Capítulo III

Capítulo III
Fundación Base de Ejército

“Esperanza”
1952 – Diciembre – 2007
Fundador
El entonces
Capitan D. Jorge Edgard Leal
Autor: Edie Daniel Duré – Suboficial Principal ® Ejército Argentino
“Expedicionario al Desierto Blanco
En recuerdo del que fuera mi primer Jefe de

Base
Tte.1ro .Com. D. Adolfo Goetz
Base de Ejército Argentino “Esperanza”
E l Ejército Argentino seguía con el Plan Estratégico Antártico y erigía

nuevas construcciones cuidadosamente planeadas. En diciembre el año
1952, el entonces capitán D. Jorge Edgard Leal, instaló en bahía
Esperanza en el extremo norte de la Península, que se denomina
oficialmente “Tierra de San Martín” – un nuevo jalón de soberanía en la
que se utilizó la experiencia adquirida por el Ejército en la etapa inicial
cumplida en bahía Margarita.
Desde la base de Ejército “Esperanza”, se recorrió y reconoció un

extenso territorio, erigiendo refugios para protección de las riesgosas
patrullas que se desplazaban en invierno y verano siguiendo todos los
rumbos posibles, abriendo rutas, levantando cartografía, desentrañando lo
eternamente desconocido.
Fue una tarea ciclópea las de los patrulleros de nuestro

Ejército, topógrafos, mecánicos, conductores motoristas,
encargados de la Jauría, Jefes, Oficiales y Suboficiales, donde cada
uno, aportó lo suyo, con mucho sacrificio y dedicación.
En un operativo sin precedentes, en colaboración con nuestra

valerosa Fuerza Aérea Argentina, desde la Base “Esperanza”, los hombres
se aventuraron sobre las barreras de hielos de Larsen para fundar la Base
Conjunta “Teniente Benjamín Matienzo” y más tarde, el Ejército
cumplió el primero de sus largos viajes en la Antártida.
Ello ocurrió en pleno invierno, en el año 1962, una patrulla descendió

desde “Esperanza”, tras superar arduos y no pocos obstáculos, cruzo el
Círculo Polar y volvió a pasar la cordillera antártica para llegar hasta la
base San Martín, en esos momentos inactivada.
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Este grupo al mando del capitán D. Gustavo Giró Tapper demostró

que era posible la comunicación por tierra entre la base de Ejército
“Esperanza” y bahía Margarita. En esta bahía hostil a veces fue
imposible el relevo de las dotaciones de invernada y era necesario contar
con una vía de escape, aunque fuera a través de las montañas, a pesar del
frío y del viento que transforman en una cruel penuria cualquier viaje en el
Continente Blanco.
Fueron parte de esta hazaña antártica; (*)Teniente Oscar Roberto Sosa, Jefe
del Grupo Avanzado, Sargento Primero Roberto Humberto Carrión, topógrafo,
Sargento Ayudante Héctor Pablo Elgueta, encargado de jauría, Suboficial
Corvalan Silvano, Cabo 1ro Ramón Oscar Alfonzo, el siempre recordado
“Manco”, entre otros bravos y abnegados soldado de mi patria.
(Conociendo a la mayoría de los integrantes de la patrulla, digo que se podría

haber ido con ellos, ida y vuelta a la luna, en una noche oscura)
Algún día, y espero que no sea lejano, el pueblo de la Nación Argentina, debe
reconocer y perpetuar en el corazón de la ciudad de Buenos Aires, Corazón del poder
político y económico del país, la gran hazaña realizada por los Valientes “Patrulleros”
Antárticos. *) Para más información sobre esta intrépida y valerosa hazaña.
www.antartidapatrulla.com.ar
Sin embargo, el objetivo real estaba aún más allá, de tantos

trabajos. En verdad el Ejército quería llegar por tierra hasta el Polo
Sur. Contaban con la experiencia y con los medios, solo faltaba elegir
el camino.
Desde “San Martín” o desde “Esperanza” se consideraba poco

factible la realización de un viaje semejante.
Era necesario contar con un punto de apoyo más al sur y que no

presentara obstáculos naturales demasiado peligrosos.
“Había una sola posibilidad. Tener una Base sobre la barrera de los hielos
de Filchner, el fondo del mar de Weddell”...
Base “Esperanza” Año 1969
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Base “Esperanza” en la actualidad y con el Punto Nro. 5 del Proyecto del General Hernán Pujato
cumplido,
La de instalar una colonia de familia en la Antártida
Otras Actividades
Año 1969
Primera Patrulla
E Jefe de la base Tte. 1ro Adolfo Goetz, organizó una patrulla al

l
refugio cercano, como lo era el General Martín Miguel de Güemes,
-(63 º 30´ de latitud Sur, 57º10´ de longitud Oeste - a sólo 12 Km de
la base, e inaugurado en el año 1953 y reedificado el 15 de
septiembre de 1959). Esta patrulla tenía como fin reaprovisionar el
refugio y que sirviera como aprendizaje a los topógrafos novatos.
Sargento Primero de Comunicaciones Edie Daniel Duré y
Sargento de Infantería, Silverio Rodríguez
Los integrantes de la primera Patrulla: Cabo 1ro Carpintero Ramón Oscar “El
Manco” Alfonzo, Sargento Ayudante Topógrafo Roberto Humberto Carrión, Sargento
Primero de Infantería, Nicolás Suárez Nicolás, Sargento de Infantería, Topógrafo, Silverio
Rodríguez y el suscripto, Sargento Primero de Comunicaciones, Topógrafo Edie Daniel
Duré.
Allá, muy al fondo, y a la izquierda, la Bahía Dusse
Vuelo de Reconocimiento
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E l día 31 de enero, se realizó un vuelo de reconocimiento

topográfico en la zona del Cerro Olga, con un avión de La base
Conjunta Matienzo. Beaver PO3 de la FAA.
Integrantes de la comisión: Sargento Primero Topógrafo Edie

