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Este artículo es copia fiel del publicado en la revista Nueva Sociedad No 236,

n coyuntura noviembre-diciembre de 2011, ISSN: 0251-3552, <www.nuso.org>.

Moscú mira hacia América Latina


Estado de situación de la alianza ruso-venezolana

Adriana Boersner / Makram Haluani

La política de renacimiento de Rusia como una potencia global tiene


sus efectos en América Latina, y el acercamiento entre Moscú y
Caracas forma parte de una estrategia de mayor alcance de la
ex-potencia comunista hacia el continente. Aunque las crecientes ventas
de armas de Rusia al gobierno de Hugo Chávez tienen objetivos
principalmente económicos, este artículo sostiene que el Kremlin utiliza
la alianza ruso-venezolana como un instrumento para balancear
las relaciones con la Casa Blanca y como un mecanismo de presión
y de negociación con Estados Unidos, en el contexto de un
debilitamiento de la presencia norteamericana en su «patio trasero».

E l análisis de la política exterior


de la Federación de Rusia revis-
te una gran importancia para las re-
En el siglo xxi, Rusia reimpulsó sus
relaciones con América Latina e ini-
ció un activismo inusitado en la re-
laciones internacionales actuales, de- gión, lo cual quedó patentado en ju-
bido a la influencia significativa que lio de 2008 cuando el presidente ruso,
ejerce sobre la conformación del siste- Dmitri Medvédev, definió los con-
ma de seguridad europeo y global, el ceptos fundamentales de la política
resurgimiento del Estado luego de la exterior rusa. Rusia tratará desde ese
disolución de la Unión Soviética y, fi- momento de establecer una asocia-
nalmente, su rol más activo en el con- ción estratégica con Brasil; ampliar
texto latinoamericano en virtud de su cooperación política y económica
acuerdos comerciales y alianzas cada con Argentina, México, Cuba, Vene-
vez más intensas con países como Ve- zuela y otros países latinoamerica-
nezuela y Brasil. nos y del Caribe y sus asociaciones;

Adriana Boersner: es profesora agregada de la Universidad Metropolitana de Caracas en el área


de Relaciones Internacionales. Cofundó la organización Diploos, Política Exterior Venezolana.
Correo electrónico: <aboersner@unimet.edu.ve>.
Makram Haluani: doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Münster. Es profesor titu-
lar de la Universidad Simón Bolívar (Caracas) y fue director del Instituto de Altos Estudios de
América Latina de esa universidad entre 2007 y 2009. Correo electrónico: <mhaluani@usb.ve>.
Palabras claves: política exterior rusa, petróleo, Hugo Chávez, Rusia, Venezuela, Estados Unidos.
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Estado de situación de la alianza ruso-venezolana

mejorar su interacción con estos Es- ■■ El auge de las relaciones


tados en las organizaciones interna- Rusia-Venezuela a partir de 1999
cionales; favorecer las exportaciones
Luego de la llegada de Putin al po-
rusas a los países de América Latina
der en 2000, América Latina comen-
e implementar de manera conjunta
zó a ocupar un lugar cada vez más
proyectos de energía, infraestructura
destacado en las prioridades de la polí-
y alta tecnología, entre otros, de con-
tica exterior del Kremlin. Entre los paí-
formidad con los planes elaborados
ses latinoamericanos que despiertan
por las asociaciones de integración
un mayor interés en la Cancillería rusa
regional1.
se encuentran Brasil, Chile, Venezuela,
Argentina y México. Durante los últi-
En este artículo nos concentrare- mos años se han mantenido intercam-
mos en las variables estructurales bios políticos intensos y permanentes
y las implicaciones hemisféricas de al máximo nivel con los países de la re-
la alianza ruso-venezolana entre 1999 gión; sin embargo, las relaciones comer-
y la actualidad. Para ello, se estudia ciales y económicas siguen desarrollán-
en primer término la presencia rusa en dose en niveles modestos. A partir de
América Latina, haciendo especial én- 2000, la política comercial no sufrirá
fasis en los aliados latinoamericanos grandes variaciones en comparación
y en los objetivos de esta represen- con el periodo 1996-1999.
tación en plena Guerra Fría y la re-
formulación de la política exterior En los últimos años se ha presenta-
tras la disolución de la Unión So- do una considerable interacción en-
viética. Luego, se detallan las con- tre cuadros gubernamentales, que
vergencias y divergencias en las se ve reflejada en la renovación, ac-
relaciones bilaterales entre Vene- tualización o creación de acuerdos
zuela y la Federación de Rusia, y y convenios en todas las áreas de la
las implicaciones hemisféricas que cooperación: se han suscripto 150
tiene la profundización de las rela- documentos conjuntos en el nivel bi-
ciones bilaterales a partir de 1999. lateral en los últimos diez años; Ru-
Los cambios en la gestión exte- sia firmó nuevos tratados marco con
rior del Kremlin y el reordenamien- 15 países sobre las bases y los prin-
to que posteriormente se dará bajo cipios de la relación bilateral; con 16
los dos gobiernos de Vladimir Putin y
el de Medvédev, frente a una América 1. Gabriel Santos: «Rusia en América Latina», spe-
iss-06-10, Centro de Documentación, Información
Latina menos alineada con Estados y Análisis, Dirección de Servicios de Investiga-
Unidos, alentarán la búsqueda de ción y Análisis, lxi Legislatura, Cámara de Dipu-
tados, México, marzo de 2010, p. 3, disponible en
nuevos objetivos y alianzas entre la <www.diputados.gob.mx/cedia/sia/spe/spe-iss-
Federación de Rusia y la región. 06-10.pdf>, fecha de consulta: 28/7/2011.
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países, para actividades de promoción lero de Rusia (Gazprom y lukoil). Los


