38 LUNES 8 de febrero del 2010

Días de un futuro pasado y presente CUANDO EL DESTINO NOS ALCANCE

La distopía es un concepto que formula posibles escenarios del futuro de la Hasta el momento las distopías imaginadas no
raza humana y la sociedad en la que vive con una fuerte crítica al desarrollo han llegado. Sin embargo, vivimos en fechas que
tecnológico, industrial o hasta filosófico que, aunque no necesariamente con los dentro de estas historias son sinónimo de catás-
motivos adecuados, tratan de alcanzar una utopía. trofe y pesadilla.
El término distopía se acuñó en el Siglo dida evolución del consumismo y del 1984 Inglaterra es un estado fascista que ha
XIX por el filósofo John Stuart Mill en aislamiento. En la última parte del siglo eliminado todo rastro de libre pensamiento
un discurso dado en la Cámara Británica XX se enfocan en futuros apocalíticos, 1984
de los Comunes mientras denunciaba aunque se puede decir que en gene-
algunas políticas gubernamentales. Por ral están más enfocadas en la ciencia 1999 2000
lo general las distopías guardan una ficción, y hacen referencia a sociedades
relación con el contexto socio-político corrompidas y controladas por grandes strange days death race Sangrien-
en que se escriben. De este modo, las corporaciones que poseen altos grados El tráfico de moda son tas carreras de autos
primeras distopías del siglo XX ha- de tecnología. los recuerdos de otras son patrocinadas por el
cían referencia a la inminente creación Si bien la literatura es la primera en personas extraídos de gobierno para entretener
y posicionamiento de las sociedades abordar el tema, el cine ha encontrado la corteza cerebral. a las masas.
con gobiernos totalitarios y la desme- en las distopías un recurso constante.

Cine y literatura, relatos del fin de una época que fracasó

Modernidad
Las grandes narrativas de la modernidad como la cons-
titución de un hombre nuevo y un mundo mejor fracasaron
en su intento y develaron la naturaleza del mal que habita
en el interior de los hombres y de las sociedades, el hecho
más tangible: las guerras mundiales del siglo XX.
Ante el fracaso de dichas utopías surgieron en el mundo

a través del arte

entero nuevas narrativas de aliento distópico para mostrar
las catástrofes que el ser humano con su insaciable apetito
de conquista y destrucción es capaz de generar. Así, la li-
teratura que siempre ha sido reflejo de su tiempo produjo
un nuevo género que encontraría en el cine su horma per-
fecta: la ciencia ficción.

Hoy en día la distopía muestra el cruce entre la biología, la informática y la robotización de la especie

De la utopía Así, por partida doble, románti-

cos e ilustrados a lo largo del siglo XIX
nombraremos aquí como distópicas,
las cuales van desde Aldous Husxley
pía se presenta en los siguientes
términos: mostrar un futuro que tie-

