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El advenimiento de las redes sociales y comunidades virtuales, entre otros tipos de relaciones en línea, han traído consigo nuevas narrativas autobiográficas y nuevas formas de entendernos y darnos a entender a través de las imágenes. Las interfaces tecnológicas han abierto un sin fin de posibilidades en cuanto a la exploración de la identidad y la autoexpresión, que van desde el anonimato hasta el exhibicionismo, pasando por todas las formas posibles y mutables de la proyección del “yo”.
Las herramientas hipertextules y mas precisamente la hipermedia han permitido que el relato de la auto representación, que concibe una identidad en línea, se fortalezca, irónicamente, por medio del discurso de la individualidad dentro de un medio de carácter social.
Es fundamental tener en cuenta la influencia que ejerce la sociedad de consumo en esta nueva forma de definir el “yo”, donde el individuo entra a representarse a si mismo bajo las mismas directrices con las que se promocionaría un producto o servicio, la información que el sujeto comparte voluntariamente en estos espacios cada vez apunta mas a describirlo en términos de consumo.
El advenimiento de las redes sociales y comunidades virtuales, entre otros tipos de relaciones en línea, han traído consigo nuevas narrativas autobiográficas y nuevas formas de entendernos y darnos a entender a través de las imágenes. Las interfaces tecnológicas han abierto un sin fin de posibilidades en cuanto a la exploración de la identidad y la autoexpresión, que van desde el anonimato hasta el exhibicionismo, pasando por todas las formas posibles y mutables de la proyección del “yo”.
Las herramientas hipertextules y mas precisamente la hipermedia han permitido que el relato de la auto representación, que concibe una identidad en línea, se fortalezca, irónicamente, por medio del discurso de la individualidad dentro de un medio de carácter social.
Es fundamental tener en cuenta la influencia que ejerce la sociedad de consumo en esta nueva forma de definir el “yo”, donde el individuo entra a representarse a si mismo bajo las mismas directrices con las que se promocionaría un producto o servicio, la información que el sujeto comparte voluntariamente en estos espacios cada vez apunta mas a describirlo en términos de consumo.
El advenimiento de las redes sociales y comunidades virtuales, entre otros tipos de relaciones en línea, han traído consigo nuevas narrativas autobiográficas y nuevas formas de entendernos y darnos a entender a través de las imágenes. Las interfaces tecnológicas han abierto un sin fin de posibilidades en cuanto a la exploración de la identidad y la autoexpresión, que van desde el anonimato hasta el exhibicionismo, pasando por todas las formas posibles y mutables de la proyección del “yo”.
Las herramientas hipertextules y mas precisamente la hipermedia han permitido que el relato de la auto representación, que concibe una identidad en línea, se fortalezca, irónicamente, por medio del discurso de la individualidad dentro de un medio de carácter social.
Es fundamental tener en cuenta la influencia que ejerce la sociedad de consumo en esta nueva forma de definir el “yo”, donde el individuo entra a representarse a si mismo bajo las mismas directrices con las que se promocionaría un producto o servicio, la información que el sujeto comparte voluntariamente en estos espacios cada vez apunta mas a describirlo en términos de consumo.
Resumen El advenimiento de las redes sociales y comunidades virtuales, entre otros tipos de relaciones en lnea, han trado consigo nuevas narrativas autobiogrficas y nuevas formas de entendernos y darnos a entender a travs de las imgenes. Las interfaces tecnolgicas han abierto un sin fin de posibilidades en cuanto a la exploracin de la identidad y la autoexpresin, que van desde el anonimato hasta el exhibicionismo, pasando por todas las formas posibles y mutables de la proyeccin del yo. Las herramientas hipertextules y mas precisamente la hipermedia han permitido que el relato de la auto representacin, que concibe una identidad en lnea, se fortalezca, irnicamente, por medio del discurso de la individualidad dentro de un medio de carcter social. Es fundamental tener en cuenta la influencia que ejerce la sociedad de consumo en esta nueva forma de definir el yo, donde el individuo entra a representarse a si mismo bajo las mismas directrices con las que se promocionara un producto o servicio, la informacin que el sujeto comparte voluntariamente en estos espacios cada vez apunta mas a describirlo en trminos de consumo. Palabras clave: fotografa digital, redes sociales, narcicismo, auto representacin, identidad, consumismo. Introduccin Cualquier cosa que se diga sobre el mundo o sobre el yo tiene que ser entrecomillada. Si es sensato, ya fue dicho. Lo mejor que puede hacer uno es reordenar lo decible (Gergen, 2006, 146, p.). Dadas caractersticas peculiares de las proyecciones de la identidad, que se conciben particularmente en el contexto de las redes sociales que involucran diferentes puntos de vista y definiciones del yo, es importante resaltar la idea de identidad narrativa (Ricoeur, 1996): la identidad personal se construye en una dialctica complementaria entre la identidad-ipse (el carcter, sujeto a la alteridad) y la identidad-idem o 1 Diseadora Visual. Docente del programa Diseo Visual Digital de la Facultad de Diseo y Comunicacin de la EAM (Escuela de Administracin y Mercadotecnia del Quindo). Correo electrnico: docampo@eam.edu.co
