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“-¡Allí viene un unitario! –y al oír tan significativa palabra toda aquella chusma se
detuvo…” p.166
4. Deslegitimación del otro (los federales) y legitimación del yo. Comparación con
animales para los federales y con Cristo para el unitario. Modalizaciones:
“Cayendo en tropel sobre la víctima como los caranchos rapaces sobre la osamenta de un
buey devorado por el tigre.” p.167
“…con los siguientes letreros rojos: “Viva la federación”, “Viva el Restaurador y la heroína
doña Encarnación Ezcurra”, “Mueran los salvajes unitarios”…” p.158
“- Che, negra bruja, salí de aquí antes de que te pegue un tajo - exclamaba el carnicero…”
p.160
“Y como la Iglesia tiene ab initio, y por delegación directa de Dios, el imperio inmaterial
sobre las conciencias de los estómagos, que en manera alguna pertenecen al individuo, nada
más justo y racional que vede lo malo.” p. 151
“¡Cosa extraña que haya estómagos privilegiados y estómagos sujetos a leyes inviolables, y
que la Iglesia tenga la llave de los estómagos!” p.155
“Es de creer que el Restaurador tuviese permiso especial de su Ilustrísima para no
abstenerse de carne…” p.156
Facundo
Zona de interés: Se evoca la voz de Facundo pero ésta es enunciada. Facundo no es nunca
sujeto de enunciación, es siempre sujeto de enunciado. Tematización de la dicotomía
civilización-barbarie.
Pregunta problema: ¿A efectos de qué se somete el discurso del “otro” a nivel de sujeto
de enunciado en Facundo de Sarmiento?
Emergentes:
“Facundo, provinciano, bárbaro, valiente, audaz, fue reemplazado por Rosas, hijo de la
Culta Buenos Aires sin serlo él; por Rosas, falso, corazón helado, espíritu calculador, que
hace el mal sin pasión y organiza lentamente el despotismo con toda la inteligencia de un
Maquiavelo” (p. 48)
“Después Quiroga, como Rosas, como todas esas víboras que han medrado a la sombra de
los laureles de la patria, se ha hecho notar por su odio a los militares de la
Independencia…”
“El unitario tipo marcha derecho, la cabeza alta; no da vuelta, aunque sienta desplomarse
un edificio. (…) tiene ideas fijas, invariables; y a la víspera de una batalla se ocupará
todavía de discutir en toda forma un reglamento, o de establecer una nueva formalidad
legal; porque las fórmulas legales son el culto exterior que rinde a sus ídolos, la
Constitución, las garantías individuales. Su religión es el porvenir de la República, cuya
imagen colosal, indefinible pero grandiosa y sublime… (…) Es imposible imaginarse una
generación más razonadora…”
“Paz es, por el contrario, el hijo legítimo de la ciudad, el representante más cumplido del
poder de los pueblos civilizados.”
“No hay tres jóvenes que sepan inglés, ni cuatro que hablen francés.”
“Preguntásenos ahora, ¿por qué combatimos? Combatimos por volver a las ciudades su
vida propia.”
“¿Se vengaba en el juez de la reciente pérdida? ¿Quería sólo saciar el encono de gaucho
malo contra la autoridad civil, y añadir este nuevo hecho al brillo de su naciente fama? Lo
uno y lo otro.”
4. Los procedimientos por los cuales se ficcionaliza el discurso del “otro” son las
enunciaciones enunciadas y citadas, y los desplazamientos pronominales:
“Quiroga, empero, hablaba siempre del macho de los grillos, y de catorce muertos.”
Martín Fierro.
Emergentes:
“Allí tuito va al revés: / los milicos se hacen piones/ y andan por las poblaciones/
emprestaos para trabajar.” (811)
“Yo no sé por qué el gobierno/ nos manda aquí a la frontera/ gringada que ni siquiera/ sabe
atracar un pingo.” (890)
“En este punto el cantor/ buscó un porrón pa consuelo, /echó un trago como un cielo,
/dando fin a su argumento; / y de un golpe, al istrumento / lo hizo astillas contra el suelo. /
‘Ruempo, dijo, la guitarra / pa no volverme a tentar…” (2269)
“Para empezar vida nueva, / en aquella soledá / Martín Fierro, con prudencia, / a sus hijos y
al de Cruz / les habló de esta manera…” (4590)
“Y emprestemé su atención/ oirá relatar las penas/ de que traigo la alma llena” (1905)
“Quién sabe qué pretendían; / por los ojos nos metían / las lanzas aquellos brutos.” (220)
“El indio es de parecer / que siempre matar se debe, / pues la sangre que no bebe / le gusta
verla correr.” (231)
“El indio pasa la vida / robando o echao de panza; / la única ley es la lanza / a que se ha de
someter; lo que le falta en saber / lo suple con desconfianza.” (379)
PP. ¿A efectos de qué se impugna la “frontera” como lugar simbólico de la enunciación en Una
excursión a los indios ranqueles?
