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nt Henri de Lubac La postecsdad esprriteal de fp fa dt Fore , F- de peepee a Senllinp * El. Encweuhs, adel 1989 n Lessing y Herder kl dima en que s¢ desarollé en Alemania, con on ligero rei, ¢! pensamiento “fe {essing es completamente distinto. Mientras ave ¢! Wai Pens ret evolvciona Swedenborg aparece a primera vise Com» 2c 07 Sere ee etaura, age ey ol gue one 2 trot! 6) Sarl género humano es de entrada nauralista ycarente 3 todo misteti. dr del ptoer® Meparg, estas doa versiones de una edad futura de! PP° errr: Sibes del suefio del Evangelio eterno, comservando sv Wass? propios,coinciden en una conclusiGn comin. : Fins de los ermenes petstas que hemos vist, Hevado Poet decile por los mismos lemas,alabeando apenas los certions Jos que los Senet siocerostenan costumbre de expresnt sus Tisions®, A oe eyentes iitsanmjento se impone a numerosos expiritus en 12 SB Pre Je esprit, pero —inciuso en reacién contra ln elespiritu glo de las Luces. Sel Sih Ss Ln exe gto deco os I de Tele Fria Lessing (1729-1781), Confloenca de as cortintes miliples avi TET Lessing (Trois de dos sigs, esta obra ex cambien una Furnt o 1 Bete Sh remanso mayor. Bajo una forma que la hace ssequbl» ulti li i emavada, va a perpetuar cn unas condiciones nuevas 7. 24 Fe cron genercones cl eae profes de Vn de Fiore ‘Swedenborg, Lessing. Herder Fn primer lugar, Lessing ha intentado esencialmente «sacar de la mul- ciplieidad de creencia religiosa un Geto mimeo de axiomas fundarente teesSbre los que toros podrian estar de acuerdo»'. En esto es heredero recto. de los defstas ingleses (herederos a su.vez de los renacentistas , como si los dos términos fuesen en principio sin6ni- thos, por una eminiscencia de las ilusiones histéricas de la Reforms que unis a doblar las ilusiones de la filosofia de su siglo, él asimilard esta aligiSn al «cristianisimo primitivos. (En adelante, abanrdonari del rodo ess Hie de una vuelta a la pureza primitiva del cristianismo, como también ‘oda idea de una religiOn primitiva ideal que hubiera sido degradada por el do)?, Lutero, piensa él, ha tomado a su eargo la tarea, «nos ha liberado Eel yugo de la tradicida»; pero para comprenderlo bien, hay que discern, bajo a letra de sus «escrtoso, el , que de nuevo pesa sobre nosotros? Osién 005 liberaré de esos «misterios dogméticos» por Ios que los disepe fos de Cristo no han dejado de sobrecargar y desfigurar la religiSn? > Miste ‘Hos! «Ese término lleva en si mismo sv refutaci6n... sos misterios son los {que ao petmiten jamés al comin de los moreales representarse al Creador ‘mantra conveniente; ellos son Jos que arrastraa al espiritu a considera- Giones estériles y forman un mundo que Slamdis Ia fe»$. La orrodoxia furerana nos maatiene ain cautivos. ;Viene, viene, por fin el quevo liberta- dor, que reencontrondo y rescatando el xespiriai de Lutero>, acabaré su Shea Sobre ls ruinas de la «xeligio de Cheisto>,religidn dogmitica,estee- hay supetsticiosa, «piadosa locura que se imagia poser un Dies mejor» y {Gaiete eimponerlo a todo el universo» 7, él hard resurgic la dulce y simple “ireligio Chiisti» capaz.de unir a codos fos hombres. “Tal ideal, que Lessing expondra en su cragedia ain muy volterians de 7 Robert Prrnov, ixcod a Less, Nathan le Sage (Nathan der Weise). Abies, 1959, p XV. De Milirer par antonomases: Xavier TRALETIE, Spiniss préromentiqn: Acchivia At Flsofis, 1978, p20. GF ceceuts Pons, Gottbold Ephraim Lessing tle cnistenisme, Didier, 1964, p $20. 