Está en la página 1de 71

Pensando en ti

COMO NACEN LOS VERSOS

Acaricio tu rostro con mi vista cansada,

y disfruto tus labios que sonríen al verme.

Como nacen los versos, hechos piel en tu cuerpo,

así nacen las cuerdas que me enlazan contigo.

Y remozas mis manos al tocarte las tuyas,

y mi piel se hace nueva, con tu cálido aliento;

y recorro tu mundo con mi vida hecha nueva,

porque en ti la palabra tiene un nuevo sentido.

¡Como adoro las rosas, al besar tus mejillas!

y agradezco el momento que te cruzas conmigo;

pues mi pecho se impregna del aroma que fluye,

del panal que tu llevas, dentro de tus vestidos.

Y se enjambra mi mente tras el nuevo horizonte,

que me ofrece tu cuerpo, generoso en sus líneas;

y me enreda tu pelo del que llevas sujeto,

el sabor de la noche, y el sosiego encendido.


¡Como adoro el momento que te cruzas conmigo!

y disfruto tus labios, que sonríen al verme.

Es tu piel y mi piel en mis sueños nocturnos,

solo un cuerpo fundido, del que nacen mis versos.


YO SE QUE ESTOY SOÑANDO

Los sueños son la prueba de que tenemos vida,

por mucho que estos sean, ilusos, o imposibles.

Por eso mientras viva me seguiré soñando,

que sueñas con mis sueños, que me amas como te amo.

Yo sé que para mí, no es fácil alcanzarte,

igual como si fueras el cielo azul profundo;

que alcanza el infinito, llenándose de estrellas,

pero huye de mis manos que tratan de tocarlo.

Yo sé que estoy soñando, cuando miro tus ojos,

y veo que estos riman con los latidos míos,

y siento que tu aroma, me inunda toda el alma,

con un toque de rosas y un poco de esperanzas.

Yo sé que estoy soñando, cuando tú me prodigas

esa sonrisa tuya, tan llena de alegría;

y cuando me acaricias con tu mirada tierna,

que trata de impulsarme por los confines tuyos.


Yo sé que es imposible salvar el gran abismo,

que impide al ancho mar, bañarse en las estrellas.

Tu gracia y juventud, separa el horizonte,

de mis tranquilas aguas que buscan lo infinito.


LOS DOS SIGNIFICADOS

Son dos significados los que tiene tu nombre,

y los dos son perfectos, pues te quedan muy bien;

porque sabes luchar, y te sobra belleza,

y en tu rostro reflejas el sabor de la luna.

Generosa mujer sobre todo en tus líneas,

que te sabes hermosa, como pocas existen;

es tu piel todo un verso, tu silueta un ensueño,

y tu cuerpo un poema que me enlaza contigo.

Tu alegría y desplante me seducen el alma,

y tus pechos erguidos me recrean la vista.

Solo falta que un día te solaces conmigo,

y que sepas entonces que mi amor es distinto.

Que no hay nadie que pueda demostrarte su amor,

como yo estoy dispuesto, mientras tenga existencia;

porque nadie te quiere como te quiero yo,

y no hay nadie que sienta, lo que siento por ti.


Son dos significados los que tiene tu nombre,

pero mil atractivos, tu manera de ser.

Yo no quiero perderte, porque hacerlo sería,

despojar a mis sueños lo mejor de mi vida.


SI TU ME ENCUENTRASS LOCO

Si tú me encuentras loco, yo no te lo discuto,

porque no existe el hombre, con sus hormonas sanas,

que pueda ser el mismo después de haberte visto.

Por ti me encuentro loco, tu amor es el culpable.

Existe un magnetismo, que irradia tu persona,

una fuerza atractiva que convulsiona a mi alma.

Un canto de sirenas que infunde al corazón,

el desprecio de todo, con tal de estar contigo.

Sin ti yo no soy nada, sin ti no existe vida.

Tu amor es subyugante, mil veces adictivo.

La dicha solo existe si tú me la prodigas.

Por eso es que estoy loco, tu amor es el culpable.

Tu amor trastorna todo mi juicio en tu presencia.

Tu canto de sirenas me impide el escuchar,

la voz de otras mujeres, que puedan rodearme.

Por eso para mí, no existes más que tú.


Tu amor enajenante, mil veces adictivo,

me obliga a ser distinto, salir de la rutina;

para tener cautivo por siempre tu interés,

y disfrutar tu cuerpo, tu imagen y tu ser.


QUE GANO YO MUJER

Que gano yo mujer con plasmar lo que siento,

en los mejores versos, si a ti yo no te importo.

Si todo lo que escribo te es tan indiferente,

si nada te conmueve, ni llama tu atención.

Que gano yo mujer con seguir esperando,

que un día tú me mires con diferentes ojos.

