que nos ensea que no siempre la autoridad sabe comprender a los dems y me pareci una buena leccin la que el nio dio al sacerdote ya que, lo hizo reflexionar y por lo tanto no cometer ms injusticias con los alumnos. La tradicin nos da a conocer que en esa poca los alumnos eran maltratados fsicamente por sus maestros con la intencin que estos aprendan la leccin. Aqu les transmito un breve resumen de esta tradicin: El obispo Chvez de la Rosa fue un da a supervisar a los profesores en el colegio justo cuando falt el profesor de latn, entonces l decidi reemplazarlo. El obispo evalu a los alumnos, pero por cada pequea equivocacin el obispo los mandaba al rincn quita calzn donde los alumnos eran azotados. Ya haban una docena de alumnos castigados cuando lleg el turno del ms chiquitn y travieso de la clase, este se demor en contestar la pregunta y lo mandaron al rincn, el nio reclamo susurrando pero el sacerdote lo escuch y despus de preguntar exactamente lo que dijo, acepto el reto de contestar una pregunta formulada por el nio. Lo que el sacerdote nunca pens fue que no saba la respuesta. El obispo quedo encantado con la astucia del nio, perdon a todos los castigados y adems se convirti en el protector del nio, quien con el tiempo se convirti en un orgullo del clero peruano: Francisco Javier de Luna-Pizarro vigsimo arzobispo de Lima.