una
hora de trabajo de los países desarrollados se intercambia por el producto de 10 horas
de trabajo de los países subdesarrollados”. Fidel Castro.
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100 I nvestigación E conómica

líos donde el valor ha sido drenado. El presente trabajo examina y


evalúa la tesis de Emmanuel como una teoría del subdesarrollo.

C o m e r c io y su bdesar ro llo

Las discusiones que abordan los efectos del comercio internacional


sobre el desarrollo datan de los escritos mercantilistas del siglo xvn
que atendían los efectos de un superávit (o déficit) sobre la balanza
comercial.8 Después, la apología de Adam Smith del libre comercio
fue pensada para facilitar al máximo la acumulación de capital. Sin
embargo, la primera teoría convincente del comercio internacional fue
elaborada por Ricardo en 1817.
En el periodo contemporáneo existen cuatro aproximaciones teóri­
cas a las cuestiones del comercio y del desarrollo y subdesarrollo. En
primer lugar, la teoría clásica o ricardiana del comercio internacional
que estudia los efectos del comercio sobre las mercancías básicas,4 la
tasa de garantía y la acumulación de capital. La estructura clásica ha
sido negada como una manera de entender el comercio y el subdesa­
rrollo. Ricardo distinguía dos consecuencias del comercio internacional:
a) el efecto sobre la tasa de ganancia, y b) el incremento de la masa
de mercancías. En los últimos tiempos ha sido investigada intensiva­
mente debido a que los economistas neoclásicos enfatizan sólo la teoría
de las ventajas comparativas.6 Aunque se ha sugerido que una aproxi­
mación clásica modificada puede ser apropiada para examinar los pro­
blemas del comercio de los países subdesarrollados, la atención se ha
® “U n plusvalor por encima del consumo se consideraba equivalente a un incremento de la
riqueza. Se creía comúnmente que este crecimiento consistía en hacer crecer el stock de dinero
disponible en un país; y como el dinero solamente podía provenir, en un país sin minas de
oro y plata y que no utilizara propiamente el dinero, del exterior, se concluye necesariamente
que únicamente a través de un exceso de exportaciones sobre importaciones y del consecuen­
te flujo de dinero se podría volver rica una nación”. Eli F. Heckscher.
4 Sraffa hace la distinción entre bienes básicos y no básicos. U n bien jbs básico si entra
directa o indirectamente en la producción de todos los otros bienes, entre los cuales se inclu­
yen los medios de subsistencia y los medios de producción. La preocupación de Ricardo era
el efecto del precio de los alimentos sobre los salarios y a su vez sobre la tasa de beneficio.
6 “La teoría ricardiana puede ser interpretada de dos maneras: 1) como un modelo alta­
mente simplificado que trataba de ser, y sería, un instrumento exitoso para demostrar la
proposición de bienestar, en el sentido de que el comercio es benéfico; o 2) como un serio
intento para aislar las variables cruciales que pueden ser utilizadas para ‘explicar* el patrón
de comercio”. Jagdish Bhagwati.

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El intercambio desigual de E mmanuel 101
enfocado a la teoría de “canalización de excedentes” de Adam Smith,
antes que al efecto del comercio sobre la acumulación.
En segundo lugar, la teoría neoclásica del comercio internacional
que es una teoría de la asignación de recursos a través de mercados
perfectamente competitivos de pleno empleo de los factores de pro­
ducción entre actividades económicas alternativas. La atención mayor
ha sido dada para explicar los beneficios del libre comercio, en térmi­
nos de incrementos del bienestar por una utilización óptima de los
factores. Una especialización internacional óptima, por ejemplo, podría
alcanzarse si la división internacional del trabajo se establece sobre
la base de las ventajas comparativas de los países, determinadas por su
diferente dotación de factores. La teoría está “alejada de la realidad” ; 6
la relevancia de sus supuestos y la exactitud de sus pronósticos han sido
severamente criticados. Pero, aun aceptando los supuestos, la teoría
sería invalidada por sus fundamentos. La teoría neoclásica del valor
y la distribución ha mostrado su invalidez por la crítica de Sraffa y
por la controversia sobre la teoría del capital. La teoría neoclásica
del comercio internacional, por su parte, es una racionalización ideo­
lógica de la división internacional del trabajo, en la cual los países en
vías de desarrollo son confinados a la exportación de productos prima­
rios y a la importación de bienes manufacturados.
Durante el periodo que va de 1950 a mediados de la década de los
sesenta hubo un debate considerable sobre comercio y desarrollo. Los
beneficios dinámicos del comercio internacional para los países en vías
de desarrollo fueron elogiados y se dijo que el comercio debía y podía
ser un “motor del crecimiento”,7 tal como se había demostrado en
Gran Bretaña e Italia durante el siglo xix. Lewis estaba convencido
de que “históricamente los comienzos del desarrollo económico en cada
país están asociados con incrementos del comercio exterior. Las ex­
portaciones son el motor de la primera etapa del crecimiento eco­
nómico”. Newmark, a su vez, sugirió que el comercio era la “fuerza
motora” del desarrollo económico de África, pero que el comercio
británico con América Latina durante el siglo xrx podía ser descrito
como el “imperialismo de libre comercio”. A pesar de que había ex­
6 Mundell admite que la teoría pura del comercio internacional es “alejada de la realidad.
Los problemas de varios factores, bienes, países, competencia monopolística y de diferencias en
las funciones de producción no han sido del todo considerados. Además, el modelo no es
monetario y estático”.
7 El término “motor del crecimiento” fue primeramente usado por Robertson.