comercial y económica; con 15 países, acuerdos se centran principalmente en
para la cooperación cultural; con 11 el Bloque Junín 6, que cuenta con reser-
países, para la cooperación científica vas estimadas en unos 10.000 millones
y tecnológica; con 10 países, para el de barriles de petróleo, además de otros
combate contra el narcotráfico, y con yacimientos en la Faja del Orinoco. En
tres países de la región latinoameri- el proyecto, pdvsa tendrá 60% y los ru-
cana y caribeña, para el fomento y la sos el 40% restante, con una inversión
protección de inversiones y coopera- de unos 80 millones de dólares4.
ción en el espacio ultraterrestre2.
c) Energía: en 2010, Venezuela firmó
Venezuela ocupó un lugar central en convenios con Rusia para la especia-
esta estrategia. Para el año 2010, las lización de profesionales en las esfe-
relaciones entre Caracas y Moscú se ras de medicina y energía nuclear. La
caracterizaban por una profunda co- colaboración se extendió a partir del
laboración estratégica en una varie- mismo año a acuerdos en el ámbito
dad de sectores: del uso pacífico de la energía atómica
y la exploración del espacio.
a) Armas: los acuerdos en materia mi-
litar ascendían en 2009 a alrededor de d) Comercio: el comercio bilateral en
us$ 4.400 millones en contratos de com- 2010 fue de us$ 165 millones (ocho mi-
praventa de armamento, a lo que se llones de exportaciones venezolanas y
suman créditos de hasta us$ 2.200 mi- 157 millones de importaciones desde
llones. Ya para 2005, Venezuela había Rusia), según estimaciones de la em-
ordenado 100.000 fusiles tipo Kalash- bajada de la Federación de Rusia en
nikov, 40 helicópteros de tipo Mi-24 y Caracas. Esto, sumado a la treintena
aviones de combate MiG 29 y Sukhoi
2. Datos proporcionados por el Departamento
35. Al año siguiente, ante la restricción Latinoamericano de la Cancillería rusa. Álvaro
de ventas de armas estadounidenses García Gutiérrez: «Nuevas tendencias de la po-
lítica exterior de Rusia. Perspectivas para Amé-
al país sudamericano, Rusia se convir- rica Latina» en Relaciones Internacionales No 47,
tió en su principal proveedor de ins- 2009, pp. 101-117, disponible en <www.afese.
com/img/revistas/revista47/tendenciarusa.
trumentos y equipos militares, lo que, pdf>, fecha de consulta: 28/5/2011.
a su vez, sirvió de argumento a eeuu 3. G. Santos: «La nueva política exterior rusa», spe-
iss-04-10, Centro de Documentación, Información
para proveer de material bélico al go- y Análisis, Dirección de Servicios de Investiga-
bierno de Colombia3. ción y Análisis, lxi Legislatura, Cámara de Dipu-
tados, México, df, 2010, disponible en <www.
b) Petróleo: la extracción y el refinado diputados.gob.mx/cedia/sia/spe/spe-iss-04-10.
pdf, fecha de consulta: 28/7/2011.
de petróleo son parte de los convenios 4. Reuters: «Relación de Venezuela con Rusia:
que se han firmado entre la estatal petro- armas, energía, política» en Infolatam, 4/3/2010,
<www.infolatam.com/2010/04/04/relacion-de-
lera venezolana, Petróleos de Venezuela venezuela-con-rusia-armas-energia-politica/>,
(pdvsa) y el Consorcio Nacional Petro- fecha de consulta: 30/6/2011.
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Estado de situación de la alianza ruso-venezolana

