Hoy después de siete meses de haber recuperado mi libertad por
una gran infamia que todavía el país espera saber de dónde provino, le escribo estas cortas líneas con un profundo y terrible dolor de patria por lo que quiero expresarle. Le serví a mi país y a la ARMADA NACIONAL durante 36 años de mi vida, entregando siempre lo mejor de mí, hasta cuando sin saber porque, intempestivamente fui llamado a calificar servicios por decisión del gobierno, teniendo una hoja de vida impoluta que me permitió llegar al honroso grado de Almirante de la República, lo que siempre aspira todo oficial de marina.
En el mes de abril del presente año, en audiencia concedida por
usted, le manifesté que yo jamás le había fallado a mi país ni a mi institución. Le solicité que después de someterme a la justicia durante 28 meses y demostrar mi absoluta inocencia, me permitiera por mi HONOR MILITAR y la dignidad de mi familia, el reingreso a la Armada al grado en el cual me correspondería, y yo procedería después de unos días, y delante de todos los colombianos a pasarle mi retiro en forma voluntaria. Al mismo tiempo, le envié por escrito a usted y al Comandante General de las Fuerzas Militares, mi solicitud de reintegro (anexo copias). Como respuesta a mis solicitudes, recibí del General Padilla un concepto jurídico del Ministerio de Defensa. De la Presidencia de la República, recibí un documento donde el secretario jurídico informa que por ser competencia del Ministerio de Defensa, la solicitud se envía allá. Entiendo y lamento que por sus grandes ocupaciones, no tuvo tiempo de leer lo que le enviaba un Almirante. El día martes 13 de julio/10, recibo la comunicación del Ministro Gabriel Silva, donde me manifiesta que después mi reintegro es improcedente. Créame señor Presidente que siento un dolor de patria muy grande, al ver que lo que tanto valoramos e inculcamos a las nuevas generaciones como lo es el HONOR MILITAR, no tenga ningún merecimiento ante la parte política.
Creí profundamente por sus manifestaciones a la fuerza pública,
que usted conocía en toda la extensión de la palabra lo que significa el HONOR MILITAR y la dignidad de una familia. En eso me empeñé, en defenderlo y demostrarle a usted y a mis conciudadanos, que un Almirante de la República jamás se prestaría para algo que rayara con la ley. Cuan equivocado estaba, soñando que lo que me habían inculcado desde muy joven cadete, me sería respetado más aún al final de mi carrera. No acudí a las instancias judiciales, para tratar de recuperar lo que infame e injustamente se me había arrebatado. Solo creí que el gobierno que me había retirado por algo que creía necesario, ahora al demostrar mi inocencia, en un acto de justicia, corrigiera el error y acabara la infamia. Lamentablemente estos errores poca atención merecen. Al terminar su mandato, le manifiesto como colombiano y militar en uso de buen retiro, éxito en su devenir político así como el reconocimiento por hacer de nuestro país, una patria cada día mejor.
La Criminalística Es La Disciplina Auxiliar Del Derecho Penal y Del Proceso Penal Que Se Ocupa Del Descubrimiento y Verificación Científica Del Delito y Del Delincuente