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Cada día vemos con preocupación la dirección que toma el gobierno peruano en torno a las
relaciones con el vecino país del sur. Un país que aun sin contar con los recursos energéticos con
las que cuenta nuestro país, ha sabido situarse entre los primeros en vías de desarrollo en la
América Latina.
Hace unos días, diarios de USA caricaturizaban y hacían comentarios sobre la capacidad bélica
de Chile en comparación con sus vecinos y la forma hipócrita en que se saludan los gobernantes
dándose besitos y frases elocuentes, mientras traen el garrote por detrás. Pareciera que nuestros
políticos nunca se han puesto siquiera a investigar que es un tanque “Leopard”, ignorando que
se trata del tanque mas sofisticado del mundo, que es el único que puede disparar en pleno
movimiento, además que puede desplazarse por los lechos de los ríos, como los submarinos, sin
dejar notar su presencia y ni que decir de su capacidad de maniobra, velocidad y movimiento;
los tanques americanos, similares a estos dieron cuenta de miles de tanques en la guerra del
golfo, sin perder uno solo. De la misma manera los aviones F-16 americanos, los mismos que los
chilenos han comprado, fueron los mismos que se bajaban a los aviones iraquíes de fabricación
rusa como cazando pajaritos. Cuantos comentarios de chilenos se lee en el Internet, aun dentro
de foros de diarios peruanos, instando a invadir nuevamente el Perú, diciendo que ya es hora
que los “leopard” se paseen otra vez en Lima, y pensar que a estos enemigos les estamos
entregando nuestras tiendas, nuestras bodegas, es decir nuestro aprovisionamiento diario de los
alimentos de los hogares peruanos, ni que decir de las ropas, artefactos eléctricos, suministro de
energía, minas, haciendas, los cielos del Perú, planes para entregarle nuestros puertos, y tantas
otras mas. Inclusive quieren promulgar un TLC con Chile para que estos puedan llenar los
anaqueles de todas sus tiendas compradas en el Perú con productos chilenos, y así se cierra el
círculo de dominación del mercado peruano. ¡Cuan rápido hemos olvidado la propaganda
negativa contra el turismo en el Perú que se hacia en los aviones de LAN Chile!
¿Nunca se ha puesto a pensar nuestro gobierno que bajo el pretexto de proteger o salvaguardar
los intereses de Chile en el Perú, espacio vital, energía vital (nuestro gas), agua vital (el Lago
Titicaca) o argumentando cualquier pretexto, el Perú puedas ser militarmente invadido otra vez
por los Caines de América?, mientras nosotros muy confiados no les hemos enseñado a nuestros
jóvenes siquiera a manejar un canon antitanque, una bazooka o misiles terrestres o antiaéreos.
A pesar de saber todo esto, nuestros gobernantes peruanos siguen en tratos con los caines de
América, ahora pretenden venderle gas a como sea ante la indiferencia de un Congreso que no
se le ve hacer nada para impedirlo, y eso nos preocupa.
Navegando por el Internet, encontramos la página de la Constitución Mexicana:
http://www.tlahui.com/conmx1.htm#a2 la misma que en su artículo 27, inciso 1 dice:
I. Sólo los mexicanos por nacimiento o por naturalización y las sociedades mexicanas tienen
derecho para adquirir el dominio de las tierras, aguas y sus accesiones o para obtener
concesiones de explotación de minas o aguas. El Estado podrá conceder el mismo derecho a los
extranjeros, siempre que convengan ante la Secretaría de Relaciones en considerarse como
nacionales respecto de dichos bienes y en no invocar por lo mismo la protección de sus
gobiernos por lo que se refiere a aquéllos; bajo la pena, en caso de faltar al convenio, de perder
en beneficio de la Nación, los bienes que hubieren adquirido en virtud de lo mismo. En una faja
de cien kilómetros a lo largo de las fronteras y de cincuenta en las playas, por ningún motivo
podrán los extranjeros adquirir el dominio directo sobre tierras y aguas.
El Estado, de acuerdo con los intereses públicos internos y los principios de reciprocidad, podrá,
a juicio de la Secretaría de Relaciones, conceder autorización a los Estados extranjeros para que
adquieran, en el lugar permanente de la residencia de los Poderes Federales, la propiedad
privada de bienes inmuebles necesarios para el servicio directo de sus embajadas o legaciones.
