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VIOLENCIA FAMILIAR:

En las familias La forma más común de violencia contra la mujer es la violencia en


el hogar o en la familia. Las investigaciones demuestran sistemáticamente que la
mujer tiene mayor probabilidad de ser lastimada, violada o asesinada por su
compañero actual o anterior que por otra persona. Los hombres pueden patear,
morder, abofetear, dar un puñetazo o tratar de estrangular a sus esposas o
compañeras; les pueden infligir quemaduras o tirar ácido en la cara; pegar o violar,
con partes corporales u objetos agudos; y usar armas letales para apuñalarlas o
dispararles. A veces las mujeres son lesionadas gravemente y en algunos casos
son asesinadas o mueren como resultado de sus lesiones. La naturaleza de la
violencia contra la mujer en el ámbito familiar ha propiciado comparaciones con la
tortura. Las agresiones están destinadas a lesionar la salud psicológica de la
mujer al igual que su cuerpo, y suelen ir acompañadas de humillación y violencia
física. Al igual que la tortura, las agresiones son impredecibles y guardan poca
relación con el comportamiento de la mujer. Finalmente, las agresiones pueden
sucederse una semana tras otra, durante muchos años

Maltrato físico: En cada país en que se han realizado estudios fiables a gran
escala, los resultados indican que entre el 16 y el 52 por ciento de las mujeres han
sido agredidas por un compañero íntimo. Aunque los datos nacionales son
escasos, es cada vez mayor el número de estudios basados en la comunidad y a
pequeña escala que indican la generalización de la violencia contra la mujer como
causa importante de morbilidad y mortalidad. Es probable que estos estudios,
tanto de países industrializados como en desarrollo, subestimen el problema por
muchas razones. Algunas mujeres pueden creer que merecen las golpizas por
alguna acción equivocada de su parte. Otras mujeres se abstienen de hablar
sobre el maltrato porque temen que su compañero las lastime aún más en
represalia por revelar secretos familiares, o posiblemente por avergonzarse de su
situación. Además, en muchos países no existen sanciones legales o sociales en
los casos de violencia perpetrada por un compañero íntimo. Considerando estos
factores, las estimaciones de la prevalencia del maltrato físico por parte de un
compañero son probablemente moderadas.
Violación en una relación íntima: Los ataques físicos de un compañero pueden
incluir violación y violencia sexual. En muchas sociedades, la mujer no define el
coito forzado como violación si es que está casada o si vive con el agresor.
Aunque algunos países ya han reconocido la violación en el matrimonio como
delito penal, otros siguen aduciendo que el esposo tiene derecho legal de acceso
sexual ilimitado a su esposa. Las encuestas de varios países indican que entre el
10 y el 15% de las mujeres informan que sus parejas les obligan a tener relaciones
sexuales. Entre las mujeres que son agredidas físicamente en su relación de
pareja, las cifras son más altas.
Violencia psicológica o mental: La violencia psicológica incluye maltrato verbal
en forma repetida, acoso, reclusión y/o reducción y control por parte del agresor
de los recursos físicos, financieros y personales de la víctima. Para algunas
mujeres, los insultos incesantes y la tiranía que constituyen el maltrato emocional
quizá sean más dolorosos que los ataques físicos, porque socavan eficazmente la
seguridad y la confianza de la mujer en si misma. Un solo episodio de violencia
física puede intensificar enormemente el significado y el impacto del maltrato
emocional. Se ha informado que las mujeres opinan que el peor aspecto de los
malos tratos no es la violencia misma sino la tortura mental y vivir con miedo y
aterrorizada.
Falta de detección
• En la mayoría de los países no se ha identificado y prestado apoyo a la mujer
que experimenta violencia en el hogar. Ello se debe en parte a que las mujeres
buscan ayuda de los vecinos o de sus familiares, no de los servicios policiales o
de salud.
• Varios estudios han revelado que la vergüenza o el temor de represalias suele
impedir que la mujer notifique de un ataque a las autoridades, o incluso a hablar
con amigos al respecto de los hechos.
• Algunas mujeres temen que al denunciar sus lesiones, los servicios de
protección a los niños se lleven a sus hijos.
• Los servicios que podrían prestar apoyo, como la policía o los servicios de salud,
suele no identificar a la mujer que es objeto de violencia, o no pueden responder
adecuadamente. Los trabajadores de dichas instituciones pueden no estar
adiestrados para tratar el problema ni saben a qué lugares referir a las mujeres
