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1 Introducción.
En navidad todos los años se repiten algunos acontecimientos. Por ejemplo, yo recuerdo que cuando
habríamos los regalos el día 24 de diciembre en casa de mi abuela… Ella nos decía que tratáramos de no
dañar tanto el papel de regalo, porque se podía utilizar para el próximo año. Una tradición que se
mantuvo por mucho tiempo, ya que muchas veces encontrábamos papales debajo del colchón en la
cama, para ser utilizados posteriormente.
Mi abuela empacaba los regalos de una forma muy bonita, con sus adornos y lazos. Porque en un regalo
que se da con mucho amor a nuestros hijos o pareja, la presentación es parte del contenido.
Esto me lleva a pensar en el envoltorio que Cristo escogió cuando vino como el redentor.
Es importante volver a esa etapa de niños, porque en ella tenderemos esa revelación del cielo, de la
importancia de lo que significa el contenido de ese regalo que hemos recibido.
y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los
cielos.(B)
Mateo 18:3
En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque
escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.
Mateo 11:25
Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había
lugar para ellos en el mesón. Lucas 2:7
Que eran los pañales, eran pedazos de tela en donde se envolvían a los niños pequeños, no son como
hoy en día los pampers, ultra-absorbentes.
Es decir, que ese regalo dado por Dios a nosotros, de pronto no tuvo el empaque perfecto e igualmente
no fue colocado en el mejor de los lugares, fue en un pesebre.
Recordemos que un pesebre es un establo hoy en día, era donde se llevaban a los animales en la noche.
Es igual que cuando hablamos de la cría de caballos, los llevamos a las pesebreras.
Nosotros, podemos pensar en el envoltorio que Cristo escogió cuando vino como redentor para
rescatarnos de nuestros pecados. Podría haberse envuelto en una asombrosa muestra de poder,
iluminando el cielo con su presencia en una demostración de gloria.
Sin embargo, en una maravillosa inversión realizada al principio de la creación, el decidió ser el presente
para nosotros.
sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
Filipenses 2:7
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,(C) conforme a nuestra semejanza; y
señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo
animal que se arrastra sobre la tierra.
Génesis 1:26
Porque, al ser como nosotros, no desconoce nuestras luchas, experimentó profunda soledad y un
querido amigo lo traicionó, fue avergonzado públicamente, malinterpretado y falsamente acusado. En
resumen, el siente nuestro dolor.
Jesús le respondió: Si he hablado mal, testifica en qué está el mal; y si bien, ¿por qué me golpeas?
Juan 18:23
Como bien lo indican los (V.10-11) el recibir tan maravilloso presente, exaltado a lo sumo y por el cual
toda rodilla se dobla, y por el cual nosotros lo confesamos como nuestro Señor y Salvador.
Porqué por medio de lo que recibimos en ese envoltorio nosotros podemos clamar al Padre.
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Juan 14:13
5 Conclusión.
En esta navidad, cuando pensemos en el regalo de Jesús ¡Recuerda tener en mente el envoltorio!