1865, MTORIADELA GUERRA DEL Long w
que murieron en Maratén, pues a éstos, al consid
brillantez de su valor, los enterraron ali mismo.
Y después que los cubren de tierra, un hombre elegid
por la ciudad, el que por su inteligencia no parezca ser
necio y destaque en la estimacién pablica, pronuncia
honor de éstos el pertinente elogio, tras lo cual se march
todos. Este es el modo como los entierran. Durante
transcurso de toda la guerra seguian esta costumbre ca
vez que la ocasién se les presentaba, Ast pues, para
en honor de estos primeros muertos fue elegido Peri
hijo de Jantipo, Llegado el momento, se adelants desde
sepulero hacia una alta tribuna que se habia erigido
de que pudiera hacerse ofr ante tan gran muchedumbrey
habs a
35. «La mayoria de los que agui han hablado anterio
‘mente, elogian al que anadio" a la costumbre el que se p
‘unciara pliblicamente este discurso, como algo hermoso e
hhonor de los enterrados a consecuencia de las guerras. A
4que lo que a mi me parecer suficiente es que, ya que leg
rom a ser de hecho hombres valientes, también de hecho se
atentizara su fama como ahora mismo veis en torno ae
‘timulo que puiblicamente se les ha preparado; y no que
Virtudes de muchos corran el peligro de ser eveidas seg
4que un solo hombre hable bien o menos bien. Pues es dif
hablar con exactitud en momentos en los que dificilmente.
std segura incluso la apreciacién de la verdad. ‘|
Pues el oyente que ha conocido los hechos y es benévolo
pensard quizd que la exposicién se queda corta respecto a lo
‘que él quiere y sabe; en cambio quien no los conoce pensard,
‘or envidia, que seestd exagerando, si aye algo que esté por
encima de su propia naturaleza, Pues los elogios pronuncia-
dos sobre los demds se toleran sélo hasta el punto en que
eual también cree ser capaz de realizar algo de las co
‘y6: y a lo que por encima de ellos sobrepasa, sin-
jo ya envidia, no le dan crédito. Mas, puesto que a los
es parecié que ello estaba bien, es preciso que tam-
So. sigeno lay, intent stisfacer lo mds posible
la expectacién de cada uno de vosotros.
6. Gomenzaré por ls antepasados lo primera; pues es
a.yal mismo tiempo conveniente que en estos momentos
stots ere horde secede
siempre este pais en la sucesin de las generaciones has-
a rene oentregaron gracias au wel. Digs
de elogio aquellos, y mucho mds lo son nuestros propios
, pues adquiriendo no sin esfuerzo, ademds de lo
recibieron, cuanto imperio tenemos, nos lo dejaron a
ros, los de hoy en dia. ¥ nosotros, los mismos que axin
ory extemoson pena edad madre su may pare
hemos engrandecido, y hemos convertido nuestra ciudad
a mds autarquica, tanto en lo reerente a la guerra como
z
1x cous psn pr alts hos degra cans
se adquiri cada cos, os nosotros mismos 0 nuestros
padres rechazamos al enemigo, barbaro o griego, que vale-
esamente atacaba, por no querer extenderme ante quienes
lo conocen. En cambio, tras haber expuesto primero des-
qué moo de ser legaos alla ycon qué rien polit
coy a partir de que caructeres personales sho grande, a
faré también luego al elogio de los muertos, considerando
{queen el momento presente no seria inoportuno que esto se
iijera, y es conveniente que lo oiga toda esta asamblea de
idadanos y extranjeros
sy Pucs tenemos una Consttucén que no envi ls
Ieyes de los vecinos, sino que mas bien es ella modelo para
21, Opinidn de Anaximenes fue que se remontaba a Solin dicha cox 22. No hay que olvidar que fueron la generacin de combatientes en
‘umbre
las Guerras Médicas,190 HISTORIA DE LA GUERRA DEL PELOFONISO
dades, entienden no menos de los asuntos puiblicos. Somos