46 Cf AvmautT, & 2 p05 > Textos de mareo 1778 er \ DevTocsine de le Religion rivelée (1754). Este veto sett ciado por Kael BARTH, Dogmatiqn, cr vol 4,1 1, 1966, 15, Cpe Te Sage, Robert Psu, p. 105 i ne faucquune petite cme ail e vanes aque ste lenest pas dentneon teres, [En catellano: Natin of Sabi, Espass Cale, 1585 (nd) 265 1a posteridad espriual de Joaquin de Fiore Natén el sabio, en 1779, no tiene en si mismo nada de especificamente prolético, al menos si ao esceutamos todavia las intenciones tltimas de si uror, que parece haber querido sobrepasar muy pronto, sin chocar ¢on él aldefsmo de los Auféfirer.Se tata todavia del ideal de su periodo raciona- lista, en el curso del cusl se esfucrza por establecer su «cristanismo de la rs26no, incluso intentando demostrar por argumentos racionales la idea de tuna Trinidad divina, al mismo tiempo que por deducir una moral universal Lessing esti entonces preocupado antes que nada «por separar mediante ua foso infranqueable la historia y la mezaffsica»'. Sin duda, por esta Siltima cexigencia, tiene él por objetivo inmediato critiar la pretension de aquellos {que rehiisan cualquier clase de adhesin al cristianismo, en r82bn de los resultados obtenidos por la critica historica (0 que se creia cal); pero su ensamiento lleva ya mucho mis lejos: «zebmo, pregunta, unes hechos Contingentes vendrian a ser para nosotros verdades necesatias, a menos que rho sean Ia expresiéa de verdades morales o religiosas que existian ya en el centendimiento humano?»?. Lo histérico y lo contingente no son mis que ‘cun hilo de arafiao: ‘Sendrcbrsben sb Alo que Husa sepliark: «(Poe qu? Des clo se he echo imponbl revel. Lain nob estado en sorpeo dara as elades de fe Slow unatbice sacdolarin a doe ln icra contemporain ifidlied de Ja anim que ha echo una paula eeoluin en su iiotea 9 ha cambio solo de ‘@becers, Gado porlean Bl, Lave Toenere de]. Hamann, 1790778, Alen 912, peasets (Gri Le Dien de lB etl pete, on Erte tesogene Lain ses, majo, 973: pp 15-6. 7 itt no qe qe te conserve el aga impr, inailzable dene ace largo tempos pero yo no gues qut sel re antes de aber dinde poolo east o agua Pu, et {halo por Kad Bani, Lathéolgie roetone ax XIXme stl 1946, a ote Jeanne. ‘Givebra 196, p17 266 Swedenborg, essing, Herder cia, Pretende perseguirla, profundizar en ella, despojarla de sus apariencias de suefio, para darle su verdadero y definitivo sentido. Y tal es precisa imente el sentido que reviste en él el viejo suefio joaquinita cuyas huellas estamos teatando de sepuir'?, Utilizando la idea de pedagogla, que era una de las grandes ideas de su siglo, puesta de moda en Alemania por Jos trabajos de Francke, de Wieland y sobee todo por el Flementalbarch de Basedow, y cuya obra maestra era en Francia el Emilio, incentara explicarse cen una pequetia obra titulads La aducacién del génere bumano (Ersichung des Menschengeschlechts), Publicada en 1780, la obra quiso ser a la vez Sabia y popular. Lo que ance todo le caracteriza y lo que le va aasegurar un prolongado éxito, es una composicidn secogida en pequeBios pirrafos y que tienen todo el aire de aforismos, pero que constiruyen en realidad ocos tantas pasos hacia adelante, otros tantos emomentos encadenados> en que soi frase se arranca de repente al desasrollo analitico, se reeeacta y se condensa en ina f6rmvla que subyoga al espfeieu en lugar de andar bus fando large tiempo su lenta adhesiin>, Aparece también, de vez en. cvando, un tono repentinamente profético y lirico, muy diferente de un ‘Toland o de un Reimarus, que nos harfa pensar en los primeros mensajeros de la ercera edad, aunque no hubiesen sido evocidos explictemente: En verdad, legari el ciempo del aucvo Evangelio, del Evangelio eterno que, incluso en lo libros de la Nueva Alianza a sido prometidoa los hombees Quiad algunas enmasastas sodores de los siglos XIN y XIV hayan sho ys luinados por algunos eayos de este nuevo Evangelioetera0. So Sinica eror fue pensar que su tiempo estaba ya cercano ‘Se divisin dela historia det mondo en ces edades no era una vano quimera, No escondfan malvadasintenciones cusndo decan que la Nueva Alianza deis ser considerada como antcusds, lo mismo que se hacia ya on ls Antigua. Digamos, para teemplaza ss expresiones por las is, ‘qe ellos no conocian mis que un solo plan pars la edcacion waiversal et género naman”. ‘Admiramos este balanceo entre entusiasmo y precaucién. Lessing no podis apoyarse mis resveltamente en la radicién joaquinita primigenia Pero, al mismo tiempo, prevé la ironia de los sabios de su tiempo, con wna actitud condescendiente que afecta a sus propésites. No es menos hébil "8 Enocsiones, tambin some Lote come geante por ea expt ope ald a Reforma, oo com rertssenio acs fs urges, saa como liar del porvent Twinn, Le Chnut der plaloophey, las cate Pars Fae de Mono, cso policopodo, 1974, 8.53, Wiawnaver, 3, 132; ch p12 Ldlecstion da genve Iu, . 