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El material:
La mejor caña que se puede utilizar para la construcción de la Malta es sin duda el
"CHUSSI", arbusto muy abundante en Bolivia. Sus características son ideales para el fin
propuesto :
Para trabajarla caña las herramientas de carpintero son las que se recomiendan, pero
fundamentalmente la lima, la lija, una sierra fina o una navaja, y unas tijeras.
El afinado (básico):
Las cañas van afinadas perfectamente, ya que el músico, para realizarse, que le haga dudar
de sí mismo, por si algo falla, y no del instrumento.
Lo que hay que tener en cuenta es que la caña, por variaciones de temperatura y de
deshidratación, debe ser controlada periódicamente y en su caso sustituida por otra. Esto
ocurre cuando la caña da un sonido más agudo que el deseado. El sistema que se utiliza
para afinar, es el de ir acortando la caña hasta el sonido producido por ésta y la nota
deseada, coincidan. Hay otros sistemas para afinar, que pueden ser el introducir unas
sustancias en el interior del tubo, hacia el fondo, como parafina, plastilina, masilla, etc...,
pero que no lo recomendamos por su fragilidad ante los cambios de temperatura y la
influencia que ejercen en el sonido de la caña.
Este acortamiento de la caña se puede realizar utilizando los instrumentos arriba citados.
Hay que recordar también que si el corte o la limadura que se ejercen sobre la caña la
calientan, el sonido producido por ésta será sensiblemente más agudo que si estuviera fría.
Hay que tener cuidado que a la hora de seleccionar y cortar un tubo, se le de la vuelta a la
caña, de su posición natural en planta, para que de ésta forma se use como base el nudo
superior del tubo, y los pocos milímetros excedentes no sobresalgan de ésta forma y no
molesten cuando se ate la caña junto a la otra.
Los dos amarros de la Malta van afinados de manera distinta, y en ello influyen dos
factores: uno el sonido que emitirá la caña, y el otro la técnica utilizada respecto a la
inclinación de la zampoña, técnica que veremos más adelante.
De hecho el afinado perfecto de la Malta se realiza una vez que la zampoña está atado, ya
que el músico no logra la perfecta inclinación que él consigue de forma natural y personal
hasta ese momento; si se intenta afinar la zampoña por cañas sueltas el resultado final será
un sonido más grave del deseado, ya que el contacto de las cañas en los amarros bajan
sensiblemente las notas de la Zampoña
embadurnando el interior de la parte superior del tubo con laca o con cola para cerrar
levemente la embocadura. Esto se puede hacer también con una arandela de caña o de otro
material parecido, que entre justo en el interior del tubo y pegándola allí. Esto sin embargo
lleva a una variación de sonido de la caña dándole un timbre más cerrado.
También se puede alargar artificialmente la caña, cortándola en su base y alargándola con
otra de diámetro parecido. Esto se suele hacer más bien en la parte superior del tubo cuando
las caña son de más de 80 cm., como las de los Toyos, y para ello se busca una caña que
pueda entrar en la otra ; solamente si se lima a la de abajo en el interior de la conjunción y a
la de arriba en el exterior, se evitarán escapes de aire. Para ésto recomendamos de utilizar
los más fuertes pegamentos del mercado.
Otra técnica que se utiliza para el afinado es la de sustituir la base del tubo que es el nudo,
por un tapón, que puede ser de muchos materiales, de manera que al subirlo a al bajarlo
varíe la afinación de la nota. Ésto es muy delicado, ya que puede muy bien, al no estar el
tapón pegado, escaparse el aire, quitándole sonido a la caña.
El atado:
El orden de las cañas de mayor a menor, de derecha a izquierda o viceversa, es libre, así
como el utilizar un amarro determinado arriba o abajo. Pero una vez que se ha montado la
Malta de una manera, hay que tocarla siempre igual.
El sistema utilizado en Bolivia es el de la Ira sobre la Arka y el de las notas graves a la
derecha del músico, y las agudas a su izquierda.