Un poco más mujer, con sangre por sus venas,

y un poco de ternura sin tanta conjetura.

Que gano yo mujer con desear tu cuerpo,

incluso con tenerlo, si no consigo amor;

es eso lo que quiero, por sobre cualquier cosa,

tu amor sin intereses de cosas que no tengo.

A cambio yo te ofrezco mi amor desinhibido,

carente de tapujos, y libre de mentiras;

mi presencia cercana, que pueda acompañarte,

y mi calidez de hombre, sediento por tu amor.


Que gano yo mujer con mis ofrecimientos,

si tus oídos sordos, no escuchan lo que digo.

Que gano con amarte si nunca has conjugado,

ese verbo divino, con nadie en esta vida.


COMO SABER QUE SIENTES

¿Cómo saber si me amas? ¿Cómo saber que sientes?

Detrás de tu sonrisa claramente distinta,

que engalana tu rostro, como joya preciosa.

¿Cómo saber que sientes con tanta transparencia?

Tu manera de ser me tiene confundido.

Quizás no seas más que un simple sueño mío,

una ilusión sin base, de mi mente afiebrada,

que en busca del amor divaga simplemente.

¿Cómo saber que sientes? Si solo es atención

que prestas a los tuyos, o, ¿un interés en mí,

que te hace diferente? ¿Cómo saber que sientes?

¡si no soy como tú, yo no tengo tu edad!

Hay que ser realista. Somos mundos distintos,

o quizás solo sea, que no tengo costumbre,

de cruzar las barreras que me pone la vida.

¿Cómo saber que sientes, con esta mi maraña?


¡Yo no tengo esperanzas, pero existen milagros!

y si Dios me concede tu presencia en mi vida,

lucharé de su parte, para estar junto a ti;

y si no le daré, libertad a tu vuelo.


SE ACABARON MIS SUEÑOS

Se acabaron mis sueños, como siempre ha pasado,

con dolor en mi alma desperté esta mañana,

para verme en mi cama, solitario y desnudo,

sin que nadie me abrace, ni acompañe mis días.

Es mi culpa lo sé, porque fui el que entregó,

mi cariño sin ver, en quién lo colocaba.

Hay que ser realista, no vivir de los sueños.

Pero mi corazón no lo quiere entender.

¡Es tan largo el dolor de olvidar lo querido!

Y es tan triste el momento cuando nos damos cuenta,

que debemos dejar que las aguas prosigan,

porque nunca podremos retenerlas nosotros.

Es mi lecho un lugar donde nunca estarás,

no porque yo no quiera compartirlo contigo,

más bien es porque tú, no quisiste probarlo,

para ver si es posible que encontraras descanso.


Hoy tú sigues de largo, sin volverme la cara,

para darte mi adiós y expresarte el deseo,

que te encuentres un día, con lo que andas buscando,

y que seas feliz, como yo ya no puedo.


UNA MUJER PRECIOSA

Una mujer preciosa se ha cruzado en mi vida,

es de figura esbelta, con delicadas líneas.

Tiene rostro agraciado, con unos ojos lindos,

y una sonrisa hermosa parta adornar su cara…

Su negra cabellera, larga como mis noches,

con un pinche sencillo que le ofrece prestancia;

o su peinado al viento que me invita a seguir,

tras las pisadas suyas, de su noción de vida.

Es de figura hermosa, pero destaca más,

esa belleza interna con que adorna su ser.

Su sencillez y encanto, su calidez y amor,

y esa sonrisa suya siempre tan espontanea.

Con su mirada franca que cautivó el color,

de una noche serena con que invita a soñar;

y su prestancia innata, digna de una princesa,

incentivan mis sueños cerca de sus fronteras.


Tiene una mente clara, propia de su intelecto,

y sus palabras dejan siempre algo en que pensar.

Puesto que es positiva, pero también alegre,

denota que el amor colma sus sentimientos.

Dentro de sus encantos, algo que me impresiona,

es que no necesite nada de maquillaje;

solo unos ojos lindos, con su sonrisa hermosa,

y el alma pura y bella, que siempre la engalanan.


NECESITO ALGO MAS

No me basta mi amor, para ganar el tuyo.

Necesito algo más para poder tenerte.

No es que tengas un precio, no es que te estés vendiendo,

pero yo no soy nada comparado contigo.

Necesito algo más, necesito progreso,

para darle a tu vida lo que tú te mereces.

Un castillo es muy poco para tanta nobleza.

Que transpiran los poros, de tu piel de una reina.

El panal que tú llevas dentro de tus vestidos,

necesita cuidados, y un jardín que alimente,

tus abejas con néctar de mis flores selectas,

para que en el verano pueda probar tu miel.

Necesito algo más para decir que te amo,

con palabras distintas, que cautiven tu mente;

sin rutinas perversas que destruyan tus ansias,

de verte sorprendida, cada vez que me miras.


