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% Amtoreca ROMANICA HISPANICA RAFAEL) LAPESA Dba rox DAMASO ALONSO Til, MANUALES, 45 HISTORIA DE LA LENGUA ESPANOLA PROLOGO DE RAMON MENENDEZ PIDAL & BIBLIOTECA ROMANICA HISPANICA EDITORIAL GREDOS SCOCOOO OOH OOOOH SOO SO OOOOOOOOOCE ©. RAFAEL LAPESA, 168, EDITORIAL GREDOS, §. A, ‘Stachee Pacheco, 8, Madrid, Espasa Nove tees, marzo de T58 ISBN 84249-00725, Riitica ISBN 84249.00734, Tela, Grafean Condor, S.A, Sénchce Pachee, 8, Madr, 158.— S08, star Ala memoria de don Tomds Navarro Toimds, maestro muy querido, Por cuya iniciativa escribt fl primer esboro de este libro. PROSOSHSHOHOHH OHHH SOHHOHHOOOEHHHOHOOLOO COcoeccoccvcccces: PROLOGO > La historia de le lengua espaftota ha sido ya objeto de ‘obras muy valiosas, a las que se viene a sumar, muy bien venida, ésta del senor Lapesa, sin asomo de conflicio entre ellas, Cada una busca su interés én campos muy diferentes, ‘ues la historia de un idioma se puede concebir y se ha con cebido bajo planes mds diversos que cualquier otra historia, debido a la vaguedad con que se ofrece la cronotogla de le evolucién lingilstica, y, por consiguiente, las multiples ma eras posibles de considerar y combinar el estudio de los elementos gramaticeles y estilsticos, ora tradicionales, ora individuates, que es preciso considerar. EI plan que el sefior Lapesa adopta es sencllo y claro, lademds de ser convententemente comprensivo. Toma como hita conductor ta historia externa del idioma expefiol, y sinul- tdneamente, a traves de ell, expone la evolucian interna gra- matical y Iéxica. El lector profano (pues el libro no quiere ser sdlo guia para tos que buscan la especlalieacton) no tro- pieza con capltulos de pura técnica gramatical,y, sin embargo, se inicia en esta técnica, encontréndola bajo forma fact, di lwida en fa exposicién de las vicsitudes mas generales por que idioma atraviesa. Otra eualidad principal que mds puede desearse en un libro de esta indole es ta de reflejar con precision el estado 2 Historia de ta lengua espasiola de tas estudios referentes a tas euesttones tratadas. Bl sefor Lapesa logra este mérito plenamente. No sélo conoce la bi- Dliografia del vasto tema, sino que para manejarla le dan articular aptitud sus trabajos personales, publicados en ta ‘Revista de Filologla Espaiolas, y su préctica en la enseflan- 4, siempre concebida dentro de una aspiracién @ difundir el rigor de los métodos cientficas. Ast, puntos tan complica- dos y diftciles como la sicuacién del lain hispano dentro de lq Romania 0 el desarrollo preliterario det espaol primi tivo, se hallan trazados con todo aclerto bajo los aspectas mds esenciales que pueden hacerse entrar en una Breve his: toria También merece aplauso ta idea de ensanchar el estudio lingstico con et de tos principales estilos literarios. En ta descripcidn de ést0s hallamos ta oportunidad de observacién que nos promettan anteriores trabajos especiales del autor, ——=cotio.su hermoso. estudio consagrado-al.P.-Ribadeneyra, Esperamos que este libro, que sabe decir lo sustanctal sabe decirlo bien, contribuya a difunclir conocimientos tin- Billsticos a que tan poca atencién suele concederse R. Menenoe2 Proat (Madrid, 1942) ADVERTENCIAS PRELIMINARES ‘A EDICIONES ANTERIORES La pretente obra ha sido carta con el deseo de ofrecer, forma compendlada, ona visiin histriea de Ia constituciin y detarollo de Jn lengua expafala como refejo de nuestra evolulén cultural. Dirjo ‘a Intento a todos euantos se Ioteresan por tat custlones flava al fiom, Inclute a lor no expeciliados. Por exo mo he eslorzada. en tatiafacer in eslgenclas dal rigor clentiico sin sbandanar el tone de BL lecfor advertid en Gis Hurcraas_y extenae tapas) en parte eran imputabes al autor; en parte obedecen-a que muchos extras fe hallan asi Inexplorados, Con todo, he eeldo til adelanta sat Sosquelo, eeperando que sur defector sean estilo pare otos faves Mentor constante de mi trabajo han sido las obras de don Ramin Menénder Pidal y de Tos macstro procedentes de su eacutlflldgicn Deo rientacion y sugerenciag a lor Ibrox, 72 clisios, de Kart Vossler, Frankreichs Kult und Sprache, y W. von Wartburg, voir Hon e structure deta longue frangzse, We terido muy en cueete The Spanish Language, de W-1. Entwistle (Landon, 1936) la Iniiacton a ‘studio dele Historia de ta Leng expat, de mi boen amigo Jaime ‘Oliver Asin (Zatagor, 183), Madria, mayo de 192, - ara Is sepunds edicin he consderado ls observaciones hechas 8 Ja primera en Ins resehas del P. Ignacio Errandonen, Ratin 9 Pe, seD- Hombre de 1982; Salvador Ferndnder Ramirer, Revista de Flelogta Peceesceseeeesesesn FSSOSOSHOSHSOSHOHSSSSHORHSSHOHOSESSESCOESCESS 4 Historia de la lengua espanola ‘Eepahoia, XV, 1982, pgs. SB1SIS; Yakov Melkel, Language, XO, 1, pier. 4649, 3. APalteno, Word, IT, 1947, pis. 26225 Henrich Lausberg, Remarische Forschangen, LX, 19, pigs. 29328, y Robert K, Spaulding, Romance Phtoogy, I, 18, pigs. 7227, asi como In Gicaciones verbales de Amado Alonfo y se Manuel Mutor Cortés. A fod elle expreao ago! mi recanoeimiento. He procurado Incorporar f'texo ls aportaclons de la investigation en lor limos abs, be fevlendo mis Pontos de vist en cada cussion y he amplinda lat ctas Uibligrifeas. Suprimo Ia breve enologe fal, oan a plan orghario Madesd ftlo de 190. “viable proyecto refundir por completo la presente Historia para ltteers eicion. No be tenide tempo de hacerlo, y. por To tant, in limite a poner al ia, corregira,eliminar los puntos ms discs {ible completar aos ¥ snlcipar daias de futros estdlos en coer tienes gue estimo importantes. He tendo en cuenta Iasreseas 9 obser. segunda ediclon por m maestro Américo Casto, ntonio Tovar, Anaes de Filloga Clsce, Buenos Ales, 1982, 155157; Yakow Malkiel, Romance. Philofony, VI. 192, 32. Robert K. Spaulding, Hisponie Review, XX, 193, 1086; Bernard Potier, Romenia, LXXII, 152,104; Aranda, Analos de iz Uni fersided de Murcia, ISDS, A148, y Juan M. Lope, Nueva Rev. de Pilot Hisp, VIN, 195, 319323. A todos doy vivarente Is gracis. Madrid, enero de 195. Noevamente be tenido que difrie la refundcion de esta obra y Uimitarme a poneia 1 dia para ls eusrta eden, Las Investigaciones hechas en fom limos aor en el campo de lor substrates precromanos, tal come sobre fos segenes del snd, su propbescn y O05 asec. Ge im dilecologia Ropénice han obligndo » mosifar sobre todo los capitlor correspondintes Ademae, he tenido en cuenta Ins reas hechas a ediciones anteriores por Manuel Muroz Cortes (ClvileRo, 1, 51, nim. 1, Age, 1395, D. 1. Canfeld (Hispana, XXXIX, 16, ‘gs BUI), y Gregorio Salvador (Archivo de Fiofota Aragonese, VIN 19557, pags. 266285), 2 quienes quedo vvamente agredecido ‘Madeid, septiembre de 195 PARA LA OCTAVA EDICION Sale de nuevo, tras peripecias que no vienen al caso, un libre nacido hace mucho tiempo, en circunstancias que sf ‘merecen recuerdo. Corria el aio 1937; en el duro Madrid de Ja guerra, yo estaba encargado de mantener Ia comunicacién centre los restos del Centro de Estudios Histéricos y la Junta para Ampliacién de Estudios, trasladada a Valencia, Con tal ‘motivo sostenia frecuente correspondencia con don Tomés Navarro Tomés, que en una de sus cartas me propuso que cscribiera un breve manual de divulgacién sobre la historia de la lengua espafiola. Acepté y me Iancé con entusiasmo a Ja tarea: en medio de la contienda fratricida se me brindaba ccasién de hacer algo por la Espafia de todos, Meses des- pués, en Ja primavera de 1938, el Nbro estaba east termina 4o; pero hube de interrumpir la redaccién de lo que faltaba, pues, movilizada ml quinta, me destinaron a ensefiar las pr ‘eras letras a soldados analfabetos, quehacer inolvidable como experiencia humana, Cuando terminé la guerra y volvi ‘a mi libro, comprenai que rebaraba los Kmites de la divulga cién y podia ser instrumento util para la inieiacién de fl6- logos. La acogida que: tavo en ambientes tuniversitarios y revistas lnlisticas me hizo incorporar en ediciones sucesi vas los frutos, de la investigacién propia y ajena. Ahora, pasados quince afios desde la sexta, tltima realmente corre gida y aumentada, se imponia una revisi6n a fondo; mientras Ja hala, lef Ia noticia de que don Tomés habia encontrado ‘ Historia de la lengua espaviola lejos de Espaia el eterno descanso, y decidf rendirle home- naje con mi dedicatoria, : La revisién ha sido ardua, como si preparase mi progra sma de oposiciones a la cétedra que desempefié en Ia Univer- sidad de Madrid durante més de treinta afios y que dejé hhace dos al jubllarme. El bro se ha incrementado en més de ‘una tereera parte; aceso haya perdido atractivo para el lector meramente aficionado; me alegraria si, en cambio, ha aumem- tado su interés para el Unglista : ‘Quiero expresar mi gratitud a los alumnos que a lo largo de tantos aflos me han slentado abriéndose a Ia vocacién, déndome su asentimiento o ineiténdome con su perplejidad ‘cuando las cotas no estaban claras; a los jévenes profesores {que colaboraron conmigo en Ia cétedra; 2 los colegas que me : hhan tenido al tanto de sus publicaciones; a Manuel Mutior (Cortés, Manuel Ariza y Félix Martin Cano, que me han sumi nistrado importante bibliografia; a Francisco Marcos y Jestis———~ Cantera, que gentilmente atendicron mis consultas; a la Edi torial Gredos, que con ejemplar diligencia ha compensado ‘mi irremediable lentitud; a sus habilisimos linotipistas; y ‘muy especialmente a u sablo corrector don Miguel José Pérez, gracias al cual se han salvado no pocos descuides rmios y a quien se debe el {ndice de nombres propios. EI libro que en 1942 salié con atrevimiento juvenil reapa- i rege cuando su autor ha entrado en eso que llaman ahora sla tercera edads. Recuerdo inevitablemente la pregunta de la Epfstola moral: «De la pasada edad gqué me ha queda do?s; y me respondo que, por encima del cansancio, queda, fl afin ilusionado de seguir inqulriendo el mensaje que se ‘uarda en el ser y el devenir de nuestra lengua. Madrid, enero de 1980. RL Historia de la lengua espafiota 1 En esta novena edicién he completado Ia puesta al dla representada por la octava, Corrijo algunos errores, amplio Ia descripeién del espafol antiguo, incorporo datos nuevos y aflado referencias a extremos que antes no habia tenido fen cuenta, Agradezco valiosas observaciones y sugerencias a. Fernando Gonzdlez Olié, Francisco Marcos Marfa, Pedro Alvarez de Miranda y José Giner; y a Eduardo Tejero, ef tiempo y esfuerzo dedicados al {ndice de topénimos y antro- 1Pénimos con que ha querido facilitar ef manejo del libro, Madrid, 1 de enero de 1981, RL POOHOHSHSSHSOHSHOHSHHOHHHEOEHH HOO OOOCES SIGNOS ESPECIALES USADOS Las barras (/u/) encundran represntacones de fonemas y twanscrigcones fonolégieas low cochetes (C3) delimit Fe. Dresenaciones de sonidos 0 articuleciones, 9 uanserclo. nes fonéticas: les letras en corsiva reprodusen ‘0 representan Erafias: fantoacio/, (antoyedi@o},aniojadizo, EL signa < pre ‘ede i forma onginara: cho = Beto; > anecede« fa resulante ‘eto > ocho, Con + se da a entender ‘eeuido de haber de Inno. EI parétesis indica que lor conido @fensrns comprendides ‘endl desapareciecon en la uiterior evolucidn de la palabra: OC u)TU3, ‘© también que desoparecen con frecwencla @ en ieras condelones ‘uiser(e, primer(e; el apéstofo marca el lugar donde previameate Ihubo un sonido o Tovemm desapareido ba: o¢'lus Vocal ar, “Vocal patatallzda, coma tas del slemin en Trine, Koni, wird. oy de eeatiz palatal, como en calle, hache co “I Jal de matis velar, como en pause, cafe B10. Wns Vocal aber. FW me Voce! cera, Uiatuh «Ap fap sembvoeses, como en aire, caude 1 O27, fy semlconsonantes, como ea empo, sul cus arena —2 » Historia de ts tenga expaota Signos especiales usados “ ine orem aver nal snow. Consorares om » {nf dental, come en andar, puente, pes Fonema bisa sonore, chien ero! antie fr Fever pina nea! snore, como en boo, pet “ino fst, sein meat, em Pel in Foner alvesir irene snore sel ome toda ar, poe ® (ef ecie,come an tober, ei m (ef fc ¥ asitads sonore, como ent saan a. (a) tea, come en eter, ie © {eh (2 a tna en tae endian aticl a (nF tcaten ¥ asad sore, como ne rolne ‘ibn taco rund ste foi, como en er oir tonsvicines Fonama lvsar vibrant sonro mise, como en ve ovens prepllafcads ord, come on chico, an, coor pera vote 1 eaten, como en eile rev. wr ones dental soner,ocasive © tiv spin a it Tomes sect feat sréa es iar ‘Seen, como i castlann de so, 1a? ec, come en fle, ends ae ms mas ta {at feat, cam ot redo, poder. /n ena oma on ete, Pt i = Fonems anésloprepsatal“rerreso_ (ecm), a In dena @ detour cro! pina ou sro sedge. far * [sf precrtoceta comers, como trance. de a enum wee sonore, eta 0 fran sein 2 ‘avin, pozon CNOMge ne he att entten tbe (ey, - wm Taf ct coo oie ie i Fonemn det tseado oro, como et Haano de i * fa Wate em en elas fore oe lamin te Zee a ‘Arnon cones de sSdana i ttn Rain ™ Fone repantal tv oro, om dl algo “as plear ane JV, come en gets, agit “ere pe Tala ore tis, an Jr 0 () «« Font o ton pep sat sont fein SowisSe we como el nee dea, one o alan de ” enema devia ‘ecasivo sor von nasi ni In etn sos 1, Inv 6 hh wo» Font 9 ston aire fran sero, como i “i siete 9 ahsloprepaata, spel rtroversa Se mur era, mosea one romecion po tar nena vector sec prepa ald tons : putas rrores. im [nt oven sme i etemeta deme, Boi aa . Fonera tpcosiela atreadosord is retorets i Foren seta le nel sonore im Fonome ib! treat toro et ep th Ii aa como on at, fle “rade como (8) MMi S‘AP tte o remind coma ene tin ptt ite einer note ena fon bled nr Tove aaa tr somes ee sale 2, trcaive tnoro, facts vent atone vente Tevo nn promncon ctl wil. a Fonenn past eta soma no tent, ieaig Jos onc blab mas sonore @ acaae cm Fl emordeis, como tn procaine 4 da, o in} tent, come fs caseans de eer, may wh te/ol de mismo, pazmar, nel Mediodla de Es I i COCCeeCeenooeseeoe POSSHHSSSOHSSHSHSOSHHOSSOHOHHSSOHSHSCOSOEES 2 w o we be ne i « Bl m1 Th 8) Bah Jat (0) « wat ti « __ Foner 0 alfono prepaatalfrlcativ sonoro rehi 7) etrcads, come Is eastlians de conyugal o yur _/o] ieatva sorda, como la elena de jefe 0 In ale ‘mans de ich, lechen. zy! abeada sore det bable occidental en mucher, ‘agucha Fonema fricatveslseante sonore. Jil Spicostveolar ciara, como Ia cat 1 dents, como en desde, ls die {af pedorso dental convess, como en ef Judeo spe fol hermexe 0 en el enema denial afreado sonoto, como el italiano de te, coma el portugués de jane, el francés de famas, gen a Sngis de pleasure et Foca inferdental festive sordo ceeante, como el Tatelano de cerca, dec enema 0 al6fono Bilsbia fictive sordo. Ponema velar frietivo tordo, como en ja i, moter cana, sabre todo ante /e/ /i/, gene, Méien. 1. LAS LENGUAS PRERROMANAS § 1. PUEBLOS ABORIGENES, INMORACIONES ¥ COLONLAS, 1, La historia de nuestra Peninsula antes de Ta conquista, romana encierra un cdmulo de problemas ain distantes d ser esclarecidos. Los investigedores tienen que const sus teorfas apoyindose en datos heterogéncos y amblguos: restos humanos, instrumental y testimonios artisticos de tiempos remotes; mites, como el del jardin de las Hespéri- des o Ja lucha de Hércules con Gerién, que, si poctizan al- guna lejana realidad hispénice, s6lo sirven para aguzar mis cl deseo de conocerla sin la envoltura legendaria; Indicaclo- nnes —imprecisas muchas veces, contradictorias otras— de autores griegos y romanos; monedas e inscripciones en len- sguas Sgnoradas; nombres de multitud de pueblos y tribus de diverso origen, que pululeron en abigarrada promiscub dad; designaciones geogréficas, también de varia proceden cia. Combinando noticias y conjeturas, etnégrafos, arques- logot y linglistas se esfuerzan por arrancar espacio a Ia nebulosa, que defiende paso a paso su secreto, 2. Al alborear los tiempos histéricos, pueblos con un idioma comin que sobrevive en el vasco actual se hallaban establecidos a ambos lados del Pirineo. Por la costa de Le- vante y regiones vecinas se extendia, quiz4 como resto de 4 Historia de la lengua espanota st on dominio anterior més ampli, Ia cultura de ts iberos, Ge orien probabemente ortstricano: ellos debié Ta Peninsula el nombre de Toeria, que Te dan Toe esrtres ® . La actual Baja Andalucia y el Sur de Portugal fueron asiento dela civiizain tnresia oturdetana, qe Bubo 8 fectbir tempranaslntenciae de lo navegantss vides de Oriente, So ha tlaconado 2 fos tartesioe con los tsenos de Lidia, en Asia Menor, de fos cles proceden ls tirenot f etriseos de Italia. Tnciso re ha dado como posible uma Cotonzaclén erusca en las costs expats del Meda J Levanto, ya que donde Musi at Piineo abo topssimos Que reapareecn con forma igual o anslogs em Etruria 0 en otras tas Tallanas (Patras, Subur, wn vio Armas, ce tera)? Esperemos a que otras investigacions eontrmen © rechacea les histei i orelmentde-le-ivacidn ares large antigieded nos he transmitid curiosas notices acerca de tia, La Biblia dice que Salomén enviaba ss oaves & Tar fis —al nombre bilico de Tartssor— de donde volian Cargudes de oro, Plata y mari, Tambin los fence soe tenlanrelaciones comerciales con el Sur de Espa el pro feta fssas menciona las nave de Taras como simbolo de In prteitagrandeza de Tiro, Herdoto cienta que Arge onto, rey de Tarteson, roporcon® a lor focsves Pata Tastante para costar n muro, con el que resister a fin tempo los tagues de Ciro, La Tongevided y riqeans 1 Sepin A, Garcia Belo, Los mds remotor nombres de Espata, Astor, IMT, pigs. 32, la denomiecién de Theta procedera de unos ieeres atentaos en Ta 2008 de Hueve, mejor que de ls Soeros del EBste peninsular Vaase Adc Schulte Die Btrusker in Spanien y Die Tyrsener fn Spanien, Kllo, XXII, 190, y X0OXI, 1960 gt Las lenguas prerromanas 15 de Argantonio? se hicieron proverbiales en la Hélade, Estas noticias responden al hecho indudable de que los dos pue- bos navegantes de! Mediterréneo oriental, fenicios y griegos, se disputaron el predominio en Ia regién tartesia, La pugna, que acabé con la desaparicién de las factorias griegas, ba- rridas por los cartagineses, herederos de los fenicios, debi6 de acarrear la ruina de Tartessos. 4. Los fenicios se establecieron, pues, en las costas meri- ‘ionates. Ya hacia el aflo 1100 antes de Sesucristo tuvo higar Ja fundacign de GAdir, cuyo nombre equivalia a ‘recinto amurallado'; deformado por los romanos (Gade) y érabes (Qadis), ha dado el actual Cédiz, Otras colonias fenicias eran Asido, hoy Medinasidonia, relacionable con el Sidén asiitico; M4laka > Malaga, probablemente ‘factoria’ y Ab: dera, hoy Adra. Més tarde, los eartagineses réafirmaron, in- tentificindola y extendiéndola con sus conquistas la infer: cla que hablan tenido. sus-antecesores-los-fenicios en el Sur. ‘los cartagineses se debe la fundacién de la nueva Cartago (Cartagena), capital de sus dominios en Espaia, y Ia de Portus Magonis> Makdn, que leva el nombre de un hijo de Asdribal. De origen piinico se dice ser el nombre de Hispania, que en lengua fenicia significa ‘tierra de cone- jor’, asi como el de Ebusus > Ibiza, que originariamente ‘querrfa decir ‘sta o tierra de pines o ‘isla del dios Bes, divini 7 El nombre de Argantonio ha dado lugar a diversas ipétess HL. Muert (Revue Calque, XL1V, D7, pées. 488) ve en l'un ee fico srgentos, hermano dei lis argentum? ye fuse Argaw toni eh nombre elective de un monetce, ya se tratata sSio del soe tantivo que desigaba Ia plata, personiScedo milcamente como site bola de as Havers teresa, revelria de todos modor a presencla fe celts en Tertesor 0 terrax inmeiatas. En eamblo, Schulte (Kilo, XXITT, 1850, pag. 39) cree deseubri en Argantonic un trusco arenti con adiion de un sufjo eelego. Los topdeimos Ar. fande, Argutdote, de otras reglones, spoyan ia hipétsis celtsta Geese 81). OSH HHHOCHH OHHH OOEHOHOOOCHOHOCOOOOEOE 16 Historia de ta tengua espanota st dad epipcia cuyo culto, muy popular en el mundo piinica, se halla atestiguado en monedas y figurillas de la isla‘ 5. La colonizacién heléniea, desterrada del Sur, prosiguié en Levante, donde se hallaban Lucentum > Alicante, He meroscopion (Denia), Rhode (Rosas) y Emporion > Ampurias. Al contacto con las civilizaciones oriental y grie- 4 se dessrrollé el arte ibérico, que alcanz6 brillantisimo orecimiento: las monedas y metalisteria, las figurillas de Castellar de Santisteban, las esculturas del Cerro de los Santos Yel singular encanto de la Dama de Elche, demuestran hasta ‘qué punto acertaron los hispanos primitives a asimilarse fluencias extrafias dindoles sentido nuevo 6. Respecto al Centro y Oeste de Ia Peninsula, las pri- ‘meras noticias claras de los historiadores antiguos y los he. Iazgos de la moderna arqueologia atestiguan inmigraciones Indoeuropeas que, procedentes de la Europa central, comen: zaron con el primer milenio antes de nuestra era y se sucedieron durante varios sighs. Parece ser que las prime- ras corresponden a la cultura de los campos de urnas fune ‘arias. En el siglo v1 pueblos céhicos habian legado hasta Portugsl y la Baja Andalucia, y estaban ya instalados all; “a ellos se refiere, hacia el afio 445, Herédoto de Halicarnaso, en dos pasajes donde por primera ver consta de manera fidedigna el nombre de celtas. Es posible que hubiera otras oleadas célticas posteriores. En este marco hay que enc: ddrar las diversas afirmaciones e hipétesis sobre la presencia < Veanse Albert Dietich, Phinissche Ortnamen in Spanien, Avtandlungen fe die Kunde des Morgenlandes, XXI, 2, Leipig, 136; oud Ms Millis, De foponimia pinicoespatol, Searad” 1,14 J. M, Sole, La eiimologta punice de Toit, Int, XVI, 1885, y Topont feniio inte, «Enciclopedia LingUstca Mispieay, 1, @249. Pare ‘tras eimologis dadas a Hispania, veaee B. Maurenbresher, Za “Hispaniae und Besali (Gerona). De otros tipos tenemos Uxima > Osa, que es probablemente un superlative celta equivalente a ‘muy alta"; formaciones andlogas parecen, Segisimo > Sasamdn (Burgos) y Ledesma (v. § 2). Céltico es cl sufijo -acu superviviente en Luzaga, Buitrago, Sayago y otros. Una ciudad antigua, donde ahora esté La Badeza (Leén), se lamaba Bedunia, como hoy Bedofa (Guiptizeoa), Begonia (Vizcaya), Bedoya (Santander), Bedoja (Gonufia); derivan todos del celta bedus ‘zanja, arroyo" Los celtas adoraban a los rios; recuerdo de este culto son tor nombres Deva (Guipizcoa y Santander) y Riodeva (Te- rel, euya raiz indoeuropea es Ia misma del latin divs, deus. Conuia y Coruna det Conde (Burgos) som resultado del celta Clu ia. Mas al Sur, se atribuye origen celta a Afco- bendas, top6nimo hermano del nombre personal Alc ovin dos ‘corzo blanco’; Caslada, de cosio, costa ‘avella nna’; Arganda, Argandoa, Argance, de arganto ‘metal brillante, plata’; Yebra < AebUra, y algunos mas de la antigua Carpetania, En el Oceidente abundan os nombres célticos; aparte de algunos ya mencionados, hay Evora, pro- cedente de otro Acbara, Braga (< Bractna o Bra efla, variantes de Bracara), el rio Témega (< Ta mage), etc. Peculiar de los Artabros, que habitaban haci Ta actual provincia de La Coruna, es la terminacién -obre de Fiobre, Ilobre, Tiobre y not treinta pueblos més, todos situados en Galicia’ 7 Weonse Ins obras de Artois de Subalnile, Hubert y, Tovar senclonadas onl nota $y Adem, A. Castro y G. Sachs, «Bed ev de Fill. Esp. XXIl, 1935, 147; R, Mentader Pil, Toponimia Drevroménice hspany 129220; A. Tovar, Numerales indocaropeos en Hlspontar Zephyrus, V, B54, 1722; EI sutfo “ho: indowsropes ¥ ir Cloterdocaropeo, Aichinio Glotoloico Talla, XXXIX, 195, S66 Gondnimes con nen Hspanc, 7 ef nombre de Salamanca, «Actes et moires . Cingutme Congres Teterat. de Sciences Onomsstiques», 52 Las lengues prerromanas a 2. LAs LENCUAS DE LA HISPANIA FRERRONARA. 