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BANDA ANCHA

PARA LA EDUCACIÓN Y LA PAZ


ENRIQUE CARLOS ANGULO HOYOS

BANDA ANCHA

PARA LA EDUCACIÓN Y LA PAZ

Ediciones CECAR
SINCELEJO - SUCRE

2000
A la memoria de mi padre
José Dimas Angulo Donado
a mi madre, a Rosa María,
Rosa Elena, Susana, Yamile
y Jorge Enrique.
Aquí está parte del tiempo que
les debo.
CONTENIDO

Pág.
PRESENTACIÓN
INTRODUCCIÓN
PRÓLOGO

CAPÍTULO I
BANDA ANCHA
SECCIÓN PRIMERA

Por qué Banda Ancha


Telecomunicaciones para la educación
Telecomunicaciones e informática al servicio de
la educación.
ADSL y U-NII Tecnologías claves para la educa-
ción
Dos prometedoras nuevas tecnologías
Teletexto WEB
Telefonía social y educación
Observatorio de nuevas tecnologías para la
educación
Tecnologías de la información y la comunicación
(TIC) frente al desarrollo regional y local.
Boceto para una Red Caribe de Telecomunica-
ción
en red.
Banco Nacional del conocimiento o Red Nacio-
nal de Soluciones.

SECCIÓN SEGUNDA

Infraestructura de la información, una iniciativa


para Colombia.

El séptimo continente

Las tres leyes claves de las telecomunicaciones

Internet, la caída de mitos y paradigmas en Te-


lecomunicaciones.

Televisión digital y reforma política

En Telecomunicaciones: una nueva forma de im-


puestos.

Larga distancia, corta visión

Libertad de prensa en Internet

Atrasados como siempre

Yacimientos de empleo

En busca del empleo perdido

Limosna por Internet

Internet en peligro

Un modelo económico digital

Telecomunicaciones para la paz


CAPÍTULO II
BANDA ESTRECHA

Regaño Sachsiano
El próximo presidente
Ni comisión ni ministerio
Ley sí, decreto no
Telecomunicaciones para Discapacitados. Leer
por
Colombia
Urgencias y emergencias
Telewatch

CAPÍTULO III
SEÑAL Y RUIDO

La verdad devaluada
Inteligencia bruta
Reinado de inteligencias
El extraño encanto de la física nuclear
Correo electrónico a lomo de mula
Banda Ancha y continuidad

CAPITULO IV
PORTADORAS

Notas sobre políticas públicas en Telecomunica-


ciones y Tecnologías de la Información.
Qué son las políticas públicas
El poder desestabilizador de las tecnologías
La indescifrable idiosincrasia colombiana
Globalización y nacionalidad
Políticas públicas en Telecomunicaciones
Una mirada crítica
Principios regulatorios
Participación ciudadana
El impacto de las nuevas tecnologías
Políticas públicas en Internet
El espectro radioeléctrico

CAPITULO V
ÚLTIMA MILLA

Presidente, Nobel y alquimista


El sexo de Internet
¿Ilusionismo tecnológico?
Polvo eres
PRESENTACIÓN

Sólo hace un poco más de dos años comprendimos de ver-


dad la magnitud e importancia de las Tecnologías de la infor-
mación y la Comunicación en nuestro proyecto educativo.

Desde entonces, con las limitaciones propias de la provincia,


pero sin la timidez del pasado, nos hemos dedicado de lleno a
imbuir de nuevas tecnologías de la información y la comunica-
ción todos los procesos de la Institución.

No fuimos de las primeras instituciones del país en contar


con Internet, pero si podemos contar con satisfacción que es-
tructuramos con nuestro propio recurso humano una de las más
económicas y apropiadas soluciones de acceso a la red en ese
momento.

En cambio, si nos convertimos en pioneros en el departamen-


to y en la región, cuando configuramos nuestro a servidor de In-
ternet totalmente en Linux, con los ahorros y ventajas que signi-
fica incorporar este sistema operativo.

Hemos ido incorporando pequeñas innovaciones tecnológi-


cas, que nos han ido dando la confianza para avanzar en otros
aspectos de mayor envergadura.

El libro que hoy tiene en las manos, es otra muestra del inte-
rés de CECAR en apoyar y fomentar todos las acciones que pro-
muevan tanto el desarrollo regional de la educación como de la
sociedad del Caribe en general en aspectos tecnológicos.

Su autor, Enrique Carlos Angulo Hoyos, nos acompaña como


asesor e investigador en estos procesos de búsqueda de opciones
y de las más adecuadas herramientas para conducir nuestra
Alma Mater hacia una educación digital hacia modalidades de
educación virtual y hacia nuevas instancias de la educación su-
perior altamente soportada en las TIC.

Este caleidoscopio de reflexiones que nos presenta el autor,


incitan al debate, al análisis, pero ante todo a la acción.

Podremos no compartir alguna de sus opiniones, pero esta-


mos seguros que encontrará en él serias disquisiciones que en-
riquecerán la visión de futuro de la educación y de la sociedad
en general.

CECAR aporta a Sincelejo, a Sucre, al Caribe y al país, otro


documento que sin duda será de gran utilidad en las discusiones
sobre Tecnología, Educación y Desarrollo y en la formulación
de políticas públicas.

JORGE GÁNEM ROBLES


Rector
INTRODUCCIÓN
MEDIOS SIN MENSAJE

Esta es la máxima de la bon-


dad: No hagáis con los otros lo
que no queréis que ellos hagan
con vosotros.
ANALECTAS, 15, 23

El presente libro está compuesto por un mosaico


abigarrado de reflexiones, ideas, notas, iniciativas,
experiencias, artículos de opinión y crítica sobre di-
versos aspectos de telecomunicaciones y tecnologí-
as de la información. Algunos de ellos ya publica-
dos en los diarios El Tiempo, El Espectador, Econo-
mía Colombiana, y en la Revista Colombiana de Te-
lecomunicaciones.

Estas notas no están elaboradas para técnicos o


para especialistas; por el contrario, ha sido nuestra
intención buscar que estos temas salgan de los es-
trechos claustros donde habitan, hacia toda la so-
ciedad.

Todo este material ha sido el resultado de va-


rios años de trabajos de investigación en los secto-
res: educativo, empresarial, gubernamental y de
I+D.

Nos anima el deseo de compartir algunas lectu-


ras o visiones muy personales, sobre el amplio ho-
rizonte de las telecomunicaciones, como un aporte
más al proceso de concientización y divulgación
tendiente a destacar la importancia crucial que tie-
nen las Tecnologías de la Información y la Comuni-
cación (TIC) en la solución de dos de los más álgi-
dos temas de la agenda colombiana contemporá-
nea: Educación y Paz.

Razón por la cual será constante a lo largo del li-


bro nuestra preocupación por que se utilice la nue-
va capacidad de transporte de las redes -que tiende
a infinito- en proyectos educativos de todo tipo.

Hemos querido así mismo emitir algunas alertas


a dirigentes políticos, sociales y culturales, quienes
pueden convertir en hechos algo que aquí es sólo
concepto o simples bocetos.

Aspiramos también que esta recopilación de no-


tas; en varios casos sólo frases sueltas, puedan ser-
vir para resaltar algunos temas que deben ser es-
tudiados con la debida profundidad y rigor.

Aquí encontrará asimismo algunos testimonios que


pueden servir para completar el mapa de lo que ha sido el
sector en estos años de convulsiones y transformaciones.

Haciendo uso de esa extraordinaria capacidad


que tienen las redes de banda ancha de soportar
todo tipo de contenidos, también hemos incluido al-
gunos trozos introductorios a aspectos tecnológi-
cos, sin que falte alguna pequeña dosis de humor
y sátira, entre temas de tanta rigidez académica.
Tomando prestado del léxico de las telecomunicaciones,
hemos dividido este libro en secciones, cuyos nombres
técnicos, tienen muy poco que ver con sus reales signifi-
cados.

Cuando nos referimos a medios sin mensajes en


esta introducción, a primera vista, resulta inverosí-
mil y absurdo hablar en estos términos, cuando la
esencia de lo comunicacional, y así lo plantea
McLuhan, está dada por la prevalencia del mensaje
por encima de los mismos medios. El medio es el
mensaje, reza el trajinado aserto.

No se trata de contradecir o refutar al pensador


canadiense, por el contrario, sólo pretendemos re-
saltar cómo en Colombia los medios hasta ahora
han estado casi vacíos de contenidos o mensajes
educativos.

La apropiación y explotación de los medios, has-


ta ahora, ha sido dominada por modelos comunica-
cionales de control privado o estatal con diversos fi-
nes, desde el simple lucro al de control político y de
opinión pública.

Si se examinan históricamente los contenidos de


los diferentes medios, llámense radio, televisión,
telefonía, etc., se podrá comprobar fácilmente
como la proporción dedicada a apoyar, respaldar o
desarrollar proyectos educativos formales o de
cualquier tipo, ha sido ínfima.

Con esto no se pretende desconocer el im-


pacto educativo informal que ejercen los me-
dios en la sociedad. Este ha sido descomunal
en la construcción o destrucción de cultura,
pensamiento y tradiciones de los pueblos.

Aspiramos que algún día éstos, - medios


sin mensajes educativos-, sean capaces de
albergar más cantidad de aplicaciones y con-
tenidos educativos de mayor valor.
Nuestra propuesta es simple y elemental; casi
obvia, debemos utilizar intensa y preferencialmen-
te todos los medios (Tecnologías de la Información
y la Comunicación) para que los colombianos cuen-
ten con educación de calidad y al alcance de to-
dos.

Suena un poco a discurso político, y sin duda


que algo de esto hay aquí.

Es muy probable que las solas fuerzas del merca-


do logren traer más rápido de lo que imaginamos
muchos de estos usos y servicios educativos. Pero
también es cierto, que llegarán primero a los luga-
res donde se ubican las familias de mayores recur-
sos económicos.

Por eso, la mayor dificultad estriba en lograr el


convencimiento social y político para que también
se llegue simultáneamente a los sitios más aparta-
dos y a las zonas de menores ingresos. Al igual que
en encontrar fórmulas para que los dueños de los
medios (redes de telecomunicaciones en general)
puedan destinar anchos de banda a este cometido,
sin detrimento de su operación comercial.

Solo una construcción colectiva y compartida de


políticas de Telecomunicaciones y de Tecnologías de
la Información, que tenga a la Educación como prio-
ridad, puede hacernos llegar más rápido a una Co-
lombia avanzada tecnológicamente, en paz y con
justicia social .

EL AUTOR

PRÓLOGO

Hace algunos años nadie hablaba de la po-


sibilidad de llamadas de larga distancia gra-
tis, de anchos de banda inalámbricos compa-
rables a la fibra óptica, de superautopistas de
información. Por ese entonces conocí a una
persona que me mencionó esos temas por
primera vez, en una época en que nadie creía
que esto pudiera ser cierto y que de lo único
que se hablaba era del gran negocio que eran
las licencias de larga distancia.

Enrique Carlos Angulo, un abogado coste-


ño, fue el único que dijo que era un pésimo
negocio por todo lo que me mencionó con una
visión del futuro que me asombró. Estos te-
mas y muchos otros muy importantes son los
que hemos discutido y aún conversamos lar-
gamente en el transcurso de muchas tertulias
que sobre tecnología hemos tenido. Hasta
ahora el tiempo le ha dado la razón en todo.
Con su corazón puesto siempre en Colom-
bia, en cómo sugerir proyectos para que el
primer y gran beneficiado sea nuestro país,
en cómo promover usos positivos de las co-
municaciones y tecnologías de punta y, en
pocas palabras, en como hacer Patria, Enri-
que Carlos se ha dedicado a investigar sobre
estos temas.

Por ésto su libro, titulado BANDA ANCHA


PARA LA EDUCACION Y LA PAZ, es un docu-
mento importante y una carta de navegación
en temas de aplicación de la tecnología de
banda ancha en beneficio de la paz y la edu-
cación.

Asesor del Ministerio de Comunicaciones, colum-


nista de la página editorial de El Tiempo, profesor,
desarrollador de productos y servicios telemáticos
(entre los que sobresale su singular teletexto web,
una forma muy creativa para transmitir páginas
web sobre un canal de televisión), investigador,
consultor y hasta gerente de bancos y director de
mercadeo de uno de ellos, Enrique Carlos ha pasa-
do por actividades que le han dado una amplia vi-
sión sobre tecnologías de punta y como sacar pro-
vecho de ellas.

Este costeño, de exportación por supuesto,


desde hace muchos años ha venido enrique-
ciendo su página web, que muy apropiada-
mente llamó Tele Watch, en el que quimérica-
mente viene haciendo aportes serios y pro-
fundos sobre telecomunicaciones, tema que
ha estudiado a profundidad, hasta el punto
en que actualmente es una de las personas
en Colombia que más lo conocen. Y era ape -
nas lógico que lo hiciera en el Internet, medio
en el que cree fervorosamente.

Lo importante de este libro es que, a dife-


rencia de muchos otros, no se queda en las
explicaciones de la tecnología, sino que va
más allá. Propone soluciones para el uso de
ellas siempre buscando su divulgación y su
utilización en beneficio de Colombia y los co-
lombianos, específicamente en los temas de
la convivencia social, la paz y la educación.

Siempre con una visión enteramente social,


Enrique Carlos describe en este libro las tec-
nologías de banda ancha, requisito para po-
der llegar a ser una verdadera sociedad de la
información y para la implementación de los
servicios que en ella se pueden ofrecer.

Destaca, algo que siempre ha defendido, la


aplicación de las tecnologías de banda ancha
junto con el uso de la multimedia y los com-
putadores rápidos para la educación de los
colombianos, proponiendo, como es habitual
en él, soluciones concretas para su divulga-
ción e implantación.

Al final de este interesante libro, Enrique


Carlos, con el desparpajo y sinceridad que ca-
racterizan a la gente de nuestra Costa Cari-
be, llama la atención a la alta dirigencia del
país sobre el desperdicio en el que se incurre
si no se conecta en red esa gran fuente de
conocimientos que reposa en la cabeza de
muchos colombianos e instituciones y que por
no poderse compartir, nunca se podrá usar
con la eficiencia que se requiere y se espera,
para poder obtener las mejores aplicaciones.

Para esto propone un gran Banco del Cono-


cimiento, en el que las personas, el Gobierno,
las universidades, las empresas, etc., deposi-
ten en él el conocimiento en tal forma que
pueda ser accedido por otras personas y así
pueda ser uitilizado en bien de Colombia.

Este libro, que desde ya debe ser consulta obli-


gada para los interesados en el tema, es un aporte
de Enrique Carlos Angulo a Colombia. Especialmen-
te importante porque se hace en un momento en el
que todo el país está volcado en ver como salva
sus empresas, como se va del país, o en gritar a
voces su pesimismo por la situación por la que está
pasando Colombia. Pero, eso sí, nadie aporta un
granito de arena positivo para tratar de empujar
hacia delante. Enrique Carlos, que es un convenci-
do, como yo, que la tecnología es ese factor habili-
tador, o enabler como dicen los norteamericanos,
que permitirá que Colombia se posicione bien al co-
menzar el próximo milenio. Pero para esto necesita-
remos muchos Enrique Carlos Angulos con mente
abierta, muy colombiana y siempre con una visión
social muy aterrizada en la realidad del país.
GUILLERMO SANTOS CALDERÓN
CAPÍTULO 1

BANDA
ANCHA
SECCIÓN PRIMERA

POR QUÉ BANDA ANCHA

«El ancho de banda es el cuello de botella.


Sin duda ese es el gran obstáculo».
BILL GATES
.

Sea lo primero esclarecer el sentido de la


expresión Banda Ancha que le da título al li -
bro, la cual todavía no es muy familiar por
fuera del medio de las telecomunicaciones.

Banda Ancha es un concepto de las teleco-


municaciones que se refiere a diferentes tec-
nologías y medios cableados o inalámbricos,
por medio de los cuales se pueden transmi-
tir simultáneamente múltiples servicios de
voz, datos, vídeo, multimedia, etc.

A las redes de Banda Ancha también se les


suelen denominar como de alta velocidad, en
razón a la rapidez con que los bits las reco-
rren.

Por tal motivo, este libro pudo llamarse


también: “Alta Velocidad para la Educación y
la Paz”, queriendo significar así, adicional-
mente, la importancia clave de la celeridad
con que hay que adelantar cualquier proceso
o tarea en estos tiempos.
Si bien alta velocidad y Banda Ancha se
pueden considerar de algún modo como sinó-
nimos, hemos preferido la primera acepción,
en tanto que denota su amplitud o gran capa-
cidad para contener heterogeneidad de con-
tenidos y servicios, tanto analógicos como
digitales.

Es decir, dicho en sentido figurado, Banda An-


cha capaz de albergar en su interior diferentes y
variados pensamientos, concepciones, teorías, mo-
delos, propósitos, intereses, protocolos, e incluso
ruido, etc, que transiten juntos, en armonía, sin
conflictos y sin destruirse entre si.

A este respecto viene al caso señalar como Bill


Gates, en cambio, prefirió utilizar el concepto de
velocidad, llamando a un libro suyo: ‘‘Bussines at
The Thought Speed” (‘‘Negocios a la velocidad
del pensamiento’’). Texto que fue traducido al es-
pañol como “Negocios en la era digital”, perdiendo
así, parte importante del sentido que involucra el
título original.

Quiso el señor Gates destacar con el nombre


del libro en inglés, la instantaneidad o rapidez con
que todo ocurre en la actualidad.

Es tanta la creciente necesidad de velocidad que


incluso comienza a imperar en todas las activida-
des empresariales, que Compaq, uno de los más
grandes fabricante de computadoras del mundo,
decidió prescindir de los servicios de su presidente
Eckerd Pfeiffer, por considerar su junta directiva
que la velocidad con que estaban ocurriendo las
cosas en la compañía no era la adecuada.

Según afirmaciones de un miembro de la propia


junta directiva, en las actuales circunstancias se re-
quiere de alguien que tenga la velocidad de Inter-
net. No tanto de las redes en sí, como de la rapi-
dez de sus desarrollos y usos.

Pero más allá de las significaciones simbólicas o


figuradas, ya en el sentido técnico propiamente di-
cho, se considera Banda Ancha (broadband), en el
standard europeo, a las redes con velocidades de
transmisión superiores a 34 Mbps (Mega bits por
segundo) y en el standard norteamericano a las
mayores de 45 Mbps.

Para referirse a las redes de escaso ancho de


banda o de baja velocidad se utiliza la expresión
banda estrecha (narrowband), que en Estados Uni-
dos comprende las velocidades inferiores de 1.5
Mbps y en Europa a las menores 2.048 Mbps.

También se utiliza una categoría intermedia lla-


mada banda extendida o amplia (wideband), que
abarca las velocidades comprendidas entre 1.5
Mps y 45 Mbps en el caso de Estado Unidos y las
de 2.048 Mbps a 34 Mbps, en las especificaciones
europeas.

Es frecuente encontrar, sin embargo, que se uti-


lice inapropiadamente la expresión banda ancha
para referirse a redes con capacidad superior a
128 Kbps.
La mayoría de los servicios de telecomunicacio-
nes hoy en funcionamiento son de banda estrecha
(tanto por los anchos de banda utilizados como por
sus velocidades de transmisión).

Pertenecen al mundo de la banda estrecha: la


telefonía celular, la radio de AM y FM, el servicio te-
lefónico público conmutado corriente, la transmi-
sión de faxes, los bipers, los sistemas inalámbricos
de teléfonos, los accesos a internet con modems de
56 kbps, trunking, etc.

Los actuales operadores de servicios hacen todos


los esfuerzos técnicos del caso para lograr darle a
sus redes la mayor velocidad posible. Acudiendo a
diferentes estrategias de compresión y de combina-
ciones de medios y tecnologías.

Al nivel de banda extendida o cercanos a la ban-


da ancha están los sistemas de TV por cable, cable
modems, LANs, WANs o redes empresariales inter-
nas o externas, llamadas en el mundo Internet
como Intranets y Extranets. De hecho, algunas de
estas redes empresariales o internas ya superan
los límites de 34 y 45 Mbps; luego ya han entrado
al mundo de la banda ancha.

Servicios o tecnologías más recientes, tanto vía


cables como espectro, son concebidos en su ma-
yoría para un mundo de banda ancha.

LMDS (Local Multipoint Distribution Services), sa-


télites de nueva generación, UNII, redes de fibra
con tecnologías WDM, o híbridas, entre otras, se
construyen para manejar altas velocidades y nue-
vos servicios.

Como podremos apreciar, hemos estado vivien-


do en un mundo de banda estrecha. Ha sido estre-
cha tanto desde el punto de vista tecnológico como
por la visión y el uso que les ha dado en aplicacio-
nes sociales.

A medida que se disponga de mayores velocida-


des de transmisión o de banda ancha se tendrá
acceso a mayor cantidad de servicios, usos y apli-
caciones de comunicación.

Así, por ejemplo, para poder tener acceso a to-


dos los nuevos servicios multimedia, de tanta ne-
cesidad en la educación, será preciso contar con
abundante banda ancha y a bajos costos en todos
los recorridos de las diferentes redes, hasta escue-
las, colegios y universidades.

Las ventajas de las redes de banda ancha son


muchas. Por medio de ellas es posible prestar si-
multáneamente varios servicios que por su natura-
leza son exigentes en estas materias. Por ejemplo:
televisión, videoconferencia interactiva, Internet de
alta velocidad, telemedicina avanzada, video por
demanda, etc. En su interior pueden viajar juntos,
cómodamente, viejos y emergentes servicios.

Para el 2002 se estima que 45 millones de hoga-


res en Estados Unidos tendrán estos servicios, de
acuerdo a proyecciones que presenta la empresa
Sharewave. Mientras que Yankee Group calcula que
serían 12.6 millones para el 2003, IDC habla de 20
millones.

Banda Ancha, es pues, el aliado tecnológico nú-


mero uno del desarrollo de los pueblos. Y no hay la
menor duda de que ella se generalizará en los pró-
ximos años en todo el mundo. Pero, de lo que no
hay certeza es que llegue a todos por igual.

De tal suerte que si las políticas públicas no se


orientan correctamente, tendremos entonces ban-
da estrecha y falta de conexión para los pobres y
abundante banda ancha para los ricos.

Podemos concluir, finalmente, que sin redes de


Banda Ancha o de alta velocidad que alcancen a to-
das las empresas, a los hogares, al gobierno y a
todo la sociedad, pero especialmente a las institu-
ciones educativas, no es mucho lo que podremos
avanzar hacia la sociedad de la información.
TELEC OMUNI CA CI ONES PARA
LA ED UCA CI ÓN

«La educación es la mejor polí-


tica económica que tenemos».
TONY
BLAIR.

Es una cantaleta que se oye por todos lados y en


los más diversos escenarios desde hace mucho
tiempo: sin educación todo está perdido.

No hay nación del mundo que no esté convenci-


da de su crucial papel en el desarrollo económico y
social de sus pueblos. Es prácticamente un consen-
so universal. El tema reviste cada día más trascen-
dencia. Y son cada vez mayores los esfuerzos que
se hacen desde todos los frentes de la sociedad.

Ante ese reconocimiento, globalmente comparti-


do, de la educación como única tabla salvadora,
¿qué estamos esperando para jugárnosla toda por
ella, sin reparos ni contemplaciones?. Apostándole
todo, entre todos.

En nuestro país contamos con excelentes herra-


mientas conceptuales que nos señalan los caminos.
El Plan Decenal de Educación es una de ellas. El
valiosísimo trabajo de la comisión de sabios es
otra. El Plan Nacional de Informática que elaboran
en la actualidad, sin mucha bulla, la empresa priva-
da y la sociedad civil, con el apoyo del Gobierno,
será otra guía, donde la educación figura como
prioridad.

Y así se podrían enunciar un gran número de ini-


ciativas, estudios y proyectos que, sobre educación,
se desarrollan en toda Colombia y en el exterior.

Sin embargo, todavía falta mucho. Ningún es-


fuerzo parece ser suficiente. Tenemos la obligación
de ayudar a empujar de la mejor forma en que po-
damos.

Junto a las tradicionales tiza, pizarrón y


maestro, deberíamos utilizar con creatividad
e ingenio las potencialidades de todas las re-
des y servicios de telecomunicaciones y las
tecnologías de la información. Por allí están,
a juicio de los estudiosos, las nuevas posibili-
dades para pegar saltos cuantitativos y cuali-
tativos.

En el pasado no supimos aprovechar los viejos


medios electrónicos, radio y televisión. Pero esta-
mos a tiempo de hacerlo. Con la radio y la televi-
sión comunitarias, que son prácticamente una reali-
dad a corto plazo, deberíamos darle un fuerte em-
pujón al tema educativo.

Los sistemas de parabólicas comunales y la


televisión por suscripción comercial, o TV ca-
bles, pueden desempeñar un gran papel,
como en Estados Unidos, donde los mismos
empresarios han conectado 75.000 escuelas a
sus redes de televisión por cable, de manera
gratuita. El plan incluye 540 horas mensuales
de programación educativa sin comerciales.
Además, donarán los módem para que se co-
necten a Internet, e incluso la capacitación
para los maestros.

La televisión directa satelital (DTH) transmitirá


para toda América programación educativa, a la
que también hay que tener en cuenta.

Las empresas telefónicas y las celulares, median-


te audiotexto, como la Línea T de EL TIEMPO, podrí-
an ofrecer interesantes contenidos educativos.

Pero lo que está por venir en el cercano futuro,


junto al extraordinario potencial de la inesperada y
sorprendente Internet, sí que nos abre insospecha-
dos horizontes.

Vamos a contar en el país con la más abundante


oferta de ‘‘ancho de banda’’ que hayamos imagina-
do. Dicho de otra forma, en menos de cinco años
tendremos la capacidad de construir tantas aulas
virtuales como las que se hicieron en toda nuestra
historia.

Esto será posible gracias a la llegada de una pa-


rafernalia de ofertas de servicios y tecnologías en
PCS, MMDS, LMDS (servicios inalámbricos en dife-
rentes bandas del espectro radioeléctrico para tele-
fonía, vídeo, datos, multimedia), satélites de órbi-
tas medias y bajas y los viejos geoestacionarios,
plataformas estratosféricas, varias redes de fibra
óptica, las viejas redes de las empresas telefónicas,
que se ensancharán utilizando módem digitales de
la familia DSL, entre otras.

Estamos seguros de que todos los servicios de


telecomunicaciones empresariales y personales de
Colombia, consideradas las demandas futuras, sólo
utilizarán una modesta parte de la nueva oferta.

Ante esta extraordinaria oportunidad por qué no


pensamos en que la más importante empresa del
país -la educación- cuente con un tratamiento privi-
legiado en todas las redes y servicios de telecomu-
nicaciones, aprovechando esos vagones y sillas va-
cías de los trenes de la comunicación.

Los contenidos y servicios educativos -la tele-


educación- deberían contar con un derecho de ser-
vidumbre en todas las redes, sin que esto se con-
vierta en una carga onerosa para los operadores.
Esto sí que sería una muestra fehaciente de la fun-
ción social de la propiedad.

Aprovechemos, con todas las fuerzas de la Na-


ción, esta nueva oportunidad que nos ofrecen las
telecomunicaciones y las tecnologías de informa-
ción, para educar las inteligencias que construirán
y cultivarán la paz.

Si no somos capaces de utilizar las telecomuni-


caciones como soporte fundamental para la educa-
ción habremos perdido probablemente la última
oportunidad para salir del subdesarrollo.
EL TIEMPO, octubre 14 de 1997

TELEC OMUNI CA CI ONES E

INF ORM ÁTIC A AL SE RVICIO DE


LA EDUCACIÓ N

«La clave de lo que debe hacer


el gobierno con respecto a las
nuevas tecnologías es poten-
ciar la informática en educa-
ción».

MIGUEL PUIG. (Comisionado para la


Sociedad de la Información. Catalu-
ña).

La educación, gracias al impulso que le han


dado las tecnologías de la información y las teleco-
municaciones, ha comenzado entrar a una nueva
era, eliminando de tajo, viejos paradigmas a los
que hemos estado acostumbrados por varios siglos.

El matrimonio de las computadoras y las teleco-


municaciones está trayendo al mercado un sinnú-
mero de inteligentísimos descendientes, que se han
expandido por todos los confines de la sociedad,
abriéndonos nuevas posibilidades para el desarro-
llo.
El uso de las computadoras en la educación
constituye el avance tecnológico más importante
desde la aparición de las abuelas, según lo dice
Tom Stonier, citado por Don Tapscott, uno de los
más reconocidos ciber- gurú del mundo, en su libro
Economía Digital, y quien nos visitara el año ante-
rior en Cartagena, dejándonos profundas enseñan-
zas para el enriquecimiento de nuestra visión es-
tratégica como Nación.

Las nuevas tecnologías de la información y de


telecomunicaciones -aunque algunas ya no sean
tan recientes- como Internet, la multimedia, el ví-
deo por pedido, la TV Interactiva, los satélites de
órbita baja para voz y datos, el PCS, LMDS, ADSL,
ATM, U-NII, entre tantas, sumadas al repotencia-
miento de las viejas estrellas, como la radio y la te-
levisión, deben forzar al Estado a que replantee las
formas en que debe regular su operación y funcio-
namiento, con el fin de adoptarlas con la mayor ra-
pidez que exige la era de la información.

Los medios electrónicos tradicionales, hoy due-


ños de la mayor penetración social, en noticias, in-
formación general, música y entretenimiento, han
sido hasta ahora, canales de un sola vía, donde el
receptor del mensaje, tiene una muy escasa o nula
participación o interactividad.

El único medio interactivo con que hemos conta-


do, desde hace más de 100 años es el teléfono,
pero desafortunadamente, todavía hoy, más de la
mitad de los pobladores del planeta, nunca ha he-
cho una sola llamada, y por supuesto son muchos
los que aún no lo tienen en sus casas. Además por
sus limitaciones técnicas, sus alcances nunca per-
mitieron que con la voz, se lograra difusión masiva
de información. Después de todo, en estos años
apenas hemos llegado a unos 740 millones de líne-
as a nivel mundial y en Colombia a unas 7.696.480
en diciembre de 1996.
Se destacaron en el pasado como medios inte-
ractivos en Francia el sistema Minitel y en Estados
Unidos los BBS (Bulletin Board Systems). Servicios
de información en línea, que ofrecían variadas ba-
ses de datos e información, utilizando como medio
el servicio telefónico. Estos sistemas permitían va-
rias posibilidades de interactividad para variadas
operaciones comerciales y principios de educación
en línea.

Después la aparición del CD ROM, que se convir-


tió en el canal de divulgación por excelencia de los
contenidos de multimedia interactiva, gracias a la
popularización de las computadoras dotadas de
unidades lectoras, ha logrado enormes niveles de
cobertura y expansión, con particular éxito de en-
ciclopedias, bases de datos, revistas y publicacio-
nes de todo tipo, juegos, y por supuesto, manuales
y textos de enseñanza, a todos los niveles de la
educación.

La disminución de los costos de duplicación o co-


piado de los discos en grandes volúmenes, cerca
de 1 dólar por unidad, la aparición de herramien-
tas de software que hacen muy sencillo el desarro-
llo de los títulos, el hecho de que la gran mayoría
de las computadoras ya traen incorporado los lec-
tores, han generado una abundante oferta de dis-
cos para todos los gustos y necesidades.

La llegada del DVD ROM (Digital Versatile Disk)


con capacidades y posibilidades superiores al CD
ROM, que está llamado a sustituirlo, amplía aún
más el horizonte para la educación.

Pero a nuestro juicio, el factor de consolidación


más importante lo ha constituido sin duda, la acogi-
da y el visto bueno que le han dado los niños de to-
das las edades, incluidos los padres, que encontra-
ron una manera divertida de interactuar y acercar-
se más a sus hijos. Su impacto y posibilidades para
la educación son ya indiscutibles.

Sin embargo, este cuadro positivo de la tecnolo-


gía multimedia no se ha traducido en una adecuada
producción de títulos colombianos. Hay que recono-
cer los admirables esfuerzos que han hecho em-
presarios nacionales, pero aún son insuficientes.
Necesitamos encontrar formas de crecer más rápi-
do y expandir el mercado, sobre todo en contenidos
educativos, tanto para consumo nacional como
para exportación.

La incorporación de nuevas tecnologías en la


educación no ha estado exenta de infinidad de difi-
cultades. Lo cual sin embargo no ha sido óbice para
que se avance rápidamente en muchos frentes.

Entre los principales obstáculos que hemos iden-


tificado figuran: altos costos de inversión en equi-
pos informáticos y de comunicaciones junto al pre-
cio de estos servicios, resistencia al cambio por
parte de un buen número de educadores, falta de
maestros capacitados y la misma dificultad de su
entrenamiento, rápida obsolescencia de las compu-
tadoras, insuficiente disponibilidad de material edu-
cativo adecuado a los requerimientos pedagógicos,
y finalmente, controversias en torno a la selección
de modelos pedagógicos.

En este último aspecto, creemos que va pasar


mucho tiempo antes de que se pueda identificar al-
gún modelo tecno-pedagógico exclusivo que se
pueda utilizar con plena garantía de éxito, si es que
algún día esto ocurre.

Por lo que se puede apreciar de tantas experien-


cias internacionales y algunas nacionales, lo más
posible es que se utilicen diversas alternativas y
mezclas de medios y tecnologías. Dentro de las
cuales sobresalen de momento todas aquellas que
se apoyan en Internet y en sus múltiples posibilida-
des multimedia e interactivas.

Está asimismo identificado con claridad que mu-


chos de estos emergentes servicios interactivos con
características multimediáticas, para que se pue-
dan dedicar a la educación, exigirán el soporte de
redes cableadas e inalámbricas de banda ancha.

Por tanto, si logramos una rápida construcción y


ensanche de redes para que soporten tráfico de
alta velocidad estaremos construyendo las bases
de la infraestructura colombiana de la información,
componente esencial de todos los modelos de de-
sarrollo económico para el próximo milenio, así
como lo fueron las carreteras, los puertos, las vías
férreas en el pasado. Serán los actuales operadores
de servicios de telefonía local, los de larga distan-
cia, los operadores de televisión por cable, los ce-
lulares, las redes de valor agregado y demás pres-
tadores de servicios de telecomunicaciones quienes
se encargarán de esta costosa tarea, si el Estado
continúa facilitando y promoviendo su desarrollo y
si el ambiente general de negocios del país lo per-
mite.

Por estas autopistas digitales deberán circular de


manera prioritaria contenidos educativos con to-
das las posibilidades de interactividad que la tecno-
logía ha desarrollado. Debiendo fijarse, para que
ello sea económicamente posible, condiciones tari-
farias especiales o subsidios para que todas las
instituciones educativas se puedan beneficiar.

Estamos convencidos, hoy más que nunca, que


la educación, debe ser el principal servicio que
nuestra autopista colombiana de información debe
prestarnos. En la educación y en las telecomunica-
ciones puestas a su disposición, están muchas de
las esperanzas de la Colombia en paz que debemos
construir entre todos.

Noviembre de 1998
ADSL Y U-NII TE CNOLOGÍA S
CLA VE S PARA LA ED UCA CI ÓN
«Las comunicaciones son algo
demasiado importante como
para que queden liberadas por
completo a las presiones a cor-
to plazo de la competitividad.
Tampoco considero adecuado
que el futuro de las comunica-
ciones sea determinado única y
exclusivamente por considera-
ciones económicas».

ALVIN TOF -
FLER

Dentro del extenso panorama de nuevas herramientas


tecnológicas que están llamadas a jugar un papel prepon-
derante en el desarrollo de la infraestructura local de Tele-
comunicaciones, con especial trascendencia en la educa-
ción, sobresalen el ADSL y los dispositivos U-NII.

Sin perder de vista desarrollos un poco más recientes,


apenas en estados de prueba y aprobación, que igualmen-
te tienen mucho que ofrecer: TM UWB (Time Modulated Ul-
tra Wide Band) y las denominadas fiberless optical.

Estas tecnologías, con independencia a cualquier crite-


rio de orden pedagógico y de política educativa en general,
deberían ser promovidas por las instancias gubernamen-
tales competentes, por los operadores de servicios y por
las instituciones educativas.
Soluciones como las que veremos son de gran
utilidad para romper los tradicionales cuellos de
botella en los accesos de último kilómetro y al inte-
rior de las mismas redes privadas.

ADSL (Asymetrical Digital Suscriben Line)1

Varios de los emergentes servicios de te -


lecomunicaciones exigen velocidades y an-
chos de banda que la infraestructura de la
red telefónica actual no puede soportar. Entre
los que se pueden señalar: Multimedia Inte-
ractiva en tiempo real, Telemedicina, Televi-
sión Interactiva, vídeo juegos, Internet de
alta velocidad.

Estos nuevos servicios exigen el aumento


de la capacidad de transporte digital sobre
las redes actuales de cobre o el despliegue
de nuevas redes más avanzadas, incluidas las
inalámbricas.

Inicialmente, se podría pensar que la res-


puesta a dicha necesidad estaría en la fibra
óptica, sin duda hasta ahora, el medio de ma-
yor capacidad de transmisión existente y el
de mayor potencial.

Sin embargo, una red de fibra completa


hasta el abonado final todavía resulta muy
costosa y demorada de implementar. Además,
en muchos sitios no existe la demanda sufi-
1
Artículo publicado en 1995 en la Revista Colombiana de Telecomuni-
caciones de CINTEL, corregido y actualizado en octubre de 1999.
ciente por nuevos servicios que la justifiquen
financieramente.

A largo plazo, no hay duda de que la fibra


se impondrá definitivamente, a menos que
aparezca alguna nueva tecnología que la sus-
tituya.

Los altos costos de la inversión necesaria


para desarrollar una red de fibra, el tiempo
que toma instalarla y la necesidad de ofrecer
soluciones de corto plazo a menor costo, han
llevado a estructurar varias soluciones alter-
nas.

En el entorno inalámbrico han surgido los


satélites de banda ancha, el LMDS (conocido
popularmente como la fibra inalámbrica), pla-
taformas estratosféricas, UMTS (Universal
Mobile Telecommunication Systems) y otros
servicios punto-multipunto de banda ancha.

Varios tipos de soluciones digitales han he-


cho aparición para ampliar y extender tanto
la capacidad como la vida útil de la red tele -
fónica de cobre, la más extendida en todo el
mundo, ellas son : DSL (Digital Suscriber
line): SDSL (Symmetric DSL), RADSL (Rate
Adaptative DSL), VDSL (Very-High-Bit-Rate
DSL), HDSL (High Bit-Rate DSL) y ADSL (Asy-
metric Digital Suscriber Line)
ADSL, tecnología desarrollada por Bellco-
re, es la que ofrece el mayor potencial para
conseguirlo.