Aquí tenemos el ejemplo de un país que si sabe proteger sus intereses, además por información
de ciertas personas mexicanas nos hemos enterado que en México es bien difícil la Inversión
Extranjera, especialmente la de los países limítrofes, hay leyes que los protegen contra la
Inversión indiscriminada especialmente de USA. Imagínense que Los Estados Unidos con su
inmenso poderío económico habrían podido apropiarse de la economía de México, si no
existieran leyes de protección. ¿Por qué no limitar las inversiones chilenas, fijando inclusive
montos, se podría decir unos 7 mil millones de dólares como máximo?, y lo mismo para todos
los países limítrofes, para que ninguno se sienta discriminado. Pienso que esta muy bien la
inversión externa pero dentro de ciertos parámetros, es decir siempre velando por la seguridad
del país, la seguridad de la democracia y de nuestro credo Cristiano.
Por otra parte, me gustaría saber de algún país desarrollado que venda energía o otros países,
por ejemplo los Estados Unidos jamás venderían su sobreproducción de petróleo o de gas a
otros países, ellos cuentan con fuentes aun no explotadas, pero las conservan como reserva para
los tiempos de escasez mundial. SOLO LOS IDIOTAS LO VENDEN. ¿Nunca nos hemos puesto a
pensar que todo el gas de Camisea que se va a México, USA o quizás a Chile, NUNCA va a ser
recuperable, y que las generaciones futuras se verán en la miseria ante la escasez de fuentes de
gas y de petróleo? Ahora el presidente García sale con que “seria idiota no venderle gas a Chile,
sabiendo que ellos tomarían represalias no comprándonos productos peruanos por mil millones
de dólares”, en primer lugar, creo que la mayor parte de esa compra de los chilenos, es de
Vanadio, que ellos revenden a otros países con jugosas ganancias, entonces, mejor seria para
nosotros que ellos suspendieran la compra de minerales por que entonces nosotros los peruanos
podríamos venderle directamente a otros países sin su intermediación.
Por otra parte, no se debería permitir que bajo pretexto de “Inversión Extranjera” , vengan los
extranjeros y compren empresas e industrias peruanas ya establecidas y consolidadas, (tipo
D’onofrio, Inca Kola, Mercados Metro, etc.) eso para mi no es inversión extrajera. La inversión
extranjera debería reglamentarse para que los inversionistas comiencen de cero, es decir
CREANDO nuevas industrias, nuevos centros mineros, y por ende nuevas oportunidades de
trabajo para los peruanos. Allí esta la labor del parlamento para dar leyes que no permitan la
apropiación de industrias consolidadas.
Sres. Congresistas, es tiempo de redactar y aprobar leyes que protejan las fuentes de energía no
recuperable que se producen en suelo peruano, así como la creación de nuevas fuentes de
trabajo y de ser nacionalistas, no como los falsos nacionalistas que existen en el parlamento, que
dicen gritar su amor por el Perú, pero que en la realidad están gritando su amor por el gorila que
gobierna a otro país.
Todo el Perú espera mucho más de nuestros representantes políticos.
....... Y UD. CUÁNTO GANA POR VENDER NUESTRAS PERTENENCIAS ..... PARA
ESO PIDIÓ LOS VOTOS ....... QUIÉN LE DIÓ EL DERECHO .... PARA
DESPOJARNOS DE NUESTRAS TIERRAS .... ESTA VEZ SU DELITO .....NO
PRESCRIBIRÁ.
Decreto Legislativo N° 1015 que unifica los procedimientos de las comunidades campesinas
y nativas de la sierra y selva con las de la costa, para mejorar su producción y competitividad
agropecuaria.
El Presidente de la República.
