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Semanario Anárquico-Colectivista
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ü n T R I I B M T R Í : un» p»»eu en 1» Región Espinóla; número suelto, 5 céntimos-, pa- MADRID 22 DE JULIO DE 1 8 8 6 . Consagrada esta publicación á la defensa de los principios anárquico colectirislas
quete de 3o ejemplares, una peseta; P A R A LAS demis Regiones, I ' 5 o trimestre, y P A Q U E - todos los obreros tienen derecho á la inserción de cuantos documentos tengan rela-
te i'5o pesetas. ción con este lin, asi como á que se den á luz cuantos abusos y vejaciones se cometan
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Semanario; en Barcelona, dirigirse al Secretario del C. L. déla Federación,y en Mon- Calle de San Vicente, núm. (>.S, piso tercero, donde se dirigirá toda la correspon
taf ideo, i Zacarias iUbMMi caU* del Uruguay, iiiin. 409. dencia & nombre del ADMINISTRADOR.
Y este es uno de los rasgos característicos que cualidades cívicas y militares durante el tiempo que
MAUJGL B A K O U N I N I
prueban irrefutablemente hasta qué grado habían dominó el elemento revolucionario.
arraigado en aquel corazón las ideas emancipadoras. Vencida la revolución alemana, los prusianos car-
Cúmplense hoy (i.° de Julio) diez años que este Bakounini, voluntariamente, consintió en que se le garon sobre Dresde con numerosas fuerzas y la obli-
sin igual dechado de virtudes revolucionarias pagó despojara de su peculio, como antes había dimitido garon á capitular. Bakounini propuso como medio de
á la Naturaleza el ineludible tributo con ella contraí- su empleo en el ejército. defensa, y para evitar la entrada de los prusianos, se
do por la prestación temporal que nos hace de la Su pluma no podía estar ociosa, así que, cuando incendiaran todos los edificios públicos, lo cual pro-
existencia. algún tiempo después volvió á París, dedicóse á cola- dujo inmenso clamoreo entre todos los burgueses.
Torschok, gobierno de Tower (Rusia), fué el pun- borar en los periódicos La Verdadera l^epública y Antes que capitular prefirió huir, teniendo la mala
to donde vio la luz Bakounini el año 1 8 1 4 . La "Reforma, esta última á cargo de Flocon. suerte de que le hicieran prisionero en Chemnítz,
Su familia ocupaba una posición brillante y des- Después contrajo amistad con Proudhon, ayudán- desde donde le trasladaron á Kix-nigstein.
cendía de una antigua casa aristocrática. dole en la colaboración del periódico &l Tueblo. Formósele causa y fué condenado á muerte en
Desde sü infancia dió pruebas de una inteligencia El 1847 celebróse en París una importante reunión Mayo de i 8 5 o , pena que se le conmutó por la de ca-
despejada y una profunda afición para el estudio, á la que acudieron todos los emigrados polacos. dena perpetua.
asistiendo con notable aprovechamiento á las escue- En esta reunión pronunció Bakounini, en nombre Austria reclamó al prisionero, alegando tenía dere-
las superiores de Moscou. de los emigrados rusos, un enérgico y elocuente dis- cho á juzgarle por las insurrecciones dc Bohemia, e n
Una vez terminados los estudios preliminares, Ba- curso, en el que expuso era «necesario unir los es- que Bakounini había tomado parte, y el dócil g o -
kounini ingresó en la Escuela de cadetes, bierno de Berlín hizo entrega del revolucio-
saliendo destinado al poco tiempo, con el nario.
grado de alférez, al cuerpo de artillería de Los tribunales avistriacos formularon nue-
la Guardia imperial, que se hallaba de guar- va sentencia de muerte contra Bakounini,
nición en las provincias polacas. en Mayo del 3 i , sentencia que quedó redu-
Este acontecimiento produjo tal cambio en cida á la de prisión perpetua.