Qué es ADSL

ADSL es una tecnología digital capaz de au-


mentar la velocidad de transmisión del par
telefónico corriente desde los 56,6 Kbps, lími-
te actual de la red pública conmutada y de la
RDSI (128 Kbps), hasta 8 Mbps, desde la
central telefónica al usuario (downstream) y
de 1,5 Mbps (upstream) en sentido contrario.

Esta capacidad de 8 Mbps se puede dividir


en varios canales de 1,5 Mbps o en múltiplos
o divisores de éste. También se puede tener
una señal full duplex entre 64 kbps (kilobits
por segundo) y 1.5 Mbps aproximadamente,
manteniéndose simultáneamente el canal de
voz, independiente de la señal digital que se
esté transmitiendo.

Un usuario ADSL, desde su casa podría ver 4 películas


en formato MPEG2 en cuatro televisores distintos, al tiem-
po que participa de una videoconferencia y baja de Internet
un archivo a 128 Kbps, mientras habla por teléfono.

La aplicación que desde un principio se consideró como


la adecuada para ADSL ha sido la de vídeo por pedido (Vi-
deo on Demand o VOD. Este servicio está concebido para
ofrecer películas o videos a la carta, que se pueden ver en
un televisor y aplicaciones de televisión interactiva.

El VOD podría ser un sustituto del alquiler de pe-


lículas en las tiendas de vídeo y un competidor
para servicios como el pay-per-view de los sistemas
de televisión por suscripción (el suscriptor paga
solo por cada película o espectáculo que quiera
ver). También puede convertirse en un aliado estra-
tégico para la educación si se logran estructurar
bancos de películas y videos educativos y otras
aplicaciones interactivas.

En el ancho de banda que ofrece ADSL se pue-


den transmitir hasta cuatro canales de televisión
NTSC de calidad VHS utilizando un estándar de
compresión MPEG 2 (Motion Picture Experts Group).

Con la explosión de Internet se está promoviendo


ADSL como una solución óptima para enlaces o co-
nexiones rápidas a la red. El tráfico de Internet ne-
cesita, por lo general, mayor velocidad hacia el
usuario que de retorno; una característica propia de
ADSL (De allí su nombre de asimétrico).

Aplicaciones variadas de educación a distancia,


teletrabajo, telemedicina y videojuegos se están
promoviendo para darle mayor uso. Así como solu-
ciones de último kilómetro para diversos servicios
de datos son también viables.

EXPERIENCIAS
Desde 1995 se han realizado diversas pruebas y
experimentaciones en diferentes países y merca-
dos. Comercialmente en Chicago un ISP ofrece el
servicio de acceso a Internet a 1.5 Mbps desde
septiembre de 1996.

- Las telefónicas norteamericanas están en pleno


proceso de adecuar sus redes para ofrecer nuevos
servicios interactivos de telecomunicaciones, que
requieren significativos anchos de banda.

- GTE en Estados Unidos ha anunciado diferentes


paquetes de ADSL en 16 Estados y en 300 Centra-
les telefónicas, que arrancan desde 256 Kbps e in-
cluyen el alquiler del módem. Las tarifas se esti-
man en un promedio de US $60 al mes.

- Ameritech, Bell South, Pacific Bell y Southwes-


ternbell, que representan cerca del 50 % de las lí-
neas telefónicas americanas, han acogido el ADSL y
esperan poner en servicio cerca de 2 millones de
líneas ADSL en los próximos 5 años.

US West ofrece el servicio en Denver y


otros sitios por US $40 al mes para 256 Kbps,
US $65 para 512 Kbps y US $120-840 para 1-
7 Mbps.

Bell Atlantic anunció un plan recientemente para


masificar ADSL mediante la habilitación de 7 millo-
nes de suscriptores para fines de 1999 y 14 millo-
nes, con tarifas de US$ 59.95 por un servicio bási-
co de 640 Kbps de bajada y 90 Kbps de subida.
También se puede contratar 1.6 Mbps de bajada
con 90 Kbps de subida y 7.1 Mbps de bajada con
680 Kbps de subida.

ADSL UNIVERSAL.

Con el fin de acelerar la incorporación del ADSL a


los mercados masivos, especialmente para los ho-
gares, una alianza sin precedentes, entre gigantes
de la informática Intel, Compaq, Microsoft, empre-
sa de teléfonos y fabricantes de electrónica, ha lo-
grado en trabajo conjunto con la UIT, la adopción
de un standard conocido como G.992.2.

Los modems que siguen este nuevo estándar


permiten velocidades de 1.5 Mbps-384 Kbps y vie-
nen con características plug and play, es decir, de
conectar y usar inmediatamente sin mayores difi-
cultades.

El estándar también es denominado indistintamente


como Splitterless ADSL, ADSL Lite, ADSL Universal o G.
Lite, o simplemente DSL lite. Se espera que muchos mode-
los de computadoras los traigan incorporados de fábrica.

ADSL PARA EDUCACIÓN

La educación debería ser el primer sector del


país en contar con redes de banda ancha. Diferen-
tes tecnologías y medios cableados e inalámbricos
ya disponibles en el mercado a precios razonables
lo hacen posible.

Los modems ADSL Lite tienen un extraordinario


potencial para ofrecer anchos de banda adecuados
para la educación en general. Con velocidades de
transmisión que permitan el funcionamiento de ví-
deo por pedido, teleconferencia y otras aplicaciones
de gran beneficio para este estratégico sector.

Se hace necesario entonces motivar a las empre-


sas telefónicas locales a que incorporen la tecnolo-
gía sobre sus redes actuales a la mayor brevedad.
El Estado debe facilitar de todas las maneras po-
sibles, financiera, regulatoria, operativa, entre
otras, que los centros educativos, bibliotecas, cen-
tros comunitarios y hogares, puedan tener acceso
privilegiado a Internet mediante ADSL. De igual for-
ma se debe estimular la adquisición de equipos de
acceso a la red (no necesariamente computadoras).
¿ Cómo hacer que esto ocurra en el menor tiempo
posible?.

Paralelo a esto se debe fomentar la producción


nacional de material educativo multimedia. Creán-
dose con ellos bancos locales o servidores multime-
dia a los que se puedan acceder tanto presencial-
mente en aulas o locales especiales para el efecto
o por medio de accesos ADSL o con cualquier otra
alternativa viable.

U-NII (DISPOSITIVOS PARA LA INFRAESTRUCTU-


RA DE LA INFORMACIÓN)
La necesidad de preparar las redes inalám-
bricas, fijas como móviles, para las inminen-
tes necesidades de banda ancha, desencade-
nó el surgimiento de nuevas tecnologías para
estos fines, al tiempo que llevó a las autori-
dades de telecomunicaciones a atribuir dife-
rentes segmentos del espectro para acomo-
dar a las recién llegadas.

Un interminable desfile de acrónimos ponen en


evidencia lo que hay detrás de todo.

Entre otros: BWLL (Broadband Wireless Lo-


cal Loop) LMDS (Local Multipont Distribution
Services), WCDMA (WideBand Code División
Múltiple Access), UMTS (Universal Mobile Te-
lecomunication Services), Bluetooth, WID (Wi-
reless Information Devices), TM-UWB (Time
modulated ultra-wideband), PAN (Powerline
Area Network)Satélites de banda ancha, GPRS
(General Packed Radio Services), HSCSD
(High Speed Circuit Switched Data) EDGE
(Enhanced Data For Global Evolution) y los
U-NII (Unlicenced National Information Infra-
estructure Devices); a los que nos referire-
mos a continuación.

Alguien ha llamado a los U-NII muy inge-


niosamente como : Wireless DSL plus, así
como al LMDS le han denominado la Wireless
Fiber, y a las redes de rayos láser las han
bautizado como fibreless optical.
De tantos acrónimos, algunos se quedan, ciertos
cambian de nombre, otros pierden importancia y
uno que otro desaparece en la historia.

Todos apuntan a dos propósitos fundamentales:


darle velocidad y nuevas potencialidades a las re-
des que usan el espectro electromagnético.

El mensaje es bien claro: velocidad y nuevos ser-


vicios o morir.

USOS NO LICENCIADOS DEL ESPECTRO

Si bien las licencias previas e individuales para


acceder al espectro son en términos generales una
herramienta adecuada para su gestión eficiente y
controlada, se imponen excepciones muy importan-
tes para ciertos usos aplicaciones y frecuencias.

Estos usos especiales se denominan de diferen-


tes maneras: aparatos o equipos no licenciados,
equipos de baja potencia, equipos de radio de cor-
to alcance, equipos de baja interferencia potencial.

Por razones de conveniencia administrativa, ope-


rativa, de interés público y social, varias frecuen-
cias son asignadas de manera abierta y además
gratuita o libre. No son necesarias solicitudes de li-
cencia a la autoridad gubernamental respectiva, así
como tampoco el pago de ningún concepto por uso
del espectro.

La UIT ha considerado que ante tanta demanda


para la utilización de dispositivos de corto alcance y
baja potencia para fines domésticos e industriales,
es recomendable los procedimientos de concesión
de licencias sin condiciones, sin que se restrinja de
manera innecesaria su funcionamiento, y siempre y
cuando se cumplan procedimientos de validación
reconocidos que impidan el ocasionamiento de in-
terferencias perjudiciales a otros servicios de tele-
comunicaciones con los que haya compartición.
(Cuestión UIT R 213/97).

DISPOSITIVOS U-NII (UNLICENSED NATIONAL IN-


FORMATION INFRAESTRUCTURE)

Los U-NII son sistemas inalámbricos destinados


a facilitar la construcción de LANs con velocidades
superiores a 10 Mbps y para usos externos de co-
berturas reducidas, bajo la modalidad de no licen-
ciados.
La FCC (Federal Communications Comission) los
define como: «emisores intencionales que operan
en la banda de frecuencias de 5.15 -5.35 GHz..,
destinados a suministrar una amplia variedad de
comunicaciones digitales fijas y móviles de alta ve-
locidad y gran ancho de banda, para personas, ne-
gocios e instituciones»

ANTECEDENTES Y JUSTIFICACIONES

La principal justificación que dio lugar a su creación y


aprobación en Estados Unidos fue la de atender necesida-
des especiales de telecomunicación para instituciones edu-
cativas, de salud y en poblaciones rurales o retiradas. Pen-
sando en que sus costos fueran muy inferiores a los de
una LAN cableada y a enlaces dedicados de cualquier tipo.
La empresa Microsoft durante el proceso de re-
glamentación en Estados Unidos destacó con cla-
ridad su valor para la educación... ‘‘solo una red de
banda ancha inalámbrica es económicamente posi-
ble para llevar multimedia a los salones de clase”.

Apple por su parte ha resaltado que: ... ‘‘los paí-


ses en vías de desarrollo podrían ser de los más
beneficiados, si se consideraba que se estaba pen-
sando en soluciones de bajo costo y de velocidades
sólo disponibles en redes cableadas y de mayor di-
ficultad de instalación¨.

También es pertinente resaltar la opinión expre-


sada por la National Telecommunications and Infor-
mation Administration (NTIA) de Estados Unidos :
‘‘Los resultados de la reglamentación de los U-NII
podrían tener un profundo impacto en la manera
como se comunican las personas, los grupos y las
instituciones públicas en la realización de los objeti-
vos de acceso universal para todos los
americanos’’.

LANs INALÁMBRICAS

Las redes de área local en todas las organizacio-


nes tanto públicas como privadas, pequeñas y
grandes, e incluso recientemente en el hogar, son
parte de la infraestructura tecnológica que soporta
la competitividad y la modernización.

Las LANs son la continuación de las redes públi-


cas de comunicaciones al interior de las empresas,
junto a las redes de voz o telefonía, con las cuales
se están integrando y convergiendo. Son la prolon-
gación necesaria de las redes de acceso al interior
de las empresas o casas.

VENTAJAS Y BENEFICIOS DE UNA LAN INALÁM-


BRICA

Las ventajas y beneficios que ofrecen las LANs inalám-


bricas son sin duda muy variadas. Pueden servir tanto para
instalar redes nuevas sin cables como para ampliar los ca-
bleados actuales, dándoles mayor flexibilidad.

El fabricante RadioLan ha identificado entre


otras las siguientes:

- Facilitan el crecimiento de redes estructuradas


de cableado debido a que en la mayoría de las oca-
siones instalar más cableado o realizar cambios es
más costoso, crea inconvenientes y toma mucho
tiempo.

- Representan importantes economías para


arrendatarios ya que muchas organizaciones cues-
tionan el Costo/Beneficio de invertir en mejoras lo-
cativas sin posibilidad de recuperar luego su dinero.

- Facilitan la instalación en edificios viejos, que


fueron construidos con materiales difíciles de tra-
bajar, con riesgos para los trabajadores.

- Permite la conservación y cuidado de edificios


históricos, que deben ser protegidos y en los cuales
no están permitidos trabajos en sus muros y estruc-
turas.
IMPORTANCIA DE LOS U-NII

La FCC resalta que estos artefactos pueden be-


neficiar a un muy amplio número de usuarios indi-
viduales, al sector educativo, al de la salud, al in-
dustrial, etc. Y señala además la importancia que
representan para el sector educativo, que tendría a
su alcance accesos inalámbricos entre aulas para
servicios de Multimedia e Internet de bajo costo.

La NTIA (National Telecomunications and Infor-


mation Administration) entidad que maneja el es-
pectro utilizado por el gobierno norteamericano en
sus operaciones, y principal asesor en políticas de
telecomunicaciones, conceptuó : « ...la administra-
ción apoya totalmente políticas del espectro que
promuevan el suministro de dispositivos inalámbri-
cos o redes de computadoras como los propuestos,
ya que éstos pueden cumplir un importante papel
en el acceso a la NII».

Y agrega la NTIA en sus comentarios a la FCC


«Los resultados de la reglamentación de los U-NII
podrían tener un profundo impacto en la manera
como se comunican las personas, los grupos y las
instituciones públicas y en la realización de los ob-
jetivos de acceso universal para todos los america-
nos».

Quienes presentaron la iniciativa a la FCC de los


U-NII arguyeron que estos dispositivos facilitarían la
conexión entre computadores, televisores, produc-
tos electrónicos de automatización, elementos de la
red de cable y telefónica para los puntos de acce-
sos a los hogares, escuelas e instituciones de sa-
lud. Se satisfacen así necesidades de comunica-
ción que, de otro modo probablemente se manten-
drían marginales, de no darse el acceso gratuito y
abierto.

REGULACIÓN

La FCC conceptúo que el mejor marco regulatorio


para facilitar la introducción de los U-NII es aquel
que brinda un máximo de flexibilidad técnica en su
diseño y operación, imponiendo solo las reglas téc-
nicas mínimas que prevengan interferencias perju-
diciales a operaciones primarias y que garanticen
una adecuada compartición entre los diferentes dis-
positivos.

En desarrollo de lo cual produjo el cambio regu-


latorio del caso (Rules and Regulations, 47 CFR
Part 15 Radio Frecuency Devices, 10-1-97).

ANCHO DE BANDA

En Estados Unidos se aprobaron 300 MHz dividi-


dos en tres segmentos. Se trata probablemente del
mayor ancho de banda que se haya atribuido para
uso no licenciado y gratuito en la historia de las co-
municaciones en todo el mundo.

Los límites de potencia establecidos para los di-


ferentes sub-bandas garantizan conforme los análi-
sis de la FCC una adecuada protección a los servi-
cios primarios de radiolocalización y de aficionados.
Asimismo los requerimientos de densidad de poten-
cia espectral fijados, permiten la compartición en la
sub-banda donde operan otros equipos no licencia-
dos y de espectro ensanchado.

BANDAS ATRIBUIDAS Y LÍMITES DE POTENCIA

Después de considerar las diferentes alternativas


la FCC se decidió por el siguiente esquema, para
las tres sub-bandas, con algunas restricciones adi-
cionales :

Sub-Banda 1
Interiores - Recintos Cerrados - Muy baja potencia
5.15-5.25 GHz 200 mW

Los equipos que operen en la banda de 5.15-


5.25 GHz, no deberán superar una potencia máxi-
ma de salida del transmisor de 50 mW, y adicio-
nalmente, la densidad espectral pico no deber ex-
ceder de 2.5 mW/MHz. Si se utilizan antenas direc-
cionales, su ganancia no puede ser superior a 6
dBi, equivalente a un PIRE de 200 mW.
Estos sistemas sólo podrán operar en interiores
o recintos cerrados, con el fin de reducir posibles
interferencias perjudiciales a los servicios móviles
satelitales.

Sub -Banda 2 5.25-5.35 GHz 1.0 W


Redes Intra-aulas o Intranets Educativas, pequeños vecindarios

Para la banda de 5.25 -5-35 Ghz la potencia má-


xima de los equipos no podrá ser superior a 250
mW y adicionalmente la densidad de potencia pico
espectral no deberá exceder de 12.5 mW/Mhz. Si se
utilizan antenas direccionales, su ganancia no po-
drá ser mayor de 6 dBi, equivalente a 1 W PIRE.

Todas las emisiones dentro del rango de fre-


cuencia de la banda y hasta 10 MHz arriba y debajo
de la misma deberán ser atenuadas en un factor de
34 dB y para frecuencias de 10 MHz por encima o
debajo del límite anterior deberán atenuarse en un
factor de 44 dB. Se exige que la antena esté per-
manentemente incorporada al equipo o utilizar un
único sistema de acople.

Sub-Banda
3 5.725-5.825 GHz 4.0 W
Accesos a Sitios Remotos de baja densidad, zonas rurales, pequeñas
poblaciones.
Para la banda de 5.725-5825 GHz la potencia máxima
no podrá exceder de 1 W y la potencia pico en densidad
espectral no puede ser superior de 50mW/Mhz. Si se utili-
zan antenas direccionales para la transmisión, su ganancia
no deberá ser superior a 6dBi, en cuyo caso se deberán re-
ducir ambos factores en la cantidad de dB necesarios para
que no se excedan los 6dBi, equivalente a 4 W PIRE.

HIPERLAN (HIGH PERFOMANCE RADIO LANs) EL


ESQUEMA EUROPEO

El equivalente Europeo a los U-NII son los denomi-


nados Hiperlan.

Las cuales se pueden definir como una familia de


estándares Europeos para comunicaciones digitales
inalámbricas que utilizan las bandas de 5.15 a 5.3
GHz, y en un futuro entre 17.1 y 17.3 GHz, desarro-
llados por la ETSI.

HiperLAN fue concebido con semejante visión a


la de los U-NII. Creemos que en el desarrollo de es-
tos últimos se tuvo como referencia a HiperLAN,
dando como resultado, a nuestro juicio, una regu-
lación mucho más amplia y flexible que la Europea.
Los sistemas HiperLAN y los U-NII comparten su
condición de estar dispuestos para operaciones de
baja potencia y alcance, no requerir licencias y fun-
cionar en las mismas bandas en los 5 GHz.
De igual manera están concebidos para prestar
una amplia cantidad de usos y aplicaciones, pero
principalmente para LANs inalámbricas en todas
sus potencialidades. Siendo igualmente destacado
el importante servicio que van a prestar a centros
educativos y de salud.

ESPECTRO PARA HIPERLAN

La ERC (European Radio Comittee) en coordina-


ción con la ETSI (European Telecommunications
Standard Institute), después de rigurosos estudios
de ingeniería, llegó a conclusión de que las bandas
adecuadas eran las de 5 y 17 GHz. Dentro de la
fase de investigación detallada del espectro, se
identificó a HiperLAN como la mejor utilización en
los 5.150-5.250 GHz y en los 5.250-5300 GHz,
como un rango adicional para los países que consi-
deraran mayores proyecciones.

La recomendación de la ERC contempló que los


sistemas HiperLAN operarían bajo el principio de no
protección y no interferencia con un PIRE pico en-
volvente, que no podría exceder de 0 dBW (1W) y
solo para uso en interiores y para la banda de 17
GHz con un PIRE que no puede superar los 10 dWB
(100 mW).

Asimismo la ERC mediante Decisión de 1996


(ERC/Dec/(96) 03), aprobó las atribuciones de las
bandas para Europa y adopto el estándar ETS 300
652, para los equipos que operarían en ellas.
El Standard Europeo, que está alineado cerca del
IEEE 802, asegura la interoperabilidad entre fabri-
cantes de diferentes equipos inalámbricos que ope-
ran en la misma banda.

Familia HIPERLAN

HIPERLAN HIPERLAN HIPERAccess HI-

PERlink
Tipo 1 Tipo 2
Aplicación Wireless Ethernet Wireless ATM Wireless Local Wireless Point to

(LAN) Loop Point

Frecuencias 5 GHz 5 GHz 5 Ghz 17 GHz

Velocidad 23.5 Mbps 20 Mbps 20 Mbps 155 Mbps

Estado Ratificada 1996 En desarrollo En desarrollo Reserva

LOS U-NII EN COLOMBIA

En Colombia, mediante Res 01833 de Julio de


1998, el Ministerio de Comunicaciones atribuyó
las bandas del espectro para estos aparatos, adop-
tando las mismas de Estados Unidos con iguales
características técnicas, pero permitiendo también
la adopción de los desarrollos Europeos de HIPER-
LAN.

La citada norma reglamentó su uso mediante un


procedimiento sencillo de inscripción, que exige la
certificación respectiva de la FCC y el pago de un
salario mínimo mensual por un periodo de 5 años.
Con la expedición posterior del Decreto 2041 de Octubre
de 1998, que establece el régimen e contraprestaciones
de telecomunicaciones, el uso del espectro en recintos ce-
rrados, en aplicaciones ICM y para equipos que se autori-
cen de manera general, han quedado exonerados del
pago.

Posteriormente mediante el Decreto 1705 de


1999 se dispuso 33.9 “..... El uso del espectro ra-
dioeléctrico en recintos cerrados, para aplicaciones
que no sean autorizadas de manera general por el
Ministerio de Comunicaciones y de acuerdo con la
reglamentación que para el efecto expida, da lugar
al pago de un valor anual de contraprestación de
un (1) salario mínimo legal mensual vigente por
cada permiso”.

Colombia, lo mismo que otros países, puede


aprovechar estas bandas y sus dispositivos para
desplegar redes de banda ancha en poblaciones in-
termedias donde la implementación de redes LMDS
o similares pueden no ser viables económicamente.

La combinación de DSL (Digital Suscriber Line)


lite y los U-NII podría integrar un poderoso bino-
mio para que operadores de servicios lleguen con
oferta de banda ancha, principalmente para Inter-
net en pequeñas poblaciones, áreas rurales y para
el sector educativo.

Esto sería posible, siempre y cuando el regulador colom-


biano permita el uso de las bandas de U-NII para el monta-
je de pequeñas redes punto multipunto de banda ancha.

Para evitar que se utilicen como competencia in-


conveniente para LMDS se les podría poner la con-
dición de que solo puedan operar en los sitios y lo-
calidades atrás indicados y/o para servicio de
instituciones educativas en todo el país.

Una medida de este tipo encajaría perfectamen-


te dentro de los esfuerzos de conectividad que vie-
ne adelantando el gobierno y le daría al sector
educativo la oportunidad de contar rápidamente
con accesos de banda ancha, fundamentales para
cualquier tipo de desarrollo en educación virtual o
e-educación, o tele-educación.

REFERENCIAS

BOURIN, Bernard, High Performance Radio Mobility in Lans, ETSI,


1997.
CITEL, CCP.III/REC 19 (V-96), Frecuencias Itinerantes y de Baja
Potencia.

ERC (European Radio Comitte), Armonizacion of Frequency Bands to


be Designated for Low Power Devices (LPD) Dec 1991.

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Adoption of Approval regulation of Short Range Devices...» EN
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WLANA ( Wireless Lan Alliance), Introduction to Wireless LANs,
1997.
DOS PROM ETE DORAS NUEV AS
TE CNOLOGÍA S

«El verdadero poder de la repú-


blica francesa debe consistir en
adelante en no admitir que
exista ni una sola idea nueva
que no le pertenezca».
NAPO -
LEÓN

Para completar el cuadro de tecnologías


que pueden beneficiar los accesos de banda
ancha para la educación y por ende para todo
tipo de usuarios, han surgido dos nuevas al-
ternativas: TM-UWB (Time Modulated Ultrawi-
de Band) y Fiberless Optical.

Sumados a las modalidades de DSL y U-


NII, y obviamente a todas las demás tecnolo-
gías que hemos mencionado y a las ofertas
existentes, podemos esperar que la banda
ancha logre popularizarse y abaratarse a la
mayor brevedad.

TM-UWB (Time Modulated Ultrawide Band).

Es una tecnología inalámbrica que posibilita la


producción de equipos de radio de bajo costo, los
cuales pueden ser utilizados en comunicaciones
de voz, datos y vídeo. Sistemas de comunicaciones
al interior de edificios, redes personales, redes lo-
cales de alta velocidad, redes para el hogar, teléfo-
nos inalámbricos, sensores para seguridad, siste-
mas locales de posicionamiento de alta precisión,
figuran entre sus posibles usos.

Otra aplicación de gran utilidad es la relaciona-


da con la observación a través de paredes. Esta se-
ría una herramienta insuperable en asuntos de se-
guridad y rescates. Como lo han comprobado ya
con éxito varios departamentos de policía en Esta-
dos Unidos.

La tecnología UWB está basada en la trans-


misión con muy baja potencia en pulsos de
baja duración modulados, en amplias porcio-
nes del espectro de radio. Lo cual hace que
las señales no interfieran con la mayoría de
servicios en funcionamiento, pudiendo utilizar
por tanto, diferentes bandas de frecuencias
en forma compartida.

Utilizando UWB se pueden obtener grandes


velocidades de transmisión con muy baja po-
tencia, no sólo a cortas distancias. Son tan
bajas las potencias de los pulsos (técnica-
mente denominados unstructured coded mo-
nocycles) que las señales se pueden confun-
dir fácilmente con ruido, lo que las hace casi
indetectables.

El sistema podría compararse a una novedosa te-


legrafía, que utiliza un neo-código morse digital,
pero de alta velocidad. (40 millones de puntos y
rayas por segundo).
La FCC (Federal Communication Comisión) de Es-
tados Unidos está a la espera de recibir los resulta-
dos de varias pruebas técnicas que determinen con
certeza que no se produzcan interferencias perjudi-
ciales a los actuales servicios, principalmente a los
sistemas de GPS.

Superadas estas pruebas se determinará


las diferentes bandas de operación, potencias
máximas y otras condiciones técnicas.

Otro aspecto significativo tiene que ver con


el modelo de regulación para su autorización
y licencias. Se ha previsto el régimen de
equipos no licenciados, los cuales sólo re-
quieren de un registro general previo para
los aparatos, que hace el fabricante, sin que
haya que pagar por uso del espectro.

Es interesante destacar finalmente que la pe-


queña República de Tonga ha tomado la decisión de
reemplazar su red telefónica tradicional por un sis-
tema inalámbrico basado en UWB y Spread Spec-
trum. Pudiendo llegar a constituirse en el primer
país del mundo en tener redes totalmente inalám-
bricas.

Mayor información puede obtenerse en: www.uwb.org.

FIBERLESS OPTICAL

Así se han denominado los sistemas de comuni-


caciones que utilizan como medio de transmisión
los rayos láser, hasta ahora utilizados principal-
mente para enlaces punto a punto en muy cor-
tas distancias.

Las nuevas tecnologías hacen posible que se


puedan construir redes punto- multipunto de ban-
da ancha, que soporten todos los servicios de tele-
comunicaciones, como si se tratara de redes
LMDS, con mayores velocidades de transmisión,
pero sin hacer uso de ondas de radio.

Como los rayos láser son de uso libre, ya que


están por fuera del espectro de radio, altamente re-
gulado, demandado y costoso, se espera que los
despliegues de las nuevas redes se produzcan rá-
pidamente.

Terabeam, uno de los fabricantes de la tecnolo-


gía ha anunciado que su sistema alcanza velocida-
des de hasta 1 Gbps.
TELETE XT O WEB

«Este es el compendio del de-


ber: No hagáis nada a los otros
que os causaría dolor si os lo
hicieran a vosotros».
MAHABHARATA, 5, 1517

Este servicio de valor agregado que hemos


creado no es nada distinto que una combina-
ción o híbrido de TELETEXTO, remozado por
los avances de Internet y ampliado opcio-
nalmente con un AUDIOTEXTO, o acceso tele-
fónico a información digital de voz digital-
mente almacenada.

Al Teletexto, tradicionalmente unidireccio-


nal y no interactivo, lo hemos mejorado aña-
diéndole el formato WEB, al cual se le puede
agregar un servicio de Audiotexto, que am-
plíe la información de las paginas que se pre-
sentan en pantalla, dándole así un cierto gra-
do de interactividad.

En algunas de las paginas del Teletexto se


difundirán los códigos de acceso al Audiotex-
to, en el que se encuentran depositados en
buzones de voz información mas extensa o
complementaria.

El Teletexto designa a un conjunto de apli-


caciones o servicios que utilizando canales
de televisión, bandas de FM, VBI (Vertical
Blanking Interval), circuitos telefónicos o
combinaciones de estos transmiten informa-
ción que se puede apreciar en receptores de
televisión u otros terminales.

Diversos nombres ha recibido el teletexto o


transmisiones videográficas dirigidas a los
espectadores de televisión. La transmisión de
noticias por medio de canales de vídeo se le
llamó videografía telemática. Otras modalida-
des o versiones de teletexto han recibido
nombres tales como VIDITEL en Holanda, DA-
TAVISION en Holanda, TELEDATA en Dinamar-
ca y Noruega.

La UIT por su parte lo define en el Telecommuni-


cation Terminology Database (TERMITE) como «Vi-
deografía en la que la información se difunde utili-
zando los medios de transmisión de la televisión
destinada al público, pudiendo elegir el usuario la
parte de esa información que le interesa si posee el
equipo adecuado. Nota 1: La información puede
transmitirse simultáneamente con imágenes ordi-
narias de televisión».

Mientras que en el Informe UIT-R BT.802, §


3.1, la Comisión de Estudio 11 de Radiocomu-
nicaciones ha establecido la siguiente defini-
ción del servicio de teletexto: «Servicio de di-
fusión de datos digitales que pueden transmi-
tirse dentro de la estructura de una señal de
televisión analógica o utilizando sistemas de
modulación digital. El servicio está destinado
primordialmente a la visualización de textos
o de material gráfico en forma bidimensional,
reconstruidos a partir de datos codificados en
la pantalla de receptores de televisión debi-
damente equipados».

El Teletexto se diferencia del videotexto en


que sólo transmite información en un solo
sentido. En el uno hay interacción con una
base de datos y en el otro no.

Sin embargo, con la llegada de Internet to-


dos estos servicios están sufriendo radicales
transformaciones que afectan su futuro.

Todo parece indicar que Internet absorberá de


una forma u otra todas estas modalidades de servi-
cios y dará nacimiento a nuevas aplicaciones o in-
novaciones tecnológicas.

Una de las primeras formas que aparecieron so-


bre la red con características parecidas al teletexto
tradicional pero con características de mayor rique-
za visual fue el denominado PUSH o empuje de pá-
ginas WEB. Una especie de broadcast o transmisión
de páginas con información o noticias específica-
mente solicitadas por un usuario; especie de pe-
riódico o teletexto web a la medida del solicitante.

Estas páginas se pueden visualizar en softwares


tales como el Explorer y el Navegador de Nestcape.
La cobertura y penetración de muchos servicios
de telecomunicaciones, principalmente los más no-
vedosos, llámese Teletexto, Vidoetexto o Internet,
ha estado restringida principalmente por los costos
de adquisición de los terminales.

Buscando nuevas maneras de llegar a sectores


de menores recursos y a poblaciones pequeñas e
intermedias, hemos concebido el presente servicio
que hemos denominado Teletexto INTERNET o Tele-
texto- WEB, que no es más que una variante mo-
derna del Teletexto.

El Teletexto que hemos ideado tiene del te-


letexto tradicional las características de per-
mitir la transmisión en un solo sentido de pá-
ginas con información diversa, y de Internet o
del World Wide Web el diseño o formato de
elaboración y almacenamiento digital de las
páginas.

La información se almacena en una computadora


especialmente habilitada y con una tarjeta exporta-
dora de vídeo se lleva la señal a un transmisor de
baja potencia en UHF o a un modulador que inyecta
la señal a un sistema de cable, para lo cual se uti-
liza el ancho de banda de la portadora de vídeo.

Los contenidos a ofrecer mediante el presente


Servicio de Valor Agregado, producto de nuestra in-
ventiva, comprende información cultural, educativa
y comunitaria, tales como: páginas WEB de Inter-
net, direcciones de Internet, información, eventos
y datos culturales, frases y pensamiento célebres,
información económica, exposiciones virtuales de
pintura y escultura, guías educativas, etc. (Infor-
mación digitalmente producida y almacenada).

La información que se transmite al público o a


los usuarios está almacenada en una computadora
personal en forma digital, en archivos de los tipos:
HTML, GIF, JPEG, TXT, JAVA SCRIPT y otros; los cua-
les, para poder ser vistos en un receptor de televi-
sión se convierten a señal analógica de televisión
NTSC.

Para la recepción del servicio sólo se requiere un


televisor normal que pueda sintonizar la portadora
de vídeo de un canal de televisión en UHF.

En síntesis, el teletexto web funciona de la si-


guiente manera:

Desde un centro de emisión se transmiten pági-


nas web utilizando la portadora de vídeo de un ca-
nal de Televisión. Las páginas que se difunden es-
tán almacenadas en una computadora o servidor
especialmente acondicionado que las emite se-
cuencialmente.

El servicio puede utilizar como red soporte dos


alternativas de medios:

La primera opción está basada en cualquier


sistema de televisión por cable o CATV debi-
damente autorizado por la Comisión Nacional
de Televisión, en cuyo caso no sería necesa-
rio autorización para uso del espectro radioe-
léctrico.

La segunda requiere hacer uso del espectro


radioléctrico en cualquier banda de UHF o
VHF que sea administrada por el Ministerio de
Comunicaciones, o por la CNTV de tal manera
que permita ver la información en un recep-
tor corriente de televisión, sin ningún tipo de
aditamento o terminal especial. Esta es la op-
ción deseable para poder cumplir con los
cometidos de alcanzar las audiencias de ba-
jos ingresos y poblaciones que no están cu-
biertas por cable.

De acuerdo a lo dispuesto por el Decreto 1900 de


1990 y al Decreto 1794 de 1991, el servicio pro-
puesto se puede considerar como de Valor Agre-
gado de Telecomunicaciones, ya que posee caracte-
rísticas diferenciables en cuanto al envío de infor-
mación almacenada.

De hecho el teletexto figura taxativamente des-


crito como de valor agregado en el Decreto 1900
Artículo 31 Ordinal 2. La Norma referida establece
además que el servicio de Valor Agregado puede
utilizar como soporte cualquier servicio básico, tele-
mático de difusión o cualquier combinación de és-
tos.
Asimismo, el nuevo desarrollo que le hemos in-
troducido al teletexto mejora y amplía los alcances
del sistema tradicional y además satisface nuevas
necesidades de comunicación.
Creemos que el teletexto web puede ser de gran
utilidad en instituciones educativas, hospitales, ho-
teles, redes de televisión por cable de pequeñas
poblaciones, circuitos cerrados de televisión de em-
presas, etcétera.

Equipos requeridos:

I. Servidor: PC Pentium 300 Mhz en adelante 32,


RAM, Disco Duro 4.2 Gigas, y demás
componentes.

2. Tarjeta Exportadora de Vídeo. Convierte señal


VGA proveniente del servidor a Vídeo
Compuesto o S-Video.

3 . Software especializado. Almacena y administra


las páginas del teletexto. Se encarga de
trasmitirlas secuencialmente. Desarrollo propio
en JavaScript. Adicionalmente se instala
Microsoft Explorer, que actúa como visualizador
de las páginas.

4. Modulador para Vídeo. Recibe la señal de Vídeo


Compuesto y la modula en un canal de
televisión predeterminado de un sistema de
cable.

5. Transmisor y antena para UHF, en los casos que


se autorice el uso del espectro de radio.
TELEFO NÍA SOCIAL Y EDUCA-
CI ÓN

«La cuestión del empleo de las


nuevas tecnologías en la edu-
cación es una decisión de ca-
rácter financiero social y políti-
co y debe situarse en el centro
de las preocupaciones de los
gobiernos y de los organismos
internacionales».

Informe a la UNESCO de la Co-


misión sobre Educación para el
Siglo XXI.

El ajuste fiscal produjo uno de los recortes que


más efecto negativo va a tener en el futuro, sin que
el país se haya percatado de lo sucedido y del im-
pacto que tendrá para la construcción de infraes-
tructura de telecomunicaciones en las zonas más
deprimidas y atrasadas.

La inversión en telefonía social durante el cua-


trienio quedó reducida a cerca de US$ 80 millones,
después que el CONPES había aprobado US$ 940
en 1997.

Este lamentable tijerazo no significa otra cosa


que una menor inversión social en uno de los ru-
bros más estratégicos para la construcción de la
Colombia de los próximos años. Muchos políticos
ni siquiera se han dado cuenta de lo que está en
juego. Una menor inversión en Telecomunicacio-
nes equivale a menos educación y a menos desa-
rrollo social y económico.

Si es cierto que una de las prioridades funda-


mentales de los planes de desarrollo de los países
más avanzados es la educación, apoyada en las
nuevas tecnologías, también lo es que para los
subdesarrollados o en vías de desarrollo ésta es su
única tabla de salvación.

No se podrá participar con mediano éxito


en la economía globalizada sin que los ciuda-
danos y las empresas dominen las herramien-
tas tele-informáticas y sepan aprovechar pro-
ductiva e inteligentemente el conocimiento,
lo cual se logra con educación de calidad,
necesariamente soportada en telecomunica-
ciones y tecnologías de la información.

Ante este dramático recorte, le correspon-


derá entonces al Ministerio de Educación sa-
car de su insuficiente presupuesto para res-
paldar el desarrollo de la infraestructura tele-
mática del país, en vista de que no hay a la
vista herramientas educativas que logren me-
joras en la calidad y cobertura de la educa-
ción que las ofrecidas por las nuevas tecnolo-
gías.

Si bien dotar de servicio telefónico a la ma-


yoría de los colombianos continúa siendo una
meta de importancia para el desarrollo, ahora
lo es más el que las redes de telecomunica-
ciones tengan la capacidad de soportar usos
y aplicaciones de mayor impacto social y eco-
nómico, que van más allá de una simple lla-
mada telefónica.

Nuevas tecnologías y servicios de ancha


banda cableada e inalámbrica, tales como
LMDS, Satélites de Banda Ancha, Aplicaciones
Punto Multipunto de Banda Ancha, Infrarrojos
de nueva Generación, ADSL, U-NII, entre
otras, abren el camino a soluciones que son
a la vez económicas y ofrecen un mayor po-
tencial.

