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ENTENDER LA PINTURA Sus gladiadores encontraron en la austera tradicion clasica de la repitblica romana los ideales 9 las formas artisticas, las ilusiones que necesitaban para ocultarse a si mismos el contenido mezquinamente burgués de sus luchas y para mantener su pasion a la altura de la gran tragedia Bistorica.”” K. Ma, 18 rama de Ls ons DAVID Stnay que darel nombre de un anista exclusivarente francés, sola- mente se puede citar uno con la mayor naturalidad: Jacques-Louis David. Gran retratista, pintor de la revolucién jaco- bina y més tarde de los fastos napoleé- nicos, protagonista nimero uno del Neoclascismo europeo, maestro de Gérard y Girodet, de Gros y de In- gres, forjador de escenografias hist6- foas y mutologicas, David testimonia y resume los acontecimientos de su Upoca, David nacié en Paris el 30 de agosto de 1748, en el seno de una fami- lia de artesanos y comerciantes. Dibu- ‘Avtortetrato (deal, 1794, Oleo sobre tea, 81x64 em, Por, ‘Musée du Louvre, jante precoz, como lo sugieren algunos apuntes que demuestran que ya desde niffo tenia el hébito de copiar cualquier cosa que le pasase ante los ojos, con- firmé sus dotes en el colegio Des Qua tte Nations. Cuando su padre murié en un duelo en 1787, el pequefio Jacques- Louis fue puesto bajo la proteccién de Ja familia materna, en particular de dos ilustres parientes: el arquitecto jacques- Frangois Desmaisons y el primer pintor del rey, Francois Boucher. Finalmente, | cuando fue confiado a los cuidados de Joseph-Marie Vien, mediocre pintor académico, y al favor del padrino Mi- | chel Sedaine, secretario de la Acade- mia de arquitectura, estudiaba y se alo- jaba en el Louvre. En este periodo David empezé sus primeras pinturas de tema mitolo- gico. Pero los comienzos fueron lentos y,a pesar de que su pintura tendia ha- cia un mayor énfasis y teatralidad, toda via se resentia de la fuerte influencia decorativa del siglo xvi. Por otro lado, se jugaba mucho. De hecho, trataba de ganar el primer premio de la Academia de pintura, denominado “Pnx de Rome”, que pagaba una estancia en Roma al artista que presentaba e] me- jor cuadro. Precisamente en aquella Roma de la que David buscaba entonces las, respuestas a las preguntas que se iba formulando en la creacién de nuevos ideales de belleza. Y he aqui que, final- mente, tras cuatro tentativas falidas, en el mismo afio (1774) en el que Vien fue nombrado director de la escuela fran ccesa en Roma, el premio fue suyo y, en 1776, maestvo y alumnno partieron jun- tos hacia Italia. Tras haberse detenido en Emi- lia para estudiar a los Carracci y Guer- cino, Domenichino y Guido Reni, David estudi6 a Rafael y la escultura grecorro- ‘mana, profundizé la anatomfa, buscé el trazo puro y nitido que forja la figura, el cuerpo humano, y que da vigor y vo Iumena la composicién del cuadro. Le interesaba el efecto final, el contenido, Lepeletier de Sain Forgeou osesinado, 1793. Didvj. Djon, Musée des Beaur- Arts yno los detalles. Le interesaba Poussin, pero también Valentino, alumno de aquel Caravaggio que siempre estaré presente en su obra como referencia cromética y expresiva. ¥ luego Pirane- si; las ruinas de Piranesi. Al igual que ala pintura y a la escultura, también a la arquitectura se le requiere la renun- cia, en nombre de la logica, de la sim- plicidad exigida por los antiguos, de todo exceso decorativo, de toda licen- cla ornamental que no encuentie sen tido en la funcionalidad y en la especi- ficidad de la construccién, Pero las rruinas que dibujé Piranesi son una lec- cién que va mas allé. Alrededor de aquel espacio vacio creado por él, al- rededor de los pocos problemas esen- ciales que hablan de la magnificen- cia del pasado, se encuentra sobre- entendido el deseo, la necesidad de sacar a la luz nuevos valores universa- les. Nuevos valores civiles, nuevos mi- tos, nuevos héroes. Exactamente lo que buscaba David para su pintura, ‘Tras cinco afios de frenético tra- bajo en Roma, en el que parece haber ‘encontrado finalmente la sintesis entre naturalismo y racionalismo, recibié en Ttalialos elogios por su San Rogue, yen Francia la aprobacion de los académi- cos, que descubrieron en él el sello del ‘genio; su nombre y su fama se difundie- ron rapidamente. En11es, sracias al Delorde An- ‘drémaca, fue admitido en la Academia de pintura. Sus cuadros adquirieron ré- pidamente una gran influencia, hasta en. los vestides, los peinados y la docora- cién parisina, David agrupé a su alre- dedor una tupida tropa de alumnos, intelectuales y clientes. Entre los prime- ros que lo obsequiaron y reconocieron ssus méritos se encontraba la flor y nata de la alta burguesia de la capital, artis- tas y estudiosos, y escritores y poetas como André Chénier que basaban su alianza en el hecho de comprender y ifundir las ideas de la Ilustracién. Pero ran parte de la sociedad aristocratica competia también por tener un retrato ssuyo, por construir muebles segiin sus indicaciones y copiar vestidos y acti- tudes. EL 16 de mayo de 1782 Jacques Louis se cas6 con Marguerite-Charlotte Hombre en ademén oratorio. Dtvjoo plume, 57,8x24,8. Nueva York, Wolter C. Baker. Pécoul, una joven de diecisiete afios que lo fasciné sobre todo por su viva- cidad intelectual, por su innato esp! tu de independencia que le permitio roseguir su carrera sin problemas. Tu- vvieron dos hijas y sélo los dividié, aut que por poco tiempo, la Revolucién, a la que, por otra parte, David dio en 176 su primera aportacién con EI juramer- to de los Horacios. El pintor participé enella en primera linea y con gran et tusiasmo hasta el final junto a Marat y a Robespierre. Cuando en 1789 se ex- puso su Bruto, afuera se asaltaba la Bas- tila Un afio mis tarde los jacobinos le pidieron que inmortalizara aquel histo- rico juramento hecho en nombre de la constitucién en Versalles, el 20 de ju- nio de 1789, David se puso a trabajar. (Queda todavia la duda de si él asistio. atalacontecimiento, Lo que sies segu ro es que solicité la ayuda del arquitec: to Charles Moreau para dar la exacts perspectiva del local. Darante esos afios, David dei6 la pintura para dedicarse a a police Diputado en la Convencion Nacions mniembco de Insruccién Piblica y de. Comite de Seguridad General, se 02 6 de manera concreta, y con poder de hacer y deshacer, de cuestiones inhe- rentesal arte y aa cultura: desde la re- forma del estatuto de la Academia de pintura a la organizacién de impresio- nantes fiestas populares para Robes: pierre ‘También él, como Robespierre, cortié el riesgo de ser guillotinado tras el golpe de Estado del 9 de termidor. Pero gracias alla fama que habia alcan- zado y ala valerosa defensa de Thibau- deau y Legendre, se libré del patibulo y fue condenado solamente a unos me- ses de prisin. Recluido primero en la cércel de Fresnes y luego en la del Lu- xembourg, pinto desde la ventana de ssu celda el tinico paisaje de su vida. El tinico entre todos sus cuadros conside- rado como una de las primeras obras roménticas. Fue puesto en libertad en octu- bre de 1795 y dejé de ocuparse de la politica para volver de lleno al arte. Vol- vié a tomar el hilo neoclasico con Las sabinas, cuya finalidad, aunque la tela presenta todavia algo del impetu revo- lucionario perdido, era la de evocar la paz social. Luego, viendo en Bonaparte e] continuador, el embajador de la Revo- LUegado de Nopoleén ol Ayuntamiento, 1805. Dbvjo o pluma, 26,2%40,8 cm. Musée du Louvre, Cabinet des Destin. lucién, seducido y fascinado por quien consideraba su héroe, acepté conver- tirse en su pintor oficial. En una serie de retratos y pinturas conmemorativos, parcialmente retéricos en su biisqueda de efectos apabullantes, nos remite ala studio por el “Juramento en el Juego de la Pelota”, 1791. Dibyjo a lépia y « ploma, 39x25,5 cm. H) Ghicogo, Art Insite. | era y al mito napolesnico. Desde los | predmbulos a la coronacion y ala de- rota. Y, aunque muchas de estas telas, sean pamphlets propagandisticos, no podemos ignorar la importancia no sélo artistica, sino documental e histérica mae Asi, mds allé de cualquier énfasis, | David cre6, y precisamente gracias a Napoleén, un género nuevo de imagen heroica para la que Bonaparte posaba | de mala gana y poco, habituando al ar- | tista a ritmos diversos y dandole, a su manera, una leccién de estilo: “La se- rejanza no la da la exactitud de los ras | gos o un granito en a nariz. Lo que hay | que pintar es el cardcter de la fisono- ‘mia, lo que la anima... Nadie se pregur ta silos retratos de los grandes hom- bres se parecen. Basta que en ellos se encuentre su genio.” Pero con la derrota de Waterloo acaba también la aventura de Napoleén Bonaparte, y con el retomo de la restau racién David eligis el exilio. El 27 de enero de 1816 partié hacia Bruselas, donde volvi6 a pintar con un poco de cansancio los viejos temas mitolégicos y siguié con los retratos. Pero lejos de Francia, del campo de batalla, ya no te- nfa mucho que decir y muri6, después de un accidente banal ala salida del teatro, el 29 de diciembre de 1825. RETRATO DEL CONDE POTOCKI Cuando gané el Prix de Rome, David permanecié cinco afios en Italia, desde 1775, y alli levé a cabo su formacién clésica De vuelta en Paris, acabé dos obras de diferente factura que habia empezado en Italia: Belisario y el Retrato del conde Potocki, gentilhombre polaco que David conocié en la corte de Népoles. Esta pintura demuestra las posibilidades de que dispone el artista para continuar en la tradici6n retratista inglesa sin ignorar, sin embargo, la experiencia colorista de Rubens. Sorprende la ‘monumentalidad del conjunto, las grandes dimensiones del caballo y del caballero, que ocupan todo el lienzo. Pero sorprende también €] reducido espacio en el que apoya las patas del caballo, el breve trecho de “escenario” que tiene como fondo una pared sobre cuyas piedras discurre la luz, subrayando el volumen de los protagonistas. El planteamiento compositivo esté Bonoperte en el San Bernardo, 1800 Oleo sobre tela, 271x232 em. Bern, Costilo de Cherlotenburg Retrato ecveste que ‘evea o habiided de Dovid en este gener: ‘el caballo se encobrita mientras ef viento le socude la colo y los ines y ogta el manto del future emperader. Un caballo que, come ol del conde Poteki, prece fomado de Rubers, del que vemos, a a derecho, un delle de lo Caza dal igre (1615. 1616). 2543324 em Rennes, Musée dee Bogue Arts estudiado y perfectamente ‘equilibrado: una fina tira de cielo se abre detrés de las bases de las columnas que se apoyan en el elevado muro del fondo; la maciza y elegante figura del caballo de parada que recuerda a los de Rubens ocupa casi todo el espacio; bien seguro en la grupa, tanto en el gesto como en el saludo, se encuentra el conde Potocki; y finalmente el perro, del que sélo entrevemos la cabeza y las patas anteriores, que irrumpe en la escena y le confiere una nueva viveza. Con este retrato, David se consagra como pintor extraordinario, no sélo por el planteamiento compositivo, sino también por la seleccién y el juego de los colores: sobre el gris de la pared se destaca el manto ocre dorado del caballo, de crines y cola triunfantes, que realza el azul y el coro de la silla y los tonos amarillo de los pantalones, blanco de la camisa y marrén del chaleco del caballero. 1781. Oleo sobre tela, 3043218 em. Versovie, Museo. £1 esquema pone de relieve le estructura compositva del cabaloy del caballero “plentedos” en lo misma inlinacion «que guia lo direc de la poto del onimal yylapierna del conde, acentuando la impresin de solider einmovilided. EL JURAMENTO DE LOS HORACIOS Esta gran tela contiene todos los elementos clave de la pintura de David y del Neoclasicismo. En primer lugar, la concepeién moral de educar al piblico a través del arte; en segundo lugar, la voluntad de twansmitir el mensaje de "virtud” a través de la enfatizacién de las expresiones y los gestos. A esto se afiade la intencion de reaccionar contra el arte de moda, valorizado y a la vez debilitado por la “gracia” y las atmésferas erotizantes, con un arte severo, masculino, que impone Ja fuerza a los sentimientos delicados y el deber al dolor. En esta tela David ilustra las vicisitudes de los legendarios gemelos Horacios, que ante el anciano padre juran defender los destinos de Roma contra Alba Longa, representada por los Curiacios. Sobre los tonos ‘oscuros del fondo resaltan los rubios, los rojos y los negros que David usa con sabiduria para crear un tenso dramatismo. Una tension que anima la escena en el equilibrio de los cuerpos, en el juego de las ‘manos (basta observar la del El esquema mueah [lo etuctere compositve del evedro, en ol que estén cstrechamenterelacionedes personajes y fondo: cada arco del pétco dbrico enmarca a un grupo de figuras, los tres Horacios que extenden les manos, el anciano padre que levanta las espads y los mueres lorondo, guerrero en el centro del grupo que rodea la cintura del hermano, en un gesto de fuerte solidaridad), en la expresion de los rostros, en el contraste entre la firmeza de los, hombres y el abandono de las mujeres. 