Daniel Duré, Sargento Topógrafo, Silverio Rodríguez, (a este amigo y
hermano antártico, el vuelo en la Antártida, lo trató un poco mal,
¡¡¡había que verle la cara!!!) Mecánicos Motorista, Sargento Domingo
Acuña y Mario Alberto Jerez y el Jefe de la base, Teniente Primero
Adolfo Goetz, sobrevolaron la parte norte de la península de Taborín,
la base General Bernardo O´Higgins de los chilenos. De vuelta a la
base se confeccionó el croquis de la ruta y el informe sobre lo visto
Segunda Patrulla
E l día 10 de febrero, siendo las 18,40 horas sale una patrulla con destino al Refugio
General Martín de Güemes, como primera etapa, Punto final, la península de
Taborín.
Integrantes de la patrulla, el jefe de la base Teniente 1ro Adolfo Goetz,

Sargento 1ro de Comunicaciones Topógrafo Edie Daniel Duré, El Sargento 1ro
Infante Nicolás Suárez, el Señor Juan José Fernández, Geodesta, del “Servicio
Internacional de la Hora”, el Sargento Silverio Rodríguez, Topógrafo, el
Sargento Mecánico Motorista Mario Alberto Jerez.
De izquierda a derecha: Sargento

Silverio Rodríguez, Sargento
Primero Edie Daniel Duré
A las 21,30 horas

se arriba al refugio, se
limpió y se acondicionó y
se dedican a observar
sobre la cartografía de la
zona, los trabajos a
realizar con
posterioridad.
A las 09,00 horas,

del día siguiente, 11 de
febrero, se sale a explorar y ubicar la zona donde va a ser colocados los
pilares de azimut, que materializaran los puntos trigonométricos, que se
tendrán que determinar en una patrulla futura.
18,00 horas imposibilitado de seguir, por la falta de visibilidad,

acampan. El Tte. 1ro Goezt y Suárez en una carpa, Rodríguez y el
señor Fernández en otra, y Duré con Jerez (1)
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(1)Deseo narrar una vivencia simpática, pero no por ello menos

importante.
“Instalado en la carpa con el Sargento Jerez, le pregunto a éste, si

sabía cocinar. Me mira como si hubiera dicho alguna palabra
inconveniente, cómo si le hubiera preguntado, si vio un plato
volador, yo, tampoco lo sabía hacer, salvo algunas pequeñas
menudencias, que para el caso no servían (bife a la plancha, puré
y el consabido mate cocido con leche, todo un vasto menú, que no
tenía cabida en las patrullas de nuestra Antártida).
Así que juntamos habilidades que no teníamos y juntos

elaborábamos unos raros mejunjes, que devorábamos con mucho
apetito. Por supuesto los integrantes de las otras carpas, nunca se
enteraron, porque sino, quien los aguantaba con las chanzas a las
que nos veríamos sometidos.”.
Es muy importante que los futuros patrulleros antárticos,

sepan cocinar”.
Sargento Primero Edie Daniel Duré,

Teniente Primero Adolfo Goetz y Sargento Nicolás Suárez
15 de febrero. El viento amaina, lo que les

va a permitir levantar campamento y seguir
la marcha, a las 15,00 horas se levantan
carpas, se aparcan los distintos cajones de
patrulla y se inicia nuevamente la
navegación. Han pasado casi cinco días
parado por el temporal y las muy malas
condiciones meteorológicas.
20,00: Se llega a las inmediaciones en

donde debe ser colocado el pilar del punto
astronómico, pero como es zona muy
peligrosa, hay que escoplear
permanentemente y encordados hombres
con hombres o atados al vehículo.
Los vehículos siempre marcharon encordados, Ello se debía a

que la zona no era segura, el Teniente 1ro Adolfo Goetz, era un
experimentado antártico y como tal, tomaba todas las precauciones
del caso.
Estas Patrullas, si bien servirían para apoyo de la principal, que
se realizaría en pleno invierno, también lo eran de conocimiento para
los que por primera vez, pisaban el Continente Antártico, como lo
eran el Sargento Jerez, el Sargento Rodríguez y el Sargento
Primero Duré.
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Los veteranos, como el Jefe de la Base, el señor Fernández

del “Servicio Internacional de la Hora”, el Sargento Primero
Suárez, se ocupaban de transmitir, hacia los novatos, todos sus
conocimientos y experiencia en una docencia de carácter horizontal,
sobre el terreno. Ello, los obligaba a estar muy atentos a sus
enseñanzas y trataban de asimilar todos y estar preguntando siempre
sobre el particular.
Sargento Primero Edie Daniel Duré, Sargento Mario Jerez,