86-68, Trad Pere Grappin, Abie, 1946, pp 9330. 267 La posceridal espisitual de Joaquin de Fiore para descarcar la desconfianza de los creyentes, haciéndoles comprender ‘que no hay «mala intencién» por su parte en prever que Ia Nuewa Alianza bien podcia un dia Ilegne 8 quedar anticuada. Cuando se conocen las violen- tas declaraciones de ateismo hechas confidencialmente a Jacobi, confiden- clas que fueron reveladas al piblico un afio més tarde, al siguiente dia de st muerte, se comprende cuinto cinismo encerraba esa proposicién tranquil zidora, Lessing recurrié en el momento oportuno ala distinci6a que habia encontrado en Leibniz en 1772'S para llevacla hasta su exttemo: son. posi- bles dos clases de cristianismo, una exotérica y oxta esotérics. En ventido exotérico, «la educaciée del génes0 humano» es obra de la «Providencia ferernan, que procede por revelaciones sucesivas. En sentido esorérico, es obra inmanente de la Naruraleza, que se desarrolls lentamente. Ambas concepeiones estin sutilmente mezcladas: la primera conduce sin violencia 4 Ja segunda, en la exclamacién qve sigue un poco después: 1h Providenci eterna, avanza con tu paso insensible!” Resaltemos también In ikima frase del pirrafo ances ctado sobre la sustitucida de las «expresiones» antiguas, No es cosa de hoy el que la ‘petacién que consiste en cambiac el lengua, bajo us apariencia snodina, enirafe ent muchos casos, 0 suponga Ja ealzado, un cambioen la mentaliz Gad. Perinanece el designio general, pero se ba producido un deslizamienco: ‘nor encontremos tasladados sotto plano, como a ott pasaje. Compro- bramos aqufen Lessing lo que ya habiamoscorapeobado bajo forma menos ceada, en ls Fama Fraternitatis. Bajo el signo protector cuidadosamente ‘antcnido del «Evangelio eterno», se csloca oto Evangelio totalmente Aistinto. Es un xcristianismo> (si aim puede emplearse esa palabra) que Sejath tras de si al «crstianismo sin misterios» de Toland, incluso al ects tianismo tan viejo como el mundo» de Tindall, y para el qu ela celigidn en Ios limites de le raxéno de Kant se queda del todo desfasada. Al menos se puede decir que, gracias a una educacién sabiamence graduada, que debe prevenir coo sraumatismo, cel gran relevo de las Verdades histrcas por has verdades erernas de las verdades revelades por las verdades racionale, cesta punto de ralizarses Como advected Federico Schlegel, hay a Lessing ean entosiasmo de la taxis, una efverza ingtintiva (Fricb) de le raxén>, fuerza de cardcter ‘edemonfaco>', que, por uns pare, le aleja de la Aullacung clisicay le hace tomar on lengusje selighoo, pero que, por ot part, cancrinyr un Acido mis corrsivo. CL AvnattT« 2p. 40 © Lidecaion di genre Duma, 229, p11 1 Xavier Teams oe 0 p36 © LJ ANSTETE, La pene rlpore de Pride Sblgel Beles Lees, 19, pp 31-32 268 Swedenborg, Lessing, Herder Habla leido Lessing dicectamente alguna cosa auténtica de Joaquin? arece que no. Quizi hasta dudé de su existencia, como fo hacis Mosheim, cuyas Institutiones historiae eclerirticae, a la saz6n recientes, fueron sus principales fuentes en historia. De ahi el plural que emplea de entrada: fciertos sofadores entusiastasy. Pero no desptecia en absoluto lo esencial ela doctrina, Asi pues, tiene su puesto auténticoen I linea de los joaquini« tas. Los antiguos «Espirituales» que se apoyaban en Joaquin son, formal- ‘mente, sus precursores. Con frecuencia se apoys en elias, més bien, se los aptopia. Después de haber usado, porque le interesaba, la palabea «Exal tados» en un sentido aparentemente peyorativo, se apresura a rebabilitar a Jos que parecta haber querido denigrar: «El Exaleado» —explica— «penetra con frecuencia de una manera muy justa los secretos del porvenic», Tam: bign pudiera ser que se hubiera dejado impresionar a veces por profeciss, 0 mis bien previsiones, previsiones menos anciguas, como