La creciente importancia de la información,


el conocimiento y la educación, como recur-
sos indispensables del desarrollo económico y
del bienestar humano, junto a las telecomuni-
caciones y la informática, que son los nuevos
factores facilitadores, debería convencernos
de que el principal objetivo de un plan de te-
lefonía social debería ser la educación.

La política del Estado en esta materia debe


estructurarse sobre la base de que las nuevas
inversiones en telefonía social se hagan, en
la medida de lo posible, utilizando alternati-
vas tecnológicas que tengan la capacidad de
prestación de servicios de banda ancha o al
menos de banda extendida, so pena de que-
darnos sólo hablando y hablando, del país
que pudo ser y no fue.
EL TIEMPO, febrero 17 de 1999

OBSE RVATORI O

DE NUEV AS TEC NOLOGÍA S PARA

LA ED UCA CI ÓN

«Para la creación de riqueza se


depende cada vez más del in-
tercambio de datos, informa-
ción y conocimiento».

ALVIN TOFFLER. El Cambio del Po-


der.

POR QUÉ OBSERVATORIOS

La información que se ha generado en los


últimos 30 años es superior a la que se pro-
dujo en los anteriores 5000. La cantidad de
Información impresa se duplica cada 5 años y
el proceso tiende a acelerarse en forma expo-
nencial. (Peter Large, The Micro Revolution
Revised Rowman & Allendheld, Maryland
1984).

Stephen Hall, Director de la Oficina de Informa-


ción Tecnológica de la Universidad de Harvard, cita-
do por John Naisbit en su libro Global Paradox, sos-
tiene que en áreas como redes de comunicaciones,
educación e investigación, la información se duplica
cada seis o siete meses.

La información que contienen un domingo


los diarios EL TIEMPO y EL ESPECTADOR, es
más grande que todo lo que un hombre podía
leer durante toda su vida en épocas de Sha-
kespeare.

En los últimos 10 a 15 años se ha escrito y publi-


cado más que en toda la historia de la humanidad.
No menos de 55.000 libros nuevos son editados
cada año, y se publican en el mismo período más
de 2 millones de artículos nuevos en por lo menos
65.000 revistas técnicas, aumentando un deposito
anterior de unos 50 millones de artículos.

Ante un entorno que está generando cantidades


apabullantes de información de todo tipo, se hace
necesario refinar las estrategias de búsqueda e in-
vestigación del nuevo conocimiento que se produ-
ce. Por eso surge la necesidad de sistematizar los
procesos de identificación, consecución y difusión
de los hallazgos más sobresalientes y de aquellos
que mayor impacto puedan tener en las áreas obje-
to de estudio.

La labor que debería desarrollar un observatorio


sería precisamente la de explorar de manera siste-
mática en todo el mundo, las más representativas
fuentes de información, para luego seleccionar y
sintetizar de todas, aquellas que puedan favorecer
el desarrollo de las áreas de trabajo en que se ten-
ga interés.
Observatorios de nuevas tecnologías se han ve-
nido creando desde hace algún tiempo, con diferen-
tes propósitos. Todos los procesos de planeación es-
tratégica y estudios empresariales, aconsejan es-
fuerzos de este tipo para identificar oportunidades
y amenazas en el mercado.
Las áreas de Planeación, Investigación y Desarro-
llo y Mercadeo están agregando a sus funciones
trabajos más permanentes y puntuales de observa-
ción del entorno tecnológico, que les faciliten la
gestión de prospección y la orientación futura de
sus empresas.

Para desarrollar sus trabajos un observatorio


puede crear sus propias estrategias de búsqueda,
recopilación, análisis y síntesis de las diferentes
fuentes de información. También es recomendable
utilizar herramientas de software automatizadas co-
nocidas como «agentes».

Se deben utilizar el mayor horizonte posible de


fuentes, tales como: revistas especializadas, libros,
conferencias, foros, seminarios, congresos, agen-
cias de noticias, bases de datos on line y en CD
Rom, ferias, reportes o newsletter, recursos Inter-
net y el seguimiento continuo a determinados cen-
tros de investigación y desarrollo y otros observato-
rios existentes en todo el mundo.

El Observatorio Europeo de lo Audiovisual, EITO


(European Information Technology Observatory, El
Laboratorio del Futuro en Francia, El European He-
alth Telematic Observatory, (www.ehto.be), son al-
gunos ejemplos para ser considerados.
Telecom Colombia, ha organizado un observato-
rio de telecomunicaciones, con énfasis en temas
empresariales, cuya idea formaba parte de un pro-
yecto de investigación RITA (Red de Investigación
en Telecomunicaciones Avanzadas), en el que tuvi-
mos oportunidad de participar y hacer algunos
aportes.

Personal dedicado o free lance podría encargarse


de cubrir tecnologías especificas, servicios determi-
nados o incluso empresas de carácter estratégico,
tal como lo hacen periodistas especializados o ana-
listas de bolsa, que se dedican a hacerle segui-
miento al estado de una sola acción. Firmas de bol-
sa, por ejemplo dedican a un solo funcionario a mo-
nitorear el comportamiento de un conjunto de com-
pañías, e incluso solamente a una.

Un observatorio dedicado a la educación podría


desarrollar ente otras las siguientes actividades y
funciones:

- Practicar un monitoreo permanente de herra-


mientas teleinformáticas que produzcan mejoras
apreciables en la calidad y cobertura de la ense-
ñanza y el aprendizaje, a todos los niveles de la
educación.

- Hacer seguimiento y evaluación de proyectos


específicos identificados como claves, en centros
educativos innovadores, en varios países del mun-
do.
- Identificar y hacer seguimiento a los más re-
presentativos proyectos o iniciativas que sobre
educación se vienen experimentando en el contex-
to de la Infraestructura Global de La Información,
Sociedad de la Información o Superautopista de la
Información.

- Estimular la formación en temas de nuevas tec-


nologías, en todas los niveles y áreas de estudios,
complementariamente a la enseñanza de computa-
dores o informática.

- Impulsar a la creación de Centros Teleinformáticos que


permitan ofrecer y recibir servicios Educativos nacionales o
internacionales, interpretando así uno de los retos que
plantea el olvidado plan decenal para la educación.

- Fomentar el desarrollo de habilidades investiga-


tivas por Internet en todos los estudiantes y profe-
sores.

- Recomendar la implantación más intensiva y di-


versificada de herramientas telemáticas, tanto para
la gestión académica como administrativa; entre
otras:

- Internet, en su variedad de aplicaciones y usos,


Televisión Educativa, Teleconferencias y Audiocon-
ferencias, Teletexto, Audiotexto, Multimedia, Radio
y Televisión, ASPs Educativos, etc.
TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN
Y LA COMUNIC ACIÓN (TIC )
FRE NT E
AL DE SARROLL O RE GIONAL
Y LOCAL

«El modelo del milenio será


San Pablo, que nació en Persia
en una familia judía que habla-
ba griego, leía la Torá en he-
breo y vivió en Jerusalén, donde
hablaba arameo. Cuando se le
pedía el pasaporte, era roma-
no».
HUMBERTO
ECO.

VISIÓN GLOBAL Y LO REGIONAL

Hemos venido insistiendo reiterativamente a lo


largo de diferentes escritos, (Atrasados como siem-
pre, Regaño Sachsiano, Hacia la Infraestructura Co-
lombiana de la Información), como los profundos y
acelerados desarrollos que se han dado en teleco-
municaciones y tecnologías de la información, dada
su extraordinaria capacidad de transformar muchas
de la actividades productivas y cotidianas del hom-
bre y de la economía, han llevado a plantear nue-
vas visiones del futuro de la naciones.
Por parte de los países más desarrollados se han
formulado modelos de desarrollo económico y so-
cial, cuyo soporte esencial son precisamente infra-
estructuras de telecomunicaciones e informática
avanzadas, a las que nos referimos a lo largo del
presente libro.
La gran capacidad que tienen las nuevas tecno-
logías de la comunicación e información de ofrecer
soluciones a diversas áreas de la economía y de la
sociedad, y de generar nuevos escenarios de convi-
vencia humana en todas sus instancias, son los que
han catapultado estas nuevas visiones de la socie-
dad del futuro.
Las nuevas infraestructuras de telecomunicacio-
nes e informática son ahora la columna vertebral
de la globalización y la apertura de mercados. A
través de las cuales se ha comenzado a movilizar la
riqueza de los pueblos y a facilitar el intercambio
de la producción material y espiritual
Las naciones que no estén preparadas para
afrontar las nuevas realidades verán disminuir con
impotencia absoluta, su competitividad y su capaci-
dad para generar riqueza para su gente. Parece no
haber discusión, definitivamente los niveles de
atraso pueden ser mayores, de no avanzar con ce-
leridad por estos senderos.

Las acciones estatales a nivel regional deben


comenzar por asimilar estas visiones, haciendo los
ajustes del caso, acordes con las posibilidades de
cada región.
DESARROLLO REGIONAL Y LOCAL

Al examinar los avances de la reforma constitu-


cional del 91 en cuanto a la gestión local y regional,
se puede afirmar en términos generales, que los re-
sultados hasta ahora han sido decepcionantes. Qui-
zá sea todavía muy corto el tiempo para hacer eva-
luaciones de fondo. Sin embargo, a pesar de las ob-
vias excepciones, la corrupción, el desorden, la po-
litiquería, la falta de preparación y otros típicos vi-
cios de la política colombiana han dado al traste
con los primeros ejercicios de autonomía y descen-
tralización local y regional.

Así como han demostrado ser de importantes las


TIC para los centros industriales de mayor nivel de
desarrollo de todo el mundo, lo son más para re-
giones y localidades , especialmente para las más
deprimidas económica y socialmente.

Regiones alejadas, zonas remotas rurales y pe-


queñas poblaciones de Colombia podrían conectar-
se primero a la sociedad de la información que los
centros urbanos.

Lo LOCAL-REGIONAl, inmerso en la globalidad,


se expone ahora, a los impactos de las nuevas tec-
nologías.

Apenas estamos al comienzo del camino, más


bien de los caminos, porque a diferencia de las vías
y carreteras para automotores, de las que a duras
penas sólo hay una y en regular estado en muchos
pueblos, ahora se podrán tener muchas y de todo
tipo, hasta las que llegarán del cielo (los satélites).

Para hacer esto posible se debe en primer térmi-


no concientizar a los dirigentes empresariales y so-
ciales de las regiones; especialmente a universida-
des y operadores de servicios de telecomunicacio-
nes.

Entre ellos deben trabajar más estrechamente en


diferentes proyectos y planes, en temas como tele-
educación y tele-trabajo. Deberían ampliarse los re-
cursos del presupuesto nacional y también dineros
locales o regionales para apoyar proyectos priorita-
rios.

Las posibilidades son tan grandes como la imaginación.

Si una población colombiana en el último confín


de la selva amazónica, tuviera contenidos que pro-
ducir o mostrar para el mundo o para recibir de
afuera, podría hacer construir en unas cuantas ho-
ras, una vía satelital directa a cualquier país del
mundo. Sin tener que pasar por Bogotá o por cual-
quier otra ciudad colombiana.

En un hipotético caso, si se identificaran un nú-


mero suficiente de interesados del mundo en obser-
var el comportamiento diario de los indígenas Arah-
uacos en Nabusimaque, de tal forma que lo hagan
costeable, se podrían instalar unas cuantas cáma-
ras de televisión en la ciudad sagrada, que llevarí-
an la señal por satélite hasta los hogares y oficinas
de los observadores remotos. Obviamente los indí-
genas tendrían que decidir si tal supuesta transmi-
sión no atenta contra sus creencias y cultura.

Podríamos ofrecer un servicio de cámaras a lo


largo del Amazonas que muestren la fauna y la flo-
ra con sonido en vivo y la transmitan por un pago a
todo el mundo.

Pero lo que hasta ahora se ve, es todo lo contra-


rio, los mas variados contenidos están llegando de
todo el mundo a invadir los espacios de la cultura
local, con las consecuencias que muchos estudios
están mostrando.
Los medios electrónicos de comunicación tradi-
cionales (radio-televisión) no han aportado a lo re-
gional-local mucho de lo que son capaces. Un exce-
sivo mercantilismo con pocos controles antimono-
pólicos, de un lado y el modelo centralista que ha
predominado, de otro, no le han permitido dar lo
mejor de su potencial, al menos en aspectos cultu-
rales y educativos.

Una mayor apertura en la regulación, que está


facilitando el montaje de estaciones locales de ra-
dio y televisión comunitaria, ha abierto nuevas po-
sibilidades a medios alternativos, que podrían lle-
nar los vacíos que se pueden detectar en la radio y
televisión tradicionales.

Pero las facilidades regulatorias para el montaje


de nuevas emisoras y canales, no son por sí solas
una receta suficiente. Son demasiados los peligros
de que se repliquen las viejas formulas o surjan
otras de peores consecuencias.
En corto tiempo se ha podido apreciar como
muchas estaciones locales de radio sólo están sir-
viendo como medios propagandísticos de diferentes
religiones, y otras tratan de imitar de forma sote-
rrada el modelo mercantilista sin mayor creativi-
dad, alejándose del concepto comunitario que les
ha dado origen.

Para contrarrestar de alguna forma estas desvia-


ciones de propósitos y de fines para las cuales han
sido creadas, creemos que se podrían crear meca-
nismos de vigilancia y control ciudadano que le
ayuden al Ministerio de Comunicaciones y a la Co-
misión de Televisión a ejercer sus funciones en las
poblaciones más distantes de la capital de la repú-
blica.

Solo cuando se desarrollen adecuadamente los


mecanismos constitucionales que posibilitan las
Unidades Administrativas Regionales podría pensar-
se en una descentralización de estos procesos e in-
cluso de las mismas adjudicaciones de licencias.

DESAROLLO DE INFRAESTRUTURAS FÍSICAS

El principal recurso para ingresar a la sociedad


de la información son las vías de acceso o infraes-
tructuras de redes. Estas están siendo construidas
por iniciativa privada, mixta o pública. En corto
tiempo se dará una abundante oferta de vías digita-
les principalmente en zonas de alta población del
mundo y de Colombia.
En cambio donde hay que reforzar la construcción de
infraestructuras es en los sitios remotos y más pobres. Allí
el mecanismo de elección es el subsidio tanto para su
puesta en marcha como para la operación. Tema del cual
se vienen ocupando los planes de telefonía social, hasta
ahora concentrados en la provisión de líneas telefónicas.

Las políticas estatales en la materia, deberían ser mas


proactivas en la promoción del desarrollo de infraestructura
de telecomunicaciones para las zonas más atrasadas.

Los alcances de Plan de Telefonía Social (Com-


partel) se acercan un poco más a estos propósitos,
pero les falta tanto mayores recursos como la vi-
sión de futuro que hemos venido esbozando.
También le hace falta un mayor nivel de partici-
pación ciudadana regional y local de carácter per-
manente.

Participación ciudadana que busque un contacto


más cercano con el Ministerio de Comunicaciones,
siempre tan distante de la periferia, que le genere
mecanismos de retroalimentación para el segui-
miento, evaluaciones de calidad, precios, etc.

Entendemos que para llevar infraestructura a


zonas distantes y de bajo potencial económico el
Estado deba subsidiar su construcción y operación.
Pero se deben refinar y debatir ampliamente los
criterios de inversión, en atención a la disponibili-
dad de recursos cada vez más escasos.

Lo cual justifica con mayor razón, la necesidad


de que estos procesos estén abiertos permanente-
mente a la vigilancia de todos los organismos del
Estado y en especial de la sociedad civil.

LOS TERMINALES DE CONEXIÓN

Para poder acceder a los beneficios de las redes de ma-


yor potencial interactivo se requieren de computadoras o
terminales apropiados, los cuales no están al alcance de las
capacidades económicas de muchos usuarios.

Siendo por ello necesario también buscar alter-


nativas que hagan posible su adquisición masiva,
principalmente para escuelas y colegios.
Por fortuna ya se prevén dispositivos de conexión
informatizados de bajo costo, entre ellos, incluso,
las consolas de vídeo juego, que pueden ser de
gran utilidad para fines educativos y de comunica-
ción.

DESARROLLO DE CONTENIDOS

Construidas las infraestructuras y disponibles


las diferentes terminales se notará entonces que
los contenidos y servicios hechos en Colombia, tan-
to para uso nacional como para exportación, son
escasos.

Nuestro mayor reto, tanto nacional, regional


como local, está en producir contenidos. Al tiempo
que nos convertimos en usuarios intensivos y avan-
zados de las infraestructuras.
Contenidos que pueden ir desde la literatura y la poe-
sía, producción de audiovisuales, material multimedia, has-
ta desarrollo de software masivo, empresarial o personal.

Pero también son posibles el análisis y filtrado


de material para usuarios especializados- lo que
ahora se llama información de la información- las
investigaciones bibliográficas o multimediáticas, lo
mismo que distintas formas de teletrabajo, desde
atención telefónica a clientes de habla hispana de
todo el mundo desde algún pueblo de Colombia
que acepte el reto, la elaboración de planos, la
transcripción de documentos y tantas nuevas posi-
bilidades que abre el comercio electrónico de servi-
cios por Internet.

CONSTRUIR UNA SOCIEDAD CIVIL FUERTE


Una de las grandes carencias y deficiencias de la
democracia colombiana está en no haber construi-
do una sociedad civil fuerte, financiada e indepen-
diente de los partidos y los intereses económicos.

No ha sido, ni será fácil la conformación de una


ciudadanía que participe en la democracia mas
allá de unas elecciones. Los esquemas existentes
son todavía muy primarios y con poco impacto en
las instancias decisorias.

Estamos convencidos de que este es un trabajo


que es preciso estimular desde cualquier rincón de
la vida nacional, regional o local.

Hay que agarrarse de cuanta alternativa se atra-


viese. Por qué no involucrar a los jóvenes de últi-
mos años de secundaria y a estudiantes universita-
rios, -sobre todo de provincia-, para constituir comi-
tés de vigilancia sobre los medios, que sirvan de
ojos y oídos de las autoridades nacionales, pero
que también puedan ejercer algún grado de inter-
vención local, para que experimenten y ejecuten la
ciudadanía desde temprano.

Por qué no vincular también a estas labores de


vigilancia y algo de control, a personas pensiona-
das, muchas de las cuales tienen todavía energías
suficientes para aportar a la sociedad.
BOCET O PARA UNA RED CARI -
BE DE TELE- EDUCACIÓ N

«La administración Clinton ha


propugnado la NII con el argu-
mento de que la instrucción ba-
sada en el computador es efec-
tiva en costos, posibilita 30%
de mayor aprendizaje en 40%
de menor tiempo a un 30% de
menor costo».

DON TAPS -
COT.

El extraordinario poder de las tecnologías


de la información y la comunicación, posibili-
ta el diseño colectivo y solidario de nuevos
modelos de vida social y económica.

El nuevo entorno tecnológico, con Internet


a la cabeza, le brinda a las regiones y locali-
dades, inimaginables formas de integración
cultural, económica o social y, por supuesto,
educativa.

Innumerables proyectos educativos de todo


tipo, que utilizan como columna vertebral las
redes de comunicación y las computadoras,
así lo vienen confirmando en todo el mundo.

Por tal razón, creemos que para acelerar


el uso de las nuevas tecnologías en la educa-
ción, es indispensable incrementar la ejecu-
ción de planes pilotos, tareas y actividades
de todo tipo que tengan que ver con la edu-
cación a todos sus niveles.

Las acciones que sugerimos se adelanten en la


región pueden imprimirle nuevos bríos y estrate-
gias al desarrollo regional, en el contexto de la
tele-economía global.

Es una incomparable oportunidad que nos depa-


ra el desarrollo tecnológico mundial, que debemos
abrazar con ese entusiasmo y energía creadora que
se desbordan en la Costa Caribe colombiana.

A manera de primer borrador para discusión, nos


atrevemos a lanzar algunas ideas, y estrategias,
que podrían ayudarnos a empujar la construcción
de una gran red regional de tele-educación.
No se trata de construir una red de telecomuni-
caciones independiente para el efecto, concebida
como infraestructura tecnológica. Lo que se preten-
de, antes que nada, es el mejor aprovechamiento
de redes y servicios existentes o en construcción.
Que nos sirvan de soporte para usos y aplicaciones
educativas, que entrelacen toda la región con in-
formación y conocimientos.

Redes de alta velocidad que nos podrían ayudar


a superar la escasa o ninguna unión que nos da el
estar bañados por el Mar Caribe. Redes que nos
puedan servir para integrar de verdad y con propó-
sitos compartidos, muchos de nuestros valores e
identidades culturales.
Dicho de otra manera, queremos que las ciudades y
pueblos de la región Caribe estén más estrechamente uni-
das. Que las velocidades de nuestras redes de telecomuni-
caciones sean muy superiores a las de nuestras precarias
carreteras. Que podamos viajar de Montería a Barranquilla
a 10.000 Kilómetros por hora, de manera que ese viaje vir-
tual sólo dure unos cuantos mili-segundos. Lo cual sólo se
conseguirá por las modernas autopistas de la información.

DESARROLLO DE CONTENIDOS

Esta son algunas ideas :

- Inventario de Información Regional: Realizar un


inventario actualizable digital de todo la
información atinente a la región, en todas las
áreas del conocimiento. Las universidades
deberían exigir que todos los trabajos de tesis se
entreguen y preserven en medios digitales.

- Inventario del Recurso Humano-Directorio On


Line

- Crear un “portal” educativo regional.

- Digitalizar la memoria regional. Transformar en


documentos digitales todos los centros de
documentación de interés regional (Estudios,
estadísticas, libros, ponencias, investigaciones).

- Digitalizar la importante investigación que hiciera


el equipo dirigido por el sociólogo Orlando Fals
Borda sobre la región Caribe.

- Estimular la publicación de páginas WEB en


Internet de todos estos trabajos.

- Crear índices departamentales de Recursos en


Internet

- Promover la creación de contenidos de todo tipo,


especialmente títulos multimedia y web
educativos.

- Alfabetización Tecnológica

Agregue usted sus ideas...

DESARROLLO DE CONTENIDOS

Esta son algunas ideas :


- Inventario de Información Regional: Realizar un
inventario actualizable digital de todo la
información atinente a la región, en todas las
áreas del conocimiento. Las universidades
deberían exigir que todos los trabajos de tesis se
entreguen y preserven en medios digitales.

- Inventario del Recurso Humano-Directorio On


Line

- Crear un “portal” educativo regional.

- Digitalizar la memoria regional. Transformar en


documentos digitales todos los centros de
documentación de interés regional (Estudios,
estadísticas, libros, ponencias, investigaciones).

- Digitalizar la importante investigación que hiciera


el equipo dirigido por el sociólogo Orlando Fals
Borda sobre la región Caribe.

- Estimular la publicación de páginas WEB en


Internet de todos estos trabajos.

- Crear índices departamentales de Recursos en


Internet

- Promover la creación de contenidos de todo tipo,


especialmente títulos multimedia y web
educativos.

- Alfabetización Tecnológica
Agregue usted sus ideas...

DESARROLLO DE REDES Y TECNOLÓGIAS

Conformar una red regional TCP/IP (INTRANET


REGIONAL CARIBE), que utilice como backbone la
red troncal de fibra óptica de Telecom, que atravie-
sa toda la región, por medio de la cual se interco-
necten los centros educativos superiores. Para más
tarde cubrir todo el universo educativo.

Solicitar al gobierno nacional como contrapresta-


ción por la servidumbre de paso regional de la red
troncal de fibra óptica de Telecom, un ancho de
banda mínimo de 10 Mbps para el primer año, 35
Mbps para el segundo y 150 Mbps al quinto. O lle-
gar a algún convenio con Telecom que ofrezca con-
diciones económicas favorables para la intercone-
xión.

La red deberá estar disponible en todas las capi-


tales de departamento y demás poblaciones que
comunican con puertos de acceso.

Incitar a los operadores de telecomunicaciones a


que utilicen rápidamente tecnologías de banda
ancha en las redes LAN y en las de acceso e inter-
nas, tales como ADSL, U-NII, Híbridos de Fibra y Co-
axial, Fiberless Optical, , LMDS.

Desarrollar un teletexto-web educativo regional


sobre la red de Telecaribe, en los horarios sin pro-
gramación de televisión.
Creación de bibliotecas digitales públicas: (salas
de computadoras con acceso a Internet y multime-
dia)

Creación de Observatorios de Nuevas Tecnologí-


as .
Agosto de 1996 (actualizado mayo de 2000).
GERE NCIA DEL CONOCIMIEN TO
Y
CE REBROS COLOMBIA NOS EN
RED

«El gran logro de interconectar en red


la inteligencia de los seres huma-
nos podría constituir la crea-
ción de una verdadera demo-
cracia».

DON TAPS-
COTT.

Nos preocupa que la clase dirigente del país siga


desconociendo irresponsablemente el gran poder
transformador de las nuevas tecnologías de la In-
formación y la Comunicación, a pesar de tantas ad-
vertencias de los organismos multilaterales interna-
cionales, de tantas voces expertas, y de tanta evi-
dencia que se observa cotidianamente en los me-
dios de comunicación.

Pero hay algo que nos preocupa aun mucho más


y es que no hayamos encontrado las formas ade-
cuadas para actuar colectivamente y con prontitud
para aprovecharnos de todas ellas.

La importancia de la unión, del trabajo en equi-


po, de la solidaridad está refrendada por la expe-
riencia humana desde hace siglos. Sin embargo a
algunas sociedades se les olvida fácilmente.

La sabiduría popular lo ha plasmado en innume-


rables frases: La unión hace la fuerza, el pueblo
unido jamás será vencido y tantas otras. Pero hay
una reciente que circula en ciudad de Cali por estos
días, de gran patetismo, que reza: «nos unimos o
nos hundimos».

Y aunque en teoría no se ponga en duda la forta-


leza del trabajo colectivo, la dificultad de hacerlo
realidad, hace que se sigan dando nuevas razones,
argumentos y demostraciones.

Precisamente leyendo el libro «Negocios en la Era Digi-


tal» de Bill Gates, me encuentro con el concepto de CI (Co-
ciente Intelectual) Corporativo, que el autor define como:
«una medida de la soltura con que la empresa distribuye la
información al mas amplio nivel, y de cómo unas personas
de la organización pueden continuar y desarrollar sobre las
ideas de otras». El CI significa compartir tanto el conoci-
miento histórico como el actual. Las aportaciones al CI cor-
porativo derivan del aprendizaje individual y de la fertiliza-
ción mutua entre las ideas de distintas personas»

Continua el señor Gates: « ... el objetivo último


es formar un equipo que desarrolle las mejores ide-
as halladas en el seno de una organización, y que
actúe con unidad de propósitos y de miras...».

Párrafos antes Bill Gates había precisado el nue-


vo concepto de Knowlwdge Management, (gestión
o gerencia del conocimiento) que tiene mucho que
ver con nuestra idea: «gestión del conocimiento no
es más que gestionar los flujos de información, y
llevar la información correcta a las personas que la
necesitan de manera que sea posible hacer algo
con prontitud».

Por esta misma vía transitan las reflexiones del


profesor Derrick De Kerckhove del programa
McLuhan sobre Cultura y Tecnología de la Universi-
dad de Toronto, cuando habla de Connected Minds
o Mentes conectadas. Dos de sus libros trabajan
esta temática «Connected Intelligence: The Arrival
of the Web Society» y «Planetary Mind: Collective
Intelligence in the Digital Age».

Comenta el profesor Canadiense que el im-


pacto de conectar computadoras es gigantes-
co, pero su mayor energía y capacidad se
dará cuando las que se conecten en red sean
las mentes.

Es incuestionable que la extraordinaria ca-


pacidad de procesamiento del cerebro huma-
no, o lo que es lo mismo su inteligencia, está
dada no tanto por el poder individual de una
o de un pequeño grupo de neuronas, sino por
el sinnúmero de enlaces, conexiones e inter-
conexiones que se dan entre millones de
ellas.

El verdadero poder de la inteligencia está


basado en la capacidad que tienen las redes
neuronales de compartir «información» de
forma instantánea, junto al trabajo armónico
y colaborativo de las neuronas. Sin comunica-
ción entre las neuronas no habría inteligen-
cia. Mejor dicho, la inteligencia son las redes.
Por eso creemos que en las sociedades hu-
manas las nuevas redes de telecomunicacio-
nes de Banda Ancha están llamadas a cumplir
el papel de interconectar los cerebros a alta
velocidad.

Lo que nos lleva fácilmente a concluir que


el poder de un país, de una región, de una
comunidad, de una empresa, etc, estará en
ponerse todo en red; no sólo física, sino espi-
ritual o intelectualmente.

Las naciones y empresas que conecten sus


redes y su talento humano a alta velocidad,
para compartir conocimientos y para trabajar
solidariamente, serán los que consigan y
mantengan el liderazgo en la sociedad de la
información.

Y pensar que tenemos tantos cerebros sueltos y


tanta inteligencia desaprovechada y desperdiciada
que abunda por doquier, viviendo encima de tanta
riqueza natural.

Todo lo dicho, podríamos condensarlo con sabor


caribe y popular en la expresión: UNIDOS O JODI-
DOS; CONECTADOS O FREGADOS.

Queriendo señalar así la necesidad de estar to-


dos conectados, sin exclusiones, a redes de teleco-
municaciones de banda ancha; imperativo insosla-
yable para sobrevivir en la sociedad de la informa-
ción.
BANCO DEL CONOCIMIE NT O.

RED NACI ONAL DE SOLUCIO NE S

«Compartir conocimiento y com-


partir información son dos cosas
fundamentalmente diferentes.
Lo uno es dar algo a los demás
y obtener algo de ellos. Compar-
tir conocimiento ocurre cuando
las personas están muy interesa-
das en ayudarse mutuamente
para desarrollar nuevas capaci-
dades para actuar. Se trata de
crear procesos de aprendizaje».
PETER SEN -
GE.

Tenemos a nuestra disposición, gracias a Inter-


net, tanta información y conocimientos valiosos
como nunca se pudo imaginar.

Estudios, documentos y publicaciones de todo tipo que


se producen en los centros de investigación, universidades,
entidades del Estado, y empresas del mundo, están dispo-
nibles gratuitamente para todos los interesados.

Los colombianos conectados a Internet deberíamos


aprovechar este abundante recurso, en busca de solucio-
nes novedosas a los problemas acuciantes de Colombia.

Con toda esa riqueza de información que se


vaya recopilando deberíamos construir un gran
banco nacional de conocimientos, en el que con-
signemos ideas, iniciativas, proyectos, experien-
cias, etc, que identifiquemos como valiosas en
todo el mundo y que nos puedan servir para hacer
frente con nuevas y creativas herramientas a nues-
tros innumerables problemas.
BANCO DEL CONOCIMIENTO.

RED NACI ONAL DE SOLUCIO NE S

«Compartir conocimiento y com-


partir información son dos cosas
fundamentalmente diferentes.
Lo uno es dar algo a los demás
y obtener algo de ellos. Compar-
tir conocimiento ocurre cuando
las personas están muy interesa-
das en ayudarse mutuamente
para desarrollar nuevas capaci-
dades para actuar. Se trata de
crear procesos de aprendizaje».
PETER SEN -
GE.

Tenemos a nuestra disposición, gracias a Inter-


net, tanta información y conocimientos valiosos
como nunca se pudo imaginar.

Estudios, documentos y publicaciones de todo tipo que


se producen en los centros de investigación, universidades,
entidades del Estado, y empresas del mundo, están dispo-
nibles gratuitamente para todos los interesados.

Los colombianos conectados a Internet deberíamos


aprovechar este abundante recurso, en busca de solucio-
nes novedosas a los problemas acuciantes de Colombia.

Con toda esa riqueza de información que se


vaya recopilando deberíamos construir un gran
banco nacional de conocimientos, en el que con-
signemos ideas, iniciativas, proyectos, experien-
cias, etc, que identifiquemos como valiosas en
todo el mundo y que nos puedan servir para hacer
frente con nuevas y creativas herramientas a nues-
tros innumerables problemas.

Un gran banco cooperativo y descentralizado


que vaya acumulando información estratégica y co-
nocimientos concentrados, resumidos y depurados,
así como también las ideas e iniciativas de la in-
ventiva nacional.

Un gran banco de saberes, de educación, de he-


rramientas conceptuales del que se puedan hacer
retiros fácilmente, para invertir en la empresa pri-
vada en el sector público o en cualquier emprendi-
miento económico, social o cultural de la Nación.

Un gran banco de ideas e incluso de inteligen-


cias, dispuesto a prestarle todo su apoyo a la cons-
trucción de una nueva sociedad colombiana de la
información. Un banco efectivamente de todos y
para todos, con créditos y sobregiros sin límites y
sin papeleos.

Ese banco debería tener sucursales y cuentas


abiertas en la mente, en la casa, en la calle, en la
escuela, en el campo, en la empresa de cada co-
lombiano.

El Estado debería comenzar por consignar obli-


gatoriamente, todos sus estudios, publicaciones,
planes, proyectos y demás información, que tanto
ha costado y que muchas veces se pierde en los
anaqueles y en los trasteos de los entes y funciona-
rios oficiales.

Cada una de las diferentes entidades pu-


blicas de todo orden debería abrir en su pro -
pia pagina WEB, espacio suficiente para que
los ciudadanos puedan proponer públicamen-
te todas aquellas ideas o soluciones a las
cuestiones que son de su competencia. Con
todo este material ir conformando bancos de
conocimientos que contengan las propuestas
de solución o mejoramiento a procesos y polí-
ticas.

Pero la riqueza particular de ese gran banco, no


está representada solo por su gran capital de co-
nocimientos y experiencias, sino por su extraordi-
naria capacidad de enlaces entre todas las sucursa-
les y oficinas donde esté depositado ese dinero lla-
mado información. Enlaces indexados que hagan
muy sencillo encontrar los datos oportunamente.

Otro componente fundamental de ese banco de-


bería ser la apertura de infinidad de puntos de
venta, o de distribución de los conocimientos en
los que se pueda tener acceso fácil para quienes no
puedan hacerlo desde sus propias casas.

Así vista, esta iniciativa no tiene nada de nuevo.


De hecho este banco viene construyéndose hace
mucho tiempo. Libros, revistas, periódicos, bibliote-
cas, bases de datos, etc., han sido sus principales
desarrollos.
Lo nuevo de lo que estamos proponiendo radica
en la utilización creativa de las posibilidades ilimita-
das que está abriendo cada día Internet. Motores
de búsqueda, índices, portales, agentes, redes es-
pecializadas, grupos de noticias o listas de correo,
data warehousing, knowledege management y
otras herramientas emergentes, deben facilitar
tanto las búsquedas como la distribución de infor-
mación

Ante tanta explosión y bombardeo de informa-


ción de tan variados propósitos y objetivos, resulta
cada vez más complicado encontrar la información
específica, por un lado, y de otro determinar su
exactitud y su efectivo y real valor.
Dentro de ese amplio conjunto de alternativas
que sirven para identificar o alertar sobre infor-
mación valiosa han aparecido también redes de
enlaces, que como una gran cadena solidaria, vin-
culan entre sí páginas web que comparten algún
grado de afinidad o propósitos comunes. Webring
una de las más conocidas, puede ser un modelo
viable, y los weblogs o blogs podrían también jugar
un papel importante.
Como un aporte a la Nación, cada colombiano
que haya tenido una experiencia o que conozca al-
guna que pueda ser de utilidad para mejorar algo
de Colombia, debería consignarla en una de las
cuentas del banco.

Este tipo de actividades voluntarias son una de


las muestras de la nueva participación ciudadana y
de colaboración que Internet ha traído.
Ciudadanos del mundo, entre ellos muchos co-
lombianos, han abierto paginas en Internet, donde
consignan sus ideas, conocimientos y experiencias
con la esperanza de que otros lo sepan aprovechar.

Parte del éxito de las empresas en estos tiem-


pos radica en tener muchos ojos y mentes en busca
de ideas, productos, servicios y en general nuevas
oportunidades para mejorar los negocios actuales y
visualizar los futuros.

En Colombia que hemos creado bloques de bús-


quedas para casi todo, porque no tenerlos para las
nuevas tecnologías que beneficien el desarrollo ge-
neral del país. Podrían haber grupos elite, pero
también ligas menores e intermedias, de donde
surjan por méritos y logros los buscadores líderes.

Mayo de 1999
SECCIÓN SEGUNDA
IN FRAESTR UC TU RA DE L A IN FORM ACIÓN
UN A IN IC IATIVA PARA CO LOM BIA

«Los líderes del hemisferio deberían


hacer un llamamiento para que se
formulen planes nacionales de infra-
estructuras de información, respalda-
dos por un plan regional de infraes-
tructuras de información, a fin de
orientar a las numerosas entidades
públicas y privadas que trabajan en
este ámbito y a menudo deben cola-
borar».

BID Iniciativa informática 2000.

SUPERAUTOPISTAS DE LA INFORMACIÓN
(SAI), INFRAESTRUCTURA GLOBAL DE LA IN-
FORMACION(IGI), SOCIEDAD DE LA INFORMA-
CIÓN,(SOI) INFRAESTRUCTURA NACIONAL DE
LA INFORMACION( INI), son algunos de los
conceptos con que se conocen diferentes pro-
yectos o iniciativas que varios países ( USA,
JAPÓN, CANADÁ, AUSTRALIA, SINGAPUR y la
COMUNIDAD ECONÓMICA EUROPEA), vienen
impulsando con fuerza, para mantener y ace-
lerar el desarrollo de sus economías y aumen-
tar el bienestar de su gente.

La SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN puede


considerarse como un nuevo estadio del de-
sarrollo de la humanidad, al que estamos lle-
gando como consecuencia de incontenibles y
acelerados avances en telecomunicaciones y
tecnologías de la información.
Este conjunto de fenómenos tecnológicos está
obligando a varios países del mundo a adecuar y
ajustar sus economías y modelos de desarrollo,
para afrontar los nuevos y radicales cambios.

Aunque INTERNET es confundida muy a menudo


en los medios de comunicación con la superauto-
pista, de alguna manera es los más parecido que
hoy tenemos, y es sin duda su embrión o modelo
de baja velocidad.

La UIT en un documento publicado durante Tele-


com 95, reconoce que este entorno tecnológico so-
cial, es una realidad en busca de definición.