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102 I nvestigación E conómica

cepciones, como Puerto Rico, el comercio no estimuló, en general, el


crecimiento de los países en vías de desarrollo en el periodo contem­
poráneo debido a que la demanda mundial por productos primarios
evolucionó lentamente, así como al enclave natural de la industria de
exportación y al deterioro de los términos del intercambio entre bienes
manufacturados y productos primarios. El debate sobre los términos
del intercambio se ha convertido en un pantano teórico y empírico.
En tercer término, la aproximación estructuralista al comercio in­
ternacional establece que el comercio exterior y la distribución de los
beneficios provenientes de él se determinan por la estructura del siste­
ma capitalista mundial y por la estructura económica deformada de
los países en vías de desarrollo. Los países desarrollados que exportan
derivan una parte desproporcionada de las ganancias a expensas de
los países subdesarrollados que exportan productos primarios. La
mala distribución de los beneficios del comercio internacional ha
sido atribuida por Prebisch a diferencias tanto en las elasti­
cidades ingreso de la demanda por productos primarios y bie­
nes manufacturados como en la eficacia de la acción sindical en
la determinación de los salarios. Estos últimos son directamente afec­
tados por la desigualdad que existe entre la estructura del centro y la
de la periferia, en particular entre las condiciones del mercado de tra­
bajo y la organización industrial. Los incrementos de productividad
en el centro se traducen en altos precios; incrementos de productivi­
dad que en la periferia son trasladados a precios bajos por productos
primarios. El resultante deterioro de los términos del intercambio entre
bienes manufacturados (centro) y productos primarios (periferia)
retarda el proceso de desarrollo en la periferia. Singer ha avanzado
en un argumento similar, pero Lewis hace una crítica significativa
mostrando que en economías con excedentes de trabajo, la baja pro­
ductividad del trabajo en el sector productor de bienes de subsisten­
cia es el determinante crítico, cualesquiera sean las condiciones de de­
manda y el nivel de tecnología. Myrdal concluye que la estructura de
los países subdesarrollados es la causa de “efectos rezagados” (como el
crecimiento retardado) que exceden los “efectos expansivos” (creci­
miento estimulante). Estas características estructurales tienen su ex­
periencia histórica en el colonialismo y en el mercantilismo.
En cuarto lugar se encuentra la aproximación marxista que no ha
desarrollado una teoría completa del comercio internacional. Basada
en la teoría del valor trabajo y en la operatividad de la ley del valor

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El intercambio desigual de E mmanuel 103

en el mundo capitalista, esta aproximación dirige los efectos del co­


mercio sobre: a) la tasa de ganancia, y b) la acumulación de capital
mediante transferencias de valor a través del intercambio interna­
cional. Marx señala:

“Dos naciones pueden intercambiar de acuerdo a la ley de los


beneficios, de tal forma que las dos ganen pero que una de ellas
siempre quede inconforme. . . por la posibilidad de que la ganan­
cia sea mayor que la plusvalía, dado que el capital puede inter­
cambiarse con beneficio sin realizarse en el sentido estricto. De
lo anterior se sigue que no solamente capitalistas individuales,
sino que también las naciones, puedan apropiarse continuamente
una parte del trabajo excedente de la otra”. Marx dijo también
que “tres días de trabajo de un país pueden intercambiarse por
uno del o tro ... Aquí la ley del valor sufre modificaciones esen­
ciales. La relación entre días de trabajo de naciones diferentes
puede ser similar a la que existe entre trabajo calificado y com­
plejo y trabajo no calificado y simple en una sola nación; en este
caso, el país más rico explota al más pobre, aunque este último
gane por el intercambio’’.

A pesar de que muchos autores han indicado las transferencias de


valor a través del comercio, como Dobb, Sweezy, Popovic, Mandel,
Goncol, ha habido poco desarrollo del trabajo de Marx hasta los tra­
bajos recientes de Shaikh.
El objetivo de Emmanuel es demostrar que: a) la explotación de
los países subdesarrollados por los desarrollados se realiza a través del
comercio internacional y por medio “de la integración del intercambio
desigual y la teoría del valor internacional en una teoría general del
valor”, y b) la absorción de valor de los países desarrollados retarda
tan severamente la acumulación de capital que se impide el desarro­
llo económico. Emmanuel afirma:

“no sostengo que el intercambio desigual explique por sí mismo


toda la diferencia entre los estándares de vida de las naciones
ricas y las pobres, aunque si nos basamos en ciertos datos estadís­
ticos disponibles, por muy fragmentados o discutibles que sean,
podemos decir que sí explica una pérdida en el sentido de facto­
res y no en el sentido del comercio, que es tan enorme en relación

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104 I nvestigación Económica

a la población dé los países subdesarrollados como nada despre­


ciable es en relación a la riqueza de los países avanzados. Aun
cuando estamos de acuerdo en que el intercambio desigual es sólo
uno de los mecanismos por los que se transfiere valor de un grupo
de países al otro y que sus efectos directos dan cuenta sólo de
una parte de sus diferencias en sus niveles de vida, creo que es
posible afirmar que este intercambio desigual es el mecanismo
de transferencia elemental y que, como tal, posibilita a los países
avanzados empezar y dar regularmente nuevos ímpetus a esa
desigualdad en el desarrollo que pone en marcha los demás me­
canismos de explotación y que explica plenamente la manera en
que se distribuye la riqueza”.

Supuesto s

1) Emmanuel utiliza una concepción “dualista” de la economía ca­


pitalista mundial que consiste en hablar de países desarrollados y
subdesarrollados. Los primeros se caracterizan por salarios altos, alta
composición orgánica de capital, progreso técnico continuo y alta pro­
ductividad del trabajo. Los segundos tienen características opuestas,
esto es, salarios bajos, baja composición orgánica de capital, falta de
desarrollo tecnológico y baja productividad del trabajo. Los países de­
sarrollados explotan a los subdesarrollados a través del comercio in­
ternacional. Esta explotación puede, y así ha ocurrido, tomar dos
formas: a) el intercambio manipulado por políticas mercantilistas
durante el colonialismo anterior a 1840 y posterior a 1870; b) el
intercambio desigual disfrazado de “libre comercio” en el periodo
contemporáneo. Emmanuel atribuye muy poco significado a las trans­
ferencias de los países subdesarrollados a los desarrollados, producto
de la inversión extranjera.
2) Con respecto a la movilidad internacional dél capital que afecta
la igualación de las tasas de ganancia entre los países, Emmanuel
enuncia que “el supuesto fundamental del intercambio desigual es la
tendencia a la igualación de las tasas de ganancia a nivel internacio­
nal”. Esta homogeneización de las ganancias es causada por la movili­
dad nacional e internacional del capital y por la competencia entre
capitales individuales que es inherente al capitalismo. Emmanuel con­
sidera que la igualación de las tasas de ganancia es una prueba de la