las del sabio Jer6 nimo Cardan, que se fundaba sobre datos astrolbgicos. Cardan habia dicho: Es necesirio que en el aflo 1800 se produzca en la ley de Cristo un tremendo cambiow®. Lessing ha citado este texto, como recuerda Karl Barth, Otras predicciones anslogas, si relacién precisa con el anunciode un areino del Espiritus, hacian entrat ala asteologia en sus cilealos, La via de la astzologia y la de fa meditaci6n de las Escrituras, sein los mérodos claboradas en el monasterio de Fiote, se habrlan asi conjugado una vez ‘mis; y por esa doble via quiz Lessing tuvo durance algtin tiempo por pro xima la perfeccién de la educacién del género humano, cal como él la concebia, Al reprochar a los profetas medievales el haber creido que ef Evangelio eterno lo tenfan ya, por asi decilo, al alance de la mano, él hnabrfs.cafdo en Ia misma ilssién, esa ilusibn comin a todos aquellos que, de ‘eneracién en generaciin, haciaa el mismo reproche a sus predecesores. ‘Como quiera que sea, Lessing admira 2 Jos pregoneros del Evangelio exerno, No modifica jamis esta palabea prestigiosa que les toma prestada; ‘0 le buses, como hizo con otras, agin sindnimo fala: le cundra pecfecta ‘mente en su ahistoricismo radical. Concede solamente que su vision del porvenir, como la que habian tenido del pasado, no fue Suliciencemence mplia, Quedabs ain en estos hombres de Ia Edad Media macho de infantil, ‘como su universo era estrecho, la razdn estaba en ellos, lejos de haber ‘madurado; mientras que con el, con su siglo, en las conceptiones de sus Glites si no ya en sus realizaciones, la humanidad «ilustrada> se acerca ya a la edad adulta®?. En su misma osadia, conservaban mls o menos la vieja eNecrse ex sn00 mills octingesimo magne mnarione fru ese in Chis Jepes Ea isan, Werke, 4, p20. IL pologieprovertante ax XDNine. idle p19. 2 Eos plairs deals ses promuncind, ys sabe, por Kanon 1784,en su amie Was i Afra, aoe contiene nue fara delrain, «Poca Aulkiring el hore iden minora de cin» Latics estclrsnee cn Lessing: ar contempos sn, Yo 269 1a posteridad expitirsl de Joaquin de Fiore idea biblica de Dios, en su particularidad y en sus antropomortismos; atin zno podian clevarse a través de ella hasta el «verdadero concept crascen- ental de lo Gnico>, que se ha convertido ahora en «el fundamento de toda Ia teologia natural». Lessing toma, pues, su pensamiento de destellos demasiado vacilantes, paca afirmaclo, compietarlo y profundizarlo, Trans- forma su svefo en anticipacién refleja Pero ellospreciptaron el plan, Cregeron pe sus contemporecs, que apenas hibian sito todavia dels ifanea, sin preparctin, sa Tiber sido lever als pllan de gee lega ser hombres ignos de conocer log els larntan I ees edad Sols por coo son safadaren, A memoto el sofedorpeners con 4 sina e sei dl parent eto no sbe esperar. Deseo ur se orrenir lng emo sues Uou met pala gue la Navies se Boncle miles de aos ls quire ver akonrats en en atone En lector que praia sexe graven ie cnret nos elzse durant ee dase tu vd? Pode l eprene (pn verb)? 2s Aso fun retoro® Result cum que stamente ext dase de eo 90 eg munca este de masts ene kon sare Cain débil es fa expliccién aducida, Digamos también que es muy pobre el anilisisy que deaota un gran desconocimiento de los datos histor cos. Teniéndose muy en serio como eadulton, Lessing no puede dejar de expresar otra ver su indulgence desprecio por es0s sofladores 2 los que acaba de exaltar. Dejemos la queja moral de egoistno, que tiene algo de infantil, Quedémonos con el pensamiento de fondo. Nuestro educador no solamente critica, en estos soniadores medievales, su delirio de una impa- Ciencia relativa a la duracibn de la espera; rechaza también la idea de intervenciones divinas, de revelaciones sucesivas o de efusiones del Espiritu de inteligencia que escalona el curso de la historia dividiéndola en una secie ide edades distintas; é la eeemplaza por la idea de un lenco proceso inma- nente a la anaturaleza», es decir, a la bomanidad, No menciona al Espiricu Sento; habla slo de «Providencia», Peco esta vaga palabra ha perdido su