Teniente Primero Adolfo Goetz, y Señor Juan José Fernández
Estos compañeros de patrullas,

siempre estaban dispuestos de la mejor
manera posible, a satisfacer sus
preguntas y aclarar las dudas de los
inexpertos antárticos, que por cierto no
eran pocas.
16 febrero. O8, 00 horas se inicia

el recorrido para colocar el otro pilar del
punto trigonométrico, o pilar de azimut,
en otro cerro. El día amanece claro,
pero, ¿hasta cuándo? Dura poco el
entusiasmo a las 10,00 horas la
visibilidad es nula, cosa de no creer,
por supuesto, esta, era una expresión
de los que no conocían el carácter
cambiante de la Antártida.
Se desiste de colocar el pilar y se dirigen al Refugio Güemes,

que se encuentra al pié del Co. “Los Dos Juancitos”. La navegación
de se hace de rato difícil, esta “muy cerrado”, el primer Snot Cat, va
el Tte. 1ro Goetz y el señor Fernández y el Sargento primero
Nicolás Suárez, en el segundo Jerez, manejando, Duré de
acompañante y Silverio Rodríguez.
11,50 horas, llegamos al refugio, se descarga el material

sobrante y a las 13,00 horas parten rumbo a la Base.
Duración de la patrulla: 10 febrero a las 18,40 horas
hasta el día 16 febrero a las 16,00 horas.
Total: seis días.
Tercera Patrulla
Trineos Tirados por Perros
El día sábado 19 de julio, sale una patrulla adelantada con dos trineos
tirado por perros, comandada por el jefe de la Base, Teniente 1ro Cesar
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Veronelli, (quién había reemplazado al Teniente Primero Adolfo Goetz ,

que había sido evacuado a Buenos Aires, por problemas de salud.) El Cabo
1ro. Carpintero, Ramón Oscar Alfonzo conductor de trineo tirado por
perros. El Cabo 1ro Víctor Rodríguez, mecánico de radio y el Sarg.
Mecánico Motorista Gabriel Luque, para explorar la Bahía Dusse,
ya que con las temperaturas altas que se han dado en el Sector, los hielos
posiblemente se encuentren agrietados en la parte de mar congelado.
Ellos eran la avanzada que controlaría el estado de la ruta

hasta el Refugio "Cristo Redentor", (inaugurado el 25 de mayo de
1955, en coordenadas 63º33´ latitud Sur y 57º22´ de longitud Oeste),
que se encuentra en la margen opuesta de la Bahía "Dusse" y que
serviría de apoyo a otra patrulla pronto a salir.
Cuarta y Última Patrulla
E ldía 22 de Julio a las 08,25 horas sale una patrulla integrada por el
Sargento Primero Topógrafo Edie Daniel Dure, Jefe de
Patrulla, Sargento primero de Infantería, especialidad de
Inteligencia, Fernando Ángel Matéu, conducía el Snow Cat guía
como navegante. . Sargento Primero Mecánico Motorista
Carlos Eduardo Illanes, conducía el segundo vehículo,
acompañado por el Sargento de Infantería y Topógrafo
Silverio Rodríguez. Los vehículos llevaban
trineos de arrastre y víveres y combustible
para 60 días.
La Partida
E l día de la partida, se realizó como

estaba previsto, el 22 de julio de 1969, la
base, temprano cobró vida, los vehículos
estaban dispuestos para la marcha con
dirección al glaciar. Eran dos de los llamados
"Gatos de las Nieves", con su
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correspondiente trineo de arrastre, cargado con los elementos

necesarios para estar treinta días, realizando diversas tareas como
ya se mencionó, de geodesia Astronómica, se debían realizar
mediciones de estrellas en tres puntos diferentes de la helada
sábana blanca, que cubría la superficie de la “Tierra de San
Martín". El Cerro "Olga", El Cerro. "Bardas Coloradas" y otro
en la proximidad del Refugio "Cristo Redentor"
De izquierda a derecha:
Sargento de Infantería –
Topógrafo: Silverio Rodríguez.
Sargento Primero de
Comunicaciones – Topógrafo
Edie Daniel Duré
las A10,00
horas se arriba al
refugio Martín de
Güemes, 63°30´
Latitud Sur. 57°10´
Longitud Oeste.
Este refugio, bastión de la “Soberanía Argentina” en el Continente
Blanco, no se diferenciaría sustancialmente de los otros refugios que
encontrarían a lo largo de su marcha por la sabana helada de la
“Tierra de San Martín”.
Era pequeño, no más de doce o quince metros de superficie,

altura aproximada de dos metros a dos metros veinte centímetros,
cuadrado, constaba de un pequeño hall de entrada que servía de
cuarto de comunicaciones, cocina y estar. Ésta, se comunicaba con
un pequeño dormitorio que tenía tres pares de camas tipo cucheta. El
cielorraso, estaba cubierto por mantas cuarteleras, y el piso suponía
que sería de cemento, por que al momento de la visita el dormitorio
tenia pié de hielo de unos 20 cm, que nunca se pudo eliminar.
Esta pequeña construcción estaba recostada sobre la falda de

un pequeño cerro, que por supuesto y como no podía de ser de otra
manera estaba recubierta de nieve y hielo. Al Este, y
aproximadamente 2 Km se encontraba el Cerro "Bardas
Coloradas", se le llamaba así por sus piedras de un color rojo,
producido por el óxido de hierro que contenían. Posiblemente, sea un
reservorio de una fuente importante de mineral de hierro y otros.
Al sur, una extensa planicie que se comunicaba con la bahía