1. En ts época de Augusto el gedgrafo griego Estrabén afirmé que entre Tos naturales de Ia Peninsula hispana habla diversidad de lenguas. Tal aserto ha sido plenamente corre: bborado por los estudios que en nuestro siglo se han hecho sobre las inscripciones de Idpidas y monedas antiguas-La eseritura ibérica ofrece ya pocas dificultades para su lectura, 15 a que don Manuel GémezMoreno, el gran maestro arqucologia hispdnica, descubrié en ella una combi- nacién de signos sildbicos, como los de los sistemas gréficos cretense y chipriota, con signos representativos de sendos fonemas, como los de los alfabetos fenicio y griego. Tam- bign GémerMoreno descifrs la escritura tartesia, precedente de la ibérica y més arcaica’. La ibérica sirvié no s6lo para TH, Salamanca, 1958, 95116; Més coneiones precttcas en hidrénimes ¥ ordninmos de Hispana, Homenaje. al Prof-AlareosGarts, Tl ale," rnin carne iu Tron Sl, Habis I 91, 39, 1. Corominan,Supgsrtions om the origin of some lt piace names in Casiian Spain, sRomanies. Pestcheift fr 0. Ronis, Hale (Seale), 13, 92120, Acerca del nombre del ro sla 9 otros catismon, Nucts Rev. de Fel Wisp, XV, 16), 30,9 Tépea hespéricg, 2 voi Madr, [971972 3. Hubschmis, Topouimta prrro: ‘mana, sEncclopedia Lingistica Hispdnlae, 1, Madea, 190, 482-01; ML Rabanal (y.m.6% A: Moralejo Lao, Topontmia gaiog 9 leonese, Sentago de Compesela, 1977, ete non GomecMorend, Detlef rien EL lomo de Alor ‘Homenaje 2 Mendnder Piss, IL, Madris, 1915, 4547; Las lengua Ipinicas diservo de resepcibn en Ta Re head Esp, Tots La scr: ture iia BLA. "Acad de In Histone CXIL 1th, 1 Dire (Dispersa, emendata, twedita). Excerpta: La escritura ibérica y su TevguafeSuptomanto de epieala toric, Made, 198-9 La eseré, ture béstuoturdtane (primitiva Mpica), Rev. de Areivos, BIS y's, UNIX, I86, 88981, 7. Vallejo, Eo esritwra thin. Estado 2 Historia de la lengua espanola $2 82 Las lenguas prerromanas 2 Ja propia lengua, sino también, lo mismo que el alfabeto latino, para lenguas precélticas o célticas; pero no se ha encontrado hasta ahora ninguna inscripeién que al lado de Ia versién indigena contenga otra en una lengua bien cono- ida, A pesar de ello el antlisis de Jos textos ha permitido reconocer como elementos gramaticales o derivatives ciertas secuencias de caracteres que se repiten en determinadas clrounstancias. Su identifcacién, asi como la de no pocas ralces, es relativamente facil en ¢l easo de inscripciones pre- cediticas y céltieas por Ia comparacién con otras lenguas de {gual rama ode otras lenguas indocuropeas. En bastantes ‘ocasiones s¢ ha llegado a inferir sentido plausible, aunque ppocas veces seguro todavia, Cuando se trata de inscripeiones ibéricas o tartesias, la dificultad es mucho mayor. Aun con festas limitaciones, las principales zonas lingUisticas de la Hispania prerromana pueden distinguirse con cierta claridad. =-2ay-En-el- Centro, Oeste, Norte-y-Noroeste-las.migraciones ‘centroeuropeas dieron por resultado el afianzamiento de len: guas precélticas y célticas, La de los lusitanos, representada por las inseripelones de Arroyo del Puerco o de Malpartida (Caceres), Lamas de Moledo (Portugal, cerca de Viseo) y Cabego das Fraguas (también en Portugal, junto a Guarda), ‘mantenfa la /p/ indoeuropea (porcom) que el celta perdié, Igual conservacién se daba en tierras hoy leonesss y palen- finas (parimi, véase § 6; Palantia > Palencia). La Tengua de los celtfberos se extendia por las actuales provin- Gone de su conocimiento, Emerita, XI, 1913, AIS; A, Tovar, Los Samos sabicosiberleor 9 las peronacions del sascuence, td 20% Sli kengua 9 eseitra on el Sur de Espana y Portugal, Zephyrs, ii, 19s 196, y Revision del tema de las Tenguas tdlgenas de Es ‘ata y Portucal, sncl4nen de Extodot a Joaquim de. Carvathor, Figuita da For, 192, 7996 J. Casares, EI silbismo en fa eset Itvea, Bel, Rr Acad Exp. XXIV, 1985, 1139, U. Schmol, Die sdse tanischen Inechriften, Wesbaden, 186, et cias de Burgos, Logronio, Soria y Guadalajara, Sur de Nava ra y Oeste de Zaragoza y Teruel; a ella corresponden las inscripciones murales de Pefialba de Villastar (Teruel), en cearacteres latinos, y los bronees de Luzaga (Guadalajara) y Botorrita (Zaragoza), ambos en escritura ibérica; el de Bo- torrta, recientemente descublerto, es de considerable exten sidn, El celtibérico era una lengua eéltica, pero arcalzante, con notables diferencias respecto al galo. Las formas pre- rromanas antecesoras del topénimo Ledesma (Soria, Logrofio, y Salamanca) ilustran sobre las divergenclas entre las len- gas celtibérica y lusitana: mientras en Celtiberia se ates. tiga Ledaisama, en Lusitania aparece Bletisama, que supone *Pletisiima ‘muy anche’, anterior © ajena a la caida celta de la /p/. En los wltimos decenios se ha ‘avanzada mucho en el conocimiento de las lenguas hispé nicas prerromanas de origen indoeuropeo: se ha reconstruldo Jn. declinacin,celtohispénica; se han identifiade no pocos ‘elementos Iéxicos y nombres propios de lugar; y Ia onomés. tica personal ha sido cstudiada a la vista de sus relaciones con otras lenguas indocuropeas’. 9 Véase Ia iblogella indicada en tas notas 5, 6 ¥ 7, ast como (c. Meranda Balmert, Sobre la tmacripcin Bllnge de Layias de Mo: edo, Emerita, IM, 19%, T118, A. Towsr, Lar incricionesIbdreas 9 ta tongue de tot cllberar, Bol R. Rend. Exp, XXV, 196, 142) Ca tv prerromaa, Madd, WS; Las iseripciones de Botorrita y de Petatba de Viator 9 toe lites orientals de tos extuberos.Hisponle Antigua, 3, 158, 364408, 9” "Ein neues, Denkmal der Keliberichen die Brovge von Botorrta,Zeteeh. for Cettache Philo BAIs1s, 148, J. Cero Barola, La geograia Unsica de ta Expane antigua’ a la hz deta lectura de las nsriplones monetaes, Bo. R ‘Acad Bop, XXVI, 194, 17288, M. Lejeune, Celtiberte, Salamanca, 198, y La grande inscription eeibire de Botoria, Compter ends de Académie es Tnseiptions et Balls Lettres 1913, 622647, Mf Pa lomat Lapess, La onomdticn pertonal preteina de le antigua’ Lush test sry. Antroponiniaprerromaa,_sEneiclopedia ingtstce Hispéicse, i, Madea, 190, 34.387, ML. Albertos Frm, SCOHSOOSCOH COOH OOCHOHOHOOCOE OOO HOOOO FOSS SSHSHSSHHSHSSHSSSSHSHSHOSSSESSSSCOOOOCEES a Historia de la lengua espaiola 82 3. En el Sur lleg6 a haber nticleos de poblacién painico- fenicia que conservaron st Tengua hasta el comicnzo de la época imperial romana. Independientemente, los turdetanos © tartesios tuvieron sui lengua propia, que, segin Estrabén, ‘contaba con algin cultivo en poemas y leyes versificadas. Parece que el tartesio, hablado desde el Algarbe hasta el Bajo Guadalquivir, era distinto del ibérico®, extendido por el Este de Andalucia, todo Levante y la parte oriental del Valle det Ebro hasta llegar por el Sur de Francia mas allé del Rosellén. A pesar de que cuenta con abundante docu- mentacion y pasan del millar sus palabras registradas, es ‘muy paco lo que se sabe del ibérico: su sistema fonolégico, algunas raices y sufjos, la relterada apaticion de otros ele: ‘mentos cuyo significado se desconoce. Nada hay seguro res- ecto a su procedencia, aunque ciertos indicios la hacen Siponer camitica, norteafricana. Sus coincidencias con ct ‘vasco se reducen a la carencia de /t/ y /f/ iniciales; pose- sién de un sufijo -tar de gentilicios (saitabietar ‘saitabense, de Sativa’, como bermeotar ‘natural de Bermeo'y; existen- de un pronombre -en que parece corresponder a Ia desi- Tr onomdstca personal primitiva de Hispania Terraconense y Béica, Stlamancs, 19663. de Hor y L. Michelena, Le snscripeon celibdice de Dotorrie, Salamance, 97%; Actas del Coloquio sobre Lenguas y itunes Prerromanae de la Peninsula Tbericn.Salamarce 7731 de mayo e097 Solana, 1916, y Actas del IT Cologio (.) Tibingen Tel) {4 junio de 1916, Salamanca, 199 (con comniacions de LFleusiot ¥ it, Eohwertck sobre las nscripconer de Boforita Pefalba de Vil tary sn Gl, Notes los broncer de Botorrita 7 de Lutees, Habs, Vii, 197, tt, ee 1" Aparte de Ios studios de GomerMoreno, Tovar y Selimll cle ose ta nota 8 relerentes la escritura yfengua tatesia © tude tan, bdanse ottos de Tovar, Lenguas prevrom de la Pen. bere {A} Langues no indoeuropeas. Testimonios antiguas, +Bacilop. Ling Mspor' 860, 9,7 El oscuro problema deta tengua de ls tartstos, en sTartesss y sis problemas. V Symposium internac. de Prehistoria Peninsular, Barcelona, 156, 31346, Las lenguas prerromanas a ‘oencia vasca de genitivo; abundancia de topénimos con elemento inicial dk (Tlerda > Léride, 11ei > Elche, T1iberis, etc) que hice pensar en el vasco ir, ull, uri dad’; y'algiin antropénimo como Enneces, identifi cable con Enneko > #figo. Pero el que las dos lenguas com partan estos y otros rasgos no quiere decir que tengan ori gen comin ni que una descienda de otra: el contacto entre Jas dos pucblos hubo de originar mutuo influjo lingttstic, ‘mds activo probablemente por parte de los Iberos, dado el ‘mayor avance de st cultura, El conocimiento del vaseo ha servido poco para interpretar las inscripeiones ibéricas: caro aparentemente positivo es el de un vaso de Liria (Va- Jencia) decorado con la figura de un guerrero y que tiene igrabada la frase gudua deisdea, equivalente a ‘grito de gue- ra’ o ‘llamada a la guerra’ en vasco actual; pero no hay ‘erteza de que gudu y del pertenezcan al Léxico vasco patti rmonial; pueden ser préstamos del ibérico multisecularmente ccanservados en vaseo'! I problema linghfstico se ha mezclado durante largo tiempo con cuestiones étnicas. Humboldt, apoysndose en semejanzas de nombres geogrificos —muchas de ellas recha- zadas hoy—, creyé probar la identidad lingistica y racial GémeoMoreno, Sobre fos eros y su lengua, v. nota & 5. Caro Baroja, Observacints sobre la hipoteits det vascoibertime, Ezra, 2 19, 236286, XI, 198, 13% Sobre al vocabuiario de fs nseripes ins ibdrieas, BOL Re Ach. Expy XXV, 06) La, geografla. tingle tise de ta ip. antigua, n-&) Tower, Estudos tbre lr prim. Teng, The Ancent Languages» La tached lenguass¥ Bloring 83, Lésico de las inscrpcones ibrieas (celbercg e brie), “Estos fetieados x Menéndex Piss, 11, Madea, 1981, 77532: Lenpuas pre- ‘rom de la Pen. Toer. A) Lenguas no tndocurdpeas. Testimonies ante hos, sEnciclop. Ling. Hispo, 1, 198, 1026" Fonolota del ibéico, “Miseatinen Homenoje a Andra Martine. Eetractraliemo e Historan, in, Univ. de La Laguna, 1962, TL; L. Mlchelena, La Tongue tere shctas del Tl Cotogulo sobre Leng. y Cult. reerom. de Ta Pen. Ubi, Salamanca, 199, 2339, ete roweua esreta —3 52 de vascos e iberos, primitives pobladores de toda Ja Penin- sula, y.aunque reconocié Ja importancia del elemento celta, To supuso mezelado con el ibético en la mayor parte de His: ppania. De este modo la teoria vasco-berista amparé Ja idea de una primitiva unidad lingistica peninsular: ast Hubner, fen 1893, titulé Monumenta Linguae Ibericae, con genitive singular, su valiosisima coleceiéa epigrafic, donde hay ins- cripeiones indocuropeas junto a las propiamente ibérica y Schuchardt, en 1908, intent6 reconstruir Ia declinacién Ibérica a base de morfemas vascos", Hoy no parece sos tenible el parentesco —no ya la identidad— entre las dos Jenguas. Tampoco se admite In comunidad de reza: aunque ‘algunos hayan defendido que los dos pueblos son ramas dis- tintas del tronco caucésico, la procedencia africana de los Iheros parece indudable, Luego examinaremos (§ 3:3) la post Dilidad de que en época remotisima, anterior a las invasiones indoeuropeas. ¥ quién.sabe, si incluso preibérica,,el,vaseo,0 Tenguas afines a él se hablaran en regiones peninsulares muy alejadas de los modernos limites del eusquera. ‘4. La ioterpenctracién y superposicion de distintas gen- tes y Tenguas debia de ser grande en toda Ia Peninsul Hasta en Ja Gallaecia, considerada tradicionalmente como céltica, hsbta pueblos de nombres birbaros, probablemente tno celias y acaso relacionables con otros de Asturias y Can- tabria, A su vez, por tierras de Lérida, los nombres de los ‘seaudillos Hergetes muertos por los romanos en el afo 205, ‘denuncian también Ia mezcla TingUstica: Indibilis 0 Ando. 7 W. von Humboldt, Prijs der Untersuchungen fiber aie Ur ‘bewohmer Mirpanent sermitetst der Vaskachen Sprache, Berlin, 162 (end. de F. Echebaela, Prinves pobladores de Espana lengua tase, Madrid 13), I, Sehuchatat, Dee bere Detlneion, Sltranee berchte der k. Akademie der Wist fa Wie, PHILS. Klasse, CLVIE, 1s 1, 150, 53 Las lenguas prerromanas a bales parece un compuesto de elementos celtas e ibéricos; Mandonio es un derivado de la misma palabra ilirio-celta, ‘que subsiste en el vasco mando ‘mul’. ¥ bdrscunes 0 bdsct nes (< vascbnes) ha sido explicado recientemente como tuna denominacién indoeuropea (precéitica 0 céltica) que significaria, © bien ‘los montafeses, los de Iss alturas’, 0 bien, en sentido figurado, ‘los orgullosos, los altivos" 83. Bt VASCUBNCE SU EXTENSION PRIMITIVA. |, Mientras ef resto de Ja Peninsula acept6 el Intin como lengua propia, olvidando sus idiomas primitives, la region vasca conserv6 el suyo, No por eso permanecié al margen de la civilizacién que trajeron los romanos; la asimilé en fran parte, y el enorme caudal de voces latinas que incor- poré,_transformindolas hasta adaptatias a sus peculiares ‘estructuras, es a mejor prueba del influjo cultural romano. Desde nombres como abere ‘animal’ (< habere ‘hacien- da’, ‘bienes’), Kipula y tipula ‘cebolla’ (< cepulla) ‘errota ‘molin’ ( Calahorra y de los hioridos Gracchurris, Cresenturri(v, antes, apartado 3, y § 99). Este mismo elemen- to se encuentra en el nombre de los Gigurri, comunidad Vénmee J. 5. B. MerinoUrruti, Boctin de te Sociedad. Geo- cexSfica, DXOXT 9 VAIL (S319), 9 Revi 05, XXVI (136), La lengua vasa en ‘todo, 19%; . Caro Barola, Materiales para na historia deta lengua Sasea 19; R. Mendndez Pidal, Orlgenes del espfl, 3+ edicion, 1413, Sobre ie toponimia iberovasca de la Celiberia, «Homenaje don Soo de Urguios I, 18 S467; B. Alacos Llorach, Apuntes fobre toponimia viojana, Berceo. Bol. de Est, Riojas, V, 180, 7% Sine, Sanches Albornce, El nombre de Casille, Estadios