resonancia ctistiana; en el fondo, no es i siquiera deista. Con un lenguaje religioso, incluso nimbado de misticismo, Lessing aporta su contribuciéo, Torin amen on piri samen Mie ode babe. que rcomidear ye verde ‘lio slimenre ser e shombre nuevos. En un seaido derive, pose seis qu cl avlegi de nda das pormanece en su ayorpurtegémo etenca, poco en ble, oe lon bof de sce: atte nut. Une ebigue por la maine, Fear, 1978 $73. Sorel dilerenca de posiciones Ge Lessing y Se Kane ent estan: Ayal, 2,p.38. auction da genre baraia, a8 Vt; wal Grappa, p95. Ch G. Pons, op ci pp. 316.378, 336,39, 800-05. Laden: 08 8991, pp 30-31 270 Swedlenborg, Lessing, Herder ‘uns de as mus importantes, a la gran ideologia que se desarolla en su siglo y {que seguitd en el siglo siguiente: la creencia unilateral en «los progresos del spiritu humano»,en sa «perfectiblidad indefinida». Estas palabras son de ‘Gondorcet, qoellegaré a decir, en un movimiento de entusiasmo anilogo a los de la Edneacin: «Llegard, si; legard ese momento en que el sol 90 slumbracd més que » hombres libres, que no reconozcan # otro guia que n0 sea su razbne . Se tata en ambos casos del mismo lengusje extirico en la texpesicién del suefo renovado en el anuncio y, por decirlo asi, en la pro: imulgaciin anticipada del ereino de la Razén». Flay, sin embargo, algunas difercacias, La libertad sofiada por Condor: cet es, Sin dads, mucho més que la liberaci6n del hombre respecco a una divinidad exteriors; liberacién que Lessing no juzga incompatible con el Aeterminismo mds estricwo®. Pero, sobre todo, procediendo menos por texclusiones que por absorciones, él no querria dejar que se pierda nada de la hetencia humana, acogue lo transforme. No acepta mantenerse en el inte- ior de la fe cristiana, 0 de las solas perspectivas cristianas. Los que anti ‘goamente esperaban la manifestacién del Evangelio eterno, crefan mante- hese en ellas. Pero él no rechaza el cristianismo a la manera brutal de fos impios que quettian «splastar al infame», No quiere nada de esa libertad Derlinesa» que «se reduce a despachar todas las tonteriss imaginables con- tre ls teligidn; es a una libertad de la que un hombre honeado no podria tsar sin enrojecer de veegtenza>””. Esti presto a admitir que, bajo su forma jodnica, que es la que expeesa mejor su esencia, el cristianismo podri Sobtevivir indefinidamente, al margen de la gran evolucién humana, para €l bien de tantos hombses —y siempre abundarin— que xcreen tener necesidad de un medisdor entre ellos y la divinidads. Por otrs parte extiende su simpética curiosidad a todas las religiones, considerades como erapas; no las obliga a confrontarse, permite que se pongan de acuerdo, como haclan de buen grado algunos Renacentistas, y recientemente Jerd- fnimo Cardan, Més bien las ve concurcic, cada uns en su tiempo y su circuns- tancia, al progreso de Ia humanidad hacis la «lize. Con muchos de sus contemporineos faseinados por el Zend- Avesta (que acabuba de descubrit y traducir Anquetil-Duperron (1771), elogia Ia religin de los antiguos [Petsas; y no menos, la llegada del cristianismo, aunque no sea comprendido Como un corte, como una novedad radical, marca para él el momento decisivot El Evangelio eterno es elcristianismo perfecto e cristianismo 2 gue tlle historigue ds prog de Psp bua 7%: de poe No enesen clewece de mest eeu cenetcar fs docina del progro qe no tienen Aingumvebcgn tpredbe cone ageinsrme. To quel permite, una ver mis lace eterano boncalow al profea el hibee sto Gta einai behinds Nia 25 agosto 178. * GG Pow, op ens pp 3819 15. m 1a poster espiual de Joaquin de Fore €n 3 exenia ntempors i nica eligi plenamente conform a any fala hamina Coste sen omar vie prs sae en porque es el bien, ye desputs de tuo, es insets ea ol eee hobs Slate qe praia adi ara mane cain ure puede decirse ererns, a oe Ne $ nos mueszaogulLetiog menos ambiion qu lo srt Kane Pero pretende ser, 1 manera, mis elisa Por eo ont ehe a, (sibin ly 00 anon, sino es un cczaiadon co edo eee meme sun sofador).Sgulendo a Van Helmont a Don Tea ees Gatlos Bonnet, cara Palngenerisflorifica (1769) lec una y oe vee como Lavater, Carls de Hee, Hemsterhus yor apes a meee Gils una etempstoss asenene Ya ene exo ge tema cee ters hace ua iia, ung cu, ssn al, ror pees lve sobs el tema lipase dela Baars, Peaoen ihe aa un mismo hombre no pois reapareer es tae coe reek arece esta hiptesis an Fdkala porque esa as Sang? eho espe hamang, ames de se dst deta por a sokerac te sc angles de ear t elt ensguia?. Porno vole ya era os ns veces gue Co en dispose de ang os Camino neva eapucltes “+” Ques hay qe cote eto ademis das qua se saban desea uaa alee aque estaba de acuerdo —segia se ha visto econ numerosos period irons, Leng 0 seer yd ue asta site epee clos angus sadore, devecuosdetomet pare en npeiacabefeniny dlgray dea terecr edad que ells anmncabon Svat oe een Ja Providencia debia cardar todavia en . Porque tal fue, 2 partir de una fecha dificil de precisar, su verdadero pensamiento. «Cuando ten mas6n habla dela Iglesia invisible, piensa en la Masonerfa»*. Lessing ‘era francmas6n, iniciado hacia 1770 en la logia de Las eres Rosas». En uno cde sus eDidlogos mas6nicos», rast and Fale, este dltimo dice a su amigo: AY ¢si estos hombres no viviesen siempre ea uns dispersion inoperante?, ni siempre en una Iglesia (paramente) iavisible?», La insinuaci6n logra so ‘efecto; al ézmino de sus tres conversaciones «ha brillado la chispa, Erase partié y se hizo franemasén»"®. Recordemos a los primeros Rosa-Cruz buscindose un antepasado en el personaje de un viejo monje, de quien sicaban algunos rasgos de ln leyenda de Fiore, para sustiuir en comin la religidn de Cristo por una religion del Espizitu, Mixtificacién, sia duds: pero un instinto perspicnz habia hecho escoger este simbolo. Este Espiicu sepacado de Cristo, revelador de los secrecos mis profundos, equé podria aportar 2 es0s hombres que, juzgandola mverta, no querian ya la religin de Cristo, sino una religidn del espirit del hombre, una religibn de sw r2260, rnimbada de un halo mistico?* Tal fue el ideal corriente de una parte al menos de la masonerfa, que se extendié en el siglo XVII; tal fue la religi6n de las «Laces», Lessing ha captado sus rayos. Llevindole por si mismo su téemino, él ha conferido a este ideal un nuevo atractivo, presentindole 7 Jucgues Dono, Hegel secret, PUE, 1968, p, 270-271 327. Néeese quel dace ‘el que coments el evangsho de San Jana, eh ota da, La Boucb defor dein a Fulbe leriespalbea pegs, sont de Log, de Astblen, de Asccan, de Feers ne iid pp 32» 332 Bd Geppln, Aubis 1946, p.8. % Adveeuiro implable y perspcs de Lessing, HAsado ha soado que sd oer sab ant por ls misteros argu ert porgu ares concerfan +e aebus de los Aidan ricligieenelou oigu de ns pecan ltl ens sma Cao pot Jean Bs, opts p99, m3 La poster expirinsl de Joaguia de Fore como la méta, conseguida ye por un grupo selecto, de un proceso anilogo a faquel que, desde hacia seis silos, habia fascinado a tantos profetas e hijos de profetas: el reino del Espirit, la edad dela Inceligencia, el leimo estado ddotado siempre del prestigioso nombre de Evangelio eterno. En las confidencias que hizo a Jacobi en julio de 1780”, Lessing en alusiSn al Prometeo de Goethe, tebelado contra Zeus, se habia declarado hijo de Prometeo y diseipulo integral de Spinoza. El spinorismo, que cons tituiael fondo de st doctrina, habria sido modificado slo superficialmente, fen sus modalidades, por una visiSn dinémica y optimista de la historia, 8 laque han podido concurrir mis dicectemente los Nuevos emsayos de Leib- nie, publicados tardiamente™. Para Lessing la educacién divina segura~ mente noes mis que «na figura de estilo. No hay mis que una constante y ola teofanta que se confunde con una hummanidad en marcha hacia el reino {ea azn y de la moralidad purao. ;Se sigue de aqui que su Dios sea texactamente el Dios de Spinora? Su idea del desarrollo histSrico zn0 se ha feflejado sobre su idea de la divinidad? ”, En todo caso se le puede llamar ‘nds spinoista que Spinoza, en el sentido de que él espera un dia, por lejano {gue sea, en que todos los hombres serin cazonables, es decir, spinozistas, fEePara que sicven esas verdades “histéricas” que, como la resurreccién de 0, confirman la fe? Para nada. Mis exactamente: han servido, han ‘enido sa tiempo, y —en su tempo— han estimalado la razéa. Pero hora no son mas que cenizas o pergaminos marchitos... a se puede quitar fl andamio, [a casa esté hecha. Ep adelante, la verdad se ilomina a si tisma..»