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OCE Participacion Social y Observatorios FINAL
OCE Participacion Social y Observatorios FINAL
Conferencia magistral
Foro "La participación social en educación"
Observatorio Ciudadano de la Educación (OCE) / Instituto de Investigaciones sobre la
Universidad y la Educación (IISUE)-UNAM
México D.F., 3 agosto 2010 1
No acostumbro leer textos, pero esta es una ocasión especial y he preferido confiar en
la palabra escrita, que tiene el poder de decir, y el poder de conservar y perdurar.
Me siento contenta y honrada con esta invitación y son varias las razones. Este foro se
realiza en México, país al que me unen lazos familiares, de estudio y profesionales.
Lo organizan dos instituciones muy prestigiosas de este país. A una de ellas, el
Observatorio Ciudadano de la Educación (OCE), fundado por Pablo Latapí, me une
una historia de colaboración y un largo sentimiento de admiración, que he plasmado
en muchos escritos. Este foro convoca a la Cátedra Pablo Latapí Sarre, como una
prolongación de su vida y de su obra, a la que tantos educadores debemos tanto. Dos
grandes Pablos latinoamericanos– Freire y Latapí- han marcado a varias generaciones
de educadores e investigadores. Sin serlo formalmente, ambos fueron mis maestros,
inspirándome con sus ideas y su ejemplo consecuente y militante. Con ambos entré en
contacto a través de sus escritos sobre educación de adultos y educación no-formal,
que es por donde yo también le tomé cariño a la educación y en donde encontré un
lugar para hacer militancia social. Todos nosotros fuimos avanzando hacia nuevas y
más amplias comprensiones de lo educativo, que hoy confluyen, para mí, en el
aprendizaje a lo largo de toda la vida. Con Latapí compartimos la redacción del
Pronunciamiento Latinoamericano por una Educación para Todos, que preparamos en
ocasión del Foro Mundial de Educación en Dakar, en abril 2000, hace justamente diez
años. Se trata de una iniciativa pionera en esta región, que dio lugar a una comunidad
virtual, Comunidad E-ducativa, que tiene más de ocho años de vida y que tendrá
justamente su primer encuentro presencial en Buenos Aires el 8-11 septiembre y que
hemos decidido dedicar a la memoria de Pablo.2
El tema de este foro, sobre el cual OCE me ha pedido hablar – la participación social
en educación y el papel de los observatorios – es fundamental. Vengo estudiando y
escribiendo al respecto desde la Revolución Sandinista, en la Nicaragua de los 80s, y
en sucesivos momentos, caminando con los nuevos escenarios y avanzando sobre mis
propios aprendizajes. Las reflexiones que siguen se enmarcan en este ahora, este
pomposo “siglo 21” que apenas empieza, rebosante de viejos y nuevos problemas, y
aún lidiando con una educación que, en muchos aspectos, corresponde no al siglo
anterior sino a siglos anteriores. Me escucharán mencionar a las Tecnologías de la
Información y la Comunicación (TICs) pues el mundo virtual no es ya un mundo
1
Ver http://www.observatorio.org/eventos/foro_participacion_social.html
2
Pronunciamiento Latinoamericano por una Educación para Todos http://www.fronesis.org/prolat.htm
Ver también: Observatorio “Mitos y Metas de la Educación para Todos” (1990-2000-2015)
http://educacion-para-todos.blogspot.com/
1
aparte sino elemento constitutivo del mundo real, un campo más de observación,
análisis, uso, aprendizaje, disputa y formación de opinión pública para la
participación social en educación.
Hay mucho escrito y propuesto al respecto en esta región, para la educación formal y
para la no formal. No obstante, persisten grandes vacíos, en los planteamientos y en la
práctica, como lo señala OCE para el caso de México pero que de hecho caracterizan
a toda la región.4
Hace falta una renovación de fondo, la que exigen las tozudas realidades de nuestros
países, las nuevas oportunidades y contradicciones, la presencia ya irreversible de las
modernas tecnologías, los muchos fracasos acumulados, los avances y redefiniciones
del conocimiento en los campos que atraviesan a la participación y a la educación.