dec. « 1M. Plato T, 1950, 86 m1 lor trabajos de varios autores reuridos ch lo tomltes «Geogratin Mstrica de la Lengua Vasta, Zara, 199 astur que ocupaba una de las entradas de Galicia; el Fo- rum Gigurrorum se llamaba en 1206 «usllem de Orrees y hoy Valdeorras; Ia evolucién Gigurri o *Gigdrres > Orres esté documentada en cada una de sus etapas. En cl extremo occidental, cerca de la costa atléntica gallegs, Iria Flavia ha hecho pensar, desde Humboldt, en el vasco iri ‘ciudad’. En le meseta, por tierras de Leén, Valle dolid y Zamora, discurre el Valderaduey, rio llamado antes Araduey, y en el siglo x Aratoi; ara-toi significa en vasco ‘tierra de Uanuras', sinénimo de «Tierra de Campos, que ces el nombre actual de Ia comarca regada por el Valdera ‘duey. En el Centro, la antigua Arriaea eoincidia con el vvasco arriaga ‘pedregal; os érabes cambiaron’ el nombre de la ciudad, sustituyendo Arriaca por Wad-al-ha Bara, que significa también ‘rio o valle’ de piedras’ > Guadalajara. Aranjuez (antes Arangues) y Aranzueque (Gus alajara) guardan indudable relacién con aranz ‘espino’, componente del vasco actual Ardnzazu Los nombres. pre rromanos de la cordillera Ibérica, Idubeda, y de Sierra Morena, Orospeda, han recibido explicacién satisfacto- Fla por etimologia vasca (idi-bide ‘camino de los bueyes’ ¥ orotz-pide ‘camino de los terneros’). En el Sut, T1i- deriso11liberis, antecedente de la Elvira inmediata ‘8 Granada, se ha tenido por latinizacién de Triberri ‘ciu dad nueva’; y en Astigi > Ecija (Sevilla), ALOSthgi > Huécija (Ameria) se ha reconocide aspecto claramente vas co, identificando su -t1gi con tegi ‘cabafa’™, 1 Humboldt, Primiswos pobladores, 2, 8, 307, 18, 4210, 17; 1M, Schuchaat, Die ierisohe Deklinaion, Sitzanererichte der K: Aka demic der Wissenschaften in Wien Phios-Hist Klasey CLVIL 1908, TR. Menéadee Pal, Orgenar del espa, §§ ye I,» Mg Tope iia prerrom, 25,28 2, h. Tovar, Contbria prerremna Made, 1955 15 y'IZ, Esp amarraco, vase amar, amal 9 ef fopdnim Arye ‘Eshymetogia. W. von Wartvurg nom sicrleten Geburtsings, Tibi u Historia de la lengua espariola 83 6, En casi toda la Peninsula se encuentran topénimos ‘con et sulijo -eno 0 -én, -ena. Su reparticién no es igual en todas las regiones, tanto por el niimera como por el earde- ter de la base nominal a que se aplica el sufjo. Escasean en el Centro y Noroeste, donde Caracena (Soria y Cuenca), Nav valeno (Soria), Teleno (Le6n), Borbén (Pontevedra) derivan de gentilicios y apelativos prerromanos, y donde son pocos os formados sobre nombres personales latinos, como Vi datén < Vitalis (Orense), Visén < Visius (Corufa), Toreno < Turius (Leén), En cambio, estos titimos abun. dan en Aragén, Lérida, Levante, Murcia, Andalucia y Por- tugal: Lecifiena < Licimius, Carliena < Carinius, Mallén < Mallius (Zaragoza); Grafén (Huesca) y Grae na (Lérida) < Granius; Cairén < Carius, Bairen < Varius y muchos més en Valencia; Villena < Bellius (Alicante); Archena < Arcius (Murcia); Lucainena < Lucanius,-Purchena.<-Poreius (Almeria); Canena < Canus, Jomilena < *Samellus (aén); Lucena < Lu- cius (Cordoba y Huelva); Mairena < Marius, Marche- na < Marcius (Sevilla; Lucena y Marchiena en”Por- tugal, juntamente con Galiena < Gallius, Barbacena < Barbatius, etc. La vitalidad del sufijo no sélo se man- fen, 168, 421824, R.Lafon, Noms de iews daspect basque en Ander Towie, «Ve Cong Intern, de Toponyiie et dAnthroponymie. eter et Mérseices, Salamanca, 1988, 18138 J. Habschmid, «Encllop. Ling Hisps, 1, 44shy 1. Coromina, Tépice Heapéres, I, 1812, 74%, De lon mchos topénimon a Ton que estoy ottos autores atribuven orgen vatce, eto sélo squclos que me patecen mls probaber 9 més Te Dresentativos, Para los Gigueri, x. J- Mauger, Los puchlow cls Hist de Espata dit por M. Pidsl 1) vol Itt, Madr, 1%, FR. Menénder Pidsi y A. Tovar, Los sufjos con ren Espa fuera de lla, especialmente et la toporinda, Bol. R. head. Esp. XLVI, 19s, USit6, A. Garela y Bellis, Le ltinlscin de Hispania, Archive Esp. de Argueslgta, XL, 187, a, 6, ¥ Hubechmid, «Eecciop. Ling Hisps, 1 466409 9 4 63 Las lenguas prerromanas 3s tuvo durante la época romana, sino aun después, ya que Requena (Valencia y Palencia) parece derivar del germé nico Richkis. Geogréficamente el mayor arraigo corres onde al Oriente y Mediodta peninsulares, lo que esta en Armonia con el hecho de que topénimos y gentiiclos -enus , tena se den en etrusco y se extiendan por todo el litorel, mediterréneo desde Asia Menor, En la onoméstica latina existan Gallienus, «Luciena gens», Bellienus, tc, y gentilicios en -@nus estén muy atestiguados desig- nando pueblos y gentes de la Hispania antique, De otra parte el vascuence posee un morfema -en (nia con el articu 1o -a; variante -enea) para formar derivados de apelativos oarrena, de ib a® ‘vale, vega’) o°con valor posesive (ME helena, Simonena, Errandoena ‘de Miguel, Simin o Fer- nando’; en la toponimia aparece en ocasiones aplicado nombres latinos antiguos (Manciena < Mancius, en Vir- aya; -Urbinlenea-<-Urbinius ; en Guipizcoa). En et st fijo -én, -ena de los topénimos peninsulsres de base antro- pponimica parecen haber confluido factores de diverso origen: uno de ellos ha debido de set vasco™. 7. Es innegable que, cuando se trata de topénimos si tuados lejos de! Pats Vasco, Ia atribucién de vasquismo ha de hacerse com reservas tanto mayores cuanto To sea la dis tancia. Lo mismo cabe decir de elementos compositivos ‘0 derivatives extendidos por Areas de amplitud difuss. Uno de los estudiosos que con mayor cautela ha abordado Ia BR, Mendader Pidl, Ef sufio wenn, a difsion on ta onomds- tice hispana, Emerita, VIL, 1810. ©. Rohifs, Aspecos de. tononiia ‘spotola (Boletim de Plog, Lisbos, XI, 1381, 2) J. ML Paben Sobre ts nombres de la wilas romana on ndalucia (Estudos Sede f¢ Menénder Pidte, TV, 18, 16L4) creen que lor topimos meritions des en dn, vena pueden proceder, en perte al meno, del slo atin “anus tahsformado. por In mela arabe, Veasosépicn de: Monénder Pidal a Roblls en Toponinia prerromdnica Wspana, 15 PSSOSHOSOHSOHSHOHHHOHOHH OOOOH HOOHOOHCOOOS PEOHOSHSHOHSSHHOSHSHSHOHOHSSOHHOHHSHOSOHOHSEOOES 36 Historia de ta lengua espariola 4 ‘cuestién da como posible que la lengua vasca shace poco mas de dos mil afios se extendiera a fo largo de os Pirincos hasta el Mediterrinco», y reconoce que elementos topont: rmicos vascos aereditan que hace tres mil afios esta lengua 1U otra afin se extendia por los montes y valles de Santander y Asturias», Otro investigador, tras explicar por semejan- 2as con el vascuence nombres de lugar de regiones aparta: das, se pregunta: «gVascos en In Costa Brava, en Valencia, fen Andalucia, e incluso al Occidente de esta ultima region? No, sin duda eran iberos y nos hallamos ante elementos co- runes a fas dos lenguas. En consecuencia, més vale no decidirse entre vasco e ihero cuando se trabaja en toponimia, *roménica, y limitarse a hablar de iberowasco, De manera totalmente provisional un nombre explicable mediante ef | vaseo podré atzibuirse al vasco o al ibérico basindose en razones geogrificas»". A estas consideraciones ha de alia: dirse que tanto los indoeuropeos preceltas y celtas como tos iberos se impusieron a habitantes previos cuyas lenguas ppudieron tener conexién con el vaseo e influir como subs trato en las de sus dominadores, 5 4. SuosraaTos LINOUISTICOS PRERROMANOS. EN LA FONO- tocth ESPATOLA 1. La romanizacién de 1a Peninsula fue lenta, segin ve- remos, pero tan intensa, que hizo desaparecer Tas Tenguas anteriores, a excepeién de la zona vasca. No sobrevi sms que algunas palabras especialmente signi BA Tovar, BI Euskera y sus pariete, 199, jeciones setpecio. al vaoqulsmo de Aratol, Tria Plavia, Ill Deris y én, ena, Anales de Tleogia Clsia, V, 198, 15 2 T Corominas, Estas de Toponimia Cala, 1,58 84 Las lengues prerromanas Ea arraigadas, y unos cuantos sufjos. Cuestidn muy discutida, 5 si, a través del lati, subsistieron habitos prerromanos en Ja pronunciacién, tonalidad y ritmo del habla, y si e308 res: coldos primitives influyeron en el latin hispénico hasta Ia poca en que nacieron los romances peninsulares EI historiador Espartiano da una noticia interesante so: bre las diferencias entre ol latin de Roma y el de siendo cuestor Adriano (emperador de 117 a 138 d. de C3, higpano e hijo de hispanos, ley6 un discurso ante el Senado; y era tan marcado su acento regional que desperté las risas fe los senadores. Si un hombre culto como Adriano con- servaba en Ia Roma del siglo 1 peculisridades fonéticas provincianas, mucho més durarian ésias entre el vulgo de Hispania. Sin duda, Ja jnfluencia de los substratos primi: tivos no es el nico factor en Ja formactdn de los romances Ja penetracién de la cultura latina hubo de reducirla mucho, Pero cuando un fendmeno propio de una regién es muy raro 0 desconocido en el resto de la Romania, sl en el idio- ma prelatino correspondiente existian tendencias, parecidas, ‘debe reconocerse la intervencién del factor indigena, Vea. mos algunos casos B Véanse A. Alonso, Substrata, supestratm, Rev. de ll lap, IN, 18h, 821K, RL Menender Pah, Modo de Obrar el Sube- fo tneisice, Rev. de Pol. Esp.. XXXIV, 195, 16s y F, H. Jon semana, La teorla del sustrato los diaectos hispanoromances fssconer, Madi, 156 ‘Hasta medlados de nucstro siglo se vno admitendo ave Is // {picoatvelar del Norte y Centro de la Peninsula erm dine da Inti y procoiia del strato pretromano asco 0 Tberic, Pero Toe ‘Studios de A. Martinct (Concerning some Slavic and. Arjan Refleses of LB. s, Word, Vil, Wi, 9192), M. Joos (The Medieval Silane, Language, XVII, 192, 22528), FH Jongemann (Le teora de sue rato, {1} y Alvaro Galmés do Fuentes (Las sbllanies en la Rome rig, Madrid, 1962) cigan a eceptar que I /8/ dplcoalvealr exstle ‘nginartamente en lati, 2 Historia de ta lengua espanola $4 2. La /A/ inca latina paso en castellano a (h) aspic 4a, que en una etapa mas avanzada ha desapareci¢o (fa zea. > [haya] > (aya) El foco iniclal del fendimeno se Timitaen tos sigos me al xt al Norte de Burgos, La Monta Yy Rioja. Al otro ado del Prine, el gascén da igual trata, miento a la /f/ latina (filiu > hith [hil]). Son, pues, dos Fegiones inmediatas at pals vasco, Cantabria y Gaseu, ls que colnciden. Gascufa (< Vascomia) es la parte ro ‘anizada de Ia primitiva zona vasa francesa, ¥ el vascuence parece no tener /{/ orjginaia; en os ltinismos suste om tinla (filu > ira: flew > iho) 0 susitirla con /b/ 0 Jol (tagu > bogo; festa > peste) Ademis, el vasco incluso el vizcaino durante la Bad Media pose una Taf aspirads que pudo sustitir también a In //, con Ta cual altcrna a veces. Cantabria, la reglin espafola cuya ro- ranizacin fe més tarda, debis de compartir Ix repugnan- a. vasea, por Ia_/f/;-es.clerto. que los céntabros eran oe crigen indocuropco, pero el substrato previo de la regién parece haber sido semejante al vasco; por otra parte, los Citabros aparecen constantemente asociads con los Yascom durante las Gpocas romana y visigoda, La hipétesis de un substrato cdnlabro que actuara desde los tiempos de la ro manizacén cuenta con el apoyo de un hecho significative fn el Este de Asturias y Nordeste de Leén In. dvisoria dctunl entre In /{/y In 7h/ asprada coincide con Tos ent guos lnites entre astures y cinabros™. Este substrato cine {nbro ae vo felorzado decisivemente en Ia Alta Edad Media por el adstrato wasco en Is Rioja, In Burebs y Juaros, donde, BR. Mendader Pidal, Orlgenes del espofol, § Aly: 1, Rodriguer ‘castellano, La aspiracién de ta she onl Ovente de Asturias, Oviedo, Inaitte, do Estudios Astoranos, 146, yA. Galmés de. Facntes 1. Catalin Menéndes ial, Un finite lingiitico, Revista de Diseeto. Togln'y Tradiiones Populares, I, 1946, 19625. o4 Las lenguas prerromanas 2» sepin se ha dicho, subsistian en el siglo xttt micleos vascos, no romanizados ain 3. A causa ansloga se ha atribuide Ia ausencia de /v/ labiodental en la mayor parte de Espatla y en gascén, siendo as{ que el fonema existe en los demés palses roménicos, en zonas laterales del Mediodia peninsular, y existid en espa: fiol antiguo, aunque no en las reglones del Norte. El vasco rho lo conoce, al menos desde Ia Edad Media, y en Ia pri- ‘mera mitad del siglo xvt la pronunciacién bilabial indistinta para /b/ y /¥/ roménicas se atribuia especialmente @ gas- cones y'vizcainos®. Ahora bien, In ausencia de /v/ tablo- ™ Veance $8 3 y 46, Fueta de Castiia y Gasca, A cambio (1 > Uh) 0 1a ena de in 1) slo aparocen gn cates o'lugates ise fades. s cierto que el Inercambio entre ¥[B) se ¥6 fjemplos dlalecales IsGnos (hireus-firces, he! eum, ete): pero sempre habia gue pregvotstse por ‘undio tea "y precisamente = smobow Tndos de’ Vastonin, Vesne .'Mentodes Pida, Ovieones del expo, 8 fy y Manual de Gramarica Htried Espanol Jclones de J. Ort. Tami las combate F. Lazaro Cartelen FF ePenomeno ibésica 2 romance. shcias de In ‘Toponimia Prenseas, Zaragoea, 198. 