de acuerdos firmados durante la vi- Banco Ruso-Venezolano el permiso


sita de Putin a Venezuela en abril de para abrir en Caracas su oficina de
ese mismo año, que incluyen desde ex- representación.
plotación de campos petroleros en la
Faja del Orinoco hasta el sector de la ■■ Rusia y Venezuela: convergencias
industria automotriz, supone un co- Para dos países histórica y geográ-
mercio fluido que va más allá de la ficamente poco relacionados y con
compra de armas rusas, teniendo en escasos lazos previos, el alcance de
cuenta mercancías como equipos, fer- las actuales relaciones bilaterales es
tilizantes, producción de artes gráfi- definitivamente intrigante. Además,
cas, laminado de acero no aleado, hay que señalar que los puntos de
bloques de metal, equipos para la fa- convergencia entre las actuales polí-
bricación de papel, aparatos de con- ticas exteriores rusa y venezolana no
trol automático, etc.5 Los reiterados comienzan en sus respectivas canci-
encuentros y declaraciones conjuntas, llerías, sino más bien en el epicentro
como el Plan de Acción para ampliar de su respectivo poder político in-
las relaciones de cooperación ruso-ve- terno. Ambos sistemas de gobierno
nezolana para el periodo 2010-2014 o se distinguen por ser «democracias
la Declaración Conjunta de los Canci- dirigidas» y por un alto grado de au-
lleres y el Plan de Consultas entre las toritarismo y preeminencia del Po-
Cancillerías de ambos países para los der Ejecutivo sobre el Parlamento y
años 2011-2014, constituyen com- el Poder Judicial6. Ambos apuntan,
promisos que aceleran no solo las
reuniones de la Comisión Interguber- 5. Armando Avellaneda: «Entrevista al Emba-
namental Ruso-Venezolana de Alto jador de Rusia en Venezuela, Vladimir Zaems-
kiy», 2011, <www.venezuela.mid.ru/int_e_05.
Nivel, sino también el seguimiento html>, fecha de consulta: 5/11/2011.
de acuerdos firmados en el área ban- 6. Rodrigo Bugueño Droguett y Raúl Placencia
Rodríguez: «Hugo Chávez y Vladimir Putin:
caria, como las operaciones del Banco hidrocarburos, regímenes autoritarios y diplo-
Binacional Ruso-Venezolano, el Con- macia energética» en Lateinamerika Analysen No
1/2008, pp. 155-159; Javier Corrales: «Using So-
sorcio Petrolero Nacional Ruso, la co- cial Power to Balance Soft Power: Venezuela’s
operación técnico-militar ruso-ve- Foreign Policy» en The Washington Quarterly
nezolana, entre otros. En el año 2011 vol. 32 No 4, 2009, p. 103; Carlos A. Romero:
«La política exterior de la Venezuela boliva-
se han ampliado las exportaciones riana», documento de trabajo Nº 4, Plataforma
venezolanas al mercado ruso en ru- Democrática, julio de 2010, p. 2, disponible en
<www.plataformademocratica.org/Arquivos/
bros como el ganadero, que aumentó La%20politica%20exterior%20de%20la%20
30%, y las exportaciones rusas al mer- Venezuela%20bolivariana.pdf>, fecha de consulta:
24/11/2010; y Olga Oliker, Keith Crane, Lowell
cado venezolano en áreas como la H. Schwartz y Catherine Yusupov: Russian Fo-
automotriz. Para el mes de julio de reign Policy: Sources and Implications, rand Pu-
blishing, 2009, pp. 9-10, disponible en <www.
este año, la Superintendencia de Ban- rand.org/pubs/monographs/2009/rand _ mg
cos y Seguros (Sudeban) otorgó al 768.pdf>.
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desde posiciones de fuerza desigua- otras potencias, tanto Rusia como Ve-