mismidad relacionadas por medio de una narracin biogrfica en la que
la voluntad de coherencia confiere al personaje una determinada singularidad a pesar de los cambios. La capacidad que tienen las redes sociales de multiplicar ampliamente el nmero de nodos en una red de contactos, abriendo la posibilidad de estar en mltiples lugares a la vez, permite que las proyecciones o presentaciones del individuo se pluralicen en funcin de distintas necesidades comunicativas, lo que hace que el sujeto pase de ser un ente indivisible con una identidad particular, incluso con distintas facetas; a convertirse en un ser multidimensional, en el que cada una de sus representaciones se desarrolla en funcin de la percepcin de cmo es valorado desde las convenciones que rigen su interaccin. En este caso la tecnologa media en la fabricacin la representacin de la identidad textualizando la subjetividad como un modo de autoaprehensin en el que el yo se externaliza y objetiva a travs de medios visuales de representacin y lenguaje, para poder interactuar en un determinado espacio de enunciacin (Illouz, 2007, 170, p.) En este proceso de textualizacin el sujeto esta en la capacidad de controlar (en cierta medida) lo que proyecta, y entablar coherencia con un contexto particular, las historias vividas de unos se imbrican en las historias de los dems (Ricoeur, 1996, p. 163), permitiendo una reconstruccin narrativa a gracias a la visibilidad de las interacciones. Este tipo de relaciones y auto representaciones emergentes estn ligadas necesariamente a la tecnologa por lo que deben ser valoradas como cambiables y modificables, y entendidas desde lo textual y lo visual. Y desde lo visual, se expone en este documento el caso puntual de la fotografa. Fotografa "La necesidad de tener una realidad confirmada y la experiencia mejorada con la fotografa es un consumismo esttico al que todo el mundo ahora es adicto". Sontag (1977) La invencin y el desarrollo de la fotografa han cambiado drsticamente nuestra percepcin de la realidad. La posibilidad de registrar el mundo que nos rodea y relacionarnos con nuestro pasado y memoria por medio de imgenes nos ha ayudado no solo a comprendernos y concebir diversos discursos desde lo visual, sino tambin a proyectarnos, comunicarnos y expresarnos de formas antes inimaginables. Hoy en da
la imagen fotogrfica se ha constituido en la base de la cultura visual y
esttica de la era digital. En el ensayo, "En la caverna de Platn", Sontag (1977) ofrece su punto de vista sobre el poder de la imagen fotogrfica, aunque aos antes de la proliferacin de la fotografa digital, su aporte es muy oportuno para comprender un poco las dinmicas de la cultura visual online actuales: La humanidad perdura sin regenerarse en la caverna de Platn, sigue disfrutando sus antiguos hbitos, en meras imgenes de la verdad. Pero ser educado por fotografas no es como ser educado por imgenes ms antiguas, ms artesanales. Por un lado, hay un mayor nmero de imgenes alrededor que reclaman nuestra atencin. El inventario se inici en 1839 y desde entonces casi todo ha sido fotografiado, o eso parece. Esta insaciabilidad del ojo fotogrfico cambia los trminos de confinamiento en la cueva, nuestro mundo. Al ensearnos un nuevo cdigo visual, las fotografas alteran y amplan nuestras nociones de lo que es digno de mirar y lo que tenemos derecho a observar. Son una gramtica y an ms importante, una tica de ver. Finalmente, el resultado ms grandioso de la empresa fotogrfica es darnos la sensacin de que podemos tener todo el mundo en nuestra cabeza, como una antologa de imgenes. Sontag, propone a la imagen fotogrfica como un mecanismo de control que ejercemos sobre el mundo por encima de nuestra experiencia y la percepcin de los dems de nuestra experiencia Las fotografas son en realidad la experiencia capturada y la cmara es el brazo ideal de la conciencia en su afn de poseer. Fotografiar es apropiarse de lo fotografiado. Significa ponerse a s mismo en una relacin con el mundo que se siente como conocimiento y, por lo tanto, como poder. En la actualidad, este intento de controlar, fabricar, producir y proyectar una imagen idealizada de nuestras vidas, no solo para una presentacin publica sino para la autocomplacencia del yo, se ha convertido en el sustento de las redes sociales, en donde este anhelo auto afirmativo es cada vez mas violento. Al igual que un coche, una cmara se vende como un arma depredadora - una tan automatizada como sea posible, lista para saltar. El gusto popular espera una forma fcil, una tecnologa invisible. Los fabricantes tranquilizan a sus clientes al decir que tomar fotos no demanda habilidad o conocimiento de expertos, que la mquina todo lo sabe y responde a la menor presin de la voluntad. Es tan simple como
girar el encendido o apretar el gatillo. Al igual que las armas y los
coches, las cmaras son mquinas de fantasa cuya utilizacin es adictiva. Sontag (1977) La imagen fotogrfica mas all de ser considerada como arte, documento histrico, expresivo o comunicativo, hoy, se revela como medio imprescindible para la afirmacin de nuestra propia existencia; sumergida en una carrera contra la obsolescencia, evidenciando en cada toma nuestra propia fragilidad, al tiempo que muta, se recrea y se fabrica como parte del simulacro y la confeccin de la identidad. Se podra decir que el deseo compulsivo por poseer y proyectar imgenes convierte la experiencia en imagen, de la cual cada vez es menos relevante su origen o propsito. La imagen vale por si sola y la realidad se configura en la idea misma del fabricante. De esa lgica de los estetas del siglo XIX, Mallarm dijo que todo existe en el mundo con el fin de terminar en un libro. Hoy todo existe para terminar en una fotografa. Narcisismo Las posibilidades de proyeccin del yo que han venido de la mano con las herramientas, cada vez mas accesibles, para la edicin de imgenes digitales, han proporcionando al sistema panptico de las redes sociales nuevas complejidades y funcionalidades. Una de ellas es la presuncin del narcisismo, y por consiguiente el narcisismo al que esta presuncin reiterada obliga y conlleva. Aquellos sujetos que en su momento se preocuparon por su privacidad, o por proteger su identidad de la exposicin en redes sociales fueron etiquetados como narcisista al considerarse a si mismos objeto de espionaje. Bajo los argumentos de que si no hay nada que esconder, no hay nada que temer y que no se es tan importante para ser espirado se fueron abriendo las puertas de la privacidad y la identidad, no solamente al dominio publico, sino tambin al dominio de los mercados, y de esta forma el sujeto da consentimiento para que su propia identidad sea mercadeada como un producto. Pero es aqu donde la presuncin se convierte en realidad, y el narcisismo pasa de ser una acusacin a un valor necesario para sobrevivir en el mercado de las imgenes, de los avatares del mundo en lnea. Cada da se realizan alrededor de 500 millones de fotografas; el 40% de la poblacin mundial posee algn mvil con cmara
incorporada. El rostro de la muerte y el brillo del espectculo se
igualan en los titulares de prensa por obra y gracia del fenmeno fotogrfico (Erik Kessels, 2011) El xito de los nuevos dispositivos mviles que incluyen cmaras digitales y herramientas de edicin tambin han convertido el amateurismo en la esttica dominante, lejos de convertir al usuario en un artista, le da a este ultimo la posibilidad de ajustar su imagen a cdigos reinantes dentro de su universo visual, reconfigurando en tiempo real los parmetros de la auto representacin, dictados por la aceptacin social en lnea. Hoy todos editamos imgenes. Reciclamos, cortamos y pegamos, remezclamos, las subimos y las bajamos []. Lo nico que necesitamos es un ojo, un cerebro, una cmara. [] Disfrutamos de un potencial tecnolgico que implementa una esttica desbordante que cambia nuestra concepcin de creacin (Manifiesto de la postfotografa trmino que acua Joan Fontcuberta premio Nacional de Ensayo 2011 y premio Hasselblad 2013) Exclamaba Leonardo, protagonista de la novela de Gmez de la Serna: El caballero del hongo gris, que las Kodak las inventaron los conservadores. Nada ms efectivo para mantener el mundo tal y como est que reproducir automticamente un sujeto que, ha reemplazado as el vaco de la experiencia por la experiencia del vaco. La exacerbacin del yo De las consecuencias que trae este tipo de narcisismo se desprende la perdida de la nocin objetividad. La fotografa ya no aspira a servir de testimonio. Fontcuberta insiste en que su nica finalidad es la de servir a la construccin de identidades, a reflejar un mundo propio e ntimo. Quien se inscribe en la dinmica de la fotografa autobiogrfica de redes sociales, mas que reflejar hechos significativos, se reafirma a si mismo constantemente mediante la apropiacin de acontecimientos, experiencias o proyecciones de su propia identidad fabricada consciente o inconscientemente con la finalidad de transmitir un solo mensaje: el acontecimiento soy yo. Cada individuo convertido en producto para los fines del capital (un perfil con caractersticas especificas susceptible de consumir productos o servicios especficos) tiene entonces la posibilidad de convertirse voluntariamente en productor de su propia imagen, de su propia proyeccin de una experiencia de vida, en una marca.
