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80 ANALISIS DEL “SER AH{” A. Andlisis de la circunmundanidad y mundanidad en general § 15. Ex SER DE Los ENTES QUE HACEN FRENTE EN FL MUNDO CIRCUNDANTE La exhibicién fenomenoldgica del ser de los entes que hacen frente inmediatamente va a ponerse pot obra siguiendo el hilo conductor del cotidiano “ser en el mundo”, que también Iama- mos “andar” por el mundo y “andar” con los entes intramunda- nos. Este “andar” se ha dispersado ya en una multiplicidad de modos del “‘curarse de”. Pero la forma inmediata del “andar” no es, como se mostré, el conocimiento no mds que perceptivo, sino el “curarse de” que manipula, que usa y que tiene su peculiar “conocimiento”. La cuestién fenomenoldgica versa ante todo so- bre el ser de los entes que hacen frente en tal “curarse de”. Para asegurarse del ver requerido aqui es menester de una previa ad- vertencia metédica. Cuando se trata de abrir y explanar el ser, los entes son siem- pre lo previo y concomitante a] tema; el tema propiamente tal es el ser. Dentro del circulo del andlisis actual, se sientan como lo pre- vio al tema aquellos entes que se muestran en el “curarse de” cir- cunmundano. Estos entes no son el objeto de ningtin conocimiento teorético del “mundo”; son lo usado, lo producido, etc. En cuanto entes que hacen frente asi, caen como lo previo al tema bajo Ia mi- rada de un “conocimiento” que, como fenomenoldgico que es, mira primariamente al ser, y partiendo de este hacer tema del ser, hace tema concomitante los entes del caso. Esta interpretacién fenomenoldgica no €8, segin esto, un conocimiento de cualidades de los entes, ellas mismas entes, sino una determinacién de la es- tructura del ser de los entes. Pero como investigacién del ser, re- sulta la realizacién peculiar y expresa de la comprensién del ser que es en cada caso ya inherente al “ser ahi” y estd “viva” en todo “andar” con entes. Los entes que constituyen fenomenolégicamen- te lo previo al tema —aqui lo usado, lo que se encuentra en trance de produccién— se hacen accesibles en un sumirse en semejante “curarse de”. Rigurosamente tomada, es esta manera de hablar, sumirse, conducente a error; pues en esta forma de ser del “an- dar” que “se cura de”, no necesitamos precisamente sumirnos. EF] “ser ahi” cotidiano es ya siempre en este modo; por ejemplo, al abrir la puerta, hago uso del pestillo. El ganar el acceso fenome- noldgico a los entes que hacen frente asf, estriba mds bien en recha- LA MUNDANIDAD DEL MUNDO 8 zar las tendencias interpretativas que se adelantan constantemente y que encubren por completo el fendmeno de semejante “curarse de”, y a una con él y mucho mas los entes tal como hacen frente desde si mismos en el “curarse de” para éste. Estos fatales yerros resultarén claros, si ahora por seguir la investigacion pregunta- mos: gqué entes deben ser tema previo y tomarse por base feno- ménica previa? Se responde: las cosas, Pero quizd con esta respuesta com- prensible de suyo se ha errado ya la buscada base fenoménica previa. Pues con este Hamar a los entes “cosas” (res) se hace taci- tamente por anticipado una caracterizacién ontoldégica. El and- lisis que pasa de hacerse cuestién de tales entes a hacerse cuestién del ser da con el “ser cosa” y el “ser real”. La explanacién on- toldgica encuentra asi, al avanzar, caracteres del ser como la sustancialidad, la materialidad, la extensidn, la yuxtaposicién. .. Pero los entes que hacen frente en el “‘curarse de" son en este ser inmediatamente ocultos, incluso preontolégicamente. Llamando a las cosas los entes “‘inmediatamente dados” se yerra ontoldgica- mente, si bien énticamente sé mienta algo distinto. Lo que pro- piamente se mienta, permanece indeterminado. O bien se caracte- riza a estas “‘cosas” como cosas “dotadas de valor”. ;Qué quiere decir ontolégicamente valor? ;Cémo asir categorialmente este “do- tadas” y el