Hay quien suele atar los dos amarros juntos en una sola pieza, y esto les favorece en el
sentido que tienen un instrumento siempre listo para ser tocado, mientras que atando los
amarros por separado hay que ajustarlos, uno respecto al otro, antes de tocarlos, pero tienen
la ventaja, por su parte, de poderlos tocar entre dos músicos por separado.
Para atar las cañas unas con otras hablaré aquí de cinco sistemas, aunque existan más.
3) Atarlas simplemente con hilo o cuerda, sin valerse de ninguna sujeción, o de pillar las
cañas con cinta aislante u otra autoadhesiva.
4) Utilizar dos tablas finas, de cualquier material, y entre ellas colocar los tubos y sí atarlos.
La tabla muchas veces es una caña rajada longitudinalmente , y que también va
acompañada por otra, aunque es posible que vaya sola.
5) Utilizado en Bolivia y Perú, que consiste en sacar tiras largas de cañas rajadas, para
envolver en varias vueltas a los tubos de la Zampoña y atarlos al fin con hilos de lana.
Hablando de hilos diré que generalmente son cuatro, usados unos u otros a gusto de cada
uno :
2) Algodón
3) Vegetal
4) Nylon
5) Seda
Sí hay que advertir que los hilos artificiales se contraen o dilatan más que los naturales por
las variaciones de temperatura y aconsejo que cuando se utilice, sea en épocas del año
cálidas o cerca de fuentes de calor.
Lo que hay que tener en cuenta es que el Siku va atado con cierta tensión con estas
temperaturas cálidas, y más fuerte con temperaturas bajas, ya que si no se hiciera así,
cuando llegara la época fría, se estrangularían las cañas, y en época caliente se caerían por
sí mismas del amarro.
Al atar las cañas entre dos tablas, se pueden poner en los dos lados opuestos verticales,
unos hilos elásticos que presionan los tubos unos contra otros.
Atado de la Zampoña
El acabado:
La parte superior de la caña, que es la que va a rozar contra el labio, tiene que estar
suavizada con una lija fina, para que no lo irrite ; de todas maneras siempre es bueno
pintarlas con un barniz o una laca de uñas.
Si se quiere se puede lijar la base del tubo, donde está el nudo, pero esto es más de carácter
estético que práctico.
Si se cree necesario se puede escribir el número o la nota de la caña, en su parte superior o
en el interior del tubo, para que sea más cómodo para el músico.
También se pueden tratar las cañas, en su interior, con un barniz tapa poros, aunque ésta
operación habría que hacerla antes del afinado. A gusto se pueden pintar, lijar, barnizar o
simplemente dejar como están las cañas de la Zampoña, recordando que todo agente
extraño que se le aplique resta sonido a la Malta.
El mantenimiento:
Carril interior:
Un sistema inventado por mí para conseguir perfectamente los medios tonos en la hilera
inferior, es la de aplicar entre los dos amarros un carril vertical, para poder mover de arriba
hacia abajo el amarro superior, y quedar así libre la Arka para poder tocar esas notas que
de otra manera serían muy difíciles de conseguir, ya que la Ira al estar muy cerca lo
impediría.
Construcción básica de la Zampoña - II
El atado o Cosido de la Zampoña
Presentación:
Los esquemas que siguen corresponden a una forma no tradicional de atado de la zampoña,
pero sí muy efectiva, especialmente con aquellas que tienen muchos tubos, como las
Antaras.
Hay que tener cierta habilidad con las manos y con los dedos, para sujetar en un principio
los tubos, los amarres y el hilo, ya que éstos pueden resbalar con facilidad. Además
conviene protejerse los dedos con algún parche de cuero o unos guantes, ya que este atado
es muy fuerte y requiere de mucha tensión.
El Hilo:
Los hilos que se emplean para atar las zampoñas pueden ir desde los naturales de algodón a
los artificiales de nylon (hilos de pescar, etc.). Los hay de todas las calidades, precios y
usos. Por lo tanto lo ideal es que uno vaya experimentando cual sería el que mejor le viene
y puede conseguir. Hay que tener en cuenta que una característica del hilo debe ser que
tenga cierta elasticidad para que apriete bien, que no varíe su tensión con la temperatura,
que no se corrompa al cabo de un tiempo (como ocurre con ciertos elásticos) y que
estéticamente quede bien con el instrumento. También que su fortaleza esté equilibrada con
el grosor del mismo, ya que no conviene usar cordales muy grüesos ni tampoco
excesivamente finos (como el hilo de seda interdental).
Yo personalemente uso hilos especiales para la industria del cuero, que vienen encerados y
facilitan su deslizamiento cuando se atan las diversas cañas. Son extremadamente
resistentes y muy finos, para que la separación de las cañas no sea excesiva. Hay que
descartar por lo tanto los hilos abrasivos, los que sean demasiado anchos y los que, al
humedecerse, puedan cambiar su tamaño.
Preparación:
Para sujetar las cañas necesitaremos un par de barras transversales que sobrepasen un poco
la anchura del instrumento. Estos amarres pueden ser de la misma caña, aunque lo suyo es
usar los de una caña grüesa, ya que de ella se pueden sacar tiras anchas, pues la curvatura
de ésta es menos fuerte que en una caña pequeña. Tambien se pueden usar de madera u
otros materiales.
Una vez cortadas a pares, hay que lijar sus aristas, ya que éstas pueden cortar el hilo. Luego
hacer unas pequeñas muescas en los extremos, donde se enganchará el hilo de partida y
llegada.
Si el hilo viene en un carrete, un uso óptimo es usarlo insertado en algún tipo de vástago
vertical, de forma que al tirar del hilo se vaya desenredando solo. La alternativa es dejarlo
suelto un metro, para tener libertad de movimientos.
Como ejemplo usaré una zampoña de 7 cañas, parecida a una paya ecuatoriana o una arka
del chuli.
Lo primero es atar un extremo del cordel a un amarre, aprovechando las muescas que
hemos hecho, y luego lo sujetamos todo: la caña, los dos amarres y el hilo:
Agarrando el hilo al amarro
Agarrando el 1º tubo
Tensando y sujentando el 1º tubo
Agarrando el 2º tubo
Agarrando el 3º tubo
Agarrando el 4º tubo
Tensando y sujentando el 4º tubo
Agarrando el 6º tubo
Agarrando el 7º tubo
Ahora agarraremos los amarres longitudinalmente, de tal forma que ésto proporcione
tensión, e impedirá que la zampoña se ensanche. Igualmente, y en todo momento, se debe
forzar el conjunto de tubos y los amarres, para que mantengan su disposición geométrica
correcta, ya que a veces y con la fuerza de tensar el hilo, se va torciendo el conjunto, que
debe corregirse a tiempo, pues una vez atado del todo resulta más complicado de enderezar:
Tensando
Cosiendo el 6º tubo
Agarrando de nuevo el 5º tubo
Cosiendo el 5º tubo
Cosiendo el 3º tubo
Agarrando de nuevo el 2º tubo
Cosiendo el 2º tubo
Cosiendo el 1º tubo
Agarrando el comienzo de los amarres
Atado final
De esta forma queda atada la zampoña. A un lado veremos las costuras en forma de X y en
el otro en forma vertical. Usualmente suelo dejar la X para afuera y las costuras verticales
hacia el intérprete. Otras variaciones de este atado implican hacer la X en los dos lados, en
los dos amarros; es sólo cuestión de practicar.
El atado visto desde afuera
Por último comentar que ciertos atados son realmente fuertes, como en el caso de algunos
Rondadores, ya que, y al tener muchos tubos, se atan las cañas de 2 en 2 o de 3 en 3. Se usa
la misma técnica que he descrito aquí, en este caso es de 1 en 1, como se puede apreciar por
las imágenes, pero tan sólo saltando una o dos cañas más de lo explicado. Tan sólo se
necesita un poco más de concentración y habilidad para sujetar los tubos, al menos al
principio.