La bsqueda de la identidad, de la identificacin con los otros y con sigo
mismo, ha pasado a librar su batalla en el mundo de la representacin y muchos de los cdigos para llevar a cabo este proceso se encuentran inscritos en las imgenes fabricadas para perfiles de redes sociales. Estas identidades o avatares se componen de una propagacin desmesurada de imgenes que cubren ese ser digital, cuantas mas mejor, y mientras mas protagonismo menos se ve del mundo y mas del sujeto mismo (o de su representacin). Ese yo virtual se entiende ahora como una figura mutante en medio la contaminacin de datos que desterritorializa, deshumaniza y niega todo contacto fsico. Cada imagen busca desesperadamente acumular valoraciones afirmativas que confirmen la aceptacin de ese yo proyectado. Nmeros en la pantalla o individuos del otro lado de la interfaz? El principio de satisfaccin es el mismo. Nada puede ser una amenaza mas que la falta de reafirmacin de tal representacin. Pero como se expone en el estudio demogrfico de T. R. Malthus, la superpoblacin lleva aparejada la fatalidad insoluble de la desnutricin del yo. La superproduccin y superpoblacin de imgenes hacina al individuo entre sus propias versiones. Lo que no deja de recordar la idea popular de que algo en tanto mas se afirma mas aguda es su ausencia. El individuo tras producir desenfrenadamente estos avatares y versiones de su propio yo corre el riesgo de perderse en sus propios reflejos. Pero frente a esto surgen varias preguntas: no es bsqueda del ser humano precisamente desvincularse de sus limitaciones carnales y liberar su conciencia? Podramos pensar que estas articulaciones virtuales de la identidad dan cuenta de ello, ser, existir mas all de la realidad fsica que lo contiene, entrar por fin y habitar el mundo de las ideas, incluso de la idea (o imagen) de nosotros mismos. Pero que tan libre es esa eleccin? O al menos la forma que elegimos ser o parecer en esa nueva realidad? El sistema actual capitalista, mas que encarnar un modo de vivir encarna un modo de producir y de consumir. Fbio Konder Comparato en su libro A civilizao capitalista (Saraiva, 2013) afirma: el capitalismo es la primera civilizacin mundial de la historia (p. 19). El capitalismo orgullosamente afirma: no hay otra alternativa. Como civilizacin mundial cada vez perdemos mas las particularidades de la identidad, nos vamos sumergiendo tanto en la ficcin de promover y publicitar nuestra propia imagen particular que no vemos ni siquiera lo similares que nos estamos volviendo, ni cmo constantemente estamos siendo agrupados y reordenados segn nuestros gustos para llegar a ser consumidores mas eficientes.
