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LAS CADENAS CAEN…

CAPITULO 1
EL OCULTISMO A LA LUZ DE LAS ESCRITURAS
Si entramos al tema: “Ocultismo y Liberación”, es muy necesario saber lo que dice
la Biblia al respecto. Ella nos muestra claramente, desde las primeras hasta las últi-
mas páginas, que la historia de la humanidad es el gran campo de batalla entre Dios
y su adversario, el diablo. Cada uno quiere jalar a los hombres a su lado. Dios, para
ofrecerles por medio de Jesucristo la eterna felicidad y comunión con él en un reino
de justicia, paz y armonía; y por otro lado, Satanás, para ofrecerles riquezas, fama,
salud y prosperidad en esta vida (Mt. 4:1-10), y riendas sueltas en cualquier índole
de maldad. Y esto, con el único propósito de ser llevados finalmente juntos con el
diablo y sus ángeles a la eterna perdición (Mt. 25:41; Ap. 14:9-11).
Entonces el desafío para la iglesia es urgente. Escuchemos lo que dice el Señor
Jesús a su siervo, el apóstol Pablo:
Hechos 26:16-18: “Pero levántate, y ponte sobre tus pies,
porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro
y testigo de las cosas que has visto… para que abras sus ojos,
para que se conviertan de las tinieblas a la luz y de la potestad
de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí,
perdón de pecados y herencia entre los santificados”.
A. AUTOR DEL OCULTISMO.
Este estudio no pretende abarcar a fondo el misterio y existencia de la persona
de Satanás en el mundo (2Tes. 2:7); solamente quiere dar algunos datos breves
en base de la Palabra de Dios al respecto. En cuanto a los engaños de Satanás,
el estudio será más amplio; en vista de que ello es la característica típica del dia-
blo, y está estrechamente relacionado con el campo del ocultismo.
1. Satanás, su origen, características, estrategia y derrota.
(Is. 14:12-15; Ezeq. 28:12-17; Lc. 10:18).

a. El origen de Satanás: Recordemos que Satanás es el gran adversario de


Dios y de la salvación del hombre, y que Dios le permite cierta acción limi-
tada para probar al hombre (Job 1:7-22); y eso para ver si éste usa su libre
albedrío para amar y obedecer a su Dios y Creador, o si prefiere darle las
espaldas, a fin de vivir a su propia cuenta; quedando así, aunque sin que-
rer, bajo el control de otro patrón que es el diablo.
Satanás es entendido como “Lucifer”, un ángel que anteriormente fue do-
tado por su creador con poderes especiales y hermosura sobresaliente
(Ezeq. 28:14-17). Pero más tarde, por su rebeldía, queriendo ser seme-
jante al Altísimo (Is. 14:11-14), fue arrojado de la presencia de Dios, y Dios
le circunscribió su campo de acción entre los hombres junto con los ánge-
les caídos (Ap. 12:4; 2Ped. 2:4); pero solamente puede engañar y dominar
a los que tienen la misma naturaleza rebelde como él, y a los que le dan
cabida (Ef. 4:27; 2Cor. 2:11).

b. Los nombres y características de Satanás:

Diablo, significa acusador, acusador de los “hermanos”, de los hijos de


Dios (Ap. 12:10; Zac. 3:1-4).
Satanás, indica que el diablo es el enemigo, el gran adversario de Dios y
de los hijos de Dios.
Beelzebú, significa príncipe de los demonios, es decir: el jefe de las hues-
tes de maldad.
Príncipe de este mundo, quiere decir que Satanás es el que gobierna en
los hombres y sobre los gobiernos mundanos.
Príncipe de la potestad del aire, indica que Satanás está al frente de las
huestes de maldad que rodean la tierra y al hombre, atacando, acusando y
engañándole (Job 1:7; Ap. 12:9).
Serpiente antigua, que señala la peligrosidad del diablo que acecha a cada
hombre de ser “mordido” mortalmente.
Adversario, es el nombre que presenta a Satanás como opositor constante
de Dios y su obra.
León rugiente, un título que indica el peligro y el temor de muerte.
Gran dragón, que hace pensar en un monstruo que inspira temor y peligro
de muerte.
Acusador, presenta a Satanás como quien denuncia a uno de algún delito
o culpa. Nos hace ver que las huestes de maldad están organizadas en
príncipes, potestades y autoridades para dominar el mundo.
Declara que hay príncipes de maldad sobre naciones que resisten a la ora-
ción de los santos.
Nos hace ver que hay ángeles que fueron arrojados a la tierra junto con
Satanás (se comprende bajo ”ángeles caídos” demonios).