Atado en Red del Rondador (vista general)
Atado híbrido, el "normal" con nylon y en Red con hilo vegetal de bramante (Cáñamo)
Afinación estándar:
En el ámbito del Estudio de Grabación existen unidades multiefectos que son capaces de
detectar el rango de vibración en su entrada, y corregir, si fuera necesario, la entonación a
la salida, tales como el famoso Eventide Ultra Harmonizer... Hay que tener en cuenta
también las oscilaciones debidas a la modulación y al vibrato, para no inducir a error al
procesador, ya que éste trabaja con un rango aceptable de error y entonces la corrección
podría ser fatal concordando con la nota más adyacente.
En todo caso lo que se pretende es tener un instrumento que cumpla con los requisitos, y
para ello hay que procurar no solamente que el instrumento esté perfectamente afinado,
sino que el ejecutante busque a cada instante la entonación correcta.
Para comprobar la exactitud de la altura tonal se debe contar con dos fuentes de referencia,
y son el oído humano, que debe de estar entrenado para detectar la exactitud de la
oscilación, y un afinador electrónico de calidad, desconfiando de los "juguetes" que
abundan en los negocios musicales, más enfocados hacia la aproximación en el afinado de
guitarras y bajos, y cara a la ejecución más inmediata. Unos modelos de calidad los podéis
encontrar en el catálogo de Peterson.
Lo que se busca es un sistema que no sea destructivo en exceso, ya que cuanto más nos
aproximamos a la "exactitud" menos hay que acortar, pero que sea lo más rápido posible,
pues de otra manera el rectificado puede hacerse demasiado tedioso. Por lo tanto y tras mi
experiencia personal he ido desechando métodos comunes, como el lijado a mano o a
máquina por ser poco prácticos.
El primero por ser demasiado lento y agresivo con la caña, pues los movimientos rotativos
de la mano inclinan levemente el tubo provocando fisuras en la corona extrema del tubo,
cuando se lija perpendicularmente. En todo caso tendría sentido para rectificaciones
despreciables o suavización de la superficie.
Por otro lado el uso de cortadores afilados dan la opción de recortar una sección entera del
tubo, de una cierta longitud, por ejemplo de un tubo demasiado largo se asportan unos
centímetros, pero es muy arriesgado para quitar pocos milímetros ya que las franjas de fajos
verticales de la caña son un continuo obstáculo, y más de una vez se rajará la pared.
Así que hace tiempo me planteé la cuestión y he llegado a depurar una técnica de corte que
a más de uno ha sorprendido, y se basa en el uso de Tijeras.
En principio puede parecer una locura y luego se demuestra que es uno de los sistemas más
eficaces. Claro que necesita de un cierto aprendizaje, pues entraña una cierta dificultad,
pero una vez superado se consiguen resultados asombrosos, llegando a recortar secciones
de muy pocas décimas de grosor hasta de varios milímetros, en el caso de cañas Takuara. Y
en cuestión de anchura de corte lo mismo.
Reflejar aquí esta técnica me resulta un poco difícil, expresada en palabras, pero en
principio recomiendo practicar con tubos desechables, sujetándolos muy fuertemente y
apretando igualmente con el punto de cruce de las tijeras. Se trata de quitar una espiral, en
el caso de grandes superficies, y sencillamente un círculo, en el caso de una rebaja mínima.
Hay que recordar el punto exacto del comienzo del corte para, una vez completada la
vuelta, salir por el mismo lugar, conservando de esa forma el corte circular superficial
perfectamente a 90 º respecto a las paredes del cilindro. Por supuesto las tijeras deben de
estar perfectamente afiladas y deben ser de un tamaño mediano y que se adapten bien a la
mano, pues es un proceso que se torna, al cabo de un tiempo, bastante doloroso, ya que la
presión que hay que ejercer sobre la superficie de la caña debe guardar un perfecto
equilibrio entre: no rajar la pared e impedir que la herramienta salga disparada (como más
de una vez ocurrirá) con el consecuente peligro de estropear definitivamente el tubo, ya que
se suele rajar, o sufrir algún percance.
Procesos de afinado:
Hay que tener presente que el corte no es definitivo y debe primar la prudencia antes que la
exactitud, así que más vale quedarse largos que cortos, pues el afinado definitivo será
posterior.
De media una Zampoña para estar perfectamente afinada "sufre" un número de rectificados
bastante más numerosos de lo que uno en principio creyera. Yo suelo "afinar" una decena
de veces o más antes de darme por satisfecho, pues es muy curioso que muchas de las notas
que se dan por validas definitivamente, luego tienen que ser rectificadas de nuevo. Así que
es un proceso bastante largo y que no se concluye hasta haber finalizado el instrumento.
Por supuesto las condiciones ambientales deben ser óptimas, controlándose la temperatura
y humedad, ya que de otra forma el instrumento no estaría en su punto, hasta que no
coincidieran las mismas condiciones.
Según qué Zampoña deseemos construir hay que seleccionar el mejor material posible. Éste
obedece la mayoría de las veces a cánones tradicionales y estéticos. Cada tamaño tiene
igualmente unos patrones de diámetros muy definidos, pues, por ejemplo entre una malta y
una zanka de Sikuri, las notas coincidentes, desde el RE hasta el SI, no poseen los mismos
diámetros. Si además a esto unimos el factor musical influirá más aún, pues los tubos más
estrechos generan unas notas más etéreas, por definirlas de alguna forma, más propias para
ciertas melodías, mientras que los diámetros más gruesos obedecen a cierto tipo de
ejecución más "voluminosa".
Por lo general si tenemos claro el tipo de Zampoña a construir hay que buscar el diámetro
ideal de la primera y última nota, de tal manera que quedemos satisfechos. Las demás notas
sencillamente tienen que ser geométricamente consecuentes con la "escala" dimensional
entre el tubo más grueso y el más fino.
La longitud de los tubos debe sobrepasar las necesitadas por las tablas de medidas o por un
modelo similar. Si se quiere construir una Zampoña con diámetros diferentes hay que tener
en cuenta que los diámetros estrechos "obligan" a más longitud de cilindro, y los más
gruesos quedarán más cortos.
El corte primario del tubo desde una caña completa, nos da opción a elegir si deseamos que
la forma troncoidal del cilindro sea más gruesa cerca de la base o cerca de la superficie de
insuflación. Mi recomendación es elegir, para Zampoñas grandes del tipo Taykas, Jach'as o
Toyos, un estrechamiento en la zona de soplo y un grosor más pronunciado en la base del
nudo.
Un factor a tener en cuenta es el previo secado de los tubos, si son de caña. Una forma muy
usada es al fuego, con soplete, de esta forma se cuenta con un medio más estable. De todas
formas, como veremos, la caña es un ente vivo y necesitará de periódicos rectificados, pues
su variaciones higrométricas influyen en la emisión de sonido.
Este corte se puede hacer de diferentes maneras, sea con sierra pequeña, segueta, cuchilla,
etc...y con que tenga medio centímetro por encima de la medida real es bastante, pero si no
se sabe como "reaccionará" la caña, recomiendo realizar diferentes cortes, siendo el
primero bastante alejado del corte "ideal", hasta que se consiga una aproximación
aceptable.
Corte en diferentes Rondas:
Sin este modelo de referencia el proceso es aún más largo pues cada vez que afinamos una
flauta es como si fuera la primera vez, así que lo que se pretende es agilizar el proceso.
También valdría un Vibráfono o Xilófono, pero la "conversión" sonora necesita igualmente
de un cierto oído.
El hecho de usar otro tubo de referencia es muy importante pues lo primordial en el afinado
es la intensidad con que soplaremos las cañas. De hecho si ya poseemos dicho tubo de
referencia la técnica consiste en emparejar los tubos, el afinado y el que se debe afinar, de
tal forma que se soplarán uno y otro, exactamente con la misma intensidad.
Yo recomiendo de soplar antes el tubo afinado para tener así el patrón de referencia, y una
vez soplado el segundo tubo se tomará la decisión del corte. Hay que tener en cuenta que si
la Zampoña va a ejecutarse en plan solista, o sea montada con los dos amarros juntos,
entonces las cañas del amarro de "arriba" deben soplarse inclinadas. Igualmente los tubos
de referencia deberán poseer la misma característica.
El corte se realizará con tijeras de tal forma que, con mucha prudencia, aproxime al
supuesto exacto.
Como no sabemos donde queda este punto, sólo nos pararemos hasta que lo consideremos,
siempre por defecto, que está casi a punto. Es mejor no pretender afinar perfectamente pues
el oído puede inducir a engaño, ya que es tanta la similitud que tenderemos a forzar el
soplo, algo automático en los músicos, para conseguir afinar. Por otro lado el proceso de
calentamiento inducido por la fractura de la superficie y el soplo harán que, si dicho
proceso se prolonga, los resultados no sean fiables.
El proceso de lijado mecánico da muy buenos resultados pues la alta velocidad alcanzada
hace que la abrasión sea muy uniforme. Para ello es bastante con un simple taladro al cual
se le adapta un accesorio que incorpora diversos tipos de lija. Los mejores son los que
tienen base de aluminio y fácilmente reconocibles por el intenso color amarillo de sus
"pigmentos". Estas lijas duran varias veces más que las lijas normales, así que mejor que
mejor (eso sí son más caras, pero vale la pena).
Este papel de lija debe de ser de grano fino, pues su finalidad es exclusivamente quitar las
pequeñas imperfecciones ejecutadas por el corte de las tijeras, y su incidencia debe ser
mínima.
Lógicamente haremos una Ronda al igual que con las tijeras, soplando previamente en los
dos tubos.
Para el "quemado" del corte necesitamos otro disco de lija fina, preparado anteriormente de
la siguiente forma: se saturará un papel de lija, a altas revoluciones, con una caña que no
nos sirva, de tal forma que literalmente la "quememos", consumiéndola poco a poco en
contra de la superficie. Tenemos que ir saturando la lija de los restos de caña que se van
adhiriendo y que la oscurecerán, de tal forma que, además de gastar la propia lija, su
superficie adquiera una brillantez especial.
Luego ocurre que si la abrasión es poco prolongada no lograremos quemar la caña, pero si
lo es demasiado gastaremos más de la cuenta. Parece un poco complicado pero no lo es,
basta con un poco de práctica.
Y ¿porqué de todo esto? Pues es una forma de seguridad final ya que al cauterizar los poros
de los canales de las paredes de la caña, impedimos no solamente que se embeba de
humedad sino que además sea más resistente a los quiebros.
Por otro lado una abrasión ínfima es lo que necesitamos para el rectificado final. Así que
una vez más empezaremos las Rondas de afinado de la misma forma que antes expliqué,
con mucho cuidado y con el soplo exactamente igual.
Ya que la abrasión provoca un recalentamiento muy fuerte del borde de la caña, hay que
esperar a que esté del todo frío para soplarlo otra vez.
Las siguientes pruebas son necesarias debido a varias razones. La principal es que ocurre
un fenómeno comprobado que al amarrar fuertemente una caña puede ocurrir que esta sufra
una bajada de tono.
Una vez se han cosido los tubos, constituyendo los amarros típicos, se procede a las
siguientes dos pruebas:
1. Afinado en Ronda
2. Ejecución de Escalas y Melodías
3. Ejecución con acompañamiento
El afinado se realiza esta vez adjuntando el tubo de prueba lo más cerca del tubo a probar,
sea por la izquierda o por la derecha, siendo soplados con la misma intensidad.