7 "Conrendré aclarar concepios desde el princia: ta. semicon sonante que el ltln Uanserbia'con uo v (wenloe venient num, vinum: lewis, levis) y que se pronuachba {wl en Ulan cisco, paso a avicutarse come (8) friction, Billa dense ta época ‘det Tmpero,confuyendo ct con in (0) retultante de heberse sojado ta fo/ intervocdica (habere, eaballuss provare), Antes cctasve, Este fonemse /8/ de dobie eigen se hice mie trae Je Ibiedental en seas zona del dominio romeo, pero se manta bilabiaten ‘otras. Parece ser que en In Penfneul fa arictacen fo} artalg6 princpalnente en la Yegiones ras romanizades, Levante 'y Ia mltad meridional, lente gue en ol feito abel f(D) Et ‘espaol antigua transttbia con 0 el foncmm ficatvg (een sue ‘alo, wino © venir, aver, eavllo, vin), cxva pronncsclen’ desis ‘de sero] en unas regenes, (B] en otras, en cambio transertba con bl fonema oclusivo bilabial /2/, procedonte de /o/ lating, tical, (bene > bien, bracehtum > brags) edo /p/ tlina tntervoce lice (sapere > saber, Lupus > fobo); pero fas contstones emt pezaron muy Pronto en el Norte, y ee correron al Sut Rata cinioey POOSHSHSHSHSSHSHHSHSHSHSHSHOHSSSHSOSHHSSOSEEESOEESE 0 Historia de ta lengua espaiiota sa dental se extendia a fines de la Edad Media desde Galicia y Norte de Portugal, pasando por Leén, Castilla y Aragén, hasta la mayor parte de Cataluéa y algunas zonas del Me: diod{a francés, aparte del Rosellén y Gascufa®. En este ‘caso el vasquismo parcce manifestacién parcial de un subs: {rato més antiguo y extenso que et representado por Ia as- piracién © pérdida de la /*/ inicial latina 4. Aparte de los casos més seguros de influencta, se ‘observan signifcativas semejanzas entre 1a fonologia vasca Yy la castellana: En ambas, el sistema de las vocales consta e sélo cinco fonemas, repartidos en tres-grados de aber tura; dentro de los Mmites de estos grados, cada una de las vvoeales, firmes y claras, admite variedades de timbre segtin cel cardcter de Ia silaba y de los sonidos circundantes®. Los (0 en la seganda mitad del sglo x0 salvo en Portugal, Levante » alates (e655 ¥ 92). Aa! fo he demstrada Dimaso Alonso, La fragmentaidn fontica ‘peninauar, Suplemeato al tomo I de Ta sEnciclog, Ling. Hisb, Mat rig 1962, 188202. I betacemo del Norte penasular ha sido reac fin surtdicn (ease desputs, § 22), por IE Likdike. (Sprachliche Detiemargn der apulschen Dilebie ‘om Rumdnischen, Reve des tudes Roumsines, II. 4, 1957, M6) y P- lamenthal (Die Batwckung der romanischen Labialtonsonanten, Romanistoche. Versuche ind Voracten, 3, Bonn, 197, 6081). Sera necesaso un examen mas ete de estas analogs, scentundas 79/9 de latin vol bien, Bonu > bueno) y poraue lore Aiptongos se ientieaton con Tos fon orach, Fonalogte expat aque i diptongecién.surgiia coando.hispanos acostumbrados © Sivtema socdlico de una sola /e/'y dou Soin fof trataron de adoptat Ie dlstncn latina vlgareatce fey J, entre fy fe. bimatirando tiamente las dos vocales bieras. sta hipétsis merece total Sentiiento si st lege a probar que lor hispanor po vassoe del Centro peninslar hablaban lenges ean eealismo de clnco fone, ‘Soma el sarco, no de des, como el tain lisico, o de siete, como ft ata vulgar de Hispania. Vase luego, 4 1h om (el, (we) (bene > entor consitutvor de sles s4 Las lenguas prerromanas a tres foncmas /6/, (4, Je/ pueden ser oclasvos (bl, [2 {el 0 frcativos [b, (4),(e].sentin condiciones iguales en fas dos lenguae. Tanto en vatcuence como en los romances peninsulaes In /r/ de una sla vibracon y In /f/ de doe { més son fonemas distintos que se oponea en posiién inervoclic; en poscién inill, donde nuestros romances tienen s6lo Fel vaso exige prétesis de una vocal (erate trvege.§ 3 arraca ‘Taz’ rosa ‘rosa, que también se da fn espaol prelterario (erroturas ‘otwrss, rturacione), 4ej6 sella en topdnimos y apelides (Arriondas, Arredondo), y aparece como prefio en multitud de dobletesIéxicos (rage 1 arruga, antigus roncer, raster, repentir junto & arancar trrastrar, arrepentr,rebatar [ arrebaar,rebouar / arrebo Zar, eto) ® Latinsmos como plan at han perdido la con- fonante ical en sw adapteciin vascuence (tandtu); coma fniloga sucedié en ln evolucién castellana de los grupos Iniciaes latinos /pt/, /et/, /-/ (planu > “Cplenu) > {lano])*. Estas y otras coincidence mo parccan casuals 5. En el Alto Arapin, las oclsivas sordas intervoclicas Intnas se conservan frecuentemente sin sonoriar (ripe, fo retar, lacuna). En algunos vales de Ta misma reqién (Fenlo Y Secu) se sonorizan las oclusivas que siguen a nasal 0 Uiguida (combo “ampo’, puarde “puente’, chungo “unco’ aldo ‘alte’, suarde‘swere) restos dspersos en otras loca Tidades denancian que el fendmenoalcanas antato a todo el Pirineo aragonés En la Ripjn de los siglos x y xt fas Glo Enilinnenses conservan de ordinaio las srdasintervocdicas (lueco, mouetura, et), mientras sonorizan tes a ia /s/ de aliquantas > olguandas; en documentos rijanos de Ia cen Pia, rice, § M; Michena, Fon Mit. Vasc, sa Menénder Pidal, Orlgenes det espaol, § 102. F. H. Sungemson 1a teora dal sustrate, pgs 177 1, rechara, sin arguments com asous eno, 4 2 Historia de ta lengua espafiota sa poca hay otros ejemplos semejantes. Los dos rasgos se dan fen beainés y colnciden con el tratamiento que da el vasco a Ins oclusivas de los latinismos que ha adoptado: el vasco no Altera las intervocdlicas (tipula ‘ceboll’, kuskula ‘cogolla, fapatha ‘espada'); pero sonoriza las que van tras m, 1,7 0 [, tanto en los latinismos (temp dra > dembora fronte > boronde, altare > aldare) como en formaciones indigenss (emenkoa > emengoa, Iruntik > Irundik). En vasco, el earde- ter sordo © sonoro de una oclusiva depende de los sonidos vecinos, sin constituir rasgo fonolégico diferencial; y la es- critura ibérica empleaba tun mismo signo para sorda y sono- ra, meras varlantes, sin duda, de un mismo fonema®. 6. Otros cambios fonéticos espafoles pueden atribuirse 1 substratos distintos del vasco. La sonorizacién de Ias och sivas sordas intervocdlicas Iatinas parece coincidir origina riamente en Ia Peninsula y en la Romania con Ia existencia -de-un-anterior. dominio-céitico--Entre-los-celtasrhispanos-la indiferenciicién de sordas y sonoras debia de ser grande, ‘8 jurgar por grafias alternas como Doitena y Doidena, Am. atus y Ambadus, Arcailo y Argacta, Ataecina y Adaegina, sbriga y -brica. Estas vacilaciones se extendian por todo el 7] Véanse ls distinas opiniones expuestis por Sarsinandy, Ves tices de phondigue Weriewre on teriteire roman, Revista Tnteraais. ‘nae. Estudoe’Vaseon, Vi, 1913, R. Meoencer’ Plat, Orfener det Cipahol, Hey 55, G. Roblls, Le Gascon, 138, 337, A Ber hocharegaveteche Dialekt, Revue de’ Liegisique Romane, i, Ns, TOT W. B, Bleork, De quelgues afonuds phondlgues entre Ferogonaie et te bdarnois, 83 reseba de esta obra por T- Navarro ‘Toms, Revista de Flotogla Hispénes, 1, 199, 178176) A, Tovar, Les Signos slihicertbércos Tas permatacones del version, Emerita, XU, 20 y sina, y A. Martinet, De fa sovrtsaton des occusives {nits en basque, Word, VI, 50,2433. Para las Gloss ¥ documentos FHejanes, winse F- Gonzi Ole, La sonorizociim de las comonanter ordar tras ronante ana Rioja. A propésito dl lomento etco em Iat Gioses Enlanenss, Cand. de Tovert. loi, Logrono, 1V, 1979, 11s im a4 Las lenguas prerromanas 3 Noroeste peninsular a partir de In Moea LisboaMedellinstie- ras de Soria; en las mismas regiones alcanzaron también 1 palabras latinas (imudauit por immutauit, per- peduo, Perecrinus, Aucustinus en inscripciones de la época romana); y hubleron de constituir base favora- ble para la sonorizaciin de las oclusivas sordas intervocd- licas, que en fos siglos 1X al xr aparece especialmente arral- fgada en Galicia, Portugal, Asturias y Leén®, 7. En casi todos los paises roménicos donde estuvieron asentados fos celtas, el grupo latino /kt/ evolucioné hasta Hegar a /it/ © /¢/, soluciones en que se reparten los roman- ces occidentales (lat. nocte, factu > port. noite, feito; csp. noche, hecho: ea. nit, fet: prov. muech, fack; fe. nut, {ait La primera fase del fendmeno (relajacion de Ia /k/ en [jc sonido igual al de la jcastellana moderna) aparece en ins- tipeiones galas y es general en irlandés. En inscripciones ~eeltibéricas-consian Rec tugenus~y-sucreduccion= Re tugeno, que probablemente habré de leerse *Reituge no; el nombre es el mismo de Rhetogenes, héroe nus mantino mencionado por Appiano *. Como el grupo /ks/ ha sequido una transformacién andloga a Ia de /Kt/ (lat. 1axa re > port. leixar; esp. lexar; fr. lesser), con igual exten: sién, podria ser también de origen eéltico, FA Forse, Le sonoritaciin 9 calde de lar intervoedins y ts ‘rats indocntopeos on Hispania, Bolen de a R. head Exp, XVI, Sobre le eronalogia de le sonortacs.. ala. Romina Ove. i aMlomenafe a Fritz Keogers, 952, 918; The Acent Lang: of ‘Port, 1981, 95; La lace de tnguar. 1968, 7 Einfhrane Wt die Sprachgeachichte der Uber. Halbinel, 197, MAI. 8. Ste eto, tara da Lingua Portugusa, Rio de Taneeo, 12, 164151 No echazan Ia posibllidad dl subseato ello A. Marne, Care Lent fon and Wevters Romance Consonants, Language, XXVith, 1992, 192- 217, a Jungemana, op. cit 159 1 uP Ww MeyerLUbie, Inroduccén « lx Iingitstica roménica, Madi 1816, § 2st: Tovar, The Ancient Lane. of Sp. and Port, Bi, Siva Neto, Historia, 6. ¢ POOOOOHHSHOOHOOHOEOOHSCHSEEOCOCOEOCOOOE “ Historia de ta lengua espaiiota 85 8. Por witimo, en el Centro y Noroeste peninsulares y fn otras zonas occidentales de Europa hay testimonios edt ticos de vocales inflexionadas por la accién de otta vocal siguiente; por ejemplo, a un nominative Ancetus corres ponde un genitive Angeiti. En este fenémeno se ha visto tun anticipo de Ia metafonia que con diversa intensidad y aleance se da en la Romania occidental: lat. f8e%, vEni > fr. fis, vins, esp. hice, vine, port. fiz, vim. Sera necesario precisar las’ condiciones en que tal inflexién se produce en Is Tenguas célticas y en los distintos romances, S75. HUELAS PRERROMINAS EN LA MoRFOLoGiA. EsPAROLA 1. En lenguas célticas de Hispania —al menos en Ia celtibérica— los nombres de tema en /-0/ tenfan /-08/ como desinencia de nominative plural: en inscripelones aparecen araticos, calacoricos, lutiacos, etc, en funcién de sujeto. Ello pudo contribuir a que el nominative plural latino en /4/ desapareciera en Hispania y quedase tna forma Unica -os para nominativo y acusativo. Véase § 18,. 2; En espafol se conservan algunos sufijos derivatives nominales de abolengo prerromano. De ellos, los que tienen hhoy mayor vitalidad ‘son los despectivos -arro, -orr0, «urro (buharre, machorro, baturro), de origen mediverrineo pri mitivo¥. Por los siglos x1 y x11 subsistian eco y -ueco (Kart nariecas, pennueco), procedentes de -8ceu y eeu no latinos; ahora sélo se encuentran, con pérdida total de si nificado, en palabras sueltas (muiiece, morueco) y en nom bores de lugar (Barrueco, Batuecas)”. En peasco, nevasca, A Tovar, The Ancient Lang. 95; Einfhnong, 2, bs R. Menenden Pidal y A. Tovar, Lor zufjor con -rr en Espo 1 fuera de ai, Hol dei Reads Esp, RRAVIT, 188, L2H. ‘oem Pid, Origenes, #6 55 Las tenguas prerromanas 4 borrasca parece sobrevivir un sufjo ligur -asco%. Acaso tenga el mismo origen el patronimico espafiol en z (Sducher, Garciaz, Musiz, Mutioz, Ferru2); las tesis contrarias a su abo- Jengo prerromano no han logrado ofrecer ninguna solucién, satisfactoria, mientras que las terminaciones -at, -e2, -02, ‘bundan en toponimia peninsular y alpina presumiblemente ligur; este sufjo -2 fue incorporado por el vasco con valor posesivo 0 modal®. Del precéitica 0 eéltica -aiko,-aecu¥ ‘muy atestiguado en inscripciones hispanas, proviene -iego, bastante activo en otto tiempo, pero apenas empleado hoy fuera de los derivados antiguos como andariego, nochernie. 80, mujeriego, solariego, palaciego, Jabriego, etc. °. 3. Aparte hay que sefislar I extrafia afcién del espatiol a formar derivados mediante la afadidura de un incre: mento inacentuado con vocal @ (reldmpago, eifnage, méda no, edscara, agéllara, de lompo, cieno, meda, casca, agalla). Las consonantes del suijo son indiferentes, segtin se ve en Imurciégano y murciégalo > murcidlago, de murciego, © en 1B Meninder Pil, Teponinta prerom. hips, 7, OLED y 12165 ‘Supone orgen no Hgut J. Hubschmi, saci Ling. Wisp 1 S283, Die askousko.Sufie iid das Problane des Ligurzehen(v:. 