! Todos los hombres se darin cuenta de esto algin dia. A pesar de que este hibil educador haya revestido su pensamienco con wna fabula > GL EH. Jacom, Lettres 3 Mote Mandelrobm (1789), educa en Oonrerpslno- pbigac, de F Hi Jocb, por). ). Aste, Auber, 1946, especiales, p. 98-46 CL Wize Daun be probleme moral det lapse de Spaz tx Pastore de spinsirme, Aca 1993, 299. Toda fo qo sce, em Ia human como eI nara eer epee nenaramenre2 Da, oasuye un orden noun orden mir beac, ino elonen movily vente Todo logue se proce est Someido ua ley de deacrle Te ies de deol gue spel el expnoasme sin reconocersenecamende acaba {Ae parecer brutemenie em el pemasieno slemia cog los Nowerar: Evict de Libis, (hoilon pce despues, Erba esechamenee Hadas una conexpcin determina de ls See aT esl de cocina ys a de dun fia orl lunivers, Lessing se apropia J igorsmment defice de ella flss ss consecienca» "Rndss rie enact oe parece, peo que abe qe clocar en uns perapectina mis Cf Leonard P. Wiss, GE, Letrng’Theologi «reinterpretation, Mouton, La Hays aes 1977, pp 225232 Elo exima tabien gue ls gros de Lessing som weaativas Inilames, pose fngmenarey contador To aera Foto avr den een de ato es Bt phlosophigues, 1977, pp. 16-166, CL 6k Lesting ya habia sepdo a Spigoza, «plement» ps Feit, dans gue dea Bibles, Pubes lo freon de Reimaras won «quelge pine} aietce (Gon agi nnocements- 24 ‘Swedenborg, Lessing, Herder cide suavizante, parece extrafio que sus contemporineos, que no eran ton~ tos, se hayan dejado confundic por él hasta el final. (No decia €lclaramente fen el prefacio de su libro: «EI autor se ha situado en la cima de ona fmontafa, pero no pretende spartar de su camino al viajero?a“. Un frag mento postumo, titolado «Hlipétesis aueva sobre los evangelistas», que debia servic de prefacio a una nueva obra, muestra a los evangelistas como hombres superiores, andlogos a les feancmasones, adaptindose a lo que sos contemporineos podrian entender, Federico Schlegel Io ha dicho clara~ mente: bajo la elegancia del lenguaje y las apariencias de una indulgente ironia, Lessing «era uno de esos espiricus revolucionarios que, de cualquier lado que se vuelvan en ef cmpo de las opiniones, siembran por lo regular, con Ia fuerza de wn producto quimico, los més violentos fermentos y las sacudidas mis fuertes», «En teologia, como en la escena 0 en la eritca, n0 solamente ha hecho época, sino que ha producdo por si mismo, o al menos ha hecho surgie de forma extraordinatis, una "revalucién’” general y dura ble», Si-difieren en el uicio de valor, admiradores y adversarios estin de acverdo. Hamann, en 1784, pregunta a Jacobi: «/Qué piensa usced del honor y de la sinceridad de esce hombre en rodo e] asunto de los Fragmen: tos (de Reimares)?>; denuncia «la filosofia y Ia filologia hipécritas» de faquel que ha querido levancar contra la celigion de Jesucristo un «Tercer Evangelion’#, Y Enrique Heine celebrari en Lessing eel orgullo y ls ale~ ria de todo alemin, Imitendo el rono entusiasta que habia adoprado su héroe, escribir: «Si, ;vended ciertamente el cercer libertador, que acaba lo {que Litero ha comenzado y lo qve ha proseguido Lessing! | Venda el texcer bertador's ©. En ua tono que noes ni de indignacién ai de cntusissmo, sino el de un historiador de las ideas, Eenst Cassirer nos da el mismo diagnéstico. Llega a In conclusion de que «Lessing ha sido desde el principio el gran racionalista ‘que ha permanecido signdolo hasta el final; solo que ha sustituido a la ‘concepcin analitca de la razén por su concepcin sintética, a Ja visién estitica por una visiin dindmice»®. Eso mismo constata Ernst Block, que Subraya en dos palabras, en victud de sa marxismo, lo que tiene por un [progreso definitivo y lo que estima