Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Fotos Nitidas Ninos Movidos PDF
Fotos Nitidas Ninos Movidos PDF
Lograr una foto nítida de un bebé durmiendo (y bien iluminado) es una tarea
fácil (normalmente). Pero… ¿qué pasa cuando se trata de bebés despiertos,
niños que se mueven, gatean, corretean, escalan cajones, saltan por los sofás o
se mueven en el parque como si fueran trillizos siendo uno solo? ¿Qué pasa
cuando tienes un torbellino, un monstruito terremoto o un “potro desbocao”?
La historia se complica, ¿verdad? ¿Cuántas fotos desenfocadas o movidas has
capturado y tenido que borrar?
Porque para conseguir fotos nítidas pues uno siempre lee que se estabilice la
cámara en un trípode, ¿verdad? Pero claro, los deportes de riesgo no se
practican desde el sofá, ¿a que no? Pues este tipo de fotografías tampoco se
consigue desde la estabilidad de un trípode. Igual esto puede funcionar en un
estudio con poco espacio, iluminación controlada, un equipo profesional,
etcétera (o no). Lo que está claro es que para fotografiar a un niño fuera de esa
situación hay que correr cámara en mano, tirarse al suelo o subirse donde haga
falta y el trípode sólo molestaría.
Lo primero, para que entiendas todo lo demás, es conocer los motivos de por
qué una fotografía queda borrosa. Puede ser por dos razones
fundamentalmente:
1. Movimiento. Bien por un movimiento de la cámara en el momento del
disparo o bien por el propio movimiento del sujeto.
2. Desenfoque. Puede ser quede enfocada otra parte en lugar que la zona
deseada, o que el autofoco no sea capaz de enfocar y acabes disparando
de cualquier forma para conseguir escuchar el deseado clic en lugar del
ruido del motor de enfoque que se ha vuelto loco.
Conociendo estas premisas, te damos las claves para evitar las mencionadas
situaciones indeseadas.
Sujetar la cámara de forma correcta y con un pulso firme también ayuda a evitar
movimientos indeseados que acaben reflejándose en la imagen. Igualmente, si
disparas desde una postura muy incómoda, inevitablemente se va a producir
algún movimiento aparentemente imperceptible pero que puede arruinar tu
foto de forma drástica.
La luz siempre será tu gran aliada, tanto para aportar un tipo de emoción u otra
como para exponer correctamente. Cuanta más luz haya, a mayor velocidad
podrás disparar.
Es probable que pienses que hay la misma iluminación en una punta de la
habitación que de la otra. Así lo ven tus ojos y así lo cree tu cerebro, pero no tu
cámara.
Si estás en interiores, mejor acércate a una ventana, a una puerta por la que
entre luz o enciende luces si es necesario (ajusta el balance de blancos en este
caso). Verás que este gesto te permite subir la velocidad de disparo.