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Gilles Lipovetsky Jean Sei La estetizacion del mundo Vivir en la época del capitalismo artistico ‘Traduocién de Antonio-Prometeo Moya mA EDITORIAL ANAGRAMA BARCELONN lal de on ogc eghtation do monde (0 Edens Gallows Par, 2013, sain foas © Cot! Cordon Pree Prime in: x 2015 Prime dite igre Ageia: mares 2015 Dist dela cle: Juio Vinay Eso A © Deb duaisn, Amonio Ponte Mays, 2015 (© EDITORIAL ANAGRAMA,S. A. 2015 Pes dels Cs 58 65034 Burson ISON: 978-904.339.6375-8 DepltoLaa B. 247262014 Lapeer por ennvenio con River Ane, SAC, lenpso en Argentina Arcingel Mago Divi Libros Buenos Aes INTRODUCCION Por decslo suavemente, el capitalismo no tiene buena imagen. Sisebiciera una fista con los eésminos yjucios que se atrbuyen con sds frecuencia al liberalism econémico, tanto en la opinién publ ca como entre numerosos intelecuale, no cabria duda de que los cargados con valores nepativos superatan a los mis positivs. Esto cra verdad ayer, lo es todavia hoy, aunque ls datribas del anticapi- talismo revolucionatio hayan perdido su antigua cedibilidad. Capa- citado para aumentar las riquezas, para producir y difundir en abundancia bienes de todas clases, el capitalismo sdlo ha gonseguido generat crisis econémicasy sociales profundas, aumentando las des saldades, provocando grandes catstrofesccoligicas,reducendo ls prowecién social, aniquilando las cpacidades ntelecualesy morale, afectvasy estticas de ls individues. Al no hacer suyos mas que la rentbildad y lreino del dinero, el capitalismo aparece como una apisonadora que no respeta ninguna tradicién, no honra ningin principio superior i eo, ni cultural, ni ecoldgio, Al see un sist ma dorsinado por un &nimo de lueo sn otro fin que él mist, la cconomia liberal ofrce un aspect niilistacuyas eonsecuencias n0 son tnicamenteel paroylapecarzacén del abajo, ls desgualda- des sociales y los dramas humanos, sino también la desaparcin de fas formas armnicas de vida, la evaporacin del encanto y del gusto dela vida en sociedad: un proceso que Bertrand de Jouvene!llamaba «péedida de amabilidad>’ Rqueza del mundo, empobrecimienco de la vias erunfo del capital, liquidacién del saber vive impesio de as Finanzas, «prletaizcién> de los exiles de vida. E] eapitalismo aparece asi como un sistema incompatible con 7 tuna vida esétca digna de este nombre, con Ia armonfa, la bellea, Ja sarisfaccibn. La economia liberal destruye los elementos poéticos de la vide sociel; produce en todo el planeta los mismos paisajes urbanos frfos, monétonos y sin alma, impone en todas partes las rismaslibertades de comerci, homogeneizando los modelos de los ‘centros comerciales, usbanizaciones, cadenas hoteleras edes vias, buattios sesidenciales, balnearios, aeropuertos: de este a oeste, de nore a sur se tiene la sensaci6n de que estar aqul es como estar en ‘cualquier otra parte La industria ctea baratias kitsch y no cesa de lanzar productos desechables, inercambiables, insignificantes; la publicidad «contamina visualmentes los spacios piblicos; los me- dios venden programas dominados pot la idiote, la vulgatidad, el «2x0, la violencia 0, por decielo de otro modo, stiempo de cerebro hhumano disponibles. Por construir megalépolis caicasyasfixian- ‘es, par poner en peligro el ecosistema, por descafeinar las sensacio- ‘nes, por condenar las personasa viv como rebafos estandarizados en un mundo insipid, el modo de produccin capitalista se estig- matiza come barbarie moderna queempobrecelasensibilidad, como ‘orden econdmico responsable dea devastacin del mundo: vafea la sierra enteras, volviéndola inhabitable desde todos fos puntos de vista? Este juicio es ampliamente compartide: Ia dimension de la bellea se reduce, lade a feldad se extiende, El proceso desencade- nado por a Revolucién Industrial prosigueinexorablemente: lo que se perfil, dla tas da, es un mundo