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!!!!!! - 40940709 Caminar Chi PDF
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Danny Dreyer
Katherine Dreyer
Índice
V
Índice
VI
La espiral ascendente
del Chi
que tenía que caminar un poco rápido, pero estaba convencido de que no
tardaría en atraparlo.
Olvídalo.
A pesar de mi deseo, pronto me di cuenta de que se iba alejando de mí,
y aunque al menos tendría 20 años más que yo, fue desapareciendo en la
distancia. Pasados 10 minutos de mi esfuerzo sin sentido, abandoné mi reto,
completamente humillado.
Excesivo para entrar en contacto con un nativo y excesiva la confianza
en que yo era un caminante en buena forma.
Durante los siguientes días, me di cuenta de que mucha gente en Irlanda
tiene la costumbre de caminar como una actividad absolutamente común.
Casi todos estaban en buena forma y en sus rostros brillaban unas mejillas
sonrosadas y esa vitalidad que tan famosos ha hecho a los irlandeses. El
caminar, acabé dándome cuenta, lo llevan en la sangre y juega una baza
importante en el hecho de mantenerse saludables y felices, junto con su afi-
ción a la música, a la necesidad de contar historias y a la cerveza, por
supuesto. Fue en ese viaje a Irlanda cuando acepté que el caminar adqui-
riera un estado sagrado en mi vida. Lo vi claro por los efectos de vitalidad
a largo plazo que me ofrecía.
Cuando hace poco estuve en Nueva York, sentí una agradable camara-
dería con la gente en las calles. Todos caminaban. Estoy seguro de que, en
la mayoría de los casos, no eran razones saludables las suyas, sino que, muy
a menudo, caminar es la mejor forma de ir de un sitio a otro en Manhattan.
Advertí, entonces, lo que me pareció un alto porcentaje de gente saludable.
Al contrario de lo que sucede en Bay Area, donde yo enseño a caminar, los
neoyorquinos no se paran a pensar cuánto tienen que caminar, lo aceptan
como parte de su vida. Lo hacen porque lo tienen que hacer, y la mayoría
de ellos, inadvertidamente, acaban adquiriendo una buena forma física. Es
lo propio del caminar.
Marjorie, mi vieja vecina de 86 años, sale todos los días a dar su paseo
ritual durante 30 ó 45 minutos dos veces al día. Está en una sorprenden-
te buena forma para la edad que tiene. Aún vive en el mismo hogar en el
que lo ha hecho durante 50 años y lleva en coche a sus amigas a las con-
La espiral ascendente del Chi
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Katherine:
Recuerdos. Kevin.
El Caminar Chi
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ALINEA TU CUERPO
Comienzo cada clase de caminar del mismo modo que lo haría cualquier
maestro Chi, poniendo el énfasis en la postura y la alineación. El Tai Chi y
el Caminar Chi comienzan ambos enseñándote la postura correcta, como
trató de hacer siempre tu madre. Ello se debe a que la buena postura es el
fundamento definitivo para todo lo que vendrá después. Primero aprende-
rás a mantener la gran alineación estructural que permitirá que tus múscu-
los se relajen y que tu energía Chi fluya más libremente a través de tu
cuerpo. Cuando tu postura mantiene la alineación, los músculos interiores
de tu cuerpo se ponen a trabajar y tus brazos y piernas pueden sentarse a
descansar. Aprenderás a caminar no por la fuerza de las piernas, sino por
la fuerza interior, lo cual es más saludable, porque ejercita todo tu cuerpo,
La espiral ascendente del Chi
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y lo hace de modo más eficaz, porque no te apoyas sólo en tus piernas para
moverte hacia delante. Entonces, en la medida en que practiques el forta-
lecimiento de los músculos interiores, comenzarás a sentir una fuerza inter-
na creciente de la que podrás disponer en cualquier momento para tu vida
diaria.
ALINEA TU MENTE
El Caminar Chi ejercita tu mente al pedirte concentración en la técnica mien-
tras conduce tu cuerpo a través del ejercicio. La capacidad para alinear tu
mente con tu cuerpo es un ingrediente esencial para cualquier programa de
fitness. En el Caminar Chi llamamos a esto “Sentir tu propio cuerpo”: tu
mente escucha a tu cuerpo, y después dirige tu cuerpo para hacer cambios
positivos en sus movimientos. Volverás a escucharlo, y quizás a hacer un
nuevo ajuste, como balancear un poco más tus brazos o mantener la cabe-
za un poco más alta. De este modo, establecerás un vínculo comunicativo
entre tu mente y tu cuerpo que te permitirá crear la clase de energía que tu
cuerpo, tu mente y tu espíritu necesitan. Por ejemplo, si eres como yo y tien-
des a almacenar la tensión en la zona de los hombros, aprenderás a relajar
los hombros mientras caminas, empleando una de las muchas técnicas de
relajación de este libro. Una vez que haya desaparecido la tensión, la ener-
gía volverá a fluir de nuevo a través de tus hombros liberados, dejándote la
cabeza aclarada y llena de energía. ¡Qué gran concepto!
Hola, Danny:
Gracias. Glenn.
tas en el libro. Recuerda que cuanto más accesible hagas tu libro, más lo
usarás. Hacer un esfuerzo consistente para crear nuevos hábitos positivos
convertirá en una certeza ese cambio.
El Caminar Chi es verdaderamente un entretenido modo de estar sano y
en perfecta forma, luego empecemos.