Reflexionar sobre estos breves datos de las características de Satanás y


su obra entre los hombres, nos ayudará a entender algo de su obra malé-
vola, destructora, y nos advierte del peligro de entrar en algún compromiso
con ese terrible enemigo, quien sólo busca la destrucción e infelicidad del
hombre, queriéndole llevar consigo mismo al lugar de los sufrimientos eter-
nos, y a la separación eterna de la feliz presencia de Dios, del Padre de
amor.

c. La obra estratégica de Satanás:

Ciega el entendimiento de los incrédulos.


Presenta verdades a medias.
Siembra duda en la Palabra de Dios.
Tienta al hombre a pecar, a rebelarse contra Dios.
Insinúa al asesinato.
Acusa a los hijos de Dios.
Quita la Palabra sembrada para que no brote.
Causa sufrimiento y enfermedad.
Controla y entra en personas.
Insinúa en contra de la muerte de Jesús.
Insinúa avaricia e hipocresía.
Hace caer en lazos, etc.

d. La derrota de Satanás y de sus ángeles (demonios):

El Hijo de Dios vino para destruir las obras de Satanás.


La serpiente antigua ya fue herida en la cabeza por Jesucristo.
Jesucristo triunfo sobre las huestes de maldad en la cruz.
Satanás es vencido por la Sangre del Cordero.
Satanás ya es juzgado.
Jesucristo quitó a Satanás su poder por su muerte.
La Sangre del Cordero de Dios redime de la maldición, de la vana manera
de vivir de los padres.
La Sangre de Cristo redime del poder de Satanás para ser libre de adorar
y servir a Dios.
Satanás será atado por mil años.
Hay ángeles que por su rebeldía ya están en el infierno, entregados a pri-
siones de oscuridad, para ser reservados al juicio.
El infierno está preparado para el diablo y sus ángeles.
Satanás será lanzado al lago de fuego y atormentado por los siglos de los
siglos.

2. Satanás, el gran engañador:


Si queremos entender algo más a fondo la obra satánica en el campo del
Ocultismo, es necesario conocer bien las estrategias que Satanás emplea
para llegar a tener dominio sobre el hombre, quien es el blanco de sus ata-
ques. El que desconoce las estrategias llega a ser fácilmente víctima del
enemigo.
Sabemos, que enfrentarse con un enemigo abiertamente, cara a cara, es una
lucha franca, sincera y aceptable; pero enfrentarse con un enemigo que se
esconde tras los árboles, paredes, en casas, etc.; para tirar sus “flechas”, sus
tiros de espaldas, es una lucha traidora, terrible y sumamente peligrosa. ¿En
qué lucha estamos involucrados frente a Satanás? No es la abierta, sino es
la oculta, la escondida, la peligrosa a la espalda.
Pues, Satanás opera en la oscuridad, en lo escondido, muchas veces disfra-
zado, para que nadie se dé cuenta de su obra maligna con sus fines malévo-
los.
 La Biblia dice: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo,
como león rugiente, anda alrededor buscando a quién devorar” (1Ped. 5:8).
Sí, es muy necesario ser sobrios y velar; es decir, vivir con los ojos abiertos
día y noche para darnos cuenta qué pasa, y no dejarnos engañar y sorpren-
der.
En lo siguiente presentamos algunas estrategias engañosas de Satanás, que
ayudarán al pueblo de Dios a darse cuenta del engaño y a escapar de sus re-
des.
a. Satanás, el Padre de la mentira. En Jn.8:44 leemos: “El diablo, cuando habla
mentira de lo suyo habla, porque es mentiroso, y padre de la mentira”. No po-
demos esperar que el diablo se acerque al hombre con fines correctos y bene-
ficiosos. Su naturaleza es mentira y queda mentira. Pues, él es quien dio ori-
gen a la mentira (Gen. 3:3-5). Y esa es la razón por la que la Biblia le llama:
“Padre de la mentira” (Jn. 8:44).
Somos conscientes, de que con cada mentira que sale de nuestra boca nos
declaramos automáticamente amigos de Satanás. Es interesante observar,
que la primera parte de la armadura descrita en Ef. 6:13-17, es el cinturón de
la verdad. El que no es honrado y sincero, jamás puede enfrentarse victoriosa-
mente contra él; pues, por medio de cada mentira pronunciada se declara es-
tar de acuerdo con Satanás, y le da lugar en su vida.
Por eso la Biblia amonesta y advierte, diciendo:
 Ef. 4:25: “Por lo cual, desechando la mentira,
hablad verdad cada uno con su prójimo”.