Basados en las definiciones que presentan los di-


ferentes modelos o iniciativas internacionales, in-
tentamos una descripción preliminar, que pueda
contribuir a entender el concepto:

La IGI está compuesta por dos capas o niveles


estructurales básicos:

INFRAESTRUCTURA TECNOLÓGICA FÍSICA


es el conjunto de todas las redes de telecomunica-
ciones cableadas e inalámbricas, capaces de trans-
portar información digitalizada a altas velocidades
en un entorno completamente abierto, interconec-
tado y totalmente compatible. Se supone la presen-
cia de todos los equipos informáticos o electrónicos
que hacen posible el almacenamiento, procesa-
miento y la transmisión de todos los contenidos de
la información. Incluye además la inteligencia para
la operación y administración de las redes.

INFRAESTRUCTURA DE CONTENIDOS Y SER-


VICIOS, es el conjunto de aplicaciones, utilidades,
servicios y contenidos de toda clase que transporta
la INFRAESTRUCTURA TECNOLÓGICA (Voz, textos,
gráficas, animaciones, vídeo, televisión, y datos de
todo tipo digitalizados).

En este segundo nivel, a nuestro juicio, es en el


que mayor énfasis debemos poner los países en
vías de desarrollo. Los países desarrollados impon-
drán, sin duda, en una altísima proporción las dife-
rentes tecnologías del nivel básico, incluyendo to-
dos los procesos de normalización y estandariza-
ción.

IMPACTOS

Trascendentales impactos son previsibles a todos


los niveles de la sociedad, que cambiarán radical-
mente muchas de las actividades productivas. La
salud, la educación y el trabajo están comprendidas
entre las que a muy corto plazo se podrán ver alta-
mente beneficiadas.

Diferentes proyectos en curso en varios países, aumen-


tan los niveles de cobertura de salud en zonas distantes, lo
mismo que el alcance y penetración de la educación en to-
das sus posibilidades. Programas de trabajo a distancia
también pueden contribuir a la solución de problemas de
transporte en los grandes centros urbanos y abren nuevos
horizontes a habitantes de comunidades alejadas.

En las iniciativas europea, americana, japonesa y


canadiense se observa como las expectativas de
crecimiento futuro de sus economías están direccio-
nadas por las tecnologías de la información y las re-
des avanzadas de telecomunicaciones.

No se puede seguir planeando el futuro de una


nación y su desarrollo económico, social y político
sin involucrar en todas sus instancias el referente
IGI.

No parece posible el desarrollo futuro de las na-


ciones fuera del marco de la globalización, que aho-
ra tiene un hilo conductor conformado por la IGI,
según se desprende de los diferentes proyectos que
han acometido los países desarrollados.

El nuevo modelo de desarrollo mundial requiere


de adaptaciones, aclimatamientos y desarrollos es-
peciales en cada país o región, pero dentro de una
clara visión global.

La IGI presenta para los países, como en todo


horizonte estratégico, oportunidades y amenazas
que es preciso identificar con celeridad para tomar
acciones que conduzcan a la ejecución de planes y
programas nacionales.

PRINCIPIOS DEL G7
La conferencia ministerial del G7 sobre la Socie-
dad de la Información, patrocinada para Comunidad
Europea, reunida en febrero de 1995, ha ofrecido
colaboración internacional, sobre la base de 8 prin-
cipios:

1. Fomento de una competencia dinámica


2. Estímulo a la inversión privada
3. Marco regulatorio adaptable a las nuevas
realidades
4. Libre acceso a las redes
5. Garantizar servicio universal
6. Propiciar la igualdad de oportunidades entre
todos los ciudadanos .
7. Proteger la diversidad de contenidos (cultural y
lingüística).
8. Reconocer la necesidad de la cooperación mun-
dial, prestando especial atención a los países
menos adelantados.

INICIATIVA PARA COLOMBIA

La situación colombiana presenta, como es natu-


ral, particularidades que se deben estudiar y eva-
luar desde diferentes ópticas de análisis (económi-
ca, cultural, social, política, etc.). Por ello es nece-
sario involucrar en el desarrollo de los diferentes
proyectos a la mayor cantidad posible de represen-
tantes de todos los sectores de la vida nacional.
La necesidad de integrar esfuerzos públicos y
privados de todos los sectores representa, de paso,
una magnifica oportunidad de darle al país rumbos,
orientaciones y metas que en muchos aspectos he-
mos perdido.

También puede ser motivo para conocernos me-


jor y conectarnos solidariamente en busca de ansia-
das metas colectivas, que se han vuelto tan esca-
sas. De allí el nombre que proponemos para la ini-
ciativa colombiana de Infraestructura de la Informa-
ción: CONECTÉMONOS AL SIGLO XXI CON SOLIDARI-
DAD.

OBJETIVOS

Ambientar y estimular al sector público y privado


a participar activamente en el proceso de la Infra-
estructura Colombiana de la Información ( ICI).

- Promover el conocimiento público de informa-


ción sobre la temática de IGI, para estimular la par-
ticipación ciudadana y aumentar el nivel de cultura
tecnológica del país.
- Estimular y concretar el interés del sector públi-
co y privado por toda la temática de la IGI.

- Promover la participación de todos los esta-


mentos públicos y privados en el estudio de las tec-
nologías, servicios, aplicaciones, y su impacto en
cada unos de los sectores.

- Fomentar la integración interinstitucional, públi-


ca y privada, para la divulgación y el desarrollo de
los diferentes proyectos.
- Identificar oportunidades de colaboración inter-
nacional para el fomento de los proyectos naciona-
les.

- Lograr una mayor financiación pública para im-


pulsar y promover el proyecto CETCOL sobre Inter-
net que han desarrollado Colciencias y el Icfes, que
le permita ampliar las velocidades nacionales e in-
ternacionales y abarate los costos de conexión para
una mayor cobertura. (Cada Municipio colombiano
deberá tener por lo menos un punto de acceso a In-
ternet antes de 3 años)

RESULTADOS ESPERADOS:

- Producir un documento básico que sintetice los


mas significativos avances y tendencias observadas
en los proyectos o iniciativas de países selecciona-
dos

- Formular recomendaciones al gobierno nacional


y al país en general, que facilite la adopción de me-
didas concretas en torno a la IGI.

- Promover iniciativas Colombianas para el desa-


rrollo de contenidos, aplicaciones y servicios para la
IGI.
- Establecer un observatorio del Estado, del arte,
de las nuevas tecnologías de la información que
examine permanentemente los avances de los pro-
yectos mundiales en relación con la IGI, identifican-
do los de mayor interés, acorde con los propósitos
nacionales y aspectos de geopolítica y de comercio
internacional.

- Difundir y divulgar los documentos y estudios


básicos que han producido la CEE, USA, JAPÓN, EL
G7, UIT, esenciales para el análisis y compresión de
los diferentes proyectos y sus desarrollos. Entre
otros:

- «Growth, Competitiveness, Employment-The Cha-


llenges and ways forward into the 21st Century».
CEE
- “Europe and the global information society” ( El
Informe Bangeman) CEE
- “Technology for the Americas Growth”. A New Di-
rection to Built Economic Strength”.USA
- “GII, Agenda for the action”. USA
- “GII, Agenda for the cooperation” USA
- “Declaración y Plan de Acción de Buenos Aires”
UIT

- Conformar un grupo de orientación y se-


guimiento, que vigile el estado de los proyec-
tos colombianos de IGI, que podrían integrar
en principio: MINISTERIO DE COMUNICACIO-
NES, PLANEACIÓN NACIONAL, OFICINA DE MO-
DERNIZACIÓN DE LA PRESIDENCIA DE LA RE-
PÚBLICA, COLCIENCIAS, COMISIÓN NACIONAL
DE TELEVISIÓN, COMISIÓN DE REGULACIÓN
DE TELECOMUNICACIONES , CINTEL.
- Integrar diferentes grupos de trabajo que con-
greguen la mayor parte de interesados en el proce-
so.

Esta iniciativa fue presentada a la Dirección Na-


cional de Planeación y al Centro de Investigación de
las Telecomunicaciones (Cintel) y se envío copia a
COLCIENCIAS, en diciembre de 1995.

Mayo de 1995

EL SÉP TIM O CONTIN ENTE

«Los 225 personajes más ricos


acumulan una riqueza equiva-
lente a la que tienen los 2.500
millones de habitantes más po-
bres (el 47% de la población).
Los 225 personajes más ricos
acumulan una riqueza equiva-
lente a la que tienen los 2.500
millones de habitantes más po-
bres (el 47% de la población)».

Programa de Naciones Unidas


para el Desarrollo (PNUD) 1998.

¿Cuándo despertará Europa?, ¿Cuándo comprenderá


que Internet es un nuevo continente, donde es urgente de-
sembarcar si no queremos dejar sus inmensos tesoros en
manos de otros ?, se pregunta Jaques Attali en un articulo
publicado recientemente en el periódico francés LE MON-
DE.
Jaques Attali es una de las personalidades con-
temporáneas con el más amplio espectro intelec-
tual que se pueda encontrar en estas épocas de ul-
tra especializaciones: economista, filósofo, consul-
tor empresarial y financiero, autor de más de 25 li-
bros que van desde la música y la literatura hasta
las matemáticas.

De sus obras, Milenio, una controvertida visión


de futuro publicada en 1991, es probablemente la
más conocida. Con este libro se ganó la entrada al
exclusivo club mundial de reconocidos futurólogos y
visionarios.

Attali, quien fuera también asesor de la Presiden-


cia de Francia durante 10 años y presidente del
Banco Europeo de Reconstrucción y Fomento, ha
sido el último en bautizar el fenómeno Internet, con
una expresión muy sugestiva y de impacto: «el
séptimo continente».

- Va a resultar difícil encontrar una metáfora más


desencadenante y eficaz que la de Attali. O acaso
alguna de las que han hecho carrera logra transmi-
tir tan poderosamente la trascendental magnitud
de los nuevos fenómenos?: Sociedad de la Informa-
ción, Infraestructuras de la Información, Economía
Digital, Mercado de la Información, el Infolítico, el
Ciberespacio, Autopistas de la Información, Socie-
dad del Conocimiento, y hasta la Noosfera, la olvi-
dada pero pionera expresión del padre Tehilard de
Chardin.
- Todas esta expresiones, de una u otra manera,
buscan despertar la atención, pero sobre todo la
acción, de los lideres sociales y políticos de las na-
ciones. Tarea que no es nada sencilla cuando se tra-
ta de conceptos de complejas variables, por demás
cambiantes e inestables.

- Los esfuerzos de evangelización y de concienti-


zación no han tenido mucho éxito, principalmente,
por los lados de los países subdesarrollados. En
nuestra región, por ejemplo, durante las Cumbres
de las Américas, todos los jefes de Estado se han
comprometido a impulsar y promover el desarrollo
de planes nacionales y regionales sobre Infraestruc-
turas de Información, sin que se vean avances sig-
nificativos.

- Después de las Cumbres, ¿cuántos líderes en Lati-


noamérica habrán incluido en sus cajas de herra-
mientas ideológicas un boceto de mapa para ayu-
dar a sus pueblos a transitar por los caminos del
séptimo continente?.
Este nuevo continente hecho de silicio, inteli-
gencia y virtualidad es tierra de promisión, pero
también de laberintos y peligros. Por fin pudiéra-
mos estar cerca de nuevos espacios para el progre-
so y el bienestar, o al menos de tener a nuestro
alcance herramientas poderosas para lograrlo.
Pero también podríamos estar alejándonos sin
darnos cuenta del rumbo correcto.

Propone Attali crear en Europa una gran compa-


ñía que integre el interés privado con el público, al
igual que ocurrió con la compañía de Indias Occi-
dentales, que se encargue de la búsqueda del
nuevo El Dorado.

Si se preocupa Attali en el viejo continente, don-


de la misma Unión Europea ha creado desde hace
cuatro años, una organización destinada a fomen-
tar la creación de muchas compañías de Indias, de
qué proporción debería ser la inquietud y la alar-
ma en Colombia.

¿Seremos esta vez conquistados o conquistado-


res?

Octubre de 1998
LAS TRE S LEYE S CL AVES DE
LAS TELEC OMUNI CA CI ONES

«Estas que alguien llamó Nueva Granada,


Tierras entre dos mares comprendidas
Las descubrió Rodrigo de Bastidas,
Las conquistó Jiménez de Quezada.

Fue Colonia, por verla emancipada


Torres, Caldas, cien más dieron sus vidas.
Fue Gran Colombia, un breve instante unidas
Las hijas de Bolívar y sus espada.

Tuvo oidores, repúblicos, virreyes;


Tuvo oro, tuvo letras, tuvo leyes;
Hay un cóndor y un istmo en el escudo.

Hoy de esas aves nos espanta el vuelo;


Huyó el oro; es el istmo ajeno suelo
Y nos queda una ley: la del embudo.

HERNANDO MARTÍNEZ RUEDA (Martiñón)

Tres leyes claves dominan el mundo de las tele-


comunicaciones. Su conocimiento, comprensión y
alcances, resulta extremadamente útil para formar-
se una visión acerca de las tendencias del desarro-
llo tecnológico y del futuro de la sociedad en gene-
ral.

La primera se le conoce como la Ley de Moore,


en honor a Gordon Moore, quien fuera cofundador
de Intel, el mayor fabricante del mundo de proce-
sadores o cerebros de silicio para computadoras.
De acuerdo con la ley de Moore, el numero de
transistores que se almacenan en un chip, o lo que
es lo mismo, la capacidad de estos procesadores,
se duplica cada 18 meses.

Como consecuencia de los estimados de la Ley


de Moore, las computadoras son cada vez más po-
tentes y de menor precio. Potencia que se ve re-
flejada con exactitud en las afirmaciones de Natan
Myrvald de Microsot. «Dentro de veinte años una pc
realizará en treinta segundos las tareas para las
que hoy necesita doce meses. Dentro de cuarenta
años llevará a cabo en treinta segundos aquello
para lo que hoy necesitaría un millón de años».

La disminución de precios de los procesadores y


demás componentes de una computadora la ponen
cada vez más al alcance de personas de menores
ingresos.

Con precios cada vez menores, sumados a la mi-


niaturización de chips de gran potencia, se ha
abierto paso la computarizacion de casi cualquier
utensilio, artefacto o cosa.

Para señalar el grado de penetración que ten-


drán las computadoras en todo lo que usa el hom-
bre, podríamos decir que éstas se podrán introdu-
cir a las telas como un hilo más. La era de la inte-
ligencia incorporada a todas las cosas ha llegado.

La segunda Ley es conocida como la ley de


Metcalfe, en honor a Robert N. Metcalfe, in-
ventor del protocolo Ethernet. Y establece
que el valor o poder de una red de computa-
doras, definida como la utilidad para una po-
blación, crece en proporción directa al cua-
drado de la cantidad de personas conectadas.
Es decir, que en la medida en que crecen
aritméticamente las personas o equipos que
se conectan a las redes, crecen geométrica-
mente las posibilidades y capacidades y potencial
de uso. Los economistas denominan a esto la ley
del retorno incrementado.

Las anteriores dos leyes explicarían, a juicio de


analistas y observadores del sector, el crecimiento
explosivo de Internet.

Y finalmente la Ley de Gilder, que lleva el nombre de


George Gilder, visionario del mundo de las tecnologías de
la información, según la cual el ancho de banda o veloci-
dad de transmisión de las redes de comunicaciones se tri-
plicaría en los próximos 20 años (a partir de 1997).

Las predicciones de Gilder han sido rápidamente


confirmadas y sobrepasadas por diferentes desarro-
llos tecnológicos. Por los lados de la fibra óptica,
técnicas de WDM (Dense Wavelenth División Multi-
plexing) han llevado a aumentar de 2.4 Gbps hasta
400 Gbps la capacidad de un solo hilo.

La oferta de servicios inalámbricos de banda an-


cha en diversas bandas, es una realidad en las que
sobresale el LMDS. Los cables telefónicos utilizando
diversos modems de tipo DSL saltarán de los 56
Kbps a 8 Mbps. Y nuevas generaciones de satélites
pondrán la banda ancha al alcance de cualquier si-
tio del mundo.
Este aumento de la oferta de ancho de banda en
las redes, que equivale a tener mayores velocida-
des de transmisión de información, se debe traducir
necesariamente en disminuciones de precios de
los diferentes servicios para los usuarios, siempre y
cuando la competencia opere libremente y sin ma-
nipulaciones artificiales.

Equipos informáticos, cualquiera sea la forma


que adquieran, más potentes y económicos, mayor
cantidad de personas conectadas a todas las redes
y mayores anchos de banda, están transformando
drásticamente la economía, la educación, el trabajo
y las más diversas actividades humanas producti-
vas y de entretención

Para lograr que esta revolución no se la apro-


pien, como en el pasado, unos pocos debemos te-
ner claro, que no bastará con dejar que operen li-
bremente las leyes del mercado, como tantos neoli-
berales pregonan.

Se requiere, en primer término, conciencia de la


nueva responsabilidad social que las nuevas reali-
dades imponen, y de acciones coordinadas del
Estado, el sector privado y la sociedad civil.

Hay que desarrollar con prontitud y sin desvelo


múltiples estrategias que antes que nada asimi-
len esta nueva visión de futuro. En cuyas priorida-
des figure la de poner al servicio de los menos fa-
vorecidos las nuevas herramientas, evitando así
mayores desequilibrios e iniquidades económicas.
De no tomarse las debidas precauciones, seguirá impe-
rando una sola y antiquísima ley, que la sabiduría popular
llama la ley del embudo, lo ancho para ellos y lo angosto
para uno. Lo que equivaldría en telecomunicaciones a: la
banda ancha para ellos y la angosta para uno.

Diciembre de 1998
INTE RNET :

LA CA ÍDA DE MIT OS Y PAR AD IG-


MA S
EN TE LE COM UNI CACIONE S

«Más allá de la lógica necesaria


de un discurso razonable, por
encima de los límites mutilado-
res de la expresión escrita de
una intuición, no se trata aquí
de designar cierta invariable
mecánica de la historia, una
mecánica irreversible del por-
venir, sino de describir la figura
más probable del futuro, impli-
cada por la puesta al día del
pasado».

JACQUES ATTALI

Cualquiera que sea la rama de las telecomunica-


ciones en que esté una empresa, INTERNET tiene
mucho que ver con el futuro de su negocio. Ya sea
en voz, datos, tv, radio, multimedia, etc; INTERNET
le tiene reservadas interesantes sorpresas. Y aun-
que las telecomunicaciones no sean su actividad
principal, también se le pasará por su camino más
rápido de lo que está creyendo.

Si está en el negocio de bíper, prepárese para


que sus clientes tengan E-Mail de Internet y puedan
recibir notificaciones al buscapersonas o para que
desde el WEB de su empresa le puedan elaborar
mensajes sin pasar por la operadora.

Si es operador de red satelital, esté listo a darse


cuenta que un canal de 64 kbps es un «hilito» de
juguete casero, que Internet se le tragará rápida-
mente. Igual cosa si es operador de telefonía básica
y cree que con ISDN tiene resuelto los problemas
de interconexión de LANs y otros servicios de valor
agregado.

Mientras en Colombia un canal de 64 Kbps se


está revendiendo casi al infinito, en USA para apli-
caciones INTERNET no se recomienda para más de
20 usuarios, o cuando mucho 30 con bajo tráfico.

En el caso de la red CETCOL, manejada por lnte-


Red, que utiliza actualmente un canal internacional
de 128kps para soportar tráfico universitario (en-
tiéndase alto tráfico experimental y de
aprendizaje), las cosas sobrepasan en ciertos hora-
rios cualquier límite razonable. Esta red debería te-
ner en muy corto plazo un enlace internacional T1
(1.5 Mbps), que el Estado debería subsidiar con
más generosidad, en consideración a que la educa-
ción es el tema clave del desarrollo económico. Tal
como lo hizo la National Science Fundation (NSF)
con la red troncal de Internet en Estados Unidos.

Dado el caótico y no planeado crecimiento de las


redes que conforman INTERNET, se presentan algu-
nas situaciones insólitas. Es el caso, por ejemplo,
de lo que sucede en Colombia, que como existen
varios conectantes indepedientes que llevan su se-
ñal directo a Estados Unidos y no hay hasta ahora
interconexión nacional para comunicarse entre ser-
vidores nacionales de diferentes modos, la señal da
la vuelta por Estados Unidos primero para retornar
a Colombia.
Internet, la multimedia interactiva y los
emergentes servicios de telecomunicaciones,
entre los que sobresale el VIDEO ON DEMAND,
Telemedicina, Tele-enseñanza, Interconexión
de LANS, etc, se están encargan do de dispa-
rar la demanda por mayores anchos de ban-
da, a nivel de todas las redes cableadas o
inalámbricas.

Con la explosión inesperada de INTERNET, las


empresas Colombianas de Valor Agregado, propie-
tarias de redes satelitales, han encontrado un nue-
vo negocio que no estaba considerado en sus ini-
cios y que se ha convertido de pronto en una exce-
lente forma de aprovechar una infraestructura, en
algunos casos subutilizada.

Si está en la Radio, apresurarse a montar su ser-


vidor WEB con REAL AUDIO o XING, para que su
programación se escuche en todo el mundo en di-
recto, con «cero» vatios de potencia en antena.

Si anda por los lados de la televisión, las cosas


aguantan un poco más. Para poder tener televisión
por pedido en INTERNET hacen falta velocidades
mayores, que por sus actuales costos no están dis-
ponibles para usuarios finales. Pero bien puede ir
colocando información de los programas que tiene
para exportación, o la programación diaria o anun-
cios de novedades.

Si la telefonía celular es su actividad, dedíquele un poco


de tiempo a desarrollar servicios que fomenten el tráfico de
datos por la red, porque la voz tiene sus límites más o me-
nos conocidos. ¿Por qué no pensar en tarifas preferenciales
nocturnas para tráfico INTERNET?. Por ejemplo.
Por los lados de periódicos y revistas la cosa es urgente.
Antes de 2 años hasta los «pasquines» de cualquier ralea,
el boletín del colegio, el periodiquillo de la parroquia, ten-
drán sus páginas abiertas al mundo por INTERNET. Lo local
ha alcanzado inopinadamente cobertura universal.

A la libertad de prensa y de expresión le ha apa-


recido un aliado tecnológico. Internet y su principal
servicio, el WORLD WIDE WEB, convierte estos vie-
jos derechos, un tanto intangibles y más bien teóri-
cos para el gran público, en contundentes y reales
medios de comunicación de alcance universal, al
que puede aspirar cualquiera que sepa leer y escri-
bir.

EL OPERADOR LOCAL DE TELÉFONOS

Pero si su caso es el de operador de telefonía bá-


sica lNTERNET, se convierte en el arma mas pode-
rosa para competir en el nuevo mercado de la tele-
comunicaciones integradas.

La única infraestructura de telecomunicaciones


existente para tener acceso conmutado a Internet
la posee un operador local de telefonía.
Así como no se puede concebir el negocio de lar-
ga distancia nacional e internacional sin la presen-
cia del operador local, igualmente ocurre con IN-
TERNET.

Lo que quizá no han visto los operadores locales


es que convertirse en proveedores de acceso a IN-
TERNET les abre un atajo de alcance internacional
de posibilidades futuras insospechadas.
Entrar al negocio de Larga Distancia Nacional o
Internacional de voz, que se abre próximamente a
la competencia no será tarea fácil, además de no
estar al alcance de muchos.

Pero entrar al negocio de la LARGA DISTANCIA


NACIONAL o INTERNACIONAL de DATOS vía INTER-
NET es algo a lo que prácticamente puede entrar
cualquiera que logre obtener una licencia de Valor
Agregado. Negocio en el que tiene mayores venta-
jas el propietario de las líneas locales.

En otras palabras, telefónica que quiera partici-


par del negocio de larga distancia nacional e inter-
nacional en Colombia, que por ahora excluye voz y
vídeo, sólo necesita contratar un canal de acceso
internacional a INTERNET con cualquier «carrier»
autorizado, o solicitar una licencia de valor agrega-
do para poder hacerlo en forma autónoma. Todo
esto sin pagar millones de dólares y sin licitación.

El concepto de lo universal-local que ha impues-


to INTERNET, no ha sido totalmente percibido por
algunos empresarios de telecomunicaciones. La
verdad es que no resulta fácil comprender que por
unos cuantos pesos más de lo que vale una llama-
da local, por un poco menos de lo que cuesta lla-
mar de larga distancia nacional, y por muchísimo
menos del minuto internacional, se pueda tener co-
municación con cualquier lugar del mundo, sin im-
portar las distancias.

La metáfora de la aldea global es ahora una rea-


lidad incontrovertible. Resulta más costoso comuni-
carse por teléfono entre Bogotá y Medellín, que en-
tre estas ciudades y sus antípodas al otro lado de la
tierra, utilizando INTERNET.

Por 100 pesos el minuto, la tarifa más alta de ac-


ceso a INTERNET en Colombia se consigue comuni-
cación con cualquier sitio del mundo, mientras que
el minuto de voz entre estas dos ciudades colom-
bianas cuesta 208 pesos y hacia Estados Unidos
más de $1.500.

En Estados Unidos, tan sólo pagando unos US


$35 mensuales fijos, se puede tener comunicación
de datos, fax, voz, y ya casi vídeo, por medio de IN-
TERNET, con cualquier lugar del mundo, sin impor-
tar el tiempo de uso, a 28.8Kbps.

No está distante de la realidad la predicción de la


firma CAMBRIDGE STRATEGIC MANAGEMENT
GROUP, según la cual dentro de 10 años una hora
de larga distancia internacional costaría US $0.03
con cualquier lugar del mundo.

Finalmente, aunque su negocio pueda estar leja-


no de las telecomunicaciones, comience a pensar
rápidamente en colocar su punto de venta en el Cl-
BERESPACIO. Si bien todavía no es mucho lo que se
vende, por ahora es mucho lo que puede lograr en
posicionamiento y promoción.

Supermercado, almacén, tienda, centro comer-


cial, «chuzo», vitrinas de venta, catálogos de pro-
ductos, están comenzando a abrir sus puertas en
INTERNET. Y como cuesta tan poco, no hay razones
para no hacerlo.

Cintel. Revista Nacional de Telecomunicaciones (RNT). Enero


de 1996
TELEVIS IÓN DI GIT AL
Y REF ORMA POLÍTICA

«Desde hace 150 años vienen


depositándose en el alma na-
cional los materiales amargos
para un gran memorial de
agravios... que un día escribirá,
con justicia el pueblo colombia-
no».

INDALECIO LIÉVANO AGUI-


RRE.

Al tiempo que en Colombia se iniciaron los ca-


nales analógicos de TV privada, los norteamerica-
nos preparan el terreno para la futura televisión di-
gital, buscando ante todo cómo aprovecharla para
perfeccionar su democracia y la participación ciu-
dadana.

Mientras aquí ha quedado demostrado cómo


los canales privados están dispuestos a pasar por
encima de lo que sea para obtener ganancias a
como dé lugar, los empresarios de la televisión
norteamericana por su parte, comprueban cómo sí
es posible trabajar hombro a hombro con sus con-
trapesos de la sociedad civil, en busca de formas
de utilización de la nueva tecnología en beneficio
del interés público y sin desmedro de sus objetivos
económicos.

Para la nación americana el interés general, la


función social de la propiedad, el derecho a la in-
formación, la sana competencia, no son expresio-
nes que figuran en las normas jurídicas, sin mayo-
res consecuencias prácticas.

Cuando se trata de asuntos que tocan el interés


de todos, como lo es el de las telecomunicaciones,
la política de los americanos no se limita a escoger
los estándares técnicos del caso y a repartir, sin
mayores debates y en pocos días, las bandas y ca-
nales del espectro radioeléctrico, dejando que la
«libre competencia» se encargue de lo demás. Para
ellos, sin desconocer el indispensable papel que
juega la iniciativa privada, está sobre todo, la ade-
cuada y efectiva defensa del interés general.

Precisamente, para asegurar el cumplimiento de


las obligaciones de interés público, el Gobierno
Clinton conformó un comité asesor para la TV Di-
gital integrado por 25 representantes de la socie-
dad civil, del que forman parte la industria de la te-
levisión, universidades, ONGs especializadas, etc,
que está encargado de recomendar nuevos meca-
nismos que amplíen el acceso a los canales con fi-
nes sociales y de interés colectivo.

El Vicepresidente Al Gore, quien participa acti-


vamente en asuntos de tecnologías de la informa-
ción y telecomunicaciones, ha destacado una vez
más cómo la nación americana debe asegurar que
uno de sus más preciosos bienes públicos (el es-
pectro radioeléctrico) sirva para atender necesida-
des públicas en educación, cultura y para debates
políticos y cívicos.
Aunque quizá suene un poco prematuro entrar a
regular la Televisión Digital en nuestro país, cuan-
do apenas arrancan las cadenas privadas, no lo se-
ría el que se incluyera el tema de las telecomunica-
ciones y las tecnologías de la información, en gene-
ral, como componentes de la reforma política que
se comienza a debatir.

Pocos temas tienen más repercusiones políticas, sociales


y económicas que los que tienen que ver con la televisión,
la radio, los teléfonos, internet, el comercio electrónico, la
tele- educación, la tele-medicina y tantos otros.

Estas herramientas ofrecen tantas posibilidades


para mejorar el estado, la economía, el trabajo, la
educación, el transporte, entre otros aspectos cru-
ciales de una nación, que no abordarlos con auda-
cia y con visión, podría ser un acto de ceguera polí-
tica o quizá una irresponsabilidad histórica.

De ser así, adquiriría mucha validez una pará-


frasis de aquella cita, según la cual, el Estado y la
política son cuestiones demasiado importantes
para una nación como para que la sigan manejando
los políticos; sobre todo, cuando éstos todavía vi-
ven anclados en paradigmas medievales, decimo-
nónicos, neoliberales o en un marxismo trasnocha-
do.

Si creemos que es posible estructurar un mode-


lo político para el futuro, que desconozca o subesti-
me el enorme poder de las tecnologías de la infor-
mación y la comunicación como soportes funda-
mentales de la nueva sociedad, es porque hay inte-
resados en seguir viviendo en el pasado, del cual
no hemos salido en muchos aspectos de la vida na-
cional, aun cuando los calendarios indiquen que
nos aproximamos al año 2000.

Octubre de 1998
EN TELEC OMUNIC ACIONE S:
UNA NUEV A FOR MA D E IMPU ESTOS

«La caja inalámbrica musical


no tiene uso comercial imagi-
nable. Quien pagaría por un
mensaje que no se envía a al-
guien en particular».

DAVID SAMOFFS, en respuesta a su


urgencia para invertir en radio en
1920

El Estado se inventó una nueva carga impositiva


a sus ciudadanos: las subastas en los servicios de
telecomunicaciones. Sin acalorados debates en el
Congreso, sin la oposición de ningún gremio y apa-
rentemente con el consenso de todos.

Las subastas, que adjudican al mejor postor el


derecho de explotación sobre diferentes servicios
de telecomunicaciones o sobre el uso del espectro
radioeléctrico, obligan a los particulares a pagar al
Estado una elevada suma inicial, cargo de entrada
o precio por la licencia.

Así, por ejemplo, los operadores del servicio ce-


lular debieron pagar al Estado unos 1.200 millones
de dólares, sólo por tener el derecho a usar las fre-
cuencias respectivas y poder prestar el servicio.
Igual esquema está concebido para adjudicar los
canales de televisión privados y los servicios de lar-
ga distancia.

Estas subastas, en apariencia son una excelente


forma de arbitrar recursos, sin acudir a los impues-
tos, con todos los dolores de cabezas que implican
las reformas tributarias. Los dineros recaudados se
aplican a diferentes rubros del presupuesto de la
Nación. (A propósito a dónde fueron a parar los mi-
llones de la telefonía celular).

Así se diga lo contrario, estos cobros no


son más que una soterrada carga impositiva
que pagamos todos los días los usuarios de
los servicios sobre los que se aplica esta mo-
dalidad. Como el recaudo se encuentra tan
tremendamente diluido en las tarifas, el im-
puesto es prácticamente imperceptible.

Así se le llame como quiera, o se le preten-


da desconocer su impacto, es un impuesto,
mondo y lirondo, aplicado con una sutil anes-
tesia.

Se oye decir, con cierto desparpajo, que


esta clase de cobros o ingresos parafiscales
-así creo que se llaman-, no afectan las tari-
fas de los servicios. Sofismas.

El empresario, que estima la rentabilidad y


retorno de su inversión en estos negocios,
como es apenas natural, fija sus niveles de
tarifas incluyendo en ellas una porción que le
asegure la recuperación de este primer gran
desembolso de capital durante un período de-
terminado.

Es elemental que esta erogación encarezca


la inversión inicial y por ende se vea refleja-
da directamente en los cálculos de tarifas. E
igualmente obliga a los licenciatarios a obte-
ner mecanismos de protección del mercado,
con exclusividades por territorios y términos
mínimos de exclusión de competidores y
otras arandelas.

Que no se digan tantas mentiras tan fácilmente.


Mientras más dinero recaude el Estado en sus su-
bastas, más caras serán las tarifas de los servi-
cios y menos probabilidad de nuevos compe-
tidores tendremos.

Quien lo creyera, el principal defensor del


interés público, el propio Estado, mediante
esta engañosa estrategia, se convierte real-
mente es su principal enemigo.

Como el Estado colombiano, no sabe ya de


que recursos echar mano, difícilmente va a
aceptar argumentos en contrario. Ellos saben
que se ganaron el premio gordo de la lotería,
pero se les olvidó, que el premio sale del bol-
sillo de los ciudadanos y no de los empresa-
rios, que sólo actúan como recaudadores.

Por ello estamos de acuerdo como lo propo-


ne un columnista de El Tiempo en que se de-
bata más abiertamente sobre la conveniencia
de estos cobros para el interés público y para
el desarrollo de los servicios de telecomuni-
caciones de Colombia.

Por qué no se consideran alternativas se-


mejantes a las vigentes actualmente para Va-
lor Agregado, en las que se cobre un canon
sobre los ingresos brutos o netos que genere
el servicio.

Si a los operadores de valor agregado se


les hubiese impuesto la elevada cuota de en-
trada al negocio, no tuviéramos la intensa
competencia que hoy se registra para los ac-
cesos a Internet, que han permitido tarifas
planas mensuales, sin importar las horas de
consumo, tan sólo diez dólares por encima de
lo que este mismo servicio cuesta en Estados
Unidos.
¿Por qué no subastar al mejor postor, el porcen-
taje o canon sobre los ingresos brutos anuales, que
esté dispuesto a cederle al Estado el operador de
los servicios?. Este sistema podría ser incluso más
benéfico para el Estado y menos oneroso para los
concesionarios y usuarios de los servicios. Si se ha-
cen la respectivas proyecciones, con esta fórmula
es posible que las arcas públicas obtengan en el
mediano y largo plazo mayores recursos que los
que hoy obtiene con la provocativa golosina del
«batacazo» inicial.

EL TIEMPO, agosto 7 de 1996.


LAR GA DIS TANCIA , CORTA VI -
SIÓN

«Este teléfono tiene demasia-


das limitaciones o defectos
para ser considerado seriamen-
te como un dispositivo valioso
para la comunicación. Este ar-
tefacto no tiene valor para no-
sotros».

WESTERN UNION, Memorando Inter-


no 1876.

La frenada en seco del proceso de apertura


a la competencia en el servicio de Larga Dis-
tancia, que se negoció con los sindicatos de
Telecom, muestra que efectivamente, no hubo
vencedores ni vencidos, sino que todos sali-
mos perdiendo.

Perdimos los usuarios, porque se nos pos-


pone la posibilidad de contar con diversidad
de servicios de mayor calidad y menores tari-
fas, que deben traer una competencia sana,
libre de manipulaciones y de componendas.

Pierde el gobierno, porque su palabra ha


quedado en entredicho y ha dado otra mues-
tra de lo que llaman ahora crisis de goberna-
bilidad.
Pierde Telecom, porque se equivoca si toda-
vía continua creyendo que con proteccionis-
mos de diferente estirpe, puede sobrevivir
por mucho tiempo, en un mercado donde la
tecnología se burla impenitentemente de las
ineficiencias y de la falta de visión estratégi-
ca.

Y pierden los aparentes ganadores, los sindicatos


de Telecom, porque con el pretexto de defender la
empresa, como patrimonio de todos los Colombia-
nos, pueden estar apuntalando un gigante del pa-
sado, al que ellos mismos le están minando sus
fuerzas, pudiéndoles caer encima, víctima de una
profunda anemia empresarial.

Pero como en esta guerra, al igual que en


las de verdad, los principales perdedores so-
mos los ajenos al conflicto, quisiéramos lla-
mar a los enfrentados, para que en este ar-
misticio forzado tuvieran en cuenta mayor in-
formación y nuevas ideas, que arrojen otras
luces en este oscuro túnel, al final del cual se
divisa una intensa luz. Asimismo para que la
opinión publica conozca el tamaño de lo que
estamos perdiendo.

Dentro de diez años (puede suceder antes)


una llamada de una hora de duración costará
US$0.03 (unos treinta y un pesos colombia-
nos), entre los países más desarrollados. Así
lo arroja un estudio de la firma consultora
Cambridge Strategic Management Group, rea-
lizado en 1994, que es validado por el Banco
Mundial en el documento: «The consequences
of Current Telecommunications Trends for the
Competitiveness of Developing Countries»,
cuyo contenido completo se encuentra en In-
ternet.

Sin ir muy lejos, con las tarifas que tene-


mos vigentes hoy en Bogotá, comunicarse
con cualquier lugar del mundo vía Internet,
cuesta aproximadamente 40 pesos colombia-
nos la hora (sin incluir el consumo
telefónico), mientras una llamada de larga
distancia de la misma duración está por el or-
den de cien mil pesos aproximadamente.

Esta caída cerca a cero de las tarifas es conse-


cuencia de las nuevas tecnologías de diverso tipo,
que generarán una abundante oferta de canales
de comunicación por todos los medios: cobre, coa-
xial, fibra, radio satélites, etc. Muchos de los cua-
les serán prácticamente invulnerables al control de
los estados, de las fronteras y de cualquier regula -
ción.

Si se mantiene el esquema monopólico que


tenemos o se cambia por oligopolios privados
protegidos por el afán alcabalero del Estado,
no podremos aspirar a tener la cantidad de
oferta necesaria para que las tarifas bajen a
los niveles que la tecnología permite, con to-
dos sus consecuentes beneficios generales.

Pese al frenón repentino, que produjo la fir-


ma del acuerdo laboral en Telecom (¿habrán
revisado su legalidad? ), creo que todavía es-
tamos a tiempo de corregir el rumbo, o me-
jor, de tener uno acorde con las necesidades
del desarrollo TELE- ECONÓMICO que han em-
prendido los países desarrollados. Que tam-
bién debe convertirse en derrotero principal
de nuestras políticas de telecomunicaciones y
macroeconómicas en general, so pena de
quedarnos rezagados irremediablemente, sin
una segunda oportunidad.