1784 eo sabre tela, 3303427 em. Pos, Musée do Louvre Juramento en el Juego Ge lo Foote, 1791 Dibvjo a plume. Verslles, Musée Noatonol du Chatecu. Se trata del estudio pore un cuadro que dlebie celebror le reunin en que le Asomblea nacional deciié no dsoverse hasta lo concesén de fa consucion. El ‘uadko, para ol que David reali varios esbozos, nunca se levs 2 cabo. Aun dentro de su complicado repiteplanteomientos del Jucamento de los Heracios. 1788, Oleo sobre tela, 147x180 em, LOS AMORES DE PARIS Y HELENA Por, Muse dy Lowe El cuadro forma parte de una serie de obras de tema mitolégico que el conde de Artois, el futuro Carlos X, encargé a diversos pintores para el Castillo de Bagatelle. la obra de David se remite a un tema mitol6gico, revisado a través de la cultura arqueolégica que tanto le fasciné en sus viajes a Roma y a Napoles y que vuelca con la meticulosidad del erudito en la definicién de los personajes y en la reconstruccién del ambiente. Para David personajes y ambiente van estrechamente unidos en la seleccién y cuidado del mobiliario, de los estilos, de la decoracién, sobre todo de los planos que definen el espacio en el que la luz descubre a los personajes. En la penumbra de la estancia, en la que basicamente juega con los grises de la arquitectura y de la cortina (sobre Jos que resaltan los tonos claros de postures y los fondos de sus Jos desnudos y el contraste de los persoojs enolate vege. Pora Los amores azules y de los rojos de los Ge Paris Helena ses, en cambio, de mantos), mas bien parece aletear ung ambientacion yo existente en ef Musée du una atmésfera lénguida invadida louvre: ls Cordes arb) reofeados de un sutl erotismo. en 1550 por el ergiteco lean Goujon. las figures de Porisy Helen, Siocha of Che combientegrieg y las proporciones del tridngulo que encerra los dos figuras, Unidos en el cologuio ‘amoroso por el enlace de los brazosy por juego de los mirodas Toda la composi ete perfectomente equibrade, en la gue opens supiere lo penumbro, RETRATO DE LAVOISIER CON SU ESPOSA Con el retrato del célebre quimico y su esposa, David quiso rendir homenaje al amor conyugal, uno de log tomas relacionados con su empefio moral y civil. La importancia que el pintor quiso atribuir a la obra esté subrayada por las dimensiones del cuadro, que le confieren una monumentalidad inmediata e indiscutible; la narracién pictérica presenta caracteristicas particulares que revelan la voluntad del autor de ir mas allé del simple retrato. La amplitud y el ambiente clasico estan subrayados por el extenso fondo gris que enmarcan los listones acanalados del orden arquitecténico; en este’ ambiente, las dos figuras, estén captadas en un momento cualquiera de su jomada. El quimico, con la pluma en la mano, escribiendo delante de los instrumentos de su trabajo, apenas distrafdo por la presencia de la esposa que, acercandose, apoya afectuosamente una mano en el hombro, Lavoisier mira amorosamente a su mujer, que, en cambio, gira hacia el observador el bello rostro, ‘enmarcado por los rizos de la peluca. Sorprende la eleccién y el tratamianto de los colores, colores que David va utilizando cada vez més en sus cuadros de tema hist6rico (subrayando casi el significado y la importancia que hay que atribuir a la obra): el rojo del pafio que cubre la mesa a la derecha, el negro del ttaje del quimico, subrayado por el blanco del cuello y de los pufios de la camisa, el blanco del vestido de la mujer, cuya ligereza resalta cl azul de los lazos. ¥ finalmente los objetos y los instrumentos destinados a la investigacion cientifica que el protagonista del ccuadro realiza y que cunstituyen un aspecto original de la pintura retratista francesa de la época. Lo composicisn del cuadro est snteizada en lo fuerza triangular que bloquea los dos figuras, uniéndolas también en sentido fgurado 1 dejande 2 ox eolores raj, negro y blanco lo funcién de despertar la emocién del espectador, a es posturas y los miredas, la funcién de suger la rlocién fair. eye 1788, Clo sobre elo, 2863724 cm. Nueva Yor, Rockefeller Insitute for Medical Research Th. Gainsborough Paseo matin, 1785. Oleo sobre tela, 178x 133 om. Londres, National Gallery existe uno semejanza indudable entre los ‘cényuges Lovosier y estos dos figuras pintados poral nglés Thomas Gainsborough, finamente coracierizodos ¢ insertados en un paitaje deciaidamente Inglés. David, doronte estos fs, estudio con interés le pinturo retrtisa del siglo, de una gracio tun poco frirale que no hace presogiar sus tetrtos fituros LOS LICTORES LLEVAN A BRUTO LOS CADAVERES DE SUS HIJOS Para David el Neoclasicismo y la vuelta al ideal clésico no eran solamente eventos formales y estéticos, sino que tenian una finalidad estética programética, protagonista de un movimiento que no interesaba solamente a la pintura, sino a toda la cultura europea, desde la escultura ala misica y a la literatura, Cuando realiz6 Los lictores llevan a Bruto los cadaveres de sus hijos la Revolucion todavia no habia ‘empezado, pero los primeros revolucionarios vieron en la severidad y en el dramatismo de las, escena las premisas de la pintura de Ja Revolucién. El cuadro habia sido ‘encargado a David por Inis XVI, pero fue exhibido, a pesar de la oposicién de la corte, en el Salon de 1789, mientras se iniciaba la Revolucién. David construye su historia sein un planteamiento teatral: a, ait’ Extudo pare Bruo. Dibyo, $44%43,2 em Tours, Musée des Beoux-Ars. David estudio lo forma, la postr, el clorosuro de coda personaje, 2 menudo dibujando le figura desnude para luego vestio con un velo. | cvadreulado Sirve para trasladar el dbujo ol lienzo. en el espacio que define el severo orden dérico (orden que el artista prefiere, precisamente, por su mayor sencillez), sitia al grupo de las mujeres, alcanzadas por la luz, captadas en su desesperacién y en su impotencia frente a los hechos de la historia; apartado por el pértico que corta la escena, envuelto en la penumbra que parece aludir al drama que sufre, se encuentra Bruto (primer cénsul de la repiblica romana del siglo Vi