Había un caballero que ansiaba manejar la lanza más impresionante
Llevarla a la batalla y facilitarle el romance.
Un mago escuchó al caballero y concedió su petición. Al principio, el caballero se alegró de la bendición.
Escuchadme todos!! hoy aprenderéis una lección:
Cuidado con lo que se pide, Cada palabra se mide.
El caballero fue a una fiesta con su arma encantada.
Con la lanza, difícil fue la cena, estorbaba en la mesa, Intentó bailar, con el palo en la espalda difícil lo tenía al danzar, Parecía un juglar. Al día siguiente cada justa venció, Sus oponentes de risa caían del caballo, Era evidente el ganador.
Una dama en el caballero se fijó y a su palo de roble su pañuelo concedió.
Justo antes del torneo, el palo se rompió. Ofendido el caballero al mago buscó esta respuesta se encontró: -Tu deseo indicó en qué momento se realizaría, pero no cuánto tiempo duraría!
Y con esta respuesta al caballero cara de idiota se le quedo!!