H.: En Una excursión… se impugna la frontera como lugar simbólico de enunciación a efectos de
tematizar los criterios de verdad del texto y producir un espacio de validación de la escritura que
territorializa el programa civilizador adscribible al proyecto de Nación vigente.
En el texto de Lucio Mansilla Una excursión a los indios ranqueles se reeditan las lógicas coloniales
de exclusión e inclusión, imponiéndose un único discurso con un único criterio de verdad que es el
del enunciador, el del civilizado letrado y culto.
Esta ficcionalización del espacio responde a un lugar de frontera, donde la voz se ubicaría con una
pretensión de neutralizar los opuestos: civilización / barbarie, la ciudad, la civilización y la barbarie,
el desierto, el desorden. Pero se legitima una sola, la del civiliazdo en tanto ésta constituye el locus
de enunciación. El texto reproduce la lógica de los textos fundantes, en tanto pretende una
relación con el otro “armónica y pacífica” pero desde el lugar enunciativo legitima su propio lugar y
excluye al otro por no poseer los rasgos identitarios que pertenecen a ese yo.
Animalización:
“… No sabemos trabajar, porque no nos han enseñado. Si fuéramos como los cristianos, seríamos
ricos, pero no somos como ellos y somos pobres” XXVI.
o Animalizaciones: “El pecho era vasto, las coyunturas huesudas como las de un
potro, los pies cortos con un empeine a lo galleta, las manos gruesas y cuerudas
como cascarón de peludo. Su tez era aindiada, sus ojos ligeramente levantados
hacia las sienes y pequeños. Para conversar mejor habíase echado atrás el
chambergo de ala escasa, descubriendo el flequillo cortado como crin a la altura
de las cejas.”
- Distanciamiento del sujeto de enunciación respecto del sujeto enunciado (gaucho). Opera
legitimando la voz culta de la instancia de enunciación.
Haciamos los mismos ademanes y sin embargo éramos distintos. ¿Distintos, por qué? De
pronto había encontrado, en esa comparación, el fondo de mi tristeza: yo había dejado de
ser gaucho.
A todo eso, poco a poco, me iba formando un nuevo carácter y nuevas aficiones. A mi
andar cotidiano sumaba mis primeras inquietudes literarias. Buscaba instruirme con
tesón… base decir que la educación que me daba don Leandro y algunos viajes a Buenos
Aires con Raucho, fueron transformándome exteriormente en lo que se llama un hombre
culto.
PP: ¿A efectos de qué se memora la representación de la figura del gaucho en Don Segundo
Sombra?
Se memora la figura a efectos de legitimar al yo (la voz regente, civilizada, culta y nacional) y
configurar el espacio textual como reproductor de las representaciones adscribibles a la identidad
nacional. La representación del ser nacional se encuentra ahora en la figura del “gaucho
acajetillado”, que representa la conciliación entre las lenguas del gaucho y la lengua letrada.
El texto está narrado desde un categórico presente de enunciación donde el yo que narra tiene la
voz culta. Esto se ve en todos los desembragues, que el distanciamiento de lo enunciado de la
enunciación se profundiza. Hay un simulacro de la voz del gaucho, una unidireccionalización,
donde sólo leemos la voz culta.
Yo no me puedo quedar mucho en ninguna estancia – decía – porque enseguida estoy queriendo
mandar más que los patrones… Pero sobre todo y contra todo, don Segundo quería su libertad. Era
un espíritu anárquico y solitario, a quien la sociedad continuada de los hombres concluía por
infligir un invariable cansancio.
El verdadero hombre (no la idea) será el que pertenezca a ese nuevo orden social: el estanciero, el
que sí responde a la ley. Este texto aparece en la década del veinte, cuando el gaucho había
desaparecido de la escena social y literaria. El estanciero permite validar ese “ser nacional” que
responde a los intereses de la clase dominante frente al desdibujamiento por el fenómeno
inmigratorio.
UNIDAD 3: El Puerto, lugar simbólico de enunciación. Los procesos metonímicos de la asimilación
Capital-Nación. La fundación de la ciudad por la escritura y las crisis del fin del siglo.
Sin rumbo de Eugenio Cambaceres
La Bolsa de Julián Martel. La ordenación urbana como horizonte de los discursos referidos.
Configuración literaria de Estado-transgresión-exclusión. Cultura científica: retóricas
verosimilizantes e intervención social.
Introducción: Las ficciones del naturalismo, que Gabriela Nouzeilles denomina ficciones somáticas
porque imaginan a la nación en términos biológicos, fueron instrumentos de lucha ideológica que
en manos de los criollos descalifican a inmigrantes, campesinos, mestizos por ser considerados
“cuerpos” enfermos que ponían en peligro el proyecto de nación que estaba en auge. Estas
ficciones instauraban un “Yo” sano y un “Otro” enfermo al cual había que reducir y borrar porque
implicaba una amenaza. El ejemplo clave ocurre al final del texto Sin rumbo: la hija de Andrés y de
la mestiza Donata, muere porque estaba enferma. La figura del cuerpo enfermo de Andrea encarna
justamente ese “cuerpo” enfermo al que hay que aniquilar para evitar el contagio de toda una
sociedad civilizada.