6) ‘o"Aenendex Dida, Toponimia prervon: his, Ter I. Mentnder ty A, Tovar, Dos suljos espatoler en wt 9 expectalmante for pstrontnicos, Bl. R. Ae- Esp, XE, 1962, 714. Pore ores eaten, ‘ance Balt, Grindrss der’ fons. Pay Se Grier, Ty Bo ede 308 Cornu, Mid, 92: Carney, Le latin Espagne stapes ls inscriptions, 22285, W. MeyerLibke, Romanuche. Nomenstadien, Sitangsberts ‘er k Ad. in Wien, 108191751 9 Die beroromanchen Patrons ‘Spanish patrargmies i, Revie Wispansqe, LAVI, 1935, 166178, LW. Gray Lortgie de le termination hipono-portugase ee, Balen de Ia Soaité de Lingustigue de Para, NRVIL, PSS bios; 7 Caro ‘Boro, Haterisies pare wna historia de Te lengua vasea en ou rlscion on fa Tain, 182, ND118, E- Garin omen, Hipocorsicr érabes 9 Detrontmicos Nspinizes, Acabics, 1934, B35 oy Mattel, The Hispanle Suffle (ess. A Morpholoicel and Lexical Study based on Histocat end Disecal Sources, Berkley ‘ish “ Historia de ta tengua espafiola $6 Jas alternancias sétano y antiguo sdtalo, Huéreanos y Huér- cao) Overa. A veces sélo se conoce la forma derivada y no Ja primitiva; ast ocurre en rdjaga, bdlago y tantos otros Los esdrijulos latinos que se han conservado no bastan para explicar un fenémeno tan amplio; en cambio, la topo- hhimia prelatina abunda en nombres como Nai&ra y los ya citados Tamagay Brac&ra, con sus variantes Bra cana y Bractla, semejantes a lot actuales Huéreanos, Nuévaios, Soléreano. El sustantivo paramo es indudable- ‘mente prerromano, y probablemente lo es también légamo © légana, Parece tratarse, por lo tanto, de un habito heredado de Ias lenguas peninsulares anteriores al latin“, § 6 VocAnULARIO ESPAFIOL DE ORIGEX FRERROMAND, 1, Son muy numerosas las palabras espafiolas ‘que no encuentran etimologia adecuada en latin ni en otras lenguas ‘=comocidas, No=pocas, exclusivas- de I Peninsula; son” tah— viejas, arraigadas y caracteristicas que invitan a suponerlas ms antiguas que la romanizaciéa: por ejemplo, abarca, artiga, aulage 0 aliaga, barda, barraca, barro, cueto, charco, ‘galdpago, manteca, perro, rebeco, samarugo, silo, ima, tamo, toca, foj0 %; pero no se ha encontrado fundamento sufciente © R Mendader Pidsl, Manual de Gramdtica histérice espateta, 44 Origenes del espanol, 61 y 61 bs, ¥ Suiosdlonat en ef Mede derrineo Oeciavial, Nowra Rev. Ga Fil. Hip, Vil, 1S). S455, J. R “Graddoek, Latin Legacy versur Substratum. Residue. The Unsiressed “Derivationat” ‘Suffer in the Romatce Vernsctars of the: Western Mediterranean, BerkeleyLow Angeles 16, ‘2 Veanse, ante todo, el Die erl. etm. de la logue castellena de 4, Coromins, Magra 1984, y ta Tépioa Hesperia, ly Medeldy It 18428, R. Menéodex Pidal, Ofgenes, $51) 9 8, 9 Toponimia yrerrom. isp, 02M Siva Neto, Mistria, 27.308, Hubschod, sence. ing isp, 12446 y LULL 'y A. Tova, Les traces lingitiguescetgues dana fa Pninete Therigu,eCeltioun Vi- Actes dt Toishme Calogus Intern, 'Etudes Gaulolses, Celgues et Protcetiquees, Rennes, 158, Hua 96 Las tenguas prerromanas a para sefalarles procedencia concreta de alguna lengua pre romana conocida, Mayor es la probabilidad de acterto cuan- do entre la palabra espatiola y una de lengua prerromana hay afinidades fonéticas y signiicativas suficientes para su poner entre ambas parentesco o relacién no explieables por ‘ia latina o posterior: vega tenfa en los siglos X y Xi las for. mas beica y vaiga, semejantes al vasco ibaiko ‘ribera’; arto ‘eambroners’ corresponde al vasco arte ‘encina’; igiteda y fl vasco akefo ‘macho eabrio’ postulan un étimo comin Tekoto; vilorta significa lo mismo que el vasco bilur; pestafa vale igual que el vaseo piztule, en conexién con pitta ‘legafia; 10s altoaragoneses ibén ‘laguna’ y sarrio ‘es pecle de gamuza 0 cabra montés’ parecen relacionarse con Tos vascos ibai ‘rf! e izar ‘altura’ etc. Tal vez sea de origen Tibio tamujo, port. tamuge, planta que sélo se da en una franje de la Pengnsula y en una zona de Argelia donde estuvo ‘asentada Ia antigua, locallded de Tamugadi®. A. juzgar por I geografia de sus posibles parientes parecen tbéricas, rediterraneas 0 aceso ilitioligures barranco, carrasca, gn. dara ‘pedregal’, lama "barro’, etc. Nava no sélo se extlende por todo el dominio castellano y vasco, sino también por zonas alpinas y en el celta insular. El Iéxico de origen pre- fella o celta comprende sustantivos referentes al terreno: errueco, légamo, sera; nombres de Arboles y_ plantas: abedul, liso, dlamo, belefo, belesa, erro; xo6nimos garea, puerco y toro (en Ia Inscripeién de Cabeso das Fraguas poreom y taurom se anticipan a los latinos porcus y taurus); terminologia relacionada con los Guehaceres risticas: busto ‘cercado o establo para bueyes’ Cboustom en el bronce de Botorrita), amelga o ambelga, ‘colmena, gancho, gorar ‘incuba’, gilero, huero; y otras pa: TV, Bertldi, Romance Philology, I, 171, 8 Historia de 1a lengua espaiiola 56 labras de campos seménticos diversos: baranda, basca, be- rrendo, cantiga, tarugo, los verbos estancar, atancar, travcar, virar, ete. El calzén era prenda caracteristica del vestido celta, y el término correspondiente, braca, ha dejado el espafiol braga; el uso de braca en Ia Peninsula est ase gurado por la existencia de Brackra y los bracari, Pueblo que habitaba la regién de Braga. El compuesto la tinocelta Octavioles (ciudad situada entre Reinosa y Aguilar de Campoo) atestigua el empleo de olca ‘terreno cereado inmediato a la casa’, de donde el espaiiol huelga (hoy casi olvidado; recuérdense nombres geogréticos como sas Huelgas y compérese el francés ouche), 2. La epigrafia latina de la Peninsula no proporciona ‘muchos datos. En el ara votiva de Leén (siglo 11 d. de C), Tullo ofrece a la diosa Diana los ciervos cazados vin pa rami acquores; péramo no tiene aspecto ibérico; debe pertenecer a la lengua precéitiea © protocéitica de los puc blos que habitaban el Oeste de Ia meseta septentrionl, Balsa figura como nombre de una ciudad lusitana encla- vada en terreno pantanoso; es la primera muestra del es F panol y portugués balsa, cat. basse, El bronce de Aljustrel “Portugal, sigio 1) da «lausiae lapidese; de *lause vie ren el espafiol l0sa, port. louse, cat. lose, 3. Los autores latinos citan como hispanas 0 ibéricas hhasta unas treinta palabras, que en su mayoria no han le. fgado al romance. De las que han perdurado, algunas no son originarias de Espana, sino latinismos provinciales o voces extranjeras®, Quedan, sin embargo, ciertos testimonios in Veanse Cornos, Le ttn Espagne dprés tes inscription elles, ts, y J. Une, Insericioneserstionay de la Espa ro ¥ vsigod, Bateslon, 2 ed 188 ‘Por ejemplo, can thus ‘Alero con que se ce el borde dele reat, african © espafal segin Qulotiane, e& el orien del cap 56 Las lengues prerromanas ” teresantes: Varrén afirma que Lancea (> espafol lanza) no ern voz latina, sino hispana; podria ser, en efecto, un celtismo peninsular, Plinlo recoge arrugia ‘conducto sub- terrénea’, antecedente de arroyo; da cusculium (> esp. ‘coscojo, caseoja) como nombre de una especie tbérica de encina;_y atribuye origen hispano a cuniculus (> esp. conejo), Quintiliene sefiala como oriundo de Hispania el fdjetivo gurdus ‘estélido, necio’ (> esp. gordo, con car ‘bio de sentido); la palabra se usaba en latin desde varias generaciones antes ®, Y en el siglo vit San Isidoro mencio- nna en sus Etimologlas cama, sarna y stipa, variante de stippa > estepa ‘mata resinosa parecida a la jara’. Fs probable que el Iatin tomase de las lenguas hispénicas Jos nombres de algunos productos que se obtenfan, princk palmente en la Peninsula, como plumbum (> esp. plo- mo), galena, minium (compdrense el nombre fluvial Mino —en Galicia, tieréa de donde se extraia abundante {xido de plomo— y el vasco min ‘vistoso, encendido’). His- pania era ya gran exportadora de corcho: el latin suber ( esp. sobral, cat. surer, port. sovre, sobreiro, it. sughero, sovero) parece ser una vor peninsular adoptada*, poset i a ree Sip sasha av Notas ee den ao eee igeteha a io ES we nea CH vpn Aum, XY, 2 He READS Manat 2 Sia el nts Hm Pp 28 Ce a it Re wba ee uo ma enn a at suns eB i __ de carpintero so Historia de ta’ lengua espatiota g7 4." La influencia de tas lenguas prerromanas en cl voca: bbulario romance de la Peninsula, segin lo que podemos apreciar hoy, se limita a términos de signifeacién sume. ‘mente concreta, referentes en su mayoria a la naturaleza ya la vida material. No pervive ninguno relativo a la orga nizacion politica y social ni a In vida del espiritu, 87. Cmmiswos pen carte, [No son pretromanos muchos celtismos que, tomados de los galos, adquirieron carta de naturaleza en latin y pasaron f todas o gran parte de las lenguas romances. Ast ocurrié con un nombre caracteristica del vestido celta, camisia (> esp. camisa), La vivienda celta dejé al latin capanna (© exp. cabana); 1a bebida tipica de los galos se llamaba cerevisia, origen del esp, cervera. Medidas agrarias de inual,procedencia.son.are pennis->varpende-y lewea 3" legua. Los romanos aprendieron de tos galos nombres de Grboles, plantas y animales: alauda y salmo son en espatiol alondra y salmdn. La habilidad de los galos como constructores de vehiculos hizo que los romanos se apropia ran los celtismos carrus > carro y carpentum ‘carro de dos ruedas; carpentarius ‘carrero’ amplié su sem. tido hasta hacerse equivalente de tignarius, yes el igen os términos celtas que lograron gran difu- % W. MeyerLibhe, Introd. @ Ja Ling. Romdnies, Madris, 1928, ssa Bl wo de carpentarius con cl valor de tlenarius apa race yen Palaio (Therouruslinguae ltiaee Ts 190 ets 48), Car Dintero no es un galicismo evidente, com pretende HW. Lausbery (Ro. Imanische Forschungen, LX, 17, 2H); antigiedod ea Espat td Ssemurnda por la del derivado arpencerla, que figura ean docimento ovetense de os sigos ix © x (Moz ¥ Romero, Colcclin Ce Fuerey Meats, 187, 1) s8 Las lenguas prerromanas st sidn en el Occidente de la Romania son *brigos ‘Tuerza’ (> esp. brlo) y vassallus (> esp. vasallo), que sirvié para designar una relacién social que los romanos desco- noclan, . 58 Vasoutsuos. Después de la romanizacién el vascuence ha seguido pro- porcionando al espaiol algunos vocablos. En la Alta Edad. ‘Media el dominio de Ia lengua vasea era més extenso que en. Ja actualidad, y of crecimiento del reino navarro favorects Ia adopcién de vasquismos. En el siglo x las Glosas Emi ianenses mezelan frases éuscaras con otras romances; en Ja onomdstica espafcla entraban nombres como Garsea > Garcia, Enneco > ffigo*, Xemeno > Jimeno: y snwel-x1tt-elriojano- Berceo- empleaba-humorfsticamente bildur ‘miedo’ como términio conocido para sus oyentes, Por esta época annaia ‘hermano’ y echa (< vasco aita “padre’) formaban sobrenombres honorifics o afectivos («Minaya Alvar Fafiers en el Poema del Cid; «Miecita don Ordonio fen documentos del siglo x11)®, Siniestro, de origen latino, contendia con izquierdo (< vasco ezker), que habla de Imponerse. De zati ‘pedazo' y su diminutive zatiko, vie- fen zato y gatico ‘pedazo de par’, ‘pequefia cantidad’, usado or Berceo; en las cortes medlevales se llsmaba gatiquero al eriado que levantaba la mesa de los sefiores, El vocabulario espafiol de origen vaseo seguro 0 proba ble incluye adem&s términos alusivos a usot hogarefios, 3 GM. Verd, 5.3, thige,Iigues, Hustega Mistorla y Merfoogta, Miscolinea Comins, NXXIL. 194, $61 y 20733, BR Menéader Badal, Centar de Mo Ci, TI, 16,1211, y Chamer tin, en Toponinia rer. isp, 2. PO SOOO OS OOOO H0OCO8O0OHCCCOOO CEES POSS SHSSSSHSHOHSHHSHHSSHSSSHSHHSSEOHOHEOEHEES 2 Historia de la lengua espafola 58 como socarrar; nombres de minerales, plantas y ant ‘males, como piearra, chaparro, acaso tumaya; prendas de vvestir, boina y zamarra; agricultura, treecién y- ganade. ra, faya ‘pala de labrar’, narria, cencerro; navegacién, ge. ‘arra; metalurgia, chatarra; supersticiones, aquelarre: juego, Srdago, etc. Del vasco buruz ‘de cabeza’, cruzado probable. ‘mente con una vor Arabe, vienen los espafioles de bruzos, de bruzas, de bruces, y el port. de brugos™, En ocasiones Ia palabra vasca es, a su vez, de origen Iatino @ roménico: ast, del latin augurium proviene la interjeccién vasea de sm Judo o despedida agur, de donde el espaol agir, usado como ddespedida a partir del siglo xvzt por lo menos: el latin cs. tells dio en vasco tristera, que ha pasado al castellano en In forma chistera: nuestra chabola es adopcion reciente del vaseo tsabola, pero éste procede del francés antiguo jaole ‘jaula 0 c&rcel’. A cambio de estos y otros escasos présta- ‘mos, la influencia léxica del espafol sobre el vasco ha sido, Y sigue siendo, enorme. 