En medio de la histeria que genera competir en un mundo donde la
finalidad ultima de la vida es acumular (cosas, experiencias o likes, da igual) mediante un crecimiento ilimitado en un mundo con recursos limitados (lo que ya es una contradiccin), obteniendo el mayor beneficio con el menor esfuerzo, nos encontramos con la promesa de la felicidad, motor de la propaganda comercial, idea cada vez mas difcil de definir pero mas fcil de simular, al alcance de todos, en cada dispositivo mvil, en cada imagen de perfil y avalada por un me gusta. Estos ideales de producir y consumir no siempre son los mas meritorios para nuestro corto paso por la vida. El ser humano mas que tener hambre de pan y afn de riqueza es vehculo de otras bsquedas mas profundas como la belleza, el arte, el conocimiento, la trascendencia, entre otras, como por ejemplo, la necesidad de autoafirmarse, de reforzar su yo; de lo contrario no subsiste y es absorbido por los otros o desaparece. Brian Swimme habla de cmo en el ser humano coexisten dos fuerzas: la voluntad del individuo de ser, de persistir y de continuar dentro del proceso de la vida; para eso tiene que autoafirmarse y fortalecer su identidad, su yo. La otra fuerza es la de integracin en un todo mayor, en la especie, de la cual el individuo es un representante, constituyendo redes y sistemas de relaciones fuera de las cuales nadie subsiste. Ambas fuerzas deben estar en equilibrio, la primera fuerza es la del individualismo y garantiza la existencia del yo, la segunda gira alrededor de nosotros, de lo comunitario y la sociedad y garantiza nuestra supervivencia como especie. La exacerbacin del yo que promueve el capitalismo y que alimentamos incansablemente con nuestras practicas sociales de autoafirmacin en lnea nos alejan en gran medida de ese equilibrio. Es necesario repensarnos dentro de los nuevos formatos que habitamos, ver cada cambio de paradigma dentro de los procesos comunicativos como una oportunidad nueva de reinventarnos no solo como individuos sino como especie. Complejizarnos, mas no disolvernos bajo capas de reproducciones de nosotros mismos, ajenas, en ocasiones, a nuestra propia esencia. Conclusiones Las interacciones y formas de auto representacin que se dan en las plataformas virtuales y la actividad social mediada por la tecnologa, si bien pueden fortalecer y crear vnculos sociales efectivos, corren tambin el riesgo de ser excluyentes (abriendo una segunda brecha
digital) o incluso de deformar la percepcin del sujeto y su propia
identidad. La proliferacin de la imagen digital y los dispositivos y herramientas de edicin han propiciado un medio idneo para la exploracin y la proyeccin del yo, incluso para la manifestacin de varias presencias paralelas o simultaneas de un sujeto en entornos virtuales. Esas proyecciones pueden responder a necesidades estratgicas, incluso narcisistas, donde se copia el lenguaje publicitario para representarse a si mismo como un producto. La capacidad de mantener estas diferentes proyecciones o auto representaciones puede llegar a convertirse en una herramienta de adaptacin social aunque tambin puede desencadenar en una exaltacin exagerada de la imagen, el simulacro y la representacin ficticia en una carrera convulsiva por la produccin de ficciones carentes de contenido. To take a selfie -hacerse un autorretrato- se convirti en una palabra oficial del vocabulario de Oxford y logr hacerse el contenido fotogrfico principal en las redes sociales. Si bien esto puede entenderse como otra forma de narcisismo humano, esta bien preguntarse si esa presuncin (o acusacin) de narcicismo no fue la puerta de entrada para otras practicas de control social, donde el sujeto voluntariamente (aunque tal vez inconscientemente) accede a modelar aspectos de su identidad y auto presentarse a favor del discurso del capital. Las consecuencias de esta bsqueda desenfrenada por auto representarse pblicamente pueden ser mas complejas que el narcisismo por l mismo. Si bien en algn momento la funcin de la fotografa era artstica, documental o comunicativa, hoy en da al estar al alcance de cualquier persona, no solo la posibilidad de fotografiar, sino tambin de editar y manipular las imgenes, el objetivo se ha transformado, mantener un flujo de noticias en tiempo real en el que el acontecimiento principal es el yo y construir y alimentar proyecciones de si mismo son las prioridades. Jennifer Ouellette, cientfica estadunidense, proclama que el 'selfie' es un anlogo inmaterial de un souvenir: permite crear y conservar una imagen agradable de s mismo y luego presentarla a la sociedad. Con el omnipresente discurso publicitario al servicio de los intereses del modelo capitalista actual, el sujeto corre el riesgo de identificarse a si mismo como un producto mas en el mercado. Las auto representaciones fabricadas permiten elevar el valor perceptible de la imagen, idea o representacin del yo que se busca proyectar.
Siendo nuestro objeto de estudio la imagen, es importante pensar estos
procesos desde la academia y a partir de las diferentes dimensiones que involucran. La psicologa de la imagen que interviene en los procesos de percepcin hoy mas que nunca juega un papen fundamental a la hora de entender las nuevas formas de interaccin social y de codificacin en los procesos comunicativos. Bibliografa Comparato, F. (2013) A civilizao capitalista. So Paulo: editora Saraiva. Fox, M., & Swimme, B. (1982). Manifesto for a global civilization. Santa Fe, NM: Bear. Gergen, K. J. (2006). El yo saturado: dilemas de identidad en el mundo contemporneo. Barcelona: Paids. Illouz, E. (2007). Intimidades congeladas: las emociones en el capitalismo. Buenos Aires: Katz. Ricoeur, P. (1996). S mismo como otro. Madrid: Siglo XXI. Rheingold, H. (1996). La comunidad virtual. Barcelona: Gedisa. Sontang, S. (2005). Sobre la Fotografa, Editorial Alfaguara S.A., Bogot.