Por cuanto:
El Congreso de la República, mediante Ley N° 29157, ha delegado en el PoderEjecutivo la
facultad de legislar, por un plazo de ciento ochenta (180) días calendario, sobre diversas
materias relacionadas con la implementación del Acuerdo de Promoción Comercial Perú -
Estados Unidos y con el apoyo de la competitividad económica para su aprovechamiento;
entre las que se encuentran la promoción de la inversión privada y la mejora de la
competitividad de la producción agropecuaria; La Ley N° 26505, ley de la inversión privada en
el desarrollo de las actividades económicas en las tierras del territorio nacional y de las
comunidades campesinas y nativas, creó un régimen diferenciado para las comunidades
campesinas en función a su ubicación en el territorio nacional, lo que en la práctica ha originado
dificultades en el ejercicio de la propiedad de las comunidades ubicadas en la sierra y en la selva;
En tal sentido, se requiere contar con un régimen unificado, a efectos de promover y facilitar la
inversión privada en dichas tierras comunales; De conformidad con lo establecido en el artículo
N° 104 de la Constitución Política del Perú; Con el voto aprobatorio del Consejo de Ministros; y
con cargo de dar cuenta al Congreso de la República; Ha dado el Decreto Legislativo siguiente:
Decreto Legislativo que unifica los procedimientos de las comunidades campesinas y nativas de
la sierra y selva con las de la costa, para mejorar su producción y competitividad agropecuaria.
Artículo único.
a) Para la adquisición en propiedad por parte de posesionarios comuneros sobre la tierra que
poseen por más de un año, el acuerdo de Asamblea General de la Comunidad requerirá el voto a
favor de no menos del cincuenta por ciento de los comuneros posesionarios con más de un año.
Para los efectos de la adquisición por el actual posesionario, la entrega de las parcelas se
acredita con el documento extendido por la Comunidad a su favor.
Por tanto:
Dado en la Casa de Gobierno, en Lima a los diecinueve días del mes de mayo del año dos mil
ocho.
http://www.cepes.org.pe/busqueda_transversal.shtml?conds%5B0%5D
%5Bcon_email......2%5D=1&conds%5B0%5D%5Bfull_text.......%5D=1&conds%5B0%5D
%5Btext...........2%5D=1&conds%5B0%5D%5Btext...........4%5D=1&conds%5B0%5D
%5Btext...........7%5D=1&conds%5B0%5D%5Bvalue%5D=comunal&conds%5B8%5D
%5Bexpiry_date.....%5D=1&conds%5B8%5D%5Boperator%5D=%3C&conds%5B8%5D
%5Bvalue%5D=9999999999999
Hace algunos meses, la representación del Perú en las Naciones Unidas estuvo entre las más
entusiastas promotoras de la Declaración sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, por la cual
los gobiernos se comprometen a respetar derechos como el territorio y a consultar a los
indígenas sobre las decisiones que les afecten. Para muchos dirigentes indígenas y campesinos
peruanos, sin embargo, era desalentador que, mientras tanto, el gobierno peruano presentaba al
Congreso el Proyecto de Ley 1992, que facilitaba la disolución de las comunidades campesinas
andinas y las comunidades nativas amazónicas. Históricamente, las tierras de las comunidades
indígenas peruanas han generado el interés de otras personas. En 1824 Simón Bolívar decretó
su disolución, permitiendo que muchos hacendados se apropiaran de las tierras. Las
comunidades indígenas no fueron reconocidas hasta un siglo después y la Constitución de 1933
prohibió que sus tierras fueran adquiridas por terceros, debido a que existían diversos
mecanismos de presión hacia los campesinos para obligarlos a vender. La Constitución de 1993
señaló, mas bien, que las comunidades campesinas y nativas eran autónomas en cuanto a la
libre disposición de sus tierras, pero ellas no estaban interesadas en disponer de ellas, por las
vinculaciones ancestrales que poseen. El Proyecto 1992 busca enfrentar ese pequeño problema:
a diferencia de lo que ocurre en cualquier otra copropiedad o persona jurídica, para vender las
tierras de una comunidad campesina o nativa no hace falta que la mayoría de los integrantes
esté de acuerdo. Basta que aprueben la venta o la disolución de la comunidad la mayoría de
asistentes a una asamblea cualquiera, así constituyan una pequeña minoría. De esta forma, por
