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Espritus retrense ante la voz del mando, del Dios que ordena las tropas y
las fuerzas. Ordnense fuerzas angelicales para los tiempos de oscuridad, en
proteccin de los mos.
Millares de millares de ngeles ministradores, ordnense en las puertas del
mundo visible, y apliquen las ordenes que les sean dadas.
Ordnense tropas de fuerza de luz, ordnense y ante la voz del mando sean
ejecutadas las rdenes que llevan en sus manos.
Reino del norte cuyo engao ha llegado e intenta llenar la tierra, sean
apagados tus dardos en los intentos de afectar a los tuyos. Ya ni siquiera a los
tuyos podr afectar.
Espritu reinante que quiere tomar posesin, y derribar la nacin del norte,
sean debilitadas tus manos, sean debilitados tus ojos, para que no puedas ver y
te encuentres desorientado en tu misma oscuridad.
Por un tiempo sern cortadas las obras de los poderes de los reinos.
Reinos, oigan, cambiados son sus tronos. Reinos sobre las naciones, en los
lugares celestiales, son cambiados.
Como invasin de muchas aguas, avance la luz. Avance la luz, invadiendo
en los lugares celestiales, y sea tanta la invasin que llegue a los lugares de la
tierra. Porque la puerta ya ha sido abierta y es puerta que nunca se cerrar.
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Porque cuando los tronos son cambiados, porque los reinos cuando son
debilitados, cuando son quitados del lugar del efecto de su gloria, de su poder
y de su dominio, viene otro y toma el lugar, es mayor el poder y es mayor la
autoridad que el poder y la autoridad anterior.
Ahora la luz, ser mayor en autoridad y en poder que los tiempos que ha
sido desplegada sobre esta nacin, sobre las naciones que han sido compradas
por m, en el norte, en el sur, en el este y en oeste.
Como muchas aguas, barriendo y quitando las fuerzas enemigas, luz, luz,
luz, luz, luz, luz, luz, luz. Despierten los hombres.
An en el norte de este pas, las oscuridades estn queriendo entrar, pero
sern resistidas. Entrarn pero sern resistidas en el tiempo que he dicho.
La sangre derramada ser puesta sobre encima de tu cabeza, y el tiempo de
mi juicio ser sobre ti.
Los nios y los jvenes danzarn en la luz.
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