 Ap. 21:8: “… los mentirosos tendrán su parte


en el lago que arde con fuego” (junto con el
padre de la mentira).

 Ef.6:13-14a: “Por tanto tomad toda la armadura de Dios, para que podáis re-
sistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad pues fir-
mes, ceñidos vuestros lomos, la verdad…”.

Dios es luz y verdad, no puede tener comunión con los mentirosos, por eso no
entrarán en el reino de Dios (1Jn. 1:5; Ap. 21:17). Que importante es, que
siendo hijos de Dios andemos en la Luz, desechando toda mentira para poder
vencer a Satanás, el mentiroso.

b. Satanás engaña al mundo entero: La preocupación primordial de Satanás es


“engañar” a todos los hombres de la tierra (Ap. 12:9); engaña a los ricos y po-
bres, a los instruidos e ignorantes, a los blancos y negros, a los pequeños y
grandes, a todos. No le falta sutileza para idear suficientes engaños y artima-
ñas para cada uno de ellos, según las necesidades, costumbres y circunstan-
cias de cada uno.
Este hecho se observa muy bien en el campo de las supersticiones (creencias
mentirosas) que son miles, y muy variadas y bien acomodadas a cada persona,
lugar y nación.
Debemos estar alerta y darnos cuenta, hasta qué punto las costumbres anti-
guas, las creencias son entreveradas como los “engaños” de Satanás. Muchas
veces la gente en su ignorancia cree sencillamente las mentiras de Satanás
que resultan un enredo de engaño. Pues, si cree las mentiras, Satanás recibe
permiso de cumplirlas; y si la gente las ve cumplirse, piensa que son la verdad
y las sigue creyendo. ¡Qué enredo de engaño se manifiesta aquí!
Ejemplo: Si por alguna razón un gato negro cruza la calle, aunque éste nada
sabe del mal agüero en relación con su color negro porque es gato y no sabe
pensar, ni sabe lo que piensan los hombres, ni tiene capacidad para influir al-
guna mala suerte. Sin embargo, la gente cree que cuando un gato negro cruza
la calle delante de ellos, es mala suerte, alguna desgracia pasará, y a conse-
cuencia vive en temor y está a la expectativa de la “mala suerte” que se cum-
plirá. Y en verdad, se cumple por el poder de Satanás y no del gato. ¿Quién y
cómo se cumplió? Dios dio permiso al diablo, al padre de la mentira, para que
se cumpla la mentira que la gente cree. Es como un castigo de Dios sobre la
gente que rechaza confiar su vida a su Dios y Creador.

Este mismo hecho declara la Biblia en:

 Prov. 10:24: “Lo que el impío teme eso le vendrá”.


