Está en la página 1de 3

Fisiología

Los dos componentes de la fisiología del tórax más propenso a afectarse son la respiración y la
circulación. Ambos tienen q funcionar correctamente y en combinación para que el oxígeno
llegue a los órganos, tejidos y células del cuerpo y se expulse el dióxido de carbono.

Ventilación

Es el acto mecánico de jalar aire a través de la boca y la nariz hacia la tráquea, luego a los
bronquios, pulmones, alveolos.

El oxígeno inhalado del aire se transporta a través de la membrana mucosa de los alveolos
hacia los pequeños vasos sanguíneos adyacentes conocidos como capilares, donde se une a la
hemoglobina de los eritrocitos para su transporte al cuerpo, proceso conocido como
oxigenación; a su vez también se elimina el dióxido de carbono disuelto en la sangre, se
difunde en el aire de los alveolos para su expulsión en la exhalación.

La inhalación: se produce mediante la contracción de los músculos de la respiración,


principalmente los intercostales y el diafragma, proporcionando la elevación y
separación de las costillas, descenso del diafragma; aumentando la cavidad torácica,
creando presión negativa dentro del tórax con respecto al aire fuera del cuerpo.

La espiración: se produce por la relajación de los músculos intercostales y el diafragma


a su posición de reposo, dando como resultado aumento de la presión dentro del tórax
y el vaciamiento de los pulmones.

La ventilación está bajo el mando del centro respiratorio del tronco del encéfalo, a través del
monitoreo de la presión parcial de dióxido de carbono atrial (PaCO2) y la presión parcial de
oxigeno (PaO2) mediante células especializadas conocidas como Quimiorreceptores.

Circulación

El corazón ubicado en el centro del pecho dentro del mediastino funciona como una bomba
biológica, para que trabaje la bomba se debe preparar con líquido y mantener el nivel de ese
líquido.

La función de preparación en el corazón es mediante el retorno de sangre por dos grandes


vasos, vena cava superior e inferior, contrayéndose el órgano en promedio 70 a 80 veces por
minuto, sea el rango normal 60-100 latidos por minuto, y expulsando alrededor de 70 ml de
sangre al cuerpo atreves de la aorta.

Los procesos que interfieran con el retorno de la sangre al corazón, ocasionan el gasto de este
órgano disminuyendo la tensión arterial.
Conmoción Cardiaca

Se refiere a la situación clínica en la cual un golpe aparentemente inocuo ocasiona un paro


cardiaco súbito, y representa alrededor de 20 muertes por año en EEUU, principalmente en
niños y adolescentes.

Esta condición se presenta con mayor frecuencia durante los eventos deportivos de
aficionados, donde la victima recibe un golpe en el pecho medio anterior con un proyectil o un
objeto, como una pelota de béisbol, disco de hockey, etc. También se tiene informes después
de un impacto corporal, como un accidente de vehículo de motor a baja velocidad.

Evaluación

La víctima se encuentra en paro cardiorrespiratorio, en algunas víctimas se observa


contusión menor en el esternón, fibrilación ventricular, bloqueo cardiaco completo y
bloqueo de rama izquierda.

Manejo

Una vez que se confirma el paro cardiaco, se inicia la reanimación cardiopulmonar.

El rimo cardiaco se debe determinar con la mayor prontitud posible y aplicar la


desfibrilación rápida en caso de fibrilación ventricular.

Si no se tiene éxito con los intentos inmediatos de desfibrilación, se fijan las vías aéreas
y se inicia el acceso IV.

Se puede administrar epinefrina y agentes farmacológicos antidisritmicos, como


protocolo de paro cardiaco.

Disrupción traumática de la Aorta

Es el resultado de un mecanismo de desaceleración/aceleración de fuerza significativa, incluye


accidentes vehiculares de impacto frontal a alta velocidad y caídas en las que el paciente cae
en suelo plano.

Cuando hay una desaceleración repentina como ocurre en impacto frontal a alta velocidad, el
corazón y el arco aórtico continúan moviéndose hacia adelante con respecto a la aorta
descendente que es fija; este contraste de velocidad produce fuerzas cortantes en la pared
aortica, en la unión de estos dos segmentos, la ubicación típica de una lesión traumática de la
aorta es distal justo el inicio de la arteria subclavia izquierda.

Evaluación

Depende del índice de sospecha, se debe mantener un alto índice en situación que
implica desaceleración/aceleración de alta energía.

Es preciso que el proveedor de atención prehospitalaria evalué que la vía aérea y la


respiración sea sean adecuadas, y que realice una auscultación y palpación cuidadosas.

La lesión se puede demostrar definitivamente con una aortografia, tomografía de


tórax, tomografía transesofagica.

Manejo
Se administra oxigeno suplementario y se obtiene acceso IV, excepto en casos de
traslado sumamente cortos.

La comunicación con el centro receptor sobre el mecanismo y la sospecha de una


alteración de la aorta se debe trasmitir desde la primera oportunidad.

La reanimación con líquidos en una tensión arterial normal o elevada puede causar
rotura de tejido restante de la aorta y un desgarro rápido.

El control de la tensión arterial y la fuerza contráctil se logra con la administración de


betabloqueadores.

Disrupción Traqueobronquial

Es una entidad poco común, pero potencialmente letal, esta disrupción origina un alto flujo de
aire a través de la lesión hacia el mediastino o el espacio pleural, esta presión se acumula
rápidamente desencadenando un neumotórax o incluso neumomediastino.

La función respiratoria, así como la presión, se ven afectadas de manera significativa, los
esfuerzos de ventilación de presión pueden empeorar la tensión.

Evaluación

El paciente muestra a una persona con angustia evidente, puede estar pálido,
diaforético y evidenciar signos de dificultad respiratoria.

Se puede identificar un enfisema subcutáneo extenso especialmente en la parte


superior del tórax y el cuello, la velocidad ventilatoria se eleva y puede disminuir la
saturación de oxígeno y puede presentar hemoptisis.

Manejo

Se requiere la administración de oxigeno suplementario y el uso adecuado de la


asistencia ventilatoria.

Monitoreo continuo de signos de progresión en un neumotórax a tensión es


imprescindible, si hay presencia de estos síntomas, se debe intentar una rápida
descompresión con aguja.

También podría gustarte