correlativo “dotar"? Prescindiendo de la oscuridad de esta estructura del dotado de valor, gse ha dado con ella en el cardcter fenoménico del ser de lo que hace frente en el “andar” que “se cura de"? Los griegos tenian un adecuado término para “cosas”: xgdy- pata, esto cs, aquello con lo que se tiene que ver en el “andar” que “se cura de” (xodts). Pero dejaron ontoldgicamente en la oscuridad justo el cardcter especificamente “pragmitico” de los xodyjata’y los definieron “inmediatamente” como “seras cosas”. Nosotros Iamamos al ente que hace frente en el “curarse de” “til”. En el “andar” se encuentra uno con el util para escribir © el palillero, el util para coser o la aguja, el vitil para hacer algo o el instrumento, el util para caminar o el vehiculo, el util para medir o el instrumento de medida. Hay que poner de manifiesto la forma de ser del util. Se pone siguiendo el hilo conductor del previo acotamiento de lo que hace de un util un util, del “ser ual”, Un atil no “es”, rigurosamente tomado, nunca. Al ser del util es inherente siempre un todo de titiles en que puede ser este util que es. Un util es esencialmente “algo para...”. Los diversos 82 ANALISIS DEL “SER AHI modos del “para”, como el servir “para”, el ser adecuado “para”, el poderse emplear “para”, el poderse manejar “para”, originan una totalidad de utiles. En la estructura expresada con el “para” hay una “referencia” de algo a algo, EI fenémeno designado con este término tiene una génesis ontolégica que unicamente puede hacerse visible en los andlisis subsiguientes. Por el momento se trata de hacer caer bajo la mirada el fenémeno de un plexo de referencia. El util, respondiendo a su “ser util”, “es” siempre por la adscripcién a otro util: palillero, pluma, tinta, papel, carpeta, mesa, lampara, mobiliario, ventanas, puertas, cuarto. Estas “cosas” jamds se muestran inmediatamente por si, para luego Ilenar como una suma de cosas reales un cuarto. Lo que hace frente inmediata- mente, si bien no aprehendido tematicamente, es el cuarto, pero tampoco éste como lo “entre las cuatro paredes”, en un sentido espacial, géométrico, sino como util para habitar o habitacion. Partiendo de ésta se muestra el “arreglo” de la misma y en él el util “singular” del caso. Antes que este tiltimo es en cada caso ya al descubierto una totalidad de utiles, El “andar”, en cada caso hecho a la medida del util y lo unico en que éste puede mostrarse genuinamente en su ser, por ejem- plo, el martillar con el martillo, no aprehende este ente tematica- mente como cosa que se ofrece, y menos atin el usar sabe de la estructura de util en cuanto tal. El martillar no se limita simple- mente a tener un saber del caracter de util del martillo, sino que se ha “apropiado” este util como més adecuadamente no es posi- ble. En semejante “andar” usando se somete el “curarse de” al “para” constitutivo del util del caso; cuanto menos se mire como con Ja boca abierta la cosa martillo, cuanto mejor se Ia agarre y se Ja use, tanto mas original se vuelve el atenérselas a ella, tanto mas desembozadamente hace frente a ella como lo que es, como un util. El martillar mismo es el que descubre la especifica “‘maneja- bilidad” del martillo. A la forma de ser del util, en que éste se hace patente desde si mismo, la llamamos “ser a la mano”. Sdlo porque el util tiene este “ser en si” y no se limita simplemente a ofrecerse, es manejable en el sentido mis lato y “disponible”. El més agudo dirigir la vista al “aspecto”, sea éste o aquél, de Tas cosas, si es “no mis que” un dirigir la vista al “‘aspecto” de és- tas, no es capaz de descubrir lo “‘a la mano”. El simple dirigir la vista “teoréticamente” a las cosas carece de la comprensién del “ser a la mano”. Pero el “andar” manipulando y usando no es ciego, tiene su peculiar forma de ver, que dirige el manipular y LA MUNDANIDAD DEL MUNDO 83 le da esa especifica adaptacién a las cosas que