a.C.), ccon la mirada dirigida hacia el ‘espectador. A sus espaldas aparecen, tégicamente iluminados, los cadaveres de los hijos. Asi, la fuerza moral del padre y el dolor de las mujeres. la marcha de los lictores y los cuerpos de los hijos ‘muertos se convierten en elementos de un drama que no sélo es familiar ssino que considera los valores del bien pubblico por encima de los sentimientos personales Para el rosro de Beta, Dovid toma como modelo al Brute Capitaine (Rome, Palozz0 dei Conservotor], fa excultura de bronce del periodo etrusco tard (siglos is! a.) ‘aunque de gusto y ropoje cloramente tamanes, que vemos reproducido aqui arb. ge 1789, Oleo sobre tela, 325423 em. Port, Musée du Louvre. MARAT ASESINADO E113 de julio de 1793, Marat fue asesinado por una aristécrata de Normandia, Charlotte Corday. La Gonvencién, deseando inmortaizar a uno de sus miembros més importantes, encargé a David (que habia visitado a Marat el dia anterior) un cuadro que €1 acabé en octubre del mismo afio, como homenaje al amigo y mensaje civico. Una obra célebre, admirable por su implacable verismo, acentuado por los contrastes de luz y por el alecto que parece recorrerla. Al dia siguiente del asesinato de Marat, el ciudadano Gurault, en la Convencién, expresando el dolor popular, se dirigié a David: “Nuestros ojos todavia lo buscan en medio de vuestros representantes, Oh, espectéculo atroz! El est en su lecho de muerte. 2Dénde estés, oh David? Ti has legado a la posteridad Ja pintura de Lepelletier que murié por la patria. Te queda todavia un ccuadro por hacer.” E118 de noviembre del mismo afio los, dos cuadros, el de Lepelletier y el de Marat, fueron expuestos en el salon de las asambleas, suscitando la admiracién y la conmocion de todos. Baudelaire, en sus Escritos sobre elarte, describe el cuadro y comenta: “El divino Marat, con un brazo fuera de la bafiera y la pluma en la mano ya inerte, el pecho atravesado por la herida sacrilega, acaba de dar el ‘iltimo suspiro. Encima del paio verde la mano sostiene todavia la pérfida carta: ‘Ciudadano, mi gran infelicidad me asegura vuestra benevolencia.’ El agua de la bafiera estd enrojecida y la carta, manchada de sangre; en el suelo yace el cuchillo de cocina lleno de sangre; encima de un misero soporte de tablas que era la mesa de trabajo del incansable periodista, se lee: “A Marat, David’. Todos estos detalles son histéricos y reales, como una novela de Balzac; existe el drama, vivo en todo su ligubre horror y, por un extrafio prodigio que hace de esta pintura la obra maestra de David y una de las grandes curiosidades del arte modemo, no tiene nada de vulgar o de innoble.” 1798. Oleo sobre tele, 142% 125 em. Bruslos, Musée des Beou Arts David welve « caso de Marat poco después del delto y reaiza un dibuo de lo care (plume Y tnta negra, 27x21 em. Versalles, Musée "Notional du Chéteau), que es el punto de paride del evadro Moret esesinado. Quizé Inés que el cuadro, la mascara dolorosa del ddibvo,trazode por una pluma que aun dentro del dolor conigue permanecer Segura, oma la atencién por el drematismo que emano, revelando el talento como retraista de David, los dos boceosproponen ol probable dlescroe de la pnts de Dav: el prinero | reve “Tora” del hoe dele Revolcisn detenido en el gesto de abandono del brazo | derecho, menos a mono ero foster todavia ulna mena, ecko pat deo bate en lo que Maret ‘oraba deur fests enfermeded de Io pel y doo cajite sitios 8 ode, con | ‘las primeras manchas de color que ya tugaret volineres el segundo probndzo To binqueda de vole y calor, en el vego erie a varde del por, el marr de lo Imadeoy la poles del cure, sobre tn frdo que vo oxcurecndore | chedador del cobezo recite. ee 1795, Oleo sebee tabla, 12996 em. RETRATO DE MONSIEUR SERIZIAT Port, Mute dy Looe. Entre los dos periodos de Retroto de Madame represién que siguieron al golpe Sériziot, 1795. de Estado de termidor y a la caida Oleo sobre tablo, de Robespierre, David pint6 los 131x96 cm. Paris, retratos de sus cufiados, los cényuges Musée de Love Sériziat, mientras se encontraba en oe me en a su residencia de Sain-Ouen. gue al del mando, Fine ce Mesias targa te adam se remonta a la tradicién inglesa: some malionmente, compuesto segin la elegante ‘con un ramito de flores estructura piramidal, pero al mismo en lo mano derecho, tiempo libre en la postura ierros que con lo desenvuelta, con la piema izquierda _izqierda montene csv montada, en perfecto escorzo lado ol hit, logra pict6rico. Llama la atencién la converts en expresién del rostro, la mirada ae ee penetrante bajo la sombra del ala evade do bolero del sombrero, la actitud natural y Simm Ut sobre todo el juego de los tonos de fs estrama senile de color. Sobre el fondo del cielo, alg posura,dealza que las nubes confieren un tono una acid (igual pajizo, armonizan el amarillo de los que haré Canova con pantalones, el blanco del chaleco y Pula Borghese) mas de la camisa, y el gris oscuro de la ald del tema, creondo chaqueta, que resaltan sobre el azul 72 edo y un del abrigo sobre el que esté sentado. #070 Frente a un retrato de este tipo no podemos olvidar, sin embargo, otro célebre retrato, Marat asesinado, que David pinté apenas dos aos antes: en aquél quiere captar el significado esencial, reduciendo 108 gary de os detalles a lo indispensable para poe wecs contar el drama y participar en la gp Sew nlee hs historia. En éste, sin embargo, 74x87 en. Pats existe la representacin elegante Musée du Lovie y desenvuelta de la burguesia, que Esta pintura representa confirma la capacidad de David de uno de los momentos analizar la realidad y captar su ‘més élgidos de lo carcter con la libertad de la pinture retraite de Dovid: por la interpretacién. El Retrato de Monsieur Sériiat se enviquece — wacdod vel ccuie waese cece. eee con el de la esposa, precisamente {6 mnedares de a al comparar las dos estilizaciones: etreloaeey part! elegante y sofisticada la de la corte del encadre ‘mujer, con el ramo de flores y el nifio; consciente del papel de la rmueva burguesta, la del hombre, ccon la fustay la mano en la cadera. vivocidad y ol eae LAS SABINAS Esta obra muestra un nuevo interés por el arte griego, que estaba de ‘actualidad después de las conquistas de Napoleén. Como en todas las obras de tema histérico-mitolégico de David, encontramos en ésta dos planos de lectura. Por un lado, la ‘escena representada, con