EL TIEMPO, agosto 24 de 1996


LIB ERTAD DE PRE NSA EN
INTE RNET

«Para saber leer cualquier me-


dio, en cualquier lenguaje lo
primero que hemos de apren-
der es quien es el propietario
de ese medio; y a partir de allí
se puede empezar a descodifi-
car cada lingüística comunica-
cional».

MANUEL VÁSQUEZ MONTAL-


BÁN.

Sin guerras ni batallas que dejaran miles


de muertos, Internet se ha convertido en la
más preciosa y trascendente conquista en la
historia de la libertad de prensa. Pero que
ironía, nació precisamente de una iniciativa
bélica gringa.

Internet trajo al mundo del periodismo el


ingrediente que faltaba para transformar el
concepto de libertad de prensa en algo más
real y concreto, al alcance de sectores más
amplios.

Antes de Internet, la verdadera libertad de


prensa era la que ejercían los propietarios de
los medios, sus directores y periodistas de
confianza. Es la libertad de que gozan para
publicar lo que su «criterio» les indique o
para no hacerlo con noticias incómodas a sus
intereses, o para mandarlas a rincones u ho-
rarios escondidos, o para ejercer de abogados
de oficio de los intereses económicos que se
esconden detrás de las empresas.

La libertad de prensa ha sido hasta ahora la li-


bertad del silencio. La de no publicar y callar. Esa
se siente más de lo que los mismos medios se han
dado cuenta, y quizá con sobradas razones.

Gracias a Internet, para fundar una revista o pe-


riódico o cualquier medio informativo de caracterís-
ticas impresas o sonoras, ya no existen las barreras
económicas de entrada, que sin duda impedían el
acceso de nuevos actores.

Desde el punto de vista de la tecnología, una pe-


queña empresa e incluso un individuo, tienen hoy
la posibilidad de crear un periódico o revista igual o
superior al que publican EL TIEMPO, SEMANA, El ES-
PECTADOR, THE WASHINGTON POST, THE SAN JOSE
MERCURY, etc.

Para publicar en Internet no es necesario adquirir


o arrendar una costosa rotativa, el primer obstáculo
con que se tropezaba quien pensara fundar un pe-
riódico. Tampoco se necesita una licencia para Ra-
dio o Televisión ni estudios o transmisores ni la “la-
garteada” por una concesión de espacio de televi-
sión.

Tampoco hay barreras legales o trabas burocráti-


cas estatales absurdas. Aunque en algunos países
han comenzado a aplicar restricciones, la misma
tecnología se está encargando de burlarlas y hacer-
las inaplicables.

En Internet no existen medios locales, regionales


o nacionales, desde el punto de vista de su cober-
tura o circulación. Todos son de alcance mundial.
Se pueden leer y escuchar en cualquier lugar del
planeta donde exista un computador conectado a la
gran red. La aldea global de McLuhan es hoy un he-
cho más visible gracias a Internet.

La facilidad con que cualquiera puede convertir-


se en editor nos traerá un montón de publicaciones
de dudosa calidad. Pero también le permitirá a
quienes tengan creatividad y buenas ideas para de-
sarrollar dar a conocer una amplia variedad de bue-
nos contenidos.

Los esquemas para la creación y desarrollo de


nuevos medios o publicaciones sobre Internet pue-
den ser muy variados. Desde un básico servicio in-
formativo vía correo electrónico o un servicio web
multimedia, que puede mantener una sola persona,
o una pequeña sociedad, o una cooperativa, o algu-
na asociación con los medios tradicionales, entre
otros.

La libertad de prensa casi sin límites que ha traí-


do Internet todavía no alcanza a las masas. Internet
es por ahora un medio elitista, pero con enormes
posibilidades de expansión y crecimiento.

El horizonte es tan amplio que invita a reflexio-


nar a todos sobre cómo aprovechar esta poderosa
herramienta para sacar adelante esta nación enre-
dada en una telaraña de problemas y dificultades.

Si «enredamos» a Colombia de Internet por to-


das partes, estaremos dando un paso importante
para desenredar nuestro futuro. No es una pana-
cea, pero nos puede ayudar a conocernos mejor, a
conocer otros pueblos del mundo y a expresar con
libertad el pensamiento y las ideas de un país con
ganas imperiosas de paz, junto con oportunidades
de progreso material y moral.

Julio de 1995.
ATRAS ADOS COMO SIEMP RE

«Nada ha valido la pena desde


que Colombia nació: nacimos
mal. Quisimos liberarnos de la
mente torpe de España, pero
lo que hicimos fue una revolu-
ción que persiguió los puestos
de los tinterillos de la corona,
de sus empleados públicos. Bo-
lívar no nos libertó de nada.
Seguimos igual....».

FERNANDO VALLE-
JO.

Las economías desarrolladas y las que aspiran a


serlo, han comenzado como enloquecidas a cons-
truir un nuevo modelo de sociedad avanzada, sin
haberse puesto de acuerdo siquiera, en como bauti-
zarla: Sociedad de la Información, Tele-economia,
Economía Digital, Tele-cosmos, Infraestructura de la
Información; hasta Superautopista de la Informa-
ción (que no se debe confundir con Internet), son
algunos de los nombres con que se suele llamar a
la inesperada y sorprendente criatura.

Los modelos de desarrollo tradicionales están basados


en la producción de bienes materiales para consumo nacio-
nal y la exportación. Lo que NICHOLAS NEGROPONTE, Di-
rector del Laboratorio de Nuevos Medios del MIT, ha llama-
do la producción de artículos compuestos de átomos, o la
riqueza material propiamente dicha.
Como resultado de los incesantes desarrollos en
telecomunicaciones e informática ha sido creado,
casi sin que nos diéramos cuenta, un nuevo mundo.
Un mundo digital o sociedad avanzada inteligente
(hasta ahora no lo ha sido tanto), en la que no sólo
existirán fábricas y factorías, cultivos y ganados,
sino que es necesario producir además, bienes y
servicios inteligentes digitales.

Que los americanos hayan incluido en su recien-


te ley de telecomunicaciones un artículo que busca
promover el TELE-TRABAJO es otra significativa
muestra de la importancia que han venido tomando
las telecomunicaciones, como pieza esencial del
desarrollo económico.

El desfase entre nosotros es muy perceptible. To-


davía andamos enredados en luchas, pujas, repu-
jas, repartijas e intrigas por los canales de televi-
sión, por la concentración de los noticieros de TV,
las estaciones de radio y la larga distancia; más por
los negocios y el poder político que generan, que
por los beneficios que le puedan traer a la sociedad
en general, o por lo que nos puedan ayudar a resol-
ver nuestros crecientes problemas. Aunque la ver-
borrea oficial nos pinte pajaritos de oro, aspecto en
el que seguramente ningún país nos supera.

Los esfuerzos exportadores de nuestra economía


ya no solo deberán orientarse a los productos in-
dustriales, agropecuarios o físicos de cualquier tipo.
Ahora es necesario además estimular la producción
y exportación de «bits»(mercancías digitales): entre
otros: información, software, música, videos, títulos
multimedia, etc.

También se nos abren posibilidades interesantes


en trabajo a distancia (tele-trabajo) para exporta-
ción. Podríamos, por ejemplo, entre tantas posibili-
dades, atender desde Colombia los centros de in-
formación al cliente para los usuarios de habla cas-
tellana de empresas Norteamericanas o Españolas.
Los remedios para viejas dolencias de la salud, el
transporte, la educación, el medio ambiente, el tra-
bajo deben llevar en su fórmula ingredientes, que
hasta ahora en Colombia aparecen muy poco, en
escasas proporciones, llamados: telecomunicacio-
nes y tecnologías de la información.

Sin embargo, pese a la imperiosa necesidad de


trabajar intensamente en el tema, se observa con
extrema preocupación que en un Plan Nacional de
Telecomunicaciones para los próximos 10 años, que
ha comenzado a divulgar el Ministerio de Comuni-
caciones, la Tele-Economía o como quiera llamárse-
le, ha quedado prácticamente por fuera de sus prio-
ridades.

¿Habrá esperanza?. Tendremos que esperarnos


hasta que se caiga el presidente para los ajustes y
correcciones del caso?, o, a que nombren ministros
de comunicaciones (por muy prestigiosos y brillan-
tes que sean) que sepan más de Telecomunicacio-
nes y menos de política y relaciones públicas, para
que no terminen siendo víctimas inimputables del
cabildeo empresarial y de sus asesores.
EL TIEMPO, octubre 22 de 1996
YACIM IE NT OS DE EM PLE O

«Un hombre conectado a la red


multiplica por un millón su ca-
pacidad de trabajo».

GEORGE GIL-
DER.

En telecomunicaciones como en el arca de


Noé, todos caben y usted también. Si se me
permite esta libertad comparativa, basada en
una vernácula canción infantil, en terrenos
donde todo está fríamente modulado.

Caben los cacaos de aquí y su voraz apeti-


to empresarial, pero también los del extranje-
ro, con sus tentáculos extendiéndose con agi-
lidad por el suelo y por el aire en todo el pla-
neta.

Caben las emisoritas de radio comunitarias, la


pequeña empresa de bíper, los cableros, los para-
boliqueros, los radioaficionados, la banda ciudada-
na, los sindicalistas y su teléfono inalámbrico case-
ro, que también usa el espectro radioélectrico, sin
tener que pedir una licencia, y mucho más.

Pero lo que es más importante, cabrían mi -


les de empleos nuevos en los próximos años
si logramos comprender todo lo que podemos
desencadenar en beneficio del país utilizando
las comunicaciones y las tecnologías de la in-
formación con visión global y estratégica,
pero sin miopía empresarial y sin egoísmos
infantiles.

Ciento y pico de años después de inventado, el


teléfono sigue dando mucho de que hablar.

Los Call Centers (centros de atención de llama-


das telefónicas) desde donde se atienden servicios
diversos, tales como: reservas de tiquetes, toma de
pedidos, quejas y reclamos, asistencia técnica, soli-
citudes, garantías, información de todo tipo y servi-
cio a clientes actuales y potenciales en general)
emplean en Estados Unidos cerca de 4 millones de
personas y se estima que puedan incrementase a
unos 8 millones para el año 2000, de acuerdo con
la American Telemarketing Association.

En Inglaterra, según estudio de IDS, esta activi-


dad genera hoy unos 250.000 empleos, pero pre-
vén que se pueda alcanzar el millón, dentro de tres
años.

Una gran mayoría de las empresas de Call Cen-


ters que prestan servicios a terceros, son pequeñas
y medianas empresas, tanto en Europa como en Es-
tados Unidos. Y muchas de ellas se están desarro-
llando en lugares distintos a las grandes ciudades,
preferiblemente en pequeñas poblaciones.

En Colombia no existen estadísticas sobre el


tema. Por lo que se puede apreciar, no es mucho lo
que tenemos, pero sí se siente una gran necesidad
de estos servicios para el mercado nacional, y se
observa un reciente interés de las empresas en
montar o subcontratar centros de llamadas.
Hay si duda oportunidades de generación de
empleo en torno a los centros de llamadas, sólo
considerando el mercado colombiano. Sin mucho
esfuerzo económico por parte del Estado, se podría
fomentar la creación de pequeñas y medianas dedi-
cadas a estos servicios.

Pero sí pensamos en grande, sí asimilamos ca-


balmente lo que nos trae la globalidad en teleco-
municaciones, sí seguimos diariamente las tenden-
cias tecnológicas y su impacto en las tarifas inter-
nacionales, si le echamos una mirada detallada a
los mercados hispanohablantes de todo el mundo,
y se estudian con cuidado las demás variables del
caso, podríamos, con un trabajo estratégico del Es-
tado y las empresas de telecomunicaciones, con-
vertirnos en un gran exportador mundial de servi-
cios de centros de llamadas. Pudiendo generar tan-
to empleo, como para hacer soñar a cualquier can-
didato presidencial o presidente, y de paso trayen-
do divisas.

Estos yacimientos de empleos son como la arci-


lla, que se encuentra en toda la corteza terrestre,
pero son pocos los países y las empresas que los
pueden convertir en chips para computadoras o en
fibra óptica.

El Tiempo, noviembre 22 de 1997.


EN BUS CA DEL EMPLE O PER DI -
DO
CE NTR OS DE LL AM ADAS
UNA OP ORT UNI DAD PARA COLOM-
BIA

«En el corazón de la economía


política de la revolución digital
aparece un enigma preocupan-
te y ominoso: estamos encami-
nándonos hacia una sociedad
en la cual la correlación históri-
ca entre la creación de riqueza
y los puestos de trabajo esta
cortada, o, en todo caso es mu-
cho menos visible de lo que so-
lía ser».

DANIEL BURSTIEN y DAVID KLINE.


Guerreros de la Autopista

Pocos temas de telecomunicaciones como el de


los Call Centers (centros de llamadas) ofrecen tan-
tas oportunidades para un país.

Las hay para los proveedores de equipos, para


las empresas de teléfonos, tanto locales como las
de larga distancia, para empresas de todos los sec-
tores que pueden mejorar la calidad de atención al
cliente, lo mismo que aumentar las ventas de sus
productos y servicios.
Y están lógicamente los beneficios para todos los
usuarios que diariamente debemos comunicarnos
con cualquier organización pública y privada con el
fin de adelantar alguna gestión o diligencia, pade-
ciendo la incomunicación o la mala calidad de la
atención telefónica en Colombia.

Pero existe un beneficio aún mayor para la eco-


nomía del país, representado por la enorme posibi-
lidad de generación de empleos que existe alrede-
dor del montaje de centros de llamadas para dife-
rentes propósitos, tanto para uso nacional como
para ofrecer servicios a otros países, preferiblemen-
te hispanohablantes.

Diversas cifras y tendencias internacionales


que hemos venido presentando en varios foros, así
lo confirman. Los norteamericanos aspiran duplicar
sus cerca de 4 millones de empleos en tres años,
los ingleses quieren llegar a triplicar sus plazas en
este mismo período. Hasta los rusos, que apenas
comienzan a incursionar en estos temas, cuentan
con estrategias para crear nuevas plazas en este
importante sector de servicios.

Un reporte de Data Monitor del año anterior pre-


dice que toda Europa tendrá más de 21.000 centros
de llamadas para el 2002, lo cual significa duplicar
la cantidad existente en 1997. Actualmente Inglate-
rra controla el 39% del total, Alemania el 15%,
Francia el 14%, Holanda el 9% y el resto esta distri-
buido en entre los demás países.

Los escoceses no se conforman con exportar sus


afamados whiskys, ahora también promueven el
montaje de centros de llamadas para atender usua-
rios de toda Europa. Para atraer empresas e inver-
sionistas están ofreciendo tarifas muy bajas de lar-
ga distancia, mano de obra con manejo de varios
idiomas y una amplia variedad de tipos de Call Cen-
ters de alto profesionalismo.
En Holanda han surgido incubadoras de Call
Center, con el propósito de facilitar el nacimiento
de pequeñas empresas dedicadas a este servicio.
En Bélgica se ha abierto un hotel para Call Cen-
ters, resultado de una asociación entre BelgaCom,
el monopolio tradicional belga de las comunicacio-
nes y una empresa regional de inversiones, desti-
nado a alojar a tan lucrativos e interesantes hués-
pedes. Por su parte, Telecom Irlanda también ha
implementado su propia incubadora.

La provincia de Quebec, en Canadá, ha diseñando pla-


nes para atraer a la región el montaje de centros de llama-
das. La estrategia está orientada a demostrar las ventajas
de la región en infraestructura de comunicaciones locales
y de larga distancia, recurso humano acorde con las pro-
yecciones de los centros que se piensen desarrollar, bajos
costos de finca raíz y del costo de la vida en general.

Se ofrecen de manera conjunta las 4 millones de


líneas de los tres operadores locales, lo mismo que
los más de 200.000 circuitos de larga distancia dis-
puestos por MCI, AT&T, Sprint, Bell Canadá.

Son muchas las iniciativas que en varios países


del mundo se vienen desarrollando para crear nue-
vos negocios en estas áreas. Se pueden destacar
en la región los casos de República Dominicana y
Costa Rica, que ya cuentan también con intere-
santes experiencias.

Lo que se ha hecho en Colombia hasta ahora es


poco y como suele suceder son casos aislados y
poco conocidos. El mercado nacional apenas co-
mienza a despabilarse. Contamos con un conjunto
de fortalezas y oportunidades que se podrían ex-
plotar entre los principales actores interesados.

Un sector de comunicaciones dinámico, con empresas


calentándose para competir en serio, un nuevo recurso la-
boral de bachilleres y técnicos en carreras intermedias que
hay que prestar cuidado, una globalidad en telecomunica-
ciones que hay que asimilar con visión, un comercio elec-
trónico catapultado por internet que ha comenzado a mo-
ver astronómicas sumas de dinero, números 800 o llama-
das gratis globales, un español con pocos acentos, inver-
siones al alcance de la pequeña empresa, un país que sue-
ña con nuevos horizontes, entre otros aspectos, nos mues-
tran un excelente panorama.

Estamos a tiempo de arrancar, pero tal como es


preciso hacerlo en tantos frentes de la vida nacio-
nal, hay que desplegar esfuerzos conjuntos, y coor-
dinados, entre el estado y la empresa privada.
Donde el papel del Estado consiste principalmente
en facilitar, promover y estimular los procesos.
Responsabilidades mayúsculas éstas que debe
cumplir en el nuevo entorno de las telecomunica-
ciones, junto a las de protección del consumidor.

Tenemos en nuestras manos claras oportunida-


des y beneficios en la creación de centros regiona-
les de Call Centers, preferiblemente en poblaciones
intermedias. Aquí es altamente conveniente la coo-
peración y la sinergia entre operadores de telefonía
local, larga distancia, empresas especializadas y los
municipios.

No son muchas las posibilidades de generación de nue-


vo empleo. Hay que explorar nuevas fuentes, y precisa-
mente los centros de llamadas son una novedosa oportu-
nidad.

Confiemos en que el gobierno Pastrana no deje


al país, otra vez, esperando en la línea o escuchan-
do un mensaje pregrabado que dice: todos los Mi-
nistros se encuentran ocupados, por favor intente
más tarde.

Agosto de 1998
LIM OS NA POR INTE RNET

«Abandonado a sus propios


mecanismos, el mercado de la
información incrementará el
abismo entre países ricos y po-
bres, así como entre gente rica
y pobre».

MICHAEL DERTOUOZOS. Qué será.

Mientras nuestra vieja economía presenta serios


achaques y dolencias, con negros nubarrones en el
horizonte, pese al optimismo y la confianza que ha
despertado el oportuno nombramiento de Juan Ca-
milo Restrepo, la nueva economía, la digital, esa
que representa el verdadero cambio, está más pu-
jante y saludable que nunca.

La economía digital, la economía de la red, la in-


fraestructura de la información, como se le llama
indistintamente, crece a ritmos increíbles e insos-
pechados. Está viva, goza de buena salud y crece,
a juicio del Secretario de Comercio de Estados Uni-
dos.

«La Emergente Economía Digital»2, un valioso


documento preparado por la Secretaria de Comer-
cio de Estados Unidos, publicado en abril pasado,

2
El documento concerniente al año 2000 está disponible en In-
ternet www.digitaleconomy.gov o en www.ecommerce.gov
muestra, entre otras cifras, estas que hablan por sí
solas:

El sector de las Tecnologías de la Información


crece dos veces más rápido que el resto de la eco-
nomía y hoy ya significa cerca del 5% del producto
nacional bruto. Sin este sector la inflación de 1997
hubiera sido del 3.1% y no del 2%. 62 Millones de
americanos usan Internet de forma habitual y com-
pran productos y servicios por medio de ella. Fue-
ron necesarios 38 años para que la radio llegara a
50 millones de usuarios y se necesitaron 13 para
que la televisión lo hiciera, mientras que Internet lo
logró en 4 años. Dentro de tres años, solamente
General Motors hará negocios por cerca de 5.000
millones de dólares utilizando la red, cifra que equi-
vale a todo el comercio electrónico de hoy.

Si nos atenemos al concepto de economía globa-


lizada, podremos decir, no sin cierto resquemor,
que parte de nuestra economía, ésa que no mane-
jamos aquí, va muy bien. Los resultados de sus in-
vestigaciones y desarrollos, de sus altos niveles de
eficiencia en todos los procesos, nos permiten be-
neficiarnos de precios cada vez más bajos y de pro-
ductos cada vez más potentes. Aunque las utilida-
des se queden allá.

Quizá en algún lejano día también les toque ex-


portarnos parte de sus utilidades.

Así como vamos, pese a que nuestra economía


global, vaya tan bien, sobre todo la Gringa, nos va
a pasar lo contrario de lo que aconteció en el pasa-
do con la vieja economía. Cuando tuvimos produc-
tos que vender no hubo vías por donde sacarlos.

De hecho, todavía no hemos podido construir au-


topistas y vías modernas, excepto en algunos cor-
tos tramos. Y ahora que vamos a tener autopistas
digitales de toda clase (redes de fibra óptica física e
inalámbrica, satélites de banda ancha, redes de co-
bre digitalizadas conectadas permanentemente a
los hogares etc), que podrían llegar al más remoto
caserío, entonces sólo tendremos muy pocos pro-
ductos y servicios que ofrecer. forma habitual y
compran productos y servicios por medio de ella.
Fueron necesarios 38 años para que la radio llegara
a 50 millones de usuarios y se necesitaron 13 para
que la televisión lo hiciera, mientras que Internet lo
logró en 4 años. Dentro de tres años, solamente
General Motors hará negocios por cerca de 5.000
millones de dólares utilizando la red, cifra que equi-
vale a todo el comercio electrónico de hoy.

Si nos atenemos al concepto de economía globa-


lizada, podremos decir, no sin cierto resquemor,
que parte de nuestra economía, ésa que no mane-
jamos aquí, va muy bien. Los resultados de sus in-
vestigaciones y desarrollos, de sus altos niveles de
eficiencia en todos los procesos, nos permiten be-
neficiarnos de precios cada vez más bajos y de pro-
ductos cada vez más potentes. Aunque las utilida-
des se queden allá.

Quizá en algún lejano día también les toque ex-


portarnos parte de sus utilidades.
Así como vamos, pese a que nuestra economía
global, vaya tan bien, sobre todo la Gringa, nos va
a pasar lo contrario de lo que aconteció en el pasa-
do con la vieja economía. Cuando tuvimos produc-
tos que vender no hubo vías por donde sacarlos.
De hecho, todavía no hemos podido construir au-
topistas y vías modernas, excepto en algunos cor-
tos tramos. Y ahora que vamos a tener autopistas
digitales de toda clase (redes de fibra óptica física e
inalámbrica, satélites de banda ancha, redes de co-
bre digitalizadas conectadas permanentemente a
los hogares etc), que podrían llegar al más remoto
caserío, entonces sólo tendremos muy pocos pro-
ductos y servicios que ofrecer.
Si nuestra pléyade de economistas y dirigentes
políticos no digitalizan también su pensamiento,
terminaremos vendiendo estampitas del Corazón
de Jesús o del Niño Dios a la vera de las autopistas
de fibra óptica y de los telepuertos, y los más sofis-
ticados pidiendo limosna por Internet.

Julio de 1998.
IN TER NE T EN PEL IGRO
EL D O B L E C OSTO D E NAV E GA R

«¿Cómo quiere que sea Inter-


net? Un camino hacia un mun-
do sin fronteras, sin límites, sin
banderas, sin países. Donde el
corazón sea el único pasaporte
que se lleve».

CARLOS SANTANA. (Aviso de Nortel


Networks)

El desarrollo de Internet en Colombia está


en serio peligro como consecuencia de los
innecesarios y desmesurados incrementos
que se vienen dando en las tarifas de telefo-
nía local .

Para quienes aún no lo saben, cuando se


contrata la conexión a Internet hay que pa-
gar una doble tarifa. La que se cancela a
quien ofrece el acceso a la revolucionaria
red y la que se paga además a la empresa de
teléfonos.

El pago mensual por Internet es por lo ge-


neral una cantidad fija y determinada, mien-
tras a la telefónica se paga de acuerdo a la
duración de las llamadas locales que se ha-
cen para conectarse.
Las tarifas de llamadas locales eran hasta
hace poco realmente económicas, pero a raíz
de los llamados rebalanceos tarifarios, por
efecto de la eliminación de subsidios que es-
taban aparentemente basados en los costos
de larga distancia nacional e internacional, se
han comenzado a producir peligrosos dese-
quilibrios e iniquidades en la telefonía local,
con evidente perjuicio para los usuarios.

Los incrementos de este año en las llamadas lo-


cales pueden estar cerca del 50 %.

Al tiempo que nos embelesan y distraen con las


reducciones en las tarifas de larga distancia, nos
ajustan en silencio con las llamadas locales.

A los actuales niveles de tarifas, son ya muchos


los colombianos que no podrán seguir navegando
con tranquilidad por Internet, so pena de que zozo-
bre el presupuesto familiar.

Internet no es ningún lujo; por el contrario, es


una poderosa herramienta con enormes posibilida-
des para la educación, el trabajo, la salud, los ne-
gocios y para cualquier otra actividad productiva.

Altas tarifas telefónicas locales sólo significan


más utilidades para las empresas operadoras. Tra-
yendo en cambio para la sociedad en general me-
nos Internet. Y menos Internet, significa su vez,
menos comercio electrónico, menos información,
menos educación, menos trabajo, menos comunica-
ción, menos chat para los más jóvenes. Y muchos
menos más.
Las tarifas telefónicas se han convertido así en
un inesperado freno para el uso masivo de Internet
y para que personas de menores ingresos se co-
necten.

Ese sobrecosto que generan las llamadas telefó-


nicas locales para acceder a Internet, cuando las
tarifas son elevadas, ha dado lugar las huelgas de
internautas en varios países del mundo, para re-
clamar una tarifa plana o única, con independencia
a los tiempos de uso de la línea y de Internet.

Si el gobierno no toma los correctivos a tiempo,


corremos el grave riesgo además de hablar menos
entre quienes compartimos las mismos pueblos y
ciudades; con tanta necesidad que tenemos de ha-
cerlo.

Y de paso de crear una nueva forma de discrimi-


nación y exclusión. Precisamente hacia la más
poderosa herramienta de desarrollo económico y
humano, que es Internet.

Si no se actúa pronto, más colombianos queda-


rán silenciados y desconectados. O, lo que es lo
mismo: más distanciados y más pobres en la eco-
nomía digital global.

EL TIEMPO, diciembre 22 de 2000


UN MODEL O ECONÓMI CO DI GI -
TAL

«El noventa y cinco por ciento


de la economía esta cambiando
como fuegos artificiales bajo el
impacto de la era de la infor-
mación y vosotros buena gen-
te, no os dais cuenta de nada.
Cuando los magnates que en
teoría son la vanguardia de la
revolución de la información no
se dan cuenta de su verdadero
impacto potencial, y los perio-
distas tampoco, no se puede
evitar que el público tenga una
visión sesgada de la cuestión».

MICHAEL DERTOUZOS. Director del


Laboratorio de Investigación en
Computación de MIT.

Qué clase de modelo económico podrá engen-


drarse entre quienes forman parte y representan al
que hoy tenemos, y los que llevan cerca de 50
años tratando de acabar con este.

Abrazados a un optimismo recalcitrante, diga-


mos que podría procrearse un híbrido transgéni-
co de saludable estampa.

Pese al natural escepticismo que en fondo senti-


mos miles de colombianos, deseamos que la luna
de miel por Europa de la pareja en busca de inspi-
ración, nombre y padrinos para la criatura, sirva
para una relación duradera y feliz.
Nos preocupa sí que no hayan incluido hasta
ahora, visitas a los lugares donde se están gestan-
do las nuevos modelos de producción de riqueza,
de sociedad, de empresas, de Estado, y hasta de
paradigmas mentales.

No deberían limitarse a conocer los tradicionales


modelos de las viejas economías industriales. Es
necesario que presten mucha atención a lo que
está pasando en esos nuevos sitios. Que más que
lugares físicos son ciudades, países y empresas
con un alto componente de virtualidad, pero de
gran impacto real en la economía.

Cualquiera sea el modelo que se logre armar,


debe darle una gran preponderancia al tema de las
Tecnologías de la Información y la Comunicación,
con Internet a la cabeza, dado su extraordinario
peso en todos los aspectos de la producción y dis-
tribución de la riqueza.

Sin desconocer, claro está, que la vieja econo-


mía es la que hoy nos da de comer.

Cifras y hechos que se publican constantemente


confirman la magnitud de las transformaciones.
Esta es otra de muchas: de acuerdo con un estudio
presentado por la multinacional Nortel en la recien-
te cumbre de Davos, en el año 2003 la economía
por Internet moverá 2,8 billones de dólares, el 7%
del PIB mundial.
Pero esa nueva economía, si no se le aplican co-
rrectivos a tiempo, pese a sus promesas revolucio-
narias, ha comenzado a dar síntomas de tener
también las mismas injusticias de su antecesora:
más pobres y menos ricos.

Con la sola vieja economía no será posible. Y sin


la nueva será imposible. Hay que apurar el paso.
Los nuevos tiempos exigen más velocidad.
De allí que como simple ciudadano me permita
sugerir al colectivo de parejas que buscan procrear
la paz, que amplíen su periplo a otros sitios menos
románticos, pero igualmente aleccionadores: Sili-
con Valley en Estados Unidos y todos los otros sili-
con towns, Bangalore en la India, Cyber Jaya en
Singapur, Irlanda, entre otros.

Como no habrá tiempo para recorrer físicamente


tantos lugares y quizá en algunos no sea fácil el ac-
ceso podría ser igualmente productivo que le co-
nectaran al Caguán un enlace a Internet con un
buen ancho de banda.

Los viajes virtuales pueden ser tan interesantes y


efectivos como los de carne y hueso, menos costo-
sos y más duraderos.

Viajar por Internet a alta velocidad podría ayu-


dar a los agentes del conflicto a comprender que la
nueva economía ofrece parte de las soluciones,
pero también ha comenzado a crear parte de los
nuevos problemas.
Internet podría convencer a los alzados en ar-
mas de que es más atractivo y productivo hacer
clic en un ratón que en el gatillo de sus armas.

Febrero de 2000
TELEC OMUNI CA CI ONES PARA
LA PAZ

«Yo no sólo utilizo el cerebro


que tengo, sino todos los que
pueda pedir prestados».

WOODROW WIL-
SON

Dos de los más trascendentales temas de la Co-


lombia de hoy se han caracterizado por carecer de
políticas de Estado, que trasciendan las coyunturas
y veleidades pasajeras de los gobiernos y sus mi-
nistros.

De la paz, lo único que me atrevo a decir, al


igual que millones de colombianos, es que cada día
que pasa nos hace más falta. Y me sumo al clamor
nacional por conseguirla, ojalá utilizando esa mis-
ma energía con que persistimos en la violencia.

De las telecomunicaciones, puedo hablar con un


poco de confianza, pero con la modestia que obliga
un entorno compuesto por diversidad de conoci-
mientos y tecnologías, tan aceleradamente cam-
biantes.

Colombia nunca ha tenido un plan de telecomu-


nicaciones. Ni siquiera políticas claras de gobierno.
Hemos sido tradicionalmente repentistas. Al igual
que pasa con mucha música folklórica, tocamos sin
partitura. Ejecutamos piezas improvisadas con pe-
queños grupos de cámara conformados a la carre-
ra.

Pese a todo, se han compuesto algunos


buenos temas y se han ejecutado con buena
audiencia. Claro que hay también que darle
los créditos al lobby empresarial, que ha sido
inspirador de varias melodías. A algunos, de-
finitivamente les ha sonado la flauta.

Por estos días se ha anunciado la adopción


de un Plan nacional de telecomunicaciones.
Sin entrar a enjuiciar con profundidad su con-
tenido y alcances, pues sólo conocemos su
resumen ejecutivo, podemos decir que al me-
nos se ha comenzado a trabajar en una obra
indispensable con la que se pueda ensayar.
No es la Sinfonía que hubiese querido escu-
char. Me suena un poco a la famosa obra de
Schubert. En sentido estricto, es más un es-
tudio que un verdadero plan.

Creemos que puede ser un buen comienzo.


Con serios ajustes, si se le dan garras, se di-
cen algunas cosas con menos circunloquios,
se le vende adecuadamente al país, a la clase
política, a los operadores de servicios, a los
precandidatos actuales y futuros, a la socie-
dad civil y al resto de los actores del sector,
quizá podamos contar por fin con una partitu-
ra a la que se le midan buenos directores,
que la ejecuten con maestría. Y seguramente
nosotros los observadores, analistas y usua-
rios podamos aprender a tararearla con delei-
te.
Un tema que abordó el plan tímidamente
por los roces que necesariamente acarrearía
y que justifica un objetivo e independiente
análisis, es el de la organización institucional
de todo el sector. ¿Le conviene al desarrollo
general del país la coexistencia de diferentes
entes regulando diferentes servicios?. Tiene
sentido en tiempos de convergencia digital,
una Comisión Nacional de Televisión, una Co-
misión de Regulación de Telecomunicaciones,
un Ministerio, una Superintendencia de Servi-
cios Públicos?, ¿Están adecuadamente prepa-
rados estos entes para cumplir con sus fun-
ciones?

La mayor debilidad de este plan, al igual que


tantos otros que aparecen y desaparecen con cada
gobierno, es su escasa fuerza de consenso, su poca
representatividad de todos los actores de las tele-
comunicaciones y de la sociedad en general. No es
difícil prever entonces la escasa vida útil que este
tendrá.

Al analizar los temas de telecomunicaciones hay


que comenzar a tener obsesivamente en cuenta,
que estamos en frente de la más eficaz herramien-
ta para perfeccionar las democracias y para esti-
mular el desarrollo económico y social.

A partir de McLuhan, se insiste en que los


medios son una especie de prolongación de
nuestros sentidos. Y que las redes de comuni-
cación son una continuación de nuestro siste-
ma nervioso central, que al igual que las si -
napsis enlazan las neuronas, éstas unen los
cerebros y los corazones entres sí, a las so-
ciedades y a los pueblos. Pero que también
los pueden desintegrar, cuando los mensajes
se falsifican, se rompen o se encarecen las
conexiones.

La existencia de abundantes redes y servi-


cios de comunicaciones de buena calidad, an-
cho de banda y de bajos precios nos garanti-
zarán un tejido social estrechamente unido,
que intercambia fácilmente productos y servi-
cios entre sí y con el resto del mundo, pero
también ideas, sentimientos, información,
anhelos y sueños comunes de manera amplia,
tolerante, justa y equitativa.

Las diferentes tecnologías de Banda Ancha de-


ben facilitar que las voces, las imágenes y datos de
la nueva Colombia que todos queremos, circulen a
gran velocidad por nuestras trochas y autopistas de
la información, para que siembren e irriguen una
paz llena de sentido y posibilidades.

Las telecomunicaciones tiene mucho que apor-


tarle a la paz. Si no lo vemos así, simplemente es-
taremos construyendo solo redes modernas que
nos enredarán en más injusticia y más violencia.

Abril de 1997
CAPÍTULO 2

BANDA
ESTRECHA
REGAÑO SA CHSIA NO

«El verdadero cambio- lo que


realmente cambiará la forma
de la economía -, la revolución
en que nos vamos encontrar,
no es en una revolución de los
computadoras sino en una re-
volución de las comunicacio-
nes... Estamos hablando de co-
nectar todas las cosas del mun-
do entre si».

KEVIN
KELLY

¿Tiene el gobierno una política de tecnolo-


gía informática coherente?, preguntó Jeffry
Sachs, el mundialmente reconocido econo-
mista, hace unos días a su paso por Colom-
bia.

Dijo también el señor Sachs, con gran preocupa-


ción, al final de su intervención en el foro sobre el
modelo económico de Colombia, organizado por la
Casa Editorial El Tiempo, que no había escuchado
siquiera en las ponencias y discursos, una leve
mención al tema de las Tecnologías de la Informa-
ción como un aspecto económico fundamental del
desarrollo.

Las palabras del señor Sachs son, a mi juicio,


uno de los más merecidos y justos regaños que
haya recibido el país recientemente.
La respuesta a la pregunta de Jefry Sachs es un
NO rotundo. Y como es lógico si no existen esas
políticas, mucho menos pueden ser coherentes. Y
si no hay políticas de gobierno, menos aun existen
las de Estado, que son las que deberíamos tener en
estas materias.

Y no es sólo que nos las tenga el actual go -


bierno, es que los anteriores tampoco las
han tenido.

No sería justo llegar al extremo de decir


que no se ha hecho absolutamente nada al
respecto en el país o que las preocupaciones
no estén rondando algunas mentes de la ac-
tual administración.

Como siempre suele ocurrir en los diagnós-


ticos de las situaciones colombianas, abun-
dan las excepciones y los esfuerzos dispersos
pero valiosos, por lo general silenciosos, de
instituciones y personas.

Surgen como es habitual las consabidas ex-


plicaciones, excusas y justificaciones.

Tampoco se pueden desconocer iniciativas


como la que viene promoviendo desde hace
más de tres años el de Foro de Alta Tecnolo-
gía, una asociación que congrega destacados
miembros de la sociedad informática nacio-
nal, que busca estructurar una política na-
cional en tecnologías de la información.
Este esfuerzo ha contado con un tímido
respaldo del anterior y del actual gobierno,
pero sin la suficiente convicción y sin la in-
dispensable voluntad política.

Los políticos, por su lado, han permanecido


lejanos a estos temas, ante la escasa capaci-
dad de arrastre de votos que esto trae. Por
fortuna, ya en los discursos de los presiden-
ciables comienza a palparse la temática.

Noemí Sanín ya se refiere con frecuencia a la


sociedad del conocimiento, Juan Manuel Santos y la
fundación Buen Gobierno organiza foros sobre el
proyecto de Ley de Telecomunicaciones, Juan Ca-
milo Restrepo habla del tema con excesiva parque-
dad, quizá apabullado por tanta crisis económica, y
también Alvaro Uribe Vélez, quien como gobernador
de Antioquía impulsó el tema.

Para recuperar el tiempo perdido creemos que


puede ser necesario contar con alguna instancia
oficial única que se consagre solo y sin más respon-
sabilidades a trabajar mancomunadamente con
todo el país informático en el desarrollo de una vi-
sión y estrategias nacionales con sentido global.

Por algo Corea ha creado un Ministerio de Tec-


nologías de la Información, y Australia, una autori-
dad especializada. Manejos semejantes han adop-
tado Singapur y Nueva Zelanda. Sin contar con el
montón de organismos gubernamentales y organi-
zaciones de la sociedad civil que empujan estos te-
mas en Estados Unidos.
Al lado de la Política Monetaria, de la Cambiaria,
de la de Paz, debe comenzar desde ya a figurar las
Políticas de Estado sobre Tecnologías de Informa-
ción y Telecomunicaciones. No sólo para que el se-
ñor Sachs no vuelva a regañar a nuestros econo-
mistas, sino para que las generaciones futuras no
se lo reprochen a los actuales líderes del país.

