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4.

1 Esfuerzo y deformación debido a cargas externas:


esfuerzos mecánicos y térmicos y ley de Hooke.
En general un esfuerzo es el resultado de la división entre una fuerza y
el área en la que se aplica. Se distinguen dos direcciones para las fuerzas, las
que son normales al área en la que se aplican y las que son paralelas al área
en que se aplican. Si la fuerza aplicada no es normal ni paralela a la superficie,
siempre puede descomponerse en la suma vectorial de otras dos que siempre
resultan ser una normal y la otra paralela.

Los esfuerzos con dirección normal a la sección, se denotan


como σ (sigma) y representa un esfuerzo de tracción cuando apunta hacia
afuera de la sección, tratando de estirar al elemento analizado. En cambio,
representa un esfuerzo de compresión cuando apunta hacia la sección,
tratando de aplastar al elemento analizado.

El esfuerzo con dirección paralela al área en la que se aplica se denota


como τ (tau) y representa un esfuerzo de corte. Este esfuerzo, trata de cortar el
elemento analizado, tal como una tijera cuando corta papel, uno de sus filos
mueven el papel hacia un lado mientras el otro filo lo mueve en dirección
contraria resultando en el desgarro del papel a lo largo de una línea.

Las unidades de los esfuerzos son las mismas que para la presión,
fuerza dividida por área, se utilizan con frecuencia : MPa, psia, kpsia, kg/mm^2,
kg/cm^2

.Así, los principales esfuerzos mecánicos se pueden enlistar como sigue:

 Tracción: esfuerzo a que está sometido un cuerpo por la aplicación de


dos fuerzas que actúan en sentido opuesto, y tienden a estirarlo,
aumentando su longitud y disminuyendo su sección.
 Compresión: esfuerzo a que está sometido un cuerpo por la aplicación
de dos fuerzas que actúan en sentido opuesto, y tienden a comprimirlo,
disminuyendo su longitud y aumentando su sección.
 Flexión: esfuerzo que tiende a doblar el objeto. Las fuerzas que actúan
son paralelas a las superficies que sostienen el objeto. Siempre que
existe flexión también hay esfuerzo de tracción y de compresión.
 Cortadura: esfuerzo que tiende a cortar el objeto por la aplicación de dos
fuerzas en sentidos contrarios y no alineadas. Se encuentra en uniones
como: tornillos, remaches y soldaduras.
 Torsión: esfuerzo que tiende a retorcer un objeto por aplicación de un
momento sobre el eje longitudinal.
Las propiedades mecánicas de la materia son la elasticidad, la
compresión y la tensión. Definimos a un cuerpo elástico, como aquel que
recobra su tamaño y forma original cuando deja de actuar sobre él una
fuerza deformante. Las bandas de hule, las pelotas de golf, los trampolines,
las camas elásticas, las pelotas de fútbol y los resortes son ejemplos
comunes de cuerpos elásticos.

Para todos los cuerpos elásticos, conviene establecer relaciones de


causa y efecto entre la deformación y las fuerzas deformantes. Considere el
resorte de longitud 1 de la figura siguiente. Podemos estudiar su elasticidad
añadiendo pesas sucesivamente y observando el incremento de su longitud.
Una pesa de 2 N alarga el resorte 1 cm, una pesa de 4 N alarga el resorte 2
cm y una pesa de 6 N alarga el resorte 3 cm. Es evidente que existe una
relación directa entre el estiramiento del resorte y la fuerza aplicada.

Robert Hooke fue el primero en establecer esta relación por medio de la


invención de un volante para resorte para reloj. En términos generales,
Hooke descubrió que cuando una fuerza F, actúa sobre un resorte, produce
en él un alargamiento s que es directamente proporcional a la magnitud de
la fuerza aplicada. La Ley de Hooke se representa como:

F = ks

La constante de proporcionalidad k varía mucho de acuerdo con el tipo de


material y recibe el nombre de constante del resorte. Para el ejemplo
anterior, la constante del resorte es de: k = F/s = 20 N/cm La Ley de Hooke
no se limita al caso de los resortes en espiral; de hecho, se aplica a la
deformación de todos los cuerpos elásticos. Para que la Ley pueda aplicar
de un modo más general, es conveniente definir los términos esfuerzo y
deformación. El Esfuerzo se refiere a la causa de una deformación elástica,
mientras que la deformación se refiere a su efecto, es decir a la
deformación en sí misma. Existen 3 tipos de esfuerzos, los de tensión, de
compresión y cortantes, en este subtema, nos centraremos a analizar el
esfuerzo de tensión que se presenta cuando fuerzas iguales y opuestas se
apartan entre sí como se ve en la figura siguiente:

La eficacia de cualquier fuerza que produce un esfuerzo depende en gran


medida del área sobre la que se distribuye la fuerza, por ello una definición
más completa del esfuerzo se puede enunciar de la siguiente forma:

Esfuerzo: es la razón de una fuerza aplicada entre el área sobre el cual


actúa, por ejemplo Newtons/m^2, o libras/ft^2.

