Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca

Facultad: Derecho
David Harvey
Ciudades rebeldes. Del derecho de la ciudad a la revolucin urbana
2012
Pag. 107-137
La posibilidad de construir o inhibir nuevas relaciones sociales en el espacio
urbano se ven truncadas por la aparente nueva oleada de privatizaciones,
cercamientos, actuaciones policiales y redes de vigilancia sobre las cualidades de
la vida urbana en general. En los bienes comunes por ejemplo las cuestiones son
muy contradictorias y siempre se encuentran disputas bajo las que suelen haber
intereses sociales y polticos en conflicto.
No todas las formas de bien comn suponen un acceso abierto como nos dice
Harvey algunas (como el aire que respiramos) s lo son, mientras que otras
(como las calles de nuestras ciudades) son en principio abiertos, pero regulados,
vigilados y hasta gestionados privadamente como distritos para el fomento de
negocios (pp. 113) en ese sentido, los espacios y bienes pblicos no constituyen
necesariamente un bien comn, pues han sido siempre objeto del poder estatal y
la administracin pblica.
Sin embargo segn Harvey en la medida que las ciudades han sido un marco
privilegiado
para los conflictos de
intereses
y luchas de clases los
administradores pblicos se han visto obligados a suministrar bienes pblicos a
una clase obrera urbanizada, esto a travs de una accin poltica por parte de los
ciudadanos y del pueblo, es decir la conquista de espacios pblicos como un bien
comn se logra a travs de una serie de luchas y acciones polticas que finalicen
con la apropiacin del espaci.
Encontramos entonces como en el caso bogotano, los vendedores informales han
sufrido el desplazamiento por parte de las autoridades distritales en diferentes
lugares, esto conforme a lo expuesto arriba, corrobora como las calles de la
ciudad a pesar de ser espacio pblico, no han sido conquistadas como bien
comn, pues los trabajadores se ven obligados a retirarse del espacio y ver
vulnerado su legitimo derecho al trabajo, esto sin contar que nos se les presentan
propuestas serias por parte de la administracin para solucionar su situacin.
Es por esto que coincidimos con el autor y consideramos que es pertinente pensar
en un empoderamiento del espacio pblico como bien comn, por lo menos en
casos concretos y mientras no se brinde soluciones reales a las problemticas de
desempleo e informalidad.