que buscan ayuda. Pueden tener miedo de afrontar el problema o no estar
preparados para tratar la compleja situación que rodea a la mujer que ha sido
objeto de violencia.
Consecuencias para la salud
Las consecuencias de la violencia contra la mujer pueden no ser mortales y
adoptar la forma de lesiones físicas, desde cortes menores y equimosis o
discapacidad crónicas o problemas de salud mental. También pueden ser
mortales; ya sea por homicidio intencional, por muertes como resultado de
lesiones permanentes o SIDA, o debido a suicidio, usado como último recurso
para escapar a la violencia.
Iniciativas contra la violencia.
Una mayor conciencia del tema de la violencia contra la mujer en las familias,
liderada por los esfuerzos de cientos de organizaciones de mujeres en todo el
mundo, ha producido varias iniciativas que tratan el problema en casi todos los
niveles de la sociedad. en muchos casos se trata de actividades su financiadas
con posibilidades de ayudar a una fracción de las mujeres que lo necesitan. A
pesar de ello, indican lo que se puede lograr en gran escala si existe voluntad
política.
• En las Américas, Australia, India, Japón, Liberia y otros países, los grupos de
apoyo en que las mujeres maltratadas pueden compartir experiencias, han
resultado ser una forma eficaz de ayudarla a la mujer a poner fin a una relación
violenta o afrontarla.
La participación de la comunidad local en la notificación y la reprobación de los
esposos violentos está teniendo éxito en Belice, India y entre poblaciones
aborígenes de Canadá.
• Comisarías de la mujer fueron establecidas en toda América Latina y en una
serie de países asiáticos a fin de responder en forma más decisiva y
comprometida a los delitos contra la mujer.
• Existen cursos sobre crianza no violenta y resolución de conflictos, para adultos y
niños, en un número cada vez mayor de países, incluyendo Jamaica y Canadá.
• En América Latina y Uganda se están poniendo a prueba programas de
información legal y asesoramiento jurídico gratis donde se alienta a la mujer a
entablar una demanda.
• Se ha incorporado adiestramiento para sensibilizar a los profesionales de salud y
la policía, se han adoptado nuevos protocolos para atender a las víctimas de la
violencia en la familia en Zimbabue,
Estados Unidos, Centroamérica, Perú, Bolivia, Ecuador, Brasil y otros países.
• Se han abierto refugios y albergues para las mujeres que abandonan a sus
compañeros abusivos en las Américas, Egipto, Malasia, el Reino Unido y otros
países
REFLEXIONES BASICAS SOBRE EL MALTRATO INFANTIL Y LA VIOLENCIA
FAMILIAR
1. El maltrato infantil es toda acción y omisión que ocasiona un perjuicio en el
desarrollo bio- psicosocial del niño/niña o del adolescente
• Muchos padres ejercen castigos físicos dolorosos contra sus hijos, o los humillan
u ofenden, pensando que los están disciplinando. En ocasiones creen que es la
única manera en que los niños o adolescentes pueden aprender a comportarse
bien o a obedecer. Por eso el maltrato puede o no ser intencional.
• Los niños pueden ser maltratados por sus propios padres o hermanos en la casa,
o por los maestros en la escuela.
2. La violencia familiar es la agresión continua que se da al interior de una familia
por alguno de sus miembros.
• La violencia intrafamiliar más frecuente es la violencia contrala mujer.
Generalmente es ejercida por el esposo, pareja o conviviente
3. Los tipos de maltrato:
• Maltrato físico: Se produce a través de la agresión física (incluye golpes,
cachetadas, jalones de pelo, empujones, fracturas, puntapiés, quemaduras o
heridas).
• Maltrato psicológico: Se produce a través de agresiones verbales o actitudes de
humillación y/o ofensa (incluye insultos, amenazas, desvalorización, indiferencia,
humillaciones y amenazas).
• Maltrato sexual o abuso sexual: Se produce cuando una persona impone una
relación sexual a la mujer o al niño; el abuso sexual se presenta en una variedad
de situaciones que van desde las caricias hasta la violación.
• Maltrato por descuido o abandono: Se produce cuando los adultos no velan por
las necesidades y derechos de lo niños. Los niños que sufren el maltrato por
descuido, no son asistidos en sus necesidades de alimentación o salud. En
medios urbanos los niños en estado de abandono pueden consumir drogas,
dedicarse a la mendicidad o estar expuestos a los peligros.
CONSECUENCIAS EN LA SALUD DE LOS NIÑOS O ADOLESCENTES Y LAS
MUJERES AFECTADOS POR LA VIOLENCIA FISICA, SEXUAL O
PSICOLOGICA
1. Efectos físicos
- ITS/VIH
- Lesiones
- Enfermedad pélvica inflamatoria
- Dismenorrea
- Embarazo no deseado
- Dolor pélvico crónico
- Problemas ginecológicos
- Abuso de alcohol y/o drogas
- Incapacidad parcial o permanente