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El intercambio desigual de E mmanuel 105

operación de la ley del valor. Esto conduce a dos interrogantes: pri­


mero, si la ley del valor opera en presencia del capital monopolista
y de las empresas transnacionales y, si es así, en qué forma lo hace;8
en segundo lugar, cómo se resuelve el problema de la comprobación
empírica. Emmanuel trata de justificar el supuesto de igualación de
la ganancia en el terreno empírico.9 Así, explica que “la igualación
no significa que la tasa de ganancia sea la misma en todos lados...
Un elemento externo y suplementario como, por ejemplo, el bono por
riesgo que se le agrega al capital invertido en los países subdesarro­
llados, no necesariamente obstruye la igualación’’. Demuestra además,
en base a los dividendos recibidos por inversiones norteamericanas
tanto en los Estados Unidos como en Europa y el resto del mundo, que
las tasas de ganancia se igualan si su línea tendencial revela los mismos
movimientos.
3) La movilidad internacional del trabajo es muy limitada, lo cual
impide cualquier tendencia a la igualación internacional de las tasas
salariales. Existen diferencias sustanciales entre las tasas salariales de
los países desarrollados y las de los subdesarrollados. Emmanuel estima
que “dejando un espacio para beneficios sociales directos e indirectos,
el salario promedio en los países desarrollados será alrededor de
30 veces el salario promedio en los subdesarrollados o, aceptando dife­
rencias en la intensidad del trabajo, alrededor de 15 veces esa cifra’’.
Las diferencias en salarios surgieron en el último cuarto del siglo xix,
antes del cual prevalecía en todo el mundo un “salario de subsistencia”.

D esarrollo y su bdesar ro llo

Emmanuel, en su teoría del desarrollo y el subdesarrollo, sostiene sim­


plemente que los salarios altos, en relación con otros países, antece­
dieron y son la causa del desarrollo económico y que los salarios bajos
causan el subdesarrollo. No explica cómo o por qué ocurrió la dispa­
ridad internacional de salarios, pero argumenta que una vez que existe
se genera un proceso “acumulativo’’ de interacciones entre desarrollo
8 Hay una controversia entre los marxistas sobre esta cuestión.
9 Emmanuel dice que “todos los análisis cuantitativos y empíricos (sin excepción, según mi
entender) concuerdan en destacar una tendencia a la igualación internacional de ganancias
o, al menos, a diferencias tan pequeñas que no es posible hablar de la indeterminación del
factor capital” .

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106 I nvestigación Económica

económico y niveles de salario. Este proceso involucra la polarización


del desarrollo y el subdesarrollo, siendo ambos aspectos funcional­
mente integrados al mismo. El mecanismo que hace operativo y sos­
tiene este proceso es el intercambio desigual, a través del cual se
transfiere valor de los países subdesarrollados a los desarrollados retar­
dando la acumulación en los primeros y provocándola en los segundos.
Emmanuel enuncia que:

“una vez que un país se adelanta, debido a un accidente histórico,


a pesar de que éste sea simplemente un clima más extremoso que
ha creado en sus hombres necesidades adicionales, hace pagar
a otros países por su alto nivel salarial a través del intercambio
desigual. De aquí en adelante, el empobrecimiento de un país
crea una función creciente del enriquecimiento de otro y vice­
versa. El superbeneficio del intercambio desigual asegura una tasa
de crecimiento más rápida, lo cual trae consigo un desarrollo tec­
nológico y cultural”.

En los países desarrollados los salarios son altos. Esto induce un


cambio tecnológico ahorrador de trabajo que eleva la composición
orgánica del capital c/v (en donde c = capital constante, y v = ca­
pital variable, esto es, trabajo). Cuando se lleva a cabo un inter­
cambio entre dos países con diferentes composiciones orgánicas de
capital hay una transferencia de valor vía intercambio desigual del
país con la menor composición hacia el otro.
Esta transferencia de valor hacia el país desarrollado incrementa
la plusvalía disponible para inversión. Los salarios altos y crecientes
generan un nivel también alto y creciente de demanda agregada, lo
cual permite aumentar el tamaño del mercado y crear oportunida­
des de inversión; aseguran además un alto y creciente nivel de inver­
sión que permite a su vez la acumulación y la reproducción amplia­
da. Por su parte, el crecimiento de la economía reacciona al nivel de
los salarios debido a que el crecimiento económico genera una cre­
ciente demanda de trabajo, y asume implícitamente que la relación
oferta-demanda es tal que las condiciones del mercado de trabajo
conducen a una fuerte acción de los sindicatos que fuerza continua­
mente a los capitalistas a pagar salarios más altos. (Ver figura 1)
En contraste con el desarrollo de los países con salarios altos, los
países con bajos salarios están atrapados en un proceso de subdesa-

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F igura 1. País desarrollado