Zona de interés:
Se explican las conductas humanas a partir del determinismo del ambiente, al igual que en el
Facundo, pero se invierte jerárquicamente: la ciudad es un lugar peligroso y hay una
caracterización (modalizaciones negativa) sobre los inmigrantes. El texto reproduce la lógica
civilización/ barbarie, pero el bárbaro ya no es el gaucho ni el indio, ahora es el inmigrante. Hay,
entonces, una resignificación, una reconfiguración de las representaciones imaginarias adscribibles
a una identidad nacional en función de la idea de “progreso”, propagando la ideología de la elite
criolla.
Emergentes:
Modalizaciones negativas:
“Tiempo perdido. El portero, sordo, inexorable, con cara de rabia, obstinadamente les cerraba el
paso:
- Tengo órdine dil siñor impresario para non decar entrar a naidie”. (64/65). (cocoliche)
- A ver, esas cuartas, si se mueves, parecen napolitanos ustedes... -gritó a la tropilla que en ese
“Insensible al encanto de las fiestas populares, antipático al vulgo por instinto, enemigo nato de
las muchedumbres, Andrés penosamente iba cruzando por lo más espeso del montón.
- Deslegitimación de la ciudad.
Y al respirar el aire fresco y puro de la noche, las ráfagas del viento de la tierra, con olor a
campo y con gusto a savia, se sentía de pronto poseído por un deseo apremiente y vivo:
volverse. Una brusca nostalgia de la pampa lo invadía, su estancia, su libertad, su vía
soberana fuera del ambiente corrompido de la ciudad, del contacto inefectivo de los otros,
lejos del putrílago social. (118)
Pregunta-problema: ¿A efectos de qué se legitima la figura del estanciero en Sin rumbo de Eugenio
Cambaceres?
Hipótesis: En Sin rumbo de Eugenio Cambaceres se legitima la figura del estanciero a efectos de
configurar la escritura como un espacio productor de representaciones que actualiza y valida un
determinado proyecto de nación oligarca. La figura del estanciero se presenta como un “yo”
idealizado (hombre blanco, omnipotente, patrón terrateniente) frente a un “otros” que presenta
rasgos identitarios no asimilables al yo.
La Bolsa de Julián Martel (1893)
Zona de interés: En La Bolsa de Martel nos interesa trabajar con el problema, que se plantea a
nivel textual, de los inmigrantes. Éste es configurado como un “otro” al que hay que reducir y dejar
de permitir que ingrese al país porque (re)presenta una amenaza para el progreso del mismo. Los
inmigrantes son los condenados en La Bolsa y son aquellos que deben ser expulsados del futuro
nacional.
Emergentes:
A lo largo de la cuadra de la Bolsa y en la línea que la lluvia dejaba en seco, se veían esos
parásitos de nuestra riqueza que la inmigración trae a nuestras playas desde las comarcas más
remotas. (Martel; 2013: 50)
Sin embargo, tales modalizaciones negativas serán exacerbadas a la hora de referirse a los sujetos
de enunciado “judíos”, inmigrantes por antonomasia. De este modo, dentro del grupo heterogéneo
de inmigrantes que se deslegitima en el texto, se desprende a su vez un subgrupo, el de los
inmigrantes judíos, los cuales serán también modalizados negativamente pero al extremo:
(…) El que hablaba masticando las palabras francesas con dientes alemanes, y no de los más
puros, por cierto, era un hombre pálido, rubio, linfático, de mediana estatura, y en cuya cara
1
La identidad nacional se realiza o construye de un modo performativo y no meramente constatativo de fuentes o
documentos preexistentes. Emerge como un proceso de construcción de lo que se va pensando y escribiendo al hacerla y
de lo que no se tenía idea antes de comenzarla.
antipática y afeminada se observaba esa expresión de hipócrita humildad que la costumbre de
un largo servilismo ha hecho como el sello típico de la raza judía. Tenía los ojos pequeños,
estriados de filamentos rojos, que denuncian a los descendientes de la tribu de Zabulón, y la
nariz encorvada propia de la tribu de Ephraim. Vestía con el lujo charro del judío, el cual nunca
puede llegar a adquirir la noble distinción que caracteriza al hombre de la raza Aria, su
antagonista. Llamábase Filiberto Mackser y tenía el título de barón que había comprado en
Alemania creyendo que así daba importancia a su oscuro apellido. (Martel, 2013:67)
Los que me inspiran recelo son los judíos, que empiezan a invadirnos sordamente, y que si nos
descuidamos acabarán por monopolizarlo todo.