més desagradable No hay falls en este cuadro tan implacable? {Estamos conde- rnados a aceptarlo en blogue? Si el reinado del dinero y la avarcia tiene efectos innegablemente ealamitosos en el plano moral, social y eeonémico, zocurre lo mismo en el plane propiamenteestético? ‘Se reduce el capitalism a esta méquina de degradacién estética y Mfeamiento del mundo? La hipercrofa de las mercanclasediscuete paralclamente a la atrofia de la vida sensible y de las experiencias cetética? ;Cémo pensar el dominio esttico en la época dela expan sién mundial de la economfa de mercado? Son preguntas a las que 'nos proponemos responder aqui Losaspectos devastadores del economia liberal son tan eviden- tes que no rendefa sentido ponerles en duc. Lo cual no quiere decir que no haya tealidades ms agradables que invten a repasat lo que std en juego en la escena del capitalism de consumo superde- 8 oe satrollado. Tenemos que radiografiar un orden econémico cuyos tfectos son menos unidimensionales y mis paradéjiens de lo que dicen ss enemigos ms feroces. Las ldgieas productivas del sistema han cambiado en el curso de su historia secular. Ya no estamos en la época en que la produccién industrial y lx ptoduecién cultural remitian a universos separados, radicalmente inconeliabes; estamos en el momenco en que los sise- mas de produccién, distibucién y consumo estin impregnados, penetrades, remodelados por operaciones de naturalerafundamen- talmente esettica. Hl estilo, la belleza, la movlidad de os gustosy las sensbilidades se imponen cada dia més como imperativos estratégicos de ls marcas: lo que define el capitalism de hiperconsumo es un ‘mado de produccin estético. En las industrias de consumo, e dse fo, la moda la publicidad, la decoracién, el cine, el mundo del es pecticul crean en masa productos cargados deseduccién, promucven estos y sensbilidad, organizan un univers estézico peoliferance y heterogénco mediante el electicismo de esos que se despliege en 6. Con la extecizaciGn de la economia vivimos en un mundo carac> ‘erizado por la abundancia de esilos, de dsefios, de imsgenes, de histotias, de pasajismo, de especticulos, misicas, productos cose ‘ico, sitios wrlstion, museosy exposiciones. Sie captalismo engen- Sreonsdetmos que Lipo ewplea este ino psa indica que eshiqne tn Uaboedage du mach para envadrarse ene apis, boda de ‘ecimienton parece la adaci6n mis indents para eaten. (Nel 7) ‘Durante milenios las artes vigentes en las sociedadeslamadas| rimitivas no fueron creadas con ana intencién extética ni con vistas 10 4 ‘aun consumo puramente esético,adesinteresados y gratuito, ‘con fines principalmente ituales. En estas culuras, lo estiliticn ag puede separarse de la organizacin religioe, migica, de ls canes y fos sexos. Insritas en sistemas colectivas que les dan sentido, lx formas esétcas no son fenémenos con funcionamiento auténomg y alslado: la estructuracién social y religiosa es lo que omdena en ‘todos los aspectos el juego de as formas artistcas. En estas socieda. des las convenciones estétcas, la organizacién social y lo religog, parecen estructuralmente integrados ¢indiferenciados. Reflejandg [a organizaciéa del cosmos, ilutrando mitos,expresando la esenc dela tibu, del can, del sexo, pautando los momentos importantes, dela vida social, as mascaas, los peinados, las pincuras del rostoy del cuerpo, ls esculturas, las danzas tienen ante todo una func, ‘yun valor ritualesy rligiosos. Com el arte no tiene existencia auténoma, informa de la tot lidad dela vida: czar, rabajar,intercambiar, combatir, todas eas actividades comportan dimensiones estéticas que son todo menos indies © petiférices, hasta tal panto son necesarias para el buen resuliado de las diferentes operaciones sociales e individuals. 