 Job. 4:25: “Porque el temor que me espantaba
me ha venido, y me ha acontecido lo que yo temía”.
c. Satanás se disfraza como ángel de luz. Leemos en 2Cor.11: 14-15: “Y no es
maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que no
es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia;
cuyo fin será conforme a sus obras”. Satanás encontró un medio eficaz para
engañar a la gente religiosa y a los creyentes inmaduros e insuficientemente
fundados en la Palabra de Dios. Literalmente, a ellos Satanás se les aparece
algunas veces en forma de una visión como un “ángel de luz” con vestido
blanco, rostro resplandeciente, etc. Les entrega mensajes que son general-
mente verdades mezcladas con la mentira (una práctica antigua empleada por
Satanás desde el paraíso); otras veces los impresiona con experiencias emo-
cionales, pero pasajeras. Y fácilmente, mucha gente queda convencida de que
debe ser de Dios, pues parece una experiencia tan linda y animadora. Pero
ellos no se dan cuenta de que la mentira, el engaño, ya está enredando sus al-
mas.
Otra manera, como el diablo se disfraza en forma de “ángel de luz”, es por me-
dio de “ministros” que se hacen pasar como ministros de justicia (2Cor. 11:15);
sin embargo, predican otro evangelio (2Cor.11: 3-4) aunque hablen mucho de
la justicia, pero no de la justicia divina, sino de la humana (en el campo social,
etc.).
Ellos son aquellos predicadores, teólogos y evangelistas que dejan el funda-
mento de la Biblia como única regla de fe y conducta, y tampoco consideran el
mensaje de la Cruz como el centro del Evangelio. Sus mensajes giran alrede-
dor de principios humanistas, hablando mucho de la justicia, y otros, de sus
“experiencias” como centro de su mensaje, y todos ellos dejan de lado el men-
saje de la obra redentora de Jesucristo, hasta lo contradicen. El apóstol Pablo
les llama “enemigos de la Cruz” (Fil. 3:18); y otros sencillamente mezclan la
verdad con la mentira. Hablan de la cruz y de la justicia humana como si fueran
lo mismo.
Dicen las Escrituras:
 Mt. 7:15: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vesti-
dos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces”.
 Mt. 24:24: “Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán
grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuera posible,
aún a los escogidos”.
Es un hecho bien conocido que en diferentes países del mundo, durante los si-
glos pasados hasta el presente, se habían levantado falsos cristos y falsos pro-
fetas, ofreciendo la solución a los problemas del mundo y del hombre. Ofrecen
sanidad milagrosa, salvación de la miseria, un nuevo mundo de felicidad, de paz
y justicia, pero no ofrecen el cambio del corazón perverso del hombre.
d. Satanás engaña por falsas profecías y visiones: Hay cristianos que se dejan en-
gañar por Satanás mediante sus falsas profecías que las inspira el mismo “padre
de la mentira”. Ellos pretenden haber recibido mensajes de Dios, algunas veces,
a favor o en contra de otra persona en la iglesia, o revelaciones de cosas secre-
tas acerca del pecado escondido de alguien o de enfermedades sufridas. Muy
común es que las profecías contienen, de repente, directamente declaraciones
en contra de la Palabra de Dios, y así revelan su origen engañoso y satánico. El
cristiano debe cuidarse de no prestar fácilmente atención a visiones, revelacio-
nes y profecías, peor todavía, ponerlas por encima de la Biblia. De esta manera
muchos cristianos ya llegaron a ser víctimas de los engaños satánicos al aceptar
revelaciones y mensajes de Dios fuera de la Biblia, pues ella ya contiene todo el
consejo de Dios.
Dicen las Escrituras por el apóstol Pablo:
 Hech. 20:26-27: “Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio
de la Sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de
Dios”.
 2Tim. 3:15-16: “Desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cua-
les te pueden hacer sabio para la salvación por la fe es en Cristo Jesús.
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir,
para corregir, para instruir en justicia”.
Por medio de estas afirmaciones bíblicas vemos claramente que no necesita-
mos nuevas revelaciones, ni profecías extra-bíblicas porque nos ha sido dado
“todo el consejo de Dios” por medio de la Biblia escrita; y ella es suficiente para
hacernos conocer el camino de salvación. Nuestro problema solamente es en-