el modo de ser de Bakounini, é influyó de No debía parar aquí la mala estrella de
una manera tan decisiva en sus futuros des- Bakounini. Por grandes que fueran sus su-
tinos, que casi puede decirse fué el despertar frimientos durante aquella terrible peregri-
de sü inteligencia, de aquella inteligencia re- nación de cárcel en cárcel, durmiendo mal
volucionaria. y comiendo peor, siempre vigilado y sujeto
Apenado en lo más recóndito de sus sen- como un criminal, no debieron causarle
timientos por la inhumana conducta segui- tanta impresión como la noticia de que el
da con la infeliz Polonia, oyó en su alma czar habla solicitado su extradicción, á lo
••n. grito de indignación, y abominando la cual accedió cl gobierno austríaco, como an-
odiosa y despótica conducta dc lo» czares tes lo hubiera hecho el de Berlín. Cumplía-
^ue así sacrihcaban á tanta criatura huma- se aquí la lev del más fuerte. Todavía n o
na, renunció su puesto en la Guardia impe- había tenido lugar la batalla de Sadowa, y ,
rial y retiróse á su casa, dedicándose al es- por consi¡|fei.:nte, Prusia era inferior á Aus-
tudio de las ciencias y la filosofía en unión tria y ésta á Rusia. Los tres verdugos que
de Belinski.
villana y traidoramente habían despojado á
Tres años duraron estos estudios, al cabo Polonia de su libertad y repartídosela como
de los cuales, en i 8 q i , se trasladó á Berlín, los sabuesos un hueso, se disputaban ahora
donde los continuó con verdadero entusias- la preeminencia de ser los carceleros ó ver-
m o , declarándose partidario délas doctrinas dugos de un hombre que valía mil vect
de Hegel. más que aquellos energúmenos de manto }
Inicióse allí en la Sociedad la Joven c4¡e- cetro.
tnania, cuyos principales jefes no tardaron Austria, pues, quitó la cadena dc cinco
en conocer cuánto podía esperarse de aquel pies con que tenía sujeto á Bakounini al
carácter enérgico y decidido. muro de su prisión, y cargado con cadenas
El año 1842 abandonó Berlín para dirigir- rusas, que causaron hondas llagas en sus
se á Dresde, siempre sediento de adquirir carnes, fué trasladado á las prisiones de San
nuevos conocimientos y perfeccionar los ya * Pedro y San Pablo en San Petersburgo.
adquiridos. Llevaba algún tiempo en aquella oscura
En esta última ciudad estableció frecuen- mazmorra, cuando se le presentó un día el
tes relaciones con Ruge y dió á luz los pri- príncipe Orloff, jefe de la tercera división:
meros escritos filosóficos en los cíñales —Vengo—le dijo—á invitar á U d•.F, de
IW V4A^\.R —«» A «A*ABH4 ** V.^ VA
alemanes, firmados con elseudónimo de Ju- parte de S. M. I. 'I., á que le exponga sus opi-
les Elysard, estudios que merecieron simpá- niones respecto
tica acogida. cto de fa situación política de
Europa.
Su natural inclinación apenas le áejaba Aquella naturaleza de hierro, donde se
punto de reposo, y el mismo año abandonó embotaban todas las armas del martirio, le-
á Dresde para dirigirse i París. *t|| jos de aprovechar la propicia ocasión que
París era entonces el foco de la emigra- sc le presentaba para impetrar gracia de su
ción polaca; allí residían los principales verdugo, con la arrogancia propia del que
miembros de la insurrección que habían l o - MIGUEL BAKOUNINI siente en su interior el fuego sacro de una
grado escapar á las balas y & jas crueles idea, redactó una extensa Memoria e n la que
persecuciones moscovitas , con los cuales exponía, entre otras cosas, cl vehemente de-
contrajo estrechas relaciones. seo de los eslavos por libertarse del yugo tu-
De París marchó á Zurich poniendo particular fuerzos rusos y polacos para sacudir la ominosa tira- desco, demostrando que esta gran obra podía iniciar-
empeño en la organización de los trabajadores bajo nía de los czares.» la Rusia poniéndose á la cabeza del panslavismo li-
bases socialistas. A consecuencia de este discurso, el ministerio Gui- bertador.
Asustado cl gobierno de Nicolás por las noticias zot, á instancias del gobierno ruso, le expulsó de Después de haber leído Nicolás la Memoria, dijo á
que hasta él llegaban de la propaganda revoluciona- Francia, teniendo que refugiarse en Bruselas, donde Orloff^
ria de Bakounini, retiró á éste el permiso que Je ha- permaneció poco tiempo, pues á los primeros sínto- —•{Sabes que este revolucionario es un gran hom-
bía concedido para viajar (i), conminándole, en caso mas de la revolución del 48, corrió otra vez á París. bre? Pero al mismo tiempo es el hombre más peli-
dc no obediencia, con la confiscación de todos sus
Aprovechando la natural excitación producida por groso de mi imperio y nunca estará bien guardado.
bienes.
la revolución, B.tkounint, en inteligencia con Ledru- A los pocos días, y para que estuviera mejor guar-
Bakounini desprecióla orden y siguió su incesante dado, fué trasladado á la fortaleza del Schlusselberg.