ain incomplete: Lessing) introduce li weotia jotquinia de ls grados en el pens siento caconalistaytolerante del siglo XVII. El slbro elementale del © Grappa, p 4 Grappi, po. 21:22, © Ueber Levin, Gada por ARAL, € 1, pp. 167168; «3, p. 108 GF Jean Bn, pp 35 46, 1 DelAlemagne 1833, 1 fe Se 187), p-105;p-110: testing no fe siovel profera ie, fabio compre cl segsndo exten, sane el ecco.» ‘Le phonic der Lamas, Farad, 1970, p 204 25 La posterbad expirinal de Joaquin de Fiore ristianismo comienza se esediado, se ve nacer una especie de meta rligiin funda sobee ls exzbo.. Ta épowa. patie era a oruga, I Spo de ln Iglesia era el capllo de la ran; y ahocn se sas + 1s mariposa en I Reveloisn burguesa®, [A pesar de una peligrose alteracin de la experiencia cristiana, la espera de un reino del Espicita constituia aiin una historia de la salvacion. Lo ‘epufa sieado aun cuando, al cambiar la significacin de la palabra «salva- Gino, tendiera a confundirse coa la simple esperanza de ls culeura humans. Georges Pons dice que Lessing ha sustiuido esa esperanza «por unt historia del pensamiento religioso», Digamos mejor o con mayor precisién {que la historia ha venido a ser, para él, la revelaci6n misma. En adelacte, sta no es mis que «la liberacibn sucesiva de las posiblidades propias © Jnherentes «la humanidad historica»®, Pero gracias al acrecentamiento de posibilidades debido ala merempsicosis, el individvo, cvalquiera que sea et Fnomento en que é) haya enteado en Ia existencia, podra cecoger en un futuro los frutos de-un progeeso que él habla ignorado antes. Asi queda asegurada, en el decurso de los tiempos, la obrencién de uns cierta manera (an sucedineo) de eternidad’®, En un grito de triunfo, con el sutor de la Eaucacién del pénoro humano, él puede exclamat: «{No esté en mi toda la ceternidad?s? ‘Giertamente estamos muy lejos de Joaquin, Pero a0 es menos real el azo que une (aunque bascardo) al profeta medieval con el protagonista de Jas «Laces», ¥ ese lazo se va a prolongar con ottos alo largo de los siglos MIX y XX, En la Edncaciém del génera bunmano, ha escrivo Cassiter™, jo religioso se reconcilia con lo hist6rico, que de este modo es reconocido como un factor necesario, un momento indispensable de lo religioso. El pensamiento de Lessing no se extieade al mundo histrico en cuanto tal. No duda de que teldedo de la Providencia lo haya dispuesto todo hasta en su menor detale, pero no se permite pot ello levantar el velo de esos misterios. Para que este © Hipage de cesempy; ead. Lacon, Payot, 178, p. 126. Es ese el bray de as os pabas Pop tr pp 381 y 85488. CE LBdacation, 2888 y 9; pp. 128-13 Kael BART op, p 132 CE Gra Rat, Lido duction dan er Lonites allemand, APH, poe spare cee 979 Lessing tela gu incntesablmenee ona revo eC ass ‘Sita Le eee estanaamab, con San Again, qe eta es "incoparable ‘Gheltdeingo, Pores earn infin alo vempoal Lessig Scalar eterna eteriz6 ST empos Use nich die pase Ewighet mins? Ed cio, p. 134. Greppi ace: . Habla hecho admirar a sus lectores en E! més antiguo documenso del génern Jumano (1774), ebm Dios «ensefla por imagenes, cosas y sucesos, por la natursleza entera; y icon qué fuerza de penettaciénl>. Su intenciéa sincera ‘era «escribir para la gloria de Dios», Peto si bien tenla ya alguna erudi ‘ibn, le faltaba —Ie falta siempre— capacidad de critica, Mas poeta que logico, sa anvieracionalismno ostentoso provenia mis de un absndono al ssentimentalismo que de convictiones precisas y de su tendencia al sincre 2 duc tine Prope dr Ge para seus mejor el pon poe the philbphie de Hise, Eipaoge dels Mr Tad. inl Tiel ¢ 1186 7. » Amatarc2 pa 3 Nosele pode reprchar Herder elope depois de os cooncimintos src dest simp, de ret por demplo~ qo sel ran Lama es mponataue ein Sods san oven kano dl am dees rian Sel Ter (abr, Ip ap 2 tea Tate 3 bd), sou pode aber gun pric por algun spool deena se fans curd tma al Hinds por oad seein de Fon de Boy 1 scp. Til «2: p21, chihte sar der Menihheit M, Max Rovthé rade (Une aur pibsophe de heirs, o ambi «VoRR 27

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