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A partir de este día soy responsable de vigilar, prever y asegurar el respeto a los derechos
fundamentales de los hidalguenses desde la presidencia de la comisión estatal.
También entiendo que los discursos no bastan para convencer, menos para resolver; así
como el nombramiento únicamente alcanza para iniciar.
Tengo una ventaja: voy a partir de lo avanzado por la gestión seria y comprometida;
responsable y digna de Alejandro Straffon Ortiz.
En mi hoja de ruta son referencia las aportaciones de doña estela rojas de soto y de don
Mario Pfeiffer cruz, tus antecesores.
Por el contrario: si sumamos los muchos yo, podemos lograr un gran nosotros que sea
nuestra plataforma para construir desde hidalgo, una nueva cultura de los derechos
humanos que luego insertemos en la agenda global de su tutela.
Hidalgo ha sido históricamente tierra de encuentro y respeto a las diferencias. Aquí han
confluido y convivido culturas diversas. La contrastante geografía con su diversidad
étnica, religiosa, comercial, artística, económica, industrial y política es origen de nuestra
identidad regional: somos espacio de convivencia pacífica, de esfuerzos conjuntos y
proyectos armónicos.
Así como hemos sido hogar para miles de trashumantes, también somos fuente de
migrantes.
Dimos enorme riqueza al mundo con la explotación de nuestros recursos naturales y
todavía mantenemos zonas de alta marginación.
Somos receptores de los más importantes proyectos de la nación y aún nos falta resolver
los problemas de la dispersión comunitaria.
Cercanos a cumplir dos décadas de trabajo institucional, este relevo es un buen momento
para hacer un corte de caja y autoevaluarnos con perspectiva de futuro.
Como ombudsman estoy obligado a tomar las mejores decisiones para iniciar la
construcción de este nuevo ciclo, sin precipitación ni improvisaciones.
Además de intervenir de modo oportuno y eficaz en remedio de los daños que arrojan los
rubros de contacto poblacional más delicados o críticos como la seguridad pública, la
procuración de justicia, o la operación de los reclusorios; debemos anticiparnos a un
conjunto de situaciones que suelen desencadenar afectaciones o perjuicios a la persona
humana, esa inmensa red de contactos entre el individuo y el estado, por donde se
atraviesa el mercado.
Propongo a los hidalguenses ver a los derechos humanos más allá de las quejas
generadas a diario por el ejercicio del poder público. Los invito a verlos con la amplitud
con la que hoy se observan y atienden en el mundo globalizado.
No nos quedemos en observar las deficiencias de la ley. Asumamos el reto de crear una
legislación modelo. No nos entrampemos en el día a día. Ampliemos las miras de
nuestras posibilidades hasta convertirnos en un referente nacional e internacional.
Voy a encarar esta enorme responsabilidad con el reto de propiciar el diálogo cotidiano
entre la sociedad y las autoridades. Y más todavía: el escudo que alivie y repare, en lo
jurídicamente posible, las injusticias estructurales que lastiman al ciudadano en lo
individual y colectivamente, en las innumerables circunstancias de vulnerabilidad, las que
lo hacen potencialmente frágil ante
El desarrollo ordinario de las burocracias y de las empresas privadas que por la vía de la
concesión o la autorización administrativa ofrecen servicios públicos indispensables
como la atención de la salud y de la educación.
Voy actuar a favor de la legalidad, y dentro de ella en la dirección correcta que me
permita defender a la persona humana, nacional 0 extranjera, sea menor de edad, viva en
condición de calle o sea educando del sistema escolar; explotados por las nuevas formas
de esclavitud, la sexual o laboral; sea mujer, o infante; sean pobres en las diversas
categorías establecidas por los expertos en demografía y los economistas sensibles;
personas de la tercera edad; o usuarios de los servicios públicos confiados al poder
ejecutivo, al poder judicial o a los organismos constitucionales autónomos o
descentralizados.
Tengo enfrente una nueva veta de intervenciones urgente: la que hace del ombudsman
un factor de concreción de los derechos a la igualdad y en ese rubro de las formulas de
participación ciudadana en las decisiones que, sociales, culturales y económicas, el
derecho al medio ambiente y la protección del patrimonio universal de la humanidad, son
veredas por las que debemos transitar aportando fórmulas de solución para la
conservación de esas riquezas que pertenecen a los que hoy vivimos y a los que vendrán
en el futuro, por lo cual debemos asegurar su preservación con una visión traducida en
formas de desarrollo sustentable.
No podrá haber una defensa razonable de los derechos humanos sin sostener e
incrementar el ritmo de su difusión ente la población. Es una misión que nos reclama
grandes acciones.
A quienes me van acompañar en el ejercicio de este mandato les pido entender que su
compromiso requiere de conocimiento, profesionalidad, sensibilidad institucional,
ecuanimidad para proceder con sentido de estado, serenidad para atender con
prestancia su encargo, pero también con fortaleza y hasta cierta rebeldía para
defender con autonomía, determinación y coraje, los derechos humanos.
Quede claro a todos los funcionarios y empleados que deseen continuar con su puesto:
esto no es una chamba. Desde el trabajo en los servicios de intendencia y hasta el
presidente, esta es una oportunidad de servir a los demás, a quienes con su trabajo o sus
carencias hacen posible nuestro salario
A todos ustedes muchas gracias por su presencia solidaria. De todos requiero apoyo y
consejo; impulso y crítica severa. Les pido que me observen y cuando adviertan un yerro,
muéstrenmelo.
Dejo empeñado mi compromiso: no voy a fallarle a usted señor gobernador que confió en
mis capacidades para proponerlas al congreso; tampoco a los legisladores que
mayoritariamente me otorgaron su confianza.