Está en la página 1de 3

CARTA AL SR. PRESIDENTE ALVARO URIBE VELEZ.

Cartagena Julio 19 de 2010

Respetado Señor Presidente:

Hoy después de siete meses de haber recuperado mi libertad por


una gran infamia que todavía el país espera saber de dónde
provino, le escribo estas cortas líneas con un profundo y terrible
dolor de patria por lo que quiero expresarle.
Le serví a mi país y a la ARMADA NACIONAL durante 36 años de
mi vida, entregando siempre lo mejor de mí, hasta cuando sin saber
porque, intempestivamente fui llamado a calificar servicios por
decisión del gobierno, teniendo una hoja de vida impoluta que me
permitió llegar al honroso grado de Almirante de la República, lo
que siempre aspira todo oficial de marina.

En el mes de abril del presente año, en audiencia concedida por


usted, le manifesté que yo jamás le había fallado a mi país ni a mi
institución. Le solicité que después de someterme a la justicia
durante 28 meses y demostrar mi absoluta inocencia, me permitiera
por mi HONOR MILITAR y la dignidad de mi familia, el reingreso
a la Armada al grado en el cual me correspondería, y yo procedería
después de unos días, y delante de todos los colombianos a pasarle
mi retiro en forma voluntaria.
Al mismo tiempo, le envié por escrito a usted y al Comandante
General de las Fuerzas Militares, mi solicitud de reintegro (anexo
copias).
Como respuesta a mis solicitudes, recibí del General Padilla un
concepto jurídico del Ministerio de Defensa.
De la Presidencia de la República, recibí un documento donde el
secretario jurídico informa que por ser competencia del Ministerio
de Defensa, la solicitud se envía allá. Entiendo y lamento que por
sus grandes ocupaciones, no tuvo tiempo de leer lo que le enviaba
un Almirante.
El día martes 13 de julio/10, recibo la comunicación del Ministro
Gabriel Silva, donde me manifiesta que después mi reintegro es
improcedente.
Créame señor Presidente que siento un dolor de patria muy grande,
al ver que lo que tanto valoramos e inculcamos a las nuevas
generaciones como lo es el HONOR MILITAR, no tenga ningún
merecimiento ante la parte política.

Creí profundamente por sus manifestaciones a la fuerza pública,


que usted conocía en toda la extensión de la palabra lo que significa
el HONOR MILITAR y la dignidad de una familia. En eso me
empeñé, en defenderlo y demostrarle a usted y a mis conciudadanos,
que un Almirante de la República jamás se prestaría para algo que
rayara con la ley.
Cuan equivocado estaba, soñando que lo que me habían inculcado
desde muy joven cadete, me sería respetado más aún al final de mi
carrera.
No acudí a las instancias judiciales, para tratar de recuperar lo que
infame e injustamente se me había arrebatado. Solo creí que el
gobierno que me había retirado por algo que creía necesario, ahora
al demostrar mi inocencia, en un acto de justicia, corrigiera el error
y acabara la infamia. Lamentablemente estos errores poca atención
merecen.
Al terminar su mandato, le manifiesto como colombiano y militar en
uso de buen retiro, éxito en su devenir político así como el
reconocimiento por hacer de nuestro país, una patria cada día
mejor.

Contralmirante ® GABRIEL ARANGO BACCI

También podría gustarte