2. Efectos psicológicos
- Depresión
- Ansiedad
- Disfunción sexual
- Baja autoestima y menor
- Capacidad de tomar decisiones
- Desórdenes alimentarios
- Temor
- Sentimientos de culpa
- Sentimientos de enojo y humillación
- Conductas de alto riesgo (auto exposición a situaciones de peligro, fugas del
hogar, promiscuidad, etc.)
LEYES Y NORMAS QUE PROTEGEN A LOS NIÑOS Y ADULTOS. CONTRA LA
VIOLENCIA FAMILIAR Y EL MALTRATO INFANTIL
• El Código del Niño y el Adolescente establece que ningún niño o adolescente
puede ser maltratado (1992).
• La Ley de protección frente a la Violencia Familiar (Ley Nº 26260y la
modificatoria Ley Nº 26763) establece que cualquier persona natural puede
denunciar hechos de violencia ante las autoridades competentes (1996 - 1997).
• El Ministerio de Salud ha aprobado por Resolución Ministerial las Normas y
procedimientos de atención a la violencia familiar y el maltrato infantil (2000). Aquí
se señala que es política del Ministerio de Salud garantizar la más amplia y
adecuada información impartida por los profesionales de la salud a la población en
lo referente a la prevención y atención a la violencia familiar y el maltrato infantil,
de tal manera que se asegure el proceso de atención a víctimas de la violencia en
todos los niveles del sistema de salud.
ftp://ftp2.minsa.gob.pe/descargas/dgps/compendio/pdf/056.pdf

VIOLENCIA FAMILIAR
La violencia es el uso intencional de la fuerza física, amenazas contra uno mismo,
otra persona, un grupo o una comunidad que tiene como consecuencia o es muy
probable que tenga como consecuencia un traumatismo, daños psicológicos,
problemas de desarrollo o la muerte.(OMS)
MECANISMOS LEGALES DE PROTECCIÓN.
La conveniencia de regular jurídicamente la violencia familiar se fundamenta en la
necesidad de encontrar mecanismos para proteger los derechos fundamentales de
los integrantes del grupo familiar frente a los cotidianos maltratos, insultos,
humillaciones y agresiones sexuales que se producen en el ámbito de las
relaciones familiares. Si bien es cierto que las manifestaciones de violencia
familiar no se producen exclusivamente contra las mujeres, son éstas -a los largo
de su ciclo vital- las afectadas con mayor frecuencia. De este modo, la casa
constituye un espacio de alto riesgo para la integridad de mujeres y niños,
derivándose de ahí precisamente la denominación de violencia doméstica o
familiar.
Resulta evidente, sin embargo, que el agente de la violencia no se limita siempre a
dichos espacios; encontramos casos de agresiones en las calles, los centros de
estudio y/o trabajo y en general los espacios frecuentados por las víctimas.
De otro lado, para interferirnos a mecanismos legales de protección frente a la
violencia intrafamiliar es importante precisar primero dos conceptos:
(i) ¿cuáles son los componentes de todo aquello que calificamos como
mecanismo legal o, de manera más amplia, el sistema jurídico?
(ii) ¿a qué acudimos cuando hablamos de violencia intrafamiliar?