P.D.: En un artículo de Jefry Sachs, publicado por la Revista Dinero


(mayo 26 de 2000), éste insiste en que los gobiernos tienen la responsabi-
lidad de disminuir la brecha tecnológica y que el mercado no funciona
solo. Recomienda además la lectura de «Guía de preparación para la Tec-
nología de la Información», documento preparado por IBM y la Universidad
de Harvard; herramienta útil para la adopción de estrategias sobre la ma-
teria. www readinessguide.org.

Junio 22 de 2000
El PRÓXIM O PRE SIDE NT E

«Sería necesario que los secto-


res publico y privado hagan un
esfuerzo sostenido por sensibi-
lizar al publico, pues ello ha de
contribuir a ampliar el merca-
do y reducir la disparidad entre
los que tienen y no tienen acce-
so a la información».

MARTÍN BANGE-
MAN.

Este hombre se ha ganado a pulso y con un con-


tundente «nadadito» de perro su boleto de entrada
a la casa de los presidentes:

- Líder político curtido en los escenarios claves


de la vida democrática.

- Cuenta con el desembozado apoyo del actual


presidente; importante fuerza si las cosas no se le
complican en el resto del período.

- Revolucionario y conservador. El hombre preci-


so para conducir los destinos de la sociedad en el
arranque del tercer milenio.

- Periodista de profesión y político por vocación y estirpe.

- Domina como pocos dirigentes en el mundo


tres estratégicos temas de la política global: la eco-
logía, la ciencia y la superautopista de la informa-
ción.

Desafortunadamente no podremos votar por él, porque


Al Gore no podrá estar en el tarjetón electoral colombiano.

El reelecto vicepresidente de los Estados Unidos,


Albert Gore, ex-representante y ex-senador, se ha
convertido en la más destacada figura política del
mundo en la transición de siglos.

Es el autor de la expresión superautopista de la


información, equivalente al concepto Europeo de
Sociedad de la Información. Tema clave en la visión
futura del desarrollo de los pueblos.

En marzo de 1994 durante la primera conferen-


cia mundial sobre desarrollo de las telecomunica-
ciones, celebrada en Buenos Aires, pronunció el ce-
lebre discurso, donde propuso la construcción de un
nuevo modelo de sociedad democrática, estructura-
da sobre las tecnologías de la información y las te-
lecomunicaciones. Documento que se puede con-
sultar en internet (www.whitehouse.gov, entrando
por la página del vicepresidente).

«Reinventando el gobierno», “Un Gobierno que


trabaje mejor y cueste menos», son otras de las
exitosas acciones que ha emprendido al lado del
presidente Clinton. Cuyos detalles, experiencias y
resultados se encuentran, como es ya natural, en
Internet ( www.npr.gov).

Si por alguna razón, que esperamos no se pre-


sente, Al Gore no llegase a la presidencia de los Es-
tados Unidos, ya se ha ganado, con sobradas razo-
nes, el título de primer presidente mundial del cy-
berespacio. Aunque la verdad sea dicha, en este li-
bertario lugar donde las personas interactúan sin
cortapisas, en igualdad y fraternidad, sobra el go-
bierno.

A los trabajos que desarrolla el vicepresidente


Gore, en las áreas específicas que lidera, hay que
seguirle cuidadosamente los pasos. Es mucho lo
que podemos aprender para beneficio de nuestra
gestión pública y de la construcción de una solida-
ria y sincera sociedad colombiana de la informa-
ción.

Las generaciones futuras no le excusarán a los


aspirantes presidenciales, pasar por alto en sus
propuestas y programas de gobierno estos trascen-
dentales temas. Y ojalá que el Ministerio de Comu-
nicaciones los haya incluido por fin en el plan de te-
lecomunicaciones para los próximos 10 años, por-
que ya lo habían olvidado, entre los suculentos
banquetes de pocos invitados, de la larga distancia,
la telefonía local, la radio en FM, la telefonía celular
y la televisión.

Pero los retos son mas grandes. Para salir de


este intrincado laberinto donde nos encontramos,
se necesitan líderes políticos, empresariales y en
toda la sociedad civil que puedan navegar, tanto en
el proceloso mar del narcotráfico, la guerrilla, la po-
breza y la crisis moral, como en el caudaloso y tur-
bulento río de la sociedad de la información y las
tecnologías, con las naves sincronizadas hacia des-
tinos comunes y solidarios.
Economía Colombiana. Febrero de 1997 .

NI COMIS IÓN NI MINISTE RIO

«Las comunicaciones son, ante


todo, un acto social. Constituyen
algo inherentemente cultural,
político y psicológico. Regular o
desregular las telecomunicacio-
nes por mezquinas motivaciones
económicas es perder de vista
su importancia primordial. Las
telecomunicaciones son parte de
la argamasa que nos mantiene
unidos en un mundo estremeci-
do por los cambios y la fragmen-
tación».

ALVIN TOF -
FLER.

La reforma constitucional que se tramita en el


congreso pretende eliminar la justamente vapulea-
da Comisión Nacional de Televisión y devolver sus
funciones al Ministerio de Comunicaciones.

¿Acaso el Ministerio ha hecho méritos para recu-


perar las funciones que tiempo atrás le quitaron
precisamente para contrarrestar las indebidas in-
fluencias políticas? ¿Será que el Ministerio ha veni-
do haciendo las cosas tan bien y de mejor forma
que la Comisión?. ¿Será que el Ministerio ha sido
capaz de estructurar una política de comunicacio-
nes coherente y estable?, ¿Será que las licitaciones
que ha hecho el Ministerio han sido modelos de
transparencia?.

A mi juicio, aun extrayendo lo mejor de ambas


instituciones, no alcanza para conformar un orga-
nismo de las condiciones que necesita el país para
afrontar los nuevos retos que plantean la construc-
ción de una sociedad de la información.

Si lo que quieren es hacer una reforma de


verdad, deberían eliminar también al Ministe-
rio de Comunicaciones. Tanto éste como la
Comisión han terminado siendo una especie
de loterías de licencias y frecuencias, que de-
berían vigilar las oficinas de rifas, juegos y
espectáculos.

Lo que el país no puede entender y no


acepta es que se haya creado un ente de ran -
go constitucional para repartir y distribuir los
canales de televisión, trabajo a que estaba
acostumbrado mal o bien el Ministerio de Co-
municaciones.

Para reemplazar a la Comisión y al Ministerio y para


atender otras funciones y responsabilidades del sector de
comunicaciones que andan por allí sueltas sin mayor cui-
dado, debería crearse más bien, una gran Comisión de Te-
lecomunicaciones y Tecnologías de la Información, técnica
e independiente, alejada de tanta politiquería dañina.

Gran comisión que esté conformada por reales


expertos en la materia, que formule y adopte las
políticas generales del Estado en telecomunicacio-
nes y en informática; que garantice una efectiva
competencia, sin regulaciones absurdas e improvi-
sadas, que proteja los intereses de los usuarios y
consumidores, lo mismo que el interés público.

Gran Comisión que debería asumir la responsa-


bilidad de garantizar el cumplimiento de un dere-
cho humano fundamental, que se abre camino en
el mundo y que es denominado derecho a la comu-
nicación, o derecho de acceso a las redes y servi-
cios de información, que la Ministra De Francisco
ha venido promoviendo y que se comprometió a
respaldar en la Conferencia de Plenipotenciarios de
la UIT en octubre pasado.

Después del derecho a la vida, el derecho a


estar conectado a Internet se perfila como
uno de los más trascendentales derechos hu-
manos. Una especie de Derecho facilitador o
Derecho soporte, sin el cual muchos de los
otros no serán mas que vanas y altisonantes
proclamas.

Sin una conexión a Internet, en muy corto


tiempo va a resultar casi imposible educar-
se, trabajar, participar en la democracia, cui-
dar la salud, entretenerse, informarse y desa-
rrollar casi cualquier actividad humana.

EL TIEMPO, enero 4 de 1999


LE Y SI, DECRET O NO

«Las fuerzas combinadas de la


tecnología y la naturaleza hu-
mana, al fin tendrán más fuer-
za para implementar la plurali-
dad que cualquier legislación
inventada por el Congreso».

NICHOLAS NEGROPONTE

Aunque las telecomunicaciones sean para usted


un tema que poco le importa y menos aun lo que
tiene que ver con dos servicios con nombres miste-
riosos como PCS y LMDS, si es bueno que como ciu-
dadano al menos conozca lo que está pasando con
los decretos que van a reglamentar la escogencia
de quienes le conectarán su casa, su oficina y tam-
bién su bolsillo.

PCS es, nada más ni nada menos, que la única


competencia que se aparece en el futuro de los ce-
lulares; empresas que han logrado con varias estra-
tagemas dilatorias prolongar su condición de oligo-
polio con grandes beneficios económicos, en detri-
mento de los usuarios o consumidores.

LMDS es otro servicio inalámbrico de comunica-


ciones que, al igual que PCS, tiene un gran poten-
cial en el futuro. LMDS permitirá tener en oficinas o
casas Internet a alta velocidad, teléfono, televisión,
vídeo por demanda y cuanta nueva aplicación se
produzca que exija alta velocidad de transmisión,
todo lo anterior en forma simultánea.

Este nuevo servicio tiene la extraordinaria capa-


cidad de poderle competir a varios de los actuales
operadores de telefonía, televisión por cable y de
valor agregado.

La historia de todo arrancó en el gobierno ante-


rior, cuando mediante un decreto se expidió una re-
glamentación para el servicio LMDS. La actual ad-
ministración no estuvo de acuerdo con él, lo derogó
y expidió uno nuevo.

En el Congreso no están de acuerdo con el últi-


mo decreto vigente actualmente y un parlamenta-
rio decide entonces presentar un Proyecto de Ley
que pretende modificarlo o sustituirlo. ¡Otra vez
más!

En cuanto a PCS, el anterior gobierno expide un


decreto para reglamentarlo y el actual decide que
es mejor hacerlo por ley, ya que así se logra mayor
estabilidad jurídica.

¿Será que los decretos en Colombia están llama-


dos a desaparecer ante la falta de estabilidad y de
credibilidad que estos tienen?. ¿Y habrá todo que
hacerlo por ley o por constitución?

¿Si se pudo hacer lo de LMDS por decreto por


qué no lo de PCS?

EL LMDS y el PCS representan para algunos solo


una línea de negocios más de gran magnitud. Se lo-
gra ver entre decreto o ley que va y viene, los que
desean no quedarse por fuera y los que quieren
participar en condiciones privilegiadas.

Una rebatiña legítima en términos empresariales,


si con lo que se está haciendo no se desconociera
el interés general y si no acudieran a zancadillas de
todo tipo y a tráfico de influencias imposibles de
comprobar, para burlar el interés público o para
conseguir ventajas artificiales y quizá sacar a al-
guien del camino.

Para nosotros los que no estaremos en el ágape


de las reparticiones de licencias, significa de acuer-
do a la prontitud y a la forma como se reglamente:
menores o mayores tarifas, mayor o menor cober-
tura, mayor o menor calidad, condiciones especia-
les para la educación o no, competencia efectiva o
simulada y respeto o desatención a nuestros dere-
chos como usuarios.

En el concierto internacional, lo que ha aconteci-


do y lo que está en curso afecta negativamente una
vez más, la imagen de Colombia como lugar atrac-
tivo para invertir.

Seguimos así dando nuevas muestras de la falta


de seriedad en las regulaciones, de carencia lasti-
mosa de políticas de estado en materias claves del
desarrollo económico, y de más exclusiones y ex-
clusivismos en temas de alta sensibilidad para el
futuro.
* LMDS (Local Multipont Distribution Services)
PCS (Personal Communication Services)

TELEC OMUNI CA CI ONES


PARA DI SCA PACI TAD O S; LEER P OR COLO M -
BIA

«Nuestra vida social se resiente


de una visible falta de solidari-
dad humana y de espíritu na-
cionalista y en ella se abren
profundas brechas, que son a la
manera de heridas sangrantes
clamando justicia en el desier-
to, sordo y mudo de una larga
Patria Boba».

INDALECIO LIÉVANO AGUI-


RRE.

En Colombia las políticas de Telecomunicacio-


nes en lo atinente a discapacitados ha sido míni-
ma, y al igual que otros aspectos, falta de coheren-
cia y circunstancial.

Una gran deuda tienen con esta numerosa pobla-


ción, la sociedad colombiana y el sector de teleco-
municaciones en especial.

En los países desarrollados el tratamiento, cui-


dado y atención que se da a los discapacitados es
muy humano y preferencial, acorde con su condi-
ción. Las regulaciones de varios países los prote-
gen de distinta forma, pero de manera efectiva.

En Estados Unidos existe una Ley sobre el tema


conocida como la ADA (Americans with Disabilities
Act). Adicionalmente a esta ley, el Acta de Teleco-
municaciones de 1996 en su sección 255 se refiere
también al acceso de las personas discapacitadas,
norma que es además ampliada en la parte rela-
cionada con el Servicio o Acceso Universal.

Esa atención especial a los discapacitados en Es-


tados Unidos, también se observa en sus obligacio-
nes de servicio universal, a las que han incluido la
intermediación para sordos TRS (Telecomunicatios
Relay Services).

De igual manera han hecho obligatoria ciertas


obligaciones en la fabricación de algunos dispositi-
vos, verbigracia, la de incluir sistemas de recepción
de Close Caption en determinados modelos de tele-
visores, o la relacionada con el HAC/VC Hearing Aid
Compatibility/ Volumen Control. También han atri-
buido varias frecuencias del espectro a dispositivos
no licenciados, tales como los Auditory Asistance
Devices, destinados a personas con deficiencias au-
ditivas, para ser utilizados en teatros, salas de con-
ferencias y de clases.

La FCC cuenta, por su parte, en Estados Unidos


con un Task Force, dedicado a promover en sus po-
líticas y acciones, el acceso a equipos y servicios
de telecomunicaciones para la población discapaci-
tada.
Uno nuevo proceso de regulación está en proce-
so en la FCC sobre el acceso a servicios y equipos
de telecomunicaciones para personas discapacita-
das, en desarrollo de lo dispuesto pos la Ley de
Comunicaciones del 96, que se encuentra abierto
al debate público, para las observaciones de los in-
teresados.

Esta misma preocupación se observa en Inglate-


rra, en donde la OFTEL siguiendo pautas de la UE
(Unión Europea) y cumpliendo además con manda-
mientos de normas nacionales, especialmente en
lo relacionado con la Amending Voice Telephony Di-
rective (AVTD), Artículo 8, que obliga a los países a
tomar medidas que aseguren un acceso no discri-
minatorio a los teléfonos públicos a personas con
discapacidad.

La Secretary of State for Trade and Industry y el


director general de OFTEL, por mandamiento del
Telecommunications Act de 1984, tienen el deber
de velar porque se proteja el interés de los consu-
midores en lo concerniente a los tipos de productos
y servicios de telecomunicaciones, que son sumi-
nistrados a discapacitados y personas de mayor
edad.

Los diferentes países, de acuerdo con sus pro-


pias políticas, han ido incorporando a su definición
de servicio universal, distintos tipos de aplicacio-
nes, usos de dispositivos y servicios, destinados a
la población discapacitada.
La Directiva 95/62/CE del Parlamento Europeo y
del Consejo relativa a la aplicación de la oferta de
red abierta (ONP) a la telefonía vocal, ha especifica-
do un alcance común a las obligaciones de servicio
Universal. Determinado que es aquel servicio de te-
lefonía vocal por medio de una conexión a la red
telefónica pública fija, que permite: servicios bási-
cos de telefonía de voz, servicios de emergencia,
asistencia de operador, servicio de información de
guía telefónica, teléfonos públicos de pago, utiliza-
ción de fax y módem.

Esta definición básica está ya en revisión y se


pretende complementar con la expresión: «la cone-
xión proporcionada permitirá a los usuarios efec-
tuar y recibir llamadas nacionales e internacionales
para transmisión de conversación, facsímil y/o co-
municaciones de datos».

El Estado Colombiano debería ofrecer por su par-


te a esta población ayudas concretas que se deben
generar desde diferentes entidades gubernamen-
tales, especialmente desde el Ministerio de Comu-
nicaciones, quien tiene mucho más que aportar a
esta población.

Los usos del espectro relacionados con aplicacio-


nes destinadas a discapacitados de distinto tipo,
son entre otros, objeto de regulaciones no licencia-
das o de uso libre en todo el mundo. Diversos dis-
positivos electrónicos que utilizan el espectro radio-
eléctrico se encargan de facilitarles y darles un
mejor estándar de vida a numerosas personas con
deficiencias.

En casos como estos no tienen el menor sentido


el cobro de licencias y los trámites o registros. En
primer lugar porque la gran mayoría de personas
en estas circunstancias son de escasos recursos
económicos y dadas precisamente sus condiciones
especiales, es hacerles la vida más dura, someter-
los a procedimientos que ni siquiera otras personas
realizan de buena gana. Es un acto de desconside-
ración, por no decir de maltrato.

Los planes de telefonía social no han reconocido


que estos colombianos tienen necesidades especia-
les, que no se han atendido en su debida magnitud.

Creemos por tanto que es necesario hacer los


ajustes pertinentes para que se puedan destinar re-
cursos de la telefonía social al apoyo de proyectos
de telecomunicaciones para discapacitados.

También es conveniente proteger y reservar to-


das aquellas bandas del espectro que se identifi-
quen a nivel mundial como de utilidad para disca-
pacitados.

Lo mismo que son aconsejables campañas de di-


vulgación destinadas a hacer conocer y popularizar
diferentes artefactos electrónicos y de comunica-
ciones para discapacitados.
PROMOVER LOS SERVICIOS DE RADIO-LECTU-
RAS

Un tema en particular que merece especial aten-


ción por parte del Ministerio es el relacionado con
los llamados Reading Radio Services o Servicios de
Lectura por Radio, o simplemente Radio-Lecturas,
que son una forma más de utilización de las comu-
nicaciones con beneficio social y solidario, que tie-
ne gran popularidad en países como Estados Uni-
dos, Canadá y Australia.

Los servicios de Radio lecturas están dedicados a


leer material impreso de distinto tipo: periódicos,
revistas, libros etc., para personas invidentes u
otros incapacitados, e incluso analfabetas. El tra-
bajo es realizado por voluntarios que donan su
tiempo de lectura. También podrían realizarlo estu-
diantes de comunicación en prácticas, etc.

El servicio se puede prestar utilizando los sub-


canales o sub-portadoras (SCA) de las emisoras de
FM, o por medio de las mismas estaciones de FM.
También se puede ofrecer en los sistemas de TV Ca-
ble, utilizando el SAP (Second Audio Programing)
una subportadora del canal de TV.

En el caso colombiano podría pensarse, además,


en la posibilidad de utilizar la frecuencia 162.5 Mhz
para este fin, que se utiliza en Estados Unidos para
servicios de información meteorológica. Para lo cual
se requeriría autorización especial del Ministerio de
Comunicaciones. Se sugiere esta frecuencia, en ra-
zón a que se pueden conseguir receptores de bajo
costo que además son capaces de recibir estacio-
nes de AM y FM.

También se podrían autorizar estaciones de Ra-


diodifusión en FM de baja potencia exclusivamente
para este propósito.

Finalmente, y en el peor de los casos, también


podría ser viable realizar una amplia campaña de
promoción orientada a que las estaciones locales
de FM, sin ánimo de lucro, que se han licenciado,
incluyan en su programación horarios destinados a
este servicio solidario, que beneficiará a tantos
segmentos de población necesitada.

Hemos venido proponiendo infructuosamente


en Colombia por más de 15 años la incorporación
de este servicio sin ánimo de lucro, principalmente
para invidentes, pero también para quienes no tie-
nen con que leer e incluso para los que no leen.
Para montar el servicio son recomendables los
siguientes elementos: consola de sonido de 6 cana-
les, 4 micrófonos, 2 tornamesas o reproductoras de
CD, una grabadora de casetes; en otras palabras,
un pequeño estudio de radio.

De acuerdo a la solución que se escoja se reque-


rirá de generador de subcanal un transmisor o un
modulador de F.M.
URGENCI AS Y EME RGE NCIA S

«Lo que no quieras para ti no lo


quieras para tu prójimo. Esto es
toda la ley, lo demás es comen-
tario».
TALMUD, SHABBAT, 31a

El primer número que aprende un niño en


Estados Unidos es el 911, teléfono único en
todo el país para llamar en caso de situacio-
nes de emergencia de cualquier tipo.

Gracias al temprano aprendizaje de este


número muchos menores que apenas co-
mienzan a hablar le han salvado la vida a pa-
dres, adultos y a otros niños. Además de lo-
grar una rápida reacción de la policía que ha
frustrado robos, atracos, homicidio y otras
acciones delictivas.

La serie de televisión que lleva el nombre


de este servicio: Emergencia 9-11 nos ha pre-
sentado casos muy interesantes que com-
prueban su eficacia, beneficios y gran utili-
dad comunitaria.

Los centros de atención telefónicos encar-


gados de recibir todas las llamada de emer-
gencias de la ciudadanía son el esfuerzo inte-
grado de las diferentes autoridades en mejo-
rar sus servicios (policía, bomberos, hospita-
les, tránsito, etc). Los cuales son financiados
y respaldados por las administraciones loca-
les.
URGENCI AS Y EME RGE NCIA S

«Lo que no quieras para ti no lo


quieras para tu prójimo. Esto es
toda la ley, lo demás es comen-
tario».
TALMUD, SHABBAT, 31a

El primer número que aprende un niño en


Estados Unidos es el 911, teléfono único en
todo el país para llamar en caso de situacio-
nes de emergencia de cualquier tipo.

Gracias al temprano aprendizaje de este


número muchos menores que apenas co-
mienzan a hablar le han salvado la vida a pa-
dres, adultos y a otros niños. Además de lo-
grar una rápida reacción de la policía que ha
frustrado robos, atracos, homicidio y otras
acciones delictivas.

La serie de televisión que lleva el nombre


de este servicio: Emergencia 9-11 nos ha pre-
sentado casos muy interesantes que com-
prueban su eficacia, beneficios y gran utili-
dad comunitaria.
Los centros de atención telefónicos encar-
gados de recibir todas las llamada de emer-
gencias de la ciudadanía son el esfuerzo inte-
grado de las diferentes autoridades en mejo-
rar sus servicios (policía, bomberos, hospita-
les, tránsito, etc). Los cuales son financiados
y respaldados por las administraciones loca-
les.

En Europa algunos países contaban con núme-


ros universales de emergencia, pero con la integra-
ción, sólo hasta el año pasado decidieron escoger
como número único el 112. Canadá por su parte se
acogió el mismo número de Estados Unidos.

En Colombia, mientras Bogotá cuenta con 25 te-


léfonos de urgencias diferentes, en Medellín logra-
ron dar un paso muy importante, digno de imitarse,
al conformar un centro regulador de urgencias y
emergencias relacionadas con bomberos, ambulan-
cias, cruz roja, tránsito, defensa civil, y toxicología,
las cuales son atendidas en el número 125.

Las tecnologías que permiten contar con estos


servicios están al alcance de prácticamente cual-
quier municipio colombiano. Sólo se requiere volun-
tad, junto a esfuerzos comunes y compartidos en-
tre quienes tienen estas responsabilidades. Desa-
fortunadamente para todo aquello que signifique
solidaridad, trabajo en equipo, cooperación y de-
más formas de interacción plural nos hemos vuelto
bastante discapacitados.
Se requiere, además, la adopción del número
único nacional y el establecimiento de pautas y re-
comendaciones de funcionamiento de carácter ge-
neral.

Hagamos que la vida cotidiana de todos los ciu-


dadanos esté menos llena de zozobras y dificulta-
des. Facilitemos el trabajo a los organismos de
atención de urgencias y emergencias. Ayudemos a
vivir mejor mientras llega la paz.

EL TIEMPO, agosto 22 del 2000.


TELEW ATCH

«Ninguno de vosotros es cre-


yente, hasta que desea para su
hermano aquello que también
quiere para si mismo».
SUNNAH

Estamos en construcción. Al igual que aparece


en tantas páginas de Internet, ese sería nuestro es-
logan. Queremos convertirnos en una organización
de la Sociedad Civil, que promueva el desarrollo
una sociedad colombiana de la Información, que vi-
gile y defienda el interés público en telecomunica-
ciones y tecnologías de la información.

Hemos definido como nuestros principales obje-


tivos y actividades:

- Actuar como punto de convergencia y enlaces de


los diferentes actores e interesados en la
telecomunicaciones de Colombia y
Latinoamérica.

- Divulgar y evangelizar sobre los más destacados


avances tecnológicos de las telecomunicaciones,
en beneficio del desarrollo general del país.

- Promover el uso de servicios, aplicaciones y


equipos de telecomunicaciones.

- Defender el Interés público.


- Defender los intereses de los usuarios y
consumidores de servicios y equipos.
- Impulsar y promover el desarrollo de la
INFRAESTRUCTURA COLOMBIANA DE LA
INFORMACIÓN, en el contexto latinoamericano y
global.

- Recopilar y publicar noticias que despliegan los


medios de información sobre
Telecomunicaciones.

- Desarrollar servicios educativos ON LINE,


orientados a mejorar el conocimiento de las
nuevas tecnologías.

- Actuar como observatorio de tendencias de los


movimientos estratégicos del sector, en
Colombia y en el mundo.

- Servir como canal de opinión y de seguimiento a


la gestión pública en el sector.

QUÉ HEMOS HECHO

Pese a lo extremadamente complejo y difícil que re-


sulta hacerse oír en Colombia y a la escasa participación
ciudadana en asuntos de telecomunicaciones, hemos lo-
grado algunos pequeños avances en nuestras acciones y
actividades gracias al apoyo de diferentes personas e insti-
tuciones.

Debemos reconocer que nada de lo que hemos alcan-


zado ha sido posible sin la contribución de todos ellos. Y es-
tamos convencidos, de que casi nada lograremos si no es-
trechamos aun más el trabajo mancomunado entre quie-
nes compartimos iguales preocupaciones y propósitos.
Nuestros aportes, han variado de intensi-
dad, visibilidad y dedicación, por nuestras
propias restricciones de tiempo, de divulga-
ción y de recursos.

Estas son algunas muestras de ese trasegar si-


lencioso y modesto, al lado de amigos y colabora-
dores. Han sido en algunos casos sólo semillas, o
agua para su germinación, abono o cuidados para
su crecimiento:

- Elaboración de la primera Iniciativa colombia-


na sobre Infraestructura de la Información.

- Propuesta para dedicar un número especial en


la Revista Colombiana de Telecomunicaciones al
tema de Infraestructura de la Información.

- Preparación y redacción de Proyecto de Ley


que creaba la Dirección de Tecnologías de la Infor-
mación en el Ministerio de Comunicaciones, cuyas
responsabilidades serían las de impulsar y coordi-
nar la elaboración de políticas nacionales sobre tec-
nología de la información e infraestructura de la in-
formación.

- Conferencias, charlas y redacción de docu-


mentos para divulgar la visión mundial sobre So-
ciedad de la Información.

- Publicación de varios artículos de evangeliza-


ción tecnológica y de opinión en las paginas edito-
riales del Diario El Tiempo, gracias a la compren-
sión y respaldo de esta prestigiosa casa editorial.

Intervención en la II Conferencia Mundial de De-


sarrollo de las Telecomunicaciones, logrando incluir
en la declaración de la Valeta, con el apoyo de la
delegación de México, el especial énfasis que debe-
ría darse a los países subdesarrollados y en vías de
desarrollo al tema de infraestructura de la informa-
ción.

Elaboración para el Ministerio de Comunicacio-


nes de un estudio sobre servicios y usos no licen-
ciados del espectro, con énfasis en el tema de UNII
(Unlicensed National Information Infraestructure
Devices). Como resultado se reglamentó su uso en
Colombia atribuyéndose las porciones respectivas
del espectro.

Despliegue en primera página de el diario El


Tiempo (Julio 22 de 1998) de nuestra posición acer-
ca de la posible adjudicación de los sistema de PCS
a operadores de Telefonía Celular, que les otorgaría
una posición dominante o de privilegio en el merca-
do de telefonía móvil.

Igualmente denunciamos la demora en su re-


glamentación y adjudicación, con perjuicio para el
desarrollo del sector y para los potenciales usua-
rios, que podrían obtener tarifas mas bajas.

- Publicación de dos manuales de divulgación


sobre Internet. (Internet Qué es, Para Qué sirve y
Cómo se usa - Claves para sacarle provecho a Inter-
net).
- Participación en la preparación del primer pro-
yecto nacional de banda ancha con TELECOM y el
Ministerio de Comunicaciones. RITA (Red de Inves-
tigación en Telecomunicaciones Avanzadas).
- Publicación del primer medio impreso colom-
biano en Internet. (Revista Colombiana de Teleco-
municaciones Julio de 1995).

- Participación en la preparación del proyecto de


conexión de 2000 escuelas a Internet. (Telecom, Mi-
nisterio de Comunicaciones, Ministerio de Educa-
ción).

- Propuesta de inclusión de la figura del Defensor


del Televidente en la Ley de Televisión, que terminó
totalmente desvirtuada.

- Participación en los trabajos de preparación de


una propuesta para una Política Nacional de Infor-
mática, iniciativa del Foro de Alta Tecnología.

- Iniciativa para la creación de Observatorios de


Nuevas Tecnologías para el desarrollo nacional.

Es muy poco lo que hemos hecho, frente a tan-


to que debemos hacer entre todos, antes de que el
atraso y la injusticia nos condene a más desgracias.
CAPÍTULO 3

SEÑAL
Y RUIDO
LA VERD AD DEVAL UAD A

«Nosotros hemos transformado


la información en una forma de
basura».
NEIL POST -
MAN

Gota a gota, al igual que lo hicieron con el peso,


nos devaluaron muchos de los valores del alma co-
lombiana, de la nación, o del proyecto de país que
hemos intentado inútilmente construir.

Han venido sufriendo el impacto de la desvalori-


zación, entre tantos: la moral, la honestidad, la ver-
dad, la amistad, la palabra empeñada, la libertad,
las convicciones, la democracia y las mismas leyes.

Lo que ocurrió el año anterior con una re-


forma a la ley de televisión del 95, que no al -
canzo a sobrevivir el 96, en aspectos crucia-
les de su contenido, es una pequeña muestra
de lo que ya se siente como una pandemia in-
controlable, que carcome los tuétanos de
nuestra asediada Colombia.

Con verdades devaluadas, quizá más bien falsifi-


cadas, se defendió la contrareforma a la Ley del 95.
Con el pretexto de la democratización, se justifica-
ron los cambios hacia todo lo contrario. Doce me-
ses atrás, este mismo gobierno e igual Congreso,
expresaban idénticos argumentos de la ley original,
llamada pomposamente la televisión del futuro.

Igualdad de oportunidades, uso racional y efi-


ciente del espectro electromagnético y pluralismo,
también figuran entre las motivaciones de la ante-
rior ley, que ahora se modifica con idénticos sus-
tentos.

Expresiones de este tenor no se le niegan a nin-


guna ley, pues ya valen tanto como un billete de un
peso. Se volvieron vana retórica altisonante y hue-
ca, de que está repleta la legislación.

La nueva ley crea la figura de la revisión cada


seis meses de los contratos de concesión de los es-
pacios entregados a programadores de noticieros;
una especie colombiana de espada de Damocles,
que pende sobre la cabeza de la libertad de prensa.

Qué tan democrático, justo y equitativo es que


se niegue la prórroga de los espacios de televisión
periodísticos a quienes invierten en una empresa,
que puede perder su contrato repentinamente y
que no puede permanecer en esa actividad econó-
mica por más tiempo que el que el legislador ha
determinado caprichosamente.

Cuando los congresistas no cuentan con un cuerpo de


asesores técnicos especializados de alto nivel, consagrados
exclusivamente al estudio y defensa del máximo interés de
la nación, son altamente vulnerables al cabildeo de quienes
están interesados en los negocios por encima de todo.
Los padres de la patria son presa fácil de los asesores y
expertos de los potenciales inversionistas (defensores del
sacrosanto y respetable estado de pérdidas y ganancias).Y
si a esto se suma que los interesados en la ley les han fi-
nanciado sus campañas, ya nos podremos suponer a don-
de van a parar los máximos intereses de la Nación.

Para infortunio del interés público colombiano,


no se cuenta tampoco con entidades independien-
tes, que tengan la suficiente fuerza, credibilidad y
financiación- o por lo menos no se siente su presen-
cia- que puedan defender con propiedad, el interés
general, en estos temas de las telecomunicaciones
y tecnologías de la información, para que contra-
rresten el legítimo, pero a veces atropellante lobby
de los grupos económicos.

Por ello es de gran importancia para la revalua-


ción de la democracia que junto al cabildeo de los
inversionistas y de los intereses particulares se tu-
viera una fuerte presencia de las entidades de vigi-
lancia y control en estos temas, muy descuidados
por la opinión pública, por su aparente complejidad.

Asimismo deberían crearse ONGs especializadas,


que se dediquen de tiempo completo a velar por el
interés general, en la formación, cumplimiento y
aplicación de las leyes en temas de telecomunica-
ciones y tecnologías de la información.

El mismo Congreso debería tener un cuerpo téc-


nico de asesores de alto nivel, para estudiar exclu-
sivamente los proyectos de ley en esta temática, lo
mismo que para enriquecer y profundizar el control
político al gobierno y a otras entidades.

Ya es hora de decretar una emergencia moral


que corrija el rumbo que se perdió hace más de 50
años. Para que la verdad vuelva a adquirir su justo
valor y nos digamos tantas mentiras cotidianamen-
te.

Enero de 1996
IN TEL IG ENCIA BRUTA

«Descubra si su arrogancia in-


telectual está causando una ig-
norancia que lo inhabilita y su-
pérala».

PETER DRUC-
KER

Si algo parece haber de sobra en Colombia es


gente inteligente. La teoría de las inteligencias múl-
tiples de Howard Gardner y la de la inteligencia
emocional de Goldman, son insuficientes para com-
prender ésa exuberante abundancia de materia gris
en estas tierras; tanta como nuestra propia bio-di-
versidad.

Predomina dentro de ésa jauría atronadora de


inteligencias, la de tipo lingüístico. Esa que es ca-
paz de convencernos de que el país no va tan mal
como parece, que el desempleo esta disminuyendo,
que las masacres y la violencia están en vías de
extinción porque ya hemos tocado fondo.

Pero se nos olvida que a la inteligencia cerebral,


como a las computadoras, le afectan innumerables
virus que trastornan su entendimiento y sus capa-
cidades de procesamiento. Una rápida mirada al
entorno permite identificar unos cuantos dañinos
agentes: desinformación involuntaria y circunstan-
cial (una forma culta y moderna de la ignorancia),
pasiones políticas y de negocios, sordera a las vo-
ces de los humildes y a las advertencias de peli-
gro, idolatrías surgidas desde los medios (idolatrías
mediotizadas).

También alteran los pensamientos y la conducta


de los inteligentes, una disminución o pérdida de
los valores, de la moral, de la ética cuya ausencia
nos viene minando con asechanza y sin contempla-
ciones, dando lugar al resurgimiento de la bestia
primigenia que se esconde en las profundidades del
ser humano. («Colombia es una sociedad moral-
mente enferma «Juan Pablo II) .

Tampoco somos conscientes de que ningún ce-


rebro individualmente considerado se destaca por
la labor solitaria de unas pocas neuronas. El poten-
cial de sus logros está dado por el trabajo interco-
nectado y solidario de millones de ellas. De igual
manera, como el extraordinario éxito de Internet
está basado en la interconexión de millones de ce-
rebros, tanto los de las computadoras y sus redes,
como los de las personas que están plasmados en
ellas.

En Colombia se vienen haciendo esfuerzos im-


portantes, todavía insuficientes, para poner las
computadoras en red, pero se requiere de mucha
mas energía, de cooperación y de tiempo para la
construcción de múltiples redes de inteligencias.

Alguien que sabe mucho de cerebros, el científi-


co Rodolfo Llinás, ha dicho con toda claridad, y
con su extraordinaria sapiencia y humildad, dos
cosas claves para recordar en estos momentos: «la
violencia no es asunto de raza, y que sólo la edu-
cación es capaz de sacarnos del hoyo negro en que
hemos caído».
Cuántas veces y de cuantas formas más se oirá
decir que sin educación no hay esperanzas. Re-
cientes índices internacionales lo confirman, la edu-
cación en Colombia sigue en barrena. Pese a tan-
tas autorizadas voces y a tan calificadas iniciativas,
nacionales e internacionales que se conocen perió-
dicamente, seguimos sin derroteros claros.

Cómo haremos para construir redes educativas,


que utilicen intensamente las tecnologías de la co-
municación y de la información, pero también las
aulas, la calle y los campos que se conviertan en
columna vertebral por medio de la cual se siembre
y se cultive la paz en tantas inteligencias sueltas
que andan por allí. Y cómo haremos para que los
gobiernos de los próximos cincuenta años y toda la
sociedad civil adquieran el compromiso y lo cum-
plan.

Otro colombiano que también sabe de lo que los


cerebros son capaces, Alvaro Mutis, también nos da
una luz, a su manera: «A mí lo que verdaderamen-
te me interesa es el progreso de los sentimientos».

No será que una educación repleta de mucha


información y conocimientos, con poco de buenos
sentimientos y escasas redes de banda ancha, está
produciendo muchas inteligencias brutas, o lo que
es más grave: inteligencias brutales y caníbales.
Julio de 1997

REI NADO DE IN TEL IG ENCIA S

«Pero ¡silencio! ¿Qué luz se fil-


tra por aquella ventana? Habla
y sin embargo no dice nada».

SHAKESPEARE. Romeo y Julie-


ta.

Apenas habían terminado de empacar las


reinas sus vestidos de fantasía y sus sueños
de llevarse la corona, y los periodistas acaba-
ban de apagar sus luces y cámaras, cuando
desfilaron por el corralito de piedra, en una
misma semana dos de los más reconocidos
gurús del ciberespacio, de Internet, de la so-
ciedad de la información o como quiera lla-
mársele a este nuevo modelo de desarrollo
que ya inspira novedosas visiones del próxi-
mo siglo.

Dos visionarios de esa sociedad futura, es-


tudiosos del poder de la informática y las te-
lecomunicaciones que andan propagando por
todo el mundo sus enormes posibilidades (no
gratuitamente, cobran 25 millones de pesos
por cada presentación), los tuvimos bien cer-
ca de nosotros, quizá sólo para mostrarnos
cuán lejos andan de las mentes de nuestra
clase dirigente.
George Gilder y Don Tapscott vinieron como con-
ferencistas a un evento latinoamericano de auto-
matización bancaria, en el que expusieron ante casi
mil asistentes de toda la región, su visión futura de
este importante negocio. Pero también hablaron del
impacto de las nuevas tecnologías en el desarrollo
de los pueblos.

Gilder fue asesor de los presidentes Reagan y


Bush y es autor de reconocidos libros, entre los
cuales se destacan Vida después de la Televisión y
Microcosmos.

Tapscot, conocido en nuestro medio por un libro


de inspiración empresarial: «Cambios de paradig-
mas empresariales», acaba de publicar en castella-
no su libro Economía Digital, un verdadero manual
de supervivencia para conducir las empresas las
naciones hacia la sociedad futura de la información.

A Tapscott le correspondió liderar el proceso ca-


nadiense de la infraestructura de la información. Y
es hoy uno de sus mas destacados evangelizado-
res, al lado del Vicepresidente Al Gore.

El libro Economía Digital, junto con el informe de


los siete sabios (Misión de Ciencia, Educación y De-
sarrollo, al igual que otros preciosos documentos
como el Plan Decenal de Educación deberíamos
adoptarlos como guías obligatorias para todos los
que estén trabajando en remodelar o transformar
este país en una Nación verdaderamente justa y
equitativa para todos.
Deberíamos traerlos otra vez, pero para que ha-
blaran a los dirigentes de todos los sectores de Co-
lombia, en una jornada similar a la del certamen
de belleza y agregar a la lista a Alvin Toffler, John
Naisbit, Nicolás Negroponte, Martín Bangeman, Es-
ter Dyson. Para ver si nos obligan a pensar con más
grandeza y responsabilidad en el futuro de este
país sin brújula, inspirado en viejas teorías del po-
der y la democracia, soportado en un modelo chib-
cha de capitalismo salvaje, sin sentido social y de
patria, atribulado por enmarañadas violencias de
diverso origen.

Aquí que nos encantan tanto los reinados, por


qué no hacer uno de inteligencias, en el que poda-
mos apreciar ampliamente los encantos de proyec-
tos políticos, sociales, económicos, culturales, cien-
tíficos en que andan naciones de todos los conti-
nentes. Que nos ayuden a elegir nuevas y creati-
vas soluciones para salir del agujero negro de inso-
lubles problemas en que ha venido cayendo nues-
tro indescifrable país.

El día en que los medios de comunicación colom-


bianos destaquen de igual forma los desfiles de
hermosas mujeres que adornan cada año nuestra
encantadora Cartagena y los de las destacadas in-
teligencias que periódicamente arriban a ciudades
colombianas, le estarán dando muestras adiciona-
les al país de su preocupación por estimular la di-
vulgación y análisis de temas tecnológicos y cientí-
ficos, de crucial importancia en la agenda de la Co-
lombia del próximo milenio.
EL TIEMPO, diciembre 20 de 1996
EL EX TRAÑO ENCANT O DE
LA FÍSICA NUCLE AR

«La naturaleza no sólo es más


extraña de lo que pensamos,
sino más extraña de lo que po-
demos pensar»
JBS HALDA-
NE.

El mundo material, según lo aprendimos en la


secundaria, estaba compuesto por pequeños ladri-
llos llamados átomos, que contenían en su interior
tres minúsculas y aparentemente indivisibles partí-
culas; los electrones que giraban en torno a un nú-
cleo conformado por protones y neutrones.

Este simple modelo que contribuyó a desarrollar


la Física Atómica o Nuclear y a permitir la fabrica-
ción de la Bomba Atómica, que acabó con tantos
seres humanos, ha sido ya ampliamente superado.

Desde hace varios años los Microfísicos están ha-


blando de los QUARKS, como los mas pequeños
componentes del universo; palabra que tuvo su ori-
gen en una obra literaria de James Joyce.

Mucho de lo nuevo que se ha descubierto en lo


más íntimo de las profundidades de los Quarks ha
llevado a conformar un nuevo modelo, que está
conformado por un numeroso grupo de subpartícu-
las con nombres bastante curiosos, que bien pue-
den despertar significados no tan científicos como
lo que representan.
MUONES, PIONES, KAONES, son algunos de los
términos con que se identifican algunos de estos
nuevos Quarks. Palabras que tienen en nuestro
idioma parónimos de no tan alta alcurnia.

MESON ENCANTADO, BARION DOBLEMENTE EX-


TRAÑO, QUARKS VERDAD Y BELLEZA, son también
otros de los nombres con que se denominan otras
de estas inestables partículas, y que parecen más
bien extraídos de la literatura fantástica de las mil
y una noches.

Si la fusión atómica que surgió del antiguo mo-


delo nos produjo la Bomba H, esperemos que la fu-
sión de KAONES con BARIONES DOBLEMENTE EX-
TRAÑOS le traigan a la humanidad bombas de BE-
LLEZA y de VERDAD.

EL ESPECTADOR, 1995
CORREO ELE CT RÓNIC O
A LOMO DE MULA

«Definitivamente, dentro de lo
malo que es el ser humano, el
colombiano es especialmente
malo. Es una raza de mala ín-
dole: salvaje, cruel, malvada,
sanguinaria, envidiosa, mezqui-
na».
FERNANDO VALLE-
JO.

Así como somos de duros e implacables en la crí-


tica, los colombianos deberíamos ser más genero-
sos y justos con los aplausos y los reconocimientos.

En un ambiente caldeado por odios, rencores y


enfrentamientos de todo tipo parece que se nos hu-
biese vuelto difícil reconocerle a los demás (llámen-
se adversario político, competidor o simplemente al
desconocido ciudadano) sus logros, triunfos, apor-
tes, ideas y proyectos; aun tratándose de aquellos
de beneficio general, de una comunidad o de toda
la Nación.

Muchísimas iniciativas de todo tipo, que la gente


con el ánimo de mejorar la administración pública,
se esmera en promover, pasan desapercibidas o
son desconocidas, desmotivando así la participa-
ción ciudadana en la democracia.
Le sucede esto tanto al ciudadano corriente
como a iniciativas de altos funcionarios del estado,
que gozan del respaldo y la financiación guberna-
mental.
Recientemente, la Presidencia de la República
atacó a las FARC en Internet, presionando para que
se les quitara del sitio donde almacenaban su pági-
na WEB y remató de paso con una directiva presi-
dencial en octubre 30, que hace obligatoria a las
entidades públicas la publicación de información en
el ciberespacio.

No sé cuántas bolas le pararán los empleados


públicos a estas decisiones de la Presidencia, cuan-
do ni siquiera muchos cumplen la Constitución y las
leyes; pero esperemos que surta siquiera un efecto
orientador.

Efectivamente, Internet es un medio ideal para


dar a conocer mucha información pública importan-
te, que se desperdicia en los anaqueles y escrito-
rios oficiales, lo mismo que para ir creando una cul-
tura de la información, esencial para el desarrollo.
Porque una de las más protuberantes debilidades
que tenemos en el país es precisamente la de no
contar con confiable y actualizada información, en
casi todas las instancias públicas.

En el plan de reinvención del gobierno que ade-


lanta la administración Clinton, abanderado por el
máximo exponente de la nueva política para el pró-
ximo milenio, el vicepresidente Al Gore, las tecnolo-
gías de la información, son un componente esencial
para su éxito.
Internet ofrece enormes posibilidades, no sólo
para publicar información de cualquier clase (tam-
bién mucha basura), sino también, y quizá la de
más potencial, para interactuar con los entes públi-
cos. Trámites, solicitudes, procedimientos, eleccio-
nes, etc., figuran entre sus más cercanas aplicacio-
nes.
Decisiones oficiales que haga más transparente
el accionar de los empleados públicos, hay que
apoyarlas, esti mularlas y enriquecerlas, para que
sobrevivan a los vaivenes propios de los cambios
de gobierno. Por fortuna estas herramientas tecno-
lógicas, como el teléfono, la radio, la televisión, el
fax y ahora Internet tienen una dinámica propia
que les da el mercado, pero que necesitan una cla-
ra orientación para su aprovechamiento en benefi-
cio de un gobierno que trabaje mejor y cueste me-
nos, como reza el slogan gringo.

Notamos con extrañeza cómo en la comisión gu-


bernamental para la publicación de información y
servicios en Internet, constituida por el gobierno,
no figura COLCIENCIAS, ente oficial que ha venido
estimulando desde tiempo atrás la presencia de In-
ternet en el país.

Apoyemos con entusiasmo esta clase de iniciati-


vas gubernamentales para que logren trascender
los cambios de gobierno, y para que no nos pasen
curiosidades tecnológicas que recuerdan el correo a
lomo de mula, como la ocurrida con el Ministerio de
Comunicaciones, a quien le dirigimos un mensaje
de correo electrónico por Internet, desde fuera de
Bogotá, solicitándole una breve información. A los
pocos días respondieron, por esta misma vía, indi-
cando, que con mucho gusto darían tramite a la pe-
tición, siempre y cuando el mensaje se presentara
directamente en la oficina de correspondencia en
la capital de la República.

Diciembre de 1996
BAND A ANCHA Y CONTIN UID AD

«Mira la ganancia de tu vecino


como la tuya propia y su pérdi-
da como tu pérdida».

T’AL SHANG KAN YIN P’IEN

Orlando Ayala, el colombiano vicepresidente de


Microsoft, en entrevista concedida a El Tiempo,
recomendó alimentar de Banda Ancha y
continuidad a la Agenda de Conectividad del
gobierno, para prevenirle de raquitismo prematuro.

Por la Banda Ancha creo que no deberíamos


preocuparnos demasiado. Los operadores actuales
y los que seguramente llegarán, nos darán sopa y
seco de sus variados sabores cableados e
inalámbricos.

Para comprobarlo, veamos el variado y exótico


menú de platos de Banda Ancha que nos están
preparando:

BWLL (Broadband Wireless Local Loop), LMDS


(Local Multipont Distribution Services), WCDMA (Wi-
deBand Code División Múltiple Access), TM-UWB
(Time Modulation Ultra Wide Band), UMTS (Univer-
sal Mobile Telecomunication Services), Bluetooth,
Satélites de banda ancha, Fiberless Optical, DSL
(Digital Subcriber line),GPRS (General Packed Radio
Services), HSCSD (High Speed Circuit Switched
Data) EDGE ( Enhanced Data For Global Evolution),
U-NII (Unlicenced National Information Infraestruc-
ture Devices, DWDM (Dense Wavelenth División
Multiplexing), híbrido fibra-coaxial, etc.
En las cocinas tecnológicas del mundo,
principalmente en Estados Unidos, se encargaron
de preparar las recetas. (Gracias a Dios que en
Colombia no tuvimos nada que ver con el
horneado de la Banda Ancha, de lo contrario no
habríamos pasado de los 2.400 bps). Aquí sólo nos
toca servirlas bien y a tiempo. Y solo en esto ya hay
demoras. Lo que le da la razón al Vicepresidente de
Microsoft.

Pero lo que suponemos, debe preocupar


profundamente al prestigioso compatriota, es la
Banda Ancha para millones de colombianos que
ganan un dólar al día, y ni siquiera eso; o para
quienes no pueden conectarse a un acueducto de
agua potable, o para los que no tienen con qué
pagar las escandalosas tarifas telefónicas; para no
hablar de los miles de niños que se acuestan sin
poder conectarse a una cucharada de arroz.

Eso si que sabe verdaderamente amargo y se ve


como algo inalcanzable.

Por eso, para alcanzar lo imposible o al menos


hacer todo lo posible, es donde adquiere
importancia fundamental la continuidad.
En declaraciones a la Revista Semana, Ayala
expresó esa preocupación con cierto ingenio: “la
agenda deber ser también de continuidad”.

Por accidentes del destino político y personal- en


este caso para fortuna del país- la ex ministra
Claudia De Francisco quedó preñada de
conectividad, y al parecer, sigue al cuidado de la
criatura, seguramente hasta el final del mandato
Pastrana.

De allí en adelante, quien sabe que suceda.


CAPÍTULO 4

PORTADORAS
NOTAS SOBRE POLÍ TI CA S PÚBL I-
CA S
EN TE LE COM UNI CACIONE S Y
TEC NOLOGÍA S DE LA INF ORM A-
CIÓ N

«Todo lo que quisierais que los


hombres hagan con vosotros,
hacedlo también por ellos por-
que ésta es la ley de los profe-
tas».

MATEO, 7:12

Las Políticas Públicas de Telecomunicaciones y Tecnologí-


as de la información en Colombia han estado excesiva-
mente descuidadas tanto por los gobiernos como por la
academia y la sociedad civil en general, a pesar de su cre-
ciente importancia en la dirección del futuro de la Nación.

Deseamos con estas notas que no son otra cosa


que un conjunto deshilvanado de observaciones, re-
flexiones e inquietudes, contribuir a estimular el
debate nacional sobre la materia y a intensificar el
interés por su estudio.

AFINANDO LA VISIÓN DE UNA SOCIEDAD


AVANZADA

Las Tecnologías de la Información y las comuni-


caciones están comprobando día a día su descomu-
nal poder para transformar todos los rincones del
acontecer económico, cultural, educativo, etc, de
todo el mundo.

En este nuevo entorno TECNOLOGICO-CULTU-


RAL de carácter global surgen de manera explosiva
y constante innumerables servicios, usos y aplica-
ciones con esencia tele-informática, con repercusio-
nes que ya podemos palpar, y muchas otras de in-
sospechados impactos.

La gestión de la información y del conocimiento


se reconoce ahora más que nunca como herramien-
ta estratégica en mano de individuos, sociedad y
Estado. De su inteligente y oportuno uso depende
el éxito de proyectos, iniciativas, planes, etc.

El uso productivo del nuevo conocimiento, que


parece tan obvio, se está convirtiendo en una muy
compleja cuestión a la hora de tomar decisiones
empresariales y mucho más cuando de políticas de
Estado se trata. La tarea de desbrozar la informa-
ción verdaderamente valiosa y trascendente de lo
vano, perecedero y fútil es cada vez más difícil,
ante la proliferación y abundancia diluvial de esta
materia prima.

Variados estudios e investigaciones prospectivas


de organismos internaciones y centros de investiga-
ción coinciden en que son demasiados los cambios
de paradigmas que han comenzado a desatarse, y
que son pocos los países y sectores de su vida na-
cional los que se están preparando con las debidas
precauciones y estrategias a que todo esto obliga.
Los trabajos de concientización global vienen
dándose hace ya varios años desde el G7, el Banco
Mundial, el BID, UIT, UNESCO, OECD, entre otros.

No asimilar las nuevas tendencias y la visión


consecuente de futuro por parte las naciones, las
empresas y la sociedad civil puede complicar más
aún las titánicas tareas para salir del atraso y el
subdesarrollo.

Acercarse conceptualmente a la visión se compli-


ca un poco más en razón a los variados conceptos
o metáforas que pretenden bautizar el fenómeno.
Entre otros se pueden señalar: Infraestructuras de
la Información, Sociedad de la Información y del Co-
nocimiento, El Infolítico, El Séptimo Continente, La
Economía Digital, La Superautopista de la Informa-
ción, La Cybersociedad, El Mercado de la Informa-
ción, Tele-economía.

Si el Estado (no basta un gobierno) no cuenta


con una visión que haya interiorizado, al menos las
principales teorías, hipótesis, o lineamientos de las
nuevas realidades (como es el caso del colombia-
no) y que de alguna manera reconozca su papel en
este nuevo entorno, le resultará bien compleja y di-
fícil la articulación de sus políticas públicas en la
materia.

Como hemos repetido con insistencia, el conoci-


miento al menos de los trabajos norteamericanos y
europeas son indispensables para acercarse a
este megaconcepto de desarrollo tele-global.
Tanto en la Comunidad Europea como en los Es-
tados Unidos se han creado entidades interdiscipli-
narias públicas y mixtas con gran participación em-
presarial y social, desde las cuales se coordinan las
acciones de estas naciones. Donde han comprendi-
do la dimensión de lo que está en juego.

Precisamente sus máximos líderes políticos y


económicos han logrado concitar el interés de los
segmentos claves de opinión y decisión, argumen-
tando que sólo las TIC podrán mantener e incre-
mentar el crecimiento de sus economías, y que sin
ellas hay mínimas posibilidades de mantener si-
quiera sus actuales niveles de vida.

Según la OECD, « El desarrollo tecnológico es la


principal fuerza determinante del crecimiento en
productividad, empleo y estándar de vida en el me-
diano y largo plazo». Algo tan obvio pero tan des-
cuidado a la hora de formular políticas públicas.

Para conseguir sinergias de magnitud, economías de es-


cala y por supuesto mayores resultados, es por lo que se
requiere una alta coordinación entre las diferentes entida-
des tanto de los gobiernos como de la sociedad en general.

QUÉ SON LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

Como en toda construcción conceptual, donde


son fuertes las connotaciones de criterios y de opi-
nión, nos encontramos con una amplia variedad de
definiciones.
Cochran y Malone : “ Las Políticas Públicas son
las decisiones políticas que ponen en marcha pro-
gramas que persiguen objetivos sociales.”

Para B.Guy Peters “Las Políticas Públicas son la


suma de las actividades gubernamentales que eje-
cutan los diferentes agentes del Estado”.

Carlos Salazar por su parte las define como: “el


conjunto de sucesivas respuestas del Estado frente
a situaciones consideradas socialmente como pro-
blemáticas”.

El análisis de las Políticas Públicas lo define Dunn


como “ disciplina aplicada de las ciencias sociales,
que emplea múltiples métodos de investigación, en
un contexto de discusión y debate público, para
crear y divulgar, con valoración crítica, un conoci-
miento relevante de las Políticas”.

Mientras que los Procesos de Políticas de acuerdo


con Jones “son estudios enfocados a problemas pú-
blicos y a como éstos son resueltos por los gobier-
nos”.

Las Políticas Públicas se manifiestan en


conductas activas o pasivas, contenidas en
normas jurídicas, actos administrativos o si-
lencios con alta carga intencional, que tie-
nen la capacidad de afectar positiva o negati-
vamente el desarrollo general económico y
social de una nación o de determinados sec-
tores.
En Colombia no se ha tenido hasta ahora
una clara y sólida convicción acerca de la im-
portancia de contar con políticas de Estado
de largo aliento en diferentes temáticas; y
mucho menos, que las que se formulen y
adopten, lo hagan atendiendo esquemas de
consenso y con amplia participación social.

Sin que se pueda desconocer al mismo


tiempo los logros que se han obtenido cuando
las que se han adoptado e implementado
han gozado de un respaldo, apoyo y continui-
dad de los diferentes gobiernos.

Sobresalen entre éstas la política moneta-


ria que se adoptó mediante Decreto 444 de
1967 que alcanzó a perdurar por cerca de 25
años, la cual dio sustento a la conocida deva-
luación gota a gota. Igualmente han gozado
de una relativa estabilidad como políticas,
aunque con diferentes nombres, estrategias y
distintos niveles de compromiso y resultados,
las de Alfabetización, Vivienda y Antinarcóti-
cos.

La intervención y vigilancia sobre las políti-


cas públicas se ha convertido en otra impor-
tante herramienta a través de la cual la ciu-
dadanía o la sociedad civil pueden ampliar el
ejercicio de sus poderes y derechos en una
democracia participativa.
Los beneficios que obtiene una nación al
adoptar políticas públicas que estén estructu-
radas preferiblemente con altos grados de
formalización, discusión y participación ciu-
dadana, son indiscutibles.

El más significativo de todos ellos radica en que


contribuye a dar mayor consistencia y solidez a la
compleja argamasa social y de intereses que con-
forman una nación.

Las políticas públicas compartidas y reconocidas


por los principales estamentos de la sociedad son
factores de cohesión y de solidaridad.

En sentido contrario, cuando se procede con de-


satención a propósitos comunes y de valor general,
el resultado es la exclusión, desequilibrios y en-
frentamientos que minan y destruyen el tejido so-
cial.
EL PODER DESESTABILIZADOR DE
LAS TECNOLOGÍAS

El sector de telecomunicaciones está experimen-


tando radicales cambios, originados fundamental-
mente en la explosión y afloramiento de tecnologí-
as de variado origen, básicamente en la poderosa
combinación de la informática -también llamada re-
cientemente TI (Tecnologías de la Información),-
con las mismas telecomunicaciones.

Las diferentes redes de telecomunicaciones, ca-


bleadas o inalámbricas, con soporte informático,
han adquirido la capacidad de transportar todo
tipo de contenido en forma digital (voz, vídeo, tex-
tos, datos, etc.).

Lo que está dando paso a lo que se ha denomi-


nado la convergencia de las industrias de entrete-
nimiento, computación y telecomunicaciones.

Esa convergencia digital produce como resultado


que las distinciones entre diferentes tipos de redes
y servicios se hagan cada vez más imprecisas y di-
fíciles, y finalmente casi imposibles. Y muy segura-
mente que se tornen innecesarias.

Interpretando esa nueva realidad, la ley de


telecomunicaciones de Estados Unidos, expe-
dida en el año 1996, contempla desde enton-
ces la figura del proveedor integral de servi-
cios de telecomunicaciones. Se reconoce así
esta clarísima tendencia en la que cada ope-
rador prestará los servicios que su infraes-
tructura de red, esté en capacidad técnica de
ofrecer.

Por otra parte, la inesperada y sorprenden-


te influencia de Internet terminó echando al
suelo definitivamente los tradicionales para-
digmas y límites forzados entre servicios, tra-
yendo de paso la aparición de nuevos total-
mente integrados.

Han surgido, así, mezclas o combinaciones


de viejos y nuevos servicios, con personali-
dad propia. Es el caso, por ejemplo, de un
servicio que une la televisión con el web de
Internet y el servicio telefónico.

Mediante un dispositivo o terminal espe-


cial, que se conecta simultáneamente al tele-
visor y a la línea telefónica, es posible nave-
gar por Internet, enviar y recibir correo elec-
trónico, dialogar en forma hablada, recibir ví-
deo por demanda, ver televisión, etc.

Se abren paso, de esta forma, dispositivos de


convergencia, que combinan las capacidades de re-
cepción de televisión (audiovisual) y las de compu-
tadora (procesamiento digital de información). Las
redes que soportan los servicios, pueden transmitir
en forma concurrente diversos tipos de contenidos.

Ha nacido desde la perspectiva del usuario un hí-


brido con sangre de computadora, teléfono, televi-
sión y con capacidad de recibir transfusiones gené-
ticas para otros menesteres y funciones.

Han surgido el computador de red (NC), el PC


Network, el Web TV, el screen phone (teléfono com-
putarizado con pantalla), los Net Appliances y otros
dispositivos dotados de inteligencia, que se unen a
la ya figura tradicional de la computadora personal.
Nuevos aparatos que están llamados a cumplir un
papel significativo en la masificación de las Tecnolo-
gías de la Información.

Todas estas categorías de terminales, junto con


las redes que los soportan, avanzan hacia unidades
multimedia y multiservicios, o hacia terminales es-
pecializadas en determinados servicios, transporta-
dos sobre protocolo Internet..

En este entorno de convergencia, es posible en-


viar un documento impreso desde una máquina de
fax, que luego se convierte a datos de tipo TCP/IP,
que al otro lado del mundo es posible recibir como
un mensaje de correo electrónico, o que en otro si-
tio se puede escuchar como un mensaje hablado, o
que puede recibirse como un biper o como un men-
saje alfanumérico en un teléfono celular, o leerse
en la pantalla del televisor.

Cabría preguntarse aquí: ¿Cuál servicio de tele-


comunicaciones se ha utilizado realmente de acuer-
do con la legislación colombiana?. ¿O, acaso éste
no sería mas que una forma de servicio postal si fi-
nalmente el destinatario lo que recibe es otra hoja
de papel tal como la que hubiera introducido en un
sobre y echado al correo?

LA INDESCIFRABLE IDIOSINCRASIA COLOM-


BIANA

Nada de la condición humana nos es extraño a


los colombianos; sobre todo sus bajezas, ruindades
y barbaries. Como duramente lo ha expresado el
escritor Fernando Vallejo, y da dolor repetirlo: “Defi-
nitivamente, dentro de lo malo que es el ser huma-
no, el colombiano es especialmente malo. Es una
raza de mala índole: salvaje, cruel, malvada, san-
guinaria, envidiosa, mezquina” .

Las intenciones, propuestas, planes, proyectos y


demás manifestaciones del pensamiento político en
Colombia pueden perfectamente interpretarse en
sentido contrario de lo que se expone, o en cual-
quier otro. Somos una «sociedad de la mentira»,
como titula un libro suyo la periodista y analista en
asuntos de la comunicación María Teresa Herrán.

Con cierta dosis de exageración podríamos de-


cir que en este país la mentira es la regla y la ver-
dad, la excepción. Y cuán difícil es conocer la ver-
dad o la mentira.

Los textos políticos o las políticas públicas, e in-


cluso las normas jurídicas, muchas veces están
cargadas de significados contrarios al realmente
expresado. O sólo persiguen objetivos o intencio-
nes conscientemente planteados para que se pue-
den incumplir o burlar o para que no produzcan
ningún efecto práctico. O como se dice popular-
mente son sólo himnos a la bandera, o lo que es lo
mismo letra muerta de atractiva y sonora manu-
factura.

En los mismos textos constitucionales y en nor-


mas de todo rango se puede apreciar la frecuente
costumbre de redactar normas que nadie cumple o
que se elaboran para ser fácilmente burladas o vio-
ladas.

La interpretación de la realidad colombiana y de


los textos escritos sobre ella implican, en muchos
casos la dificultad de desentrañar los sentidos ocul-
tos y las verdaderas intenciones, que obligan a un
esfuerzo semiológico especial. Estamos en presen-
cia de un complejo laberinto donde falta un espe-
cial hilo de Ariadna para no extraviarse.

Esa distancia que se aprecia en Colombia entre


el discurso político y las realidades de sus ejecuto-
rias hace necesario analizar los fenómenos, esen-
cialmente sobre resultados y hechos cumplidos.

Por esto seguimos en nuestras observaciones el


pensamiento de los analistas independientes: «las
políticas públicas es lo que el Estado realmente
hace o no hace». (Las Políticas Públicas. Carlos Sa-
lazar Vargas. Pontificia Universidad Javeriana
1995).

Sólo los actos cumplidos del gobierno y de las


instituciones estatales en general pueden dar una
explicación cercana sobre sus verdaderas intencio-
nes y objetivos. Fundamentarse sólo en documen-
tos, declaraciones, planes o programas puede re-
sultar estéril e inocuo.

Las normas de todo tipo, los actos admi -


nistrativos que expiden los entes reguladores
son, de alguna manera, las manifestaciones
más fidedignas de las políticas públicas en
telecomunicaciones en nuestro medio. Aun
así, en general, deberíamos hablar sólo de in-
dicios.

Constituyen a su vez otra fuente no me -


nos importante a la hora de abordar los estu-
dios de las políticas públicas, la inacción o el
no hacer, o la no toma de decisiones por par-
te de los entes estatales, ante cuestiones que
así lo exigen.

El dejar hacer, dejar pasar pero con clara


conciencia de sus consecuencias, o aparen-
tando un desconocimiento de las realidades,
también acompañan mucha de la gestión es-
tatal. Como se dice popularmente, hacerse el
de oreja sorda.

Realidades de bastante ocurrencia en el


sector de telecomunicaciones y nuevas tec-
nologías. En donde es más lo que se deja de
hacer, que lo que se logra ejecutar.

Este es un territorio donde pulula una in-


controlable irresponsabilidad administrativa.
Actuaciones omisivas, sin ninguna consecuen-
cia legal. Conductas estatales limbicas o sim-
plemente razones de Estado.
GLOBALIZACIÓN Y NACIONALIDAD

«Se puede pensar que los estados naciona-


les nacidos el siglo pasado van a desapare-
cer en provecho de lazos virtuales entre
ciudades con intereses comunes».

HUMBERTO ECO.

Los colombianos poseen dos grandes fortalezas


para participar de un mundo globalizado: senti-
mientos cosmopolitas y abundancia exuberante
de individualidades creadoras.

Aquí somos cosmopolitas porque interactuamos


fácilmente, sin reparos al pasaporte que ostentan
las personas y sin consideraciones de fundamenta-
lismos regionalistas, raciales o de chauvinismos
de cualquier índole

En Colombia no tenemos problemas para enten-


dernos con la gente del mundo. Aquí no hemos
sido xenófobos. No odiamos para nada a extranje-
ros o personas de otros países. Por el contrario, los
acogemos con amplitud y generosidad desbordan-
tes. Podría decirse que somos xenoidólatras. Ado-
ramos todo lo que viene de afuera.

Aquí no odiamos por razones de raza o etnia, re-


ligión o credo, ni por asuntos filosóficos, como tan-
to se ve en el mundo.

Tanta ha sido nuestra tradición hospitalaria con


los oriundos de otras tierras que en algún momento
de nuestra historia, durante una de tantas refor-
mas constitucionales, se estipuló o se llegó a pro-
poner que cualquier humano podía adquirir la na-
cionalidad con sólo pisar tierra colombiana. Algo se-
mejante a lo que decía sobre los esclavos la Consti-
tución de 1887: el que siendo esclavo pisare suelo
colombiano quedará libre.

Podríamos ser, sin mucha dificultad, el primer te-


rritorio verdaderamente internacional o global. Ad-
ministrado o gobernado por los mejores hombres
de todo el mundo. Entregaríamos con más confian-
za el manejo ecológico a Greeen Peace, la salud a
los suecos, la educación a los suizos, la economía
a los americanos, en fin, decidiríamos democráti-
camente a qué país u organización le entregamos
cada función pública, ante nuestra incapacidad
comprobada durante 190 años. Pero antes tendría-
mos que escoger muy bien a quién entregar el ma-
nejo mismo de las elecciones, para no terminar
cediéndole la administración de la economía a los
haitianos.

Somos tan universales y cosmopolitas que a mu-


chos colombianos ya les importa poco eso de ha-
ber nacido en Colombia. Bueno, para ser más exac-
to, hubiera sido preferible nacer en otra parte. En
cualquier sitio donde sencillamente se respete la
vida y la dignidad humana. Nada más que eso.

Pero esas grandes capacidades cosmopolitas y


de culto al individualismo o a la iniciativa personal,
se han visto opacadas por alteraciones y desvíos
de estas mismas virtudes.
El importante papel que cumplen los individuos
en la historia quedó convertido aquí en el más bru-
tal, dañino y mezquino individualismo. Desaforado,
sin talanqueras y sin compromisos sociales.

Individualismo patológico exacerbado por inteli-


gencias arrogantes sin principios morales y éticos.

Individualismo multiplicado por viejas prácticas


de la vida social de los pueblos, que ya se creían
extinguidas, que han dado nacimiento a novedo-
sas y refinadas reproducciones de soterrado escla-
vismo-feudalismo, de dictaduras empresariales y
de medios, hordas cuasi- salvajes asociadas y con
patente de corso para engañar, maltratar y esquil-
mar a los ciudadanos.

Ciudadanos que hemos terminado reducidos en


un conglomerado heterogéneo o montonera de
pueblos sin nación, con escasos enlaces de solidari-
dad y de sentimientos nacionales.

No somos más que un país sin Nación, dirigido o


controlado por una variopinta colección de semi-
dioses políticos, burócratas y plutócratas, que ma-
nipulan a su antojo una población hastiada, impo-
tente, burlada, frustrada, decepcionada, desespe-
ranzada, camino a la desintegración.

Estamos aquí sin más razones que las biológi-


cas, las mismas que obligan y empujan a los ani-
males a permanecer en los territorios conocidos y
dominados, donde obtienen alimento y sobreviven
sin esperanza alguna.

Somos un conjunto de pueblos, unidos por la cir-


cunstancia ajena a sus voluntades de haber sido
paridos aquí. Organizados en apariencia en una de-
mocracia; pero perfectamente falsificada, usurpa-
da por unos pocos y para su propio beneficio y pro-
vecho .

Vivimos entre el fuego cruzado de balas que sa-


len de todos lados. Entre el desprecio, la corrup-
ción, la descon fianza, el temor, la falsedad. Cre-
yendo que cada uno por su lado o con su cuadrilla
puede salir airoso de las refriegas cotidianas. De
hecho muchos lo han conseguido así.

Sólo comprendiendo y reconociendo sin remilgos


y con grandeza nuestras carencias y limitaciones,
podremos asumir la titánica tarea de transformacio-
nes profundas a nuestra condición actual, para con-
vertirnos en dignos ciudadanos del mundo.

POLÍTICAS PÚBLICAS EN TELECOMUNICACIO-

NES

El análisis de las Políticas Públicas (Public Policy)


en telecomunicaciones, debe conducirnos a una
doble tarea: tanto a interpretar las conductas y
omisiones de los gobiernos, como a promover
comportamientos o acciones gubernamentales,
ante cuestiones que plantean sectores de la socie-
dad, o que provienen de la propia iniciativa esta-
tal.

Las Políticas Públicas en lo que tiene que ver con


las Telecomunicaciones, la Radiodifusión (Radio y
Televisión) y demás medios de comunicación, e In-
formática (Tecnologías de la Información), compren-
den una amplia gama de aspectos y cuestiones,
que son reconocidos como instrumentos básicos
para el desarrollo económico, social y cultural de
las naciones.

En Telecomunicaciones podemos señalar, entre


otros: gestión del espectro radioeléctrico, interco-
nexión de redes, normalización, concesión o licen-
cias, precios y tarifas, competencia en los servicios
y control de esta, obligaciones de acceso universal,
participación ciudadana en la reglamentación, pro-
tección del consumidor, comunicaciones rurales.

En Radiodifusión y otros mass media, se-


ñalamos: contenidos y publicidad, concentra-
ción de la propiedad, libertad de prensa,
educación y medios, manifestaciones cultura-
les, etc.

En Informática o Tecnologías de la Informa-


ción podemos mencionar: Privacidad, Comer-
cio Electrónico, Propiedad Intelectual, Segu-
ridad.

Aunque acudamos todavía a diferenciar y


distinguir entre las anteriores categorías, las
tres se están convirtiendo en partes de un
todo unitario. Donde sólo será válido distin-
guir entre medios y mensajes (redes y conte-
nidos), o, lo que es lo mismo, entre infraes-
tructuras tecnológicas-servicios y contenidos.

De suerte que aspectos culturales, de pro-


piedad intelectual, salud, educación, compe-
tencia, protección al consumidor etc, por se-
ñalar sólo algunos, deben estudiarse en toda
su magnitud, de forma holística e integral,
sin distinción de estas tres categorías. Lo
cual no obsta para que se continúen desarro-
llando los estudios e investigaciones alta-
mente focalizados. Eso si sin perder nunca la
perspectiva integradora.

En virtud de estas nuevas realidades tecno-


lógicas el Estado desde ya debe comenzar a
diseñar políticas públicas integradas e inter-
gubernamentales

UNA MIRADA CRÍTICA

Confusión, caos y crecimiento, caracterizan al


sector de telecomunicaciones en el mundo, de
acuerdo con Pekka Tarjanne, director general de la
UIT hasta 1998.

Esos mismos calificativos le caben, como anillo


al dedo, a la realidad colombiana, pero elevados a
su máxima potencia, con especial énfasis en el
caos y la confusión.
Una rápida mirada a las políticas públicas colom-
bianas de telecomunicaciones, muestran un cua-
dro heterogéneo de circunstancias, al cual nos
aproximaremos, no sin cierta incertidumbre.

En Colombia ni siquiera la paz, una de las gran-


des prioridades nacionales, ha contado con políti-
cas de estado que superen las veleidades de cada
gobernante. Se ha actuado principalmente de for-
ma estentórea y por reacción.
No se han dado consensos nacionales que
apuntalen políticas de Estado de larga duración, in-
dispensables para lograr resultados importantes.

En telecomunicaciones, a pesar de esfuerzos es-


porádicos y transitorios, lo que se ha hecho no es
significativo.

No se puede negar tampoco que algunas políti-


cas hayan logrado un relativo éxito. Es el caso, por
ejemplo, de las políticas de ampliación y consolida-
ción de la competencia en los servicios de teleco-
municaciones de telefonía local y de larga distan-
cia, televisión, telefonía celular etc.

También es preciso incluir, entre éstas, las políti-


cas de telefonía social, que permitieron ciertos
despliegues de la telefonía en sectores rurales y de
bajos ingresos.

Muchas de las políticas adoptadas han Estado


en diversos casos motivadas por el lobby o cabil-
deo nacional e internacional. Debiendo reconocer
sin cortapisas, que por su efecto se ha producido
en los últimos años parte importante de la moder-
nización del sector.

Sin embargo los gobiernos han cedido sin sufi-


cientes y objetivas consideraciones. Las principa-
les presiones se han sentido con fuerza en telefo-
nía celular, radio y televisión. Y ya se ejercen sobre
PCS y LMDS.

Quizá la creencia y el convencimiento de que la


mano invisible del mercado es capaz por si sola de
promover el desarrollo integral y equitativo de este
país tan repleto de diversidades, ha llevado a que
se desestime el debate, el análisis y la formulación
de políticas públicas de mediano y largo alcance.

Sin duda (tienen algo de razón), la dinámica de


la competencia se encarga mejor que nada de pro-
mover e impulsar la construcción de infraestructura
de telecomunicaciones y de incorporar una mayor
oferta de servicios.

Pero se equivocan profundamente, si creen que


el sólo mercado es capaz de eliminar o reducir tan-
tos desequilibrios económicos y sociales que pade-
ce Colombia. Así como tampoco de proveer la
prestación de servicios en las zonas más alejadas y
deprimidas. Y mucho menos de darle uso prioritario
a servicios sociales de escasa o ninguna rentabili-
dad.
Otra constante que se observa también en la
gestión pública de las telecomunicaciones es un
voluntarismo exagerado.

Como reflejo del desbocado individualismo co-


lombiano, las autoridades administrativas o ejecuti-
vas llegan a sus cargos con la convicción de que
tienen en sus manos el poder para cambiar al
mundo, e inician acciones que ni siquiera figura-
ban en las prioridades de campaña del presidente
que los nombra.

Se emprenden diversas iniciativas, quizá muy lo-


ables, de efímera duración que no aparecen en
ninguna prioridad del Estado o que figurándolo, se
escoge una fórmula de ejecución que apunta más
que nada a hacer noticia en los medios. O a que se
contrate rápidamente, sin mayores deliberaciones
o estudios previos que garanticen un mínimo de
continuidad de lo que se inicia.