Aunque quizás con nuevos ropajes, gobiernos y sociedades siguen en gran medida
replicando premisas y mecanismos de una época anterior. La inercia, la inacción, o,
peor aún, la acción inconsecuente, carcomen nuestras frágiles democracias, nuestras
débiles ciudadanías y nuestros cuestionados sistemas educativos.
3
Rosa María Torres, “Incidir en educación”, en: Revista Polis, No 16, Universidad Bolivariana,
Santiago, 2007. http://www.revistapolis.cl/16/torr.htm
4
OCE, “Participación social en educación” (abril 2008). La lista de comunicados de OCE puede verse
en http://www.observatorio.org/comunicados/cronologia.html
2
- Que no basta con participación dentro del aula, la escuela, el sistema escolar,
pues lo educativo trasciende a lo escolar.
- Que todos somos sujetos de derecho en educación y, por ende, interlocutores
válidos en la definición de las políticas – la educativa y las demás que inciden
sobre las condiciones de enseñanza y aprendizaje.
- Que no se trata de participar a nivel local solamente sino en las decisiones
que se toman a todos los niveles, incluidas las de escala nacional, regional y
mundial.
- Que se trata no solo de instaurar procesos participativos sino de promover
una cultura participativa.
5
El Debate Educativo uruguayo, convocado por el Gobierno, la Administración Nacional de
Educación Pública (ANEP) y la Universidad de la República, y coordinado por la Comisión
Organizadora del Debate Educativo (CODE), es una de las experiencias más prolongadas y sólidas de
este tipo realizadas en la región. Ver http://www.debateducativo.edu.uy/ El proceso ecuatoriano tuvo
otro carácter, resultando en una consulta formal. Ver: Rosa María Torres, “Por qué voté en blanco por
el Plan Decenal de Educación en la Consulta Popular convocada por el gobierno de Alfredo Palacio”,
Quito, 15 de diciembre de 2006 http://www.fronesis.org/mec/20061215voto-consulta-educacion.htm
3
Por otro lado, en la columna de “Dificultades” necesitaríamos hacer espacio para un
largo listado de “peros”…
La lista es larga para nombrar aquí y cada quien puede sin duda llenarla por su cuenta.
Las “dificultades”, en definitiva, son un contrapeso de peso frente a la tentadora
complacencia con los “logros”.
4
con y sin teléfono celular, los con y sin acceso a Internet en el móvil, los con dial-up
y los con banda ancha, los con conexión lenta y los con conexión rápida, los con wifi
y los sin wifi, los con PC y los con laptop o netbook, los que comparten y los que
tienen (o aspiran a tener) una cada para uno.
En estos re-comienzos entran en juego no sólo los tiempos políticos sino también las
“modas” y tendencias a menudo importadas acrítica y descontextualizadamente desde
el Norte y vía los organismos internacionales. Lo cierto es que, no por coincidencia,
en un momento dado, todos los países hemos estado o estamos haciendo bibliotecas
de aula, proyectos de mejora de la escuela, currículo por competencias,
descentralización, programas compensatorios, financiamiento compartido,
tercerización de la capacitación docente, evaluación de desempeño docente,
estándares, pruebas de rendimiento escolar, una computadora por alumno, etc., etc.