Necesito tenerte, necesito quererte.

Necesito algo más que sentirte cercana.

Necesito nacer cada día de nuevo,

como el ave de fénix, para amarte otra vez.

Necesito algo más para ganar tu afecto.

Necesito a mi Dios, que entronice el amor;

en tu cuerpo y tu mente, de tal forma que sea,

un milagro divino de tenerte conmigo.


DISFRUTO

Mujer introvertida, silente pero alegre,

desde que yo te vi, disfruto mi existencia.

Rescatas a mi vida de la monotonía,

y elevas a mis sueños por el espacio tuyo.

Disfruto tu alegría, tus ganas de vivir.

Disfruto hasta tu sombra grabada en mi memoria,

disfruto mis recuerdos, ligados con tu esencia,

que impregna de alegría mis sueños y emociones.

Disfruto tu silueta, tu nombre y tus caderas,

que danzan cuando ven que mis ojos te miran.

Igual como si fueras una supermodelo,

te llenas de prestancia, de gracia y gallardía.

Disfruto en mi memoria, la confluencia nuestra,

en aras del amor y la felicidad.

Tus aguas se entremezclan, con las vertientes mías,

y son un complemento perfecto en nuestras vidas.


Por eso hoy solo vivo, por darte complacencia,

porque con ello encuentro la dicha que me brindas.

Mujer introvertida, silente pero alegre,

desde que yo te vi, disfruto nuestras vidas.


UNA NOCHE DE LUNA

Una noche de luna recibí tu visita,

y entre sombras y estrellas, disfruté tu presencia.

Una noche plateada descubrí tus encantos,

y amarraste mis ojos a tu piel perfumada.

Una noche de luna, caminamos tranquilos,

entre quilas y hualles, sobre la hierba plateada;

con la música suave del murmullo del rio,

y tu aroma exquisito, que impregnaba el ambiente.

Una noche de estrellas, a la luz de la luna,

me mostraste en tus ojos que también tú me amabas,

y engrillaste mi mente con mis cinco sentidos,

a tu cuerpo desnudo, que gozaron mis manos.

Una noche de luna que murió con el sol,

y acabó con las sombras y el calor de tu amor.

Una noche de luna que no puedo olvidar,

ni tampoco tu rostro, de mujer encantada.


Una noche de luna, con aroma a tu piel,

y en tus ojos un guiño, que me invita a soñar.

Desde entonces te busco por las noches de luna,

para ver si es posible, que me sigas amando.


QUE DICHOSO ME SIENTO

Tu gran disposición para brindarme ayuda,

delata tu interés que tienes sobre mí.

¿Qué sucede mujer, empiezas a quererme?

¡Qué milagro sería, qué prodigio de Dios!

La mujer más hermosa de toda la ciudad.

Nada menos que un ángel viviendo entre nosotros,

por su belleza interna, por su forma de ser.

¿Mostrando su interés por alguien como yo?

¡Qué dichoso me siento! ¡Qué milagro de Dios!

Solo pensar el hecho me llena de emoción.

El cielo es más azul, la noche más serena,

desde que tú me miras con algo de interés.

Ahora solo queda lograr que esto se cumpla,

y para eso yo tengo que superar mis miedos;

y confesar mi amor definitivamente.

No sea que te canses de mis indecisiones.


Ayúdame Dios mío, para cobrar valor,

que una joya tan linda no la puedo perder.

Las oportunidades se van como llegaron,

a menos que nosotros le saquemos provecho.


A PESAR DE LOS AÑOS

Hoy te vi en la ciudad manejando mujer,

por la calle mojada con la lluvia de otoño;

y caían las hojas y las gotas de lluvia,

y mis ojos lloraban, por no estar junto a ti.

Somos mundos distintos, eso bien yo lo sé.

Yo no puedo alcanzarte, ni merezco tu amor.

Nuestra clase social nos está separando,

y también lo está haciendo, mis errores de antaño.

Es verdad que esta noche ya no llueve mujer,

y el dolor que me causa verte lejos de mí;

se entremezcla en mis versos, con el viento de otoño,

que congela mis huesos, y marchita mi piel.

A pesar de los años que me apartan de ti,

no reniego el buen gusto de quererte mujer.

Te veías tan linda manejando mí amor,

a pesar de la lluvia, fuera y dentro de mí.


Yo no puedo quererte libremente mujer,

ni tampoco olvidarte, sin sentir el dolor;

que me infunde el saber, que no soy para ti.

A pesar de mis años, no te dejo de amar.


ME HACES FALTA MUJER

Me haces falta mujer, y no estás junto a mí.

Como envidio los brazos que rodean tu cuerpo,

y la ducha que baña tu figura desnuda.

Me haces falta mujer, y no puedo tenerte.