posee, El “andar” con un util se somete al plexo de referencia del “para”, El ver de semejante ajustarse a las cosas es el “ver en torno”. La conducta “practica” no es “ateorética” en el sentido de la falta de vista, y aquello en que se diferencia de la conducta teo- rética no reside slo en que aqui se contemple y alli se opere, ni en que el operar, para no permanecer ciego, aplique el conoc miento teorético, sino que el contemplar es tan radicalmente un “curarse de” como por su parte el operar tiene su vista. La con- ducta teorética es un simple “dirigir la vista” que no “ve en tor- no”. Pero el “dirigir la vista” no por no “ver en torno” carece de toda regla: su canon se lo forma en el método. Lo “a la mano” ni es aprehendido teoréticamente, ni es ello mismo inmediamente tema “visto en torno” para el “ver en tor- no”, Lo peculiar de lo inmediatamente ‘‘a la mano” es el retraerse, por decirlo asi, en su “ser a la mano”, para ser justa y propiamente “a la mano”, Tampoco aquello cabe lo cual se detiene inmediata- mente el cotidiano “andar” son los utiles mismos para obrar, sino que es la obra, lo que hay que producir en cada caso, aquello “de” que primariamente “se cura” y por ende es también prima- riamente “a la mano”. La obra es lo que porta la totalidad de referencia dentro de la cual hace frente el itil. La obra que hay que producir es el “para qué” del mar tillo, del cepillo de carpintero, de la aguja, y en cuanto tal tiene por su parte la forma de ser del util. El zapato que hay que pro ducir es para portarlo, el reloj ya acabado para saber el tiempo. La obra que hace frente principalmente en el “andar” “curdndose de” —la que se encuentra en el trabajo— permite que en el “ser empleable” que le es esencialmente inherente cohaga frente en cada caso ya el “para qué” de su “ser empleable”. La obra encar- gada sélo es por su parte sobre la base de su uso y del plexo de referencia de entes descubierto en este uso. Pero no s6lo la obra que hay que producir es “empleable para. ..”, el mismo producir es en cada caso un empleo de algo para algo. En Ja obra hay al par la referencia a “materiales”. La obra es en referencia a cuero, hilos, agujas, etc. El cuero, a su vez, esta producido con picles. Estas se sacan de animales que son criados por otros animales. Los animales se ofrecen dentro del mundo también sin ser objeto de cria, y también en ésta se producen estos entes a s{ mismos en cierto modo. En mundo circundante también resultan accesibles, segiin esto, entes en si mismos no me- nesterosos de produccién, que siempre ya son “a la mano”. El 84 ANALISIS DEL “SER AHI" martillo, las tenazas, la aguja, “‘se refieren en si mismos a”, “son de” acero, hierro, bronce, piedra, madera. En el util usado es codes- cubierta por medio del uso la “naturaleza”, la ‘‘naturaleza” a Ja luz de los productos de Ja naturaleza. Pero la naturaleza no debe comprenderse aqui como Io “no més que ante los ojos”, ni tampoco como el “poder de Ja natura- leza”. El bosque es parque forestal, la montafia cantera, el rio fuerza hidrdulica, el viento es viento “en las velas’. Con el des- cubierto “mundo circundante” hace frente la asi descubierta “na- turaleza”. De su forma de ser “a la mano” puede prescindirse y descubrirsela y determindrsela a ella misma simplemente en su puro “ser ante Ios ojos”. Mas también a este descubrir Ia natura- Ieza le permanece oculta Ja naturaleza como aquello que “vive y crea”, nos sobrecoge, se apodera de nosotros como paisaje. Las plantas del botinico no son flores del camino, el “origen” geo- grafico de un rfo no es la “fuente soterrafia”. La obra producida no refiere sdlo al “para qué” de su “ser empleable” y al “de qué” del material de que sea, en los casos mas sencillos del trabajo manual hay en ella al par Ia referencia al portador y utilizador. La obra se corta a la medida de su cuer- po; él mismo “es” también en el nacer de la