X •C a u s a lid a d
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T a sa de p o n ib le p ara — Reproducción
N ción Orgánica
A lto s G a n a n c ia la I n v e r s ió n Ampliada
A d e l C ap ital
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E m m a n u el
Cambio Oportunidades
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E le m e n to s T r a b a jo
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________V
C o n d ic io n e s O f e r t a de
O r g a n iz a c ió n £------------- d e l M ercado
S in d ic a l T r a b a jo
d e T r a b a jo O
108 I nvestigación Económica

rrollo. Los salarios bajos estimulan a los capitalistas a utilizar pro­


cesos de producción intensivos en trabajo; de aquí que la concentra­
ción del capital sea baja. En el intercambio internacional hay una
pérdida de valor hacia los países con composiciones orgánicas de ca­
pital más altas, lo que reduce la plusvalía disponible para inversión.
Aunado a esto se encuentra la falta de oportunidades de inversión
que resulta tanto del tamaño limitado del mercado, como de la poca
demanda agregada qué generan los salarios bajos. La acumulación
retardada provoca una demanda tan limitada de trabajo que las
condiciones de su mercado previenen una acción fuerte de los sindi­
catos. (Ver figura 2)

I n t e r c a m b io d e s ig u a l

La ley del intercambio desigual de Emmanuel establece que cuando


dos países se involucran en un intercambio de bienes —considerando
que el capital tiene suficiente movilidad internacional como para
igualar las ganancias, y el trabajo es lo suficientemente inmóvil como
para permitir las disparidades de salarios— ese intercambio es desi­
gual porque hay una transferencia de valor de los países con salarios
y composiciones orgánicas de capital más bajos. El intercambio desi­
gual provoca la explotación de los países subdesarrollados por par­
te de los desarrollados, lo que está implícito en el “libre” cam­
bio internacional de mercancías. Emmanuel trata de demostrar este
proceso de intercambio desigual aplicando la transformación mar-
xiana de los valores en precios en la economía mundial.
Al aplicar el análisis de transformación Emmanuel supone, además
de la homogeneización internacional de las ganancias y de las diferen­
cias de salarios, que los precios del mercado prevalecientes son “pre­
cios de equilibrio”. Estos últimos son un “eje alrededor del cual giran
los precios reales y del cual se pueden desviar considerablemente en
cualquier dirección dependiendo de la oferta y la demanda”. Los pre­
cios de equilibrio existen cuando la oferta y la demanda son iguales
en todos los mercados de bienes y de factores. Esta situación de equi­
librio general walrasiano requiere del supuesto de “competencia per­
fecta” en todos los mercados; Al hablar de precios de equilibrio,
Emmanuel hace abstracción de las influencias que pueden tener tanto
los desequilibrios de oferta y demanda como las imperfecciones del

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F ig u ra 2. País subdesarrollado
B
X
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Causalidad
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C o n d ic io n e s Demanda d e
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E le m e n t o s
M o r a le s e O fe r ta de
« H is tá r ic o s T r a b a jo
O
to
110 I nvestigación E conómica

mercado, tales como monopolios, carteles y la práctica de fijación de


precios transferidos de las corporaciones multinacionales. Para él,
los precios de equilibrio se forman por la operación a nivel internacio­
nal de la ley del valor. Es “la movilidad o competencia de factores, o la
posibilidad de que cada trabajador pueda libremente escoger su ocu­
pación . . . lo que restaura constantemente el equilibrio de la econo­
mía y constituye en última instancia la condición esencial para el fun­
cionamiento de la ley del valor trab ajo ... Esta ley del valor no es
una ley de magnitudes sino de movimiento”.

C uadro 1

c /v P
Compo­ s /v Tasa Diferencia
C V sición Tasa C + V general Precio entre
Rama Capital Capi­ s c+ orgá­ de ga­ Precio de ga­ de el valor y
indus­ cons­ tal va­ Plus­ v + s nica de nancia de nancia produc­ el precio de
trial tante riable valía Valor capital % costo % ción producción

i 80 20 20 120 4 100 100 25 125 5


ii 75 25 25 125 3 100 100 25 125 0
n i 70 30 30 130 2.3 100 100 25 125 5
225 75 75 375 — — 300 — 375 0

N o t a : Supone que en todas las industrias, el precio de costo, la tasa de plusvalía y el


capital total son los mismos.

Emmanuel considera como precios de equilibrio a los “precios de


producción” definidos como la suma de los costos de producción
(c + y) más la ganancia media. Los precios de producción son for­
mas transmutadas del valor y se forman por el funcionamiento de la
ley del valor. En el capitalismo los bienes no se venden por su valor,
es decir, por el tiempo de trabajo abstracto que encierran sino por su
precio de producción. La transformación de Marx de valores en pre­
cios (ver cuadro 1) muestra que cuando las mercancías producidas
por cada rama de una industria se venden a los precios de produc­
ción, la rama industrial con la composición orgánica de capital más
baja no se apropia la totalidad del valor que engloban sus productos;
consiguientemente, la rama industrial con la mayor composición or­
gánica se apropia una cantidad de valor mayor de la que engloban

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E l intercambio desigual de E mmanuel 111
sus mercancías. De aquí que exista una redistribución de la plusva­
lía entre industrias, a través de la transferencia de valor de la rama
industrial con menor composición orgánica hacia la de mayor com­
posición. Emmanuel aplica la transformación marxiana de valores
en precios al intercambio internacional y establece que hay dos tipos
de no equivalencia en el intercambio:
1) Un intercambio desigual en sentido amplio que se da cuando
las tasas salariales son iguales en ambos países pero las composicio­
nes orgánicas de capital difieren entre ellos. En estas circunstancias,
el intercambio de mercancías entre las ramas industriales de cada uno
de los países trae consigo una transferencia de plusvalía de la rama
(país) con menor composición orgánica de capital hacia la rama (país)
con la mayor composición.
El intercambio es desigual porque en la transferencia algunas ra­
mas no se apropian de todo el trabajo contenido en sus productos.
Las implicaciones de esto son que: ) hay una transferencia de plus­
valía, y b)hay una no equivalencia en el intercambio de tiempo de
trabajo. Emmanuel propone, a partir de esta no equivalencia, la pro­
porción de una hora de trabajo vivo (v + s) en un país, a una hora
o parte de ella de trabajo vivo en el otro. Cuando la relación exis­
tente de lo que llamaré “proporción de intercambio de trabajo’’ es
1:1 no hay intercambio desigual.
Dado que las horas de tiempo de trabajo abstracto son las unida­
des a las que se puede remitir todo tipo de trabajo, entonces una
hora de tiempo de trabajo abstracto es la misma en todos lados y se
intercambia 1:1. No obstante, al ocurrir la transformación de valores
en precios se abre la posibilidad de apropiarse una mayor cantidad de
trabajo, por lo que la proporción de intercambio de trabajo es 1 : 1 y
entonces el intercambio es desigual. La no equivalencia de intercambio
de trabajo es inherente a la transformación de valores en precios, como
ya lo había explicado Marx. Emmanuel llama a este fenómeno intercam­
bio desigual en sentido amplio y señala que no se trata de una carac­
terística propia del intercambio internacional, sino que “existe en
cualquier intercambio que se dé en el sistema capitalista, ya sea den­
tro o fuera de una nación”.
Presenta, además, figuras que ilustran este intercambio desigual
(ver cuadro 2). Cuando la tasa de ganancia se iguala en los países
A y B, siendo las tasas salariales las mismas y los bienes intercambia­
dos de acuerdo a sus precios de producción, se da:

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112 I nvestigación E conómica

C uadro 2

T
País A Tasa de L
c V V ganancia P Precio de
Capital
2*
Capital S Valor Ganancia producción
2 c+ $v
Rama constante variable Plusvalía c + ü + í % T (c + v ) c-)rw\-p

i 80 20 20 120 20 20 120
ii 90 10 10 110 20 20 120
ni 70 30 30 130 20 20 120
240 60 60 360 60 360

T
País B Tasa de L
c V V ganancia p Precio de
2s
Capital Capital s Valor Ganancia producción
2 c+$v
Rama constante variable Plusvalía C+Z)+J % T (c + v ) c+ v+ p

I 40 20 20 60 20 80
II 50 10 10 70 33.5 20 80
III 30 30 30 90 20 80
120 60 60 240 60 240

A y B juntos T
Tasa de L
c V V ganancia P Precio de
2s
Capital Capital Valor Ganancia producción
2 c+%v
Rama constante variable Plusvalía c+ v+ s % T (c + v )

IA 80 20 20 120 25 125
II A 90 10 10 110 25 125
IIIA 70 30 30 130 25 125
25
IB 40 20 20 80 15 75
IIB 50 10 10 70 15 75
IIIB 30 30 30 90 15 75
360 120 120 600 120 600
F u e n t e : Emmanuel, pp. 53-55.

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El intercambio desigual de E mmanuel 113

a)Una transferencia de 15 unidades de valor del país B al El


país B se apropia 225 unidades de valor de 240 posibles, mientras
que A se apropia de 375 unidades, esto es, 15 más de lo que con­
tenían sus mercancías.
b) Una no equivalencia en la proporción de intercambio de tra­
bajo. El trabajo vivo [v+ s) contenido equivale a un t
unidades en ambos países, por lo que un intercambio antes de igua­
lar las tasas de beneficio debe involucrar una proporción de
intercambio de trabajo 120B/120A = 1B : 1A; El intercambio des­
pués de igualar las tasas de ganancia acarrea una proporción
135b/ 105a = 1b: 7/ 9a:

2) Existe también intercambio desigual en sentido estricto. Éste


ocurre cuando las tasas de ganancia son iguales en los dos países, los
productos se intercambian por los precios de producción y las tasas
salariales son diferentes en ambos.
Para ilustrar el intercambio desigual en sentido estricto Emmanuel
suma datos de los dos países y distingue entre capital invertido total y
capital constante consumido en la producción. Supone que los salarios
en A son 10 veces mayores que en Byque la inten
jo en A es el doble que en B, por lo que el costo de la fuerza de tra­
bajo en A es 5 veces superior que en B. El cuadro 3 muestra el inter­
cambio desigual en sentido amplio que resulta de la transformación
de valores en precios, mientras que el cuadro 4 muestra el intercam­
bio desigual en sentido estricto generado por diferencias salariales.
Las implicaciones del intercambio desigual en sentido estricto son:
i

a) Una transferencia de 60 unidades de valor del país al de­


bido a que el primero se apropia tan sólo de 110 de las 170
unidades de valor contenidas en sus productos, mientras que el
segundo se apropia de 230 a pesar de que sus productos única­
mente contenían 170 unidades.
b) Hay una no equivalencia en la proporción de intercambio de
trabajo porque el país B cambia 110 horas de trabajo por 230
horas de trabajo de A. Esta proporción es entonces de 110B/230A
= 1b: H / 23a.
Emmanuel define el intercambio desigual como intercambio desi­
gual en sentido estricto. No obstante que ambas formas suponen trans­
ferencias de valor y no equivalencia en la proporción de intercambio

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114 I nvestigación E conómica

C uadro 3

c CP g’
K Capital Costo Tasa de
Capital constan­ V S V de pro­ ganancia PP
total in­ te con­ Capital Plus­ Valor ducción S,S/K% g Precio de
País vertido sumido variable valía C +V+s C+V % Ganancia producción

A 240 50 60 60 170 110 80 190


33ya
B 120 50 60 60 170 110 40 150
360 100 120 120 340 220 120 340
F u e n t e : Emmanuel, P. 59.

C uadro 4

C CP g9
K Capital Costo Tasa de
Capital constan­ V s V de pro­ ganancia PP
total in­ te con­ Capital Plus­ Valor ducción SS/K2, g ^ Precio de
País vertido sumido variable valía C +V +s C+V % Ganancia producción

A 240 50 100 20 170 150 80 230


33 y3
B 120 50 20 100 170 70 40 110
360 100 120 120 340 220 120 340
F uente : Emmanuel, p. 62.

de trabajo, Emmanuel establece que la transferencia de valor gene­


rada por la transformación de valores en precios no puede ser puesta
en la misma categoría porque “veo entre las dos una diferencia no de
grado sino de calidad”.10 La diferencia entre intercambio desigual en
sentido amplio y en sentido estricto tiene tanto un aspecto cuantita­
tivo como uno cualitativo. El primero concierne a la diferencia en la
cantidad de valor transferido y al nivel de no equivalencia en el inter­
cambio de trabajo. En el segundo, por su parte, la transferencia y la
no equivalencia son mayores que las resultantes del intercambio desi-
10 Este es un concepto de valor y no debe ser confundido con la relación capital/trabajo,
esto es, la razón de cantidades físicas de hombres y máquinas.