Sólo a manera de ejemplo citamos el caso de un


ministro que contrató todo un transponder de un
satélite para dedicarlo a televisión educativa- sin
duda una prioridad nacional- que le cuesta al Esta-
do 1.2 millones de dólares al año, sin que tuvieran
siquiera garantizada un mínimo de programación y
sin contar además con la adecuada coordinación
con el Ministerio de Educación y otras entidades
competentes. Tres años después no hallan qué ha-
cer con el satélite y con miles de antenas y recep-
tores que se compraron para tal fin.
La improvisación desbocada y sin reparos ha
sido, pues, un elemento característico del accio-
nar del Ministerio de Comunicaciones, el principal
encargado de diseñar y ejecutar políticas.

Otra sobresaliente peculiaridad que acompaña


el proceso reglamentario colombiano ha sido la se-
miclandestinidad en la que se producen las normas
reglamentarias. Se reglamenta de espaldas al país.
Se expiden reglamentaciones en muchas materias
sin considerar y debatir previamente las opiniones
de interesados o afectados por las normas y mucho
menos sin oír a las organizaciones de la sociedad
civil, bien escasas por cierto en este campo. La par-
ticipación ciudadana sí que ha brillado por su au-
sencia.

Aunque en estos últimos años se ha abierto un


poco el debate público, éstos han sido más forma-
les que reales. Las decisiones suelen estar ya prea-
cordadas o preconcebidas. Los llamados a comen-
tarios u observaciones son por lo general una com-
pleta farsa.

También creemos conveniente señalar que Co-


lombia ha visto frustrados varios planes decenales
que buscaban superar las naturales limitaciones del
período de gobierno de un presidente, para poder
dar continuidad a políticas, planes y proyectos para
los cuales un cuatrienio es absolutamente insufi-
ciente.

Los más representativos casos han sido un Plan


Decenal de Educación y otro de Telecomunicacio-
nes, que no han alcanzado, y es lo peor del caso, a
perdurar siquiera la transición de ministros de un
mismo gobierno.

Ha sufrido igual suerte un intento por dotar al


país de una política nacional en materias de Infor-
mática o de Tecnologías de Información, que tuvo
su origen en la sociedad civil, acogido por algún mi-
nistro, que dio como resultado unos lineamientos
de política, sin que se sepa de su supervivencia.

PRINCIPIOS REGULATORIOS

Para que sean tenidos en cuenta en los procesos


legislativos del caso, hemos considerado conve-
niente resaltar o referenciar algunos principios para
la formulación de políticas, que han propuesto dos
importantes fuerzas de opinión en el mundo:

Los ocho principios fundamentales planteados en


1995 por los países del G7 preocupados por el fu-
turo de la sociedad de la información, son sin duda
de gran ayuda para el efecto: fomento de una com-
petencia dinámica, estímulo a la inversión privada,
marco regulatorio adaptable a las nuevas realida-
des, libre acceso a las redes, garantía de servicio
universal, propiciar la igualdad de oportunidades
entre todos los ciudadanos, protección de la diver-
sidad de contenidos (cultural y lingüística), recono-
cimiento de la necesidad de cooperación mundial,
prestando especial atención a los países menos
adelantados.
Es preciso adelantar un examen cuidadoso
de los alcances de estos ocho temas, que
puedan servir a su vez como derroteros en
las formulaciones de políticas nacionales.

Dentro de lo principios que proponen los


países del G7, la competencia figura como
uno de los pilares. Esto implica que el capital
privado debe jugar un papel importante en la
construcción de las infraestructuras.

En el tema de la apertura a la competen-


cia, Colombia ha venido avanzando a buen
ritmo, pese a algunos contratiempos en los
procesos. Este ha sido, quizá el único hilo
conductor de las políticas públicas del sector,
caracterizado por el escaso análisis, incohe-
rencia y falta de continuidad. Realidad que
ha sido propiciada, sin duda, por el poder del
lobby que ejercen los grandes capitales co-
lombianos.

Con la ruptura del monopolio en el servi-


cios de larga distancia, que ejerció Telecom
por mucho tiempo y la apertura de canales
privados de televisión, el escenario de la
competencia se completa en todos los servi-
cios, haciendo falta una mayor desregulacion en los ser -
vicios de valor agregado, y una más expedita operación
de los procesos administrativos del Estado.

Sin embargo, así como es de importante la com-


petencia entre operadores privados o públicos o
mixtos, lo es también el que el Estado pueda lograr
una mejora sustancial y consolidación de su capa-
cidad de vigilancia y control sobre el espectro ra-
dioeléctrico y sobre la cobertura, calidad y precio
de todos los servicios.

Hace falta, además, que se establezcan o


se perfeccionen mecanismos de control co-
munitario o veedurías por parte de la socie-
dad civil. Lo mismo que los demás organis-
mos de control y vigilancia del Estado (Defen-
soría del Pueblo, Contraloría. Procuraduría,
Superintendencia de Servicios Públicos) se
preparen y adecuen sus organizaciones para
participar más activamente en estos proce-
sos.

Finalmente la UIT ha fijado por su parte lo


que se han denominado un DECALOGO PARA
CONSTRUIR INFRAESTRUCTURAS DE LA INFOR-
MACION :

· Promover la Competencia
· Fomentar la Inversión Privada
· Redefinir el servicio Universal
· Reglamentar en servicio del usuario
· Propiciar la convergencia de la reglamentación
· Imponer el libre acceso
· Acelerar el proceso Normativo
· Cobrar por el acceso y no por la utilización
· Liberalizar las redes privadas,
· Nutrir el contenido Interactivo.
PARTICIPACIÓN CIUDADANA

Cualquier reforma legal que se emprenda por


estos tiempos que no incluya nuevos mecanismos
de participación ciudadana en los procesos de re-
glamentación, vigilancia y control de calidad y
precios de los servicios, y en general de defensa
del interés general o social, será una ley excluyen-
te, alejada de los nuevos vientos participativos y de
reconciliación nacional.

Estos procesos regulatorios con participación ciudadana


encajan perfectamente dentro de los principios y objetivos
que contempla el Plan de Desarrollo del gobierno Pastrana:
“Cambio para construir la paz”, que busca supuestamente
ampliar los niveles de participación ciudadana.

“...En suma, se trata de fortalecer nuestra insti-


tucionalidad política, favoreciendo la competencia
democrática, pero permitiendo que el funciona-
miento del sistema como conjunto facilite la preva-
lencia de objetivos de largo aliento”.

“Los mecanismos e instancias de participación directa


definidos por la Constitución y la ley se han establecido
como una herramienta útil de control social, tanto para la
sociedad civil como para los gobernantes. Sin embargo, su
subutilización obedece principalmente a la ausencia de una
estrategia concreta y coherente de divulgación. Lo anterior,
se ha visto agravado no sólo por el exceso de trámites re-
queridos, que han impedido su fácil acceso por parte de las
comunidades, sino también por la falta de voluntad política
de algunos mandatarios, los cuales no han divulgado a la
sociedad civil sus propuestas y ejecutorias de desarrollo,
imponiendo barreras para que los ciudadanos se apropien
de los instrumentos de participación ciudadana”.

La participación ciudadana y la formalización de


los procesos de reglamentación de la leyes en tele-
comunicaciones, le otorgarían una mayor consis-
tencia y seriedad a las normas resultantes. Evitan-
do así la expedición y modificación de normas al
antojo y discreción absoluta de las administracio-
nes, casi en la clandestinidad.

No se presentarían casos como los que se dieron


sobre las reglamentaciones de PCS o LMDS, que al
darse el relevo de gobiernos, se cambian las nor-
mas que se expidieron en el anterior, restándole
con ello credibilidad a la administración pública
ante posibles inversionistas nacionales e interna-
cionales.

La UIT en estudio realizado por la BDT y CITEL:


“Política de Telecomunicaciones para las Américas
1996”, recomienda la participación del público en
la elaboración de normas y procedimientos, en ra-
zón a que la autoridad reguladora puede formarse
un mejor juicio de los asuntos que trata, gracias a
los aportes de los interesados y éstos tienen mayo-
res probabilidades de recibir un tratamiento justo y
adecuado. Se evita de esta forma, además, incon-
formidades, que más tarde generan presiones para
que se cambien normas de reciente expedición.
Estos procedimientos de participación ciudada-
na deben tener un cierto grado de formalidad para
que surtan efecto y no se desvirtúe su propósito.

En primer lugar se debe anunciar por medios


masivos decomunicación idóneos los propósitos re-
gualatorios que estén proyectados por la autoridad
del caso, de tal manera que los interesados cuen-
ten con el suficiente tiempo para expresar sus co-
mentarios y observaciones. Asimismo se puedan
conocer las exposiciones de las demás partes para
poder debatirlas.

El regulador deberá analizar las diferentes obser-


vaciones que reciba del público y dar respuesta es-
pecifica a éstas, debiendo presentar además las
argumentaciones que justificaron las decisiones fi-
nales que se tomen.

Se debería desarrollar una especie de cuasi pro-


ceso judicial administrativo pero de carácter regu-
latorio, que incluya términos precisos para recibir
observaciones, debatirlas y tomar las resoluciones
del caso. Iniciativa regulatoria que podría surgir
también de los mismos ciudadanos.

El régimen regulatorio que aplica la FCC en Es-


tados Unidos puede ser un buen modelo a seguir
para estos fines. Una ley Americana denominada
APA (Administrative Procedures Act) establece to-
dos las requisitos y formalidades para la expedición
o reforma de normas reglamentarias.
De todas formas cualquiera sea el esquema regulatorio
que se adopte, en estos nuevos tiempos de intenso cambio
tecnológico, éste debería estar inspirado en principios que
faciliten, impulsen y promuevan la innovación y el cambio,
la sana competencia y el control de sus excesos.

EL IMPACTO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍ-

AS

En primer término debemos reconocer que


las políticas de Telecomunicaciones y Tecno-
logías de la Información, en cualquier país
del mundo y por ende en Colombia, estarán
más que nunca influenciadas en gran medida
por los efectos de una economía globalizada
y por la imposición de las principales tecnolo-
gías por efecto de las propias fuerzas del
mercado.

Una mirada a las experiencias internacio-


nales exitosas, muestra como las políticas
del Estado en estas materias han estado ins-
piradas por una amplia libertad de la inicia-
tiva privada. Sólo restringidas por una clara
protección del interés público y general, a los
que poca atención le dedicamos en este país.

Se observa igualmente en las sociedades


mas adelantadas (Estados Unidos, Canadá,
Comunidad Europea, Australia) como el Esta-
do además de facilitar el movimiento dinámi-
co del sector privado, decide estimular con
medidas fiscales y apoyo financiero de diver-
so tipo aquellos proyectos o iniciativas que se
juzguen de alta prioridad nacional por razo-
nes de orden estratégico en aspectos de se-
guridad, empleo, salud, trabajo, etc.

A fines de siglo pareciera que definitivamente


perdimos la oportunidad de generar tecnologías en
varios frentes de enorme trascendencia para el fu-
turo. Áreas en las que no somos siquiera consumi-
dores bien informados

Nos cuesta trabajo reconocer que ya hemos


perdido irremediablemente la posibilidad de hacer
investigaciones puras y aplicadas en innumerables
áreas. O dicho de otra forma, ya son pocas las ma-
terias donde podamos hacer aportes significativos
de carácter global.

En las economías desarrolladas se destinan


abundantes recursos a investigaciones científicas y
tecnológicas en multitud de áreas del conocimien-
to, para las cuales ya nuestro país no tiene casi
nada que aportar.

Ponerse siquiera al día en la mayoría de ellas


está totalmente fuera del alcance financiero de
este país.

Una mirada a las experiencias internacio-


nales exitosas, muestra como las políticas
del Estado en estas materias han estado ins-
piradas por una amplia libertad de la inicia-
tiva privada. Sólo restringidas por una clara
protección del interés público y general, a los
que poca atención le dedicamos en este país.

Se observa igualmente en las sociedades


mas adelantadas (Estados Unidos, Canadá,
Comunidad Europea, Australia) como el Esta-
do además de facilitar el movimiento dinámi-
co del sector privado, decide estimular con
medidas fiscales y apoyo financiero de diver-
so tipo aquellos proyectos o iniciativas que se
juzguen de alta prioridad nacional por razo-
nes de orden estratégico en aspectos de se-
guridad, empleo, salud, trabajo, etc.

A fines de siglo pareciera que definitivamente


perdimos la oportunidad de generar tecnologías en
varios frentes de enorme trascendencia para el fu-
turo. Áreas en las que no somos siquiera consumi-
dores bien informados

Nos cuesta trabajo reconocer que ya hemos


perdido irremediablemente la posibilidad de hacer
investigaciones puras y aplicadas en innumerables
áreas. O dicho de otra forma, ya son pocas las ma-
terias donde podamos hacer aportes significativos
de carácter global.

En las economías desarrolladas se destinan


abundantes recursos a investigaciones científicas y
tecnológicas en multitud de áreas del conocimien-
to, para las cuales ya nuestro país no tiene casi
nada que aportar.
Ponerse siquiera al día en la mayoría de ellas
está totalmente fuera del alcance financiero de
este país.

Pero tampoco parece ser sencillo, incluso, deter-


minar y escoger aquellas áreas donde todavía po-
dríamos seguir investigando con algunas posibilida-
des; para no desperdiciar los escasos recursos en
investigaciones inútiles y repetitivas.

Estos temas vienen siendo estudiados y debati-


dos por Colciencias desde hace ya algún tiempo,
sin que aún se tengan demasiadas certidumbres.

Ante todo esto, se hace más imperiosa que nun-


ca la necesidad de reforzar los estudios nacionales
desde el propio estado, o con su patrocinio, orienta-
dos a determinar de manera continua y sistemática
aquellos frentes productivos donde todavía pode-
mos tener algunas ventajas competitivas.

Estos cometidos serán posibles con el aporte del


recurso humano del propio Estado, de los particula-
res y de la sociedad civil. Trabajos que deberán de-
sarrollarse con refinadas técnicas de visión de futu-
ro y de gerencia del conocimiento.

A nuestro juicio, las mayores posibilidades que


tenemos de aprovecharnos de las TIC de manera
realista productiva y con mayores probabilidades
de éxito, están en llegar a convertirnos en usuarios
avanzados e inteligentes de las nuevas herramien-
tas tecnológicas.
Con tal fin deberíamos intensificar la enseñanza
y el aprendizaje de herramientas tele-informáticas
en todos los niveles educativos y en todas las pro-
fesiones y oficios. Haciéndose especial énfasis en
aquellas áreas en las que la divulgación, análisis y
procesamiento de conocimientos e información
tenga una alta proporción.

Lo mismo que todas aquellas actividades asocia-


das a la producción de contenidos audiovisuales y
de entretenimiento digital.

También serían viables la creación de nuevos


programas de estudios que estén más acordes con
las proyecciones o demandas del mercado global
de la información.

Son tantos los requerimientos mundiales de re-


curso humano con conocimientos especiales, que
muchas empresas se han visto en la necesidad de
formar su personal con técnicas y saberes que no
se ofrecen en ninguna universidad. El caso más re-
ciente es el de la compañía NINTENDO, que creó a
nivel de estudios profesionales la Ingeniería de Vi-
deojuegos. (Se presentaron 18.000 aspirantes de
todo el mundo para seleccionar 100).

Las nuevas políticas educativas y los diferentes


esfuerzos de formación del recurso humano, deben
conducir conformar un poderoso ejército de trabaja-
dores y profesionales del conocimiento, con capa-
cidad de exportar su creaciones por medio de las
infraestructuras de telecomunicaciones de banda
ancha que ya se están construyendo.
Recurso humano, que al mismo tiempo aprenda
a aprovechar creativamente toda esa extraordina-
ria producción de nuevas tecnologías que se gene-
ran en las economías mas desarrolladas, para me-
jorar la educación misma, el trabajo, la salud y to-
das las actividades productivas.
Uno de esos tantos pasos que tienen que darse
para que se vean los frutos, ya se dio desde el Mi-
nisterio de Educación con la creación de un proyec-
to de informática y bilingüismo, que buscaba dotar
de aulas informáticas a centros educativos y capa-
citar a profesores, pero parece que cayó también al
vacío o se congeló indefinidamente, o estuvo mal
enfocado.

En una era que se ha denominado de la informa-


ción y del conocimiento, el estado debe ampliar
sus estrategias de información, dedicando mayores
esfuerzos a obtener aprovechar y difundir las nue-
vas tecnologías en beneficio de su propia gestión y
de la sociedad en general.

El Plan Nacional de Informática, que se ha ges-


tado en Colombia como resultado del esfuerzo con-
junto del gobierno y de la sociedad civil, es un fiel
ejemplo de lo que se puede lograr cuando el estado
apoya y estimula iniciativas de los ciudadanos. Es
el reconocimiento pragmático de que no está en
capacidad de liderar todos los proyectos fundamen-
tales que exige la nación. Y que aun teniendo capa-
cidad para hacerlo, no podría obtener fácilmente el
grado de respaldo y apoyo necesarios para alcanzar
metas consistentes.
Como siempre, la gran dificultad de ejecutar ini-
ciativas de esta naturaleza choca contra la imposi-
bilidad de garantizar un mínimo de continuidad
que permita ver algún resultado.

Por eso, una de las más difíciles tareas y la prin-


cipal política pública de todas, tiene que ver con el
fortalecimiento de los mecanismos existentes y la
adopción de nuevos que garanticen la continuidad
necesaria de las mismas políticas, planes y proyec-
tos.

POLÍTICAS PÚBLICAS E INTERNET

A pesar de que ha sido China uno de los países


que más reparos y restricciones le puesto a Inter-
net, ha comprendido, sin embargo, el crucial papel
que tendrá en su desarrollo económico y social .

Para lograr su popularización, no han dudado los chinos


en acudir a los consejos del mismísimo Bill Gates, quien
viajó a la patria de Mao Tse Tung el 10 de marzo de 1999
con este propósito, y además para ayudarle al gobierno a
ser más eficiente, más trasparente y de mayor calidad.

Por esos mismos días en Chile se ha anunciado


el inicio de un sistema estatal de contratación y de
compras por Internet, que le reportará al Estado un
ahorro de cerca de 200 millones de dólares anua-
les, además de darle mayor trasparencia a los pro-
cesos.
Y en Colombia, ¿qué tanto estamos haciendo con
Internet?. Para comenzar no sabemos cuántos son
los colombianos que están conectados a Internet,
cuántos lo usan habitualmente y cuántos en activi-
dades realmente productivas.

Se dice que pueden ser 150.000, que tal vez


300.000, que ya son 500.000, o que ya pasaron de
700.000. Los guarismos oficiales ya deberían in-
cluir estas cifras como datos claves de la economía.

¿Cuántas escuelas o colegios están conectadas a Inter-


net?; ¿cuántas de las 2000 que estaban programadas para
conectarse hace cerca de dos años lo están efectivamen-
te?. Parece que no son más de 5 y que debido al cambio
de gobierno este proyecto se ha suspendido.

¿Existirá alguna política de Estado sobre Inter-


net?, O sólo, como siempre, algunas acciones re-
pentistas o por reacción ante alguna presión de la
opinión pública, ¿O quizá se esté preparando un
mega-plan a 100 años, de esos que no alcanzan a
sobrevivir siquiera a una crisis ministerial?.

Lo más fácil, rápido y seguro que puede pasar


con Internet es que termine convertida en otra he-
rramienta de comunicación dedicada a la diversión,
al entretenimiento o simplemente para quemar el
tiempo. Tal como le pasó a la televisión en nuestro
medio.

¿Será que tampoco seremos capaces de utilizar a


Internet para ayudarnos a resolver viejos y nuevos
problemas, tanto públicos como privados, de un
país que se está convirtiendo, precisamente, en el
de mayor cantidad de problemas de todo el
mundo?.
Creemos que sin el apoyo y respaldo efectivo
del Estado, y sin políticas serias, cuidadosamente
estudiadas y compartidas por los estamentos deci-
sorios de la Nación, no será posible adelantar mu-
chas de las iniciativas y proyectos de interés públi-
co y general que por Internet son viables.
Si dejamos que Internet continúe sólo a merced
de las fuerzas del mercado, terminará convertida
principalmente en una mezcla de mercado persa,
san andresito, mercado de pulgas, plaza de merca-
do, centro comercial, canales de “chismes noticia-
dos”, y de cuanto producto o servicio de toda laya
se saque al mercado.

Y muy probablemente, también dominada por


traficantes y vendedores de chucherías y bagate-
las de todo origen.

Es inevitable que mucho de esto suceda. Pero


también podemos aprovechar a Internet para de-
sarrollar solidariamente entre miles de colombia-
nos muchos proyectos más de beneficio común.

Internet, más que un gran avance tecnológico,


representa una nueva forma de ser solidarios, de
compartir, de hacer equipo, de ser oídos, de ayudar
a otros, de educar, de trabajar, de hacer negocios,
y en fin, nuevas maneras de ser y de pensar.
No la acabemos convirtiendo en otra nueva for-
ma de exclusión, de desigualdad, de desilusión y
de mentiras.

EL ESPECTRO RADIOELÉCTRICO

El espectro radioeléctrico es, sin lugar a dudas


uno de los componentes fundamentales de las po-
líticas públicas de telecomunicaciones.

El espectro radioléctrico, uno de los más valiosos


y estratégicos bienes del Estado, es entregado a los
particulares o a empresas privadas, mediante di-
versos esquemas de concesión o autorización para
su uso. Por este derecho de alquiler -no de compra-
venta- los particulares le cancelan al estado unas
contraprestaciones o sumas de dinero, que en su
gran mayoría las fija el Ministerio de Comunicacio-
nes, quien lo ha venido haciendo de manera poco
técnica, con criterios muy diversos y en muchos
casos caprichosamente

La fijación del precio del espectro debe ser el resultado


de un permanente estudio y análisis que atienda variables
técnico, económicas y hasta sociales y las recomendacio-
nes de la UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones).

Los precios que se fijen, o la exoneración del co-


bro, cuando a ello hubiere lugar, deben tener en
cuenta factores tales como: la abundancia o esca-
sez del recurso, de acuerdo con su localización geo-
gráfica, aspectos socio-económicos, el tipo de acti-
vidad o servicio de telecomunicación que esté so-
portando, etc.
Las tarifas o contraprestaciones que cobra el Es-
tado deben ser cuidadosamente fijadas, de tal ma-
nera que no afecten o deprima el interés empresa-
rial en el uso del espectro, pero que al mismo tiem-
po le generen recursos adicionales para el tesoro,
con los cuales puedan desarrollar objetivos socia-
les y de desarrollo tecnológico.

Con recursos provenientes de los pagos que han


hecho los particulares por las licencias o licitacio-
nes, es que se instalan líneas telefónicas en estra-
tos bajos y en zonas rurales. Y con estos mismos
dineros es que se deberían conectar las institucio-
nes educativas a Internet. La gestión del espectro
no se escapa de la improvisación y la falta de coor-
dinación que imperan generalmente. Aunque en al-
gunos aspectos técnicos las cosas no sean tan gra-
ves, gracias a las restricciones que establecen las
recomendaciones de la UIT y los convenios interna-
cionales.

Mientras el Ministerio de Hacienda, con tremen-


das dificultades, busca cómo aumentar los ingre-
sos del estado, el de Comunicaciones los baja por
decreto, sin que nadie diga nada.

Esto ocurre a sólo tres meses de haber sido rea-


justadas algunas tarifas, que le significaban al Es-
tado un aumento de sus recaudos por estos con-
ceptos.
La inexistencia de una política nacional de tele-
co municaciones, que siquiera permanezca el perío-
do de un gobierno, ha ocasionado que las tarifas se
fijen al garete y sin criterios claros y trasparen-
tes.

De lo contrario no se explica cómo las empresas


de Televisión por suscripción paguen el 10% de
sus ingresos brutos, las de celular el 4 % de los in-
gresos brutos y las de valor agregado el 5 % de
los ingresos netos, (reducido al 3% de ingreso
neto).

¿Qué explicación tiene el que una emisora de FM


comunitaria sin ánimo de lucro y de baja potencia
pague más que una comercial de potencia cuaren-
ta veces superior?.

Tanta improvisación ha dado lugar a extremos


de vender a precio de oro, espectro que no es más
que basura. Es el caso de las bandas ICM (donde
operan, entre otros artefactos, los hornos microon-
das caseros). Y por el contrario a establecer pre-
cio de basura, a espectro que es oro, como lo que
ocurre con las emisoras de radiodifusión comercial
en FM.

Estas reducciones de tarifas ocurren preci-


samente cuando el Estado atraviesa su más
dura crisis fiscal, al tiempo que se agotan las
fuentes de financiamiento del presupuesto.

Septiembre de 1998.
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CAPÍTULO 5

ÚLTIMA
MILLA
PRE SIDE NT E, NOBEL
Y AL QUIM IS TA

«Dónde está la sabiduría que


hemos perdido en conocimien-
to.
Dónde está el conocimiento
que hemos perdido en informa-
ción» .
T.S.
ELIOT

El presidente del país más emproblemado del


mundo, el Premio Nobel más engolosinado con el
Poder de la historia y Bill Gates, el alquimista más
poderoso de todo los tiempos, se reunirán a hablar
de Colombia, según comenta la revista Semana
por estos días.

Quién tuviera la suficiente influencia, -en este


país que se mueve por sus poderosos efectos -para
lograr que se pregunten entre sí, cosas como és-
tas:

Bill Gates al Presidente:

¿Presidente, es cierto que en su programa de go-


bierno se olvidaron de tratar el tema de la informá-
tica con la debida profundidad que este merece y
que ahora en compensación usted mismo va a lide-
rar el cambio al lado de su vicepresidente, el Minis-
tro de Educación y el Nobel García Márquez? .
Presidente, ¿cómo piensa que va a lograr que
Colombia adquiera una visión compartida entre el
Gobierno, las empresas y la sociedad sobre el papel
de las tecnologías de la información en su desarro-
llo futuro?, ¿ Y cómo hacer para que las políticas
que se adopten, no mueran o desaparezcan, cuan-
do salga cada ministro o cuando usted entregue su
mandato?

Presidente, ¿cree usted que puede hacer la paz


sin entregarle a cada alzado en armas y a cada co-
lombiano una computadora con Windows y Explorer
preinstalado y una conexión de alta velocidad a In-
ternet?.

El Presidente a Bill Gates:

Bill, ¿es cierta esa historia que se cuenta en Co-


lombia según la cual Orlando Ayala, ahora Vicepre-
sidente de Microsoft, cuando vino a proponerle la
apertura de Microsoft en Colombia, usted le dijo
que lo único que sabía de Colombia era que se tra-
taba del país con más problemas del mundo? , ¿qué
tanto sabe ahora de nuestro país?

Bill, ¿ En consideración a que usted ha prometi-


do que a los 65 años donará el 90% de su riqueza a
proyectos filantrópicos, sería posible que Colombia
pudiera beneficiarse con algún recurso para el
proceso de paz?.

Bill, ¿está usted seguro de que ese popular soft-


ware de Internet- Netmeeting-, que tiene hablando
a tanta gente por Internet y que usted generosa-
mente nos ha donado para llevar a Colombia, nos
servirá para poner a dialogar a guerrilleros y para-
militares y para mejorar la calidad y la cobertura
de la educación?

Bill Gates a García Márquez. ¿ Nobel, o ya


para entonces, Gabito, podría uno pensar que a us-
ted le gusta más que el poder de las palabras, sus
palabras cerca al poder?

Quizá las respuestas se sepan un día de estos,


pero lo que más esperamos los “gabolatras” y “mi-
crosoftlatras”, es que de esta reunión siquiera sal-
gan un milagro o una crónica. Milagro que haría
Bill Gates si logra convencer al Presidente y a la
Nación de tres importantes cuestiones:

- Que un país con escasa producción de conteni-


dos y software nacionales con calidad global, sin un
plan nacional sobre sociedad de la información y
sin redes de banda ancha, es un país condenado a
infinitos años de soledad o de malas compañías.

- Que sin políticas de estado coherentes, de míni-


ma continuidad, construidas y compartidas por la
inteligencia nacional, más allá de mezquindades y
personalismos caníbales, es poco lo que se puede
hacer.

- Que sin planes y metas concretas medibles


para conseguirlo, será imposible llegar a ser una
Nación que pueda garantizar a la mayoría de sus
miembros un lugar digno sobre la tierra para vivir
y morir en paz.
Y una crónica imperecedera de la reunión como
testimonio, a cargo del maestro García Márquez.
Cuyo nombre podría ser : ¨Bill Gates en Microsoft
oyendo las tristes historias de los desalmados habi-
tantes de Macondo¨. En la que nos cuente cómo el
último y más sabio de los José Arcadio, dueño abso-
luto de las técnicas de alquimia más avanzadas,
fue capaz de convertir números, pensamientos y
pequeñísimas cantidades de electricidad en el más
puro oro del que se tenga noticia.

Marzo de 1999
EL SE XO DE IN TER NE T

«Los grandes descubrimientos


y desarrollos envuelven nece-
sariamente la cooperación de
muchas mentes.

ALEXANDER GRAHAM
BELL

No va a resultar muy fácil seguir sacándole el


cuerpo al sexo de Internet. Tarde o temprano ter-
minamos por experimentar esa extraña sensación
de ansiedad.

Con mis debidos respetos a gramáticos, lingüis-


tas y sexistas de uno u otro lado trataré de incur-
sionar atrevidamente por un momento en sus terri-
torios.

En esta era de la información, que a mi juicio


debería llamarse más apropiadamente la era web o
lo que es lo mismo la prolífica web era, han comen-
zado a surgir tremendos problemas de iniquidad di-
gital, al mismo tiempo que asuntillos de poca mon-
ta, nos inquietan frecuentemente nuestra cotidiana
comunicación verbal o escrita.

Lo que ocurre con el nombre internet es una


muestra. Unos hablan de internet a secas, como si
no tuviera sexo, simplemente Internet, asexuado,
ambiguo o neutro. Para otros es masculino -el in-
ternet- y para los demás es la Internet con gene-
ro femenino.

En el Inglés su idioma de origen, el problema se


circunscribe a utilizar o no el artículo the, que en
ese idioma designa por igual al masculino y al fe-
menino, o también a eliminar el articulo denotativo
de sexo. Reducién dose para los angloparlantes el
asunto a escoger entre Internet o the Internet.
Conviviendo felizmente ambos en la literatura téc-
nica inglesa.

En cambio para los que atropellamos el castella-


no nos toca decidirnos entre Internet, el Inter-
net o la Internet.

La expresión Internet está compuesta por


el prefijo Inter (entre)- y por el apócope net,
procedente de network (red o redes en su
sentido técnico). Por tanto su significado lite-
ral debería ser la entrered, o la internet o las
entrerredes. En ambos casos sustantivos
con género femenino.

Por fortuna estas traducciones no han he-


cho carrera. Como sí lo hizo en cambio en Es-
paña la palabreja ordenador, cuando en Amé-
rica hispana se usan computador o computa-
dora, aceptados ambos por la real academia.
Se quedó así el ordenador español sin pare-
ja. No se aceptan ordenadoras. Mientras que
por nuestras latitudes, ellas y ellos indistinta-
mente se acomodan encima de los escrito-
rios, desplazando a las viejas máquinas de
escribir.
De la unión de inter (con igual significado
en español e ingles) con net, contracción del
término inglés network, ha surgido el más po-
deroso y usado neologismo de todos los tiem-
pos.

Si nos atenemos al género que tiene la pa-


labra red en español, deberíamos referirnos a
la red Internet en femenino. Aún si la traduc-
ción al español se hiciera como entrerredes,
de igual forma debería utilizarse el artículo
la.

Pero como sostienen los expertos en idio-


mas, que la fuerza del uso enriquece el len-
guaje, quizá a punta de tanto usarse Internet en
cualquier género, podríamos estar ante la presen-
cia de un sustantivo sexual, bisexual y asexuado,
de acuerdo al gusto del usuario.

Si se impone esa libertad de tantas aristas que


hay en Internet, debería permitirse entonces que
cada cual use su sexo como mejor le provoque.

Para mí la Internet es así maravillosa y encanta-


dora. Pero como Internet todo lo cambia, dejemos
que el Internet decida.

Quizá le atraiga imitar a la madre naturaleza,


que termina convirtiendo en asexuadas a las abe-
jas obreras adultas.

Mientras la Academia nos aclara cual es su ver-


dadero género, la tarea fundamental en Colombia y
Latinoamérica es conseguir que todos los sexos sin
distinciones la (lo) utilicen cotidianamente, pagan-
do por ello tarifas insinuantes y provocativas.

El Tiempo, septiembre 4 de 20

¿ILUSIONISM O TEC NOLÓGI CO?

«Tu naturaleza es buena sólo


cuando evita hacer a los otros
todo lo que no es bueno para ti
mismo».

DADISTAN I DINIK, 94, 5

Como un milagro, comparable al de la multipli-


cación de los panes -de los pares, podríamos decir
hoy- de que habla la Historia Sagrada Cristiana. Así
se podría calificar un nuevo invento que utilizan-
do las redes de energía eléctrica promete traer
tanto Ancho de Banda, como para que los demás
cables de telecomunicaciones queden sirviendo
para guindar la ropa y amarrar tamales.

El año 2000 puede llegar a convertirse en un


hito en la historia de las comunicaciones, si el desa-
rrollo tecnológico que ha anunciado Mediafusión lo-
gra comprobar en la práctica el potencial que anun-
cia en teoría, y que ya ha patentado.

Lo portentoso de Mediafusión, radica en las su-


per-velocidades de transmisión que dice ser capaz
de alcanzar. Luke Steward, su inventor, asegura
que es posible llegar a Exabits por segundo (10 a la
18 Potencia), cuando la fibra óptica apenas ronda
en la práctica los 400 Gigabits por segundo (Gbps),
y en los laboratorios anda por los 200 Terabits por
segundo (Tbps); velocidad a la cual, se dice, que es
posible transmitir toda la biblioteca del Congreso
de Estados Unidos en un segundo.
Mencionar exabits por segundo (Ebps) es acer-
carse a velocidad de la luz. Es como tocar el cielo
con las manos. Es acercarse al infinito, en términos
de las comunicaciones de hoy. Es el nuevo milagro
de la multiplicación del Ancho de Banda, que alcan-
za y sobra para todos.

Me atrevería a decir a la ligera, que todo el tráfi-


co actual de todas las redes del mundo, no alcanza
siquiera la magnitud de los Petabits.

El desarrollo de MediaFusion, que para uso case-


ro se denomina PAN (PowerLine Area Network), pro-
mete 2.5 Gbps, velocidad que a duras penas pose-
en hoy algunas troncales de las empresas de Tele-
comunicaciones. Ni sumadas todas las conexiones
a Internet de los proveedores de acceso que hay
en Colombia alcanzan a esta cifra.

Al espectacular salto en velocidades de transmi-


sión, se suma el alcance de 2.000 kilómetros que
lograrían las señales sin necesidad de regeneración
o amplificación, mientras que la fibra óptica permi-
te entre 20 y 400 millas, el cable coaxial unos 15 y
el telefónico cerca de 5.
A lo anterior hay que agregar el bajo costo del
terminal de abonado, que se estima en unos US
$60. Lo que constituye también otra enorme venta-
ja para alcanzar una rápida cobertura de los servi-
cios, incluso en segmentos de bajos ingresos.

Pero como si esto no fuera poco, hay que pensar en el


salto que se daría en cobertura, si se tiene en cuenta que
las redes eléctricas tienen mucha más penetración que las
de comunicaciones, incluso en zonas rurales y apartadas.

A diferencia de otras tecnologías soportadas en


cables de electricidad, Mediafusion no utiliza el ca-
ble propiamente, sino el campo magnético que se
genera alrededor de él.

La patente que ha registrado la empresa Media-


fusion utiliza un sistema de modulación denomina-
do Advanced Sub-Carrier Modulation, el cual resuel-
ve tradicionales problemas asociados a las líneas
eléctricas como portadoras de telecomunicaciones
(tales como: alto nivel de ruido y paso de las se-
ñales por los transformadores).

Los desarrollos más divulgados a nivel de acceso


que utilizaban líneas eléctricas, anunciaban veloci-
dades de 1 Mbps. Digital PowerLine (DPL), tecnolo-
gía que alcanzó el más alto reconocimiento, ha
quedado al parecer congelada por sus altos costos.

Por otro lado, las soluciones de comunicación,


utilizando cable eléctrico para redes caseras, han
demostrado en la práctica velocidades de hasta 25
Mbps. Una de ellas, Ambient Teccnologies, anuncia
productos entre 10 y 25 Mbps.

En este mismo mercado, la alianza denominada


HomePlug Powerline seleccionó la tecnología Inte-
llon’s PowerPacket™ como su estándar, con el que
se obtienen velocidades de hasta 14 Mbps.

Enchufes de energía que además de ofrecer


electricidad, nos provean de servicios de telefonía,
Internet y televisión, a altísimas velocidades y a
bajos costos, es algo demasiado increíble como
para que los escépticos nos quedemos callados.
Deseando claro está, que las pruebas se realicen lo
más pronto posible y que todo esto no sea alguna
inocentada.

Estamos ante la más fantástica revolución en


las telecomunicaciones o en frente de un sofistica-
do acto de ilusionismo tecnológico.
EL TIEMPO, septiembre 25 de 2000
POLVO ERES

«No hieras a los otros pues no


te agrada que te hieran».
UDANA VARGAS 5,18

Aquellas palabras bíblicas, polvo eres y en polvo


de convertirás, que nos restriega sin contemplacio-
nes nuestra condición de seres perecederos y frági-
les, se ven reflejadas en el mundo de las telecomu-
nicaciones y las tecnologías de la información.

El material de que están fabricados los procesa-


dores de las computadoras y la fibra óptica, princi-
pales soportes de la revolución tecnológica que se
apodera del mundo, el silicio, es nada más y nada
menos que la más abundante sustancia de la corte-
za terrestre.

Arena, arcilla, polvo barro, el mismo material


con que Dios hizo al hombre, según la fe cristiana,
le sirve ahora a seres humanos para moldear sus
más poderosas creaciones. Dios crea al hombre a
su imagen y semejanza, y el hombre quiere hacer
a la computadora a la suya.

Esa perennidad, que a tantos se les olvida, la he-


mos transmitido a su vez a estos artefactos inani-
mados e inteligentes, que ya superan nuestro cere-
bro en muchas tareas.
Y aunque llegara el día en que podamos verter
en estos artefactos toda nuestra inteligencia, vi-
vencias y quizá hasta los sentimientos, eso que su-
puestamente nos hará distinto de las máquinas, no
debemos olvidar que hasta las más extensas y du-
raderas galaxias, colapsan en un agujero negro.

Para que después de todo, al final de los tiem-


pos, el polvo estelar, la luz, los gases o la energía,
residuo de este mundo material, no contenga bits,
datos o información de la existencia alguna vez de
arrogantes animales humanos en un planeta azul.

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