RoIIin en Francia, Kossuth en Hungría y Mazzini
propaganda, con un celo é interés digno dc toda ala-
en Italia, fué á Praga con elfinde propagar la revo- Allí permaneció hasta el advenimiento de Alejan-
lución cn los pueblos germánicos, tomando parte en dro II, que, como un rasgo filantrópico, le conmutó
todas las insurrecciones. la prisión por la deportación perpetua á la Siberia,
Desde el Congreso eslavo, reunido en esta última eterna necrópolis de seres vivos.
(1) Sabido es que en Rusia no se podía viajar sin per- ciudad, y después de haber estado en Berlín, marchó En aquella helada región permaneció cinco años
miso especial, el cnal, si no recordamos mal, costaba ñOO á las barricadas de Dresde, batiendo á los prusianos,
rublos, cantidad exorbitante, si se tiene en cuenta que el con la idea fija en su mente de evadirse para volver
rublo equivale á 4 pesetas 75 céntimos. con ayuda de Heubner y Rocckel, dejando en aque- á Europa y continuar su obra revolucionaria, aque-
lla ciudad imperecedero recuerdo de sus brillantes lla idea que animaba su ser, que le hacía soportar
BANDERA SOCIAL
con estoica resignación las cárceles, las cadenas y corrido, la supremaratio á q u e p u e d e apelar el q u e Pero el desencanto de l o s que esto aguardaban
los martirios. se ve cogido in fraganti atropello de todas las le- fué "rande, al ver con qué facilidad s e dio por
P o r fin u n a noche p u s o en práctica su atrevido yes de la polémica. sati^echo e l Sr. Salmerón, cediendo e n un a s u n t o
pensamiento, y sin r u m b o , sin derrotero, para el fu- Así, p u e s , á callar tocan; y sobre todo á hacer que tan de cerca afectaba á los republicanos y d e -
gitivo del desierto n o había brújula, sin más h o r i - claríindoso conforme con un semiconato de expli-
zonte que el que allá á lejos, m u y lejos, le trazaba propósito d e la enmienda para l o sucesivo, p u e s
es lástima que un periódico que cuenta tan ilus- cación, que seguramente, á nuestro entender, n o
su inspiración revolucionaria, a b a n d o n ó la Siberia,
perseguido á tiros, pasando por todas las i n n u m e r a - trados redactores y dimensiones tan pronunciadas, hubiera bastado á quien estuviera d i s p u e s t o á
bles peripecias de un país agreste, falto de agua y de incurra e n tan nionstruosos dislates y desatine mantener razonablemente su prestigio revolucio-
alimentos. cual si estuviera e n competencia con todos l o s al- nario.
Así atravesó el Asia hasta que llegó á Y o k o h a m a , bergados de las casas de Orates. Para contrapesar e l fatal influjo que esta con-
donde p u d o embarcar en u n vapor q u e le condujo á ducta produjo e n el confiado ánimo de los q u e n o
San Francisco, pagando el pasaje con sus servicios *• entienden m u c h o de palabras, de palabras de p o -
en el b u q u e . No faltará seguramente quien diga: p u e s si l o líticos, vertióse una especie, que no tardó en d i -
Medio año residió en la república norteamericana, escrito por El Progreso e s tan malito, ¿cómo e s vulgarse y hallar favorable acogida en la inocente
ganándose el sustento con las lecciones de idiomas y que ustedes se ocupan de ello? credulidatl de los que siempre tienen e n la boca,
matemáticas, antes de dirigirse á L o n d r e s . como si esto fuera parte de su economía, una til-
Los emigrados rusos, entre éstos Herzen, acogie- Sumariamente e.xpondremos las razones.
ron con inusitadas muestras de cariño al que todos No es desdo luego por El Progreso, sino porque, tima esperanza, esperanza sinfin,m u y semejante
los periódicos habían dado por m u e r t o . punto más punto m e n o s , toda la prensa y orado- á la del pueblo judío respecto d e ese Mesías in-
Algún trabajo h u b o d e costarle le reconocieran, res republicanos están en este asunto cortados por trouvable.