les, a debilitar y hasta a neutralizar la nezuela se asemejan en el uso de sus
influencia de cualquier potencia que recursos energéticos para fines políti-
ambicione encaminar una postura he- cos. De esta forma, es posible visualizar
gemónica, ya sea regional o mundial; cómo Rusia ha aplicado sus abundantes
aspiran a fortalecer su propia posición fuentes de gas natural para renegociar
geopolítica tanto en el contexto regio- favorablemente sus contratos gasíferos
nal como en el global; y pretenden re- con Ucrania, Belarús y la Unión Euro-
dibujar el «mapa del poder mundial» pea8. El aspecto más convergente en las
y así redistribuir el poder geopolítico relaciones ruso-venezolanas es la relati-
mundial en detrimento de la influen- vamente alta coincidencia en sus pun-
cia anglosajona, occidental-transatlán- tos de vista ideológicos respecto a la
tica global. Además, tanto el liderazgo búsqueda del propio engrandecimien-
político ruso como el venezolano son to geopolítico. En este sentido, cada uno
altamente ambiciosos en sus planes se sirve de las ambiciones del otro.
para sus respectivas regiones, especí- Razonando que eeuu se entromete
ficamente en aras de agrandar y refor- en su «Extranjero Cercano» al proveer-
zar el propio poder nacional. le armas a Georgia, Rusia accede a ven-
der armas a Venezuela, en el «patio
Desde la perspectiva rusa, en especial trasero» latinoamericano. Siguiendo el
desde la óptica de sus elites políticas mismo razonamiento, la presencia de
e intelectuales, Rusia es la heredera la Organización del Tratado del At-
geopolítica natural y legítima de la lántico Norte (otan) en el Mar Negro
grandeza de la urss en todo aspecto y la de eeuu en Manas, Kirguistán,
y en todo nivel7. Para retomar, con-
solidar y engrandecer este estatus de 7. Andrei Shleifer y Daniel Treisman: «Why Mos-
superpotencia, la Rusia del siglo xxi cow Says No» en Foreign Affairs 1-2/2011, pp. 123-
124; Deborah Welch Larson y Alexei Shevchenko:
pretende recuperar, reforzar y per- «Status Seekers: Chinese and Russian Responses to
petuar su influencia no solamente en us Primacy» en International Security vol. 34 No 4,
2010, pp. 78-82; Dmitri Trenin: «Rusia rediviva. La
su tradicional «Extranjero Cercano», reinvención de la política exterior de Moscú» en Fo-
sino más allá de esa masa geopolítica reign Affairs Latinoamérica vol. 10 No 1, 2010, p. 100;
Andrei P. Tsygankov: Russia´s Foreign Policy. Chan-
euroasiática, y establecer su «Extran- ge and Continuity in National Identity, Rowman
jero Lejano» en cualquier región del & Littlefield, Lanham, 2010, pp. 13-14; O. Oliker,
planeta que resulte beneficiosa para K. Crane, L.H. Schwartz y C. Yusupov: ob. cit.,
pp. 87-90.
su seguridad nacional y su desarrollo 8. Katja Yafimava: The Transit Dimension of ue
socioeconómico y tecnoindustrial. Energy Security: Russian Gas Transit Across Ukrai-
ne, Belarus, and Moldova, Oxford University Press,
2011; Pavel K. Baev: Russian Energy Policy and Mi-
Así, detrás de la ambición de expandir litary Power: Putin’s Quest for Greatness, Routled-
ge, 2008; Bernard Gelb: «Russian Natural Gas. Re-
la propia esfera de influencia geopolíti- gional Dependence», informe del Congressional
ca, sea o no a costa de la influencia de Research Service rs22562, Washington, dc, 2007.
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Estado de situación de la alianza ruso-venezolana