Problemas:
El error más grave que puede ocurrir al afinar es pasarse en el rectificado y comprobar con
amargura que la nota que se produce es más aguda de lo deseado. Si se ha procedido con
cautela el error debe ser mínimo, de otra manera delataría un despiste demasiado grande o
una excesiva prisa en el trabajo.
En el caso de un leve error se puede proceder de dos maneras, una menos drástica que la
otra:
La otra forma es la adición de un aro de caña u otro material que tiene que encajar
perfectamente pegado. La altura del aro es cuestión de estudio y práctica, pues a cada
longitud total de tubo corresponde un tipo de aro. Es muy importante no pasarse en el
cierre, lo cual obligaría a un posterior y nuevo recorte.
Hay que hacer notar que el timbre de la nota así como la envolvente generada sufren
variaciones respecto a las demás notas de la Zampoña, lo cual en algunos casos puede venir
bien, si se busca un determinado timbre o efecto en esa nota, pero generalmente es una
acción bastante agresiva que puede alterar el conjunto.
Otro problema puede ocurrir al generarse, espontáneamente o no, una fisura o grieta en la
pared del tubo, partiendo desde la corona, en la superficie del tronco o en la base del nudo,
para la cual es necesario aplicar pegamento rápido con base de Cyanocrilato y proceder a su
inmediato lijado con lija fina, lo cual crea una pasta compuesta de partículas muy finas, de
cola con polvo de caña, que secarán rápidamente. Dicha operación hay que repertirla
cuantas veces sea necesaria, hasta que se selle totalmente la fisura. Luego hay que volver a
lijar hasta quitar totalmente los restos de cola. A notar que el secado total de este tipo de
cola es bastante más posterior a lo que se cree, y se generan, entre medias, una serie de
gases que son tóxicos, por lo tanto hay que trabajar con sumo cuidado.
Fundamentalmente se pueden dividir en 2 clases que dependen de las hileras de tubos que
necesiten para desarrollar su escala principal y que suele ser natural. Generalmente las
alteraciones ( sostenidos o bemoles ) se colocan según la necesidad de algunos músicos, de
conservar la construcción tradicional bipolar.
Podríamos llamar Antaras a las Zampoñas de una sóla hilera, y Siku a las Zampoñas de dos
hileras. Digo podríamos, ya que en el mundillo musical urbano se relaciona de ésta forma ,
mientras que dicha definición se difumina en lo rural ya que se refieren al mismo
instrumento en diferentes idiomas. ( Esto también puede obedecer a que la definición
Quechua de Antara está muy ligada a la generalización de las Zampoñas de una sola hilera
en el zonal peruano, mientras que en el boliviano Aymara abundan más las de doble hilera).
Las hileras totales que visualmente uno puede observar en las Zampoñas cromáticas,
pueden ser varias y no existe una relación entre los diferentes modelos, sino que la elección
de un número mayor o menor obedece a la comodidad, exigencias o visualización espacial
del conjunto del instrumento.
Tiene una escala cromática completa y la altura de la nota grave, generalmente DO o FA,
determina la tesitura.
Las podemos encontrar de 1, 2, 3 y 4 octavas, siempre dependiendo del tamaño de la flauta,
pero lo usual es hallar dos instrumentos principales, uno enfocado a la gama aguda y el otro
a la grave.
Putunpusini (1 hilera):
También llamado Doble Cromática es otra creación de Ernesto Cavour Aramayo, excelente
charanguista y musicólogo, y fue bautizada, junto al guitarrista Jorge Cuiza, Patunpusini,
ya que tiene una estructura tan especial como sofisticada. Posee 24 notas repartidas por
cuartos de tono en una hilera. El principal difusor es Reynaldo Vega.
Antara Cromática de 2 hileras:
Este modelo es el que más se parece al teclado del piano ya que sitúa las alteraciones en
una hilera y la escala natural en otra. Visualmente se aprecia perfectamente la disposición
típica de las "teclas negras" con los "sostenidos" agrupados de a dos y a tres.