pues de esbelto y delgado q u e era cuando vivía en un m i s m o patrón; que n o parece sino que, al dis- Dijóse que si los republicanos n o s e habían re-
compañía de sü tío el general Bakouníni, se había cutir y analizar la anarquía y e l colectivismo, l e s tirado aquella tarde, obedecía á órdenes y deferen-
convertido en un formidable h o m b r c t ó n . ha llegado el final del juicio. cias que debían guardar con e l Sr. Pi y Margall,
Sus padecimientos físicos y morales no le evitaron Quizá de este m o d o , aunque no n o s agradezcan á quien habían nombrado jefe de la minoría coli-
el q u e . apenas llegado á L o n d r e s , tomara parte en la la galantería, logremos escarmienten en cabeza aje- gada pocos días antes; pero que en cuanto éste
redacción de la Kolokol [La C a m p a n a ) , que ya escri-
na tanto y tanto pedante como anda por esos m u n - tomara posesión y combatiera la lista civil, a b a n -
bían sus amigos Herzen y Ogareff, si bien por poco
n e m p o , pues éstos n o conformaban con sus ideas r a - dos fusionistas ec laúdeselas de eruditos é incidien- donarían el local.
dicales. do á diestro y siniestro. El Progreso, e l órgano del /que voy.' apoyó e n
Infatigable en su propaganda revolucionaria, reco- Demás de esto, nosotros juzgamos q u e mientras larga disertación esta idea, y esto bastó para q u e
rrió varios puntos de E u r o p a , haciendo todos los es- la demencia sea una afección tan grave, n o debe se dieran por convencidos los más reacios.
fuerzos imaginables para sublevar á los campesinos renunciarse al tratamiento terapéutico apropiado Llegó el esperado día. El acto de la jura del s o -
de la Lituania contra el czar cuando estalló la revo- para combatirla ó limitar s u s estragos. ñor Pi y Margall, que tan grande algarada produ-
lución polaca de i863. j o en los saguntinos, abonaba la opinión vertida.
A pesar de haber sido vencida, y en la seguridad Es verdad que una de las cosas m á s piramidales
de correr á una muerte segura, organizó u n a expedi- Y v a m o s á dar por terminado este tercer artícu- de este siglo, y cuidado que las hay piramidales,
ción, que. bien á pesar s u y o , n o p u d o salir de las lo haciéndonos cargo del inciso en que El Pro-
costas de Suecia. debe ser la de haber visto al Sr. Marios de ponti-
greso, como paleto ante escaparate de una joyería, fical tomando e l juramento d e respetar y acatar
T a m p o c o p u d o tomar parte e n aquella insurrec-
ción la Sociedad Tierray Libertad, organizada por se e.vtraña de que nosotros excitemos á Los traba- las instituciones monárquicas.
Bakouníni en todos los dominios de Rusia, y en la jadores d separarse de los republicanos por opre- Si el Sr. Pi y Margall pensó en aquel m o m e n t o l o
cual existían gran n ú m e r o de militares rusos, por sores y despojadores de las clases jornaleras. que se nos ocurre al escribir, no sólo del Sr. Mar-
haberse anticipado el m o v i m i e n t o insurreccional. A u n q u e expuestas algunas fundamentales razo- tos, sino de aquellos otros personajes q u e tan e n
Fracasados sus planes dirigióse á Italia, d o n d e n o nes en e l articulo anterior, completaremos aquí provecho s u y o han sabido e.xplotar la traición de
encontró á n i n g u n o de los revolucionarios d e 1 8 4 8 , nuestra opinión, á iin de que n o s e nos tache, Sagunto, no nos extraña hiciera ciertas demostra-
lo cual n o fué obstáculo para que fundara en Ñapó- c o m o siempre, de que afirmamos sin probar, y q u e ciones; es menester mucha tranquilidad para q u e
les el periódico Libertad y Justicia, desarrollando en vivimos encerrados e n un círculo vicioso de n e -
él sus ideas. los expulsados puedan tratar d e igual á igual á
gaciones. los que por violenta sorpresa l o s arrojaron da
E n 1867 asistió al Congreso de la Liga de la Pa\,
convocado en Ginebra por los demócratas con la es- ¿Ignora hoy alguien que se ocupe de algo q u e aquel recinto.
peranza de que resultara d e aquellas sesiones algo en los países republicanos, en T O D O S , sin e x c e p - Que esto lo haga el Sr. Castelar, se comprende,
verdaderamente revolucionario; sus esperanzas sa- ción, y desafiamos m u y alto se nos pruebe lo c o n - dada su pohtica d e escaleras abajo ¡y s u s b e n e -
lieron fallidas, y en el Congreso de Berna, celebrado trario, la suerte de los que trabajamos e s penosí- volencias reaccionarias pasadas, presentes y f u -
en r868. se retiró con la minoría socialista, formu- sima, precaria y á todas luces onerosa? turas.