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El intercambio desigual de E mmanuel 115
gual en sentido amplio. Esto se puede ver en los cuadros 3 y 4 y en
la síntesis que presenta el cuadro 5.
Las diferencias cualitativas entre ambos tipos de intercambio desi­
gual son un factor crucial para Emmanuel. Así, establece que:

a) El intercambio desigual en sentido amplio no es propio del


intercambio internacional, sino que se lleva a efecto entre regio­
nes y ramas productivas de países capitalistas.
b) El intercambio desigual en sentido amplio sólo se da dentro
del capitalismo, mientras que el intercambio desigual en sen­
tido estricto es un concepto más globalizador.11
c) El intercambio desigual en sentido amplio está basado en
diferencias de las composiciones orgánicas de capital que son in­
herentes al capitalismo, mientras que en el intercambio desigual
en sentido estricto surge de diferencias salariales, las cuales son
una característica accidental.
d) Ambos tipos de intercambio desigual tienen implicaciones
diferentes en los términos del intercambio. Emmanuel señala que
“ni los términos del trueque ni los términos factoriales simples
del comercio pueden, como regla, sufrir esta no equivalencia del
sentido amplio” ; pero “no es lo mismo que la inequidad del in­
tercambio causada por la desigualdad de salarios. Aquí, el país
con salarios bajos recibe en el intercambio no solamente menos
valor sino también menos valores de uso y la desigualdad se re­
fleja en todos los términos del intercambio, tanto en el trueque
como en el factorial’’. Emmanuel no explica por qué los países
subdesarrol'lados reciben menos valores de uso.

E v a l u a c ió n

Para evaluar la teoría del subdesarrollo de Emmanuel es necesario


examinar sus supuestos, su consistencia lógica y teórica y su poder ex­
plicativo.
El supuesto de la igualación de las tasas de ganancia gracias a la
movilidad internacional del capital es inexacto; la hipótesis de la equi­
valencia internacional de las ganancias no puede sostenerse ni teó­
rica ni empíricamente. Teóricamente presupone la movilidad interna­
11 Emmanuel siente que éste no es, sin embargo, un argumento decisivo.

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116 I nvestigación E conómica

cional del capital como respuesta a la diferencias a las tasas de bene­


ficio, lo cual es contradictorio con la existencia de monopolios, cor­
poraciones multinacionales y con la “la ley del desarrollo desigual y
combinado”. La evidencia empírica no comprueba tampoco tal igua­
lación. Si bien Emmanuel hace referencia a algunos estudios sobre
las tasas de retorno de la inversión doméstica y extranjera, los datos
por él observados abarcan sólo hasta 1955 y se contradicen con la in­
formación de los años sesenta y setenta. (Ver cuadro 6). Los datos
que presenta para el periodo anterior a la Segunda Guerra Mundial
son cuestionables para ser aplicados al periodo contemporáneo; él los
cita porque considera que el lapso que va de 1870 a la actualidad
está caracterizado por la misma fase de desarrollo del capitalismo.
Éste es un serio error que surge de considerar la teoría de manera

C uadro 5. Consecuencias del intercambio desigual en sentido


amplio y en sentido estricto

Razón de intercam•
Transferencia bio del trabajo
Tipo de intercambio desigual de valor ( en horas)

Intercambio desigual en sentido amplio 20 L :-1 Í


® 19

11
Intercambio desigual en sentido estricto 60
"23“

C uadro 6. Tasas de retorno de la inversión norteamericana


por sector y región 1961-1968 (porcentajes)

Región Total Minería Petróleo Manufacturas Otros

Canadá 8 10 5 9 7
Europa 10 12 — 12 15
América Latina 13 20 15 11 11
Otras regiones 22 14 28 17 13
Todas las regiones 12 15 14 11 10
F u e n t e : e c l a , Examen Económico para América Latina, 1970 (New York: Naciones U ni­
das, 1972) p. 272.

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E l intercambio desigual de E mmanuel 117

tan abstracta que se ignoran los desarrollos significativos del capita­


lismo mundial. Además, existe evidencia de las diferencias en las tasas
de retomo de las inversiones en carteras y bonos en la era anterior
a 1945.
El hecho de que las tasas de ganancia no se igualen internacional­
mente significa que los precios de producción no se forman como su­
pone Emmanuel (ver cuadro 2), por lo que su teoría de intercambio
desigual se derrumba.
Sin duda existen diferencias sustanciales entre los salarios moneta­
rios y la productividad del trabajo entre los diversos países, pero la
explicación de Emmanuel sobre lo que determina la tasa salarial es
inadecuada. Él sostiene que la inmovilidad internacional del trabajo
hace de la determinación de tasas salariales un fenómeno puramente
nacional, y señala que “la tasa a la que se paga a alguno de los fac­
tores, específicamente al factor principal que es la fuerza de trabajo,
es una tasa variable y dada para cada país en cada periodo”. El de­
terminante principal de los salarios es la acción de los sindicatos,
cuya fuerza y poder de negociación con los capitalistas está influida
por:

a) Las condiciones del mercado de trabajo que resultan del juego


de la oferta y la demanda. Esto es lo que sucede específicamente
cuando la oferta excede a la demanda, ya que “el desempleo
abierto o el subempleo ejercen una presión adicional hacia la
baja de los salarios y quiebran la lucha sindical”.
b) Un elemento histórico y moral, dado que la efectividad de
la acción de los sindicatos “depende grandemente de la relación
entre lo que los trabajadores quieren y lo que considera la socie­
dad en un momento y lugar determinado como el salario prome­
dio. Esto depende hasta cierto punto de lo que se haya logrado
anteriormente como resultado de luchas y evaluaciones preceden­
tes”. La productividad del trabajo, entonces, no tiene ningún efec­
to sobre la tasa salarial.