obra. Esta constitu- tiva referencia no falta, en manera alguna, en la produccién de articulos en serie; se limita a ser indeterminada, apunta a cuales- quiera, al término medio, Con la obra no hacen frente, segtin esto, solamente entes que son “‘a la mano”, sino también entes de la forma de ser del “ser ahi", para quienes viene en su “curarse de” a ser “a la mano” lo producido; a una con ello hace frente el mundo en que viven los portadores y consumidores, que es al par el nuestro, La obra “de” que “se cura” en cada caso no es “a la mano” solamente en el mundo doméstico del obrador, sino en el mundo publico, Con éste es descubierta y accesible a cada cual la naturaleza del mundo circundante. En los caminos, ca- Iles, puentes, edificios es al descubierto en determinada direc- cién la naturaleza por medio del “curarse de”. Un andén cubierto tiene en cuenta el mal tiempo; las instalaciones publicas de alum- brado, la oscuridad, es decir, la especifica alternacién de la pre sencia y la ausencia de la Juz del dia, la “posicién del sol”. En los relojes se tiene en cucnta una determinada constelacién del sistema del mundo. Cuando miramos el reloj, hacemos tdcito uso de Ia “posicién del sol”, por la que se leva a cabo la regulacién astronémica oficial de la medida del tiempo. En el uso del util Hlamado reloj, util “a la mano” inmediatamente y que no “sor- LA MUNDANIDAD DEL MUNDO 85 prende” es “co-a la mano” la naturaleza del mundo circundante. Es inherente a la esencia de Ja funcién de descubrimiento de todo absorberse “‘curandose de” en el inmediato mundo de obras, que segin la forma del abscrberse en él, los entes intramundanos “coaducidos” en la obra, es decir, en sus constitutivas referencias, resulten descubribles en un grado mds o menos expreso, en un pro- greso mas o menos amplio del “ver en torno”. La forma de ser de estos entes es el “ser a la mano”. Mas no debe comprenderse en el sentido de un mero “caracter de aper- cepcién”, como si a los “entes” que hacen frente inmediatamente se les imbuyesen semejantes “aspectos”, como si a una materia césmica en si “ante los ojos” se la “colorease subjetivamente” de este modo inmediatamente. Una exégesis de tal direccién pasa por alto que para ello seria necesario que los entes empezasen por ser descubiertos y comprendidos como puramente “ante los ojos”, para tener preeminencia y mando en la secuencia del “andar”, des- cubriendo y apropiandose, con el “mundo”. Pero esto pugna ya con el sentido ontolégico del conocimiento, que hemos mostrado es un modo fundado del “ser en el mundo”. El conocimiento procede, pasando primero por lo “a la mano” en el “curarse de”, a poner en libertad lo “no mas que ante los ojos”. El “ser a la mano” es la determinacién ontoldgica categorial de unos entes tales como son “en si”. Pero lo “a la mano” sdlo lo “hay” sobre la base de lo “ante los ojos”. ;Se sigue de aqui —una vez concedida tal tesis— que el “ser a la mano” esté fundado ontolégicamente en el “ser ante los ojos”? Pero aun cuando en el progresar de la exégesis ontoldgica se acredite el “ser a la mano” de ser una forma de ser de los entes descubiertos inmediatamente dentro del mundo; aun cuando hasta se deje de mostrar su originalidad frente al puro “ser ante los ojos”. zse ha ganado con lo expuesto hasta aqui la menor cosa para com- prender ontoldégicamente el fenémeno de] mundo? El mundo es algo que hemos “dado por supuesto” siempre ya en la exégesis de estos entes intramundanos. La mutua adicidn de estos cntes no da por suma Jo que se dice un “mundo”. ¢Habr4 un camino que conduzca del ser de estos entes a poner de manifiesto el fend- meno del mundo?! - 2 El autor debe advertir que desde el semestre de vinvierno de 1919-20 expuso repetidamente en sus cursos el andlisis del mundo circundante y en general la “hermenéutica de la facticidad” del “ser ahi”,

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