Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
13.1 INTRODUCCIÓN
fagocitosis
producción de citoquinas
2. El papel central de las células TH en la determinación del tipo de
mecanismo efector puesto en marcha.
3. La citototoxicidad directa que conduce a la lisis de la célula diana
enferma es realizada por varios tipos celulares:
1. Quimiotaxis
2. unión del microorganismo al fagocito
3. desencadenamiento de la captación del microorganismo
4. fagocitosis y mecanismos matadores.
13.2.1 Quimiotaxis
La atracción de los fagocitos del sistema de inmunidad natural hacia el foco de
infección se puede deber a varios factores:
lectinas Oligosacáridos de
superficie
oligosacáridos de Lectinas
superficie
(*) Los receptores CR1 y FcR están entrelazados entre sí por medio del citoesqueleto, lo
que explica en parte su acción sinérgica
Los receptores inespecíficos de tipo lectina disminuyen en el macrófago activado (en
presencia de IFN-γ ), mientras que aumentan los CR1 y FcR. Ello permite a las células Th
indicar a los macrófagos que entran al tejido que fabriquen más moléculas capaces de
citoadherencia.
Los podemos estudiar a su vez bajo dos categorías: los que se basan en
intermediarios reactivos de oxígeno, y los intermediarios reactivos de
nitrógeno.
Los macrófagos en reposo pueden matar, desde luego, pero sus capacidades
microbicidas pueden mejorar por medio de su activación. Esta activación puede
provocarse por:
En años recientes se está viendo que la activación del macrófago es algo más
complejo de lo que se creía. La idea clave que ha surgido es que el macrófago
despliega unas u otras de sus funciones efectoras dependiendo de la
combinación particular de estímulos químicos que reciba, a saber, citoquinas y
moléculas inflamatorias.
Llegados a este punto, quizá sea bueno llamar la atención sobre las diferentes
fases de la respuesta inmune en las que participan los macrófagos:
TH2
.. … … IL-6 ….
…. IL-10 …. IL-10 …
(En la tabla se han resaltado en cursiva sobre color amarillo las citoquinas características
de TH1 y TH2, que no son comunes a ambas subpoblaciones).
Esta diferenciación de TH1 y TH2 se descubrió en el ratón, pero existen cada vez
más pruebas de que igualmente existe en la especie humana. A los TH1 se les
suele llamar linfocitos T "inflamatorios", y a los TH2, "coadyuvantes".
Un ejemplo clínico de este papel particular de los dos tipos de células TH lo tenemos en
las dos clases extremas de lepra:
en la lepra tuberculoide se inducen sobre todo linfocitos TH1, por lo que hay
una buena activación de macrófagos, lo cual redunda en que se detectan
pocas bacterias intracelulares.
En cambio, en la lepra lepromatosa se induce la subpoblación TH2, que
colabora eficazmente en la respuesta específica humoral; pero los
anticuerpos evidentemente no pueden acceder al interior celular, por lo que
existen abundantes bacilos en el interior de los macrófagos; éstos, al no
poder ser activados eficazmente, no pueden eliminar al parásito. Hay gran
destrucción de tejidos.
El 90% de estos linfocitos son CD8+, y están restringidos por el MHC-I propio.
Son capaces de reconocer a la mayoría de células nucleadas. Pero existe un
10% de linfocitos TC que fenotípicamente son CD4+ y están restringidos por
MHC-II.
Parece ser que el Tc expresa tras la interacción inicial una pequeña cantidad de
IL-2, pero en el caso de estos Tc vírgenes no suele ser suficiente para
activarlos. La aportación clave de IL-2 procede de células Th1 cercanas. De
hecho, se piensa que tanto el Th como el Tc vírgenes se activan
simultáneamente al unirse a la misma célula presentadora (no olvidemos que
las APCs exhiben MHC-I y MHC-II).
2) Golpe letal
El citoesqueleto del CTL se reorganiza, de modo que tanto el aparato de Golgi
como los granulosomas se sitúan en el polo celular que queda en contacto con
la célula diana. Entonces, los gránulos se fusionan con la membrana
citoplásmica, produciéndose la exocitosis de su contenido al estrecho espacio
intercelular ("beso de la muerte").
Parece ser que la destrucción de la célula diana puede ocurrir por varios
mecanismos, predominando uno u otro en función de la naturaleza de la
superficie de la célula diana, y del grado de activación que haya alcanzado el
linfocito CTL.
Las vesículas del CTL pueden contener TNF-a y TNF-b (=linfotoxina), que
junto con el IFN-g producido por TC o por otras células, desencadena efectos
citotóxicos que tardan más tiempo (>3-4 horas) que los anteriores. Se
desconoce el mecanismo, pero parece que igualmente inducen apoptosis.
Recordemos que las células NK son un tipo de linfocitos granulares grandes (de
hecho NK es casi sinónimo de LGL), que suponen un 5% de las células linfoides
en sangre, y que carecen de los marcadores de linfocitos T y B. Se consideran
como linfocitos "inespecíficos", pertenecientes al sistema de inmunidad natural.
De este modo, células que son propiamente del sistema inmune natural, y por
lo tanto son inespecíficas, pueden llegar a destruir específicamente mediante el
puente de anticuerpos. De hecho, actúan como células efectoras finales del
sistema humoral específico (es decir, pueden llegar a ser los "brazos armados"
o "verdugos" en una respuesta que se inició con la secreción de anticuerpos).
Las células NK, monocitos y PMN neutrófilos poseen el receptor Fcg RIII
(=CD16), de baja afinidad, que reconoce las subclases IgG1 e IgG3.
Los eosinófilos posen Fcε R-I y Fcε R-II, estando especializados en destruir
helmintos (p. ej., las esquistosómulas, que son las larvas de Schistosoma).
13.5.1.1 Sensibilización
cambios de forma, tendentes a que las células endoteliales se separen entre sí,
dejando paso para la extravasación de leucocitos;
Las consecuencias son que los PMN neutrófilos (primeros leucocitos en llegar) y
los monocitos circulantes se adhieren a las células endoteliales de las vénulas
postcapilares, pasan por diapédesis y entran al tejido infectado. La entrada de
los monocitos lleva consigo su diferenciación a macrófagos.
aumentan su tamaño
El que los macrófagos actúen mejor ahora como APC supone que activan a
más linfocitos TDTH, con lo cual se cierra el ciclo, pero amplificado.
Este tipo de respuesta que se retroalimenta positivamente puede llegar a convertirse en
un "arma de doble filo", ya que puede degenerar en una respuesta negativa para el
hospedador, una vez que se traspasa un umbral. Sin embargo, su valor positivo se ponde
de manifiesto en experimentos con ratones transgénicos noqueados (K.O.) que tienen
inactivado el gen del IFN-γ : son incapaces de matar a Mycobacterium bovis, una
bacteria contra la que los ratones normales se defienden perfectamente.
El efecto positivo de la DTH es que tiende a eliminar ciertos patógenos intracelulares y antígenos de
contacto: