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Para algunos la vida se vive y representa como un espectáculo. Para otros, la grandísima mayoría de nuestro
convulsionado (“espectacular”) mundo, se vive y se siente en la carne con dramatismo. Sin embargo, para es-
tos últimos, también están disponibles para su uso las imágenes del espectáculo, de la banalidad, del surrea-
lismo más reaccionario, listo para ridiculizar, ocultar y/o maquillar los efectos devastadores del sistema de pro-
ducción y consumo capitalista: el producto de este show aparece como un indigente disfrazado de payaso.
Pero siempre, tarde o temprano llueve, se corren los maquillajes, y se develan las crudas realidades. Un tanto
como la pastillita roja que toma Neo en “The Matrix”, que lo lleva a un despertar muy duro.
El discurso de la política partidista y de la publicidad discurren por la misma corriente de la iconofagia. Mucho
slogan, mucha imagen vacía, consumismo ideológico. Pero para millones de personas en el mundo, entre las
que se cuentan muchísimas de nuestro país, de nuestra ciudad y de nuestra comunidad, el hambre no es rela-
tiva. Para los niños de Gaza o de Irak, el imperialismo no es parte de un panfleto, como tampoco lo fue para
los panameños en 1989, ni para los nicaragüenses, chilenos o haitianos, y en la actualidad para los afganos.
Para los campesinos y los obreros de nuestra ciudad, la explotación y el trabajo forzado tampoco son slogans.
Ni para una inmensa cantidad de hombres, mujeres y niños del África subsahariana, la marginalidad es una
simple palabra que refleja su “primitivismo”, desde la perspectiva eurocéntrica evolucionista.
Parece que en muchos casos hay que vivir en carne propia un bombardeo debajo de la cama, buscar algo de
comida entre la basura, o ser torturado en una cárcel de presos políticos, para comprender el drama del impe-
rialismo, de la pobreza, o de la dictadura, para comprender que aquello que los sectores más conservadores
quieren ocultar etiquetándolo como “panfletario”, no es más que una realidad que no sólo consta de imágenes
y palabras, sino que se vive en el propio cuerpo. Es pues, el sistema capitalista mundial proyectado en nuestra
cotidianidad inmediata, en nuestras formas de trabajar, de relacionarnos con las personas, de pensar el tiem-
po, la vida y la muerte, e incluso de sentir.
Mientras siga este drama social y global, seguiremos protestando con la palabra y la acción, satanizada por la
política del espectáculo y por la reacción ultraconservadora. Seguiremos siendo los “anómicos” de esta socie-
dad enferma.
Alta Poesía
Jorge Montealegre
“Amnesia”
Al lado de mi casa, yo no tenía idea, resulta ser hay un hotel que lleva más de
quince años abandonado. Así que una noche llegaron unas familias y sin avisar ni
pedir permiso a nadie se instalaron a vivir ahí. Eso, por supuesto, causó gran revuelo
entre mis vecinos, quienes convocaron inmediatamente a una reunión con carácter
urgente. Solo por curiosidad decidí asistir, previa visita a los nuevos moradores
para saber quienes eran y porque habían irrumpido de esa manera en una
“propiedad privada”. Para mi tranquilad son los compañeros de una organización
que se llama ¨Los Sin Techo¨, me explicaron que no quieren molestar a nadie, que no
son violentos, que hablaron con la gente del Consejo Comunal, con la Alcaldía y que
están planificando hacer unas mejoras en la cuadra, el muchacho que cuidaba la puerta me
aclaró que no hay drogadictos ni ladrones.
Una de las principales problemáticas caraqueñas es la crisis de vivienda. La urbe está colapsada, pobres emigraron desde el
campo en los años de la bonanza petrolera; expulsados del casco urbano, se fueron a vivir a los a los cerros que rodean la
ciudad. Destacados arquitectos, se las ingeniaron para construir sus hogares y dibujaron el paisaje que caracteriza a esta
capital caribeña. Cuarenta años de desidia y desasistencia gubernamental, empujaron al ochenta por ciento de la población
a vivir en la pobreza, hacinados en estos barrios gigantescos, sin planificación, ni servi-
cios de ningún tipo se encuentran actualmente en constante riesgo de derrumbe.
Esto trajo aparejado otro fenómeno, el de las invasiones u ocupaciones, que parecen lo
mismo pero no lo son. Las invasiones se caracterizan por ser violentas, armadas, hay
ladrones, vendedores de droga, bastante gente necesitada y muchos más que lucran
con esos espacios. Las ocupaciones, en cambio son llevadas a cabo por organizaciones
sociales, investigan espacios que estén abandonados, realizan censos en los barrios que
están en situación de riesgo, organizan a la gente y proceden a ocupar esas propieda-
des. Una vez allí, comienzan a presionar a la Alcaldía correspondiente para que proce-
da a expropiar el inmueble y les otorgue los derechos de propiedad, en paralelo reali-
zan mejoras en la comunidad, pintan, asean la zona, coordinan jornadas de salud y
actividades culturales.
La reunión del Edificio comenzó bastante puntual, pude reconocer a una señora que pertenece al Consejo Comunal, a una
vieja gorda portuguesa que cuando me cruza en el asesor me mira como si yo fuera un bicho raro, un griego que vive al
lado de mi casa. Una doña que vive en el tercer piso, una pareja del quinto, un muchacho joven que no pude identificar y
algunos otros y otras que no había visto jamás.
- Vamos a buscar a un abogado- propuso enérgicamente uno de los vecinos
- ¿Y para qué?- le repliqué- ellos no están ocupando ésta propiedad.
- Pero mi ventana da a su techo, si se quieren meter no tienen más que poner una escalera- dijo la doña del piso tres con
cara de espanto.
Intente explicarles que sólo ocupan propiedades vacías, que tienen muchos años desabitadas, que no tienen donde más
vivir.
- ¿Y tu cómo sabes eso?- me preguntó un coro de voces
- Porque hablé con ellos
-¿En serio?
-¿Si? Tú si eres loca chica ¡mira si te secuestran!
- ¿Y qué te dijeron?
- ¿Cómo son?
-¡Son gente!- les respondí indignada- gente como ustedes y como yo …
- ¡Malandros!- dijo la portuguesa.
-No me pareció señora- objeté.
-Yo ver uno que tener un celular carísimo, ese no tener necesidad ¡Yo trabajar para tener casa, ellos no trabajar, ellos ma-
landros, ladrones ¡usurpadores! ¡usurpadores!-Gritaba furiosa mientras golpeaba su bastón contra el suelo.
Su intervención enardeció los ánimos de los que todavía estaban indecisos.
-Por favor señora, ellos no se metieron en su casa ¡están ocupando ese hotel que lleva quince años abandonado!- argumen-
té tratando de llevar agua para mi molino
-Ahora estos terrenos se van a desvalorizar con esa gente ahí- lanzó la señora que (no podía creer esto) ¡era la del consejo
comunal!
La miré atónita y con cara de espanto, cuanto entré a la reunión supuse, ingenuamente, que ella defendería como yo, una
expresión de poder popular como la que se estaba llevando a cabo en nuestra comunidad…
- Yo ví un poco de gente vestida de rojo- comentó el del quinto.
- Es probable- le dije con ironía- son una organización social.
- ¿Y tu cómo sabes?- Preguntó nuevamente el coro de voces.
- ¡Porque hablé con ellos! ¿No les acabo de decir?
- Seguro que son malandros
- ¡Que no! ¡Son una organización!
- Bueno, pero chavistas sí son, que es casi lo mismo- dijo burlonamente la señora del tercero.
Busqué con los ojos a la camarada del consejo comunal, porque ella también es chavista, pero ya se había ido…
- ¿A dónde vamos a llegar con este gobierno? Maldito Chávez. Uno trabaja todo el día y él solo le regala el dinero de
nuestro petróleo a esos marginales y a esos cubanos desgraciados.
- Disculpe, pero me parece que Chávez no tiene nada que ver- dije tratando de conte-
ner un ataque de ira- me parece mejor que discutamos como vamos a afrontar esta
situación, creo que es mejor dialogar con los compañeros y…
- ¿Dialogar? Seguro nos roban o nos caen a tiros.
- Por favor no son violentos.
- ¿Y tú cómo sabes? me increpó nuevamente el coro de voces.
- ¡Porque hablé con ellos!
- ¿Si?
- ¿Y cómo son?
Ante esta pregunta entendí lo absurdo que era seguir allí y me fui al lado, donde esta-
ba la señora del consejo comunal conversando alegremente con los camaradas de la
ocupación, invitándolos a la reunión de los jueves en el liceo de la vuelta, a la nochecita…
Por: Erick Graffe
Las practicas religiosas del culto a los Orichas, es decir, deidades análogas a Dioses, Santos, etc., introducidas por los escla-
vos de origen Africano, al continente Americano, en aquella brutal invasión que los Españoles llamaron Descubrimiento de
América y Colonización y que otros han llamado Resistencia Indígena, luego de un largo y espontáneo proceso de transcul-
turización y de sincretismo religioso con elementos del catolicismo y de la religiosidad popular Española, dieron lugar a la
Regla de Ocha o Santería comúnmente llamada en nuestros pueblos de habla Hispana y en gran parte del mundo.
Entendamos a la religión en el ámbito formal y hasta académico como aquella institución social que incluye creencias y
prácticas basadas en una concepción de lo sagrado, pues entonces la Santería no escapa de estos constructos, ella obedece a
un modo de vida, que muchas personas la practican, y la enriquecen día a día con su fe (creencias ancladas en la convic-
ción, más que en la evidencia científica).
Al querer problematizar el quehacer religioso nos encontramos con aquel fenómeno pre-
tencioso, que con mucha frecuencia es analizada por los Sociólogos, no es más que la secu-
larización, es decir, el declive histórico de la importancia de lo sobrenatural y lo sagrado.
Examinando la sociedad en su conjunto, la secularización se refiere a la disminución de la
influencia de la religión en la vida cotidiana.
Es así, que nos surgen interrogantes, inquietudes, curiosidad, etc., en lo sucesivo estaré realizando una investigación de cor-
te cualitativo, donde se intentará develar ese universo cargado de connotaciones mágicas, efímeras, cómo el individuo se
relaciona y se impregna de un conjunto de significantes y significados, partiendo de una génesis del mito a todo aquello
que se construye socialmente llamado realidad, donde se abordará dicha realidad desde una localidad determinada. En
Venezuela se cultivó el mundo de lo esotérico de índole religioso, el mundo de la Santería, cosa ésta que sigue en auge.
Pregonar sus raíces sería remontarse sobre lo dicho anteriormente, sería desentrañar la Diáspora Yoruba en Latinoamérica,
la investigación solo abordará lo sucedido en Venezuela, de qué manera caló esta religión, que elementos sincretizó con el
catolicismo, etc. Y además que atribuciones le confieren los religiosos al saber científico, el volverse religioso es una moda o
subyace a la fe que le impregnen los creyentes a la Santería en Venezuela.
Son elementos interesantes para rescatar y problematizarlos con el mundo del saber, con ese saber resurgido y que supon-
dría una amenaza latente a la ciencia, pues no es secreto para nadie que la ciencia no resuelve todos los problemas, no res-
ponde el para qué o el porqué, pues con la lógica no se puede controlar todo, hay que cubrir otras emociones, alimentar-
las.
En próximas entregas estaremos develando aún más este mundo…
to con la na-
"Si uno pierde contac
acto con la
turaleza, pierde cont
y relación con
humanidad. Si no ha
nvertimos en
la naturaleza, nos co
tamos a los
asesinos, entonces ma
las ballenas, a
cachorros de foca, a
re, ya sea por
los delfines y al homb
te", por comi-
provecho, por "depor
cimiento"
da o en aras del cono
SU FE EN LAS CIENCIAS
Una esperanza creía en los tipos fisonómicos, tales como los ñatos, los de cara de pescado, los
de gran toma de aire, los cetrinos y los cejudos, los de cara intelectual, los de estilo peluquero, etc.
Dispuesto a clasificar definitivamente estos grupos, empezó por hacer grandes listas de conocidos y
los dividió en los grupos citados más arriba. Tomó entonces el primer grupo, formado por ocho ñatos,
y vio con sorpresa que en realidad estos muchachos se subdividían en tres grupos, a saber: los ñatos
bigotudos, los ñatos tipo boxeador y los ñatos estilo ordenanza de ministerio, compuestos respectiva-
mente por 3, 3 y 2 ñatos. Apenas los separó en sus nuevos grupos (en el Paulista de San Martín, donde
los había reunido con gran trabajo y no poco mazagrán bien frappé) se dio cuenta de que el primer
subgrupo no era parejo, porque dos de los ñatos bigotudos pertenecían al tipo carpincho, mientras el
restante era con toda seguridad un ñato de corte japonés.
Haciéndolo a un lado con ayuda de un buen sandwich de anchoa y huevo duro, organizó el
subgrupo de los dos carpinchos, y se disponía a inscribirlo en su libreta de trabajos científicos cuan-
do uno de los carpinchos miró para un lado y el otro carpincho miró hacia el lado opuesto, a conse-
cuencia de lo cual la esperanza y los demás concurrentes pudieron percatarse de que mientras el
primero de los carpinchos era evidentemente un ñato braquicéfalo, el otro ñato producía un cráneo
mucho más apropiado para colgar un sombrero que para encasquetárselo. Así fue como se le disol-
vió el subgrupo, y del resto no hablemos porque los demás sujetos habían pasado del mazagrán a la
caña quemada, y en lo único que se parecían a esa altura de las cosas era en su firme voluntad de
seguir bebiendo a expensas de la esperanza.
Julio Cortázar
Por: Osmar Romero (imperios13691@hotmail.com)
Ante la caída vertiginosa del movimiento estudiantil opositor 100% Estudiantes, y su poca incidencia en el escenario
político del país, + Unidad Estudiantil que recoge parte de 100% Estudiantes y otros grupos logro sacar casi la misma
cantidad de votos que 100% Estudiantes ( 100% Estudiantes: 6.554 votos y + Unidad Estudiantil: 4.375 votos, en el
caso de la Federación de Centros de Estudiantes y 100% Estudiantes: 16.307 y + Unidad Estudiantil: 12.506, en el
caso del Consejo Universitario).
Este grupo de “+ Unidad Estudiantil” no lucha contra la privatización de la UCV, no está a favor de las reivindicacio-
nes obreras y su vinculación con los estudiantes, en fin, no está a favor de construir una verdadera alternativa univer-
sitaria, sino que siguen respondiendo a los intereses de las autoridades universitarias (al estilo de 100% estudiantes),
en fin, solo es otro grupo oportunista de la historia ucevista que busca reformar viejas estructuras, pero no transfor-
mar la Universidad Central de Venezuela, la casa vencida por las sombras.
LA INDUSTRIA DE LA GUERRA
“En los países democráticos no se revela el carácter de violencia que tiene la economía; en los países
autoritarios, ocurre lo mismo con el carácter económico de la violencia”. Bertolt Brecht
“Occidente conquistó el mundo, no por la superioridad de sus ideas, valores o religión (...), sino más bien por su superio-
ridad en la aplicación de la violencia organizada.” Samuel Huntington, teórico y planificador de guerra del imperialismo
estadounidense, cuyas ideas constituyen el basamento ideológico del fascismo contemporáneo.
Todo empezó con violencia. La acumulación originaria de capitales que hizo posible
La Revolución Industrial y el desarrollo del capitalismo en Europa entró en la historia
«chorreando sangre y lodo por los poros».
El genocidio del indígena americano sería el sostén del inmenso saqueo de materias primas que se dio en América para
el desarrollo industrial de Europa.
“Los indios de las Américas sumaban no menos de setenta millones, y quizás más, cuando los conquistadores extranjeros
aparecieron en el horizonte; un siglo y medio después se habían reducido, en total, a sólo tres millones y medio”. Darcy
Ribeiro.
“Una ciudad como Londres (…) todo esto es tan magnífico y gigantesco, que no puede uno
darse idea sino viéndolo, y nos hace admirar la grandeza de Inglaterra (…) Pero las víctimas
que todo esto ha costado se descubren sólo más tarde (…) si se visitan las partes peores de la
ciudad mundial, entonces solamente se nota que estos londinenses deben sacrificar la mejor
parte de su humanidad para alcanzar las maravillas de la civilización”. Friedrich Engels.
En momentos en que el sistema capitalista entra en crisis, la industria de guerra logra reactivar la economía. Los pro-
ductos de la industria de la guerra son productos destinados a destruirse, por lo que la producción debe acelerarse ante
el rápido consumo. Pero para que este producto se destruya es necesario crear una guerra.
Operaciones de marketing. La opinión pública es el target. Las guerras se venden mintiendo,
como se venden los autos. En 1964, Estados Unidos invadió Vietnam, porque Vietnam había
atacado dos buques de Estados Unidos en el golfo de Tonkin. Cuando ya la guerra había des-
tripado a una multitud de vietnamitas, el ministro de Defensa, Robert McNamara, reconoció
que el ataque de Tonkin no había existido. Cuarenta años después, la historia se repitió en
Irak.
Julio Cortázar
en la
“La crisis, es una crisis la
cienci a. Un a cri sis en
con
s aceptar
que no podemos má
vie jas no rm as, los viejos
las
tra dic ion es anti-
patrones, las
impor-
guas (…) Veremos lo
a la
tante que es brindar
olución
mente humana la rev
radical”
Por: María Fernanda Tavera
Una falsa paz que yo denominaría " Guerra en Tiempos de Paz" o " Terrorismo Agazapado", otros dicen "Guerra de 4ta
Generación" y aquí hago referencia al libro - El Sueño como la Poesía aun no se inaugura- de Proyecto Sueño Venezuela,
publicado en Octubre de 2000, donde se señala "una cantidad alarmante de problemas sociales y ambientales; mientras
el gobierno de los Estados Unidos gastaba para ese entonces 1000millones de dólares diarios en armamento de guerra
antes de empezar una guerra como tal", ¡ guerra por dinero! Los pobres de la tierra perecen por graves problemas socia-
les causados por las fuertes medidas neoliberales y un grupo minoritario burgués satisfaciendo desmedidamente sus egoís-
tas necesidades económicas ¡Que horror! esto es un ejemplo de una Guerra disimulada en tiempos de Paz donde cada día
muere mucha mas gente que en una guerra declarada. Cuando se trata de un acto terrorista todo el mundo protesta pero
resulta que esta Guerra en tiempos de Paz es un acto Terrorista que resulta ser peor, más violento y maquiavélico porque
se trata de un Terrorismo Sigiloso.
Los Estados Unidos, los países socios y las trasnacionales son responsables directos y mayoritarios de que exista terrorismo
en el mundo. Esta afirmación tiene dos vertientes:
1. El Terrorismo nace de la Explosión extrema de países y pueblos explotados, oprimidos y humillados por los burgueses
imperialistas y como consecuencia de un cúmulo de injusticias e impunidades.
2. El Terrorismos se utiliza como excusa para invadir países en nombre de una falsa paz que lo que busca, en realidad,
es solo el beneficio económico del invasor.
Todo lo que he expuesto es una reflexión de los males que aquejan al mundo pero no basta una simple reflexión, es ne-
cesario emplear, poner en práctica la única arma segura para poner fin a dichos males. Esa arma no es otra sino La Movi-
lización Popular a través de la conciencia Colectiva hacia un beneficio común. ¿De que forma? A través de una Vanguar-
dia que canalice el accionar del pueblo. A través de un pueblo que se movilice a exigir sus derechos, justicia y paz para
una convivencia mundial, que no nos lleve hacia la destrucción. El factor de que la gente luche o no, es decisiva para la
humanidad, pues es la única forma que puede mover o detener todo, en pro o en contra de si misma.
Esta podría ser la historia de un hombre entusiasta que se ha visto diluido en aquellas generaciones, transcu-
rridas en el desgaste de promesas gobiernistas, pero, (siempre el bendito PERO, que viene a incomodar a más de uno,
no obstante aquí hará gala de su ironía por el cual no me hago responsable.) no es la historia de un sólo hombre, sino
de muchos, quizás de millones, me atrevería a decir que del país entero, representado en sus habitantes, abocados a
la esperanza sin alma, que carga en su vientre al Mesías que ha de nacer en cada periodo electoral, y será en su vida
de gobernante todo un santo, la gente, los medios de comunicación del estado y hasta él mismo en sus largas alocu-
ciones a la nación se atribuirá dones especiales, capacidades extraordinarias que topan con poderes de súper héroes,
así un simple mortal pasa de la nada a convertirse en la santísima trinidad, él será padre, hijo y espíritu santo. Resol-
verá absolutamente todos los problemas del ciudadano común, y no tan común, sobre todo porque ésta última parte
de la ciudadanía lo elevo al poder.
Después de todos estos años desgastantes de democracia, en donde ya no hay ánimos y el creer se hace escaso,
tanto como la comida en los supermercados, de toda está inercia colectiva y desanimo social surgió un nuevo líder,
nuevos aires de grandeza, revestido en el resentimiento, con tanta nobleza que el mismo Jesucristo se sentiría intimi-
dado. Vendrá a mover las piezas del tablero, en una batalla a muerte, reivindicando "lo malo de la historia” creando
nuevos conceptos de integración e inclusión en una búsqueda frenética para justificar sus posiciones políticas, lla-
mando a la unidad sólo entre pensamientos iguales, la diferencia aquí es menospreciada, exponiéndola de forma ruin
al escarnio público. Sin duda son sucesos que afectan a la dignidad del venezolano.
Así es polarizada una sociedad, dividida en posiciones, en imágenes borrosas de lo que pudo ser, y lo que es en
realidad, nuevamente aparece la historia en los próceres del pasado que cobran fuerza desde un polo distinto, y que
se mueven al ritmo de las consignas de las diversas marchas callejeras que sacuden hoy por hoy la congestionada Ca-
racas. Dos Bolívar, Dos Miranda, Dos posiciones de concebir el futuro de la tierra de gracia.
El venezolano termina por aislarse de si mismo, desterrándose de su realidad, al no soportar el ambiente ena-
jenado por unos o por otros, de esta manera oculta su sensibilidad, con una coraza para proteger lo poco que le que-
da, y es en esencia lo que es. Cosa que no podría comprender ningún político, pues para ellos la individualidad se re-
duce a la cantidad de votos que puede proporcionar una determinada masa.
Se acusa al mundo entero, en una voz que sobresale del miedo y la rabia, para luego convertirse en millones
de voces, todos son culpables de sus infortunios, ese todo debe ser tan grande y global que involucre hasta a el más
insignificante individuo, pero tan glorioso e inteligente que pueda excluirlo de sus propias responsabilidades. Sé mira
al otro para criticar, es bueno señalar con el dedo, produce una sensación de grandeza, que sin duda anima el espíritu,
decir que el otro lo hizo mal, suele ser mejor que admitir un error propio.
Pero (les advertí, que este PERO haría estragos en este texto) a puerta cerrada, el venezolano, burlado en su
confianza, en su desespero de cambio, ve con nostalgia sus aspiraciones, manchadas por la corrupción que los abraza,
sumergiéndolos en ese submundo de falsos valores. Ese Dios momentáneo que arregló sus vidas no es más que el pro-
ducto de su imaginación, las promesas utópicas caen por su propio peso, al no elegir a un hombre real, que asuma la
mala administración, la mala gerencia que lleva el país. Un hombre que admita la decadencia en que están.
Actúan por impulso y no por conciencia. Es mejor una palabra dulce que siempre hará bien al oído, que una
palabra cruda (¿CAPACIDAD?) que los ahogue en su realidad. Por eso existe esa culpa, de la que nadie habla, y que
de vez en cuando grita cuando se tropieza con los sueños estancados.
“Si quieres que un país nunca levante la frente, róbale hasta su última reserva la dignidad, envícialos, prostituyelos,
envilécelos, PERO déjale como legado eterno el juego y el vicio para que mueran esperando un golpe de suerte”
Anónimo (frase utilizada en el cortometraje Hipocresía, escrito por James Capafho)
Uno de los rasgos que definen el comportamiento de los seres humanos del mundo actual tiene que ver con la intoleran-
cia. Se trata, en la mayoría de los casos, de una intolerancia no declarada y que se oculta tras el insistente discurso a favor
de respeto por las ideas, gustos y opciones de los otros. Esa intolerancia solapada se hace práctica en ciertas circunstancias
y, tal y como ha ocurrido en la historia, llegamos a exterminar a quien piensa distinto o al que es distinto.
En el caso de los animales la situación es todavía peor pues, a consecuencia de una concepción antropocéntrica del mundo,
que ha colocado al animal humano por encima del resto de los seres vivos del planeta, los animales son víctimas de la invi-
sibilidad y de la intolerancia. Al ser invisibilizados no importa lo que con ellos suceda y se resta importancia a que existan
personas que someten a los animales, de manera recurrente, a actos de violencia que
ponen en juego su integridad física y su vida. La tragedia es que, cuando son visualiza-
dos, son víctimas de la intolerancia y, de conformidad con ello, se promueve y se
practica, por ejemplo, el extermino masivo de perros. La cuestión es eliminar lo que
no gusta.
Quienes promueven y practican el exterminio masivo de perros y gatos abandonados pretenden argumentar que se trata de
un acto humanitario de eutanasia, olvidando que, contrariamente, el envenenamiento del animal no tiene otro fin que ma-
tar a un animal sano para proteger al hombre. En otras palabras, se les mata con argumentos que tienen que ver con la
concepción antropocéntrica del hombre.
Es obvio que desde ese enfoque antropocéntrico, de invisibilización y de intolerancia hacia los animales no ha sido posible
que en Venezuela se le reconozcan derechos de de ningún tipo, pese a que en la Declaración Universal de los Derechos de
los Animales, proclamada el 15 de octubre de 1978 por la UNESCO y posteriormente por la ONU, se declara …“que
todo Animal posee derechos.. (y) …que el desconocimiento y desprecio de dichos derechos han conducido y siguen con-
duciendo al hombre a cometer crímenes contra la naturaleza y contra los Animales, …que el reconocimiento por parte de
la especie humana de los derechos de la existencia de las otras especies de Animales constituye el fundamento de la coexis-
tencia de las especies en el mundo, …que el hombre comete genocidio y existe la amenaza de que siga cometiéndolo, …
que el respeto de los Animales por el hombre está ligado al respeto de los hombres entre ellos mismos”…
No deja de ser paradójico, sin embargo, que los humanos debamos crear leyes para
proteger a los animales de nosotros. Al fin y al cabo, representamos el mayor peli-
gro para ellos. En cualquier caso, el derecho ha de servir, como acción afirmativa
del Estado, como vía para promover un mundo más justo a partir de la inclusión de otro débil de nuestra sociedad: los
animales.
Porque ellos no pueden hacerlo, porque ellos no deciden, porque ellos no votan en la Asamblea Nacional, dependen de
nosotros para acabar con la violencia invisibilizada y con el exterminio intolerante. Quienes creen en la vida, quienes creen
en la no violencia en cualquiera de sus manifestaciones deben apoyar la Ley de Protección Animal.
¡Porque ellos también tienen derechos, apoyemos la aprobación de la Ley de Protección Animal!
¿Sabías que el agua en Cochabamba, Bolivia, fue conver-
tida en mercancía, al punto de privatizar el agua de
lluvia?
No es saludable,
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