ejemplo, será muy fácil a una empresa minera o petrolera interesada en los recursos naturales
existentes dentro de una comunidad presionar o convencer a diez o doce de sus integrantes
ofreciéndoles algún beneficio. Frente a este panorama, la Comisión de pueblos Amazónicos,
Andinos y Afroperuanos y Ecología rechazó el proyecto y todo indicaba que lo mismo ocurriría
en la Comisión Agraria. Por ello, cuando los últimos asistentes extranjeros a la cumbre ALC-UE
se habían retirado y ya no era necesario mostrar una imagen democrática, el gobierno aprobó el
Decreto Legislativo 1015 que contiene exactamente el mismo texto que el Proyecto 1992.La
nueva norma atenta contra la seguridad jurídica en las zonas rurales y generará una fuerte
inestabilidad social: al abrir paso a divisiones internas entre los campesinos y a todo tipo de
conflictos. Sin embargo, para el gobierno, las comunidades, son los ?perros del hortelano?, las
responsables de su propia miseria y del atraso del país. Un gobierno democrático debería
consultar con la población afectada una medida tan grave, especialmente si está obligado a
hacerlo, tanto por el Convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas, como por la misma
Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas que impulsó hace algunos meses. De manera
temeraria, el gobierno abre un nuevo escenario de conflicto precisamente en aquellas zonas del
país donde tiene menos respaldo. Paradójicamente, la conmoción social que se puede
producirse al interior de las comunidades, constituye el peor escenario para la promoción de
inversiones que tanto anhela el presente régimen.
Comunidades campesinas, una olímpica puñalada. La metida de pata de Alan García, con la
iniciativa de proponer a Lima como sede de las Olimpiadas de 2016 ha llamado la atención
sobre el tono eufórico de este otoño presidencial, pero ha hecho perder de vista la promulgación
de una medida del Ejecutivo que reviste una preocupante gravedad. El D. L. 1015, publicado el
martes 20 en El Peruano, busca facilitar la venta de las tierras de las comunidades y su
disolución, a través de una sustancial alteración del sistema de votación vigente. Una propuesta
similar, la número 1992, había sido presentada por la Célula Parlamentaria Aprista al Congreso
y había recibido un dictamen negativo de la Comisión de Pueblos Indígenas. Su emisión por el
Ejecutivo deja en claro quién es el autor del desaguisado. Hasta ahora, la decisión de vender las
tierras de las comunidades a terceros (empresas mineras, por ejemplo) requiere la aprobación
del 66% de los comuneros calificados, pero la nueva norma reduce esta cantidad al 50%, no de
los comuneros calificados sino de los asistentes a una asamblea. Mirko Lauer ha escrito que
bajando de 66% a 50% la valla esta sigue alta, pero esta se ha bajado bastante más: asumiendo
que una asamblea sea convocada regularmente (digamos con un quórum del 50% más 1 de los
comuneros calificados), bastaría que la mitad más uno de estos votara a favor para que pudieran
decidir por todos. En una comunidad con mil comuneros, por ejemplo, ya no sería necesario el
voto de 660 sino de 251. Así, la cuarta parte de los comuneros podría decidir hasta la liquidación
de la comunidad. Si se juega con un poco más de malicia -si no hay quórum reglamentario hacer
una segunda convocatoria para media hora después, con la cantidad de comuneros asistentes,
por ejemplo- se podría reducir aún más la valla. Esta es una medida abiertamente
anticonstitucional, que choca además con convenios internacionales que el Perú ha suscrito, que
continúa y profundiza la política de despojar a los más pobres en beneficio de los más ricos. Las
comunidad es, ante todo, un medio de defensa fundamental para el campesinado indígena
pobre, que constituye el estrato más desprotegido de nuestra sociedad. Se le pretende imponer
ahora una medida que no existe para las entidades poderosas. ¿O piensa el Apra decretar que las
empresas puedan ser disueltas por la cuarta parte, o menos, de los accionistas? La medida se ha
tomado, por supuesto, sin consultar con los interesados, y ya los gremios campesinos anuncian
medidas de lucha para defenderse. Ya los invitados de la V Cumbre partieron, y el Perú ha vuelto
a la normalidad.