encontraron así su respuesta en la apa- Rusia y una potenciación y moderni-


rición de la flota rusa en el Caribe vene- zación tecnológico-militar para Vene-
zolano en noviembre de 2008 y en el in- zuela de incierto efecto regional. Desde
tensivo acercamiento ruso-venezolano. que desapareció la urss en 1991, Rusia
Finalmente, vale destacar otro aspecto fue percibida como una superpotencia
convergente entre Moscú y Caracas de derrotada, con una esfera de influen-
considerable significado geoestratégico: cia reducida. Luego de pasar más de
sus respectivas políticas militares; es- dos décadas intentando reinventarse,
pecíficamente, la política rusa de venta sobre todo ante Occidente, Rusia está
indiscriminada de armas por motivos logrando redefinirse en la escena mun-
sobre todo económicos9, así como los dial, concretamente a partir de 2000, en
planes de rearme a largo plazo de am- coincidencia con la cancelación de las
bos países. La adquisición de armas ru- deudas del país con los acreedores oc-
sas por parte de Venezuela no debe li- cidentales y con el alza en los precios
mitarse a una mera circunstancia de del petróleo.
compraventa de equipos militares. Ta-
les adquisiciones involucran de mane- La nueva política exterior de la «Ru-
ra necesaria una estrecha cooperación sia emergente» y estratégicamente
técnica y política entre los dos países10. independiente de Occidente se mani-
Ciertamente, los estrechos vínculos ru- fiesta en el debilitamiento de su ob-
so-venezolanos desde el más alto nivel y sesión por lograr una paridad mili-
en diversos ámbitos no representan una tar y política con eeuu, en una mayor
fase pasajera en la política exterior ve- cooperación con la ue en temas gasífe-
nezolana, sino un instrumento estra- ros y en una menor confrontación con
tégico y de riesgo calculado en favor eeuu en temas como la reducción de
de una mayor vigencia internacio- armas nucleares y cuestiones referen-
nal. No se podría afirmar lo mismo tes a Irán y otros países de Oriente Me-
en relación con Rusia, puesto que no dio. El pragmatismo ruso se demues-
necesita en la misma medida a Vene- tra en las provechosas relaciones
zuela para incrementar su influencia que comenzó a desarrollar con nu-
geopolítica mundial. merosos países de diversas capaci-
dades y de diferentes orientaciones
■■ Rusia y Venezuela: divergencias ideológicas, como lo demuestran sus
crecientes lazos comerciales con Brasil
Venezuela llegó a ser el mayor cliente
de armas rusas en el hemisferio occi- 9. Jeffrey Mankoff: Russian Foreign Policy: The Re-
turn of Great Power Politics, Rowman & Littlefield,
dental; sin embargo, tal cooperación no 2009, p. 214.
refleja intereses mutuos, sino que satis- 10. Víctor M. Mijares: «Guía rápida para anali-
zar las compras militares» en VenePolicy No 1,
face intereses nacionales diferentes: be- 1-3/2011, pp. 43-44, disponible en <http://bit.
neficios económico-comerciales para ly/i5nOqF>.
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Adriana Boersner / Makram Haluani

y Argentina11. Más allá de América en Venezuela como Gazprom y Rosne-


Latina, la «creatividad social» de ft, mientras que Venezuela puede ale-
Rusia12 se evidencia igualmente en la gar y proyectar la impresión retórica