Tanta falta tú me haces, que hoy yo vivo de inercia.

Pero no tengo ganas de seguir adelante.

Solo un sueño sin base me permite esperarte,

como espera un recluso, salir de la prisión.

Prisionero estoy yo de una tenue esperanza.

La mujer más bonita ¿podrá volver a mí?

¿Podrá pasar por alto mis grandes desventajas?

Me haces falta mujer, me hace falta tu amor.

Yo quisiera tu cuerpo reposando en mis brazos,

y mis sueños fundidos a los tuyos mujer.

Me hace falta tu amor para darle sentido,

a mi insípida vida, sin ninguna emoción.


Desde que te conozco, me haces falta mujer,

para darle color y alegría a mi vida.

Cuando estas junto a mí todo el mundo es distinto,

todo tiene armonía. Me haces falta mujer.


YO QUISIERA

Yo quisiera escribirte, pero no sé de qué,

porque no entiendo nada de lo que nos sucede.

Solo sé que te quiero más que a nadie en el mundo,

y de que estoy sufriendo, por no estar junto a ti.

Solo sé que me sueño cada noche en tus brazos,

pero por la mañana, me despierto sin ti.

Solo sé que me quieres, aunque sea un poquito.

Pero somos dos mundos totalmente distintos.

Yo quisiera salvar este abismo perverso,

pero no entiendo como descubrir que nos pasa.

Yo quisiera escribirte, solo a ti mis poemas,

con mis versos confiados en tu amor de una vez.

Yo quisiera saber lo que pasa contigo,

para ver si es que rima nuestro romanticismo;

y quisiera besar con mis labios tu boca,

y aprender de memoria con mis manos tu piel.


Y después de estos versos que salieron de mi alma,

donde no entiendo nada de lo que nos sucede.

Solo espero que Dios me conceda el milagro,

de que un día me quieras, como te quiero yo.


SOMOS TAN DIFERENTES

Es injusto perderte, porque injusta es la vida.

Somos tan diferentes que me siento perdido.

Tú pareces un sueño que da gusto seguirlo,

pero cuando me acerco más lejana te siento.

Es tan linda la forma que tú vives la vida,

que no quiero estropearla con mi burda existencia.

Somos cauces de ríos, totalmente distintos,

y no existe la forma de poder acercarnos.

Entre nubes pintadas de un ocaso en la playa,

tú pareces tener tu cubil escondido.

Yo me encuentro en el foso de una mina perdida,

donde pasan mis días de tediosa agonía.

Yo quisiera escalar la montaña más alta,

para verte dormir cada noche en las nubes;

y tomar del color de un ocaso escarlata,

y pintarme las venas, congeladas de mi alma.


Somos tan diferentes que te siento lejana,

pero sueño contigo cada noche estrellada;

donde surcas conmigo cada rayo de luna,

a buscar la mañana, de un buen día a tu lado.


YO SE QUE NO ME QUIERES

En vez de caminar solitario esta noche,

con la lluvia cayendo dentro y fuera de mí;

yo sería feliz con estar a tu lado,

disfrutar tu sonrisa, recibir tu calor.

El frio se soporta de una mejor manera,

si cubres a tu cuerpo con la ropa apropiada;

pero nada mitiga, tu gélida distancia,

que me causa dolor, y un vacío en el alma.

La lluvia que recorre mi piel entumecida,

no quiere derretir tu mirada distante;

y mientras la esperanza se esfuma entre mis manos,

mi corazón prosigue soñándote en mis brazos.

Yo sé que no me quieres, mujer, a la distancia,

porque la sangre fría no fluye por tus venas;

a menos que permitas que mis sueños entibien,

tu corazón de escarcha, que teme ser amada.


Yo sé que no me quieres, pero te sigo amando,

porque valdrá la pena si un día tú te rindes;

y acabas de entender, que si buscas cariño,

no encontrarás a nadie, que te ame como yo


TE SIGO AMANDO

Nunca antes, le escribí tantos versos a nadie.

Quizás, porque nunca antes quise a alguien como a ti.

Mujer ¿por qué te quiero si nunca me has amado?

Y nunca me has besado mis labios con tu boca.

Mujer si no te tengo ¿por qué te sigo amando?

¿Por qué mi corazón se niega a comprender,

qué nunca me has querido? Mi fe no tiene base,

ni mi esperanza apoyo que pueda soportarla.

Mujer si no te quiero, me quedo sin mis sueños;

y si te sigo amando, me quedaré sin nadie.

¿Por qué no te decides y aceptas mi cariño,

y ves como la vida sonríe por nosotros?

Yo no puedo esperarte, mujer, por todo el tiempo,

que mis poemas nacen y mueren sin remedio;

a menos que respondas mujer, del mismo modo,

y veas que la vida resulta más hermosa.


Mujer, yo ya no escribo como antes por tus besos.