la joven sabina que abre los brazos en el centro del cuadro para separar a los combatientes, en medio del fragor de la batalla. Por el otto, el mensaje, el significado sobreentendido en la narraci6n; una invitacién a la reconciliacién después de tantos afios de guerra civil. Por esta razén el éxito del cuadro fue enorme, especialmente entre la nueva clase politica. La gran pintura sorprende por la magnificencia de la composicién, por la capa de color (obre los ocres, los tierra y los ojos del conjunto, resaltan los blancos del ropaje de la joven en el ‘centro de la escena), por la emocién que consigue suscitar a pesar del énfasis y la teatralidad de la escena. El aspecto ret6rico esté superado por las cualidades pictoricas y por la sinceridad del ‘mensaje. En 1789 David expuso cobrando el cuadro en una sala del Palacio de las Artes. Fue la primera manitestacion del genero, en Francia, con la que David quiso no solamente realizar un gesto polémico frente a la oficialidad del Salon, sino afirmar su papel de artista moderno e independiente, portador de mensajes morales. En las notas de introduccién a la exposicién escribia: “No es quiz tuna idea justa y sabia la de procurar a las artes los medios para mantenerse por si solas y gozar de la noble independencia que comlleva el genio, sin la cual el fuego que Jo anima muy pronto se apacaria?” Y:“..Conmover el corazén del hombre es un arte secreto y es un ‘medio que puede dar un gran impulso a la energfa publica y al carécter nacional”. A propésito de la desnudez de sus personajes, el propio David, en las notas de introduccion a la exposicién, ilustra sus razones: “Bra costumbre de los pintores, de los escultores y de los poetas de la antigtledad representar desnudos a los héroes, a los dioses y, en general, a los hombres que querian honrar. Representaban a un ie Detalle. 1794-1799, Oleo sobre tela, 386x520 cm Pris, Musee du Louvre, Los mujeres, esto vez ‘epresentativos de la ‘eccién, ocupan ol centro dela exceno, reunides en un gropo del que sol hacio cfvera lo madre que sostene ol hjo y en el que se encuentra —eje de lo esceno— Ja mujer que con los ‘brazesobieros deione «los dos querreros. La botale orecia, enre los cobezos de caballo y cabalers, en el trentado de los lonzas, con las torres al fondo. En el crue de los Jonzoe, sobre los que est clovodos los, elms y ls gorros frigios, se ecorto per del guerrero de ancha cimero, coptodo en el acto, hasta demasiodo clegante, de lonzor lo jaboiie filésofo? Estaba desnudo, con un manto sobre los hombros y todos los. atributos de su cardcter. 2Pintaban @.un guerrero? Estaba desnudo, con el yelmo en la cabera, la espada colgada en bandolera, un escudo en el brazo y sandalias en los pies; a veces introducfan un manto drapeado, si podia afiadir gracia ala figura. Todo ello puede observarse en el Museo central de las artes, entre lo que ha llegado recientemente de Roma...” Pablo Poss: E rapto de las sobinas, 1962. Oleo sobre tea, 97% 130 em. Por, Musée Notional d'Art Maderne. David entusosma ‘2 muchos pintores modernos; Picasso retomo el tema de los Sobines segin la postica y la descomposicin cubist. sigue conjugar en RETRATO DE NAPOLEON PRIMER CONSUL Con David nace la conciencii politica del artista: participé activamente en la Revolucion francesa, promoviendo iniciativas culturales y dedicando a personajes y a acontecimientos de su tiempo numerosos cuadros. Después, entr6 al servicio de Napoleén, convirtiéndose en su pintor oficial, con una serie de cuadros conmemorativos, a veces retérices, pero siempre de gran calidad pictérica. Para David, y no sélo para él, Napoleén encamnaba el suefio del rescate de toda una generaci6n, que veia en el joven Bonaparte al jefe capaz de anular las barreras sociales para la afirmacién de los méritos reales, fen Ia igualdad confirmada por la libertad. Y el retrato de Napoleon primer cénsul, inacabado, con el rostro romdnticamente idealizado, es el testimonio de toda la admiracién de David. Un retrato que posee la fascinacién de lo “no acabado”, con Ja mirada profunda y penetrante que resalta sobre el rojo del cuello y el azul de la chaqueta, pero que sobre todo adquiere vida y valor universal por el contomo del tronco apenas insinuado, recortado sobre el fondo neutro del soporte. Napole6n ‘ps6 una sola vez para esta tela, tes horas, en el estudio del artista, Es interesante referir aqui Jo que cuenta un alumno de David, Delécluze, que estaba presente en la breve sesién: “Llevaba una sencilla evita azul de cuello alto, que resaltaba su rostro amarillento y magro, embellecido por la disposicién artificial de la luz que acentuaba sus formas grandes y bien marcadas." De tales palabras se trasluce la atmésfera en la que se realizaban estos primeros ‘encargos napoleénicos, una atmésfera salpicada de exaltacion literaria que el tiempo todavia no habia calmado. Jean Antoine Gros: Bonaparte en Arcle 1798, Oleo sobre tela, 72x59 cm. Poi, ‘Musée du Louvre. Este retrato, obra de uno de les mejores alumnos de Davi, esté muy oleiado de los exquemas clsicos y sorprende por la ‘olméslera romantica y de absolta libertad (que rodea @ la figura del joven Bonaparte 1799, Oleo sobre tela, 81 x64 em. Port, Musée du Louvre £1 astro de Nopoleén es indudablomente el ‘que aparece con més frecuencia en la pintura de principos del siglo x. Dovid demuestra ser tno de los pntores més prolifios y logra cdinetrar 0 un numeraso grupo de alumnos que siguen su ejemplo con més 0 menos orginalied. NNopoleén en su estudio, que David pinta an 1810 (deal, deo sobre telo, 203x 125 em, Weshington, National Gallery, nos muestra un ‘ipecto dele vida privada del emperader, una figura palida que se oparta por un momento de Te labor cotdiana Esta pinture es una prusba terior de la copacided de Dovid de penetrar ten la pscologia de ls personajes y de captor ‘odemés del porecido fico, también el cardcter 1 [os sentimientos, ‘Andree Appian: Nopoleén, 1605. (leo sabre tele, 100x75 em. Vena, Kunthstorsches Museum. Appioni (1754-1817) pinta este refrato pare conmemarar la coronacién el enperador en la catedral de Milén; un retro que #8 caracteize por un minucioso dibujo y una audaz elccin de los colores LA CORONACION Esta enorme tela inaugura la actividad de David como pintor oficial de la corte y como genial creador de temas histéricos contemporéneos. La pintura describe el momento culminante