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Segn el dr Potenza (2008), hoy en da han surgido iniciativas antiphubbing y se asegura que
casi el 90 % de los adolescentes prefieren el contacto va texto que cara a cara y en los
restaurantes se experimenta 36 casos de phubbing en cada sesin de cena, y este fenmeno
puede acabar reduciendo las relaciones sociales al intercambio de mensajes virtuales.
Se muestra que en el 2010, una tercera parte (33.8%) de la poblacin mexicana era usuaria de
internet, de la cual 5% eran jvenes con edades entre los doce y veinticuatro aos y nos
indican que las cifras tienden a subir.
A pesar del impacto de la salud pblica de juegos de azar desorden y a diferencia de la mayora
de las otras condiciones psiquitricas, hay medicamentos con indicacin por la FDA para
apuestas desorden. Esta situacin coloca los mdicos y pacientes en desventaja en el
tratamiento del trastorno de juego. Para ayudar a remediar esta situacin, ensayos clnicos
aleatorios han efectuado con medicamentos con mecanismos putativos de accin vinculados
a Bases neurobiolgicas del trastorno de juego.
Hasta la fecha, varios ensayos clnicos aleatorios apoyan el uso de antagonistas opiceos como
la naltrexona en el tratamiento del trastorno, especialmente entre las personas con historial
familiar o personal de las adicciones de la sustancia y los impulsos fuertes apuestas en el inicio
del tratamiento el juego.
Otros datos indican que trastornos coexistentes pueden ser particularmente tiles en la
seleccin de las farmacoterapias apropiadas; por ejemplo, estabilizadores del nimo como
litio para individuos con trastornos coexistentes de espectro bipolar.
Como estudios neurobiolgicos implican mltiples neurotransmisores en la patofisiologa del
juego desorden (norepinefrina, serotonina, dopamina, glutamato y otros), estudios
neurobiolgicos pueden proporcionar informacin importante para el desarrollo de
tratamientos para apostar desorden.