los tinicos, en efecto, que consideramos al que no participa
de estas cosas, no ya un tranquilo, sino un intl, y nosotros
tismos, 0 bien emitimos nuestro propio juicio, o bien de
beramos rectamente sobre los asuntos piiblicos, sin conside-
rar las palabras un perjuicio para la accién, sino el no
‘aprender de antemano mediante la palabra antes de pasar
de hecho a ejecutar lo que es precisa
Pues también poseemos ventajosamente esto: el ser atrevi-
dos y deliberar especialmente sobre lo que vamos a empren-
der; en cambio en los otras la ignorancia les da temeridad y
|a reflexion les implica demora, Podrian ser considerados
justamente los de mejor énimo aguellas que conocen exactar
‘mente lo agradable y lo terrible y no por ello se apartan de
los peligros. ¥ en lo que concierne a la virtud nos distingui-
‘mos de la mayoria: pues nos procuramos a los amigos, no re-
cibiendo favores sino haciéndolos. ¥ es que el que otorga el
favor es un amigo mds seguro para mantener la amistad que
le debe aquél a quien se lo hizo, pues el que lo debe es en
cambio mas débil, ya que sabe que devolverd el favor no gra-
‘itamente sino como si fuera una deuda. ¥ somos los tinicos
ue sin angustiarnos procuramos a alguien beneficios no
tanto por el edleulo del momento oportuno como por la con-
fianza en nuestra libertad,
Al, Resumiendo, afirmo que la ciudad toda es escuela
dde Grecia, y me parece que cada ciudadano de entre noso-
tros podria procurarse en los mds variados aspectos una
vida completisima con la mayor flexibilidad y encanto, Y
que estas cosas no son jactancia retdrica del momento ac-
‘tual sino la verdad de los hechos, lo demuestra el poderio de
la ciudad, el cual hemos conseguido a partir de este cardcten
Efectivamente, es la tinica ciudad de las actuales que acude
4 una prueba mayor que su fama, y la tinica que no provoca
en el enemiga que la ataca indignacién por lo que sufre, ni
reproches en los sibditos, en la idea de que no son goberma-
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emnos procurado un poderio
dos por gentes dignas. ¥al habernos p
fav prusbas masque evidentes no sin testigo,daremos
teasin de ser admirados alos hombres de ahora y a lo ve-
riers, sn necetar para nada el elogio de Homer i de
hingin otro que nos dleitard de momento con palabras ha
Inpadoras,eunque la verdad irda desmentir su conepcn
de los hechos; sino que tras haber obligado a todas las te
sy mares a ser accesibles a nuestro arrjo, por todas par-
{es hemos contribuido a fundar recuerdos imperecederos
ra bien o para mal?
Beast ‘pues, éstos, considerando justo no ser privados de una
tal ciudad, lucharon y murieron noblemente, y es natural
fue cualquiera de los supervivientes quiera esforzarse en su
wo rn orn qe meh ete on
frente la ciudad, ensendndoos que no disputamos por lo
Fano nosotros quienes no poeen nada detodo ety de-
Jando en claro al mismo tiempo con pruebas ejemplares el
prblicoelogio sobre quienes ahora hablo. ¥ de él ya esd di-
tha la parte mas importante. Pues la virtues que enlacu-
dad he elogiado no son otras que aguéllas con que las han
dorado ts hombres yrs emjants no 00
hos los griegos cuya fama, como la de éstos, sea pareja ao
qe hicieron. ¥ me parece que pone de manifiesto la vala de
tin hombre el desenlace que éstos ahora han tenido, al prin-
tipiosélo mediante indicos, pero luego confirmndolaalf-
rues es justo que a quienes on inferior en eros ape
severe prime ger vent defers de a
atria, ya que borrando con Io bueno lo malo reportaron
pepo Benicia la comunidad que lo que la perjudiaron
{F404 porlo que postulan una fecha dered de