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PADRES E HIJOS / FAMILIA

Los beneficios del apego desde el


minuto uno del nacimiento de tu
hijo
GEMA LENDOIRO

Día 23/02/2013 - 01.52h


El vínculo inmediato madre-hijo contribuye de forma muy positiva
en su futuro desarrollo

Pocas imágenes revelan mejor el concepto de maternidad que una madre con su bebé
en brazos. Es verdad, puede pensarse, que los carritos no se inventaron hasta hace bien
poco pero lo cierto es que los bebés y no tan bebés, siempre han ido en brazos,
siempre han estado muy pegados a una figura adulta, al menos durante la
primera etapa de la infancia. Puede creerse que, en primer lugar se hace por razones de
movilidad (los bebés no andan), pero cuando esta causa empieza a desaparecer y dan
sus primeros pasitos, la verdad es que a muchos bebés les sigue gustando ir en brazos y
a muchos papás les sigue gustando llevarlos «aúpa», como se dice coloquialmente.
Brazos y espaldas cansados aparte, llevar a los bebés en brazos tiene muchísimas
ventajas para ellos…y para nosotros los adultos. Pero si hay un momento
imprescindible en el apego, en ese acercamiento madre-hijo, ése es el
inmediatamente posterior al parto. Se escucha mucho hablar del apego, de la crianza
con apego pero mucha gente no sabe con exactitud qué es.
Definición
El apego no es ni más ni menos que la conducta instintiva que tenemos los humanos
para formar un vínculo de amor, de protección con nuestra cría. Y no puede
esperar. En muchas maternidades se está volviendo a los orígenes, es decir, a dar el
bebé a la madre justo en el momento en el que sale del útero. Salvo que existan
motivos médicos ineludibles, lo mejor para el bebé es ponerlo inmediatamente en el
pecho de su madre. Ya habrá tiempo para limpiarlo, pesarlo, medirlo…Es más
importante el afecto, el amor, el cariño que lucir impecablemente limpio. Es
importante que las mujeres, antes de dar a luz, se informen de cuáles son sus
derechos.
El parto puede ser de dos maneras, natural (vaginal) o cesárea. En el caso de los
naturales (felizmente mayoritarios) el bebé es puesto encima de la mamá
inmediatamente. En la cesárea, por razones obvias (la madre permanece con la herida
abierta), la mamá deberá esperar entre una media hora y una hora. En este último
caso algunos hospitales ponen en práctica el llamado piel con piel, es decir, el
papá pone al bebé desnudito sobre su pecho, también desnudo y protegidos por una
manta en la habitación mientras esperan a que la mamá vuelva del quirófano. Se ha
comprobado que, aunque no sea la mamá, el bebé recibe este acto de amor de
bienvenida como algo favorable para su cerebro.
Primeros minutos decisivos
En cualquiera de los dos casos y si no hay complicaciones (que en la inmensa mayoría
es como sucede) esos primeros minutos, horas, son importantísimos y decisivos. Ese
sentimiento de apego, tan propio de los mamíferos y que los expertos han
denominado «bonding», tiene un poderoso efecto tranquilizador sobre el bebé. El
cambio de entorno, de un útero seguro, tranquilo, sin frío, sin hambre, pasa a un
entorno donde no se siente ya tan a gusto. Sentir una voz que conoce, la de su
madre (la lleva escuchando todo el embarazo) y sentirse abrazado y protegido, hará
que todo sea mucho más fácil en su nueva vida, la que acaba de comenzar.
El contacto precoz ayuda al proceso temprano de interacción social, el recién nacido
aprende a relacionarse con los demás en su primera y principal experiencia con el
mundo de los estímulos humanos. Por otro lado, el tacto es el sentido de primera
aparición en el desarrollo embrionario, siendo el primer medio de comunicación que
posee el individuo para relacionarse con el medio ambiente, con todo lo que está más
allá de la piel. Las primeras nociones que tiene el recién nacido son de
carácter táctil, ello hace que el contacto piel a piel entre madre e hijo sea de
extraordinaria importancia para el «apego», el reconocimiento mutuo, el intercambio
afectivo emocional y para el éxito de la lactancia.
Desfavorablemente para muchas madres y para sus bebés, hay gente que opina que es
mejor acostumbrar a los bebés desde el principio a dormirse solos en una
cuna. Estas mujeres, generalmente sobrepasadas por el momento hormonal, por el
cansancio, por la emoción, no siempre están lo suficientemente fuertes para decir que
«no» y que lo que ellas desean es tener a su bebé en brazos el mayor tiempo posible. En
algunas maternidades, por ejemplo, se da como opción que el bebé duerma en el
nido desde el primer día con el pretexto, dicen, de que la mamá descanse. Desde
el punto de vista de lograr un lactancia exitosa, si es que es lo que se decide, constituye
una gran error alejarse del recién nacido. En tener a un recién nacido en brazos no hay
excesos, cuanto más, mejor. Para todo.
Si vas a dar a luz próximamente, ten en cuenta los criterios del hospital, sus
prácticas. Si lo que deseas es tener a tu bebé contigo no te pueden decir que no por
mucho que la norma sea que el bebé vaya al nido. Infórmate de los derechos que tienes
y ten en cuenta una cosa: sólo tú como madre y tu pareja como padre podéis decidir
lo que es mejor para vosotros, sin interferencias, sin que nadie os juzgue(si
escogéis llevar al bebé al nido, tampoco nadie debe juzgaros).
Belén Pardo es psicóloga clínica, especializada en neuropsicología cognitiva. Además es
mamá de un niño y autora de un blog sobre
maternidad, http://mamasincomplejos.blogspot.com.es. Le hemos preguntado su
criterio al respecto:
«La teoría del vínculo no es algo de ahora, ya en los años 50 Bowlby es claro en este
sentido: “el apego es esencial para la salud mental del bebé y para que tenga una
relación íntima, cálida y continua con su madre”. Posteriormente, otras investigaciones
han apoyado la teoría de Bowlby, llegando todas a la misma conclusión y es que una
crianza basada en el apego unido a un ambiente saludable será determinante en el
futuro del niño e incluso en sus oportunidades futuras. Si hablamos de bebés,
el apego seguro favorecerá una adaptación al mundo saludable, no traumática. No
debemos olvidar que los bebés humanos nacen con un grado de inmadurez importante
que les convierte en crías desvalidas. Por ello se habla incluso de exterogestación
(gestación fuera del útero). Nuestros bebés necesitan crear un vínculo especial con
una persona, preferentemente la madre. El amor y los cuidados contribuirán a
que sucerebro se desarrolle óptimamente y se generen las nuevas conexiones
neuronales que les permitirán avanzar, desarrollarse y crecer. El mejor estímulo es el
amor de su madre».
Beneficios
Es importante que los padres sepan cuáles son los beneficios que podemos obtener de
un apego seguro a medida que los bebés se van convirtiendo en niños más mayores,
son muchos:

-Mayor capacidad cognitiva

-Mayor autoestima

-Desarrollo de una independencia saludable

-Mejora la relación con sus iguales (a medida que crecen)

-Buenas relaciones familiares


-Mayor capacidad de empatía con los demás

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