persecución de alianzas con países de haberse autoascendido al rango de
de semejante envergadura como los una importante potencia militar regio-
brics, o por proximidad geográfica nal capaz de contrabalancear a Brasil.
y cultural, como con la Mancomuni-
dad de Estados Independientes (mei) Para Rusia, la exportación de armas
y la Organización del Tratado de Se- representa una fuente segura y prove-
guridad Colectiva (otcs) o, como un chosa de ingresos en divisas duras. Ya
contrapeso a la otan, el acercamien- ocupa el primer lugar en exportación
to a la Organización de Cooperación de armamento a los países de Améri-
de Shanghai (ocs). ca del Sur y Venezuela es su principal
cliente regional13. Los compradores
Así que mientras Rusia quiere mostrar de armas rusas se distinguen por ser
al mundo una cara sonriente y prag- muy diferentes entre sí. Para Rosobo-
mática, la política exterior venezolana roneksport, la única empresa estatal
refleja pocas sonrisas y menos prag- rusa exportadora mundial de arma-
matismo, al menos en dirección de las mentos, existe aparentemente un solo
potencias occidentales y a menudo con criterio para su gestión, el comercial,
sobredosis de ideologías anacrónicas.
Este aspecto constituye la primera di- 11. W. Alejandro Sanchez: «Russia and Latin
America at the Dawn of the Twenty-First Cen-
vergencia entre Rusia y Venezuela en tury» en Journal of Transatlantic Studies vol. 4
la concepción e implementación de sus No 8, 2010, pp. 368-369 y 372; Sergey Ryabkov:
respectivas políticas exteriores. Encon- «Russia-us: Time to Make Up for Lost Time» en
International Affairs (Moscú) vol. 56 No 4, 2010,
tramos así que mientras Caracas sigue pp. 42-43; Jan Burlyai: «Russia’s Latin American
rígida en su confrontación con la es- Tango» en International Affairs vol. 53 No 3, 2007,
p. 53; Aleksandr I. Sizonenko: «Latin America. A
fera occidental en general y con eeuu Fixture in Russian Diplomacy» en International
en particular, Moscú mantiene posi- Affairs vol. 5 No 1, 2007, p. 125.
12. Deborah Welch Larson y Alexei Shevchenko:
ciones flexibles y actúa en pro de sus «Status Seekers: Chinese and Russian Responses
intereses de seguridad y económicos, to us Primacy» en International Security vol. 34 No
4, 2010, p. 93; Dilip Hiro: After Empire: The Birth
independientemente de la orientación of a Multipolar World, Nation Books, Nueva York,
ideológica o del sistema político de sus 2010; e Instituto Universitario General Gutiérrez
socios. El volumen de comercio bila- Mellado de Investigación sobre la Paz, la Seguri-
dad y la Defensa: Venezuela y la Revolución Boliva-
teral ruso-venezolano, incluido el de riana, iugm / uned, Madrid, 2009, pp. 109-115.
material bélico, revela que su carácter 13. Timothy Bancroft-Hinchey: «Russian Arms
Sales Overtake us in Latin America» en Pravda.ru,
asimétrico favorece en términos eco- 2/9/2010, <http://english.pravda.ru/russia/
nómico-financieros a la empresa rusa economics/09-02-2010/112127-russian_arms_
sales-0/>; Henning Schröder: «Medwedew Ante
exportadora de armas Rosoboroneks- Portas: Konturen der neuen russischen Außenpo-
port y a otras igualmente involucradas litik» en swp-Aktuell, 6/2008, a58.
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Estado de situación de la alianza ruso-venezolana