lando aquella enérgica protesta en q u e se consignaba ¿Hay alguna diferencia esencial entre e s a s re- Pero que los que fueron las victimas del m e -
la igualdad económica y social de las clases y los in- públicas donde así es mallrado e l trabajador y la morable 3 de enero, si tienen un átomo ile d e c o -
dividuos como base de la revolución. que pretenden fundar los republicanos espaüole.s? ro político, d e conciencia revolacionaria, pasen
Allí nació la edlian^a de ¡a ^Democracia Socialis-
No, ó , s i acaso hay alguna, sería quizá en des- por las horcas caudinas de legalidades impuestas
ta, cuyo programa redactó B a k o u n í n i . Esta Asocia-
ción se adhirió á la I n t e r n a c i o n a l ventaja de la que aquí s e fundara. por un puñado de insurrectos, eso ni h o y lo abo-
En 1869 fijó su residencia en Ginebra, d a n d o gran ¿En qué cabeza, que no sea republicana, cabe na la razón ni mañana lo justificara la historia.
impulso á la propaganda socialista, á cuyo efecto que siendo esto evidente de toda evidencia, n o s - Es extremar hasta un punto indecible la santi-
fundó La Igualdad, colaborando además en SI Pro- otros postergáramos la justicia, ocultáramos la dad de la audacia y rendir u n culto inconsciente
greso, de Socle. verdad y contribuyéramos á engañar á nuestros al dios Éxito.
Asistió al Congreso internacional de Basilea, con- compañeros haciéndoles concebir esperanzas q u e , Y sin embargo d e estas consideraciones q u e
tribuyendo con su persuasiva oratoria y fundados ar- á perfecta conciencia, s a b e m o s no s e han de cum- afluyen á nuestro tosco entendimiento, quo otras
gumentos al triunfo del Colectivismo. plir jamás por nadie que nosotros m i s m o s , l l a m a - más luminosas deben bullir en e l cerebro' de los
Las incesantes reclamaciones del gobierno ruso le dos en último término á resolver nuestros asuntos? inteligentes y filósofos, ello e s l o cierto que las
obligaron á retirarse á Socarno, desde d o n d e se diri-
gió á L y ó n para tomar parte en el movimiento revo- D e m o s de barato (jue s e esbibleciera la repúbli- esperanzas de los que juzgan las cosas, l o s h e -
lucionario de la C o m m u n e en 1870, haciendo c u a n - ca, y que hubiéramo-i hecho lo que El Progreso chos y los hombres con recta conciencia, las vio-
to es imaginable por sublevar los departamentos quiere, ¿qué responderíamos á los burlados y en- ron defraudadas con la continuación e n la Cámara
franceses. Vencida la C o m m u n e , volvió á Socarno gañados cuando nos echaran al rostro, con c o m - de los coligados de la república.
triste y abatido. pleta justicia, nuestra insensatez, nuestra maldad ¿Había racional pretexto d e retirarse, a u n q u e
T o m ó parte en el Congreso de Saint-Imier, d o n d e ó nuestra perfidia? previamente no s e hubiera contraído ese c o m p r o -
se afirmaron una vez más las doctrinas colectivistas, Ya sabemos que El Progreso, quo n o e s m u y miso, d e s p u é s del discurso dol Sr. Pi y Margall?
siendo su ú h i m a obra la organización d e una vasta dado á achaques de consecuencia y tiene b u e n a s Conteste por nosotros aquella serie de i n t e m p e -
conspiración socialista que debía estallar en Bolonia tragaderas, pensará para s u s adentros q u e , con rancias, aquel coro continuado con que los tráns-
y extenderse por toda Italia.
razón ó sin ella, l o que nosotros d e b e m o s hacer fugas do todas las ideas recibieron la peroración
* * es ayudar al advenimiento do Ruiz Zorrilla, e l del Sr. Pi.
T a l e s son los hechos principales del querido com- proscrito, el expatriado, tjue, según decía El Ma- Quizá desde aquella sesión memorable do la
pañero q u e , afectado de u n a enfermedad crónica del drid Político del 2 3 de junití, «posee, honrada- Cámara del 48, en que Proudhón e x p u s o s u s teo-
corazón, s u c u m b i ó en Berna el i." de Julio de 1876. IImente adquiridas, extensas y magníficas pro- rías económicas, n o se haya presenciado un e s -
Su entierro, verificado el 3, fué u n a muestra de ca- «piedades, quo l e proporcionan pingües rqntas pectáculo de griterío, de improperios y d e n u e s t o s
riño de todos los obreros de Berna. • q u e para si quisieraa m u c h o s grandes d e Es- como e l que ofrecieron las Cortes monárquicas
Los colectivistas españoles, ya que la distancia les «paña.» durante la filípica del Sr. Pi, encaminada á c o m -
impide depositar una pequeña corona sobre tu tum- (Continuará.) batir la lista civil.