de la coronacién de Napoledn, que tuvo lugar en Notre Dame el 2 de diciembre de 1804. Para dar el adecuado relieve al acontecimiento, David reali una serie de estudios del natural, sin olvidarse del planteamiento y de la estructura compositiva, Tampoco olvidé, con hhumildad, remitisse a los grandes maestros de la pintura, Rubens en particular, de quien estudié el color. Asi, en la gran tela de David, oncontramoa unidos dos aspectos fundamentales de la gran pintura: el icondgrafico y el colorista. Por un lado, admiramos a Jos personajes que reconocemos entre Ja multitud: el papa Pio VII, el cardenal Caprara, la madre del emperador, que domina, junto a sus damas, la escena del palco del fondo, y, encima del paleo, el pintor co su familia y sus amigos Mongez, Vien y Gréty; fnalmente, la emperatria 1805-1807. Oleo sobre tel, 610931 em. Pars, Musée du Louvre, 1 exquema sntetia la estructura compostiva de lo enorme intra, indzondo los diferentes plonos (ia artcuacsn del corso cenral y el fondo con el paleo y la arqutectura de la glia) ysubrayando al cruce de lat linea horizontoles con las vricaes. arrodillada ante Napoleén. Por el otro lado, nos fascina y deslumbra el colorido de la escena, la capacidad del maestro de captar los cambios crométicos de la luz, la vibracién de la atmésfera, el juego de la luz sobre las cosas y las personas: una capacidad que sin duda nace de la atenta y fiel observacién de la realidad, pero que se resuelve en la invencién y en la abstraccién de la sintesis final En cenro dela excena, sobre lo figura de o emperatz, se encuentro grupo de abies y dgnatares. David, un en la complejided de la nies escena, no olvide la fzonomia de ls personajes que estin coocterizados 7 los raugos del rosroy en lo expresin. Le princeso Murat © Poulina Borghese Dibvjo o liz oe ag 23,6x17,8 em, . Combridge, Fogg Art ? ‘Museum. El dibvio ae forme parte de una serie de estudios pro b , lo escena de la coronacion; dst se rebiere ls dos primeros dams del \ ' come, ala \ 3 laquierdo, Nopoleén se consagre. Dibujo @ lei. Port, Musée du Louvre. Dibyjo para na ides luego abandonada, en la yf 3 aque David imagine ab ‘2 Napoleén colocéndose él mismo lo corona “ Us piza epenacur, aunque un oc fit, xe cao 0 ene movie itanto mejor! Esta paz, la tranquilidad de todos los personajes demuestran la atencién que se debe prestar a la augusta ceremonia... Hay que agradecetle a David no haber introducido en su cuadro mas aire que el que habia en la iglesia... yy ste wx periice francés, com ocaiin del Salon de 1808, David retrota «las hermanos de Napolesn entre las domas del corteio David ha alcanzodo yo tanta notoriedad que la indumentaria y los de la enperatrizJosctina; on las dos primeras« liquide, pinados de las dames de sus cuadros ditan lo mode de la époce. 28 — 1800-1814, Oleo sabre tele, 3933593 em. LEONIDAS EN LAS TERMOPILAS Por, Muted Lou David trabajé en esta gran tela durante casi quince afios Alrededor de la figura de Leénidas (el rey espartano que, en el siglo V antes de C., muri6 heroicamente defendiendo con trescientos valientes las Termépilas contra el persa Jerjes) se mueven los personajes de la escena, ccubiertos tan sélo con unos mantos rojos y azules sobre el fondo gris de las rocas. En el planteamiento del cuadro, indudablemente solermne, no se encuentra la sintesis de las pinturas histricas de juventud observando la pintura, nos distrae el apifiamiento casi confuso de los En el gron movimiento que se desorrollo personajes y la superposicién de _oededor dela gure de Lesnidos no es df Toa detallon que restan claridad © enor lo “cide s mismo por parte de intensidad a la accién. A pesar de David: en particular, las tres figuras @ lo la monumentalidad y el dramatismo, _'*vierda del protagonito repten ol temo o parece como sial fina fatase una | 460s Horace (del Janene), ea vez corquestacion y una direccién, tanto SP vedas nl oberde de corres més necesarias frente al tamafio de Ja escena, la‘cantidad de personajes todavia el rostro de Leénidas: un y la variedad de las posturas. camafeo reproducido en Monumentos Aesta falta de sintesis contribuy6 _antiguos inéditos del arquedlogo quizé el hecho de que la obra, alemén Winckelmann, sugeriré a David comenzada en 1800 ¢ interrumpida la postura del protagonista, El artista muchas veces, fue abandonada en 1805 comentaba: ‘‘Los artistas griegos no y reiniciada, hasta que la acabé, se han distinguido inventando fen 1614. Al final, cuando el cuadro nuevos tipos, sino perfeccionando estaba casi acabado, faltaba definir _continuamente los ya conocidos.”” Elesquema muesra la posicion central de Ledrides, en ef cruce de los dos ees imedianos, de os que el horitonial separa ‘grupo de os personas en primer plano del fondo de los ras, deta de fos cuales se entrevé un temple. lo Figura de Lesnides, formondo un sie perfeco y drigida hacia el espectader, parece ojena ‘cuanto sucede a0 alrededor EL ALMA CLASICA DE LA REVOLUCION David, etinventor de una pintu- a histérica modema, legendario narra- | dor de mitos y epopeyas, retratista de | “palacio” y de asambleas que “teji | sus telas con pasi6n, consiguié mover- | soy trabajar siempre con coherencia y conciencia plena de su deber. Asi, la vehemencia y os rasgos t | picamente teatrales presemtes en las | primeras obras son el preludio de las, fiestas revolucionarias que dirigiré du- rante el régimen de Robespierre. Pero anuncian también el paso inmediata- mente sucesivo, aquel que se serviré circulacién y propagar la ideologia re- | publicana. Y, a través del esfuerzo in- ‘ovador de la postura y de la forma, de Ja emotividad del gesto y de la sentida cexpresividad del dolor, devolver valor | alos sentimientos. Dar un nuevo senti- | do y curso a la “virtua”. Someter las ensefianzas clasicas al espiritu de re- | novacién que exigia la Revolucién. Sirvigndose de los mitos y de los héroes | romanos y griegos para anticipar los acontecimientos que lo envuelven, las batallas y funciones de los jacobinos, de los soldados republicanos, de todos Pero la suya no querré ser nunca ‘una parodia de fantasmas. Por el con- ‘rario, el pintor anima a los personajes de Plutarco, los tribunos, los distintos Sécrates, Horacios, Brutos para con | ellos dar vida a los protagonistas de la vida moderna. | EL PASADO COMO MODELO DEL PRESENTE Gracias at estuero civil y pol tico de David el Neoclasicismo vive