En nuestro mun-
do caótico de catás-
trofes “naturales”
y nuevas amena-
zas globales, parece
que no sólo el futuro
nos ha alcanzado si-
no que hoy en día la
distopía es una expe-
riencia privada, tan
presente y real como
la realidad misma.
a la distopía
entusiastas mas no ingenuos propon-
drían en sus obras tanto el despliegue
omnilateral de la personalidad huma-
Alejandro Flores na en obras como Lucinde o el Werther;
el economista  la posibilidad de reconciliación y re-
conocimiento del ser en La Montaña
La utopía moderna comenzó a fi- Mágica o La muerte de Iván Ilich; el de-
nales del siglo XVIII, cuando Europa recho de los pueblos a su autogestión
vivió una de las más grandes transfor- como en el drama Egmont, o bien la
maciones que se han dado al interior captación de la totalidad de una época
de las sociedades históricas: la Revo- al interior de una obra literaria como
lución Francesa y con ella la llegada en Los hermanos Karamazov o La co-
de la modernidad y sus promesas de media humana.
crear un hombre, más libre, una nue- Por lo anterior, enfatizamos que el
va sociedad, más justa e igualitaria, y aliento utópico de estas obras no de-
un nuevo mundo, sin límites. be relacionarse con una carencia o una
El hombre moderno se encontró de visión romántica de supermercado si-
frente como amo y señor del mundo, no una propuesta de mejoramiento del
sin dioses de por medio y con tecno- hombre.
logías que avalarían su poder. De esta A inicios del siglo XX la violencia y
forma, aquellos paraísos soñados por la ambición de los estados naciona-
los mitos del pasado podrían por fin les modernos revelarían su cariz más
hacerse realidad en este mundo. Sur- perverso ante el desgarro que signifi-
ge, así, un tipo de utopía que da un pa- caron las guerras mundiales. Ante esta
só más allá de la utopía clásica de es- situación, la literatura ya no podía ser
critores como Tomás Moro. utópica, no podía cambiar el presente
La literatura del siglo XIX e inicios pero sí podía imaginar el futuro y con
del XX bajo el signo del compromiso ello hacer crítica de la realidad, de ahí
social produciría obras de aliento utó- obras que indagaron en el desaliento
pico mas no fantástico, utilizando la del ser en las sociedades industriales
crítica en pos de cambiar las condi- como en El proceso de Kafka o como
ciones reales: pasando por los román- un ser arrojado a la vida como Vladi-
ticos como Schlegel, Schiller o Goethe mir y Estragón de Esperando a Godot,
hasta los realistas como Thomas Mann obras de aliento vanguardista. Pero
y Honoré de Balzac, la literatura lle- sobre todo, surgieron nuevas narra-
gó a asumirse como un ente capaz de tivas, las cuales apuntarían a futuros
construir sociedades. posibles cargados de pesimismo que
y Un mundo feliz hasta George Orwell
y su 1984.
La contingencia posmoderna de
mediados de siglo XX propiciada por
la gran revolución tecnológica lle-
vó todavía más allá la imaginación de
los escritores que ya veían una nue-
va alienación del hombre pero ya no
por mediación de un estado totalita-
rio que lo obligaba a realizar un traba-
jo enajenante sino por las pantallas y
los medios comerciales de comunica-
ción masiva.
Sería el autor estadounidense Phi-
lip K. Dick, uno de los padres del cy-
berpunk, quien crearía obras literarias
que resuenan hasta nuestros días una
vez que han sido llevadas a la pantalla
grande, la más conocida sin duda Bla-
de Runner (1982), de Ridley Scott.
LA CIENCIA FICCIÓN
La ciencia ficción asaltó al cine y
encontró en éste el género perfecto
para presentar futuros catastróficos.
El Planeta de los Simios (1968), Mad
Max (1979) o Terminator (1984), en la
década de los 80 nos parecían fábulas
posibles pero lejanas.
El verdadero quiebre en la disto-
pía ocurre cuando lo importante no
es sólo la posibilidad de que la realidad
presentada se materialice sino cuan-
do hemos llegado a un momento en el
que parece que la realidad ha rebasado
a esas ficciones.
De esta manera, hoy en día la disto-
nen mucho que ver con nuestro pre-
sente: un mundo dominado por gran-
des y despiadadas corporaciones, o el
cruce entre la biología y la informática
o la robotización de la especie hacia un
hombre digital, aunado esto al proble-
ma de la realidad que en su virtualidad
se ha vuelto relativa.
Ejemplos de lo anterior los
podemos ver en cintas co-
mo Total Recall (1990), Vanilla
Sky (2001), The Minority Report
(2002), eXistenZ (1999), Matrix
(1999), Children of Men (2006)
y una larga lista.
En nuestro mundo caótico de ca-
tástrofes “naturales” y nuevas amena-
zas globales, parece que no
sólo el futuro nos ha alcan-
zado sino que hoy en día la
distopía es una experiencia
privada, tan presente y real
como la realidad misma.
aflores@eleconomista.com.mx