Podemos encontrarla con diferentes octavas. Siendo muy difundidos los modelos de 2 a 4
octavas y con comienzo en Do o Fa.
Se trata de un Siku bipolar con tonalidad de Sol mayor y escala de 19 notas, repartidas en
dos hileras y nota grave en SOL. El resto de las notas van dispuestas en una hilera adicional
que se coloca por encima o por debajo de ésta doble hilera , en un número de 10
alteraciones.
Es una creación de los zampoñeros de la Peña Naira, a destacar Fernando Jiménez, Johnny
Bernal, Ramiro Calderón y Víctor Flores.
Para completar esta exposición no podía faltar alguna aportación mía que fuera distintiva y
funcional. Lógicamente yo también me he encontrado con esa necesidad de ejecutar
alteraciones y que he resuelto, más o menos bien, con la adición de algún tubo que me
aportase la nota necesaria. A partir de una cierta altura tonal los bemoles se consiguen
rebajando la nota más próxima a la deseada, por ejemplo el MI se puede rebajar en MIb, o
el FA# en FA natural, claro está con un previo entrenamiento que consiste en tapar
aproximadamente medio tubo con el labio inferior e inclinándolo para facilitar la operación.
Esta técnica tiene que ser muy precisa ya que se requiere inmediatez en la percepción del
sonido, y ya fue abordada en el apartado Los medios Tonos de Técnicas de las notas.
En el Siku los tubos de las hileras inferiores son los más difíciles de ejecutar ya que se crea
un conflicto con la hilera superior, mientras que en la Antara no hay mayor problema. Un
verdadero maestro en esta operación es Uña Ramos que suele tocar Antaras, y cuya
precisión es modélica.
Pero es a partir de un cierto tamaño que dicha operación no es válida, ya que no se consigue
ni precisión ni volumen sonoro aceptable. Si las alteraciones necesarias hacen que la
tonalidad en la cual está la Zampoña diste bastante de la requerida, es cuando se necesita
una polivalencia mayor, de tal forma que el ejecutante posea más libertad de ejecución, que
impedimentos.
La Zampoña que yo propongo está pensada para ser adaptable a todo tipo de tonalidades,
más que para usar ciertas alteraciones. Una de las soluciones parciales es la de tener
diferentes Zampoñas construidas en distintas tonalidades. En este caso con una sóla
Zampoña se consiguen todos los tonos.
Probablemente sea la Zampoña, de las presentadas aquí que requiera más trabajo y
preparación artesanal, pero si se realiza correctamente proporciona más prestaciones.
Se puede realizar tanto con una sóla hilera, como Antara, que con dos, como Siku. La
amplitud de la escala depende exclusivamente de los gustos personales de cada cual, pero
yo recomiendo que sea lo más amplia posible, y mínimo de dos octavas.
Una vez que se tienen perfectamente afinados los tubos y montados en uno o dos amarros
es cuando se procede a localizar, por octava, los que son necesarios para conseguir las
alteraciones.
Hay que preparar entonces unas prolongaciones que encajen perfectamente dentro de cada
diámetro, y cuya longitud proporcione exactamente una alteración más grave.
Estas prolongaciones deben ser etiquetadas, ya que cada una está hecha a la medida de su
tubo correspondiente.
Además el atado de los tubos a los amarros debe ser tal que permita un cierto deslizamiento
para, cuando se coloque dicha prolongación, se pueda bajar hacia abajo y quede en línea de
soplo a la par que el resto.
Luego hay que elaborar una tabla de gráficos que indican donde van colocados para cada
tonalidad, y que yo proporciono aquí para el modelo elaborado por mí, tanto en formato
Antara como Siku :
DO mayor
RE bemol Mayor
RE Mayor
MI bemol Mayor
MI Mayor
FA Mayor
SOL Mayor
LA bemol Mayor
LA Mayor
SI bemol Mayor
SI Mayor
DO Mayor
RE bemol Mayor
RE Mayor
MI bemol Mayor
MI Mayor
FA Mayor
SOL Mayor