Deformación: es el cambio relativo en las dimensiones o en la forma de un


cuerpo como resultado de la aplicación de un esfuerzo.

En el caso de un esfuerzo de tensión o de compresión, la deformación


puede considerarse como un cambio en la longitud por unidad de longitud.

Límite elástico: es el esfuerzo máximo que puede sufrir un cuerpo sin que la
deformación sea permanente. Por ejemplo, un cable de aluminio cuya
sección transversales de 1 pulg^2, se deforma permanentemente si se le
aplica un esfuerzo de tensión mayor de 19000 libras. Esto no significa que
el cable se romperá en ese punto, sino que únicamente que el cable no
recuperará su tamaño original. En realidad, se puede incrementar la tensión
hasta casi 21000 libras antes de que el cable se rompa. Esta propiedad de
los metales les permite ser convertidos en alambres de secciones
transversales más pequeñas. El mayor esfuerzo al que se puede someter
un alambre sin que se rompa recibe el nombre de límite de rotura. Si no se
excede el límite elástico, de un material, podemos aplicar la Ley de Hooke a
cualquier deformación elástica. Dentro de los límites para un material dado,
se ha comprobado experimentalmente que la relación de un esfuerzo
determinado entre la deformación que produce es una constante. En otras
palabras, el esfuerzo es directamente proporcional a la deformación.
Esfuerzos térmicos.

Se dice que un esfuerzo es térmico cuando varía la temperatura del material.


Al presentarse un cambio de temperatura en un elemento éste experimentará
una deformación axial, denominada deformación térmica. Si la deformación es
controlada no se presenta deformación pero si un esfuerzo
denominado térmico.

Así, un esfuerzo térmico es un esfuerzo de tensión o compresión que se


produce en un material que sufre una dilatación o contracción térmica. Un
cambio de temperatura puede ocasionar que un material cambie sus
dimensiones. Si la temperatura aumenta, generalmente un material se dilata,
mientras que si la temperatura disminuye, el material se contrae.
Ordinariamente esta dilatación o contracción es linealmente relacionada con el
incremento o disminución de temperatura que se presenta. Si este es el caso y
el material es homogéneo e isotrópico, se ha encontrado experimentalmente
que la deformación de un miembro de longitud L puede calcularse utilizando la
formula:

δT= α L ∆ T

donde α es propiedad del material llamada coeficiente lineal de dilatación


térmica, ∆T es el cambio algebraico en la temperatura del miembro y δT es el
cambio algebraico en la longitud del miembro.

Si el cambio de temperatura varia sobre toda la longitud del miembro o


si α varia a lo largo de la longitud, entonces la ecuación anterior es apreciable
para cada segmento de longitud dx.

La relación entre el esfuerzo realizado sobre un material por tracción o


compresión y la deformación que sufre es una constante llamada Módulo de
Young.

Si no se impide la deformación debida a la temperatura, como ocurre en


los sistemas estáticamente determinados, no aparecerán esfuerzos en la
estructura, pero en multitud de casos no es posible evitar que las
deformaciones térmicas estén total o parcialmente impedidas. Como resultado
de ello aparecen fuerzas internas que contrarrestan, también parcial o
totalmente, estas deformaciones. Los esfuerzos originados por estas fuerzas
internas se llaman esfuerzos térmicos o esfuerzos de origen térmico.

A continuación se indica el procedimiento general para determinar las


fuerzas y los esfuerzos originados cuando se impide la deformación térmica.

1. Se considera a la estructura descargada de toda fuerza aplicada y sin


ligaduras que impidan la libre deformación térmica. Representar en un
esquema estas deformaciones, ahora ya posibles, exagerando
sus magnitudes.
2. Se aplica ahora a la estructura las fuerzas necesarias (desconocidas)
para que vuelva a las condiciones iniciales de restricción de
movimientos. Representar estas fuerzas en el esquema anterior.
3. Las relaciones geométricas entre las deformaciones debidas a la
temperatura y las debidas a las fuerzas aplicadas en el esquema
proporcionan unas ecuaciones, que junto con las del equilibrio estático
permiten determinar las fuerzas desconocidas
Ley de Hooke.

La ley de elasticidad de Hooke o ley de Hooke, originalmente formulada


para casos del estiramiento longitudinal, establece que el alargamiento unitario
que experimenta un material elástico es directamente proporcional a la
fuerza aplicada F:

ǫ=δ/L=F/AE

siendo δ el alargamiento, L la longitud original, E el módulo de Young, A la


sección transversal de la pieza estirada. La ley se aplica a materiales elásticos
hasta un límite denominado límite elástico.