El sistema jurídico tiene tres componentes básicos:

El primero, la ley. Es la norma escrita, la que encontramos en los códigos y en las


disposiciones legales. Es importante porque tiene carácter universal, es decir, de
aplicación general para toda la sociedad desde el momento en que se encuentra
vigente. Un ejemplo es el Código de los Niños y Adolescentes, que es
precisamente el texto de la Ley, el componente central de lo que significaría un
mecanismo legal de protección a niños y adolescentes.

Un segundo componente es la institucionalidad. Es decir, todos aquellos


operadores de la administración pública o privada que están involucrados en la
aplicación de este componente normativo, de la ley escrita. Es un componente
clave cuando hablamos de mecanismos legales de protección frente a la violencia
familiar. Son las instituciones que nos ofrecen la sociedad y el Estado para hacer
realidad aquello que disponen las normas legales.

Un tercer componente es el relativo a lo cultural. Alude a la idiosincrasia, a


la ideología que está detrás de los aplicadores de la norma. Pero no sólo de ellos,
sino también de quienes la concibieron y de aquellas personas que, en
determinado momento y frente a un hecho concreto, deciden acudir y solicitar su
aplicación.
Estos tres elementos son claves para entender todo lo que significa el problema
de los mecanismos legales en una sociedad determinada.
Hecha esta precisión, pasaremos a definir lo que entendemos por violencia
familiar. La misma alude a cualquier acción, omisión o conducta mediante la cual
se infiere un daño físico, sexual o psicológico a un integrante del grupo familiar -
conviviente o no-, a través del engaño, la coacción, la fuerza física, la amenaza, el
caso, entre otros.
La mayoría de casos de violencia se producen donde existe una relación de poder,
de jerarquía. Tanto en los casos de violencia sexual como familiar, podemos
apreciar que existe una relación del fuerte contra el débil. Muy rara vez
escucharemos hablar de la violencia del niño contra su padre. Por lo general,
cuando los hijos expresan violencia contra sus padres se trata de padres mayores,
muchas veces dependientes de sus hijos, y de hijos que los superan en fortaleza
física.
El elemento de poder puede estar relacionado a la ubicación en el contexto
familiar: padres-hijos, tíos-sobrinos; o también por la edad: adultos-niños; o por
relaciones de jerarquía: marido-mujer. Estos son, pues, elementos claves que
debemos tener presentes al hablar de violencia intrafamiliar.

Manifestaciones más frecuentes de violencia intrafamiliar.

1. El maltrato físico. Su explicación es obvia; se refiere a todas


aquellas acciones violentas que dañan la integridad física de las personas.
Por lo general, es un maltrato visible. Puede afirmarse que fue el tipo de
maltrato que propició todo este proceso de búsqueda de respuestas
legales, por tratarse de la agresión más evidente.
2. El maltrato psicológico. Que se refiere a toda aquella palabra, gesto o
hecho que tienen por objeto humillar, devaluar, avergonzar y/o dañar
la dignidad de cualquier persona. Esta es una manifestación de violencia
mucho más difícil de demostrar, sobre todo en los casos en que se
produce en el interior de un grupo familiar.
3. La violencia sexual. Que es toda manifestación de abuso de poder en la
esfera de la vida sexual de las personas, pudiendo ser calificada o no
como delito. Decimos esto porque, actualmente, algunas manifestaciones
de violencia sexual son ignoradas por nuestra legislación penal. Pueden ir
desde imposiciones al nudismo hasta la penetración anal o vaginal. Estos
últimos supuestos son considerados por nuestra ley como delitos de
violación.

Contra la Violencia Familiar.


