AÑO I

Jerusalem Palestina 4

SE PRESENTA UN MENSAJERO ANUNCIANDO

LA LLEGADA DE LA SALVACIÓN
E n Oriente, cuando un
rey entra en su reino o
visita una ciudad va prece-
dido de pregoneros que
anuncian la llegada del
monarca e invitan a todos
los ciudadanos a acondi-
cionar los caminos por los
que va a llegar.
Cuando los judíos se en-
contraban desterrados en
Babilonia, Isaías utiliza es-
ta imagen para anunciarles
la vuelta de la cautividad:
"Preparad el camino del
Señor, trazad sus sendas
en línea recta. Que todo
barranco sea rellenado y
todo monte y colina se re-
baje. Los pasajes tortuo-
sos se rectifiquen y se alla-
nen los caminos escarpa-
dos".
Juan aplica ahora estas
mismas palabras al anun-
cio de una liberación nue-
va, la liberación que trae el
Mesías y con la que los
hombres todos, no sólo los
judíos, se librarán del pe-
cado y de la muerte y ve-
rán la Salvación de Dios.
Esta misión la realiza
Juan con el espíritu y la
virtud de Elias. Según las
enseñanzas judías, Elias
fue un personaje excepcio-
nal: su nombre significa
"Yahveh es mi Dios" y en-
contró en el desierto a
Dios a quien sirvió en me-
dio de una gran austeri-
dad. Desaparece misterio-
samente sin morir arreba-
tado al Cielo por un carro
de fuego. El pueblo judío
espera su vuelta: "He aquí
que os envío al Profeta
Elias antes de que venga el
Día de Yahveh grande y te-
rrible", escribió Malaquías.
Las esperanzas judías
prevén una meta precedida
por el retorno de Elias, que
marcará el último plazo pa-
ra aplacar la ira de Dios.
Elias está representado
de forma misteriosa por
Juan el Bautista, cuyos pa-
sos sigue en el desierto
con su vestido, su alimento
y su vida austera mientras
anuncia la vuelta de los co-
razones hacia Dios.
Juan predica una con-
versión simbolizada en un
bautismo ritual, que exige
un esfuerzo de renovación
porque, sin ésta, de nada
sirve ser hijo de Abrahán
Cumple lo anunciado
por su padre Zacarías hace
30 años: "Irás delante del
Señor para preparar su ca-
mino".

Comienza la
Buena Noticia de Jesús
JUAN ESTÁ BAUTIZANDO EN EL DESIERTO
MARCOS 1, 1-4
Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, el
Mesías, Hijo de Dios. Como está escrito en el
Profeta Isaías:
-"Mirad, que yo mando mi mensajero delante
de ti para preparar el camino. Él es la voz del
que pregona en el desierto: Procurad tener dis-
puesta la senda del Señor, haced rectos sus cami-
nos". EL DESIERTO DONDE APARECE JUAN
En cumplimiento de esta profecía, ha apareci-
do Juan en el desierto anunciando un bautismo
de conversión para el perdón de los pecados. E l desierto de Judea, donde
aparece Juan el Bautista,
se encuentra al Este de Jeru-
ovejas y cabras. La palabra
"desierto" es para los judíos
una evocación de la solicitud
salén y es una gran franja de paternal de Dios, que les guió
unos 100 kilómetros Norte-Sur por él durante los cuarenta
y de unos 25 Este-Oeste. Es años del Éxodo.
Juan el Bautista una cadena montañosa que Juan proclama su mensaje
predica en el desierto desciende desde Jerusalén en el desierto para revivir ese
hasta la depresión del Jordán tiempo privilegiado. Pero, a di-
"ESTÁ CERCA EL REINO DE LOS CIELOS" y del Mar Muerto, donde se ferencia de los esenios que
une ya con el desierto del Si- ven en el desierto un refugio
MATEO 3, 1-3 naí. para huir de la ciudad, para
Juan, el Bautista, se ha presentado estos días Su orografía es muy acci- Juan es solamente lugar de
en el desierto de Judá predicando: dentada, formada por barran- conversión a la espera del Me-
—"¡Convertios porque el Reino de los Cielos cos profundos cortados casi sías que viene. Sus seguido-
está cerca!". en vertical y colinas altas, ári- res, una vez renovados por el
A esto se refería el profeta Isaías cuando dijo: das y yermas, donde única- agua, vuelven a sus casas y a
-"Voz del que clama en el desierto: Preparad mente se da el pastoreo de su trabajo.