El límite elástico, también denominado límite de elasticidad y límite de


fluencia, es la tensión máxima que un material elástico puede soportar sin sufrir
deformaciones permanentes. Si se aplican tensiones superiores a este límite, el
material experimenta deformaciones permanentes y no recupera su forma
original al retirar las cargas. En general, un material sometido a tensiones
inferiores a su límite de elasticidad es deformado temporalmente de acuerdo
con la ley de Hooke. La ley de Hooke recibe su nombre de Robert Hooke, físico
británico contemporáneo de Isaac Newton.

La forma más común de representar matemáticamente la Ley de Hooke


es mediante la ecuación del muelle o resorte, donde se relaciona la
fuerza F ejercida sobre el resorte con la elongación o alargamiento δ producido:

F = kδ

donde k se llama constante elástica del resorte y δ es su elongación o variación


que experimenta su longitud.

4.2 Vigas con dos apoyos cargadas en puntos: vigas con


cargas uniformes, vigas hiperestáticas y vigas en cantiliver.
Se denomina viga a un elemento constructivo lineal que trabaja
principalmente a flexión. En las vigas, la longitud predomina sobre las otras dos
dimensiones y suele ser horizontal. El esfuerzo de flexión provoca tensiones de
tracción y compresión, produciéndose las máximas en el cordón inferior y en el
cordón superior respectivamente, las cuales se calculan relacionando el
momento flector y el segundo momento de inercia. En las zonas cercanas a los
apoyos se producen esfuerzos cortantes o punzonamiento. También pueden
producirse tensiones por torsión, sobre todo en las vigas que forman el
perímetro exterior de un forjado.
En la figura anterior se representa una viga apoyada sometida a la acción de
las fuerzas F1, F2 y F3 que suponemos actúan en el plano xy, que llamaremos
plano de flexión. En los apoyos A y B se desarrollan las fuerzas exteriores
llamadas reacciones, que equilibran a las fuerzas F1, F2 y F3 constituyendo
con éstas un sistema de fuerzas exteriores aplicado a la viga. Las vigas suelen
describirse por el modo en que están soportadas; por ejemplo, una viga con
una articulación en un extremo y un apoyo en el otro se llama viga simplemente
apoyada o viga simple.

Vigas con cargas uniformes:

Considerando una porción de una viga sometida a una carga uniforme


w, cada segmento dx de la carga w crea una fuerza concentrada igual a dF= w
d x sobre la viga. Si dF está localizada en x, donde la ordenada de la línea de
influencia de la viga para alguna función (reacción, cortante o momento) es y,
entonces el valor de la función es (dF)(y) = (wd x)(y).

El efecto de todas las fuerzas concentradas dF se determina integrando


sobre la longitud total de la viga, ya que w es constante. Además, esta integral
equivale al área bajo la línea de influencia, entonces, en general, el valor de
una función causada por una carga uniforme distribuida es simplemente el área
bajo la línea de influencia para la función, multiplicada por la intensidad de la
carga uniforme.
Vigas hiperestáticas

Son aquellas vigas que, para su cálculo, presentan más incógnitas que
ecuaciones. En general, una estructura es hiperestática o estáticamente
indeterminada cuando está en equilibrio pero las ecuaciones de la estática
resultan insuficientes para determinar todas las fuerzas internas o las
reacciones.
Existen diversas formas de hiperestaticidad: Una estructura es
internamente hiperestática si las ecuaciones de la estática no son suficientes
para determinar los esfuerzos internos de la misma.

Una estructura es externamente hiperestática si las ecuaciones de la


estática no son suficientes para determinar fuerzas de reacción de la estructura
al suelo o a otra estructura.

Una estructura es completamente hiperestática si es internamente y


externamente hiperestática.

Una forma de enfocar la resolución de las vigas hiperestáticas consiste


en descomponer la viga inicial en varias vigas cuyo efecto sumado equivalga a
la situación original. Las solicitaciones externas, cargas y reacciones, generan
cortante, momento y deformación, siendo válido el principio de descomposición
de las vigas en vigas cuyas acciones sumen el mismo efecto.

Los problemas hiperestáticos requieren condiciones adicionales


usualmente llamadas ecuaciones de compatibilidad que involucran fuerzas o
esfuerzos internos y desplazamientos de puntos de la estructura. Existen varios
métodos generales que pueden proporcionar estas ecuaciones:

 Método matricial de la rigidez


 Teoremas de Castigliano
 Teoremas de Mohr
 Teorema de los tres momentos

Vigas en Cantiliver
También se les llama vigas en voladizo. En estas vigas un extremo esta fijo
para impedir la rotación; también se conoce como un extremo empotrado,
debido a la clase de apoyo.

4.3 Clasificación de columnas


Una columna (misma palabra en latín, derivada de columen, "sostén",
"soporte") es un elemento arquitectónico vertical y de forma alargada que
normalmente tiene funciones estructurales, aunque también pueden erigirse
con fines decorativos. De ordinario, su sección es circular, pues cuando es
cuadrangular suele denominarse pilar, o pilastra si está adosada a un muro.
La columna clásica está formada por tres elementos: basa, fuste y
capitel. Las columnas representan el elemento vertical de soporte para la
mayoría de las estructuras a base de marcos. Para analizar la capacidad de
carga de las columnas deben referirse al conjunto al que pertenecen y al
sistema en el que trabajan; es decir, a las características generales del edificio
en términos de la forma en que se encuentran definidas las partes integrantes o
marcos, que son estructuras reticulares que contienen un cierto número de
claros para una serie de niveles o entrepisos.

La columna clásica se compone de tres partes:

Capitel (a): es necesario para proporcionar un asiento capaz de recibir mejor el


entablamiento. En la arquitectura clásica, el fuste descansa sobre la basa y el
elemento que sostiene la columna reposa sobre el capitel. Las proporciones y
decoración de estos elementos se rigen por los órdenes arquitectónicos.

Fuste (b): es la parte de la columna que se encuentra entre el capitel y la basa.


Corresponde al cuerpo principal o básico de las columnas utilizadas en muchos
de los edificios desde la época egipcia hasta el neoclásico del siglo XIX. Su
diseño puede ser desde el simplemente liso, es decir sin decorado alguno,
pasando por el estriado o rayado en el sentido vertical del fuste, este estriado
se llegó a hacer fino resaltándolo en lomo curvo o bien acanalado, con
muescas en los extremos de cada rayadura para difuminar su forma con la del
basamento o con el capitel. Los fustes llegaron a contar con decorados
vegetales a su derredor, para hacerlos más vistosos.
Basa (c): protege a la columna de los golpes que podrían deteriorarla, al
mismo tiempo que da una superficie de sustentación mayor.

En la arquitectura clásica, el fuste descansa sobre la basa y el elemento que


sostiene la columna reposa sobre el capitel. Las proporciones y decoración de
estos elementos se rigen por los órdenes arquitectónicos.
Véase la ilustración de los tres componentes en una columna de orden jónico.
Otros ejemplos de columnas con diferentes estilos arquitectónicos:
1. hindú
2. persa
3. egipcio
4. cretense
5. románico
6. gótico
7. renacentista
8. barroco

Según los órdenes arquitectónicos clásicos la columna puede ser:

 Columnas jónicas del Erecteión de Atenas

En razón de su pertenencia a alguno de los órdenes arquitectónicos clásicos, la


columna puede ser:

 Columna dórica
 Columna jónica
 Columna corintia
 Columna toscana
 Columna compuesta

Según el fuste

Tomando el todo por la parte, es habitual clasificar las columnas según el tipo
de fuste que posean. Así, cabría relacionar las siguientes:

 Columna lisa: Aquella que no tiene ni acanaladuras ni adornos.


 Columna agrupada: La que posee varios fustes con una base y capitel
comunes (típica del Gótico).
 Columna estriada o acanalada: Aquella cuya forma posee estrías o
acanaladuras ornamentales en toda su longitud.
 Columna fasciculada: La que está conformada por una serie de
delgados fustes, similares, agrupados a modo de haz.
 Columna fajada o anillada: La que tiene su fuste despiezado en
tambores, anillos o fajas de distinto diámetro.
 Columna geminada: La que tiene fuste doble.
 Columna románica: La que tiene su fuste cilíndrico y no tiene
acanaladuras verticales como en la arquitectura clásica, sino liso o, en el
caso más complejo, lleva sogueados o decoración geométrica (zigzag) o
vegetal.
 Columna salomónica: La que tiene fuste torsionado en forma de espiral
(típica del arte Barroco).
 Columna torsa: La que tiene su fuste decorado con motivos dispuestos
helicoidalmente.
Las columnas tradicionales se distinguen por su construcción. La
columna construida en una sola pieza de material se llama monolítica; cuando
está formada por una superposición de discos, cuya altura es superior diámetro
se llama en trozos, y de tabores si la altura es inferior. Si el interior de la
columna es hueco y contiene una escalera de caracol se llama cóclida. En su
forma más simple, las columnas son barras prismáticas, rectas y largas, sujetas
a cargas axiales de compresión.

Atendiendo a su disposición en relación con otros componentes de un edificio,


pueden distinguirse estos tipos de columnas:

Columna aislada o exenta: La que se encuentra separada de un muro o


cualquier elemento vertical de la edificación.

Columna adosada: La que está yuxtapuesta a un muro u otro elemento de la


edificación.

Columna embebida: La que aparenta estar parcialmente incrustada en el muro


u otro cuerpo de la construcción.

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