35. Corominas, Revista de Flo. Hispnica, V ply. & 4,8 A. Tovar, Boietio de Flog, Vill Lisboa: fat, 267 A, Castro, Rev. de Filo. Esp, XX, 185), G04) 3. Corominas, hee. ert etm TT, LA LENGUA LATINA EN HISPANIA 9% Romanazacron ow Hiseansa 1. La segunda guerra piniea decidié los destinos de Hispania, dudosa hasta entonces entre las encontradas in fuencias oriental, helénica, celta y africana, En el afio 218 antes de Cristo, con el desembarco de los Escipiones en Am Purias, empfeza la incorporacién definitiva de Hispania al ‘mundo grecolatino. Gades, el ultimo reducto cartaginés, st ccumbe el 206, y Jos romanos emprenden la conquista de la Peninsula. A principios del siglo 11 les quedaban sometidos el Nordeste del Ebro, ef litoral mediterréneo y la Bética, La contienda sostenida por lusitanos y celtfberos duré més; ‘aun después de la destruccién de Numancia (133) se regis- ‘tran nuevas insurrecclones, En el siglo t repercuten en mes tro suelo las discordias civiles de Roma. La paciicacion del territorio no fue completa hasta que Augusto dominé a cén- bros y astures (aio 19 a. de Jesucristo, ‘Mientras tanto el seftorio romano se habia ido exten- diendo por todo el mundo entonces conocido: a Italia y ' Véanse A. Garcia y Bed, Le ftintzacén de Hispania, Archivo Esp. de Arqueclogta XL, 197, 9 la bibliogratinctada por K. Baldinger, {Le formacisn. de los dominion lingilicos en la: Peninsula Toone, Madri, 197, 104106. 4 Historia de la lengua espariola 59 sus islas circundantes se afiadian en el siglo 11 Wiria, Mace onia, Grecia, el Norte de Africa y la Galia Narbonense; en el, Asia Menor, Galia, Egipto, el Sur del Danubio y los Alpes. ‘Ast el Oriente, colosal y refinado; la Hélade, cuna Gel-saber y la belleza, pero incapaz de unificarse politica: mente; y el Occidente europeo, habitade por pueblos dis cordes en mezcolanza anérquica, quedaban sujetos a Ia dis ciplina ordenadora de un Estado univers La primitiva Roma quadrata se habia engrandecido gra cias a virtudes supremas: ruda en un principio, como puc- io de agricultores y soldados, posela un sentido de energia viri, de dominio, que le sbrié el camino para cumplir su ‘excelsa misién histérica. La cultura romana traia el concep: to de Ia ley y la ciudadanta; pero el Estado no representaba ‘slo garantias para el individuo, sino que era objeto del servicio més devoto y abnegado. Al conquistar nuevos patses, Roma acababa con las luchas de, tribus, los desplazamientos. ‘4e"pucbios, las pugnas entre ciudades: imponia a los dems cl orden que constituls su propia fuerza, Consciente de esta providencial encomienda, Virgilio la hacia saber a sus com- patriotas Tu retere imperto poputos, Romane, memento (ae fb runt arts), pactsque tmponere more, Darcere sicctis et debllare superbos EE sentido préctico de los romanos los hizo maestros en “1a administracién, el derecho y las obras piiblicas. Roma tent6 la base de Ins legislaclones occidentales. Calzadas, [puertos, faros, puentes y acueductos debidos a sus técnicot Ihan detafiado el transcurso de los siglos. Y si, por natura lez, el romano no sentia aficién hacia et escape desintere, sado del espititu y de la fantasta, acerté a aproplarse Ia ccultura helénica, bebiendo on ella lo que le faltaba, De este ‘modo, Ia escuela romana Mevaba a las provincias, a la vez 39 35 {que el nervio latino, et pensamiento y las Jetres griegas, la cereacién més asombrosa del intelecto y arte europeos ‘Como consecuencia de Ia conquista romana hubo en His pania una radical transformacién en todos los érdenes de Ja vida: téenica agricola e industrial, costumbres, vestido, lorganizacion civil, juridica y militar. La religién de los con. quistadores, con sus dioses patrios y los extranjeros que {ba cobijando, convivié en la Peninsula con el culto a divi- nidades indigenas. La mitologla clisica alz6 templos con segrados a Diana, Marte o Héreules, y poblé de ninfas los bosques hispanos. Atin hoy subsiste en Asturias Ia supers: ticidn de las xanas, hermosas moradoras de Ias fuentes, que tejen hilos de oro y favorecen los amores; sana es evolucion fonética y semantics de Diana, Is diosa virgen de los bos ques y Ja caza, 2, La romanigacién més intensa y tomprana fue Ia de -=la-Bétlcarcuya'culturarsuperior-avla'de las demés'regiones, facilitaba Ia asimilacién de usos nuevos. La feracidad de las comareas andaluzas atrajo desde muy pronto a Jos colon! zadores; ya en 206 a. de J. C. tuvo lugar Ia fundacién de Itdllea, pare establecimiento de veteranos; leplonarios casa- ‘dos con mujeres espafiolas constituyeron 1a colonia liberta de Carteya (17), y Cérdoba, més sefiorial, fue declarada colonia patricia (169). En la época de Augusto efirma Es ‘rabiin que los turdetanos, especialmente los de las orrillas del Betis, habian adoptado las costumbres romanas y ha- bian olvidada su lengua nativa. Esta noticia ha de referirse a las ciudades importantes, pues en los pequefios miicleos de poblacién y en el campo el apego a las costumbres y Tenguas nativas hubo de ser mucho més duradero. ‘Alas costas mediterrdneas y al valle del Ebro acudieron también muchos colonos. La politica de atraccién dio ex: La lengua latina en Hispania PSCOSHHHOSHHOHHOHHSSOOCHOOCOOHO HOO OOOEE p Occccccceccececccccoeccecoeoneecoes 56 Historia de la lengua espatola 59 celentes y tempranos resultados con los indfgenas. En el ‘fio 90 a, de J.C, durante la guerra social de Italia, com- batian en las filas del ejército romano caballeros nativos, de Salduia (Zaragoza), quienes merecian por su valor Ia ci adanfa romana y otros honores. Sertorlo fundé la escucla de Osea (Huesca) a fin de dar educacién latina a los jévenes e la nobleza hispana, preparindolos para la magistratura, a la vez que se procuraba rehenes. Segin Estrabén, la roma: nizacién de levantinos y celtfberos no estaba tan avanzada, hacia el comienzo ide nuestra era, como la de los turdetanos, ‘Mas retrasada se hallaba todavia la de Lusitania; y los pueblos del Norte, galaicos, astures y efntabros, recién do- minados, seguian viviendo con arreglo = sus rudos hébitos seculares 3. Con la civilizacién romana se impuso la lengua latina, importada por legionarios, colonos y administrativos, Para ‘su difusién no’ hicieron falta coacciones; basté et peso de las cireunstancias: cardcter de idioma oficial, accién de le escuela y del servicio militar, superioridad cultural y con- veniencia de emplear un instrumento expresive comin a todo el Tmperio. La desaparicién de las primitivas lenguas peninsulares no fue repentina; hubo un perlodo de bilin: flismo mAs o menos largo, segin los lugares y estratos so- Ciales. Los hispanos empezarian a servitse del latin en sus relaciones con los romanos; poco a poco, las hablas indige- nas se irfan refugiando en Ia conversacién familiar, y al fin Negé la latinizacion completa, 4. Son interesantes a este respecto algunos nombres de Tugar que mezclan elementos latinos con otros ibéricos 0 celtes. No es de extrafar que en Gracchurris (Alfaro) se jumte al recuerdo de su fundador, Tiberio Sempronio Graco, la palabra vascona urri, integrante del native y re) La lengua latina en Hispania 3 cerceno Calagurris, hoy Calahorra®: la fundacién de la ciudad ocurrié en el afo 178 a. de Jesucristo, muy al prin- ciplo de Ia conquista, Pero Juliobriga (cerca de Reino sa), Cacsarobriga (Talavera), Augustodriga (Clu dad Rodrigo), Flaviobriga (Bilbao o Portugalete), Tria Flavia y otros, demuestran que en tiempo de César, de ‘Augusto 0 de los Flavios el celta briga y el iri conservado ‘en vasco guardaban su valor significative. Para Octaviol= ca, véase § 61, Coinciden con esta deduccién los testimo- nios de escritores latinos y griegos. Cicerén, en su tratado De divinatione, compara el desconcertante efecto de los suc- fos incomprensibles con el que producirfa oft en el Senado cl babla extrafia de hispanos o cartagineses. EI historiador ‘Técito (852-120) refiere que un aldeano de Termes, en 10 ‘que hoy son tierras de Soria, acusado de haber intervenido fen el asesinato del pretor Lucio Pisén (afo 25 d. de J. C.), se neg a declarar quiénes eran sus cémpliees, dando grandes ‘voces en su idioma native, Plinio el Mayor (2379), al des- cribir las explotaciones auriferas de la Peninsula, registra fabundante nomenciatura minera prerromana. Recordemos ‘que, segiin Estrabén, en la época de Augusto sélo estaba préxima a consumarse Ia latinizacién de la Bética, En Le- vante el alfabeto ibérico sigulé empleéndose hasta muy en trada la época imperial, 1o que implica supervivencia de las lenguas nativas, Mas tarde un tratado De similitudine ccarnis peceati, atribuido a San Paciano, obispo barcinonense del siglo 1v, o a Eutropio, que lo fue de Valencia en el vt, falaba Ia caridad de una dama que hablaba en Iengua ver nécula a desvalides paganos que no sabfan latin’. Bs de suponer que en el Centro, Oeste y Norte Ia latinizacién no Vests $3555 3 Garcia y eld, at eit, 2028 iva arena —S 38 Historia de la lengua expafiola s10 se generalizaria sino més tarde ain, La toponimia asturl nna abunda en derivados de nombres Intinos de terratenien: tes (Antofana, Cornellana, Jomezana, Terenzana, de Anto- nius, Cornelius, Diomedes, Terentius); pero 1a epigratia de Ia misma regién ofrece nombres indigenas de dioses, individuos y gentilidades hasta fines del siglo 1v por Io menos’ $10, Be arte, Entre las lenguas indoeuropeas, la latina se distingue por su claridad y precisidn. Carece de Ia musicalidad, rique- za y finura de matices propia del griego, y su flexién es, comparativamente, muy pobre. Pero en cembio pose jus teza;,simplifca el instrumental expresivo, y si olvida dis- tincfones sutiles,-subraya-con firmeza:las-quevmantiene o crea; en la fonética, un proceso paralelo scabs. con cast todos los diptongos y redujo las complejidades del conso- nantismo indoeuropeo. Idioma enérgico de un pueblo prée- tice y ordenador, el latin adquirié gracia y armonia al con- tacto de Ta literatura griegs. Tras un aprendizaje iniciado en el siglo 11 antes de J. C., el latin se hizo spto para la poesia, Ia elocuencia y la flosofia, sin perder con ello la Concision originaria, Helenizada en cuanto a téenica y mo- elos, pero profundamente romana de espirity, es Ia obra ide Cicerén, ¢ igualmente In de Virgilio, Horacio y Tito Livio, los grandes clésicos de la época de Augusto, + Masia del Carmen Dobes, Le toponimia romana en Asturias, Emerita, RAVIIL, 19, M128, 9 XXIX, 18, 12) F- Diego Santor, Romanicacion de’ Asturias e travls deou epigrafia romana, OvieSo, we 9 su Hispania contribuyé notablemente al florecimiento de t letras latinas; primero con retdricos como Porcio Latrén y Marco Anneo Séneca; después, ya en Ia Edad de Plata, Con las sensatas ensefanzas de Quintiliano y con un bri ante grupo de escritores vigorosos y originales: Lucio ‘Anneo Séneea, Lucano y Marclal. En sus obras —especial- ‘mente en las de Séneca y Luceno—, espafioles de tiempos modernos han crefdo reconocer alguno de los rasgos funda: imentales de nuestro espiritu y literatura a lengua tatina en Hispania 11, Havextsaos§ 1, El influjo cultural de ta. Hélade se dej6 sentir sobre Roma en odes los momentos de su historia. El contacto con far cludades griegas del Sur de Italia —ia Magna Grecia— _fue-decisivo. para, la evolucién_espiritual de Jos romanos. Un cautivo de Tarento, Livio Andrénico, inaugurd en él siglo 11 fa Uteratura latina, traduciendo o imitando obras rlegas, La conquista del mundo helénico familiariz6 « Tos Fomanos eon une civilizackén muy superior. Grecia les pro- porcioné nombres de conceptos gezerales y actividades del Copirity: idea, phantasia, philosophia, musi- ca, poesis, mathematica; tecnicismes literarios: {ragoedia,comocdia,seaena,rhythmus, ode, Thetor: palabras relativas a danza y deportes: chorus, palaestra, athleta; a ensefianza y educacién: scho- Ta, paedagogus: en suma, a casi todo lo que repre senta refinamiento espiritual y material + Vase M, Fermfader Galano, Helenismos, nce Ling. Hap. Sie S177 (excelente isin de confunto). PO HOOSOHCHOHHHHEHOHOHOCOOOOROOOOOOROS SOCOCOHSSOHOSHHHHSHOHHHASHHOHOHHOOOHOOES « Historia de ta lengua espariota su 2. La lengua popular se llené también de grecismos mas concretos y seguramente mds antiguos que los de introduc- cién culta: nombres de plantas y animales, como ori g&- num, s8pia(> esp. orégano, jibiay; costumbres y vivien- da: balneum, caméra, apothéea (> bafta, eda 1a, bodega); utersilios e instrumental: amp Ora y el dim nutive ampilla (por amphora > dnfora), sagma, chrda (> ampolla, jalma, cuerda); navegacién, comer. clo, medidas: ancéra, hemina (> ancia, dicora, he mina); lnstrumentos musicales: symphonJa, elthira (> zampora, zanfona, cedra, eltara), ete. fs Durante el Imperio, nuevos helenismos penetraron en el {atin vulgar. La preposicidn katé tenfa valor distributiva in frases como kata duo, kata treis ‘dos a dos’, ‘tres ‘a tres; introducida en latin, es el origen de nuestro cada, EL sufjo verbal -izein fue adoptado por el latin tardio en las formas -lzare, -Idare; la primera, més er dita, sigue siéndolo en el espafol -izar (autoricar, realizar, “Fiaiculizar), mientras que -1dtare ha dado el sufijo po- ular -ear (guerrear, sestear, colorear), mas esponténeo ‘prolific. El adjetivo macarios “dichoso, bienaventura do’, se empleaba como exclamacién en felicitaciones; de su vocativo macarie proceden el italiano magari y la antix sua conjuncién espafiola maguer, maguera ‘aunque'®, Luego G13) veremos le importantisima contribuciéa del griego al vocabulario y terminologia cristianos. 