"Dusse", (63º32´ de latitud Sur y 57º15´ de longitud Oeste) Al
norte, pasando por la "Pampa del Colchón", el Glaciar y más allá
la "Base de Ejército Esperanza".
A este refugio, ya lo habían visitado en el plan de

práctica, mantenimiento y conocimiento de la zona circundante de la
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base, y lo habían acondicionado para esa oportunidad, con los

víveres renovados, combustibles y enseres varios.
Cruzan la bahía "Dusse", congelada, en su mayor parte por

hielo sólido en pleno invierno. Su ancho era de unos 25 km.
aproximadamente de ancho por 17 Km. aproximado de largo
(63°32´ Latitud Sur. 57°15´ Longitud Oeste)
Seguían las huellas dejadas por los trineos tirado por

perros. Previamente la patrulla anterior, había tenido la preocupación
de marcar la ruta, encontrando en la orilla de la bahía una grieta
enorme, donde según comprobaron se dio vuelta un trineo, sin
consecuencias, a las 15,05 horas llegan al refugio “Cristo Redentor”
con alguna tensión, ya que Matheu, metió un pie en una grieta y
quedó colgado, pudieron sacarlo con relativa facilidad.
Refugio “Cristo Redentor”
S e encuentran con la patrulla que los precedió en el refugio Inglés

“View Pöint”. Próximo a él se encontraba otro refugio Argentino;
el “Cristo Redentor”, (63°33´) Latitud Sur. 57°22´ Longitud
Oeste) en el cual, hicieron noche, junto a la patrulla de los trineos
con perros, al mando del Jefe de la base Teniente Primero Julio
César Veronelli, dando por finalizada la jornada.
Éste, no se diferenciaba del Güemes, su superficie era de

aproximadamente 12 mts2. Como se ve, era pequeño, el dormitorio
con las camas tipo cuchetas, cocina, unos poquitos muebles. El
piso tenia “Pié de hielo” de aproximadamente 20 cm, duro como
la roca granítica. Su alacena estaba completa de víveres y tambores
de combustibles en sus inmediaciones.
Rumbo 240° Sur – Oeste
A Las 10,15 hs, ingresan en la cuesta "Paso Obligado"

manteniéndose muy atento. La zona en la que se movían o
navegaban, era mala, algunas grietas se insinuaban y eso los
tenían preocupados, de tal manera que los vehículos avanzaban a
paso de hombre, una suave pendiente ascendente se empezaba a
manifestar, lo que hacía que el esfuerzo, fuera mayor.
No se observaban grandes montañas rocosas, con sus

imponentes picos nevados, como se podría suponer al estar
navegando por esa zona cordillerana de la Antártida, y no se
observaban, porque todas estaban cubiertas totalmente de nieve y
les permitía ascenderlas y descenderlas sin problemas con los
vehículos, esta nieve acumulada y dura, era una especie de rampa
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que permitía el desplazamiento de los fabulosos “Gatos de las

Nieves”
.Solidaridad Antártica
(De mi Diario personal)
“H abía reemplazado al Sargento Rodríguez, -mi muy estimado amigo - en la

tarea de escoplear, ya que era zona muy peligrosa, las grietas estaban por
doquier. Al tomarme un respiro, dirijo la vista al frente, serian como las trece horas,
llevábamos varias horas de marcha, era mi intención llegar con la patrulla hasta el
próximo refugio "Abrazo de Maipo", (63º27´ latitud Sur y 57º30´ de longitud
Oeste, fundado el 7 de septiembre de 1967) para hacer noche, armar las carpas,
acondicionar los vehículos y preparar la cena, la única comida del día, aparte del
desayuno”.
“Como decía, dirigí la vista en la dirección de la marcha, observando

fascinado lo imponente del paisaje, (Y sin descuidar las grietas, que eran enormes) y
allá a lo lejos, casi al final del Cerro "Puntilla", observé unas "morenas", y en sus
inmediaciones unos puntos que se movía”.
“Seguimos nuestro camino, atento siempre a él, pero sin dejar de

observar el horizonte”. “Serian como las catorce horas, el sol lentamente empezaba a
desaparecer, tras el imponente cordón montañoso. Allá a los lejos, nuevamente los
puntos que se mueven, ya no tengo dudas, la visión con los prismáticos me lo
confirma. Son personas.
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Parece otro planeta. No, otro lugar del planeta
Comunico al resto de la patrulla lo que he visto, tratamos en lo posible de

apurar el paso. A medida que avanzábamos, apreciamos con más nitidez el contorno
de las figuras sobre el faldeo de la montaña”.
“Patrulla Argentina, no podía ser, éramos los únicos fuera de la base, aparte de
la “Patrulla Nro. 1”, al mando del Tte. 1ro Cesar Veronelli, que había quedado en el
Refugio “Cristo Redentor”.
Tarea de
rescate de
un Snow-
Cat de la
base
Chilena
“A medida que nos Íbamos acercando, divisamos un grupo de hombres,

uniformes marrones, los nuestros eran de color naranja, gesticulaban, se movían
inquietos alrededor de lo que parecía un arco y dirigían la vista en nuestra dirección.
Ellos también nos habían visto, y a no dudarlo, se estarían haciendo las mismas
preguntas que nosotros”.
“Me daba la sensación que también a ellos, les extrañaba nuestra presencia”.
“Estaban reunidos, alrededor de una “pluma”, construida con pesados