A fines de 1993 se promulgó la Ley 26260 que establece la política de Estado y de
la sociedad frente a la violencia familiar. Esta ley constituye un recurso
complementario al Código de los Niños y Adolescentes porque reconoce como
actos de violencia familiar los de maltrato físico y psicológico entre cónyuges,
convivientes o personas que hayan procreado hijos en común, aunque no
convivan, y de padres o tutores a menores de edad bajo su responsabilidad.
Hasta ahora, la Ley 26260 ha sido difundida básicamente como una ley de
protección a las mujeres frente a la violencia familiar. Sin embargo, sus alcances
protegen a estos dos grupos humanos que mayoritariamente son afectados por
estas manifestaciones de violencia: a las mujeres y a las niñas y niños. En este
sentido, constituye un recurso que creemos puede ser utilizado y redimensionado
para proteger a los niños y niñas frente al maltrato en la familia. Esta norma tiene
como objetivo fundamental comprometer al Estado en la erradicación de la
violencia familiar. Está destinada a prevenir y proteger a las personas que son
víctimas de violencia en el ámbito de sus relaciones familiares. Su importancia
radica en plantear medidas en diversos niveles, siendo la más urgentes de
atención:
1. Las acciones educativo-preventivas: Tienen como objetivo fortalecer la
formación escolar y extraescolar en la enseñanza de valores éticos y humanos, de
relaciones humanas igualitarias para, precisamente, prevenir que se sigan
reproduciendo las relaciones de jerarquía que ubican a unas personas en
desventaja frente a otras, y que constituyen causa importante de la violencia en el
interior de la familia.
2. Las acciones organizativas: La Ley 26260 se plantea entre
sus objetivos promover la participación de la comunidad en la prevención y
denuncia de maltratos producidos dentro de la familia. La idea es que
la organización comunal pueda participar en el control y seguimiento de las
medidas que los jueces adopten frente a casos de violencia familiar.
3. Instalación de servicios: Esta Ley ofrece la posibilidad de instalar servicios
especializados. En ellos se ubican las delegaciones policiales para menores, las
delegaciones para mujeres, e igualmente plantea reforzar las delegaciones
policiales que existen con personal especializado para atender problemas de
violencia familiar. Del mismo modo, plantea la necesidad de crear hogares
temporales de refugio para víctimas de violencia a nivel de los gobiernos locales.
Un aspecto importante que ofrece esta Ley, y que antes no había sido
considerado en ninguna otra norma, es que se puedan diseñar programas de
tratamiento a los agresores para evitar, precisamente, que el maltrato continúe y
se multiplique.
4. Acciones de capacitación: Dirigidas a los agentes de las instituciones que
constituyen uno de los componentes del sistema jurídico: policías, jueces y
fiscales.
5. Acciones legales: Esta Ley ofrece mecanismos de carácter sumarísimo. Esto
significa celeridad, inmediatez, es decir, un contacto directo de la autoridad con la
víctima. Es un procedimiento, en principio, que no debería ser obstaculizado por
ningún tipo de formalismos. Lamentablemente, la legislación se enfrenta en este
aspecto con el componente cultural señalado originalmente. Porque nuestros
jueces, en general, no han estado acostumbrados a aplicarse este tipo de
legislación.

Leer
más: http://www.monografias.com/trabajos13/mviolfam/mviolfam.shtml#ixzz4oQG
WwV5n

Concepto de SEXUALIDAD (OMS 2006)

SEXUALIDAD

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) "la sexualidad es un


aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las
identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la
reproducción y la orientación sexual. Se vivencia y se expresa a través de
pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas,
prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas
estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan
siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos,
psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos,
religiosos y espirituales" (OMS, 2006)

LA SEXUALIDAD SEGÚN LA OMS

La sexualidad es el conjunto de condiciones anatómicas, fisiológicas y psicológico-


afectivas que caracterizan cada sexo. También es el conjunto de fenómenos
emocionales y de conducta relacionados con el sexo, que marcan de manera
decisiva al ser humano en todas las fases de su desarrollo. Durante siglos se
consideró que la sexualidad en los animales y en los hombres era básicamente de
tipo instintivo. En esta creencia se basaron las teorías para fijar las formas no
naturales de la sexualidad, entre las que se incluían todas aquellas prácticas no
dirigidas a la procreación.