7 Para el cambio de sentido, compdrese In equivalencia entee sthlgalo_enhorabuens; no 10 aprabaite no Io aprobere iengue to Inna. El portugués ermbora“aungue’ es Grgiariamente emt ea here, ‘cahoraboena. El italiane tagartofrece mtn los sinew grades de st evolucdn. En espaol dl plo X macare ke era ya eaulvaleate fe quamuts (Gloss Sllenses 28). Sin embargo doe sigan det pots Ben Quzinin emplee mathar con el sigifeado de ‘oj’ que {mbién et ital. mopar poses (Gareta Gomes, Todo Ben Quam, HH, Masia, 172, 43) ou La lengua farina en Hispania a Las datntas épocas en que se introdujeron en Tati tos Helnismos enumerados se Fevelan en las adapaciones fSadtean que sufreron. Los primeros y mis populares fueron (erkidos al otto, Como el grego possia fonemas extrafos Ai'inin, fueron veemplazados por ios sonidos Iatnos mis 2 edoe: In era aenejente 2 laa franest, pero en Ita yard a welary Ios spiradas 9, 0, xs transformaron © Pee GAR, wa dlo mints, de donde el esp. mente Qeyoe > “tamum > exp tml; nope Opa > PAr” eet See rccuente em el latin araicoy desputs en el wih aa gue la ccTunva soda a8 converta en gen har d° Be Scherpondiente latina: xopepvay > gabermare > Si Gobermar; xeqyapog > gammatus > esp. gdmbare, Si ado de edmaro y camardn. eeado ee Intense) Te heleniaacin de Ia sociednd le sade, Tos hombres cults Intentaron reprodueir con is Tatad la promuncicion griege. La o se transrbié 9, ¥ tee osu soni dew france, 6, 6 representa san th, ch, reapetivamente. Esta costumbre s© gener Wed durante el perodo cisco, eatenddndose of Iti vu Pero en boca del pusblo ny a8 pronuncio como f, 18 pt rey try ok como t De esa manera xO wa > °Y set ma dio en espaol cima; yogos > EYPSUM > ipsum. > 70m; mos, > copa > cae Spoons > orphanus > fuérfro tant reismos mais velentes adoptads por el atin mucs tran Tr cambios fndens ppl dl glee moderne La sen griegoclasico equivalia «ese cetrd en fs inBla ‘Yordeiea spercra dwodfyn, a través de apotheca, haba ‘reado a bodega, peso sep ix pronunciaion grlega moder rey probublementc, con erolulén sracut, result tam thea botcn. Las oclusvassordas x, x sonaizaron des pase de macy neq hubo de dare latin no slo cama a Historia de la lengua espantola su sino también camba, gamba, exigldos por el esp. ant. y cat, cama ‘pierna it. gamba, fr. jambe; de ovtadov Pro nunciado s4ndaton, viene el espafiol séndalo, 4. La influencia del griego sobre el latin no debié de imitarse al vocabulario. Se han seftalado parslelos sintéc- ticos muy significativos entre el latin vulgar y el griego mo- derno: las peritrasis verbales dicere habeo y serip- tum habeo, origen del futuro y del perfecto roménicos (G 179, corresponden exactamente a fyo elneiv, Eye yevpaite iévov; las romances estoy diciendo, va y dice, tomo y me voy tienen igualmente precursores griegos. En las oraciones subordinadas las lenguas roménicas se apartan del latin y coinciden con el griego en el uso de los todos verbales, in- finitive y gerundio. Estas y otras muchas semejanzas, toda via no estudiadas a fondo, parecen responder a que tanto ~construcciones, ya existentes.en.griego,clésico.o.helenistico—— ‘como las que actuaban en é1 para transformario en el mo- @erno, penetraron como fermento en el latin hablado y ast Negaron a las lenguas roménicas 5. La introduccién de grecismos continud tras 1a cafda el Imperio Romano. La dominacién bizantina en el litoral mediterrineo de nuestra Peninsula durante Ia segunda mitad Gel siglo vr y buena parte del viz hubo de ocasionar la adop- n directa de algunos, A esta época parece corresponder “TE Conary, Das Problem dee griechischen Einfluses uf das Vulpiriatein, Sprache und Geschichte. Festschrit fir Harr! Mele Munchen, 197), HSI; Toro y me says. Ein Problem vergleichen: der europdtcher ‘Syria, Vor Romania, XXV, 1966, 1838. ©. Bor: {ante (au e Greets, «To honor Romoan Jekabrone, The Hague Pars, {be1, S637) ‘relaconn tambien con el gileyo transformeciones scen. tual y voces en a latin vulger, a como ln redaccn de os enon ‘Veanee edemss W. Dietrich, Der periphrarizche Verblaspekt in den scher Sprachen, Beiette nur Zetec rom Philly CXL, Ti 908, y resela de H. y Re Kahane, Rom. Pile, XXX, 197%, ‘Vesse C. B, Duble, Sobre la erdnica ardbgo-bicantine de 741 _G 3g) veremos ng poves aie vinieron a au La tengua latina en Hispania 6 tn entnda de Grog, cela lat. ardlo thins, thin, que re Guplataron a avoneulus, patruus, matertera y Sites (csp lo ta); thiws era todavia grepo para San Isidore Bntada la Edad Media o ya en la Modern el comer fio y ie navepacén trajeron (Bgéytg > set, xdmed (tis de sede tl ver ouvbdy > lat cendalum, con Cibin 2 sj, > esp endl) yohés > a8 een de ler; xatye. “quemadura, valor’ > calm, que de ented boshoms paso tora el de ‘Donanaa xPAeuoye ‘Stders mandeto ‘canto del cite para acompasar el mov wists de lon remeros’ > at tardio "elusima.> genovds Bie aldgma > esp. chusma ‘conjunto de galeotes; vaxhnov Scant tapie > esp. tapi, el. La historia de estos presi Zee inedieraes es muy compleje, por tratarse de voces au, Th gran mayort,legaron por va indrecta™ Més adelante ds del babe ei lea yt acentsas'y mo- dernat totrleron ¥ nutren s termisologla con sbundante ‘oporactén de helenismos: unor, fomadas ya por el Itin we iP antigledad: otros, dirctamente del lego; muchos son compucstos y derivados de muera formacién, que nt el Sieg clisice ni el Bizantno conocleron (efalépodo, tat vrogla:anafilsi, megalomano, dlacrona, tecnocaci, re ey eaniumo literal, exisente ya en In Edad Media, Fie tluencie bleantina en fa Pentnsute Tbérica, ALAndalus, Xt, 16 ae ee Hy Ratan, Abend od Bran: Sorat, Ra vel Blatt e ea fora, a Ieee ria alchonins homenae « FDolger, Helder. Ne ee ret iene a toor BL a I team yne creak someml Se aia DOCOSOHHSCHOSSHOHOSLEHOHOOOHCECEHOCOOOOESE PHOSOSHSSHSSHSHSSHOHSSSSHSHSHOHSSOSEHOOOEES 64 Historia de ta lengua espariola sa pero de importancia estilistica desde el Renacimiento, seré estudiado al historiar cada periodo de nuestra lengua, junto con las restantes manifestaciones de las tendencias cultas. 912. Hispaera a430 EL Isrenro, La dlvsién admiistratva de a Penowule sues vain ciones alo largo dela domioaion romana A ls dos pt Imeras provnis,Citerior y Uleroe, scedié la repartison ds Agipa (27a. de J.C) en Tartaconense 0 Clerion, Blea Y, Lusitania, En ttypo de Caracalla se consituys come Frovinca aparte la GalneciaAstrin, que comprenia Noroese basa Cantabria Dioceclane ceil Tattace: sense, separando de ela Caraginense, con ia fan com tral de Buros, Toledo, Valencia ¥ Cartagena, Desde Diss cin es provi penises, ona Basra 9 ingtana, formaron la iscsi de Misania, que dependia de la prefectura de las Galias. * ne IA principio det Impero, Roma gozaba de una serie de privieios que no slenzaban a las provincspers a ces lene Incorporacién activa de ésas a a vide Toman exe fue disminuyera In desigialda. El darech latino, y nee fin Ia cludadania romana, slo eran ctorpador ses de Tala come honor 0 zeconipenea, Pero cuando Mspanis era ya —sepin Pinio~ ol segundo pals del Imperl, Vspacone Extend a tds los hispanos el derecho latina. tas dst de Clsares Favon eran rovtanay; con ln de lo hatotnos comicnan ios emperadoes provinces. Migpas ea Tet Jno y Adriano, lv priniper que deren mayor prospered a Imperio: despues siguen otros aeanos © lion, Roma fede sus prerrogativas¥ Caracalla (212) converte en che anos romanos # ties Tov sibitos Imperes, 52 La lengua latina en Hispania 6 513, Et Crrsrianssuo, Conseguida la unifcacién jurfdica, faltaba a espiritual. [No bastaba el culto al emperador como sfmbolo de unidad suprema, Se Sentia el ansia de una comunién universal, y encia de Ia vida interior, desdefaba las grandezas terrenas, equiparabe el alma del hombre libre y Ia del es: clavo y abrazaba a toda Ia humanidad redimida, por encima de los limites del Estado, Hispania ofrendé a la fe salvadora da sangre de sus numerocos mArtires, Ia enérgica actitud de Osio frente a la herejia arviana, y 1a obra del mayor pocta cristiano del Imperio, el cesaraugustano Prudencio, E] Cristianismo ayudé eficazmente a la completa Iatini acién de las provincias. Muchos latinismos del vasco se ddeben indudablemente a las ensefianzas eclesidsticas. En los romances, la Influencta espirltual del Cristlanismo ha dejado innumerables huellas. El andlisis de Ia propia conciencia, fda por ver en los actos la intencion con que se realizaben, cexplica el crecimiento de los compuestos adverbiales bona mente, sana mente, aunque hubieran empezado a usar. se antes ®, El griego, como idioma més extendido en Ia parte friental del Imperio, fue en los primeros tiempos instru mento necesario para la predicacién a los gentiles; en él fueron escritos casi todos los textos del Nuevo Testamento. La doctrina y organizacién de la Iglesia estin lenas de tér rminos griegos, que constiuyen Ia éltima capa de helenismos scogida por el latin; evangelium, angélus, apos- tolus, diabolus, ecclesia, basillea, episcd: pus, diacénus, catechuménus, asceta, mar- K Wossler, Metodooglefoléice, Made, 193. 3. “ Historia de ta lengua espafola 5 su La lengua latina en Hispania a tyr, efemita, Daptizare, monasterium, coc- meterium, Muchas de estas voces grecolatinas han tomado un sentido especial al emplearias la Iglesia: Logos Verbum, charitas, angelus (en griego ‘mensajero’), martyr (en griego “testigo), asceta (originarlamente ‘el que se ejercita en algo, sobre todo el atleta), ete. Es pecial difusién tuvo parabolare, formado sobre el grie- go parabdla ‘comparacién’: el vulgo lo tomé del lenguaje teclesiéstico y le dio el sentido de ‘hablar’ (fr. parler, it. par lore); de parabola vienen el esp. palabra, catalén paraui, fr, parole it. parola. Un simil del Evangelio (San Mateo, 25, vers, 140) habla del sierva que no supo obtener provecho de la moneda (talentum) que le dio su sefior; la imagi nacién popular sustituyé la acepeién directa de ‘moneda’ por la alegorica de ‘dotes naturales, inteligencia’: y en una —~época afectiva, como-la.Edad. Media, talento.y.talante valie- ‘ron como ‘voluntad, deseo’, En la terminotogia militar ro- ‘mana pagans ‘paisano, civil’ se contraponia al miles; ¥, como los cristianos primitives se consideraban milites Christi, paganus vino» significer el no adepto a la nueva fe! = $14 LA pecapencta oa. Ihr AA partir del siglo 1tt empiezan a asomar en el Imperio sfntomas de descomposicién. Las legiones eligen emperado- tres y se convierten en mesnadas personales de sus caudillos. {as exacciones tributarias, cada ver més duras, resultaban Insostenibles para los terratenientes modestos, quienes te- W Vane H, Rheinfelder, Kultsprache und Profansrache tr den reimanischen Landon, 136 pag. ‘ofan que vender sus predios para defenderse del fsco, 0 se procuraban el amparo de los poderosos mediante Ia ce- sién de Ia propiedad. De esta manera aumentaban 10s lati fundios, sparecta la adscripcién del hombre a la gleba y se iniciaban formas de relacién social que habfan de conducir la servidumbre, encomendaclones y behetrias. Senior wnciano’ adquirié el sentide de ‘amo, sefior’, en oposicién al junior ‘mozo, siervo'. ‘Cuando la invasién germénica amenazaba ya las desmo- ronadas fronteras del Imperio, empez6 a cundir el nombre de Romania, que designs el conjunto de pucblos ligados por fl vinculo de Ia civiizacién romana, POSOHHSHOSSHHSHOHOHOHOHOHOHOHSCOEOCOOOEEOS

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