¿Cuáles son las prácticas de responsabilidad social más comunes
en tu entorno más cercano? y ¿Cómo impactan en la población?
Las prácticas de responsabilidad social más comunes y destacadas en mi entorno más cercano, es decir, en la Ciudad de Trujillo, son las lideradas por las empresas Telefónica del Perú S.A.A. y Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Trujillo S.A. Primera práctica de RSE.- En los distintos distritos de la Provincia de Trujillo, la Fundación Telefónica a través de su Programa Proniño llega a los sectores más vulnerables de la localidad. Éste programa, muy conocido por sus grandes logros, tiene como objetivo erradicar el trabajo infantil a través de la educación, para lo cual brinda materiales educativos, vestimenta, calzado y otras ayudas a los niños de bajos recursos económicos, con lo cual ellos ven facilitado su inserción en instituciones educativas públicas. Segunda práctica de RSE.- El programa Manos Tejedoras es el principal programa de RSE de la Caja Trujillo, a través del cual dicha empresa promueve el empoderamiento de mujeres de escasos recursos económicos y su incorporación en una Rueda de Negocios, para que puedan exportar los productos de tejido que elaboran; logrando, de esta manera, que éstas mujeres puedan generar sus propios recursos económicos y mejorar la calidad de vida de sus familias. Impactos en la población.- Según lo estudiado en los diversos módulos de aprendizaje y analizando los beneficios de ambas prácticas de RSE descritas anteriormente, se puede señalar que éstas tienen los siguientes impactos en la población: 1. Empleo: No cabe duda que para llevar a cabo toda práctica de RSE se necesitan colaboradores, primero para que planifiquen y luego para que ejecuten los programas de RSE. Este impacto, entonces se ve en ambas prácticas descritas en los párrafos anteriores. 2. Capacitación y Formación: Este aspecto está vinculado a la educación en el caso del Programa Proniño, y a la capacitación empresarial en el caso del Programa Manos Tejedoras. 3. Mejores condiciones de vida: En primer lugar, el Programa Proniño logra que más niños de escasos recursos económicos puedan estudiar en instituciones educativas, desarrolla talleres educativos, también, con los cuales desarrolla sus habilidades y financia los proyectos que tienen un importante cambio en la calidad educativa de la institución. ¿Con esto qué se logra? En principio, educación, pero también se consigue disminuir el trabajo infantil, disminuir la delincuencia, fomentar buenos empleos y, en general, mejores oportunidades para que estos niños puedan progresar en su país o en el extranjero. En segundo lugar, el Programa Manos Tejedores obtiene que las participantes fortalezcan sus habilidades y adquieran nuevos conocimientos, que les permite, poco a poco, ir rompiendo el ciclo de pobreza en el que viven. Ellas logran generar sus propios recursos económicos para darles nuevas oportunidades a sus familias. ¿Con esto qué se logra? Se consigue educación empresarial, conocimiento en la gestión de negocios, fomento de microempresas, inserción en el mercado nacional y extranjero de mujeres de sectores económicos vulnerables y beneficios por rebote a sus familias en mejoras de educación, principalmente. Y, para concluir, siguiendo las palabras de Ramón Guardia en su artículo “El futuro de la RSE: el valor compartido”, quiero dejar consolidada la idea de que las prácticas de RSE impactan en la población en beneficio de la misma, o para ser más exactos en los términos, en beneficio de todos los grupos de interés, así como de la propia empresa.