En un artículo publicado en Perú.21 ("Nada de cambios, por favor", 29 de mayo de 2008) Carlos
Adrianzén defiende el Decreto Legislativo 1015, cuyo objetivo, según él, es "quebrar lo
establecido y unificar requisitos para alcanzar acuerdos entre comunidades campesinas en todo
el país". Esta es la explicación que ha dado el Gobierno sobre el tema; léanse las declaraciones
del premier Del Castillo, por ejemplo.
Cuando se propone una nueva ley, inevitablemente genera desconfianza ver que se esconde lo
que realmente se trata de conseguir, encubriéndolo tras cuestiones meramente formales.
Asumamos que a Adrianzén y al Apra verdaderamente les preocupa unificar la forma como se
toman las decisiones en las comunidades campesinas de la costa y la sierra. Entonces, ¿por qué
plantean hacerlo sobre la modalidad vigente en la costa y no sobre la que existe en la sierra?
Aquí está lo que no se dice: en la sierra, para disponer la venta de las tierras de las comunidades
se requiere la aprobación del 66% de los comuneros calificados, pero en la costa se requiere
apenas el voto de la mitad más uno de los comuneros asistentes a una asamblea, lo que, como he
demostrado en un artículo anterior, permite que apenas el 25% de los comuneros, e incluso
menos, puedan decidir la venta de las tierras de la comunidad e incluso la disolución de la
comunidad misma (Nelson Manrique, "Comunidades campesinas, una olímpica puñalada",
Perú.21, 2 de junio de 2008).
Si lo que realmente busca Adrianzén es la unificación de los procedimientos, le desafío a
proponer que esta se haga en torno a la modalidad serrana, fortaleciendo la propiedad de las
tierras comunales en lugar de desprotegerlas. Salvo, claro, que el verdadero objetivo de la norma
sea facilitar la venta de las tierras comunales a las empresas mineras que las codician. ¿Me
equivoco?
Adrianzén se burla de mi afirmación de que el D. Leg. 1015 viola acuerdos internacionales
firmados por el Perú. Lo hace y viola la Constitución. La Defensoría del Pueblo ya ha presentado
una demanda de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional, porque el D. Leg. 1015
"vulnera los derechos de identidad cultural (reconocido por el inciso 19 del artículo 2º y el
artículo 89º de la Constitución Política del Perú), de participación y de consulta de las
comunidades campesinas y nativas". Viola también el Convenio Nº 169 - OIT, ratificado por el
Perú en 1994. Padece adicionalmente, de "vicios de inconstitucionalidad formal referidos a la
vulneración del principio de reserva de ley para la regulación de derechos fundamentales, y el
exceso por parte del Ejecutivo en el ejercicio de las facultades legislativas delegadas". ¿Y?
El presidente Alan García se ha desconectado de la realidad. Tanto pasear por las cumbres
parece que lo han mareado. En los últimos días ha hecho varios pronósticos irrealizables. Dijo
que el Perú está camino a convertirse en un país del primer mundo. A continuación, afirmó que
el Perú vive su edad de oro. Luego, que superaremos a Chile en 2015. La última, que
postularemos a la sede olímpica para el año 2016.BUEN MOMENTO. No hay duda de que el
Perú pasa por un buen momento. El crecimiento sostenido de la economía durante un lustro es
algo que no se vivía desde hace mucho tiempo. Eso se explica básicamente por dos razones. La
primera, el mantenimiento de políticas de libre mercado durante los últimos quince años a
pesar de los bruscos cambios políticos. La segunda, la demanda mundial creciente de materias
primas y sus precios extraordinarios. Esto último ha beneficiado a muchos países de América
Latina. El Perú no es el único que ha prosperado sostenidamente en los últimos años. Lo ha
hecho la mayoría de países de la región. Pero ese contexto internacional favorable no hubiera
sido aprovechado si es que hubiéramos tenido políticas populistas y estatistas como las que
practicó Alan García en su primer gobierno, o las que ejecutan hoy día Hugo Chávez y Evo
Morales en Venezuela y Bolivia. Esa es la buena noticia. La mala es que, además de la economía,
poco es lo que está mejorando en el Perú. Y el crecimiento económico es condición necesaria
pero no suficiente para el desarrollo. EDUCACIÓN POR LOS SUELOS. Lo más evidente y
preocupante es, sin duda, la educación. Los debates en los últimos tiempos sobre el nivel de los
estudiantes y de los maestros han mostrado una realidad aterradora. Ni unos ni otros son
capaces de entender textos simples ni de realizar operaciones matemáticas elementales.