–Eso lo digo yo–. Y Glow habló pestes de los judíos. “¡Ya son dueños de los mercados europeos,
y si se empeñan lo serán de los nuestros, completando así la conquista del mundo!” (Martel;
2013: 60)
Esto se vuelve aún más explicito en el capítulo “VII. Más negocios, los judíos invasores y el cancán
oportuno” donde se siguen manteniendo, a la hora de realizar descripciones, las mismas
apreciaciones negativas hacia los judíos; estas operaciones siguen operando en función de la
deslegitimación de los mismos:
Glow puso mala cara. Dijo que los judíos le eran tan repugnantes que daría cualquier cosa por
no tener tratos con ellos. “Me sublevan, me inspiran asco, horror”. (Martel; 2013: 132)
El mecanismo del texto es que el lector crea que ese “lector”, es “otro tú” realmente, cuando en
realidad ese “tú” es “otro yo”, un espejo del “yo”. Cuando en el texto se hace referencia a los
posibles “futuros lectores”, esos “futuros lectores”, serán iguales al “yo” de enunciación; de
ninguna manera serán los inmigrantes o los judíos, por ej.
Zona de interés: en el texto de Payró (que se enmarca dentro del género autobiográfico) interesa
analizar la operatividad de la explicitación del carácter ficcional del mismo.
Divertidas aventuras de un nieto de Juan Moreira es un texto bisagra en el sistema literario
argentino en tanto que, aquí, ya no interesa reproducir la ideología dominante (textos productos)
sino tratar de “hacer algo” con ella (textos productivos).
Hipótesis: La primera nota al pie hallada en Divertidas aventuras de un nieto de Juan Moreira
opera desarticulando el carácter autobiográfico del mismo y legitimando así el carácter ficcional
del texto. Para lograr ello Divertidas aventuras de un nieto de Juan Moreira se filia paródicamente
a las representaciones que legitiman ciertos textos del sistema literario argentino tales como
Facundo, Recuerdos de provincia y Juan Moreira pero para luego impugnar justamente “esas”
representaciones2.
Emergentes:
1) Filiación paródica (porque desmonta “esas” representaciones, se une a ellas pero no para
reproducirlas justamente) con las representaciones del sistema literario argentino:
1.1 Filiación por el paratexto título Divertidas aventuras de un nieto de Juan Moreira que
remite a un texto de Eduardo Gutiérrez llamado Juan Moreira.
2
¿Cuáles son “esas” representaciones? La creencia científica naturalizada según la cual se considera fiable lo que se ha
registrado por escrito; es decir, se trata de legitimar al objeto literario como portador de una “supuesta” verdad que refleja
lo que respecta a su contexto de producción. Este propósito, sin dudas respondió a la intención política de convalidar
diversas representaciones identitarias afines a lo que Proyecto de Nación exigía. Dicho propósito se encuentra
directamente relacionado con un nuevo tipo de discursividad que el Facundo funda en su momento de producción, y que
es convalidada, desde el género autobiográfico, en Recuerdos de Provincia.
Nací a la política, al amor y al éxito, en un pueblo remoto de provincia, muy considerable según
el padrón electoral, aunque tuviera escasos vecinos, pobre comercio (…) (Payró; 1997: 41)
Me pareció oportuno realizar el proyectado viaje a Buenos Aires, antes de decidir lo que iba a
hacer. (Payró; 1997: 117)
1.3 Legitimación del “yo” como voz transmisora de “la” verdad: La primera persona es
necesaria (como único modo) para la verosimilitud de la autobiografía:
Desde chicuelo era yo, Mauricio Gómez Herrera*, el niño mimado de vigilantes, peones, gente
del pueblo (…) (Payró; 1997: 41)
Y aquí debo confesar que yo era, en efecto, un niño gracioso si se me consideraba en lo físico.
(Payró; 1997: 42)
2.1 Legitimación del estatuto ficcional del texto (y por ende deslegitimación del género
autobiográfico): esta legitimación conlleva una VEROSIMILIZACIÓN DE LA ENUNCIACIÓN
porque en la medida en que se legitima el carácter ficcional del texto, se verosimiliza la
instancia de enunciación como escritura de literatura (ficcional) y, correlativamente, se
inverosimiliza lo que concierne al contenido, es decir, al enunciado:
No es verdad. No se llamaba así, no había nacido en Los Sunchos, no era de “esa” provincia (…)
Esa oscuridad la quiso él mismo al confiar al copista el borrador de sus Memorias (…) Al
transcribir el manuscrito, y debidamente autorizado para ello, el copista ha hecho uso de la más
desenvuelta libertad (…) modificando el estilo, disimulando los lugares (…) agregando, en fin –
no sin cierta mesura–, sentencias, comentarios y observaciones (…) La meticulosidad del copista
hizo que, en un principio, para evitar incongruencias tales, propusiese esta transacción:
redactar el libro en tercera persona, con lo que resultaría menos unilateral. Gómez Herrera no
lo quiso, declarando que “eso estaba bueno para las novelas”, como no permitió que se variara
el título, aunque éstas que se están leyendo no sean “divertidas”, ni “aventuras”, ni el
protagonista “nieto” tampoco de Juan Moreira (…) (Payró; 1997: 41-42)
Pero dejemos la policía para seguir el hilo de mi historia (Payró; 1997: 94)
✓ Distanciamiento del sujeto de enunciación de lo enunciado: mediante comillas,
cursivas, cambios en la persona gramatical, cursivas:
(…) han sido autodidactos, self made men, mientras que los rutinarios, los médicos (…) (Payró;
1997: 89)
Mauricio Gómez Herrera resultó diputado, como se proclamo aquella misma noche (…) (Payró;
1997: 108)
Esto lo copio de la versión taquigráfica, corrigiendo apenas el estilo, no por presunción, sino
porque me gustan las buenas formas, lo que podría llamarse el aseo de la ropita oratoria.