el camino del Señor. Haced rectas sus sendas".
n4
Aparece un hombre
enviado de parte de Dios
AFIRMA QUE ÉL NO ES EL MESÍAS
JUAN 1,6-8; 15 Y 19-23
Se ha presentado un hombre enviado por Dios, que lleva el
nombre de Juan y viene como testigo para declarar en favor
de la Luz de manera que, por mediación suya, todos crean. Él
no es la Luz sino un testigo citado a declarar en favor de la
Luz.
Juan ha declarado en favor de Jesús exclamando:
-"Éste es aquel de quien dije: 'el que viene detrás de mí, se
ha puesto delante de mí porque existía antes que yo"'.
Los judíos han enviado desde Jerusalén a sacerdotes y levi-
tas y éste ha sido el testimonio de Juan cuando le han pre-
guntado:
-"¿Quién eres tú?".
Ha confesado llanamente la verdad y ha declarado con cla-
ridad:
-"¡Yo no soy el Mesías!".
-"Entonces ¿qué? ¿eres Elias?", le han preguntado.
-"No lo soy", ha sido su respuesta.
-"¿Eres el Profeta?".
-"¡No!", ha respondido.
-"Pues ¿quién eres tú para que demos contestación a los
que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?", le han in-
sistido. Y su respuesta ha sido ésta:
- " Y o soy la voz del que clama en el desierto, según dice
el profeta Isaías: Trazad en línea recta el camino del Se-
Jerusalem
De toda Judea
acuden a que Juan
les bautice
AUSTERIDAD EN SU COMIDA Y VESTIDO
MATEO 3, 4-6
La vestimenta de Juan está confeccionada con pe-
los de camello y lleva un ceñidor de cuero en torno a
su cintura.
Se alimenta de langostas y de miel silvestre.
Acuden a él gentes de Jerusalén, de toda Judea y de
toda la región limítrofe con el Jordán.
Juan les bautiza en el río Jordán y ellos confiesan
sus pecados.
Acuden de todos los
lugares a ser bautizados
por Juan
MARCOS 1,5-6
Todos los habitantes de las comarcas de Judea y de
Jerusalén salen al encuentro de Juan y, confesando
sus pecados, se hacen bautizar por él.
Juan lleva un vestido de pelos de camello con un
ceñidor de cuero alrededor de la cintura y se alimenta
de saltamontes y de miel silvestre.
Juan llama
"raza de víboras"
a los fariseos
y a los saduceos
PIDE QUE SE HAGA PENITENCIA
MATEO 3, 7-10
Muchos fariseos y saduceos han venido para
que Juan les bautice y, al verlos, les ha dicho:
-"¡Raza de víboras! ¿Quién os ha enseñado a
escapar de la ira que se avecina? ¡Haced frutos
dignos de una verdadera conversión y no os
fiéis con decir entre vosotros: Tenemos por pa-
dre a Abrahán'. Yo os digo que Dios puede sus-
citar hijos de Abrahán de estas mismas pie-
dras!".
"Ya está el hacha puesta en la raíz de los ár-
boles y todo árbol que no dé fruto bueno será
cortado y arrojado al fuego".
Jerusalem
Juan el Bautista
predica la conversión
"QUIEN TENGA DOS TÚNICAS
DÉ UNA AL QUE NO TIENE"
LUCAS 3, 7-14
-"¡Engendros de víboras! ¿Quién os ha enseñado a
huir de la cólera inminente?", les dice Juan a las gen-
tes que vienen para que él les bautice.
-"Haced frutos de sincera conversión, y no comen-
céis a decir en vuestro interior: Tenemos por padre a
Abrahán. Pues os digo que Dios puede hacer surgir de
estas piedras hijos de Abrahán".
"Además, ya está el hacha puesta a la raíz de los ár-
boles y todo árbol que no da buen fruto va a ser corta-
do y arrojado al fuego".
-"Entonces ¿qué debemos hacer?", le ha pregunta-
do la multitud. Y él les ha respondido con estas pala-
bras:
- " E l que tenga dos túnicas dé una al que no tiene, y
el que tenga alimentos haga lo mismo".