Sin embargo, hoy se sabe que también algunos mamíferos muy desarrollados,
como los delfines o algunos pingüinos, presentan un comportamiento sexual
diferenciado, que incluye, además de homosexualidad(observada en más de 1500
especies de animales),] variantes de la masturbación y de la violación. La
psicología moderna deduce, por tanto, que la sexualidad puede o debe ser
aprendida.

La sexualidad humana de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS)


se define como: “Un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su
vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el
placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vivencia y se
expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes,
valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad
puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o
se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores
biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales,
históricos, religiosos y espirituales.”

Se propone que la sexualidad es un sistema de la vida humana que se compone


de cuatro características (holones), que significan sistemas dentro de un sistema.
Éstas características interactúan entre sí y con otros sistemas en todos los niveles
del conocimiento, en particular en los niveles biológico, psicológico y social. Las
cuatro características son: el erotismo, la vinculación afectiva, la reproductividad y
el sexo genético (Genotipo) y físico (Fenotipo).
– El erotismo es la capacidad de sentir placer a través de la respuesta sexual, es
decir a través del deseo sexual, la excitación sexual y el orgasmo.

– La vinculación afectiva es la capacidad de desarrollar y establecer relaciones


interpersonales significativas (la suprema, el amor).

– La reproductividad es más que la capacidad de tener hijos y criarlos, incluye


efectivamente los sentimientos y actitudes de maternidad y paternidad, además de
las actitudes favorecedoras del desarrollo y educación de otros seres.

– La característica del sexo desarrollado, comprende el grado en que se vivencia


la pertenencia a una de las categorías dimórficas (femenino o masculino). Es de
suma importancia en la construcción de la identidad, parte de la estructura sexual,
basado en el sexo, incluye todas las construcciones mentales y conductuales de
ser hombre o mujer. Uno de los productos de la interacción de estos holones
(elementos integrados) es la orientación sexual. En efecto, cuando interactúan el
erotismo (la capacidad de sentir deseo, excitación, orgasmo y placer), la
vinculación afectiva (la capacidad de sentir, amar o enamorarse)y el género (lo
que nos hace hombres o mujeres, masculinos o femeninos) obtenemos alguna de
las orientaciones sexuales a saber: la bisexualidad, la heterosexualidad y
la homosexualidad.

La definición de trabajo propuesta por la OMS (2006) orienta también la necesidad


de atender y educar la sexualidad humana. Para esto es de suma importancia,
reconocer los derechos sexuales

:El derecho a la libertad sexual .El derecho a la autonomía, integridad y seguridad


sexuales del cuerpo. El derecho a la privacidad sexual. El derecho a la equidad
sexual. El derecho al placer sexual .El derecho a la expresión sexual emocional .El
derecho a la libre asociación sexual .El derecho a la toma de decisiones
reproductivas, libres y responsables. El derecho a información basada en el
conocimiento científico .El derecho a la educación sexual integral. El derecho a la
atención de la sexual. En la medida en que estos Derechos sean reconocidos,
ejercidos y respetados, tendremos sociedades más sanas sexualmente.

Es importante notar que la sexualidad se desarrolla y expresa de diferentes


maneras a lo largo de la vida de forma que la sexualidad de un infante no será la
misma que la de un adolescente o un adulto. Cada etapa de la vida necesita
conocimientos y experiencias específicos para su óptimo desarrollo.

En este sentido, para los niños es importante conocer su cuerpo, sus propias
sensaciones y aprender a cuidarlo. Un niño o una niña que puede nombrar las
partes de su cuerpo (incluyendo el pene, el escroto o la vulva) y que ha aceptado
que es parte de él, es más capaz de cuidarlo y defenderlo. También es importante
para ellos conocer las diferencias y aprender que tanto los niños como las niñas
son valiosos y pueden realizar actividades similares. En esta etapa aprenden a
amar a sus figuras importantes primero (los padres, los hermanos) y a las
personas que los rodean, pueden tener sus primeros enamoramientos infantiles
(que son diferentes de los enamoramientos de los adolescentes) y también viven
las primeras separaciones o pérdidas, aprenden a manejar el dolor ante éstas. En
cuanto a la reproductividad, empiezan a aprender a cuidar de los más pequeños
(pueden empezar con muñecos o mascotas) y van desarrollando su capacidad
reproductiva.