Mis sueños se me acaban, cansados de esperarte.

Pero te sigo amando con todos tus recuerdos,

que invaden a mi mente, mujer, de todos modos.


ME RESISTO A LA IDEA

Yo no quiero perderte, me resisto a esa idea.

Aunque nunca te tuve, ni fui dueño de ti;

pero a lo que se quiere se lo tiene por propio,

aunque en esta ocasión, tú no me has escogido.

Sin embargo te quiero como a nadie mujer,

y es por eso que intento no dejar de luchar;

para ver si tus ojos, se detienen en mí,

al igual que los míos se solazan contigo.

Yo no quiero perderte, porque hacerlo sería,

enfrentar la desgracia para siempre en mi vida.

Que no hay cosa más cruel que perder lo querido,

y vivir sin tu amor, no sería una vida.

El amor verdadero no conoce presiones.

No se compra ni vende, ni se deja influir,

por la pena que sientas, por quién sufre de amores.

Tú tienes libertad, de escoger y de amar.


Me resisto a la idea de perderte mujer.

Mientras tú no te cases, mantendré mi esperanza;

de que un día me mires de distinta manera,

y que seas mi dueña, como yo de tu amor.


ME SOBRA TU AUSENCIA

Hace ya tanto tiempo que no escribo mis versos,

que parecen ajenos, y vanos en esencia;

y me cuesta escribirlos, pero duele no hacerlo,

porque sobran las musas y me faltan tus besos.

Pero ¿Cómo escribirte mis poemas mujer?

Si me falta el aliento que me infunde tu vida;

y me sobra tu ausencia, destructora de sueños,

y en mi cama no hay nadie que me arrulle en sus brazos.

Me haces falta mujer, me hacen falta tus besos,

y tu cuerpo desnudo de poema encantado;

conformado de estrofas de un canto de sirena,

que subyuga mi ser, aunque no estés conmigo.

Me hace falta escribirte solo a ti mis poemas,

y me duele no hacerlo, porque sobran las musas;

y me falta la fuente que me inspira en mis versos.

Me hace falta tu piel, tu perfume y tu aliento.


En tu cuerpo desnudo, todo lleno de versos,

yo quisieras embriagarme de tu amor desmedido.

Pero sobra tu ausencia, dolorosa en extremo.

Me haces falta mujer, como tú no imaginas.


MUJER

En la misma medida como yo te he querido,

es que sufro tu ausencia, por no estar a mi lado.

El amor es sublime cuando lo estás viviendo,

pero es insoportable, cuando ya no lo tienes.

¡Cómo te amo mujer, cómo duele tu ausencia!

Y pensar que otras manos acaricien tu cuerpo;

es sentir un puñal, que cercena mi pecho.

¡Como duele el amor si no es correspondido!

Las luciérnagas vuelan por entre las penumbras,

y en busca del amor, iluminan sus cuerpos;

y parecen estrellas surcando caprichosas,

las sombras estivales de una noche sin luna.

Sin ti no tendrá brillo mi vida por delante.

Mi amor regresa pronto, recuerda nuestras noches;

y todo lo vivido durante tanto tiempo.

Devuélveme la chispa para encender mi vida.


Sin ti no estoy completo, me falta toda el alma,

soy como un muerto en vida rondando tus esquinas;

en busca del calor que corra por mis venas,

para entibiar mis noches de gélida nostalgia.


ESPANTANDO EL MIEDO

He encendido la luz para espantar mis miedos,

y he visto a mis fantasmas huir de mi presencia.

Muchos que me asustaron por largos, largos años,

eran alimentados por mis propios prejuicios.

De tanto razonar por nuestras diferencias,

sufrimos muchas veces, la ausencia de lo amado.

Por miedo a los rechazos, o miedo a ser indigno,

de lo que más amamos en esta vida nuestra.

Jamás me va a aceptar, decimos muchas veces,

y entonces reprimimos a nuestros sentimientos;

y luego nos quejamos por nuestra cruel desgracia,

de nuestra soledad, que agobia nuestras vidas.

Es tanta juventud la que se encuentra en mi alma,

y es tan hermoso el gusto que siento por amarte;

que quiero liberarme del saco de aquel viejo,

que me lleva cautivo, tan lejos de tu vida.


Por eso he decidido, de ahora en adelante,

mirarte tiernamente, con mi mejor sonrisa.

Sin miedo a que descubras lo mucho que te quiero.

Sin miedo a que eres joven, y yo, mucho mayor.

No quiero nunca más quedar paralizado,

con tanto meditar en tu especial belleza;

en todo lo que tú eres y que no te merezco,

a menos que tú misma, lo digas con tus labios.


EN UN PUEBLO SUREÑO

En un pueblo sureño, de nuestra Araucanía,

donde surge el amor y el dolor no se apaga;

porque sangran mis venas, cada vez que suspiro,

por tu nombre mujer, que no quieres amarme.