(Payró; 1997: 115)
Párrafo ampliatorio: Divertidas aventuras del nieto de Juan Moreira devela en su textualidad una
determinada lectura de los textos de la tradición antes mencionados, al perseguir, en su momento
de producción, la impugnación del pretendido estatuto de veracidad de los géneros biográfico y
autobiográfico y, con esto, la impugnación de las representaciones que éstos habían legitimado.
Esta impugnación se logra mediante dos sub-operaciones principales que se dan en forma
simultánea: por un lado, la filiación a otros textos del sistema literario y a las representaciones
legitimadas por éstos; y, por otro lado, la impugnación propiamente dicha de esas
representaciones por medio de diversos procedimientos. Es decir, el texto se construye en un
movimiento de filiación al verosímil para, al mismo tiempo, destruirlo.
Así, el programa narrativo de Divertidas aventuras…queda configurado en un doble movimiento en
donde el primero es necesario para llevar a cabo el segundo: en un primer movimiento el texto es
presentado como una autobiografía por lo cual reclama su estatuto de testimonio (pretensión de
verdad) pero, en la medida en que se lo presenta como autobiográfico, inmediatamente desde la
enunciación se lo impugna, filtrándose así el proyecto convalidante del texto. Desde la primera
nota al pie se desmonta el carácter autobiográfico del mismo, poniendo así en crisis la supuesta
veracidad de los textos autobiográficos y señalando el estatuto ficcional de todo texto literario.
Como bien sostiene Hayden White, tanto los textos históricos como autobiográficos, ya deberían
ser considerados ficciones verbales puesto que “sus contenidos son tanto inventados como
encontrados y cuyas formas tienen más en común con las formas de la literatura que con las de las
ciencias” (White 2003: 109).
Simulan/disimulan: a través de
Modalizaciones apreciativas positivas y negativas
Grafía
A mayor simulación menor legitimidad en el decir: Celina, Nené, Mabel
A menor simulación mayor legitimidad en el decir: La Raba, viuda Di Carlo
1.1.2 Discurso de La Raba: que puede pensarse como la propuesta contrahegemónica del texto porque es
Antes de mostrar la validez o refutación de esta hipótesis considero necesario explicitar en qué
términos entiendo las categorías de programa narrativo, representaciones, ideología/discurso
dominante y parodia ya que son fundamentales para el análisis a realizar posteriormente. A
continuación intentaré una aproximación a la conceptualización de las mismas.
Zona de interés: Dos posibles zonas de interés en relación con el texto de Puig: Por un lado,
interesa ver cómo el verosímil genérico es impugnado en CNT (al ser desarticuladas sus
representaciones mediante estrategias significativas que quiebran las convenciones propias de la
novela); y, por otro lado, interesa ver cómo el texto “colabora” en la reproducción de roles que le
asigna cada sociedad y cada institución a sus ciudadanos.
En CNT se resignifica el género novela al trabajar con materiales convencionalmente considerados
no aptos para la producción literaria-como son las frases cristalizadas del discurso oral o los lugares
comunes. Por extensión, se problematiza la dicotomía convencional entre materiales discursivos
literarios y aquellos considerados no literarios.
1.1.1. Estructura conversacional: el texto gira en torno a un diálogo entre dos ancianas. En
el mismo, se “cuela” y se hace visible cómo reproducen el rol que le asigna la
sociedad a sus ciudadanos y las representaciones compartidos. pág.18
1.3.1. Citas:
1.3.2. Intertextos:
Párrafo ampliatorio:
SOBRE REPRODUCCION DE ROLES: Gran parte de CNT está constituido por estructuras
conversacionales, por dos hermanas, (sujetos de enunciado de una instancia de enunciación mayor
del discurso dominante). Ambas no se constituyen en sujetos, no hablan en el texto sino que son
habladas por el discurso dominantes, son sujetos sujetados, por lo que no estamos frente a
presencia de “voces” sino de posiciones. Tanto Nidia como Luci reproducen, en el texto el lugar, la
posición, que le ha sido asignada institucionalmente. Estas posiciones conllevan roles: ambas
cumplen el papel que le es asignado dentro de la familia y en la comunidad en que viven.