siempre y cuando ese criterio econó- América Latina es su «patio trasero»15 y


mico no perjudique la seguridad na- que cada actuación de potencias extra-
cional rusa, y respetando sanciones rregionales, ya sea la ue, Rusia o Chi-
impuestas por la Organización de las na, bien puede clasificarse como una
Naciones Unidas (onu). inaceptable intromisión en asuntos he-
misféricos americanos.
Por fin, podemos identificar otro as-
pecto divergente en las relaciones Sea o no un desafío directo a la merma-
Moscú-Caracas, específicamente en el da influencia hegemónica estadouni-
campo mediático. La política comuni- dense en América Latina, la presencia
cacional del Kremlin en cuanto a las rusa en la región obedece no solamen-
cuantiosas visitas del presidente ve- te al considerable estímulo bolivaria-
nezolano Chávez ha sido «cuidado- no, sino también a factores internos
sa y proclive a la discreción, evitando de Rusia que moldean su política in-
efusividad ante los medios de comu- ternacional más allá de su tradicional
nicación», lo que contrasta claramente «Extranjero Cercano». A Rusia le sir-
con la tendencia venezolana a magnifi- ve mostrar su bandera y presencia en
car los hechos14. El Kremlin se asegura todos los rincones del planeta, ya sea
cada vez mayor presencia en práctica- mediante sus asesores, plantas ener-
mente todo ámbito estratégico en Vene- géticas, equipos tecnológico-militares
zuela, mientras que Miraflores se con- o bases, en especial en aquellos países
tenta con incrementar su sofisticado y latinocristianos con gobiernos demo-
costoso arsenal militar, además de re- cráticamente elegidos. Así, Moscú as-
forzar su imagen mediática unilateral pira a proyectar la imagen global, po-
de confiable aliado de la potencia glo- lítica y moralmente intachable de una
bal poscomunista. Rusia euroasiática moderna y demo-
crática.
■■ Implicaciones hemisféricas
de la alianza ruso-venezolana
14. Iván Witker Barra: «Actores extrarregionales en
Como ya señalamos, estudiosos de la escenarios complejos: Rusia como nuevo actor he-
misférico» en Security and Defense Studies Review,
política exterior rusa coinciden en que
invierno de 2008, p. 10, disponible en <www.ndu.
el Kremlin de Medvédev y del primer edu/chds/src-Colombia09/Papers/Witker%20
ministro Putin ya no se limita a su esfe- chile.pdf>, fecha de consulta: 14/4/2011.
15. Peter H. Smith: Talons of the Eagle: Latin Ame-
ra de actuación dentro de su «Extranjero rica, the United States, and the World, Oxford Uni-
Cercano», sino que más bien ha extendi- versity Press, Nueva York, 2008, pp. 360 y 368;
Greg Grandin: Empire’s Workshop: Latin Ameri-
do la ambición de Rusia de recuperar su ca, the United States, and the Rise of the New Im-
estatus de superpotencia global. Por un perialism, Owl, Nueva York, 2006, pp. 1-9; Alan
L. McPherson: Intimate Ties, Bitter Struggles: The
lado, las fuerzas políticas neoconserva- United States and Latin America since 1945, Poto-
doras de eeuu siguen considerando que mac Books, Dulles, 2006, pp. 1-14.
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Sin embargo, la rivalidad rusa con gas natural a Europa, una planta nu-
eeuu en el continente americano (trila- clear a Irán o tecnología nuclear a Ve-
teral si consideramos a China) no sig- nezuela y a otras naciones latinoameri-
nifica ni crisis ni mucho menos un con- canas. La presencia del «poder suave»
flicto ruso-estadounidense. Más bien, la ruso en su variante económico-finan-
política del presidente Barack Obama ciera y tecnomilitar en la región andi-
de «resetear» las relaciones con Rusia na y, más allá de esta, en América La-
ha contribuido significativamente a tina, no es una implicación directa de
convencer a las elites de Moscú de que la alianza ruso-venezolana, sino un re-
la ambición asumida con vigor por el sultado de la reemergencia de Rusia en
gobierno neoconservador de George la escena mundial.
W. Bush de presionar y cercar nueva-
mente a Rusia ya no tiene vigencia en La irrupción rusa en la escena conti-
la era de Obama16. Más aún, la relativa nental americana desde el comienzo
y en comparación escasa atención pres- del siglo xxi tiene varias «parteras»,
tada por el gobierno de Obama a temas pero podemos nombrar principalmen-
latinoamericanos justifica plenamente te dos: primero, la recuperada autoes-
asumir que América Latina ya no es tima rusa y los deseos de renacimien-
un «patio» ni delantero ni trasero re- to expresados por Putin; y segundo,
servado con exclusividad para eeuu. el vacío regional dejado por eeuu. Tal
Ni la cruenta narcoguerra desatada debilitamiento de la influencia estado-
en México y Centroamérica ha logra- unidense en el hemisferio occidental,
do que eeuu coloque a América Lati- acelerado y profundizado por la glo-
na por encima de su recesión econó- balización y la creciente injerencia eco-
mica, la guerra en Iraq y Afganistán, nómica de China en América Latina,
el conflicto palestino-israelí, las re-
vueltas árabes y las todavía vigentes 16. Stephen Blank: «Beyond the Reset Policy:
Current Dilemmas of us-Russia Relations» en
consecuencias de las revelaciones de Comparative Strategy vol. 29 No 4, 2010, pp. 333-
Wikileaks. 367; Sergey Ryabkov: ob. cit., pp. 40-42.
17. Entrevista a Klaus Segbers en la Universidad
Libre de Berlín, 26 de mayo de 2011; entrevista
En este contexto, el factor iraní y su a Nikolai Dobronravin, Universidad de San Pe-
conexión nuclear con Rusia no pueden tersburgo, 21/6/2011; Peter Duncan: «‘Oligar-
chs’, Business and Russian Foreign Policy: From
pasarse por alto, en especial por la po- El’tsin to Putin», documento de trabajo No 83,
sibilidad de su triangulación con Ve- Centre for the Study of Economic and Social
Change in Europe, School of Slavonic and East
nezuela. Así que Gazprom, Rosneft, European Studies, University College, Londres,
Rosoboroneksport, entre otras firmas, 2007, disponible en <www.ssees.ucl.ac.uk/
publications/working_papers/wp83.pdf>, f echa
sobresalen como actores internacio- de consulta: 15/4/2011; Andreas Wenger, Jeronim
nales a la búsqueda de optimizar las Perovic y Robert W. Orttung (eds.): Russian Busi-
ness Power: The Role of Russian Business in Foreign
ganancias del Estado ruso17, indepen- and Security Policy, Routledge, Nueva York, 2006,
dientemente de si se trata de vender pp. 125-130 y 168-169.
25 Coyuntura
Estado de situación de la alianza ruso-venezolana