En un bosque aledaño del lugar donde vivo,

entre sombras de pinos, eucaliptos y boldos;

yo mascullo mi pena de tenerte tan cerca,

y sentirte tan lejos, de mi vida mujer.

Por las noches de luna, cuando invade el recuerdo,

en la orilla del rio, donde está Pitrufquén.

Tú te baños desnuda, pretendiendo enfriar,

el amor que me tienes y que evades mujer.

No derroches ya más el calor que tú sientes,

y comparte conmigo tu pación y tu amor;

que la noche no es larga, ni la vida tampoco,

para desperdiciar la expresión de cariño.


Y si tú te decides a vivir en mi casa,

tú verás que este pueblo de cerezos en flor;

se amalgama de estrellas y de luz celestial,

y verás que la luna, resplandece contigo.


TENGO QUE IRME DE AQUÍ

Tengo que irme de aquí para no verte más,

tu mirada y sonrisa, ya no dan esperanza;

y es tan triste olvidar lo que más uno quiere.

Entre más se pretende, más difícil se torna.

Al sentirte tan lejos, y tenerte tan cerca,

es tan grande el dolor de observar lo imposible.

No merezco tu amor, y lo sabes mi vida,

más la culpa no es mía, ni la tuya tampoco.

Esto no es cobardía, simplemente es la vida,

que nos teje un camino con abismos enormes.

Son tan tristes los sueños de tenerte tan cerca,

como grande el dolor de sentirte tan lejos.

Por tus aguas navegan grandes barcos de Europa,

y mis lágrimas corren por el rio Toltén.

No podemos seguir más allá de los sueños.

Nuestras vidas no pasan por los mismos senderos.


Son las cosas que ocurren, cuando la tarde cubre,

mis colinas marchitas y mis valles de sombra.

En un bosque de peumos yo te lloro amor mío,

y recuerdo tu nombre, con los fríos de invierno.


QUIMERICA NOSTALGIA

Cada vez que recuerdo tus palabras mujer,

una sonrisa aflora de mis labios enjutos;

y se me llena el alma de evocaciones tuyas,

y tú nombre cobija mi intimidad dormida.

Tú debes comprender, mi mente necesita,

una sonrisa tuya para poder seguir.

La vida es muy difícil, cuando me faltas tú,

pero todo es distinto cuando escucho tu voz.

Y tu sonrisa suave que me llena de luces,

mi atardecer sombrío, lleno de nubes negras.

Duelen los ojos verte, pero más duele el pecho,

de sufrir tu silencio, tanto como tu ausencia.

Quimérica nostalgia, cada vez que recuerdo

tus manos en las mías, mis sueños se encabritan,

y mi sangre se vuelve de color escarlata.

Y recorren mis venas con más fuerza que nunca.


Yo quisiera soñarte cada noche estrellada,

dibujada en la luna, reposando en el fondo

más azul de mi cielo. Quimérica nostalgia,

mi sueño más hermoso, no dejes de inspirarme.


QUISIERA SALUDARTE

Yo quiero saludarte para esta navidad,

aunque sé que tus aguas se alejaron de mí.

Yo soy un viejo puente que tú dejaste atrás.

Tus aguas cristalinas, no iban a estancarse.

Volver corriente arriba yo sé que es imposible.

Volver a contemplarte, no es más que un sueño iluso.

Mujer de Pitrufquén, hermosa y luchadora,

cuan bello es tu carácter, cuan joven tu mirada.

Fue un sueño haberte visto, mujer, por mis confines.

Fue un sueño aquella noche, cuando me visitaste.

Fue un sueño aquella luna que iluminó tus pasos,

en mi terreno estéril de sombras que no mueren.

Pero he cobrado fuerzas, mujer, de tu mirada,

y ha vuelto a recorrer mi sangre por mis venas.

Yo quiero saludarte, mujer, sin más que el sueño,

de ver que no me olvidas, aunque te encuentres lejos.


O a ver si Dios decide, mujer, intervenir,

en nuestras diferencias que me han dejado solo;

y vuelve a recorrer tus aguas por mi puente,

y vuelve así la vida, por estos mis confines.


YO NO QUIERO MI MUERTE

En completo desorden ha quedado mi mente,

y mi vista cansada, no derrama su llanto;

pero mi alma acumula su dolor penetrante,

que cercena esperanzas, de un futuro mañana.

Para qué derramar solitario mi llanto,

y sacarme la espina que dejaste clavada;

si yo quiero sufrir por haberte perdido,

y no quiero la vida, mucho menos mi muerte.

Solo quiero pensar mascullando tu nombre,

y poder respirar tu perfume impregnado;

en la escueta palabra de tu adiós sin retorno,

y la fría mirada de tu triste partida.