ba, r i n d e n un tributo de cariñoso recuerdo, al que
consagró toda su vida, su fortuna, su salud, y afeccio- Si al principio, en e l centro ó alfinde H p e r o -
nes más caras á la causa obrera, defendiendo los ración antimonárquica ilcl Sr. Pi n o s hubieran
TODOS BENÉVOLOS
principios de A n a r q u í a , Federación y Colectivismo. asegurado iban á permanecer urt m i n u t o más q u e
lo que aquélla durara, hubiéramos caliíicado,(lu-
=0300O000ota Todo el m u n d o esperaba, d e s p u é s de las decla-
ramente al osado.
raciones hechas por ios representantes de la bur-
EL MANIFIESTO DE BARCELONA Y " E L PROGSESQ» guesía monárquica respecto á la soberanía nacio- También nosotros n o s To habíamos creído, e n
nal, que los republicanos abandonarían los escaños parte, porque nosotros e n t e n d e m o s q u e hay a l g o
del Congreso, n o y a como revolucionarios, sino que está por encima do instituciones, intereses,
III c o m o hombres de pundonor ijue recogen ol guan- acomodos, conveniencias; algo, sí, que han dado
Xo n o s lastima, por m á s pueda s u p o n e r otra te que al rostro les arroja.necio y orgulloso e n e - pruebas haber relegado al olvido^ I93 diputados
cusa El Progreso, el estudiado silencio que guarda. migo. coligados. ''
Es d e todo p u n t o natural, arrepentido c o m o La expectación en este sentido era grande. La Muchos errores han cometido l o s republicanos
debe estar, si se ha parado á examinar la sarta d e tarde e n que el Sr. Sagasta dijo, entro otras cosas, de nuestros días; pero este último e s de m a g n i -
desatinos apuntados e n ol artfculo que nos ocupa. que los republicanos estaban inspirados por malas tud tal, revela tan á las claras hasta qué punto"
Si n o tiene e n el arsenal de s u s conocimientos pasiones, con aplauso de la mayoría y protestas de están reñidos con las verdaderas teorías r e v o l u -
otros m á s atinados, si los argumentos á que h u - la minoría, creyóse por algunos era llegado e l cionarias, que dudamos m u c h o q u e d e e u s u s
biera d e recurrir para combatirnos n o son m á s m o m e n t o propicio para decorosamente huir la pre- mermadas filas nadie que de buena fe a m e la Re-
l ú c i d o s , hace bien e n callar; e s el sistema más s o - sencia de la representación monárquica. volución.
BANDERA SOCIAL
Hasta ahora el descrédito sólo habia caído s o - s u s coasociados de monarquía durante la d i s c u -
bro esa fracción insípida y antidemocrática capi- sión del presupuesto de la familia feliz, hizo u n PAPEL ^ERDIDO
lor
0*0
taneada por e l que burló las esperanzas de l o s esfuerzo sobrehumano para mostrarse el más en-
FRASES PARLAMENTARIAS
valientes zaragozanos; desde hoy en adelante este tre los más monárquicos.
-66-
descrédito se repartirá por igual entre todos l o s ¿Qué triste estaría la humanidad si no hubiera Del discurso del Sr. Salmerón:
-ili-
republicanos, pues si los unos por temperamento en este valle de lágrimas sujetos de tan buen h u - «Señores diputados: Al levantarme á terciar ert'
ono
y explícitamente son benévolos, l o s otros por, mor como e l de Antequera? este debate, siéntome realmente oprimido por el do-
¿ á roso recuerdo de aquel incalificable atentado con que,
conveniencia é implícitamente son benévolos tam- ¿Y todavía no es ministro?
bién. para acabar con el gobierno de la república, que la
nación en el uso de su legítima soberanía se había
-m- Lo cual superabundantemente prueba nuestra dado, fué profanado este sagrado recinto.