Han llegado también a bautizarse unos publicanos y
le han dicho:
-"Maestro, ¿qué debemos hacer?".
-"No exijáis por encima de la tasa que os ha sido fi-
jada", les ha respondido. También algunos soldados le
han preguntado:
- " Y nosotros ¿qué hemos de hacer?".
- " A nadie hagáis extorsión, no denunciéis en falso y
contentaos con vuestras pagas", les ha contestado
Juan.
nº4
Juan explica a los fariseos
que él no es el Mesías
JUAN 1,24-28
Unos enviados de los fariseos han preguntado a Juan:
-"¿Por qué bautizas si no eres el Mesías, ni Elias ni el
Profeta?". Juan les ha respondido:
- " Y o bautizo con agua, pero en medio de vosotros está
uno al que no conocéis, el que ha de venir detrás de mí, al
que yo no soy digno de soltar la correa de su sandalia".
Esto sucede en Betania, al otro lado del Jordán, donde
Juan está bautizando".
El pueblo está intrigado
preguntándose si Juan
es el Mesías
JUAN ANUNCIA AL PUEBLO LA BUENA NOTICIA
LUCAS 3,15-18
Todo el pueblo está intrigado preguntándose cada uno
con relación a Juan si acaso no será él el Mesías, pero
Juan ha respondido a todos diciendo:
- " Y o os bautizo con agua, pero llega ya quien es más
poderoso que yo, al que no soy digno de desatar la correa
de sus sandalias: Él os bautizará con el Espíritu Santo y
con fuego".
"Tiene en su mano el bieldo para limpiar la era y reuni-
rá el trigo en su granero, mientras que a la paja la quema-
rá con un fuego que no se apagará nunca".
Con estas y otras muchas exhortaciones, anuncia al
pueblo la Buena Noticia.
nº4
Juan anuncia la llegada de
EL RIO SAGRADO
uno más fuerte que él DE LOS JUDÍOS
"ÉL OS BAUTIZARÁ CON ESPÍRITU SANTO Y FUEGO"
MATEO 3,11-12
- " Y o os bautizo en agua para que os convirtáis, pero el
E l río Jordán, donde Je-
sús sale al encuentro
de Juan, nace en las fal-
que viene detrás de mí es más fuerte que yo, y yo no soy das del monte Hermón, de
digno de llevarle las sandalias". nieves perpetuas y el más
" É l os bautizará con Espíritu Santo y fuego". elevado de Asia Menor, y
" É l tiene el bieldo en su mano para limpiar su era. Re- desciende, de norte a sur,
cogerá el trigo en su granero y quemará la paja en un fue- hasta llegar al Mar Muerto,
go inextinguible". el punto más bajo de la
tierra, 400 metros inferior
al nivel del mar. Ya a 210
metros bajo el nivel del
mar forma el lago de Ge-
"Viene el que es más fuerte nesaret o Tiberíades, de
que yo", anuncia Juan unos 160 kilómetros cua-
drados de superficie.
Desde Tiberíades al Mar
MARCOS 1,7-8 Muerto su recorrido es de
Esto es lo que predica Juan: 320 kilómetros debido a
-"Viene detrás de mí el que es más fuerte que yo, hasta su curso tortuoso, ya que
el punto de que ni siquiera soy digno de postrarme para la distancia en línea recta
soltar la correa de sus sandalias. es de sólo 109. En sus ori-
"Yo os he bautizado con agua mientras que El os bauti- llas se desarrolla una
zará con el Espíritu Santo".
Jerusalem
abundante vegetación de
árboles y cultivos.
El Jordán es el Río Sa-
grado de los judíos. Por él
pasaron los patriarcas
Abrahán y Jacob cuando
llegaron desde Caldea en
busca de la tierra prometi-
da. Y, cuando el pueblo re-
gresó de Egipto guiado
por Moisés y Josué, el pa-
so del Jordán, cuyas
aguas se detuvieron, cons-
tituyó el cumplimiento de
la promesa hecha por Dios
a Abrahán, Isaac y Jacob
de darles un territorio.
Este río es considerado
también como lugar de
purificación y en él se en-
cuentra Juan predicando
un bautismo de peniten-
cia.