No merezco la muerte, no merezco la vida.

¿Para qué descansar, ni tener esperanzas?

Solo debo purgar mis errores contigo,

y mirarte a lo lejos, como el ave en el cielo.


Y si acaso retornas, algún día en mi vida,

cogeré mi dolor firmemente en mis manos;

para nunca olvidar que te puedo perder,

y evitar mis errores que te hicieron partir.


MI SUEÑO

Absurdos son los sueños, pero tan necesarios.

No todos se nos cumplen, por mucho que tratemos;

pero siempre nos brindan, las ganas de luchar,

y la noción constante de hacerse realidad.

Quién sabe, a lo mejor, quizás, podría ser.

Son cosas que pensamos cuando queremos algo;

y mientras abrigamos esa ilusión con fuerzas,

daremos mil batallas, sin importarnos nada.

Pero otras tantas veces, dejamos de luchar,

porque nos sobreviene de pronto el pesimismo.

Las oportunidades ser van como llegaron,

y nos quedamos solos, sin lo que más queremos.

Por eso vida mía, yo quiero que me ayudes,

para seguir soñando que un día serás mía.

Yo sé que es imposible, pero mi corazón,

no escucha esas razones que todo el mundo dice.


Yo quiero conjugar el verbo amar contigo,

en el tiempo presente del modo indicativo.

Yo quiero que mis sueños no dejen de inspirarme,

por mucho que te encuentres, un día entre mis brazos.

Mi sueño más hermoso serás por siempre tú.

Quizás se cumpla un día, tal vez, a lo mejor;

pero qué lindo ha sido tener por quién luchar,

vivir una esperanza, gozar una ilusión.


UNA NOCHE SIN LUNA

Una noche sin luna, de un aciago verano,

yo camino desnudo casi sin esperanzas;

evocando tú nombre que cercena mi pecho,

y enajena mi mente, porque no estás conmigo.

Tu recuerdo me alcanza, como siempre amor mío,

y luciérnagas brillan coqueteando en el viento.

Ellas buscan pareja con su luz misteriosa,

y yo busco tus manos, pero sin esperanza.

Te he perdido, lo sé, pero ¿qué puedo hacer?

Tu recuerdo es tan fiel que parezco tenerte;

y me sueño contigo cada noche que pasa,

y me falta tu voz, tu sonrisa y tu cuerpo.

Las luciérnagas vuelan, y parecen estrellas

que perdieron su rumbo. Tú recuerdo es más fuerte,

y mi cuerpo sediento del amor que soñaba,

deambula desnudo, casi sin esperanza.


Los milagros existen, pero no para mí,

y te busco en penumbras por las noches sin luna;

para ver si es posible que tu senda te traiga,

por mis pasos sin rumbo, para darles sentido.


YO TENGO QUE ACEPTAR

Yo tengo que aceptar que tus aguas prosigan

su curso natural. No puedo retenerlas,

por más que necesite que sacien a mi sed,

de mi terreno estéril reseco por el tiempo.

Yo sé que te perdí, mujer de mis delicias,

y que no saco nada correr tras tu destino.

Tú tienes curso propio, que sigues libremente,

y debo respetar tú propia voluntad.

No puedo retenerte, lo sé, mujer amada.

Tú surcas libremente tus aguas cristalinas,

y yo no puedo más que ver cómo te alejas,

de mis propias fronteras, por culpa de la vida.

Mi corazón drenado de tanto derramar

mis lágrimas por ti, no es más que tierra seca;

y mientras tú prosigues tu marcha libremente,

sumida en tu destino, tan lejos de mi vida.


Yo devano mis sesos pensando en ¿qué pasó?

¿Por qué es que te perdí? ¿Qué fue lo que hice o no hice?

O ¿qué dije o no dije? Que impidió que pararas,

tu marcha frente a mí, definitivamente.

No sé mujer amada que fue lo que pasó.

Tal vez ¿la intervención de terceras personas?

Yo sé que te perdí, mujer de mis delicias,

y tengo que aceptar mi triste soledad.


TU PRESENCIA

Lavaré mis recuerdos con un poco de olvido,

para ver si es que borro tu presencia de mí.

Eres tan persistente, que me parece verte,

donde quiera que vaya, con quién quiera que esté.

Yo no logro zafarme de tú imagen en mí alma,

porque nunca he querido vivir lejos de ti.

Es verdad, ya no estás, pero sigo añorando

tú presencia a mi lado, siempre tan necesaria.

Desde un tiempo hasta acá, vuelas libre mi amor.

¿Qué tan alto? No sé, pero sé que estas lejos

de mi alcance mujer. Las arrugas de mi alma,

y mis pasos cansinos, te alejaron de mí.

Tu presencia persiste, no se borra en mi mente.

Mi corazón no sabe vivir sin tu recuerdo.