del simbolismo clésico para poner en | los ciudadanos franceses. plenamente su contemporaneidad, la DAVID Y SU TIEMPO suvioaysuonsa tamisronia AAS ARTES Y LA CULTURA Y74d_ jacques ons David ace en Parson eeano des XV on eluove de Fania desde 1715 ‘Monsen espa doa oyes Sratamis ce aero y cones Sef elido de Aqugein que ponetinala Dard fame: nsyoe sobre ntendinsene ‘guen taco copata cota Aust ors me | Scene del ono $F Gsieboough Reo de Mey Mx Andrews W771 sud con Joop lane Ven yobs et ‘Genav fen el ware de Saves 11, Rouen ness Condesones ovation anes ‘segunds premio dela Aces dete ‘ine confit balteo 3 West lamuan de Wale EW, Shona aa ol engero [LA Hoadon esculpe bus de Diderot emu de vapor de] Wat cumple os aos 774 Tos cunvotcas yore tenaivadelcdio ___Faee el papa mente IV 1, Gout: Los mtiminioe dl joan Wester (Gita eben rier premio dels Academe Lai XVLen el ono de Francia ltr, coroiso coma Pir de Rome’ Revol de Pasaco en an cone Catia It 778 Pare cia alin donde permanece ava I7Bhy___Coninmla quam dela Independence ‘ewunarcats E babere ds Soils ‘hss pimeonemdros amonos Bera del Amacai ore White Ceopace onde Pooks Bains PeVipepe 783 GrcesalDotrde Andrace,igromenin ___Trado de Verses con el que Gan Bala ‘ae Hes Bey, aro enhal Senegal Franca saree snesons Cones lor emaro Monon rein el pime ale | fonel gi de ae eulte | Tree cequnta enca on Roma, donde pina ape usa Jot deepen ‘esnnaccai fas Bode de Po | [rane nan Sbasorel 1787 pone ene Sania Meee do Sore eurin de noables tances on Vener ara A Che rmnalas Bucs ‘Snowrapropueas de sneame de Mb F von Scher Den Cars| fam atone WA Mou Don Govan ‘rxado de alara ne Jon fe Habsburgo 9 1709 Pinay provona Sno srerlerana Beto _Conwocsora don Eradoe genase micio de. Gon: Torque Tasso Ter eadtvere de sus for. ue gusta los aero oceee (.G.langtansempieal cenaruccin dela ‘vaca pores connie parses ‘Gecrge Washing presidente dolor Eradce _Paerade Bandeburgo en erin Uraee (Caos ena spe deste 188 791 Enpnm ecw dlfuameno ane ogo deh _Ineno de faa de ina VI de ha Teas ©, Carnor empins ce ws Memoria ‘elo, cuaazo qu aban encanto evan dewey en ala a Erpatisia —30— WA Morr La Fat Mice pintura histérica comunica modelos reales. Personajes reales como Mira- beau, “le pére Gérard” o “I'abbé Gre- sgoire" y otros que participan en el j- ramento del Juego de la Pelota; martires, dela Revolucién como Marat "el inco- rruptible”, Lepelletier, Bara, cuya re- presentacién heroica y conmovedora, de tonos eélidos y apasionados, con- cuerda may bien con el papel que el | artista asumié durante estos afios. En- tre ellos el de “maestro de ceremonias” | de Robespierre, para el que realizé al gunas de las fiestas revolucionarias més importantes. | David siempre habia tenido la es- peranza de abatir los muros del Ancien Régime. No sélo frente ala igualdad so- cial, sino también a un arte y una cultu- ra encuadrados en el academicismo ‘més inttil y reaccionario. Fue éste el ‘motivo principal que lo empujé a part- ccipar activamente en la Revolucién, DIRECTOR DE LAS FIESTAS REVOLUCIONARIAS Sn interés por el ane antiguose- presenté en el fondo el deseo de que se verificase una condicién arménica | de convivencia, de entendimiento en- | tre elartstay el poder, una vez que éste comprendiese més estratos sociales. las fiestas revolucionarias tenfan que servir precisamente para esto y es Iindudable que minaron y rompieron equilibrios y estructuras de la cultura popular que todavia estaban fijadosen_ ‘esquemas medievales. Pero ala vez en- traron en conflcto con las exigencias | de la naciente burguesia, que en cam- bio queria mantener la separacin en tte Estado y sociedad civil, Represen- taciones populares propiamente dichas | 1792, Ervingidedipuado ents Comenlin raconal_FalseeLnopolsoTi de Hakabarao G-R deine Gan de gunna parle fontcoeonnenreloesrpenenormicreiaoe Cans rata alate RY pertain Ae dalle marton enna) Inepabce tanceee ‘Rvent tan nachos rmaaae Ey Mayan aba ea Sif lendinenss 1793 Palos amor nomonicedeLopeloiery Mart En Cerda eran novininiceanipamantene—V. Moni Bails ‘sreanado. Orn ers picicas Eerie Sega divs de ola ene Pub Russ (sions de egundsa Nacional Hace comara deepsea de 172 1794 Poste monroe oneph Bu Anesudo asin Rabeoplae ot gullotado 1K Chane giloimado (aide de Robepiene. 9 emierpemanece _‘Insunecc conta Rasa, x Foon, encabemda rested eae meses port Kotte 1795 Taslsansinta gene voshea mesuiioyaace Fania ead bp el Decors Goya aba nies Gupchos slumsoa Se dedica ia Subs, que concer sa Traade de Bales rer parcin de Foenia GW. F. Mage La dade ois ‘ber masta eon 178 1800 Sees apoiony pina Sonaparearavesndo Soap emprende la campata dell viewda Goya mae dom lee dlpes porel Gn Sun Bomards Eabos cl de arenge ‘W.Tamer- Lagu ica de Fogo rumiod Masine RécamicyLecncsreniar Wahine. dau on 190, econo a sade Fon Shlet MareEswado Temépiae 1s Congreso de ot Estudos Unidos 1804 Essenbeado primar por del empeador ‘Napoledn or oroado enpaador eos enceer A Gior Lav apewoe deals Enferia ebaion con ie eoe ‘A.canom emp ik enutua de Pasha Boapare 1808 Enpica i Coroncin, gansta on 107 ‘bes de Taipar seg a hegemona 1 vn eetoven: ilo rartina de Ga Bea Flee Seiler En Mir Napoleon es corcrao rey ée tala ules 8 Grease 1808 Enpeeala Dicabuctn de las Aguas Inpeales__Jougln Marae de Wiples JAD BeentnoyLA von Amin Eevee magico sue acaba en 1810 les ianceses crap el Eat poncio el mucha TEREEUU se poke elcomercio de escavs vn Bewhcven: Sinfonia paso) ota de Aree: Cae V abc ror 81S Duran os "ces Gao une apo, Cone) Lacan dia de Napoety Lala ilbapes Repevenaacn os Mi de Panseica a Bl ‘etme de ae XVI pare Maca Sn Cane devo Pale Deco retrace detnivararie a Belgica donde Fates moins bps (Gri econorca on Gran ros Prdkamacin dela epee Bola —31— etl de Son Mazo que ie fancases ‘etiaron e187, se vaeven case en oot Ron BT bubar de Seay Orllo [A Marcu! abs on os novice 1S Pathe Bors Gosunor 1 Mont: Sarma sbve mologts que desfilaban al son de La marsellesa, se detenian ante la Bastilla u otros luga- res significativos de la Revolucién don- de tenian lugar banquetes y discursos, ritos y cantos, salvas de artlleria que se renovaban en cada parada. Ademés de Jargos informes oficiales que debian re- latar a la Convencién nacional el pro- yecto de la preparacién: documentos Politica e ideolégicamente edificantes que dan muy bien la idea de la impor- tancia que adquirieron estas modemas manifestaciones en