tender, interpretar correctamente las Sagradas Escrituras, guiados e iluminados
por el Espíritu Santo (Jn. 16:13). Tampoco es necesario que alguien revele pe-
cados escondidos de otras personas por medio de las profecías, si tenemos la
Biblia en la mano; pues ella nos dice claramente cómo debe ser nuestro com-
portamiento siendo cristianos, nacidos de nuevo.
Es muy interesante y significativo observar que casi todas las sectas con sus
falsas doctrinas tienen su origen en visiones, revelaciones y apariciones.
e. Satanás engaña por señales y milagros: Muy significativo es que la Biblia enfa-
tiza que en el tiempo del fin, Satanás empleará señales y prodigios, como me-
dio para engañar a la gente.
Es un medio para imitar una intervención milagrosa, como si fuera de Dios; y
que muchos cristianos, sobre todo los nominales e ignorantes de las Escrituras,
verdaderamente lo entienden como prueba de que Dios está actuando, que
está a su lado; pero les interesa poco profundizarse en las enseñanzas bíblicas
vitales. Para algunos de ellos la experiencia que llaman “Bautismo del Espíritu
Santo”, manifestado por lenguas, profecías, etc.; es el lazo de unidad de todo el
cristianismo, no importa qué creencia o falsa doctrina sostienen y creen. Es una
de las últimas versiones de engaño de parte del diablo, la antigua serpiente.
Es un engaño bien acomodado y maquinado. Es otro triunfo del “Padre de la
mentira”. El verdadero pueblo de Dios, la Iglesia de Cristo, compuesto por todos
los “nacidos de nuevo por el Espíritu” (Jn. 3:3-5), debe velar y orar (Mr. 14:38), día
y noche, puesto sus “pies” sobre el fundamento de la Palabra de Dios, para no
desviarse, ni al lado derecho ni al izquierdo; y al mismo tiempo pidiendo a Dios
que le dé el espíritu de discernimiento y de sabiduría, con el fin de no caer en las
“trampas” del engañador. (Stg. 1:5; 1Cor. 12:10).
 2 Tes. 2:8-12: “Y entonces se manifestará aquel… inicuo cuyo advenimiento es
por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con
todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el
amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso,
para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no cre-
yeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia”.
¿Qué dice la Escritura, quienes caerán en la trampa del engaño del “ángel de
luz”?
Son los que no “recibieron el amor de la verdad para ser salvos”; es decir, quienes
querían ser cristianos sin el arrepentimiento y la fe genuina y continua para ser
salvos, sino sólo por ejemplo: por el rito del bautismo o por una experiencia lla-
mada “Bautismo del Espíritu Santo”, etc.; rechazando de este modo las verdades
eternas escritas en la Biblia acerca del único camino de salvación: (Jn. 14:6; Is.
55: 7; Jn. 1:12; 5:24; Gál. 2:20) que es “Cristo crucificado por nosotros” (1Cor.
1:23; 2:2), y recibiéndole por medio de arrepentimiento sincero y fe como Salva-
dor y Señor y permitiendo que Cristo viva su vida en y por medio de cada cre-
yente verdadero (Ro. 6:3-14; Gal.2:20).
Ap. 13:13-14: “También hace grandes señales, de tal manera que aún hace des-
cender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaña a los morado-
res de la tierra… que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y
vivió”.
En este cuadro apocalíptico vemos multitud de personas engañadas por las tre-
mendas señales que hace la “bestia”, el anticristo, siendo impresionadas dema-
siado por lo que está pasando. Aquella gente, luego, está dispuesta a adorar a la
bestia como Dios; porque nunca había entendido lo que significa en verdad, ado-
rar al verdadero Dios, quien solamente quiere ser adorado en “espíritu y en ver-
dad” (Jn. 4:24), y nunca por medio de imágenes, y menos todavía Dios acepta
que un ser humano sea adorado como dios. Esto es abominable delante de él y
merece el castigo más severo: la maldición y la muerte, eterna separación de la
fuente de vida, del Dios verdadero.
Sí, la advertencia es severa y el sufrimiento seguro, así lo leemos en el siguiente
texto:
Ap. 19:20: “Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho
delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la
marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos
dentro de un lago de fuego que arde con azufre”.

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