Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
BUENA OOCINGBA
—Esto D O es sopa de sémola.
—81, señor; sólo que como no tenia anfleiente, eché nn poco de
papel secante del despacho del señor.
PICATANTROF
IV
LA ENVIDIA Y LA DtSOBLDIENXIA
Había en lluelva un matrimonio torrero de faro que tenían un
hijo llamado Enrique.
Como era el único que tenían, le prodigaban toda clase de aten-
ciones.
Pasados dos años del nacimiento de Enrique vino al mundo otro
niño al que pusieron por nombre Paco. Durante un año vivieron
felices Antonio y Manuela (que asi se llamaba el matrimonio
torrero). Enrique tenía envidia de su hermanito, puesto que por
ser el más pequeño necesitaba más protección de los padres.
La envidia pasó á ser odio, asi es que cuando el pobrecito Paco
iba con su hermano, éste le pegaba. Poco duró este martirio pues
enterado un perro que tenía llamado Turco, siempre que Enrique
pegaba á Paco iba á la habitación en que se encontraba la madre y
tirándole del vestido la llevaba donde estaban los niños y pegaba á
Enrique y acariciaba á Paco.
Llegaron los niños á la edad de diez y doce años respectiva-
mente, y el padre los compró una lanchita para que se acostumbra-
ran á saber lo que era el mar.
Estaban ya acostumbrados, puesto que el padre ya los dejaba
IA FUERZA DE LA COSTUMBRE ir solos. Todas ln^
tardes iban á dar un
paseo en lancha y
volvían al anoche-
cher s i n n i n g u n a
novedad.
^'a estaban s u -
padres tan contento-
creyendo que Enri-
que se había olvi-
dado de la envidiíi
que, tenia cuando e i .
chiquitín.
No era asi. En-
rique a b r i g a b a ui
d e s e o de venga ;i/
p a r a su h e r m a u
l'aco, cuya vengan/
era tirarle al mar.
Llovía. Las ola~
encrespadas choca-
ban con las r o c a -
p r o d u c i e n d o gran
cantidad de espuma
blanquísima.
Llegó la hora' áe
la venganza, pens;i
ria Enrique, puesi
que c o m o á diario
creia iba á obtener
permiso de su padre
para ir con la barca.
Y como lo pensó asi
lo h i z o , pidiéndole
permiso á su padi
y ésto se lo negu.
¿Cómo era posible que un padre diera su permiso para <|ue s u s
hijos saliesen á pasear por el mar en un dia de tormenta?
Pero el desobediente Enrique, haciendo caso omiso, tomó la
barca y se fué á d a r el
paseo cuotidiano.
La d é b i l embarca-
ción crugióy un boque-
te se hizo en la barca
y penetró el agua ame-
nazadora.
Sin duda h u b i e r a
perecido l'aco si el pe-
rro, el inteligente Tur-
co, al ver los movimien-
tos de los niños al echar
la «barca al agua, no se
hubiese acurrucado
d e b a j o de un asiento
sin ser visto de los her-
manos, y nadando vigo DIBÜJANTE EECALOITKANTE
—Mira Elvirita, i r i s al mercado con les Aqtíi t i e n e s los dos © i s recios; v a y a Elvi- —¡Lo que pesan e s t o s condenadosl Si e s t e
g a n s o s y s i e n d o l i s t a como e r e s m e pi rece r i t a qtie p u e d e s sacar de ellos la t r i p i t a sefior que viene l e y e n d o fnese rico y m e los
q u e h a r i s con ellos tin buen negocio. para todo el afio. comprase, que g a n g u l t a para mi padre!
DIÁLOGO CONYUGAL
—|Y pensar que algún dia tendremos qne separamosi
—¿Por qné?
—lAy, esposa mia, no somos mortales!
P n e e b i e n : s i m u r i é s e m o s c u a l q u i e r a d e l o s d o s , m e r e t i r a r é é,'un'co-.i-
vento.
EN U N EXAMEN DE HIGIENE
M profesor.—Caa,Bdo uno se l e -
vanta ¿que US lo primero que hace?
El alumno no contesta.
El profesor —A ver, ¿cuando us-
ted se l o v a u t a , qué es lo primero que
hace?
El alumno, después de un rato de
reflexión;
— P u e s . . . tomo el chocolate.
FRANCISCO L Ó P B Z
E c h a r un t r a g o .
^ PASATIEMPOS ^
REGALOS CHARADA
N o t a e s mi primera
OEL "CORREO DE LOS NIÑOS" n o t a e s mi segunda,
mi cuarta v tercera;
V desde el fin al p r i n c i p i o ,
1." Un precioso reloj de oro. , O el todo s i n e n g a ñ a r t e
2.' Un retrato con marco do- v i e n e á ser u n participio
rado. C. d e la C. H.
R e d a c c i ó n y A d m i n i s t r a c i ó n : OaUe d e l a s C o r t e s , 6 9 5 . — B a r c e l o n a .
M i e n t r a s P a s t r a d e s lee l a s d i - do en la l e c t n r a a p a r t a s u a v e m e n -
vertidas h a z a ñ a s del c a p i t á n Sin t e el calendario de pared y por un
N o m b r e , n n despreocupado que lo b o q u e t e que con p a c i e n t e labor
observa por n n orificio practicado había r e a l i z a d o , i n t r o d u c e por él
en l a pared y al v e r l e e n s i m i s m a - á un hábil felino que se apodera