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cuídatE_MuNDO iNTeRiOR

ESPíritu Y
MaricaS
superficiales…
y viperinas
Muchas personas opinan que el ambiente está lleno de gente
superficial y de lengua viperina, que resulta difícil encontrar
individuos sólidos e interesantes en el ambiente. ¿cómo
relacionarse con ambas?, ¿pero esto tiene, acaso, alguna relación
con el espíritu y la vida interior?

Por daniel gaBarrÓ FotoS gUilleM Medina

Una coraza inocente


En el cuento de “El principito” existía una rosa que, inocentemente, se sentía
protegida contra todo tipo de peligros gracias a sus pequeñas espinas. Su
inocencia commovía, puesto que podía adivinarse un hermoso corazón
asustado tras esa coraza simbólica e infantil. La misma rosa se mostraba, a
menudo, cruel y altiva en su relación con el principito por la misma razón: el
miedo a comprometerse, el miedo a mostrar su fragilidad le hacía fingir una
dureza que no era real.
El mismo fenómeno es el que se produce hoy día en numerosos lugares
de ambiente. Cuando en el ambiente nos encontramos con alguna divina
que sólo parece interesada en trivialidades o hallamos alguna marica
mala dispuesta a clavarnos sus colmillos venenosos a la mínima que nos
despistemos, podemos estar seguros de encontrarnos ante una rosa frágil,
temerosa de mostrarse tal como es.
no puEdo acariciartE
con GuantEs
Pero quien realmente queda prisionero tras una co- damos cuenta que es la vida misma en expresión,
raza es la persona que la viste. Las defensas aislan lo sentimos cercano y lo amamos. En este proce-
también a los que habitan tras ellas. Por lo tanto, lo so de abrirnos puede sernos de ayuda el librito
que inicialmente parecía una estrategia sabia para de 30 meditaciones de Anthony de Mello Una
defenderse de los propios miedos, acaba siendo llamada al amor.
una trampa que los aisla y los hace infelices. Cuando nos descubrimos amando se produ-
Mientras lleven la armadura nadie va a poder
acariciarlos. Podrán ir cada tarde y cada noche al
ambiente, estar en todos los chats del mundo, pero
ce el milagro: al amar al otro descubrimos que el
amor nace de nuestro corazón. Aunque el otro
despierte nuestro amor, somos nosotros los que
Koan Zen
no podrán reconocer nunca a ninguno de los prínci- amamos activamente, entoces nos descubrimos
pes encantados que se crucen ante sus ojos. como un foco de amor y nos damos cuenta que
‘¿Cómo encontraré
Nadie podrá permanecer a su lado puesto que ésa es nuestra esencia. el verdadero amor?’,
entre ambos se alzará, impenetrable, la armadura, En ese instante, sabemos que ya hemos lle- preguntó el joven gay
lo viperino y lo superficial como estrategia para gado al sitio donde deséabamos ir y, con los al maestro zen.
ahuyentarlos. ojos húmedos, miramos con ternura la coraza ‘Cuando tú te
que hemos dejado caer a nuestros pies y com- descubras para ti
aBrir El corazÓn: prendemos que solamente ahora somos libres.
mismo y para los demás
dEscuBrir El Espíritu Desde esta comprensión y esta libertad miramos
Sólo cuando se atrevan a quitarse la coraza, a con ternura a todas las viperinas y maricas su- como el príncipe que
abrir su corazón, a detener su verborrea defensiva perficiales y parlanchinas que pululan, perdidas, llevas dentro pero que
y a mirar a los ojos largamente y en silencio a la por el ambiente. Tras su inocente coraza infantil ahora esperas fuera” le
persona que tengan a su lado, solamente enton- las vemos como un corazón puro e inocente. Y respondió mirándole a
ces, descubrirán al otro, a sí mismos y su propio nos quedamos allí, para que cuando se atrevan a los ojos con aceptación
espíritu. Porque cuando miramos al otro desde el quitarse la coraza hallen una mano amiga que les y ternura.
corazón, lo vemos más allá de las formas y nos acaricie cálidamente el corazón.

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