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Es otoo, el jardn trasero de una casa, se nota el cielo nublado, en un entorno

donde no existe luz solar, pero se pueden notar unos columpios detrs, el clima
va cambiando, el ambiente est vibrando, pues el entorno se mueve de
acuerdo a las reglas de una mujer, muy delgada, quien se encuentra parada
sobre un trampoln, junto a una alberca, llena de hojas secas. Ella con una
mirada perdida, de ojos azul pardo, cabello suelto y despeinado, su cuerpo
cubierto nicamente por prendas ajustadas, aparentando ser de licra, al tono
de su color de piel, rotas por algunos lados, en conjunto con vendas, plumas y
pintura que aparenta no tener un orden, viste unos tenis y agujetas
desgatados, llenos de pintura y tierra, dibujados, se encuentran, un ojo encada
mano, su maquillaje es una franja gruesa en diagonal, de pintura blanca sobre
su rostro.
El viento sopla cada vez ms fuerte, el agua de la piscina se nota burbujeante,
se dan a notar las races, la tierra, el antiguo pasado de los indios, una cultura
que nos muestra ella, dndolo a notar en su danza-ritual, brujera al ritmo de
sus movimientos, todo entorno a sus sentimientos, su sentir, su pesar, es un
juego, es un goce y disfrute. Con una gota de su saliva, invoca, y se deja venir
la lluvia, la neblina, el viento cada vez ms fuerte, explosiones de agua, nadie
lo logra entender, pero la magia existe, ese contacto directo de mujer y tierra,
mujer y vida, existi desde hace miles de aos, y ahora solo queda en alguna
que otra descendencia oculta, divagando por el mundo, jugando y divirtindose
entre las sombras, pues las personas de la actualidad se encuentran
demasiado ocupadas tratando de generar u obtener un poco ms de dinero,
tanto, que a sus ojos, les es imposible llegar a notar el poder del contacto con
la vida y la naturaleza a travs de sus sentimientos, pensamientos y pasiones.

Reyes
Jimnez Liliana Fernanda

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