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2 TEATRO CLASICO FRANCÉS

La influencia del renacimiento italiano se dejó sentir en todos los países de Europa occidental.
En Francia, la literatura renacentista tuvo su esplendor en el s. xvi

El siglo xvi francés se caracteriza por dos fases:

 Barroco: se desarrolla en el primer tercio de siglo y no alcanzo la brillantez. El teatro


barroco se caracteriza por la ruptura de las unidades de lugar, tiempo y acción,
mezcla lo trágico y lo cómico. En la primera mirad del s xvi
 Clasicismo: en los años 30 del s. xvii se dio un fuerte impulso a la reacción contra el
barroco. El cambio vino dado por la insistencia de una vuelta a las normas clásicas
aristotélicas. A partir de descartes fue ganando terreno la importancia de la razón
como instrumentos para interpretar el mundo y se impuso el gusto por lo comedido,
lo equilibrado y lo claro.
Se considera esta etapa de clasicismo como la época dorada del teatro francés ya que
en ella se encuentran 3 de sus más grandes dramaturgos: corneilla, raciane y moliere.
Se impusieron en el teatro francés rasgos esenciales:

 Separación de la tragedia y la comedia


 Distribución de los personajes según los géneros
 Imposición de la regla de las 3 unidades
 División de la obra en 5 actos
 Exclusión de todo tipo de excesos considerados de mal gusto

Autores

Pierre Corneille

Corneille (1606-1884) tuvo sus primeros éxitos con un teatro que no contemplaba los preceptos,
hasta que en 1636 se representó su obra "El Cid. La obra obtuvo gran éxito, pero también suscitó
una enconada polémica, ya que los preceptistas le reprocharon que no se ajustara a las normas
clásicas, en un momento en el que el Clasicismo se imponía con fuerza. El dramaturgo aceptó las
críticas y en sus siguientes obras acató los preceptos que se le demandaban. Escribió entonces sus
mejores tragedias: "Horacio", "Cinna" y "Poliuto".

También fue un importante comediógrafo. En este terreno destacan "Mélite" y "El mentiroso"
(imitando "La verdad sospechosa" de Ruiz de Alarcón). Recibió importantes reconocimientos,
pero hacia la mitad de siglo su fuerza creadora se fue debilitando y, aunque aún escribió
numerosas obras, no volvió a obtener el éxito conseguido con las anteriores.

A Corneille se le reconoce el mérito de haber diseñado el modelo de la tragedia francesa, que


posteriormente desarrolló y mejoró Jean Racine, más joven que él.

Jean Racine

Racine: La educación jansenista que recibió, lo marcó profundamente en su concepción de la


tragedia, impregnada siempre de un grave pesimismo. Sus personajes viven siempre insalvables
dramas interiores provocados por pasiones irrefrenables. De este modo, el amor aparece en sus
tragedias como un sentimiento destructivo marcado por la fatalidad.

El estilo de sus tragedias es elevado, sobrio y elegante, y están estructuradas con un rigor
absoluto; todos los elementos dramáticos están estrictamente al servicio de la acción, la cual
plantea una única crisis conducida con mano segura hacia un desenlace inexorable y desgraciado.

Aunque su producción literaria es abundante, la creación de sus más grandes tragedias se


concentra en unos pocos años: "Andrómaca" (1667), "Británico" (1669), "Berenice" (1670),
"Ifigenia" (1674) y la que se considera su obra maestra, "Fedra" (1677).

Moliere

Jean-Baptiste Poquelin, más conocido por el seudónimo de Molière (1622-1673), está considerado
como uno de los grandes dramaturgos de todos los tiempos. Nació en París en 1622; hijo de un
tapicero real, recibió una esmerada formación con los jesuitas, lo que le auguraba un porvenir
acomodado, pero a los 20 años renunció a él para dedicarse al teatro. Con 21 años fundó junto a la
familia Béjart su propia compañía teatral, con la que recorrió Francia, alternando el oficio de actor
con la creación de sus propias obras. Tras su regreso a París en 1658, comenzó a obtener sus
primeros éxitos con divertidas farsas en las que ya se entreveían las comedias de caracteres, que
acabaron por consagrarlo. Su crítica social le granjeó enconadas enemistades; sin embargo, gozó
de la protección de Luis XIV. En 1673, durante una representación de "El enfermo imaginario",
sufrió un ataque y murió pocas horas después

Molière es el creador de la comedia moderna, en la que funde los elementos cómicos de la farsa
tradicional francesa e italiana (la Commedia dell' arte) con la descripción de los vicios y las
virtudes de la sociedad de su tiempo y un penetrante análisis de la psicología de sus personajes
(todos ellos verosímiles y reconocibles por el público). Estos elementos se ensamblan con una
extraordinaria habilidad teatral, a través de diálogos muy vivaces.

Aunque tuvo que doblegarse a las normas clásicas, no lo hizo sin advertir que una comedia podía
ser excelente sin respetarlas. Su objetivo era el de divertir al gran público («la gran regla de todas
las reglas es gustar»), pero, por medio de la diversión, consiguió hacer una crítica de la falsedad e
hipocresía de su época. Conocedor y admirador de la comedia latina de Plauto, dio vida a una serie
de personajes y de debilidades humanas a los que pone en ridículo en sus obras: el avaro amante
del dinero en "El avaro"; el nuevo rico, en "El burgués gentilhombre"; la mujer pedante y
pretenciosa en "Las preciosas ridículas"; el médico de lenguaje oscuro, en "El médico a palos" o en
"El enfermo imaginario" y, por último, la religiosidad hipócrita, en el "Tartufo". Esta obra fue
prohibida por el arzobispo de París por impía, y "La escuela de las mujeres", una apología de la
tolerancia y la libertad de educación, fue acusada de licenciosa e inmoral.

En algunos textos, la sátira de Molière se tiñe de amargura y pesimismo, lo que da lugar a las
llamadas «obras graves»: el ya mencionado "Tartufo";"El misántropo", que recrea el tipo de quien
siente odio hacia el ser humano y la sociedad, y el "Don Juan o el festín de piedra", en el que el
personaje de Tirso de Molina se convierte en un joven rebelde, frío y analítico que se complace
en transgredir todas las normas éticas.
o Tartufo: es una satura contra la hipocresía religiosa. El protagonista es un farsante que
fingiendo ser un colmo de bondades se gana la confianza de un necio beato y rico que lo
acoge en su casa y lo integra en la familia.
o Don juan o el festín de piedra
o El misántropo
o El enfermo imaginario trata tenas como la avaricia, critica los matrimonios de
conveniencia y censura el abuso de la autoridad paterna
o El avaro:

Tema: la avaricia, critica los matrimonios de conveniencia y el abuso de la autoridad


paterna.

Resumen: El protagonista está aquejado de algún vivió que hace de un personaje ridículo,
el hijo y la hija tiene sus respectivos amores y desean casarse, pero el padre les prepara un
matrimonio descabellado y contrario a los deseos de los jóvenes la intervención de los
personajes y la voluntad férrea de los hijos desbaratas los planes del padre.

Finalidad: tiene una clara intención moralizadora, dado que se ridiculiza a un personaje
que provoca con su actitud el daño a los demás.

Estilo: destaca la naturalidad en el lenguaje de los personajes con un trato convencional.


Se trata de un lenguaje lleno de expresividad y viveza con un acusado tono convencional.

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