abstención e o política, puesto que estamos c o n - Sr. Camacho. si se le ha pasado ya á S. E. m o -
OflO
vencidos de que las luchas parlamentarias n o nárquica aquella excitación de nervios que le pro-
-o- «Si de mi dependiera, señores diputados, no os pe-
pueden servir, mientras haya incautos las s e c u n - dujo el discurso del Sr. Pi, ¿quiere acercarse á diría, como sanción de ese violento atentado á que
-ü-
den, sino para alargar indefinidamente el triunfo uno de esos nacionales donde venden el tabaco, ó antes me refería, otra cosa sino que se inscribiera en
aJte
de la verdadera Revolución. lo que sea, y comprobar e l peso del picado y al ese muro el recuerdo de la hazaña, poniendo al pie
.a,
Dentro del Parlamento, por más rebusquen fra- fusionista calidad de los cigarrillos hechos, parti- el nombre de su autor, con lo cual dos cosas á la par
-Jl- se cumplirían, que son: la primera, ofrecer á los re-
ses y se ahueque la voz, no puede haber sino b e - cularmente de los de 20 céntimos?
9te presentantes de la nación una saludable advertencia,
nevolencias. Haga S. E- esa nueva espontaneidad y s e con-
•n- y la segunda, dar al autor de aquella hazaña la i n -
Ir allí es asentir y robustecer la causa que s e vencerá de que, aunque los tales cigarrillos s e
mortalidad que no parece quizá que la fama de ilus-
pretende combatir. llamaran sagastinos ó canovistas, no s e decía lo tre y gloriosa espada le pueda otorgar hoy.»
malos que s o n .
Olvidóse el Sr. Salmerón de lo mejor.
Misceláneas Lean con atención y mediten los compañeros el
No sólo merecía los honores d e pavonearse e l
retrato del héroe del 3 de Enero entro los de Lacy,
siguiente extracto de un número extraordinario Mina y Porlíer, sino que también era acreedor á
i;n el número pasado dábamos la, para nosotros,
que ha publicado M Centinela de Cataluña dedi- ese honor el Sr. Martinez Campos, héroe do S a -
gruta noticia de a aparición de un nuevo compa- gunto.
dicado al Excmo. señor D. Francisco de Paula
fioro, FA Cuarto Estado en Orense.
Rius y Taulet y á ü . Mauricio Serrahima por la Con lo cual hubiérase confirmado e l dicho d e
Hoy tenemos la inmensa satisfacción de añadir
terminación que ha tenido la causa que s e siguió un amigo nuestro que afirma ortodoxamente que
se ha aumentado e l catálogo de la prensa anár-
á los señores Monell y Murillo. dueños de la fá- cuanto más feo e s un hombre tiene más suerte.
quicocolectivista en esta región con u n nuevo
brica que sufrió la explosión en cl 28 d e j u n i o .\lgunos manifestarían extrañeza por esa fortu-
adalid. El Grito del Pueblo, que ha comenzado á
de 188á, efecto de lo cual hubo 10 muertos y 2 8 na improvisada á que habian llegado los dos h é -
publicarse en Martín de Provensals, y á quien con
heridos. roes supradichos, pero d e menos hicieron f i l o s
efusión devolvemos su cariñoso saludo. n
El día 4 de j u l i o , seis días después de la catás- una monanjuía y deshicieron una república.
trofe, el ayuntamiento d e Barcelona, presidido ¡.Vdeniás, so ven aquí tantas cosas raras, que n o
La famosa huelga de Decazeville, dice La Aso- por e l Sr. ílius y Taulet, acordó tomar parte e n tendría nada de extraño una rareza más!
:Lación, ha terminado, y aunque no falta quien la causa para exigir toda la responsabilidad crimi- •
trate de hacer creer que han triunfado los trabaja- nal á los señores Morell y Murillo, y obtener la * *
dores, por nuestra parte lo negamos. indemnización correspondiente á favor d e l o s La continuación del discurso fué una serie n o
Esta huelga, originada por un acto espontáneo huérfanos é inútiles para el trabajo. iiiterrumpida de rumores é incidentes, uno de los
•le desesperación producida por comprimidos s u - El abogado nombrado por e l ayuntamiento l o cuales apuntamos á continuación por haber sido
frimientos, ha sido explotnda por e l radicalismo fué ü . Mauricio Serrahima, que en primera y se- provocado por el hombro conservador, y como tal
político y ha terminado sofocado por el oportunis- cunda i n s t a n c a hizo todo l o posible por s u s d e - amante del prestigio parlamentario:
mo que determina on absoluto todos l o s a d o s p o - íondidos, pero en vez do entablar el recurso il «El Sr. Salmerón: ¿Qué género de respetabilidad
b ticos. casación ante el Supremo, como procedía, de^ó do podrá inspirar el partido conservador al país, cuan-
Un convenio llejado á cabo entro los directores do, como el jefe do esa disidencia con razón ha di-
hacerlo con grande escándalo del veaciudario d e
cho, á la menor contrariedad abandona presuroso
de la huelga y la Compañía, ha dado por resultado Barcelona. esos intereses que no se creía capaz de defender, y
ün ilusorio aumento en los jornales, á cambio del ¿Uué había sucedido para que el Sr. Serrahini que el mismo declaró y q u e s i hubiera continuado en
fíxpurgo que la compañía se reserva para la expul* dejara de cumplir con su deber como abogado? el poder en esas circunstancias se hubieran sepultado
sión do las minas de los trabajadores más caracte- Según Ei Centinela dc Cataluña, e l día 2 de en la misma fosa el cadáver del rey y de la monar-
rizados, amén de u n proceso para satisfacer la abril de 188.3-le fué regalada al Sr. Rius y Taulet quía?