También tienen grandes dudas sobre su origen, generalmente las dudas que
tienen con respecto a la relación sexual necesitan la aclaración del sentido
amoroso y del deseo de tenerlo que tuvieron sus padres. Les resulta interesante el
embarazo y el nacimiento en un sentido de conocer su propio origen. Sobre todo
será importante indagar la pregunta y responderla al nivel de conocimiento de
acuerdo a la edad del menor.

La sexualidad adulta contiene los cuatro elementos en una interacción constante.


Por ejemplo, si una mujer se siente satisfecha y orgullosa de ser mujer, es
probable que se sienta más libre de sentir placer y de buscarlo ella misma. Esto
genera un ambiente de cercanía afectiva y sexual con la pareja y un clima de
mayor confianza que a su vez repercute en las actividades personales o familiares
que expresan la reproductividad. En realidad podríamos empezar por cualquiera
de las características en estas repercusiones positivas o también negativas.

Cada una de las características presentará problemas muy específicos. Así,


encontramos en el sexo, los problemas de homofobia, violencia contra la mujer,
inequidad sexual, etcétera. En la vinculación afectiva se encuentran las relaciones
de amor/odio, la violencia en la pareja, los celos, el control de la pareja. El
erotismo presentará problemas tales como disfunciones sexuales o las infecciones
de transmisión sexual. En cuanto la reproductividad se observan desordenes de la
fertilidad, violencia y maltrato infantil, abandono de los hijos, etc.

Al igual que los animales, los seres humanos utilizan la excitación sexual con
fines reproductivos y para el mantenimiento de vínculos sociales, pero le agregan
el goce y el placer propio y el del otro.

El sexo también desarrolla facetas profundas de la afectividad y la conciencia de la


personalidad. En relación a esto, muchas culturas dan un sentido religioso o
espiritual al acto sexual (Taoísmo, Tantra), así como ven en ello un método para
mejorar (o perder) la salud. La complejidad de los comportamientos sexuales de
los humanos es producto de su cultura, su inteligencia y de sus complejas
sociedades, y no están gobernados enteramente por los instintos, como ocurre en
casi todos los animales. Sin embargo, el motor base de gran parte del
comportamiento sexual humano siguen siendo los impulsos biológicos, aunque su
forma y expresión dependen de la cultura y de elecciones personales; esto da
lugar a una gama muy compleja de comportamientos sexuales. En muchas
culturas, la mujer lleva el peso de la preservación de la especie.
Desde el punto de vista psicológico, la sexualidad es la manera de vivir la propia
situación. Es un concepto amplio que abarca todo lo relacionado con la realidad
sexual. Cada persona tiene su propio modo de vivir el hecho de ser mujer u
hombre, su propia manera de situarse en el mundo, mostrándose tal y como es.
La sexualidad incluye la identidad sexual y de género que constituyen la
conciencia de ser una persona sexuada, con el significado que cada persona dé a
este hecho. La sexualidad se manifiesta a través de los roles genéricos que, a su
vez, son la expresión de la propia identidad sexual y de género.

La diversidad sexual nos indica que existen muchos modos de ser mujer u
hombre, más allá de los rígidos estereotipos, siendo el resultado de la propia
biografía, que se desarrolla en un contexto sociocultural. Hoy en día se utilizan las
siglas GLTB (o LGTB) para designar al colectivo de Gays, Lesbianas,
Transexuales y Bisexuales.

La sexualidad se manifiesta también a través del deseo erótico que genera la


búsqueda de placer erótico a través de las relaciones sexuales, es decir,
comportamientos sexuales tanto autoeróticos (masturbación), como heteroeróticos
(dirigidos hacia otras personas, éstos a su vez pueden ser heterosexuales u
homosexuales). El deseo erótico (o libido) que es una emoción compleja, es la
fuente motivacional de los comportamientos sexuales. El concepto de sexualidad,
por tanto, no se refiere exclusivamente a las “relaciones sexuales”, sino que éstas
son tan sólo una parte de aquel.

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