Emmanuel es incapaz de analizar la determinación de los salarios en


el marco de la expansión y reproducción del capital; pero los sala­
rios no son una “variable independiente”, sino que están influidos por
la productividad del trabajo, la cual resulta de la composición orgá­
nica del capital y de la naturaleza y nivel de la tecnología. Aún más,

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118 I nvestigación E conómica

él no explica cuáles son los factores que afectan la oferta y la deman­


da de trabajo. Hay una suposición implícita de la plusvalía que no
es discutida.
No tiene sentido usar la demanda y oferta de trabajo agregadas
para analizar la determinación de los salarios. El mercado de traba­
jo de los países desarrollados no es homogéneo, sino que consiste en
diversos submercados en los que las condiciones de oferta y demanda
son distintas. Esto se refleja en las grandes diferencias de salarios y
de productividades de trabajo. El uso que hace Emmanuel del nivel
salarial nacional no considera el hecho de que la productividad del
trabajo en el sector exportador intensivo en capital de los países sub­
desarrollados es comparable a la de varios sectores de los países desa­
rrollados.12
Lo anterior es de crucial importancia, ya que hasta el 75% de las
exportaciones de los países subdesarrollados proviene de sectores in­
tensivos en capital y con alta productividad. Así, por ejemplo, el pe­
tróleo y sus derivados, la energía, los minerales y los metales no fe­
rrosos, todos ellos altamente intensivos en capital, representaron el
45% de las exportaciones totales de los países subdesarroílados en
1976.

C o n s is t e n c ia l ó g ic a y t e ó r ic a

Los supuestos en que Emmanuel basa la aplicación de la transforma­


ción de los valores en precios de Marx a la economía capitalista mun­
dial, no son válidos. En su explicación de la formación de los precios
de producción internacionales, las tasas de ganancia se igualan entre
industrias y dentro de éstas (ver cuadro 2), lo cual es inaceptable
teórica y empíricamente, pues contradice la obra de Marx que Emma­
nuel supuestamente está aplicando. Es más, ese procedimiento no
tiene ninguna relación con la realidad dado que implica que las fir­
mas de una industria están produciendo bajo idénticas condiciones y
que el producto se vende al mismo precio. Ciertamente, las diferen­
cias en la eficiencia de las empresas de una misma industria son una
causa importante de la trasferencia de valor entre ellas.
Hay dos tipos de transferencias de valor:
15 Mientras más intensivo en capital sea el proceso de producción menores serán las dife­
rencias de productividad del trabajo entre los países desarrollados y subdesarrollados. Ver
Gouveneur. •

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E l intercambio desigual de Emmanuel 119

1) Lastransferencias de valor intraindustriales que surgen de la


diversidad de eficiencia entre las firmas de una industria. Estas
transferencias son inevitables porque existen medios de produc­
ción de diferente calidad; por ejemplo, en la tierra, en la pro­
ductividad e intensidad del trabajo y en la tecnología. Los bienes
producidos por empresas con una eficiencia mayor al promedio
tienen valores individuales por debajo del valor social, esto es,
del valor promedio, porque requieren menos tiempo de trabajo
para producirse que aquéllos producidos por las que tienen una
eficiencia promedio. Por otro lado, los bienes producidos por em­
presas con una eficiencia menor al promedio tienen valores in­
dividuales menores al valor social. Cada bien en un mercado
representa el valor social; si dicha mercancía se vende a un pre­
cio proporcional a su valor social, entonces las empresas con
eficiencia mayor al promedio se apropian de más valor que el
que contenían sus bienes, y lo contrario sucede con firmas cuya
eficiencia es menor al promedio. Esto posibilita que haya una
transferencia de valor de las primeras a las segundas.
2) Las transferencias de valor interindustriales, que surgen de
la igualación de las tasas de ganancia dadas las diferentes com­
posiciones orgánicas de capital. Existe una transferencia de
valor de las industrias con baja composición orgánica de capital
hacia las de alta. El intercambio desigual involucra una combi­
nación de transferencias interindustriales de valor. La teoría de
Emmanuel del intercambio desigual no contempla las transferen­
cias interindustriales que surgen de la diferencia entre eficiencias.13
Por el contrario, se limita exclusivamente a las transferencias in­
terindustriales de valor que surgen de las diferentes composiciones
orgánicas de capital. Las transferencias interindustriales de valor
internacionales se sostienen en la igualación internacional de las
tasas de ganancia.

La teoría del intercambio desigual expuesta por Emmanuel no cons­


tituye, pues, una teoría adecuada ni internamente consistente. Es una
idea generalizada, si bien no entendida ni explicada completamente,
que el “intercambio desigual” se lleva a cabo entre países desarro­
llados y subdesarrollados y que hay una transferencia de valor de los
13 Esto fue destacado primeramente por Shaikh.

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120 I nvestigación Económica

segundos que retrasa su desarrollo. Si esto se acepta es necesario ex­


plicar cómo este drenaje de valor afecta a la acumulación y a la re­
producción ampliada del capital. La explicación de Emmanuel sobre
el retraso del desarrollo es una versión del “círculo vicioso de la po­
breza”. Esta teoría argumenta que los países son pobres porque son
pobres, o como lo pone Emmanuel, “la pobreza atrae a la pobreza”.
En los países subdesarrollados los salarios son bajos lo que resulta en
una baja demanda agregada, que a su vez limita el tamaño del mer­
cado nacional. Éste, por su parte, ofrece escasas oportunidades de in­
versión. Esta teoría es muy simplista y supone una economía cerrada;
principio que contradice el resto de lo expuesto por Emmanuel, que
está basado en “economías abiertas”. En estas últimas las oportuni­
dades de inversión no están limitadas por el tamaño del mercado na­
cional; existen posibilidades de inversión en sectores exportadores, lo
que tiene especial importancia porque en varios países subdesarrolla­
dos las exportaciones representan un alto porcentaje del producto na­
cional bruto.