México ha quedado como un caso sui géneris en la región en cuanto al poder del
sindicato docente. En toda la región vemos sindicatos y docentes debilitados,
acosados, forzados continuamente a asumir – muchas veces sin la información y
capacitación requeridas – los vaivenes de las políticas y las autoridades. La bandera
de la participación o de la formación/capacitación docente se ha visto avasallada
por la de la evaluación docente, en aras de una supuesta relación directa entre
evaluación y “mejoría de la calidad de la educación” que la investigación no avala
pero que la sociedad entera asume sin dudar.9 A la desautorización docente asociada a
estas políticas de evaluación se agrega la que viene instalándose en el mundo de las
tecnologías, la brecha digital entre docentes y alumnos, reforzada por planes
centrados en estos últimos y en el equipamiento, dejando para el final, como es usual,
los requerimientos de los docentes. El anecdótico “aprenden de y junto a sus
alumnos”, que suena encantador en principio, pasa por alto el malestar que produce a
los docentes la inferioridad tecnológica frente a los alumnos, con todo lo que ello
implica hoy. Alumnos categorizados como “nativos digitales” y docentes dados por
“analfabetos digitales” por obra y gracia de las TICs.
5
– hoy fuertemente imbricado en las políticas educativas y escolares - ha pasado a
convertirse en un nuevo bunker de decisiones tomadas a los más altos niveles, sin
información ni participación social, sin debate público. Las reuniones regulares que
sostienen los comités de técnicos y expertos nacionales e internacionales para discutir
planes regionales y nacionales para la Sociedad de la Información (SI),
paradójicamente no llegan a ésta y se mantienen como un nuevo canal aislado de la
educación. En esta era de auge tecnológico, los informáticos han pasado a ser los
nuevos economistas, ghetos de expertos y gurús, con jergas inaccesibles. 10
6
En este panorama, cada vez más, muchos depositan en Internet la solución a todos los
problemas, confundiendo una vez más educación con abundante información,
aprendizaje con transmisión y asimilación de información, aprendizaje social con
pertenencia a redes sociales, y dando por obsoletos el intercambio cara a cara, el
aprendizaje con otros de carne y hueso, el libro de texto, los docentes y hasta el
mismo sistema escolar…
Pensarán que caricaturizo, pero éstas son hoy en efecto algunas visiones y proyectos
de los grandes poderes y corporaciones multinacionales para los próximos años, a
nivel mundial. 14
Desde que Foro Educativo se inició en Perú, en 1992, y OCE en México, en 1999, se
han multiplicado los Observatorios en torno a la educación en esta región. Algunos se
dedican solo a la educación, otros la incluyen como un tema más junto a otros;
algunos se especializan en determinado nivel educativo, modalidad, grupo de edad o
temática; en años recientes se han agregado varios centrados en las TICs.15
Algunos cuentan apenas con un blog o un sitio en la red, otros despliegan toda clase
de recursos: investigaciones, boletines electrónicos, eventos, campañas publicitarias,
etc. Aunque pocos mencionan sus fuentes de financiamiento, es claro que la mayoría
depende de financiamientos internacionales; algunos operan con presupuestos
mínimos; somos muy pocos los que operamos sin financiamientos y sin dinero. Este
último es el caso del Pronunciamiento Latinoamericano por una Educación para
Todos y la comunidad virtual Comunidad E-ducativa, en los hemos mostrado que se
puede hacer y mantener un esfuerzo de diez años, sin un centavo y sin buscar ningún
http://portal.unesco.org/geography/es/ev.php-
URL_ID=7919&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html
14 Bill Gates, muy activo en el campo de la educación, sobre la que opina y actúa
permanentemente, apoya y defiende desde su Fundación las escuelas charter como la mejor
alternativa al sistema escolar público. En una reciente conferencia, “Reinventando el
capitalismo”, Gates señalaba: "Dentro de cinco años, en la Red se podrá encontrar gratis las
mejores conferencias del mundo. Será mejor que cualquier universidad”, aseguraba que la escuela
sigue siendo válida la educación primaria y secundaria (K-12) y descartaba la utilidad de los
textos escolares. Ver “Bill Gates: In Five Years The Best Education Will Come From
The Web” http://techcrunch.com/2010/08/06/bill-gates-education/ “Para Bill Gates, Internet
será el lugar más importante para la educación” http://www.canal-
ar.com.ar/noticias/noticiamuestra.asp?Id=9170 (conferencia de Techonomy en Lake Tahoe,
California, 20 agosto 2010).