8 tacimiento, la mauete, lo sits de paso, Ia cza, el matrimonio, la dan lugar a un eabajo de arisizacin que se waduce ct canto, ftiches, adornos, eats stuales esictamente di clos seg la eda y cl sexo. Artstizacién cuyas formas no estén destinadas a ser admiradas por su bellera, sino a ororgar po- dderes pricticos:curar enfermedades, neutralizr espiritus negatives, provocar luvs, estableceralianzas con los muertos. Muchos objets rituales no se fabrican para ser conservados: son arrojados, desta dos después de usase o retocados ances de oxraceremonia, Nada de artistas profesionalsilustees, nada de obras de arte wlesinteresadas, ni siquiera términos como sarts,eestécca, ebellezr. Sin embargo, ‘comio subrayaba Mauss, ola importancia del fendmeno esttico en todas las sociedades que nos han precedido es considerable.” Que todo colectvo eferza un control mas © menos igual sobre las formas estéticas no impide que ental o cual circunstancia hays, cierta libertad de creacién o de expresividad individual. Pero ‘rata de fenémenos limitados y localizados, pues en esta sociedades las pricticas extticas eatin profundamente determinadas por sus fancionesculturalesy sociales ys rgen por reglas muy precisa. Pot 2 gue ‘La exetizcién avitocrdtica Heredero de la Amigiedad csc!” que humanismo def Renae mien tchablitay reivindicaexpresamente, aparece un segundo ‘pomento a ines dela Edad Media se protonga hasta el siglo Xt preseta las primicias de fa moderna esa con el advenimien Mee spud de aco de aeo, cone oer reador del artist-geio que rma sus obras, con launificciin Ee las artes particulars en el concepto unitario de arte en sentido trodemo, ques aplica a rdas ls bela artes, con obras destinadas2 Fomplacera un piblicoadineradoeintruido yno ye simplemente 2 responder 2 las exigencias de los dignatarios dela Iglesia. Adquiere ‘elev la misin propiamente exéica dl ante y el artista debe esfor ‘arse po eliminar todas a imperfeccones y buscar imigenesacordes fon lo que hay de mds bello y armonioso en la nazuraleza. Con la mancipaion progresiva de los artisas frente a los gremios,ésos spin agora de un margen deiniciaivadesconocido hasta enco- (sa tiv de sus contrat con ls ptrocinadores fa aventura de a utonomizacién del dominio artic y estic esti en marcha ste momento secular es coneemporineo de la vida cortesana, dela aaricidn de la moda y de sus juegos de elepanci, de los wax tados de cbucnas mancras, pero también de una arquiteccura que ‘laimagen misma del refinamient y dela gricia de un rbanismo deinspraciin extétic, de jardines que parecencdros con ees, eculeura, salts de agua, fuentes, vastas perspectvas,destinados a encanar maravillar la mirada. No ya slo la commoditas, sino la fgaca de las formas armoniosas, el placer estéccn, la nema (Al bert) en ciudadesagradables, bellas, «de apariencadeleitabley de amenaresidencia» (Francesco di Giorgio Marini). Los artistas son buscados,invtados as cores europens para creat decorados mag B nificos,embellecer el interior de Jos casills y planificar parquss Las iglesias, que quieren seduciey araer alos files, oftecea, en cra del Batoco, ua expectéculo teatral desmesurado, con fichadey recargadas de esculeurs, con esteucturas que desaparecen bajo |p ‘omamentacién, con efectos épticos, con juegos de lucesy sombray con doseles, eabeméculos, pilptos, custodias, cilces, copones abundantemente decorados: todo un arte exuberance se desplcg pata crear un espectdculo grandioso, para realar la belleza del de- ‘orado y el esplendor de los adornos. Los monarcas os princes, las clases aristocritica se dedican a proyectar grandes trabajos ds tinados « hacer mis admirabes sus villas yresideneias encargin In construcciéa de castillos caracerzados por la elegancia del exo cdifcan palacios, mansiones, villas suntuoses rodeadas de parques ‘nmensos poblados por estatuasy confides alos mejores aqui tos. Reforman ks ciudades adoptando un punto de vista esto,

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