las plazas. La reproduccién aqui de algunos fragmentos de la “Relacién que David presenté en la fiesta heroica para la concesién de los honores de! Panteén a los jévenes Bara y Viala’, que tenia que celebrarse el 10 de termidory que se malogré a causa de trégicos aconte- cimientos, quiere ser testimonio, aun en su retérica, de la fe sincera y del entu- siasmo que animaban al autor: “Ciuda- anos, procuraré... demostrar al univer- so entero que no en vano invitdis ala acién a una profunda regeneracién ‘moral; que no en vano ha resonado de tuna punta a otra de Francia el grito es- ponténeo de Vivir libres o morir que lle- na de terror a los tiranos coligados.. Tal es el gobierno, tales son los ciuda- danos: esta verdad se ha reconocido siempre... Bajo las bérbarasleyes de la tiranfa, los hombres humildes y debil- tados pierden también su natural aspec- to intrépido. Por todas partes se obser- van los signos de la corrupcién y del desénimo; se arrancan los brazos del arado para permanecer ociosos en las ‘casas de los-sefiores; las tierras estén sin cultivar, los rebafios mueren en los, ppastos que se han vuelto éridos y el co mercio se ha estancado. Pero la tiania conlleva otros desastres: su yugo estan pesado que apaga en el corazén de los hombres hasta el deseo de la paterni- dade induce a la esposa a maldecir su rmatemidad; se reniega del amorala pa- tria y ya no hace sentir su vor, y el frfo egoismo sustituye entre los hombres a Jas virtdes que han desaparecido. En tonces la infelicidad es completa; los ciudadanos se convierten en seres vi- les, feroces y pérfidos como su gobier- no. (Oh, humillante verdad! Asi eran an- tes os franceses... Pueblos, escuchad, y vosotros, tiranos, led y palideced: presentaré ante los ojos de todo el mun dolos ttulos de Bara y Agricol Viala en el reconocimiento de la nacién... (He aquf que el joven Bara, alos trece afios, muchacho heroico que con mano filial alimentaba a su madre, rodeado de car- niceros del género humano, superado ‘en miimero por enemigos, cay6 vivo en sus feroces manos! En medio del peli- ro, la virtud resplandece con mayor vi- gor. Los bandidos le ordenaron gritar: “Viva el rey’; el muchacho temblé des- defioso y replicé con el grito de ‘Viva Ja Republica’. Enseguida, superado por Jos golpes, cay6 apretando contra su coraz6n la escarapela tricolor: murié para revivir en los fastos de la historia.” David interpreté la imagen del jo- vven Bara asesinado en Vandea como el ‘San Sebastién del culto revoluciona- rio”, trasladando al lénguido y ambiguo exotismo del cuerpo desnudo, asi como ala acentuada sensualidad del rostr, el fervor mistico de muchas iconogra- fias religiosas. EL PAPEL DE LA FIGURA FEMENINA Pero David es también pntor de mujeres. No s6lo por los retratos reali zadoc antes de la Revelucién, aquelloe retratos familiares de Madame Buron, Madame Pécoul o Madame Lavoisier con su marido, que, aunque mantenian todavia un eco algo rococé, revelan en. Jos rasgos y enla indumentaria una no- table investigacién psicolégica, sino también por el papel diverso que les atribuye con respecto a las costumbres nobles del siglo anterior. No olvidemos que la mujer de Fragonard, de Boucher o de Greuze, graciosa y cautivadora, estd relegada tan sOlo a los temas mundanos y elegan- tes, destinada en mayor medida que los ejemplos iniciales de David, a suscitar ppasiones, sentimentalismos nestélgicos, a recordar la tranquilidad doméstica y eogs a dictarla moda. Con David sin embar- go cambia el juego de los papeles. El elemento femenino se transforma. So- bre todo en las obras mitolégicas e his- \éricas, enfrenténdose en ocasiones, de una manera sélo aparentemente diver- say secundaria, al mundo hervive mas culino. En el Dolor de Andrémaca esta nueva posicion de la mujer se pone de relieve mediante el contraste entre la figura de Héctor muerto en la penum- bra y la de Andrémaca, que la luz ilu- mina frontalmente revelando su deses- peracin. En el Juramento de los Horacios las mujeres, realzando con su presen- cia las divergencias de lectura de epi- sodios que pueden coexistir en una composicién tnica, oponen ala fuerza concentradora de los hombres un do- lor alejado y sometido que, como un ‘quejumbroso presagio, descubre la tré- gica conclusién del acto. En los Lictores levando a Brito los cadéveres de sus hijos, por el con- trario, es el grito de las mujeres contra un destino maldito que ya se ha cum- plido fatalmente, rompiendo la escena fon varios sectores que nos muestran otras tantas perspectivas. Si consideramos en cambio Las sabinas como una obra de transicién, enla que vuelvena prevalecer los ele- ‘mentos mas formales de la cultura clé- sica de David, hay que contemplar los retratos de Madame Sérisiat 0 de Ma- dame Récamier para entender lo que 61 sigue queriendo representar en la ‘mujer, y en la “mujer social” en parti- cular. La serena belleza y la gracia, la sencillez de la indumentaria siguen de- lineando el riguroso perfil hasta acer- carla de una forma ideal a las que fue~ ron las valerosas compafieras de los héroes jacobinos. Mientras, un retrato de Madame David de 1813 levanta un velo de indis- crecién sobre la vida privada del atis- ta, De los rasgos y de la expresién, de la indumentaria, emerge la imagen de Ja mujer burguesa que, sin provocar grandes pasiones, nunca lo ha abando- nado. DAVID EN LOS MUSEOS AVIRON + Museo BERLIN + Castillo de Chariotenburg BRUSELAS + Musée des Beaux-Arts BURDEOS + Musée des Beaux-Arts CCAMKIDGE (ASS, + Fogg Art Museum CHICAGO « The Ar Institute of Chicago (COPENHAGUE + National Museum DIJON + Musée des Beaux-Arts GINEBRA + Musée d’Ar et Histoire LEIA + Musée des Beaux-Arts LILLE + Musée des Beaux-Arts ICCA + Pinacotecs ‘MONTPELLIER + Museo [NAPOLES « Museo di Capodimonte; Museo i San Marino NUBVA YORK + Albright Knox Ar Gallery; Rockefeller institte for Medica] Resoarch PARIS + Musée Camavalet; Musée do Armée; Musée du Louvre; Musee Jacquemart André ROMA Museo Napoleorico RUAN + Musée dos Beaux-Arts TOURS + Musée des Beaux-Arts TROYES + Musée des Beaux-Arts VARSOVIA + Museo ‘VERSALLES + Musée National du Chitoau VIENA + Kunsthistrisches Museum WASHINGTON + National Gallery of Art deme ON pure #8 evursovia versal. ein trots eou0n acu MONTPELLIER raunocos | @GINEBRA Je aun \ & 1 Syuortooe e cacao ftdeva vork WasnNaToNe

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