15
Referencias de observatorios nacionales e internacionales, en educación y otros ámbitos, pueden
encontrarse en http://www.fronesis.org/observatorios.htm
7
financiamiento.
Son pocos los que han logrado mantenerse y sostener sus avances y conquistas en el
tiempo; varios se han mimetizado con el entorno; otros han perecido en el intento.
En definitiva: a algunos les encaja bien el verbo “observar” (del inglés watch) con sus
connotaciones de pasividad, unilateralidad, exterioridad, distancia, descompromiso. A
otros no, o no tanto: son los que se posicionan, debaten, cuestionan, interactúan,
actúan.
¿Cuál ha sido el impacto de los observatorios sobre los objetivos que ellos mismos se
han planteado? Empecemos por decir que no conocemos aún estudios de impacto. Los
informes de actividades, sobre todo cuando están a pensados desde las expectativas de
las agencias de financiamiento, responden a la cultura de los “resultados”. La propia
noción de “éxito” es – o debería ser - extraña a estos procesos, tratándose de procesos
de largo aliento, con altas y bajas, marcadas entre otros por coyunturas políticas
cambiantes.
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gratuidad, que es consustancial al derecho a la educación, es un largo camino a
retomar y que unos pocos países – entre ellos el mío, el Ecuador - han emprendido
ya.17
Es preciso empezar por aceptar la propia complejidad de eso que se nombra tan
fácilmente: participación. Son muchos los mitos que hemos contribuido, nosotros
mismos, a crear en torno a ésta.
9
democráticamente, la participación!
10
Es preciso cuestionar y superar:
La visión del poder (y de la “voluntad política”) como algo que “está arriba” y,
por ende, de la incidencia como una acción “hacia arriba”, dirigida a los
tomadores de decisiones, antes que “hacia los costados” (colaboración) y “hacia
abajo” (educación ciudadana, toma de conciencia, participación, organización,
empoderamiento). Esta visión reproduce la cultura política tradicional, negando el
valor y el poder de la ciudadanía informada y organizada en el cambio educativo y
en la acción social transformadora. Y lleva a reproducir las mismas estrategias de
los “observados”: visibilidad mediática, lobbying, marketing, culto al saber
experto despreciando el saber común, el de los actores sociales en terreno…
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Una observación orientada a la defensa y el cumplimiento del derecho a la educación,
en su acepción amplia y democrática: derecho de todos a aprender, a aprender a
aprender, a aprender a lo largo de toda la vida.
Hacer realidad el derecho a la educación implica defender todos los derechos, no solo
el educativo, pues todos ellos están inter-relacionados. Las condiciones de aprendizaje
de niños, jóvenes y adultos dependen no sólo de la buena enseñanza, sino de la buena
salud, la buena alimentación, la vivienda digna, un ingreso familiar seguro, acceso al
entretenimiento, al deporte, al arte..
Y por eso es ineludible meterse con la política, con la economía, con la sociedad en
toda su diversidad, con los organismos financieros, con los poderes que comandan a
nivel global y cuyas decisiones afectan a todos, aunque puedan ser opacos o
incomprensibles para la mayoría de gente.
Apenas ayer me he enterado que fue Pablo Latapí mismo quien pidió que fuese yo la
encargada de esta conferencia, en este tema de la participación social en educación
que tanto le preocupó y que eligió como primer tema de la Cátedra en su nombre que
hoy se anuncia. Me honra, compromete y conmueve sobremanera saberlo. La
imaginación me da para imaginar a Pablo escuchando todo esto, satisfecho de haber
hecho realidad un mandato, a un año de ausencia. Pablo, el gran lurker de este foro,
invitándonos a tomar la posta y asumir un compromiso renovado por una educación
no sólo mejor sino diferente para nuestros pueblos, una educación que simplemente
no es posible sin justicia económica y sin participación social.
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