-El marido, es una cosa, una hija es otra cosa. …(pág 8-10)
No podemos hablar de “voces” porque esas voces no son las suyas sino las del discurso dominante.
Lo reproducen. Tanto los enunciados de Luci como los de Nidia aparecen d ominados por la
imposición de una perspectiva evaluadora: en los lugares comunes se borran los matices dialógicos
de los enunciados, presentándose bajo la apariencia de una homogeneidad sin fisuras. Cuando
amabas hablan, que no es lo mismo que decir, se dejan apropiar por las valoraciones implicadas en
los lugares del discurso “machista”. Su conversación está atravesada por “máximas” que
determinan qué es lo verosímil, concebible y aceptable; transmiten, antes de un saber, un conjunto
de órdenes.
No hay en el texto, sujetos ni voces, sino posiciones que están reguladas institucionalmente por el
discurso dominante. Esas posiciones están en función de reproducir la ideología y de poner en
escena a la misma.
Simulacro de enunciación de los sujetos de enunciado: el elemento constructivo que vertebra el
texto es el “chisme”, la productividad textual reside en hablar de un tercero: “esta Silvia”. Este
elemento se articula en forma de relato enmarcado ya que nos cuenta algo de alguien por alguien,
que se asume como sujeto de enunciación y que se hace responsable de lo que se relata o se
enuncia. Pero que en realidad pertenece al lugar del enunciado. Sucede porque es hablado por una
instancia mayor que articula todas las voces: el discurso dominante. El chisme se elabora en el
transcurrir de sujeto a sujeto, dando lugar, o vislumbrando un juego de versiones.
SOBRE LA IMPUGNACIÓN DEL VEROSÍMIL GENÉRICO: La escritura de Manuel Puig plantea una
ruptura, una renovación en el ejercicio de un modo de hacer literatura que difiere con lo que hasta
el momento se entendía por la misma en el contexto de la serie nacional precedente; la irrupción
de lo nuevo modifica los modos y los efectos de lectura, de producción y recepción del texto
literario.
En contra de lo que rige el canon, en Cae la noche tropical se hacen presentes numerosas alusiones
a temas triviales, cotidianos. Puig resignifica las funciones del lugar común logrando provocar algo
diferente. Para ello elige el camino de lo familiar: la rutina, los lugares comunes adquieren un
nuevo significado, se recontextualizan provocando un impacto en el lector que descubrirá en lo
rutinario algo diferente.
Sin embargo, no sólo los lugares comunes o los clichés se recontextualizan, sino también otros
géneros discursivos, no literarios, como por ejemplo cartas, suplementos de diarios, informes de
vuelo, actas de denuncia, declaraciones de testigos. Además de estos géneros o tipos textuales
menores también hay referencias a textos “altos” como por ejemplo, la Sonatina de Rubén Darío.
Podría caerse en la tentación de decir que esta presencia en el texto de otro texto que nos remite a
la cultura elevada enriquece dando mayor valor al texto de Puig. Sin embargo, prefiere pensarse
que la Sonatina al convertirse en un lugar común, por su repetición hasta el hartazgo en toda
suerte de ámbitos de la cultura popular, perdió su carácter de literatura “alta”. Por lo que, la
escritura de Puig se realiza en un doble movimiento en su texto: hace literatura con los lugares
comunes pero a su vez la literatura devenir lugar común. De esta forma, se relativizan los supuestos
acerca de con qué materiales se hace literatura.
Ficciones (1944), El Aleph (1949) y El informe de Brodie (1970) de Jorge Luis Borges
En relación con los textos Ficciones, El Aleph y El informe de Brodie de Borges interesa ver cómo
algunos cuentos borgeanos se construyen en base al procedimiento de la parodia. La parodia de
Borges opera en función de desestabilizar lo establecido, legitimando de esa manera a su poética y
poniéndola en el centro, y de ahí su lugar en el canon.
Zona de interés: Una posible zona de interés para analizar Ficciones, El Aleph y El informe de Brodie
tiene que ver con cómo, a través del carácter performativo de la escritura, la literatura borgeana
impugna las “representaciones” circulantes de la estética realista (novela larga) y la idea de que
existe una única realidad que debe ser representada tal cual es por la literatura. De este modo se
parodia justamente a la estética realista
.
Pregunta-problema: ¿A efectos de qué se impugnan las “representaciones” de la estética realista
en los textos Ficciones, El Aleph y El informe de Brodie?
Zona de interés 2: Otra de las posibles zonas de interés tiene que ver con cómo la literatura
borgeana se filia en un primer momento a la literatura gauchesca (criollista) y a la cosmopolita
(europeísta, la inaugura Sarmiento) pero para luego impugnarlas y clausurarlas (a ambas
tradiciones) y así inaugurar la propia. Dos linajes, desplazamientos y contradicciones. Con el cuento
“El fin” clausura la gauchesca.
Zona de interés 3: Por último, también resulta productivo ver cómo en los tres textos de Borges, a
través de la literatura se produce una reflexión metaliteraria de la misma, parodiando de este
modo al discurso de la crítica como único discurso capaz de producir reflexión sobre el texto
literario.
Emergentes:
1) TEMATIZACIÓN DE LOS PROCEDIMIENTOS DE ESCRITURA Y LECTURA:
1.1 Intertextos: El acercamiento a Almotásim, Pierre Menard, autor del Quijote.
1.2 Notas al pie: Pierre Menard, autor del Quijote.
1.3 Apelación al lector:
1.4 Diálogo con los prólogos. Relación de cambio con lo literario.
2) VALIDACIÓN DEL PROGRAMA NARRATIVO DEL TEXTO:
2.1 Legitimación del discurso literario como metaliteratura:
· Reflexión sobre la literatura:
2.2 Deslegitimación de la autoridad del discurso crítico en tanto metaliteratura:
· Parodia de las representaciones del discurso de la crítica:
Zona de interés: en el texto “Homicidio filosófico” de Roxlo nos interesa ver cómo a través del
procedimiento de la parodia se recrea el procedimiento escriturario también paródico de Borges.
Hipótesis: El procedimiento de la parodia opera en el texto “Homicidio filosófico” a efectos de, por
un lado, afiliarse al procedimiento paródico borgeano y así instalarse en el canon, y, por otro, a
partir de esa base reabrir el campo de experimentación con el lenguaje.
Emergentes:
1. PARODIZACIÓN DE LA ESCRITURA BORGEANA
1.1 apropiación y resignificación de los tópicos/recursos borgeanos
1.1.1 analogismos
Filidoro fonseca fue un compadrito que vistió el uniforme policial; Después
de esa monotonía indumentaria se convirtió en un compadrón. La metamorfosis tiene
antelaciones clásicas. Asevera Cayo Corneo Tácito (Anales, libro XVII, Edición erzeviriana de
Gronovio, Amsterdam, 1672) que los jovencitos romanos, al abandonar la pueril toga
pretexta, afectaban jactanciosas y prepotentes virilidades. (p. 136)
1.1.2 citas de autoridad “Le solicito que me dispense, pero las preguntas no son las
indiscretas, sino las respuestas, como expresó el notable polígrafo y detenido inglés, señor
Oscar Wilde.” (pag. 141)
1.1.3 apropiación/parodización de los registros de habla “-Disuelvansen o no me
responsabilo por las bochinchazones que aiga! (Joya idiomática que abandono al Instituto
de Filología.)”
1.2. Intertextualidad
1.2.1 enunciación enunciada
Señores yo soy Arjona
y siempre el mismo ei de ser,
y aunque me tiren al agua
en la espuma ei de volver. (pag. 141)
Pregunta-problema: ¿A efectos de qué en “Nuevas aventuras del Padre Brown” de Conrado Nalé
Roxlo se parodia la escritura de Chesterston?
Emergentes:
1 PARODIZACIÓN DE LA ESCRITURA DE CHESTERSTON
1.1. Reescritura paródica del género policial
1.1.1. Modalidad veredictiva
1.1.2 Secuencia explicativa del crimen
1.2. Apropiación de “personajes” propios de la escritura de Chesterston
1.2.1. Padre Brown
1.2.2. Flambeau
1.2.3. Inspector Smith
2. CONFIGURACIÓN PARATEXTUAL DE LA INSTANCIA DE ENUNCIACIÓN REGENTE
2.1. Epígrafe
2.2. Título Antología apócrifa: carácter ficcional del texto
2.3. Título del cuento “Nuevas”: delata el gesto recreador
Zona de interés: Parodia de textos canónicos “fundacionales” considerados por la Tradición como
“sagrados”, como “representativos” de un pasado épico que permite configurar y reforzar la
identidad nacional.
Párrafo ampliatorio: La Tradición (entendiendo al canon como influido por decisiones de poder
-desde instituciones o posiciones prestigiosas, desde elecciones políticas de los gobiernos de
turno-) fijó ciertos textos como representativos de un “ser” nacional, por lo que adquirieron un
carácter sacralizado. A partir del procedimiento de la parodia, Adán Buenosayres de Leopoldo
Marechal clausura la lectura canónica tradicional de dichos textos (descalificación del criollismo
como interpretación de la cultura nacional) y reabre su sentido, posibilitando así una perspectiva
escrituraria nueva ya que la aparición del texto parodiante hace releer el texto parodiado de otro
modo, es decir, deslegitima las elecciones y las lecturas fijadas por la Tradición y los resignifica
quitándoles su carácter sacralizado, su carácter de formadores de ciudadanos, su consideración de
“fundacionales”.
Entonces, ante los ojos de Adán y en el caos borroso que llenaba su habitación, se juntaron o repelieron los
colores, atrajéronse las líneas, o se rechazaron: cada objeto buscó su cifra y se constituyó a sí mismo tras una
guerra silenciosa y rápida. Como en su primer día el mundo brotaba del amor y del odio (...), y el mundo era
una rosa, una granada, una pipa, un libro. Puesto entre la solicitud del sueño que aún gravitaba sobre su carne
y el reclamo del mundo que ya le balbucía sus primeros nombres.