maderos y aparejos, esperando nuestro arribo. Nos recibieron con expresiones de
alegría y bienvenida. Cuatro integrantes de la Base del Ejército Chileno Bernardo
O'Higgins”.
“Después de las presentaciones de rigor, nos enteramos del motivo de su

presencia en ese lugar - que por otro lado, estaba a la vista - un vehículo O Km con su
trineo de arrastre "fondeado” en una grieta profunda que posiblemente llegaría hasta
el "infierno" y el vehículo había quedado suspendido de un puente o balcón de hielo
que tenia la grieta, que era de la que se denominan tipo “copa”, ancha arriba, y
angosta abajo”.
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“Se encontraban distantes aproximadamente treinta Km. de su Base.

Trataban de sacar en la forma más rudimentaria, músculo y algunos aparejos. Un
vehículo con su trineo de arrastre que se había "fondeado" en una grieta tipo "copa",
(ancha en la boca, angosta en el fondo) hacía aproximadamente dos meses
atrás”.
Co. Olga. Puesto de

Observación
“Sin perder más tiempo,

porque la noche avanzaba y
debíamos aprovechar la poca
luz del día que aún quedaba,
disponemos ayudarlos, y nos
pusimos mano a la obra,
sacamos las cuerdas, las
atamos a los dos vehículos
nuestros y con mucho
entusiasmo y no poco esfuerzo,
liberamos el "Snot Cat" O Km.
Que estaba más próximo a la
superficie, y que esa invernada estrenaban los hermanos chilenos”.
“La noche se había hecho dueña del lugar, y a pesar de que la señora luna
nos proveía de bastante luz, porque se reflejaba en la brillante superficie cubierta de
hielo y nieve, decidí, previa consulta con el resto del grupo, dejar la tarea para el día
siguiente".
“En el transcurso de la tarea de rescate, nos enteramos, de que estaban

acampando al otro lado de la montaña, distante varios kilómetros y que el traslado de
la pluma, elementos de dormir, víveres y combustibles, habían sido traslados
cargado en un trineo "banana" y a pie, por ello nos sorprendía no ver otro vehículo”.
Vivac al pié del Co “Olga” – Antartandes - al fondo y a la izquierda Portillo que comunica con la
ruta que lleva a la base O
´Higgins del Ejército Chileno.
En caravana nos
dirigimos al campamento
base de los chilenos, en
el que se encontraba su
jefe el Capitán Carvacho
Stiner y un Suboficial
enfermero, quiénes se
sorprendieron al ver tres
vehículos regresar, dado
que el capitán había
ordenado recuperar el
fondeado.
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Luego de las presentaciones de rigor, armamos campamentos y nos

dispusimos a preparar nuestra única comida diaria y hacer “sobremesa” con los
camaradas y nuevos amigos chilenos.
A primera hora del día siguiente, nos dirigimos nuevamente al lugar en donde
había quedado el trineo de arrastre, acompañado por los camaradas antárticos
chilenos, y logramos sacarlo de esa prisión de hielo a la que estaba sometido, con
bastante esfuerzo, La patrulla chilena nos acompañó hasta nuestro lugar de trabajo el
Co “Olga”.
“La alegría y el agradecimiento demostrado por nuestros camaradas

antárticos Chilenos, compensaron con crece nuestro esfuerzo”.
“Nos sentíamos reconfortados, haber podido ser útiles a nuestros

semejantes en aquellas desoladas latitudes, ello, colmaba nuestras humildes y más
sanas aspiraciones”.
“Los chilenos tenían su Base distantes aproximadamente 30Km de nuestro

Vivac, al pie del Cerro.
Olga, y sorteando las
inclemencias del tiempo y
los enormes peligros que
significaba ese recorrido,
que con buen tiempo
puede resultar una
agradable jornada, caso
contrario, muchos días, si
hubieran sido sorprendido
por alguna tormenta de
nieve, o blanqueo, tan
común y sorpresivas en
las patrullas.
Algo de nieve había caído, los víveres y los combustibles, estaban en los trineos de arrastre
¡¡¡Qué tal el freezer!!!
“Quizás el compatriota que no está familiarizado con el humor cambiante de
esta hermosa niña que se llama Antártida”, crean que peco de exagerados, pero los
camaradas antárticos y en especial los esforzados Patrulleros, sí, saben y
comprenden a lo que me refiero-”
Nos visitaban y nos manifestaban su aprecio y amistad, aparte de

obsequiarnos con víveres de su muy nutrida alacena, en la que predominaban los
frutos del mar y algunas otras delicias, como los exquisitos productos de las viñas
chilenas.”
Momentos previos a la partida, el clima no muy favorable del cerro Olga, les
daría una furiosa despedida a los integrantes de esta patrulla del Ejército Argentino,
perteneciente a la dotación de la base “Esperanza”.
De mi Diario Personal
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“Se finaliza la observación geodésica con todos los programas de lecturas de

estrellas, ha comenzado a soplar a la 01,00 horas un fuerte viento, y cada vez es más
fuerte, razón por la que la lecturas se prolongaron más de lo previsto, tomamos un
poco de café caliente, que buena falta nos hacía y seguimos con el trabajo de levantar
campamento, el viento incrementa su velocidad según pasan los minutos, el
“vientómetro” (aparato para medir el viento y que nunca me acostumbré a llamarlo
como corresponde, en razón de llamarlo mal) , la aguja golpeaba con fuerza al final de
la escala que medía 320 km/h, los cristales de hielo al golpear en la cara y la vista
lastiman y producen un dolor lacerante.
El piso de la carpa que era de madera y esterillas de maderas, invento de