Cambiar esa situación requiere décadas de buenas políticas educativas y de inversión creciente y
sostenida. Nada de eso se está haciendo en el Perú. Como la mayoría de expertos ha señalado, ni
siquiera hemos empezado. Una base indispensable, un punto de partida imprescindible para
siquiera acercarnos al primer mundo es tener una población educada. Hoy más que nunca, en la
era de la globalización y la información, progresan de verdad los países que tienen altos niveles
educativos, antes que los que poseen materias primas. Los "milagros" de Irlanda o Nueva
Zelanda son posibles gracias a que esos países tenían una población educada. Lo mismo ocurre
ahora con varios países de Europa del Este. Reitero, el problema no es que no se hayan resuelto
los problemas educativos que se arrastran por décadas en dos años. El asunto es que no se ha
empezado. DESNUTRICIÓN INFANTIL. Otra de las trabas fundamentales para el desarrollo,
vinculada a la educación, es la desnutrición infantil, como ha señalado muchas veces León
Trahtemberg. Si un niño es desnutrido los primeros años de su vida, eso lo marcará para
siempre. Su capacidad de aprendizaje será muy limitada. El porcentaje de niños desnutridos en
el Perú es de aproximadamente 25%, y el descenso de esa pavorosa cifra es lento. Los niños
están desnutridos porque sus familias son pobres. Y los planes de lucha contra la pobreza no
están funcionando adecuadamente, según señalan todos los expertos en el tema. Al presidente
García eso le irrita. Los llama "probetólogos", los vilipendia y trata de desacreditarlos. Pero los
hechos lo desmienten. INSTITUCIONES. Las instituciones en el Perú no solamente están a años
luz de las del primer mundo, sino muy lejos de las de vecinos como Chile. El Poder Judicial es
un ejemplo palpable. Las diferencias entre un país desarrollado y uno atrasado no solo radica en
su Producto Bruto Interno y la solidez de su economía sino, sobre todo, en la fortaleza y eficacia
de sus instituciones. Por más crecimiento económico que haya en un período determinado, si las
instituciones del Estado no sirven, el país no saldrá del subdesarrollo. Aquí, nuevamente, no se
trata de esperar que en un par de años hayan cambiado las cosas, sino que se comience el
proceso de transformación, que tiene que sostenerse en el tiempo. A estas alturas del gobierno
aprista, parece muy claro que no existe la más mínima intención de avanzar en reformas
fundamentales como las del Poder Judicial, la Policía y otras. LA POLÍTICA. No existen partidos
políticos en el Perú. El único que se parece, lejanamente, a un partido, es el Apra. Pero ni
siquiera el Apra es realmente un partido. Depende enteramente de un caudillo, Alan García, y va
como un rebaño donde va García. En la década de 1990, el Apra sin García obtuvo 2% ó 3% en
las elecciones. Con García quedó segundo en 2001 y ganó en 2006.El Apra era un partido
socialdemócrata. El Gobierno es de derecha. No existe nada más a la derecha que el Gobierno en
el espectro político peruano. Y eso es porque Alan García lo decidió sin consultarle a nadie en el
Apra, por supuesto. Cuando ha habido protestas sociales durante este gobierno, el Apra, como
partido, ha sido incapaz de enfrentarlas políticamente. Sus militantes solo existen para ocupar
puestos públicos.En otro plano, basta mirar el Congreso. Un desastre total, plagado de
incompetencia y corrupción. Peor que el anterior, que a su vez era muy malo. Comparados con
este, los parlamentos de 1980 a 1992 eran de lujo. RULETA RUSA. En estas condiciones, el
futuro del Perú es imprevisible. La combinación de amplios bolsones de pobreza con
inexistencia de partidos políticos es altamente explosiva. El problema, además, no es solo de
pobreza sino de inmensas desigualdades. América Latina es el continente más desigual del
planeta. Y el Perú es uno de los países más desiguales de América Latina. Eso tiene
consecuencias políticas. Favorece el surgimiento de caudillos populistas y demagógicos. Nadie