La razón le aconseja que te olvide mujer,

pero el, no entiende como vivir lejos de ti.


¿Qué me has hecho mujer, que no puedo olvidarte?

Eres tan diferente, que no existe otra igual.

¿Vivir lejos de ti? No es posible amor mío.

Solo queda esperar, que regreses a mí.


PERO

Después de tanto tiempo yo tengo que escribirte,

para decir lo mismo que he dicho tantas veces;

que vivo por inercia, porque no estás conmigo,

pero sin un sentido, ni dicha por la vida.

Pero no busco en ti, la compasión forzada,

ni la desidia absurda de quién se siente herida.

Te escribo simplemente, para desnudar mi alma,

y ver si acaso tú, también sientes lo mismo.

Yo vivo porque vivo, pero no soy feliz,

y trato de olvidarte, pero sin conseguirlo.

Tal vez no quiero hacerlo, por eso no te olvido.

Tal vez te quiero tanto, que guardo una esperanza.

Algo de ti en mi vida, yo no puedo olvidar,

es tu forma de ser y tu hermosa sonrisa.

Pero quiero saber, si también en la tuya

existe algo de mí, que recuerdes a solas.


Pero no es conveniente que vuelvas a mi lado,

solo por compasión, por mitigar mí llanto.

Yo no estaré contento si tú no eres feliz,

por estar junto a mí, con tus alas cortadas.

Pero puedes creerme que yo te aceptaré

con mis brazos abiertos, si tú vuelves a mí,

porque así tú lo quieres, y si veo en tu rostro,

tu sonrisa de siempre, de mujer complacida.


DETENTE

Mujer de piel sedosa, tersa, aromatizada,

con aires de princesa de cuentos orientales.

Yo quisiera gozar de tu especial belleza,

y tu sonrisa innata, con que a veces me miras.

Tu cuerpo es un panal rebosante de miel,

del que fluye tu aroma, que invade mi esperanza.

Mi amor, detén tus pasos, en este mi cubil,

y no andarás errante buscando otros amores.

Tu nombre es la bandera que flamea en mi mente,

como si señalara que a ti te pertenezco.

Es cierto, ya lo sé, tú nunca has sido mía,

pero aunque no te importe, me tienes subyugado.

Detén tus pasos ya, mujer de mis amores,

no corras por el mundo que yo te pertenezco.

No busques lo imposible, que yo soy en perspectiva,

el que te puede amar sin miedos ni fronteras.


Ven a morar mi tierra, dispuesta para ti.

Disfruta de mi amor que pronto has conquistado.

Cultiva en mi terreno tu huerta y tu jardín,

que yo te daré flores, y frutas deliciosas.


OCASO

Me resisto a la idea de tener que olvidarte,

porque nadie se olvida de lo que más se quiere.

Yo te quiero mujer, aunque te haya perdido,

porque sé que la culpa no es ni tuya ni mía.

Sin embargo yo tengo que tratar de olvidarte,

aunque sea imposible vivir sin esperanza.

Porque es mucho peor vivir lejos de ti,

y no puedo tenerte por la fuerzas conmigo.

¡Como cuesta aceptar que yo te haya perdido!

¡Como cuesta vivir sin tenerte conmigo!

Es como si al ocaso le quitaras el cielo,

y las nubes rojizas por la puesta del sol.

No he podido olvidarte, por más que lo he tratado,

me resisto a esa idea que me deja sin chance.

Es mi vida un ocaso, donde el sol no se muere,

ni el mar se conjuga con el cielo infinito,


Yo no sé si es que tú ya me habrás olvidado,

o me sigues amando como yo lo quisiera;

porque es triste tratar de olvidar lo querido,

y es más triste la vida cuando no estás conmigo.


¿DONDE TE ENCUENTRAS?

Quiero saber de ti, por eso es que te busco,

pero no encuentro a nadie que pueda señalarme

en donde es que te encuentras, mujer de mis amores,

para volver a verte como antes que partieras.

Hace más de dos años que no te he vuelto a ver,

y ha sido imposible borrarte de mi mente.

Tal vez fue por mi culpa, mujer, que tú partieras.

Tal vez fue simplemente por culpa de la vida.

El caso es que no olvido tu forma de mirarme,

ni tu linda sonrisa, ni menos la hermosura;

que aflora de tu ser, alegre y transparente,

moderna y servicial, trabajadora y culta.

Por eso es que pregunto, mujer, donde te encuentras,

y el sol no me responde, la luna está silente.

La noche entumecida desde que tú partiste,

no quiere declararme dónde es que tú pernoctas.


Al aire que respiro le pido que me ayude,

y que después de darte su aliento imprescindible;

me traiga la fragancia, que aflora de tú ser,

que me lleve a tu lecho, como antes que partieras.

También podría gustarte