Carrión y el Manco Alfonso para que pudiéramos estar un poco mejor, a pesar de
tener peso encima, una ráfaga lo arrebato de nuestras manos cuando estábamos
aparcando sobre el trineo, voló por el aire como si fuera una pluma y en segundo
desapareció de nuestra vista.”
Esta patrulla, continuó con su misión, llegó al Cerro Olga

el día 25 de julio y estuvo en él hasta el día 25 mes de
agosto, a las 11.45 horas, en que la patrulla se dirige rumbo
al refugio General Martín de Güemes totalizando un total de
31 días.
Soportando muy bajas temperaturas, temporales,

roturas de carpas, “dispersión de instrumentos, más allá de
los 200 metros”, blanqueos, vientos con ráfagas superiores a
los 320 Km por hora, y toda la gama de inclemencias
meteorológicas que nuestra querida Antártida tiene a su
disposición y en ese sentido, fue muy generosa, “Les tiró con
todo”.
Regresaron por el Cordón montañoso del Monte Taylor, -

ya que por lo avanzado de la época, no se podía cruzar
nuevamente la bahía “Dusse”-, lo que permitiría tomar la
misma ruta a la inversa, hacía el refugio Güemes, ésta, se
observaba desde lo alto de la cordillera muy “gomosa” o con
manchas de “agua nieve” en su superficie. Por lo que deciden
tomar otra ruta de alternativa y que los lleve al refugio
“Independencia” y de ahí al refugio Güemes.
Después de soportar un fuerte temporal que los

mantuvo detenidos 3 días, lo que les imposibilitaba encontrar
la ruta apropiada para el regreso, e impedidos de cruzar un
campo de enormes grietas y armar carpas, (dormían en las
cabinas de los “Snot – Cat”, que por supuesto, muy cómodas
no son).
Llegan al Refugio “Independencia Argentina”, (63º27´

de latitud Sur y 57º10´ de longitud Oeste) el día 28 de agosto
a las 13,00 horas.
47
De mi Diario Personal
“Hs. 11,45, emprendemos el regreso al refugio Güemes, no es posible

realizar el mismo camino de vuelta, ya que la bahía se observa desde lo alto
muy peligrosa, grandes manchas oscuras que denotan agua nieve sobre su
superficie, por las altas temperaturas que se han venido dando y también por lo
avanzado de la fecha, trataremos de ir por Continente a través del cordón
montañoso del Monte Taylor y llegar al refugio Independencia y de ahí al
Refugio Güemes. Y si el tiempo lo permite llegar en una sola jornada.
Matheu, hace de navegante. Rumbo 90º (E) no puede encontrar el paso

y fuimos por otro lado, 16,30 horas. Pasamos una grieta madre, casi nos
quedamos fondeados.
Convencido de que erramos el camino, iniciamos el regreso para

retomar el camino y no fue posible sortear esa enorme grieta que encontramos,
se pusieron los tablones pasa grietas, pero fue en vano.
El vehículo guía, - el mío -, con Matheu de chofer, metió todo el pontón

derecho delantero dentro de la grieta. 18,30 horas Gracias a Dios pudimos
sacar el vehículo de la grieta y decidimos pasar la noche en ese lugar ya que
era zona muy peligrosa y esperar que el tiempo mejore para buscar un paso y
salvar la grieta.
El tiempo no nos dio tiempo para armar carpa, así que dormíamos en los
vehículos. Ilianes se acomoda en la cabina y yo en la parte trasera, después de
tomar algo caliente (sopa y café). Nos encomendamos a Dios (un amigo
infaltable de todo patrullero) y nos dormimos, cada cual como pudo, ya que
estábamos muy cansados”
26 de agosto, el temporal sigue, parece que esta niña bonita, que se

llama Antártida, piensa seguir golpeándonos, por tratar de abandonarla, la
abandonamos, es cierto, pero no la olvidamos. Siempre estará en nuestros
hermosos recuerdo, como algo importante de nuestras vidas.
27 de agosto: Nos comunicamos con la base, después de 7 días de

silencio de radio. 18,30 horas, salimos del cerro Malón, Con la ayuda de Dios,
pudimos salvar esa enorme grieta que nos tenía inmovilizados. Millas
recorridas 18.326 – rumbo 90º, navegamos con luna llena y viento con nieve
de arrastre, se avanza despacio, zona muy peligrosa, 24,00 horas, el viento
sopla cada vez más fuerte.
28 agosto: 01,30 horas, detenemos la marcha, imposible seguir estamos

en un alto y no podemos orientarnos, escopleamos la zona y se hace muy
gravoso en el esfuerzo físico. Nos refugiamos en los vehículos hasta que
calme el viento, si es que calma.
Después de comer bastante mal y también mal dormidos, seguimos la

marcha a las 08,00 horas y con la luz del día podemos gozar del imponente
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espectáculo de la Madre Naturaleza, que pone al alcance de nuestras manos,