bien puede convertirse en un factor o no esa doctrina «en coma», «desacti-


permanente en la región. vada», «en mantenimiento» o formal-
mente enterrada, tiene tan solo rele-
Rusia busca reforzar su peso global vancia para este trabajo en el sentido
mediante una estrecha cooperación de que interesaría saber qué fuerzas
con el bloque cada vez más relevante continentales podrían hacerle fren-
de los brics, lo que contribuiría, des- te efectivamente a la globalización
de la perspectiva del Kremlin, a una económica y política que afecta a
mayor multipolaridad en el escena- América Latina, y en particular, a la
rio internacional. Observamos además creciente influencia de China, la ue
que Moscú mantiene lazos con Chi- y Rusia en la región.
na por razones ideológicas más allá
de la cooperación energética, ya que La gama de escenarios, sucesos y con-
China es un «socio antihegemónico» diciones, teóricamente probables y has-
por excelencia para contrabalancear ta posibles, que a continuación pre-
el peso mundial de eeuu, al igual que sentamos, contribuiría a potenciar la
países de similar orientación, como presencia rusa en términos cualitativos
Venezuela, Cuba, Siria, Libia y Corea en el hemisferio occidental en general y
del Norte18. Por su parte, las alianzas en Venezuela en particular, en fun-
que Caracas ha podido sostener has- ción de los impredecibles altibajos de la
ta la fecha en el ámbito latinoamerica- política de «reseteo» de Washington
no han sido de naturaleza principal- y, por ende, como respuesta rusa a
mente ideológica y retórica, como la actuaciones estadounidenses globa-
Alianza Bolivariana para los Pueblos les desfavorables al Kremlin:
de Nuestra América (alba), lo que
atestigua la incapacidad del gobierno a) la reactivación por parte de la otan
bolivariano de institucionalizar e ins- (por presiones estadounidenses) del
trumentar eficazmente tales alianzas plan de radicar el sistema antimisi-
regionales con una visión de mediano lístico norteamericano en Polonia y
y largo plazo. en la República Checa;
b) la decisión por parte de la otan
■■ Conclusiones
(por presiones estadounidenses) de
Desde la perspectiva latinoamericana, situar misiles interceptores en Ru-
interesa invocar brevemente en este mania como parte del nuevo escudo
contexto la Doctrina Monroe. Sabe- antimisilístico norteamericano;
mos que esta, tal como fue formulada
en 1823, ya no se aplica desde la Gue-
rra de Malvinas de 1982 y que tampo-
18. Thomas Ambrosio: Challenging America’s
co parece tener futuro en ningún sitio Global Preeminence: Russia’s Quest for Multipola-
al sur del Río Grande. Ahora bien, esté rity, Ashgate, Aldershot, 2005, p. 95.
Nueva Sociedad 236 26
Adriana Boersner / Makram Haluani

c) la decisión de la otan (por pre- ser esgrimida por Rusia para ofrecerse
siones estadounidenses) de invitar a como mediador y factor mitigador de
Georgia y a Ucrania a formar parte de las ambiciones geopolíticas mundiales
la organización; tanto del gobierno de Chávez como de
d) la decisión de eeuu de incremen- los mulás iraníes, por cierto más allá
tar su presencia militar en el «Extran- de su respectivo y real poder económi-
jero Cercano» de Rusia, en especial en co o militar regional.
Asia central;
Podemos anticipar que toda actuación
e) la decisión de Ucrania (por presio-
rusa en América Latina, específica-
nes de eeuu) de abrogar o amenazar
mente en el Caribe y en la región andi-
con abrogar el permiso a Rusia para
na, sea o no iniciada o coordinada con
que su flota del Mar Negro utilice la
Venezuela, ostenta tres niveles:
base naval de Sebastopol;
f) el aumento de las presiones estado- a) proporcionalmente ligada a actua-
unidenses para debilitar el reclamo ciones estadounidenses;
ruso en pos de la exploración y el trá- b) de interés netamente económico-
fico marítimo en la zona ártica; comercial para Rusia;
g) las actuaciones estadounidenses en c) o de interés principalmente geopolíti-
Europa para debilitar el cuasimono- co y geoestratégico para Rusia, pero con
polio ruso sobre los suministros del vertientes sobre todo económicas.
gas natural a Europa y a China.
El primer nivel se desarrollará como
Habiendo superado el invernadero reacción a actuaciones estadouniden-
de una década y encaminado su apa- ses en el «Extranjero Cercano» ruso,
rentemente irreversible resurgimiento percibidas por los líderes del Kremlin
global, Rusia utiliza la alianza ruso- como provocaciones contra Moscú y
venezolana, incluso en su forma de atentatorias contra su seguridad na-
asimetría estructural, como un instru- cional y sus intereses estratégicos re-
mento para balancear las relaciones en- gionales y globales. En el segundo
tre el Kremlin y la Casa Blanca, como nivel se trata de intereses netamente
un mecanismo de presión y de nego- económico-comerciales que mueven
ciación con eeuu. La preocupación de actuaciones rusas en el hemisferio
la Cámara Baja del Congreso estado- occidental, mientras que en el tercer
unidense por la posible construcción nivel se ubican aquellas actuaciones
de bases misilísticas iraníes en Vene- que sirven al interés ruso de mejorar
zuela o por las supuestas actividades su posición global, sea o no mediante
de las milicias del partido chiíta liba- el bloque brics o alianzas bilaterales
nés Hezbollah en la nación bolivariana con países latinoamericanos, como en
como amenazas a eeuu bien pueden el caso de Venezuela.

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