Un sabor amargo en la lengua del cuerpo y en la del alma, eso era lo que él sentía al considerar la parodia de
génesis que se desarrollaba en su habitación. (Marechal; 2000:19)
También se hallan parodias a ciertas representaciones de la literatura criollista y gauchesca:
-¡Peste de literatura! –refunfuñó Samuel-. Se ha inventado una fábula increíble al rededor de un pobre mestizo.
El gaucho de la leyenda no existió jamás.
- ¡Que no ha existido?- gritó Pereda lleno de santa indignación. Desde los viajeros coloniales hasta los cronistas
del siglo pasado…
-No hace falta ir tan lejos -lo interrumpió Adán-. Yo he visto al gaucho, allá en Maipú, al gaucho de leyenda, con
su chiripá, sus botas de potro y su alma grande: ¡mi amigo Liberato Farias, el domador!.
Pero Schultze intervino aquí resueltamente:
-Admito la existencia del gaucho- declaró- pero si fue como lo describe la poesía, si fue rebelde a todo sistema
de orden sin prejuicios jerárquicos, matón y vagabundo, me parece bien que haya desaparecido. (Marechal;
2000:183) (Marechal; 2007:196)
Harto sabido es que la bravura criolla, personificada en aquel gaucho sublime que se llamó Martin Fierro, había
evolucionado más tarde hacia el heroísmo semirural de un Juan Moreira, para concluir en cierta belicosidad de
tipo ciudadano, bien sostenida en aquel glorioso linaje de malevos que floreció en Buenos Aires a fines del
siglo XIX y principios del XX. (Marechal; 2000: 225) (Marechal; 2007: 243
Finalmente, se citan algunos ejemplos de parodia a la escritura de la épica griega (la Ilíada y la
Odisea) y de ciertos tópicos (como el Laberinto, la mujer divina) de la Divina Comedia de Dante:
(...) para reclutar voluntarios y conducirlos a las cóncavas naves: dichos mensajeros avanzaban delante de los
navíos: con un ala cubrían y amparaban la débil quilla, con la otra rechazaban los vientos y deshacían las
nubes (Marechal; 2000: 35) (el subrayado es nuestro).
Como el hombre que sale de una pesadilla y da en otra, lo seguí al sexto ambiente infernal. El nuevo
escenario se parecía mucho a un “laberinto” de Parque de Diversiones, con sus vueltas y revueltas, con sus
espejos desolados, con aquella promesa de fatal extravío que suelen insinuar tales construcciones, por
infantiles que sean. Aunque Schultze me anunciara que nos encontrábamos en el Laberinto de los Solitarios,
ninguna presencia humana se advertía en los corredores: dos o tres veces me pareció ver ya una sombra
fugitiva que se deslizaba por algún vericueto. (Marechal; 2000: 437) (Marechal; 2007: 472-473).
-¿No han visto por aquí a Valeria?- nos preguntó sin mirarnos.
Quedé mudo pero el astrólogo, sin curiosidad ninguna le preguntó a su vez:
-¿Quién es Valeria?
El Gran Solitario nos miró entonces con un despunte de agitación:
-¡Es ella!- dijo. La que, desde su magnanimidad, ha puesto sus ojos en mí, como la rosa desciende hasta el
gusano.
(...)
-¿Y Valeria?- preguntó.
-Su dormitorio- explicó el Gran Solitario- no es el de Cleopatra, ni el de Aspacia, ni el de Friné, sino una quinta
esencia de todos ellos. No entraré ahra en detalles íntimos, porque la discreción revienta como un clavel en
el pecho de todo amante. Pero sabrán que su cuarto de baño es de porcelana con ilustraciones de Ovidio,
Bocaccio y otros grandes maestros de la literatura universal. (Marechal; 2000: 437-438) (Marechal; 2007:
473-474)
Posible relación entre Ficciones, El Aleph y el Informe de Brodie de Borges y Adán Buenosayres de
Marechal: El principio constructivo de los textos de Borges y del texto de Marechal es la parodia.
Este procedimiento es el que permite postular una vinculación, una relación entre los textos.
-Tanto Borges como Marechal parodian la literatura gauchesca y criollista con el fin de clausurarla
en tanto literatura reproductora del discurso dominante y de su consiguiente proyecto de nación. A
la vez que se la clausura, se instaura un nuevo espacio crítico de escritura literaria en donde la
literatura ya no reproduce sino que produce. El fin literario ya no está centrado en contribuir a la
construcción de la identidad nacional (porque ya está instaurada) reproduciendo el discurso
hegemónico sino, en poner en escena los “modos” en que ésta ha sido construida, para
deslegitimarlos, y legitimar así al texto literario como espacio productor de saberes acerca de algo
y no sólo como espacio reproductor de algo ya dado de antemano.