vista y espíritu.
Estamos como a 1.000 mts. Sobre el nivel del mar, se ve la bahía con
todas sus grietas, todas las islas que las circundan, todos los cerros, algunos
cubiertos por los hielos eternos. Es hermoso, con lo visto, me doy por
satisfecho.
Seguimos avanzando, descendiendo una pendiente de 45ª, y ahora

recién empieza el baile, las grietas vistas hasta ahora, son un “poroto”,
comparadas con estas que tenemos una casi al lado de la otra, cortando el
faldeo en forma transversal y de cuatro a seis metros de ancho y a 20 metros
una de otra.. Esperemos que los puentes estén sólidos.
Cordón
Montañoso del Monte
Taylor, a mi derecha y
hacia abajo, en la
proyección de mi
sombra se observa un
campo de grietas, que
fue sorteado con éxito,
con destino al refugio
Independencia
Escoplo atado con una gruesa cuerda al vehículo guía, salto,

golpeo, y en cada acción me rezo como cincuenta Ave María, (menos
mal que la Santa Madre de Dios, siempre me ha dado una mano).
Todos están atentos, con los nervio de punta, para actuar en
consecuencia.
Siempre pensaba que en el próximo salto pasaba de largo.

Para avanzar 8 km. Demoramos como 5 horas. Pasamos un pequeño
hoyo y se abre la “madre de todas las Grietas” que pudimos
verla, el vehículo de atrás, quedó parado imposibilitado de seguir por
el mismo camino, cruzó más a la izquierda.
Seguimos escopleando con este buen amigo topógrafo, y

hermano antártico, como siempre lo recuerdo, Silverio Rodríguez,
para que los vehículos puedan avanzar con margen de seguridad.
El hielo está pelado, no hay nieve y es una cuesta muy

pronunciada, cuesta mucho avanzar, ya que nos caemos
constantemente.
49
Gracias a “Nuestro Señor” pudimos llegar al refugio

“Independencia”, sin problemas, siendo las 13,00 horas del día 28
de agosto. – Millas recorridas 18.345. Sopla un viento muy fuerte.
Luego de descansar y revisar el refugio seguimos para el

Refugio General Martín de Güemes, llegando a las 14.15 horas.
Millas recorridas 18.366. Y ahora con la satisfacción del deber

cumplido como dice un buen soldado, no distendemos y nos
disponemos a bajar los materiales, aparcarlos, acondicionar el
refugio, hacer una buena cena (única comida del día del patrullero) y
a dormir en cama, después de estar durmiendo a la intemperie
cuarenta y cuatro días.”
He querido volcar esta experiencia en los Hielos Eternos,

para que los ciudadanos de la patria que tengan acceso a este
escrito, sepan a los peligros que se ve sometido el Patrullero
Antártico del Glorioso Ejército Argentino, cuando se
encuentra de patrulla.
Edie Daniel Duré
Los integrantes de la patrulla, continuaron hasta el Refugio

“General Martín de Güemes”, para completar su plan de observaciones de
geodesia astronómica y determinación de otros puntos trigonométricos
por medios de mediciones de estrellas en cerros adyacentes de la zona.
Siendo los integrantes de la patrulla en esa segunda oportunidad,
Sargento Primero Edie Daniel Duré – Jefe de Patrulla, Topógrafo,
Sargento Silverio Rodríguez – Topógrafo y Sargento Conductor Motorista
Mario Alberto Jerez.
Los Sargento Primeros Ángel Matheu y Carlos Illanes, fueron

relevados al llegar al Refugio Martín de Güemes, el día 5 de septiembre de
1969
La patrulla regresa a la base de Ejército “Esperanza”

El día 31 de octubre a las 10,00 horas,
Con la satisfacción del Deber Cumplido,
Completando el Sargento Primero de Comunicaciones – Topógrafo –

Edie Daniel Duré y el Sargento de Infantería – Topógrafo – Silverio Rodríguez,
“Ciento un día fuera de la misma y con varios kilos de menos”.
Dotación Base de Ejército “Esperanza” Año 1969

50
A la izquierda Subof My I José

González. Encargado de base.
A la derecha, una persona que fue

y es, el sinónimo del Patrullero
Antártico. Héroe del Polo Sur.
Caminador incansable de nuestro
“Territorio Antártico Argentino”.
Morador de todas las bases
antártica. Muy buen amigo, muy
buena persona, ejemplo que
traspasa los límites del tiempo.
Las generaciones venideras de

antárticos, que tomen la posta,
para Reafirmar Nuestra
Inclaudicable Soberanía, lo
recordaran como:
Cabo 1ro Carpintero Ramón Oscar

Alfonzo, a quién todos los antárticos recuerdan con cariño como el
“Manco” Alfonzo.
¡¡¡¡Manco Alfonzo!!!! muy buen amigo, mejor camarada, una leyenda antártica,
difícil de superar por antártico alguno
51
Dotación Fundadora Base de Ejército