P o d e r e x p l ic a t iv o

La teoría del intercambio desigual de Emmanuel tiene un poder ex­


plicativo muy limitado por las siguientes razones:
1) Se ubica en un nivel extremo de abstracción al considerar el
equilibrio entre todos los mercados.14
2) El supuesto fundamental de la igualación internacional de las
tasas de ganancia no tiene sustento.
3) Hay inconsistencias teóricas, como la del equilibrio de las tasas de
ganancia entre las industrias; y contradicciones, como la teoría de la
inversión.
14 La utilización que hace Emmanuel de los precios de producción como precios de equi­
librio, significa que la oferta y la demanda están en equilibrio. Cuando la demanda no es igual
a la oferta el valor de mercado se determina por el valor social,, esto es, el valor producido
bajo las condiciones medias de producción. Si “la masa de las mercancías producidas excede
a la cantidad cedida al valor promedio del mercado, las mercancías producidas bajo condi­
ciones más favorables regulan el valor de mercado. Pueden, por ejemplo, ser vendidas exacta
o apropiadamente a su valor individual, en cuyo caso las mercancías producidas bajo las con­
diciones menos favorables no podrían siquiera realizar su precio de costo, mientras que las
que son producidas bajo condiciones medias realizan sólo una porción de la plusvalía conte­
nida en ellas. Lo que se ha dicho aquí se aplica también al precio del producto tan pronto
como toma el lugar del valor de mercado” (M arx). Muchas mercancías primarias están sujetas
a desequilibrios de oferta y demanda.

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E l intercambio desigual de E mmanuel 121
4) Se apoya en explicaciones inadecuadas; por ejemplo, la de la
determinación de los salarios.
5) Presenta graves omisiones; por ejemplo, las transferencias in-
traindustriales de valor.
6) Tiene tendencia a ser selectiva al presentar evidencia histórica;
por ejemplo, al tratar el periodo de 1870 al presente como si todo él
fuera una misma etapa del desarrollo del capitalismo.
7) Hay una falla en la explicación de las implicaciones que se deri­
van de la teoría del intercambio desigual. El ejemplo más notable
es el de las transferencias internacionales de valor que resultan de
las diversas composiciones orgánicas de capital. Emmanuel se concen­
tra exclusivamente en la transferencia entre países desarrollados,
entre subdesarrollados, y entre desarrollados y subdesarrollados. Ade­
más, estas últimas se pueden dar en cualquiera de las dos direccio­
nes, sobre todo porque la composición orgánica del capital del sector
exportador de los países subdesarrollados es muy alta, por ejemplo,
en las industrias minera y petrolera. (Ver figura 3)
8) La magnitud de las transferencias de valor es importante si se
va a hablar sobre su impacto en el desarrollo y el subdesarrollo. El
hecho de que la mayor parte del comercio y la inversión mundiales
se lleve a cabo entre los países desarrollados arroja serias dudas sobre
la tesis de que tanto el proceso de acumulación como los salarios altos
se sostienen principalmente por el valor extraído de los subdesarro­
llados, vía intercambio desigual. Sin embargo, dado que la relación
comercio exterior/producto nacional bruto de los países subdesarro-
l'lados es alta, la pérdida de valor puede retrasar seriamente su desa­
rrollo. Amín señala que mientras que el valor transferido de la “peri­
feria” al “centro” equivale sólo al 1.5¡% del producto del centro,
representa 15|% del producto de la periferia y “es suficiente por sí
mismo para responder al bloqueo de crecimiento de la periferia”. Por
su parte, Mandel argumenta18 que el intercambio desigual es el meca­
nismo dominante de extracción de plusvalía, estimando que a media­
dos de los sesenta los países subdesarrollados perdieron 22 mil millones
de dólares anualmente debido al intercambio desigual, contra ingresos
por inversión de 12 mil millones de dólares en 1964.15

15 Los conceptos de intercambio desigual utilizados por Amín y Mandel son diferentes al
de Emmanuel.

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122 I nvestigación E conómica

F igura 3. Distribución internacional del valor inherente


al intercambio desigual

PAISES
SUBDESARRO­
LLADOS

ALTA COMPOSICION ORGANICA DE CAPITAL

BAJA COMPOSICION ORGANICA DE CAPITAL

FLUJO DEL VALOR

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E l intercambio desigual de E mmanuel 123

I n t e r c a m b io d e s ig u a l y su bdesar ro llo

La teoría del intercambio desigual de Emmanuel no es una teoría del


subdesarrollo adecuada debido a sus supuestos no válidos, a su incon­
sistencia lógica y teórica y a su limitado nivel explicativo. Varios de
los problemas que presenta se deben a su incongruente eclecticismo
teórico y metodológico. Aunque parece aplicar categorías económi­
cas “ y métodos de análisis marxistas, en realidad emplea principios
básicamente neoclásicos. Sin embargo, el libro de Emmanuel mueve
a la reflexión y ha sido el inicio de un debate teórico mayor que po­
dría aumentar la comprensión sobre la naturaleza del comercio in­
ternacional y de sus implicaciones sobre el desarrollo y el subdesarrollo.

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16 Por ejemplo, el uso que da Emmanuel al concepto de valor de la fuerza de trabajo es


incorrecto desde el punto de vista marxista. Emmanuel mide este valor en términos de valores
de uso, esto es, una canasta de bienes. Marx explicó que el valor de la fuerza de trabajo no
está determinado por la cantidad de medios de subsistencia que permiten al obrero y su fami­
lia mantenerse y reproducirse, sino por el tiempo de trabajo abstracto socialmente necesario
para producir esa cantidad de medios de subsistencia.

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