sabe qué pasará en 2011. Podría ganar un sucedáneo de Hugo Chávez o de Evo Morales, que
llevaría el país a la bancarrota. Al final fracasaría, pero hundiría al país en una crisis que tomaría
décadas recuperar, como ha ocurrido muchas veces a lo largo de nuestra historia. Eso no ocurre,
por ejemplo, en el vecino que García promete superar, Chile. En el gobierno de Ricardo Lagos,
todos sabían que el próximo triunfador de las elecciones sería de la Concertación o de la derecha
(UDI-RN). Y que cualquiera que ganara, podría ser un poco mejor o un poco peor, pero no haría
ningún viraje brusco. Hoy día también se puede predecir lo mismo. Michelle Bachelet será
sucedida por un gobierno de la Concertación o de la derecha, pero no ocurrirá ningún
terremoto. En suma, al Perú le va bien ahora. Si el crecimiento económico se mantiene, muchas
cosas mejorarán en el país. Pero es una fantasía que el Perú esté en camino al desarrollo. No lo
está. Ni siquiera podremos alcanzar la más modesta meta de superar a Chile el 2015.Para eso se
requieren reformas fundamentales que este gobierno no ha emprendido ni va a emprender.
Diario Perú 21 25.05.08.mailto:25.05.08.spedraglio@peru21.com
El Gobierno acaba de promulgar el Decreto Legislativo 1015, que "unifica los procedimientos de
las comunidades campesinas y nativas de la sierra y de la selva con los procedimientos de la
costa para mejorar su producción y competitividad agropecuaria". El propósito principal del
decreto no es sino alentar la compra de tierras comunales por parte de la gran inversión minera,
forestal o agropecuaria. En el artículo primero y único del referido decreto se establece como
condición para la compra-venta su aprobación en asamblea comunal con quórum mínimo,
simple formalidad que será cumplida sin mayor esfuerzo. Las comunidades representan un
enorme capital social y son, desde hace mucho tiempo, asociaciones de pequeños productores
que deberían potenciarse. No obstante, el objetivo final de la medida parece ir más allá: la
disolución gradual de la propiedad comunal. No deja de resultar irónico, por decir lo menos, que
el referido decreto haya sido incluido en el paquete que debe permitir la preparación normativa
y competitiva del país para la implementación del TLC con Estados Unidos. El 19 de mayo, un
día antes de la publicación del DL 1015, la Defensoría del Pueblo difundió un amplio informe
sobre esta y otras normas que afectan a las comunidades campesinas y nativas. En él, la
Defensoría manifiesta su preocupación por la falta de diálogo con los campesinos involucrados;
por la falta de participación de las poblaciones indígenas que se verían afectadas; por la falta de
un "catastro de tierras completo y actualizado a nivel nacional"; y por el caos y la dispersión de
la legislación sobre tierras. Sin embargo, la conclusión clave del informe defensorial es que "la
tendencia histórica a flexibilizar las normas para facilitar la disposición de tierras comunales
con el objetivo de promover la inversión privada en actividades extractivas (.) incrementa las
condiciones de vulnerabilidad de esta población y la posibilidad de surgimiento de conflictos
sociales".La norma aprobada es clara: el presidente está decidido a seguir considerando a los
campesinos comuneros y nativos como ciudadanos de tercera categoría. ¿Qué dirá la oposición
política? Es difícil esperar iniciativas de Unidad Nacional, que ni siquiera se atreve a votar a
favor de la censura de Luis Alva Castro; pero ¿harán algo los otros sectores, no solo los
nacionalistas y la UPP, sino también Perú Posible, Acción Popular y Somos Perú? ¿O están todos
de acuerdo con esta (en la práctica) expropiación compulsiva de las comunidades, con esta
especie de reforma agraria conservadora, pro gran inversión, que el gobierno está dispuesto a
ejecutar sin contemplaciones? ¿Guardarán silencio los gobiernos regionales, en especial los que
alojan el mayor número de comunidades campesinas y nativas del país?