“Esperanza”
Año 1952
Capitán de Caballería. Jorge Edgard Leal

Jefe de Base
Capitán de Infantería: Héctor Manuel Benavides
Teniente de Infantería: Carlos Néstor Bulacios
Sargento Ayudante de Infantería: Alberto Benicio Balegno
Sargento Ayudante de Infantería: Pedro Nicanor Ramos
_______________________________________________
Primer Intento de Conquistar el Polo Sur
Sin embargo, el objetivo real estaba aún más allá de tantos trabajos. En
verdad el Ejército quería llegar por tierra hasta el Polo. Contaban con la
experiencia y con los medios, solo faltaba elegir el camino.
Desde San Martín o de Esperanza se consideró poco factible la realización de

un viaje semejante.
Había una sola posibilidad. Tener una Base sobre la barrera de Filchner, en el
fondo del mar de Weddell...
Se contaba con el flamante rompehielos “San Martín” y el Ejército disponía

del material humano adecuadamente preparado para la actividad polar... Y en esta
actividad antártica, reaparece el General D. Hernán Pujato, listo para cumplir su viejo
sueño.
52
En la actualidad la base Esperanza, custodia del ecosistema, es la puerta

de entrada a la “Península Antártica”, facilitando su penetración,
reconocimiento y exploración a lo largo de sus costas oriental y occidental
como de sus islas adyacentes; permite la interconexión antártica por modo
terrestre, aéreo y marítimo.
Es un área de especial atractivo científico y se ha convertido en un

singular atractivo turístico. Cada verano se incrementa el número de turistas
de todo el mundo que visitan la base.
Base del Ejército Argentino “Esperanza”
53
Con mi querido amigo y hermano antártico el Sargento de Infantería – topógrafo
Silverio –Pichichú – Rodríguez
Como si supiéramos. Él, con el bombo, yo, con la guitarra.
Hermanados aún, para hacer “Circo”
54

Capítulo III - Fundación Base Esperanza - 1

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Capítulo III - Fundación Base Esperanza - 1

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Fundación Base de Ejército

En recuerdo del que fuera mi primer Jefe de

E l Ejército Argentino seguía con el Plan Estratégico Antártico y erigía

Desde la base de Ejército “Esperanza”, se recorrió y reconoció un

Fue una tarea ciclópea las de los patrulleros de nuestro

En un operativo sin precedentes, en colaboración con nuestra

Ello ocurrió en pleno invierno, en el año 1962, una patrulla descendió

Este grupo al mando del capitán D. Gustavo Giró Tapper demostró

(Conociendo a la mayoría de los integrantes de la patrulla, digo que se podría

Sin embargo, el objetivo real estaba aún más allá, de tantos

Desde “San Martín” o desde “Esperanza” se consideraba poco

Era necesario contar con un punto de apoyo más al sur y que no

Base “Esperanza” Año 1969

La de instalar una colonia de familia en la Antártida

E Jefe de la base Tte. 1ro Adolfo Goetz, organizó una patrulla al

Allá, muy al fondo, y a la izquierda, la Bahía Dusse

E l día 31 de enero, se realizó un vuelo de reconocimiento

Integrantes de la comisión: Sargento Primero Topógrafo Edie

Integrantes de la patrulla, el jefe de la base Teniente 1ro Adolfo Goetz,

De izquierda a derecha: Sargento

A las 21,30 horas

A las 09,00 horas,

18,00 horas imposibilitado de seguir, por la falta de visibilidad,

(1)Deseo narrar una vivencia simpática, pero no por ello menos

“Instalado en la carpa con el Sargento Jerez, le pregunto a éste, si

Así que juntamos habilidades que no teníamos y juntos

Es muy importante que los futuros patrulleros antárticos,

Sargento Primero Edie Daniel Duré,

15 de febrero. El viento amaina, lo que les

20,00: Se llega a las inmediaciones en

Los vehículos siempre marcharon encordados, Ello se debía a

Los veteranos, como el Jefe de la Base, el señor Fernández

Sargento Primero Edie Daniel Duré, Sargento Mario Jerez,

Estos compañeros de patrullas,

16 febrero. O8, 00 horas se inicia

Se desiste de colocar el pilar y se dirigen al Refugio Güemes,

11,50 horas, llegamos al refugio, se descarga el material

Total: seis días.

Veronelli, (quién había reemplazado al Teniente Primero Adolfo Goetz ,

Ellos eran la avanzada que controlaría el estado de la ruta

Cuarta y Última Patrulla

E l día de la partida, se realizó como

correspondiente trineo de arrastre, cargado con los elementos

Era pequeño, no más de doce o quince metros de superficie,

Esta pequeña construcción estaba recostada sobre la falda de

Al sur, una extensa planicie que se comunicaba con la bahía

A este refugio, ya lo habían visitado en el plan de

base, y lo habían acondicionado para esa oportunidad, con los

Cruzan la bahía "Dusse", congelada, en su mayor parte por

Seguían las huellas dejadas por los trineos tirado por

Refugio “Cristo Redentor”

S e encuentran con la patrulla que los precedió en el refugio Inglés

Éste, no se diferenciaba del Güemes, su superficie era de

Rumbo 240° Sur – Oeste

A Las 10,15 hs, ingresan en la cuesta "Paso Obligado"

No se observaban grandes montañas rocosas, con sus

que permitía el desplazamiento de los fabulosos “Gatos de las

(De mi Diario personal)

“H abía reemplazado al Sargento Rodríguez, -mi muy estimado amigo - en la

“Como decía, dirigí la vista en la dirección de la marcha, observando

“Seguimos nuestro camino, atento siempre a él, pero sin dejar de

Parece otro planeta. No, otro lugar del planeta

Comunico al resto de la patrulla lo que he visto, tratamos en lo posible de