'•pui.'T.i/.;i, q'ie ha producido la condenaciím á 8 , una hermosísima vajilla do plata de valor do 16.000 El Sr. Cánovas del Castillo: No es exacto; jamás.
1j • y .'j años de presidio á cuatro trabajadores. duros, con- quo l e ob.-.equiaron los Sres. Morell y El Sr. Salmerón: El hecho es, Sr. Cánovas, que n o
Con esto habrá ganado cierto ilusorio prestigio Murillo, agradecidos al actual alcalde ee Barco- recuerdo jefe de partido alguno, que en esas circuns-
el partido llamado socialista obrero que trata da lona. tancias haya de tal manera abandonado la representa-
ción de las instituciones y de los intereses sociales
reemplazar á la burguesía en la explotación do s u s Si nosotros dispusiéramos de 16.000 duros, ha- que le estaban encomendados.
compañeros; pero nada ha ganado la justicia, que .jamos e l comentario quo corresponde. El Sr. Cánovas: Ya contestaré á eso; pero, interi-
sigue ostentando el indestructible lema «la e m a n - La burguesía tiene entrañas do hiena. namente, no hay que hacer suposiciones falsas.
cipación do los trabajadores ha de sor obra de los La Revolución Social e s la única que pued El Sr. Salmerón: Yo pediría al señor presidente
tmbajadores mismos.» poner coto á sus desmanes y atropellos. de la Cámara que hiciese rectificar ó explicar esas
Conformes con nuestro querido colega. palabras: pero como no me pago de palabras, como
lo que me importa son los hechos, y las razones
Hemos oído asegurar que, una vez cerradas las valen más que las vanas palabras de S. S (Rumo-
.Nada objetaríamos á la advertencia con que e n -
Cortes, el gobierno sagastino se propone inaugu- res.—Aplausos en los bancos déla minoría republi-
cabeza su número Los Desheredados, y quo e s cana v e n algunas tribunas';.
rar una activa campaña de persecución contra la
•causa de la comunicación que verán posteriormen- prensa. El Sr. Presidente: Orden en las tribunas.
te los compañeros, si este colega no hubiera ver- El Sr. Cánovas: Repitíré las palabras.
Tanto monta.
tido la especio de que, mal de nuestro grado, ha- El Sr. Salmerón: Yo no pido al señor presidente
bíamos insertado e l comunicado dol compañero .Vunque no estaría demás contará c o a la h u e s - que las haga rectificar.
pede. El Sr. Cánovas: No las rectificaré, (.\plausos en
Porque la Magdalena no está, y cada vez m e n o s , los bancos de la minoría conservadora).
No n o s parece resultar m u y correcta esta con-
para tafetanes. ElSr. Presidente: Orden, orden.
ducta, siendo así que el primero que dió.publici-
El Sr. Salmerón: Señor presidente, de la arrogan-
dad á aquel comunicado fueron los mismos Des-
cia del jefe del panido conservador, que tan mal
heredados, suponemos que de buen grado, y d e s - Donde m e n o s s e piensa cuadra con los hechos que cl país conoce, y que y o
pués nuestro compañero La Lucha Obrera, y , e n Nosotros sabíamos que el Sr. Moret habia sido: no hago más que reproducir, dejo su apreciación á la
último lugar, nosotros. Republicano, conciencia de esta Cámara y «lespués a país. (Aplau-
Lo extraño aquí e s que Los Desheredados no Demócrata sin alias, sos en los bancos de la minoría republicana.)
baya aludido al mencionado compañoro coruñés Demócratamonárquico, El Sr. Presidente: Termina la cuestión.»
y sí huya venido á tirar chinilas á la B A N D E R . V S O - Sagastino,